Capítulo 7: "Atracción Fatal"

Ginny salió corriendo del tribunal, luego de haber escuchado y recordado todo lo que al principio le había parecido un sueño se transformó en toda una pesadilla.

Pasaron varios días. Todo había vuelto a la normalidad para Harry y Hermione.

Draco, quién le había pedido perdón a Hermione, los había ayudado a ponerse al día con las materias.

Aunque Harry había olvidado a Ginny, seguía muy preocupado por ella. Andaba muy rara.

Como de costumbre, Hermione iba al ago antes de almorzar. Ésta vez no fue Draco quién la siguió, sino Harry.

-¿Qué pasa? – le preguntó éste

-¡Harry! Me asustaste – dijo sorprendida Hermione.

-Lo siento

Harry se sentó al lado de ella y le tomó la mano, siendo que ella la soltó rápidamente.

-Harry por favor, no lo hagas

-Hermione, tú sabes lo que siento por ti

-¡Por favor no me confundas! No me hagas esto. Nosotros somos amigos

-¿Sólo amigos?

-Harry…- dijo la chica pero fue interrumpida por un cálido beso. Un beso que Hermione no lo pudo contener.

Justo en ese momento, Ginny estaba buscando a Harry para conversar con él de todo lo sucedido, pero al ver la escena, su tristeza no pudo disimularla y rompió en llanto y se fue a los dormitorios.

Ya no soportaba más. Lo que iba a hacer le iba a doler mucho a las personas que más quería.

-Basta, por favor, basta – le dijo Hermione – no me confundas

La chica se paró y se fue a comer.

-No creas que esto ha terminado – le gritó – esto acaba de empezar

Mientras tanto, en la sala común de Gryffindor, Ginny escribió una carta para la persona que aún amaba, pero que ella no sabía que él ya había encontrado a su gran amor.

Hermione ya había terminado de comer y se dirigía a la sala común a buscar las cosas para la siguiente clase. En ese momento se encontró con Draco. Pero trató de pasar sin notarlo, pero él la detuvo.

-¿Qué te pasa? – le preguntó éste

-Nada –dijo en tono cortante la chica – Draco, no quiero hablar ahora, tengo clase

Cuando se fue por las escaleras se encontró con Harry.

-Bien, Hermione

-¡Cállate! No creas que lo hice por ti

-No tienes para que gritarme. O… ¿ya se te olvidó lo que hicimos?

Hermione, que había dado unos pasos, se volteó y lo miró fijamente.

Flash Back

Había pasado un día desde que Harry y Hermione habían salido del calabozo. Éste último llamó a Hermione, que estaba al otro lado de la sala común.

-¿Qué pasa Harry?

-Necesito que me acompañes

Harry la llevó a la entrada que tenía el Sauce Boxeador, y con un palo lo puso en el nudo.

-Pasa – dijo Harry

Hermione, sin preguntar, entró a la que sabía que era una de las entradas a la Casa de los Gritos.

Al llegar a la habitación en la que hace 4 años habían conocido a Sirius (que en paz descanse), Harry se acercó a ella y le dijo:

-Te amo

Luego de lo dicho, comenzó a besarla apasionadamente.

Poco a poco comenzaron a quitarse la molesta ropa que llevaban, hasta quedar completamente desnudos. Los dos habían olvidado a todo el mundo…ahora solo existían ellos dos. El amor que había ahora no sólo por parte de Harry sino que Hermione comenzaba a sentir lo mismo.

Harry le hacía el amor con tanta pasión, que Hermione nunca llegó a pensar en Draco.

Fin del Flash Back

Hermione le dio una fuerte bofetada y se va corriendo a la torre de Gryffindor.

Al llegar a la sala común, se encontró con Ginny. Hermione se sentó en un extremo para no toparse con ella, ya que desde lo ocurrido con los Slyherin, desconfiaba de ella.

-¡Va! ¿Cómo está la persona que me cagó la vida? – le dijo Ginny

-Mira, no quiero tener que tirarte un par de maldiciones ¿OK?

-Y quién quiere pelear con tigo… si ya no sirve de nada. Lo que hiciste, no tiene remedio. ¡Te vi besándote con Harry!

Hermione se paró y se fue a clases.

En Pociones, ella y Draco se sentaron juntos. Harry se sentó junto con Seamos y Dean.

Hermione se sentía muy nerviosa ya que este último tiempo a notado muy diferente de lo normal a Harry.

Snape, pasó revisando que todos estuvieran haciendo correctamente la poción, pero sólo Hermione la tenía bien. Cuando llegó al caldero de Draco, le dijo:

-Sr. Malfoy, sigue arruinando las cosas ¿verdad? – le dijo - ¿No le bastó el haber arruinado la casa de Slyherin?

-No me arrepiento de haberle arruinado lo que queda de oscuro en este mundo mágico Profesor Snape – le respondió el alumno

-50 puntos menos para Slytherin

Toda la clase no lo podía creer. Por primera vez, Snape le quitaba puntos a su casa.

A la hora de la comida, extrañamente una lechuza volaba hacia la mesa de Gryffindor. Era para Harry.

"La vida ya no es nada si no estás conmigo"

Harry miró para ambos lados de la mesa. Ginny no estaba.

-¡Mierda! – gritó mientras se paraba de la mesa de Gryffindor.

Al llegar a la sala común, no la encontró. Subió al dormitorio, pero tampoco estaba. Volvió a la sala común, se sentó en una butaca y trato de ver si el mensaje tenía alguna especie de código.

Luego se le vino a la mente una idea muy extremista. Subió rapidamente a la torre de Astronomía. La luna brillaba y alumbraba todos los terrenos del colegio.

Harry se acercó más a la baranda y miró hacia abajo. Un soplido de viento rozó su cara, cuando en el fondo del abismo divisó algo: una macha roja y... ¡Ginny!

Se había lanzado desde la torre. Como decía la nota: "la vida ya no es nada…". Decidió terminar así con su vida.

Hermione había seguido a Harry, cuando llegó a su lado vió en el suelo el cuerpo tirado de Ginny. Se tapó la boca para ahogar su grito, y se largó a llorar.

Varios días pasaron, todo el castillo estaba de luto.

El Señor y la Señora Weasley asistieron al funeral que se efectuó en el colegio. Al llegar Hermione junto a Draco, ésta busco a Harry. Estaba mirando la tumba pero en su cara no tenía ni un gesto de tristeza. Draco se dirigió a saludar a la Señora y al Señor Weasley, mientras que Hermione se dirigió a Harry.

-¿Cómo estás?

-Bien

-Harry… ¿no sientes pena por lo que pasó?

-No

-Pero…

-Ella era libre de hacer lo que quisiera, si quiso terminar así, problema de ella – le dijo – Para mi es un obstáculo menos para llegar a ti. Permiso

La actitud de Harry, sorprendió mucho a Hermione. Él no iba a descansar hasta tenerla en sus brazos… otra vez.