CAPÍTULO 15: OCASO
Minutos después escucharon ruidos que provenían de afuera. Arnold recogió la vara y puso a Helga detrás de él. Una patada salvaje tumbó la puerta, y enseguida varios hombres penetraron en la habitación. El rubio golpeó a varios de ellos, mientras empujaba a Helga hacia la salida. Corrieron hacia la sala, pero los hombres de Lila los cogieron y desarmaron a Arnold. Lila se les acercó, aplaudiendo con mofa.
- ¡Bravo, bravo! Eres todo un caballero, un héroe que defiende a su dama. Me has sorprendido muchísimo, mi querido Arnold. Desde hace unas horas has hecho cosas realmente increíbles.
- ¡Déjala en paz, Lila!- ¿Y perder la oportunidad de vengarme? No, claro que no. Si tanto insistes en preservar su vida, tal vez quieras morir a su lado.
- ¡Mátame!
- Tranquilo, honey. Además, no puedo matar a la persona que ha hecho tanto por mí. Frank, llévala afuera pero todavía no la mates. Quiero hacerlo personalmente. Harry, muéstrale a Arnold la habitación nupcial, por favor.
- Lila, haré todo lo que quieras si la dejas con vida.- Mi amor, lo harás de todos modos, pero gracias por la oferta.
- ¡No! ¡nooooo!
Arnold fue encerrado en un cuarto suntuoso. Golpeó la puerta con toda su fuerza, tratando de derribarla, pero sus esfuerzos fueron en vano. Iba a intentarlo de nuevo cuando escuchó varios disparos en el salón principal.
- ¡Los hombres del Gran Jefe!Lila y Frank corrieron a esconderse tras unos sillones que volcaron a manera de barracas. Ambos disparaban para salvar sus vidas.
- La maldita quiere recuperar a su hermana, pero no le daré ese gusto.
- Lila, tenemos que huir. Nuestra gente está siendo reducida y pronto nos capturarán.
- Todo fue una trampa. Esa desgraciada usó a su hermana de carnada para llegar hasta aquí, Frank. No me iré sin matarla primero.
- Lila, entra en razón, por favor. Quedarnos aquí es un suicidio.
- No me importa, Frank. Tal vez muera, pero no me iré sola. ¡Harry! ¡Harry!
- Señorita Lila, estoy a sus órdenes.
- ¿Dónde está Pataki?
- Aún afuera. A pesar de los ataques no la hemos perdido.
- Perfecto. Quiero que nos cubras las espaldas mientras Frank y yo nos deslizamos hacia allá. Pataki debe morir, recuérdenlo
- Entendido.
Lila y Frank corrieron hacia la puerta. Las balas zumbaban como moscas a su alrededor. Frank tiró la puerta de una patada y entraron raudos. El pasillo estaba oscuro, así que caminaron con cautela.
- Frank, ella debe morir, sea cual sea la situación. Prométeme que no permitirás que salga con vida, por favor.- Por ti he hecho de todo, Lila, y lo seguiré haciendo. Si ellos te asesinan, te juro que lo pagarán aún en el infierno.
- Gracias, necesitaba oír eso.
Siguieron avanzando. La balacera había cesado misteriosamente. Frank fue el primero en asomarse, mientras una metralleta automática le apuntaba por detrás. Lila lo siguió hasta que se percató de la situación, demasiado tarde.
- Despacio, muchachos, o se mueren aquí mismo.- Maldición
- De nada te sirve maldecir, Frank. Tiren sus armas, ahora.
No tuvieron más que obedecer. En el patio, los cadáveres frescos teñían las losetas con su sangre. El Gran Jefe se acercó a ellos, con una pistola corta entre sus manos.
- ¡Qué pequeño es el mundo!, ¿verdad Lila?- ¿Tú?
- La misma. Stinky, quiero que elimines a todos los demás, detesto tomar rehenes. En cuanto a Arnold, sáquenlo y llévenlo a un lugar segturo. Harold, tú y yo nos encargaremos de estas bazofias.
Los hombres vestían ternos negros. Todos corrieron a cumplir las órdenes del Gran Jefe.- Ah! Lila, Lila. Has sido una gran rival, debo admitirlo. Pero esta vez te sobrepasaste, ¿no lo crees?
- ¿Me juzgas a mí? tú asesinaste a mi padre.
- Sabes, tú y tu padre son tan parecidos. Primero, creen que tienen el poder de hacer lo que se les viene en gana; luego, quieren eliminar a la competencia. Y lo más cómico, nunca aciertan a su objetivo, por su estúpida soberbia.
- ¡Perra!- Quisiste asesinarme para quitarme mi organización, pero cometiste un fatal error, Lila y eso se paga con la muerte.
El Gran Jefe se acercó a Lila, y le susurró lo mismo que le había dicho a Mr. Sawyer antes de morir.
- Nunca te dejes llevar por las apariencias, sabandija, subestimar a tu enemigo es tu peor erro. Eso se paga muy caro.
Lila quiso golpearla con toda su furia, pero el Gran Jefe le conectó su puño en el estómago. Doblándose de dolor cayó al suelo, mientras Frank recibía un fogonazo que lo partió en dos. El Gran Jefe sonrió maliciosamente. Lila alzó la cabeza, las lágrimas ya corrían por su mejilla. Observó cómo el Gran Jefe le apuntaba con una magnum 44 que había sacado de su chaqueta y le disparó varias veces. Sus ojos permanecieron abiertos aún en el infierno.
- Vámonos, Harold, no tenemos nada más que hacer aquí.Cada vez se pone más emocionante. Espero no haberlos defraudado y les haya gustado el capítulo. En fin, a mi opinión, Lila murió como debía (sin rencores Will, pero me refiero a la Lila del fic ;). Pero, ¿quién es el Gran Jefe? Eso todavía no se los puedo decir, porque ni yo lo sé :P
Prometo seguir subiendo los capítulos, pero creo que no podré la próxima semana, es que estoy en finales y ya saben cómo es esto :´( Nos estamos leyendo.
