Delirios de un corazón solitario

¿Por qué creer? ¿Por qué es que pienso tanto en ella? Tan sólo recordarla me causa problemas… tan sólo verla me… me da una dicha enorme verla feliz. Somos tan distintos, no entiendo que me atrajo de ella, y en otras circunstancias de la vida jamás hubiéramos cruzado ni una sola palabra ni tampoco hubiéramos simpatizado… pero todo fue tan extraño, sin darme cuenta, me sentí atraído por ella… me gusta… sus ojos, su cabello, su sutileza, su delicada figura… su imagen, su imagen no hace más que atormentarme. No entiendo nada ¿por qué nació este sentimiento? ¿Por qué lo cree?

El joven se levanto cansado, no terminaba por atormentarse con esos pensamientos, lo sabía muy bien, desde siempre le gustó anteponer a los sentimientos sobre la razón. ¿De qué servia la razón cuando la dicha de la felicidad era tan grande que te cegaba? Era obvio que la razón tenía un lugar importante porque aquello nos hacia humanos, pero las computadoras razonan… y no son humanos. No, siempre hubo algo más, los sentimientos, aquellos impulsos que podían causar tantas situaciones dependiendo de lo que la persona sentía… la razón tenía el poder de contenerlos, aunque había uno que jamás se podría contener… el corazón no es más que un estorbo para los racionalistas, para las personas calculadoras y frías. Él intentó ser así, no sentir nada muy especial por nadie, ser frío y esconderse bajo una capa… jamás lo logró, y menos lo lograría con esa persona.

Estoy cansado, ahí esta… ella… feliz, lo ha logrado. Nada más la contemplo, no quiero hablarle ya, no quiero volvérmele a acercar. Estúpido sentimiento, estúpido es en verdad ¿¡Cómo se me ocurre enamorarme de quien jamás me correspondería!? Que decadente soy, soy un simple ciego, si… ciego por culpa de los sueños y falsas esperanzas ¿Pero vivir de sueños no me hace ser quien soy? Lo sé, me hago ilusiones ¡pero cuanto daría otra vez por tenerla tan cerca! Vivo en el pasado o sueño con el futuro, jamás me mantengo firme en el presente… debe ser porque añoro y porque deseo. Lo que vino a ser mi vida. Ella, ella es la culpable... no yo soy el culpable, todo de ella me atrae todo su significado lo quiero, ya no quiero sufrir… solo he querido estar, solo es mi elección de vida, solo es mi margen de sociedad… pero la vuelvo a mirar, tan especial tan rodeada de gente que desearía ser una de esas personas ¡que dichosa sería mi vida! Pero aquí estoy, atado a algo que añoro y que jamás cumpliré, ni que el destino querrá que se cumpla. Esto no es amor, es una obsesión, una locura, un peligro que podría llevar a graves consecuencias, por primera vez cuestiono al corazón. Ella no es más que algo inalcanzable, su vida es tan distinta a la mía… sé que no es feliz, sería tan hermoso compartir mi existencia junto a ella… hummm, no es más que una obsesión, un delirio. Su presencia me sería tan grata ahora ¿te imaginas tenerla entre mis brazos? ¿¡Te imaginas como sería tener su cuerpo junto al mío!? ¿¡Y que tal su labios!? ¿Cómo serán? ¿Suaves, delicados y dulces? ¡Vaya! ¿¡¡Cómo es que no lo entiendo!!? No puedo estar con ella, no debo estar con ella, debo terminar con esta obsesión, le haría daño a ella, además que, ella jamás sentirá algo más por mi, soy sólo algo pasajero, nada muy importante, algo que conoció y que olvidará ¿por qué creer que me amaría? ¿Por qué creer que la amo? Estoy cometiendo errores al pensar en amar, debo alejarla de mi mente... es mejor para mi, vivir buscando algo más, despertar de un sueño así no es tan malo, puedo volver a soñar otra cosa. No hay problemas en ello, los sueños son sueños. Sueños e ilusiones: el amor es sólo una ilusión, su amor es sólo una ilusión… debo dejar de amarla.