Married

Autora: Liandana

Tipo: Serie

Disclaimer: Harry Potter y Cía. es propiedad exclusiva de J.K. Rowling y otras empresas con fines de lucro UU... Nada de nada. No intento infringir ninguna ley. Y ni quiero, ni me interesa infringirlas. No tengo ni un céntimo y esto lo hago con fines de diversión. Adriel Benoitte y Kat Amateillo son propiedad mía, pero no me molestaría si alguien quiere usarlas, sólo háganmelo saber (jajaja, quién va a querer?). Aceptó de todo, menos virus y cosas dañinas para mi salud y la de mi computadora. No me caería mal un poco de dinero y sus reviews. Espero les agrade.

Dedicatoria:Para todas, que me han aguantado tanto tiempo y también para las que leen la historia sin marcar su paso por aquí n.nuuu

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Married

Capítulo XXXIV Thief

Destino

Matamos lo que amamos. Lo demás

No ha estado vivo nunca

Ninguno está tan cerca. A ningún otro hiere

Un olvido, una ausencia, a veces menos.

Damos la vida sólo a lo que odiamos.

Rosario Castellanos.

"Si muere alguien... una persona sufrirá... El dolor... flagelación de nuestros pecados y tomentos... ¿Somos malos?. Nadie escuchó mi plegaria..."

James había invitado a comer a Sirius, Lily y Adriel entraban al comedor con los postres en las manos y comentando algún programa muggle.

Sirius comía con tranquilidad el postre cuando James por fin abrió la boca, poniéndose serio al igual que Lily y llamando la atención de la pareja, les dijo que debían saber algo importante.

Aquella tarde Black estuvo a punto de morir por culpa de un pudín de arroz, y la blusa de seda de Adriel se vio manchada por el café que bebían. El matrimonio Potter les había hecho participes de la felicidad que los embargaba. Serían tíos y los padres querían que fueran sus padrinos y escoger el nombre del bebé.

- Queremos que ustedes escojan el nombre de nuestro bebé- la pelirroja sonreía.

- ¿Nosotros?- la pareja delante de ellos asintió con la cabeza

- ¿Quién más?- el hombre de cabellos rebeldes los miraba impaciente

Los dos jóvenes se miraron por unos segundos...

- Harry, queremos que se llame Harry- al fin dijo la mujer de larga cabellera azabache.

OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO

Se encontraba en la alcoba del hijo de Lily y James, paseo la mirada por la habitación deteniéndose en la cuna de madera, el pequeño dormía plácidamente. Cerró los ojos y se acercó a la ventana entre abierta, el atardecer con sus rojos y naranjas se extendían ante sus ojos dorados.

Su mirar se volvió ausente, lejano... perdiéndose en el atardecer.

- Un día teñido de sangre... – murmuró con voz profunda, sus ojos demostraban infinita tristeza.

Un largo suspiro, y el silencio se vio roto por pequeños gorgoteos de un Harry que empezaba a despertar, Adriel se acerco a la cuna de madera, sus cabellos ondulados caían en desorden por los hombros. Una dulce sonrisa apareció en su rostro y por primera vez en meses un atisbo de esperanza brillo en los ojos dorados.

El bebé abrió sus pequeños ojitos esmeralda... estiro los bracitos tratando de agarrar un mechón de cabello negro.

- Que la gracia que me ha sido otorgada, te proteja, Harry Potter- La mujer cerró los ojos depositando un beso en la frente del bebé.

- ¡Adriel!- la llamaron.

- ¡Ya voy, Sirius!

La mujer dejo la alcoba con un bebé durmiendo... de nuevo, plácidamente. Ella sabía bien que el fin se acercaba pronto, nada podía hacer... el futuro no se puede cambiar.

OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO

Peter Pettigrew caminaba ensimismado en su mundo por el Callejón Diagon, su mirada turbulenta dejaba ver la oscuridad que empañaba el corazón pero con gran pesar.

¿Qué le había orillado a ese destino?. Pregunta fácil para una respuesta difícil. Nadie era consciente de sus propios sentimientos y emociones hasta que se enfrentan cara a cara con ellas.

Ser el cuarto integrante de los Merodeadores, en un tiempo fue divertido, de hecho le agradaba sentirse apreciado, querido y sobre todo aceptado... Después el tiempo paso, las personas cambian... y él cambió...

De ser el cuarto Merodeador, paso a ser "la molestia de los Merodeadores", escuchaba decir en los pasillos de Hogwarts, mientras que sus amigos eran apuestos, joviales, simpáticos e inteligentes... él... él era la rata que nadie volteaba a ver y conoció el poder, sintió un poco de él en sus manos por conducto de un slytherin y se negó a renunciar a él.

Poder... poder absoluto, eso lo haría grande y respetable, además ¿Quién se opondría al Dark Lord?, después de todo era una causa justa, valía la pena mancharse las manos de sangre.

La oscuridad puede esconder una multitud de pecados....

Se paro enfrente del edificio que distribuía "El Profeta", en la primera página se veía una foto en la cual se encontraban dos aurores alfa: James y Sirius.

- Potter... Black... hoy se acaba nuestra historia- dijo lúgubremente.

OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO

- Los Potter son un estorbo- siseó fríamente un death eater, puntando su varita a una joven, un hilo de sangre salía de su boca.

Los ojos de la joven antes risueños y llenos de vida, se encontraban vacíos.

- ¿Somos un estorbo?, nadie nos había calificado tan tontamente- se burlo la joven.

- No estas en posición de burlarte...

- Acaba de una buena vez, asesino de cuarta, tu Señor, jamás verá a un Potter inclinar la cabeza ante él... ¡Jamás!

Un rayo verde y un cuerpo sin vida en aquel frío corredor... un grito desgarrador y lágrimas de fuego corriendo por las mejillas de Matilda Potter.

Adrien Benoitte empuñando la varita fuertemente, el brazo derecho al descubierto dejando ver la Marca Tenebrosa, Adrien había utilizado la maldición imperdonable en aquel death eater y Matilda no daba crédito a la verdad que se extendía ante ella, implacable, cruel y devastadora.

Ahora sabía porque Adrien se mostraba distante, lejano y frío, sus frecuentes desapariciones y su semblante triste y melancólico se había acentuado con el tiempo, ni siquiera ella podía arrancarle la tristeza del corazón..

El hombre de ojos amatista se acercó con cautela y miedo y Matilda observo por primera vez la fragilidad de Adrien, una fragilidad que amenazaba con romperla, sin dudarlo un segundo se aproximo a él y le cruzo la cara con una bofetada para después unirse en un abrazo lleno de lágrimas.

Un aplauso resonó en el pasillo, haciendo que la pareja se separará y se pusiera en guardia, un mortífago vestido de blanco de pies a cabeza aplaudía sin emoción. La máscara, también blanca, cubría sus rasgos.

- Bonita escena Benoitte- el heredero Benoitte se tenso al reconocer la voz...

- Maestro...

El hombre se llevó una mano a la máscara, quitándosela en un elegante movimiento, dejando ver el apuesto rostro que transmitía tranquilidad. El hombre de no más de 35 años suspiro cansadamente, saco su varita y le apuntó directo al corazón.

- ¿Sabes?, elegiste el camino equivocado- la voz aterciopelada del sujeto de blanco hizo eco.

- Nosotros no elegimos un camino- contestó Adrien- los Gemini Elf... no lo hacemos.

- Adrien, Adrien... – movió la cabeza de un lado a otro- me decepcionas- su voz tranquila e inquietante- ¿no aprendiste nada?...ese fue tu error... el destino.

El pasillo se vio inundado de una luz verde cegadora.

El eco de pasos cansados se perdía en la oscuridad, una vez más había robado la vida de dos personas, una vez más se volvía viejo, una vez más se dejaban caer ante el destino.

Dos cuerpos inertes con las manos entrelazadas.

Sutil ladrón...

OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO

Adriel se acercó a la puerta, antes de abrirla respiro profundamente. Las manos le temblaron por un segundo, después su mirar cambio por uno decidido.

- La esperanza es lo último que muere- murmur

Abrió la puerta.

- ¡Hola Peter!- la mujer sonreía invitándolo a pasar- pensé que irías a casa de Lily, sólo faltaste tú.

El hombre de cabellos rubios sonrió y agradeció la invitación de la mujer. Se sentó en un suave sillón blanco para una persona.

- ¿Té?- preguntó la joven, Peter asintió.

Observaba las finas facciones de la mujer como si nunca la hubiera visto: su cabello negro como la noche se encontraba recogido por una pinza, adornado por unos pequeños broches en forma de rosa; regalo de su esposo, la piel blanca como si se tratase de una perla, las mejillas ligeramente sonrojadas.

- ¿Qué te trae por aquí, Peter?- Adriel le dedico una sonrisa y él se sintió miserable por lo que iba a hacer.

- No es una visita de placer- la voz adquirió un tono cruel.

- Eso lo sé- ella se mostraba ecuánime... sabiduría y tristeza. Peter abrió los ojos sorprendido.

De pronto, Peter se aferró el brazo derecho, se levanto del sillón blanco y saco de entre su capa una varita.

Adriel Benoitte se levanto del sillón, dejando tranquilamente la taza de porcelana azul, se sitúo delante de Peter y buscó sus ojos, la desesperanza la inundo.

- Sirius tenía razón- su voz denotaba impotencia.

- ¡Sirius no comprende!- chilló el verdugo- ¡No comprenden!

- ¿Qué no comprendemos?- la mujer lo vio con compasión- Te vendiste a Voldemort por un poco de poder, ¡Vendiste a tus amigos!

- Mi Señor se levantará...

- James, Lily y Harry... ¿Qué culpa tienen?

- Sólo ellos se interponen entre el poder- Peter estaba pálido.- ¿Qué se gana oponiéndose a Lord Voldemort?

- ¡¡Vidas!!- exclamó Adriel atónita

- Él, matará a todos los que se opongan- susurró él, elevó la varita.

- Creo que todos moriríamos por ti... – Adriel agachó la cabeza.

- Todo debería ser diferente- empuño la varita- está noche mi Señor se alzará...

Peter Pettigrew bajo la cabeza y se encontró con una foto: James con Lily y un bebé en brazos, Remus y Kat abrazados, Sirius y Adriel abrazados, con la diferencia de que Sirius tenía una mano en el vientre de ella y finalmente Peter en el centro, todos sonreían... una semana.

- Perdóname Adriel- dijo bajito.

Adriel Benoitte levantó la cabeza mirando a su agresor, lágrimas bañaban las mejillas de la azabache.

- Pettigrew, acaba de una vez

Adriel le miró altiva y desafiante, mostrando todo el orgullo de los antiguos magos, sin saber que horas antes en Francia, su hermano mostraba el mismo orgullo, muriendo a manos de una persona desconocida, protegiendo a Matilda Potter y ella moriría protegiendo a Sirius Black, era lo único que podía hacer por la persona amada y eso la frustraba profundamente.

Pronuncio unas palabras y un rayo rojo salió de la punta de la varita estrellándose directamente contra la joven...

Un florero de cristal, el cual contenía un ramillete de lilias y orquídeas hermosas, su perfume emanaba embriagando los sentidos, un pequeño lazo blanco las ataba. El cristal chocó contra el piso, dejando escapar una melodía hermosa pero destructiva. Las lilias y orquídeas estaban ahora esparcidas por el piso sin sentido....

OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO

Cultivo una rosa blanca

Cultivo una rosa blanca

En julio como en enero,

Para el amigo sincero

Que me da su mano franca.

Y para el cruel que me arranca

El corazón con que vivo

Cardo una ortiga cultivo:

Cultivo la rosa blanca.

José Mart

Estaba histérico... ¡Peter el traidor!. Tenía sospechas pero no había confirmado nada, creía tener tiempo aún. ¡Oh, por Dios!... ¿Qué había hecho?. Entregó a sus amigos a Voldemort, aquel asesino.

El mundo se estaba derrumbando poco a poco sobre él y cada pedazo lo estaba triturando.

¡Harry!, no podía permitir que le sucediera algo... Debía darse prisa.

- James, amigo aguanta- murmuró Black- voy hacia ti.

Entró a la sala de su casa en el mismo Valle en donde se encontraban sus amigos.

No sabía que al entrar, la vida se acabaría para él, no sabía que esa noche perdería lo que más amaba, no sabía que ese Halloween lo marcaría de por vida, no sabía que perdía a su familia para siempre... no sabía que la Marca Tenebrosa brillaba en Holliw Godric por última vez....

Entró en la amplia sala, frunció el entrecejo ante la oscuridad que invadía la estancia, cogió su varita y susurró lumos, entre cerró los ojos acercándose poco a poco al sillón individual.

Una figura desvanecida enfrente del sillón... el florero roto, los finos pedazos de cristal esparcidos por la alfombra junto con las lilias y orquídeas. Temeroso y con una opresión en el pecho se acerco a la figura: el largo cabello negro esparcido en el suelo y el cuerpo, extendiéndose como un abanico.

Sirius ahogó un grito y corrió la poca distancia que lo separaba del cuerpo. Se arrodilló y con sumo cuidado tomó a la persona entre sus brazos.

- ¡Adriel!- llamó Sirius con desesperación- ¡Adriel!- tenía pulso aún.

La joven abrió los ojos con dificultad y lo vio delante de ella, a Sirius, a Su Sirius. Trato de levantar la mano, acariciando su rostro unos segundos para dejarla caer.

- Lily... James... Harry... – la voz era apenas un susurro, sintió frío en el pecho.

- No hables- estaba destrozado, su voz sonaba triste, nostálgica, llena de amor y ternura.- todo estará bien- le dijo y la abrazo con mayor fuerza.

- Regálame... una sonrisa- los ojos dorados brillaban.

Sirius la miró sin ninguna expresión, para después sonreír, sonreír como sólo a ella le sonreía.... Sonreía para ella, sonreía por ella.

- TE AMO- Adriel susurró con poca fuerza- TE AMO... Sirius

- TE AMO, Adriel- Sirius la atrajo más hacia él- ¡LOS AMO!

Adriel cerró los ojos, sentía el suave calor de Sirius, como tantas veces lo había hecho antes, respiro el aroma a hombre, tierra mojada, vainilla... magia.

Se sentía protegida y maldijo a Peter, lo maldijo porque entregaba a miles de familias a un ser enfermo, lo maldijo porque vendió a los Potter, lo maldijo porque ella moría, lo maldijo porque destruía a su familia, pero lo maldijo por toda la eternidad porque le quitaba la vida a alguien que ni siquiera había nacido.. su hijo.

Sintió una daga atravesar su corazón, frío y más frío, Sirius estaba a su lado, su calor estaba ahí.

- No temas, todo estará bien, tu papá esta con nosotros y él nos ama- pensó Adriel.

La daga se hundía cada vez más.

Sirius se estremeció, un escalofrío recorrió la columna vertebral, lo invadió el frío. Miles de agujas se enterraron en su corazón... No podía dejarlos ir, no podía dejar que se marcharán. ¡No los podía perder!.

Adriel abrió de nuevo los ojos y los clavo en esos ojos capaces de desnudar su alma, volvió a grabar las facciones del hombre en su corazón.

- Sirius...- cerró los ojos dorados para siempre.

Sirius Black se aferró a su cuerpo, no emitía ningún sonido, tampoco lloraba.

Veía un punto fijo y la aferraba contra él con dolor inmenso, incapaz de dejar de sentir dolor y culpa...

OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO

Kat entraba apresuradamente al Caldero Chorreante, casi no había clientela, en una mesa alejada se encontraba la persona que buscaba, dándole la espalda. Estaba a punto de llamarla...

Un grupo de aurores entro en tropel a la posada, dirigieron sus varitas hacia ella.

- ¡Amatiello, no nos obligues!- grito uno, el líder.

Remus se levanto precipitadamente de la silla, volteando sorprendido. La escena le helo la sangre: Kat estaba rodeada de aurores, era imposible acercarse. Sólo le quedaba rezar porque todo fuera un error....

Kat levanto las manos lentamente, estaba pálida a morir, dirigió su mirada a su prometido y sonrió tristemente. Un auror se acerco a ella y le quito la varita.

- Kat, sé buena niña- le dijo la mujer, dos hombres se aproximaron a ella y la tomaron por los brazos, los restantes no dejaban de apuntarle.

- ¡Esperen!- gritó Lupin.

- ¡Cállate, Lupin!- exclamo fríamente Kat

- ¿De que la acusan?- preguntó ignorándola.

- Es un aliado del Señor Tenebroso- contesto la mujer

- ¡No te entrometas!- Kat le suplicaba con la mirada.

No quería llevarse a Remus entre las patas, él no merecía estar en prisión, él no merecía aquel dolor, él no merecía esa vida...

Ella no iba a permitir que fuera más desdichado...

Los aurores empezaron a caminar, Kat le dio una sonrisa a Remus antes de salir del Caldero Chorreante.

Remus crispo los puños impotente. Maldijo más que nunca a la luna, ese satélite tan hermoso.

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Cerró los ojos al entrar al carruaje. Iba a ser difícil salir de donde la llevarán... le dolía el pecho, se llevo una mano al corazón, este estaba convirtiéndose en pedacitos. Ella había sido diferente, había sido mejor que su hermana en todos los aspectos. Ella había amado libremente y de esa forma la amaron... No se arrepentía de nada, si le dieran una oportunidad, escogería el mismo camino.

- Lily, James, Harry- los nombres le vinieron a la mente- No importa condenarme, si ellos se salvan- tomo una decisión- Lo siento, Remsie.

- Los Potter serán asesinados- le dijo al par de aurores que la custodiaban- esta noche.

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Se consideraban personas fuertes, capaces de enfrentar lo que fuera juntos...

Una risa despiadada, unos ojos de serpiente... un llanto descontrolado.

- ¡¡CORRE, LILY!!¡¡CORRE!!- la voz de James.

- ¡¡JAMES!!- la voz aterrada de Lily

- ¡¡¡¡CORRE!!!

El poder palpitaba dentro de la casa, la magia sé hacia tangible y el temor y pánico inundaba los sentidos. Una luz verde enceguece dora, luego oscuridad y silencio...

La pesadilla de Sirius Orión Black, se había vuelto realidad.

La leyenda en el mundo mágico nacía.

Una profecía algún día se cumpliría.

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"James William Potter: auror alfa murió al enfrentarse a Lord Voldemort en su propia casa, protegía a su esposa e hijo: Harry J. Potter.

Liliane Alexandra Potter: perteneciente al grupo de élite de aurores alfa, murió asesinada a manos de Voldemort, trataba de proteger a su hijo: Harry J. Potter

Remus Julius Lupin: paradero desconocido hasta el momento, se teme que haya sido asesinado

Kat Jean Amatiello: acusada de participar en un complot contra la vida de los Potter. Fiel seguidora de Lord Voldemort. Condena: 70 años en Azkaban

Sirius Orión Black: lugarteniente del Dark Lord. Asesino de la familia Potter. Condena: cadena perpetua en Azkaban

Adriel Isil Black: auror alfa, asesinada en la residencia Black- Benoitte, se presume que fue a manos de un death eater."

Viggo Mortensen dejo escapar un sonido ahogado, miró el expediente por última vez, releyendo cada nombre muy despacio... El grupo favorito de Hogwarts... triste final...

Cogió una pluma y la entinto, estampo su firma al final del expediente, cerró la carpeta que contenía fotos de cada involucrado. Con un movimiento de varita, en la portada del expediente se leía: CERRADO

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La habitación estaba hecha un lío, parecía que un ciclón había hecho presencia en aquel lugar. Los muebles estaban destrozados, casi nada había escapado a la furia de quien estuviera ahí, excepto un retrato: el marco de madera tallada, la fotografía plasmaba un momento único en la vida de dos personas.

Una mujer de cabello castaño arreglado con una diadema, ataviada con un vestido blanco de tirantes sonreía plenamente, abrazándola un chico de cabellos castaños claros, vestido con un jean azul claro y una camisa blanca.

Los dos estaban más que felices. Ella mostraba un anillo en el dedo anular de la mano izquierda...

Remus estaba tendido en la cama cuan largo era, cubierto parcialmente por las sabanas. No tenía la mínima intención de mover un músculo.

Los ojos los tenía rojos de tanto llorar, le dolía todo el cuerpo, no tenía necesidad de mirarse en un espejo, sabía que estaba lleno de moretones, rasguños e incluso mordidas, él lo sabía pero el dolor físico no era su penitencia, le dolía el corazón... el alma.

Esa noche de luna llena había sido la primera... después de tanto tiempo... desde que los conoció...

Una lágrima solitaria se deslizo por su mejilla, muriendo en la almohada...

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Estaba en un rincón, abrazándose a si misma. Aquel sentimiento de desesperación, dolor y angustia estaban presentes, ¿Quién diría que estaba tan familiarizada con aquellas emociones?... Azkaban no había sido una opción, ahora sería su mundo en adelante. La sacarían de aquella celda para llevarla ala prisión de los magos... Crouch no tenía piedad con nadie, el juicio ni siquiera se había dado...

Una figura imponente se sitúo junto a la reja, larga barba platinada, ojos azules como el hielo, nariz aguileña y un porte de sabiduría: Albus Dumbledore.

Kat se levanto y acerco lentamente a la reja.

- No diga nada, sé que Crouch no cambiará de opinión- hablo Kat- Mis amigos... ¿Están bien?- tembló ante la pregunta.

- Harry esta bien, lo he mandado a un lugar en el que estará protegido- Kat bajo la cabeza, comprendiendo las palabras veladas del Director de Hogwarts

Rebusco entre sus ropas, sacando un pequeño libro, se lo extendió a Dumbledore.

- Si algún día Harry, se enfrenta a una situación desesperada... quiero que le de esto- Kat miro con ternura el libro- cuide de Harry, ya que no puedo hacerlo personalmente.

Dio media vuelta y se alejo de nuevo al rincón en el que estaba antes de la visita de Dumbledore.

- Voldemort ha caído- dijo el director, sin embargo no escucho respuesta alguna.

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No había sido capaz de salvarlos, no había sido capaz de acabar con ese maldito asesino, no había protegido a lo que más quería, no había cumplido su promesa de estar con Harry... Les había fallado... a todos.

- No voy a llorar- se dijo a si mismo- por Adriel, por James, por Lily, no voy a llorar...

Se escurrió al suelo con las manos aferrando los barrotes de ese infierno. Algo tenía claro: no iba a enloquecer...

- Te encontrare... iré por ti, Warmtail- decía una y otra vez mentalmente

Su mirada perdida, sus ojos azul índigo habían perdido el brillo de vida y misterio siendo reemplazado por uno casi demoníaco

- Iré por ti...- susurr

Sirius Orión Black se hacia una promesa que algún día cumpliría: vengarse de Peter Pettigrew. Vengar a James: un amigo fiel, vengar a Lils: la niña que le brindo su amistad, vengar a Harry: un niño que condenaron sin juicio como a él y otros tantos, vengar a Kat: quien confió en él cuando nadie lo había hecho, vengar a Remus: que le había ofrecido un hombro amigo, que lo acogió como un hermano, vengar a Adriel: que lo apoyo en todo, vengaría a su hijo...

Vengaría a la familia Potter, Black y Lupin... que en una sola noche vio escapar sus sueños... Un ladrón se los robo en el frío y oscuridad de la noche...

Imágenes creadas.

Fragilidad vanal

Un sueño se rompió...

Las lágrimas son como un canto de amor

Deseas ver que la tristeza cálida es

El mundo está lleno de trampas

Pero sé que aún tiene arreglo

Sentirás una silenciosa oscuridad dentro

Pero sólo piensa en la luz,

La verás, la verás

Pero si razonas tus miedos, los afrontarás

A nadie le gusta ver sus sueños marchitarse

Ella es todo para ti,

Pero no la puedes amar

Por más desesperanza, sigue adelante.

Tu destino se acerca y tu fuerza aumentar

Tu don es ser tan fuerte como el mar

Pero cuando sientas mucho dolor y tristeza

Ten fe y no dejes de pelear.

Ven, ven y gira

Tierra

Ven, ven y cambia

Para retrasar el fin del mundo

Con su voz de amor y tus sueños también.

"Harry, sé fuerte, sobrevive a lo que nosotros no pudimos enfrentarnos: el destino. Kat J. Amatiello"

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Notas de la autora:

Lo prometido es deuda, aquí está el final de Married y debo decirles que me siento triste, puesto que me he encariñado con la historia y los personajes de una manera muy especial. Es el primer fic que terminó y debo agradecer a todas las que han marcado su paso por aquí.

Sé que ha sido bastante drama y para cortarse las venas, sin embargo a mí me ha gustado como quedo, algunos detalles se escaparon a mi control como el tiempo, puesto que no encajan algunos tiempos con el fic (nacimiento de Harry, y el cumpleaños y el embarazo de Adriel), y en ese aspecto debo pedir una disculpa, no me di cuenta hasta que releí el capítulo jejeje.

Este fic me ha dado grandes satisfacciones, especialmente porque es el primer fic que escribo del mundo de Harry Potter, y que recibió tan buena acogida, además de que es el primero que hago bastante largo y con él he durado un año y meses, también este fic refleja cada uno de mis estados de ánimo a lo largo de un año e incluso un poco o mucho de mi personalidad están plasmados en cada uno de los personajes desde Sirius hasta Kat.

MUCHAS GRACIAS POR SEGUIRME EL RITMO Y AGUANTARME TANTO TIEMPO, GRACIAS PORQUE LES GUSTE MI HISTORIA, GRACIAS POR DEJARME SUS COMENTAROS... LA VIDA DE ESTE FIC ES GRACIAS A USTEDES Y S"LO A USTEDES... GRAN APOYO.

Sin más que decir, me despido. Married llegó a su fin. Espero haber cumplido con todas las expectativas o por lo menos con la mayoría.

Los versos del final, son la canción de apertura de la Saga de Hades de Saint Seiya. Lástima que no me sé el nombre. En el siguiente chap, agradeceré los reviews, del capítulo XXXIII y XXXIV

Liandana. Miembro de la orden siriusana.