Cap. 03

Robemos nuestra inocencia


Era ya bastante tarde, las estrellas brillaban en el firmamento intensamente, y en las gradas para llegar ala casa de Aries, se encontraba Seiya.

- ¡Soy un hombre, puedo hacerlo!

Y con dichas palabras subió tres escalones, se detuvo y sintió las piernas de chicle. Se volteó y volvió a bajar por milésima vez en lo que iba de la noche.

- Tal vez mañana… pero. ¡Tengo que hacerlo!

Y subió de nuevo, esta vez solo dos escalones cuando volvió a bajar, y esta vez, se dejó caer al suelo frustrado.

Acababa recién de descubrir que estaba enamorado de la señorita Saori, o al menos así le parecía a él, pero, ¿Cómo se lo decía? No tenía valor suficiente para hacerlo. Ya una vez había sentido que se lo diría, y fue en la batalla contra Artemisa, pero ahora sería distinto.

Miró en dirección a las doce casas y bufó algo enojado.

- Una… dos… tres… ¡WAAAAAAAAAAAAAAAA!!!

El moreno se puso de pié de golpe y salió corriendo a toda velocidad, subiendo todos los escalones y llegando muy pronto a la casa de Aries, donde pasó tan rápido que apenas y se le notó, pero sus habitantes estaban dormidos como para ponerle atención al cosmos de Seiya pasando como ráfaga.

Una situación similar se dio en las demás casas, mientras Seiya corría y su cerebro le gritaba que se detuviera y corriera en sentido contrario, pero el chico estaba cargado de demasiada adrenalina y emoción por decirle en ese preciso instante que amaba a la señorita Saori que no le puso atención a las alarmas de salir huyendo.

Su carrera continuó y pasó velozmente por la casa de escorpión, y tras salir, se detuvo totalmente congelado. ¿Había sido su imaginación, o Shaina estaba en la sala, recargada en las piernas de Milo y llorando??

Retrocedió sobre sus pasos y se disponía a entrar, cuando se encontró cara a cara con Milo, quien le cortó la entrada.

- Eh, ah…. Hola Milo, me pregunté si…

De repente, las palabras se le atoraron a Seiya en la garganta al ver como el santo de escorpión le apuntaba con su aguja escarlata.

- Tienes tres segundos antes de que comience a agujerarte, caballito… uno… dos…

No había dicho tres, cuando Seiya salió corriendo despavorido, y bastante confundido, ya que estaba seguro de lo que había visto.

Mientras tanto, en escorpión, Milo regresó con su hermanita y la observó, limpiando sus lágrimas.

- Vamos nena, esa cara tan bonita no se ve bien llena de lágrimas.

- No molestes.

- Oh, ahora estás enojada.

Milo se acercó y la abrazó juguetonamente.

- Ahora si parecemos hermanos.

- n.nU

Entre tanto, Seiya ya estaba bastante cerca de las habitaciones del patriarca. Observó el enorme salón frente a él y pasó saliva.

Entró en silencio, pues sabía que tanto Dokho como Shiryu tenían el sueño muy ligero, y ambos estaban durmiendo en ese lugar.

Caminó a pasos cortos y silenciosos y pasó por detrás del trono del patriarca, subiendo cuidadosamente las escaleras.

- Saori-san debe estar dormida… llego, la despierto, le digo, la beso, y me voy. No, mejor llego, la beso, la despierto, ella se entera y me voy… oh rayos, debí traer algunas rosas.

El Pegaso movió sus dedos verdaderamente nervioso mientras entraba a la habitación de Athena, pero para su sorpresa, la luz estaba encendida y la diosa no estaba por ningún lado.

- Bueno, creo que puedo practicar un poco mas.. haber, "Saori-san, tu eres linda, y tierna, y sabia, y usas vestidos muy lindos y…." No, va a creer que le vengo a pedir dinero.

El chico se rascó la cabeza.

- "Saori-san, vengo a decirte que te amo"… demasiado rudo.

Se miró en un espejo y se apuntó con el dedo.

- "¡Escucha bien, Saori, YO soy el hombre, y TU la mujer, así que debo decirte que desde hace tiempo estoy enamorado de ti, y espero que me correspondas, ¿Comprendes???!"

El chico bufó derrotado.

- Demasiado machista…

- S-Seiya… ¿Tú estás enamorado de mí?

El Pegaso se quedó de una pieza y miró el espejo, donde encontró el reflejo de la diosa, y la mandíbula se le fue al suelo, mientras volteaba a verla y se pegaba a la pared.

Ahí estaba ella, envuelta en una toalla y escurriendo de agua, los hombros desnudos y levemente sonrojada, con sus profundos ojos azules clavados en los castaños de Seiya.

- Yo… Saori-san, lo siento, no debí venir.

- ¿Me amas?

Seiya pasó saliva. Todo estaba avanzando demasiado rápido, y no estaba yendo a como él lo había planeado, ¡Rayos, ni siquiera lo había planeado!

- Si Saori-san…

Ella sonrió y se acercó a él. La cercanía de la joven, tan prácticamente desnuda hizo que el joven Pegaso se pusiera algo nervioso, pero aún así, de alguna manera consiguió despegarse de la pared y caminar hacia ella.

- Te amo… y me acabo de dar cuenta… no quería perder tiempo para decírtelo.

Susurró el chico tomando la barbilla de la joven en sus manos, haciéndola sonreír.

- He esperado mucho tiempo para escuchar que me amas.

Seiya sonrió, aunque muy dentro de él, sentía que algo andaba mal, y que no debería estarle diciendo esas palabras a Saori, pero una vez mas, ignoró esas voces.

Ella cerró sus ojos e hizo una clara invitación, la cal fue tomada por Seiya, quien se acercó y rozó sus labios con los de la diosa una vez… dos… y después, le ocupó por completo.

Sintió una corriente eléctrica que iba de arriba hacia abajo y le causaba escalofríos, aquél beso era distinto a cualquier otro, y lentamente se volvía mas apasionado.

Tal vez era que llevaban demasiado tiempo esperando el uno por el otro, pero ahora que se tenían, no se dejarían ir tan fácilmente.

Las manos de la diosa se colocaron sobre el pecho del Pegaso sin romper el beso y lo empujó, haciéndolo tropezar y caer en su cama, haciéndolo que se diera un santo guamazo en la espalda al contacto con la piedra.

- Ay…

- :P Lo siento n.n.

Seiya se quedó idiotizado al ver la hermosa sonrisa de la joven, y no perdiendo más tiempo, volvió a besarla. Pero sus manos se encontraron con los hombros desnudos de ella, y a juzgar por la sonrisa que apareció en los labios de Saori, se podría decir que el contacto le agradó.

El joven Pegaso se sintió confundido por un momento, ya que si antes estaba preocupado por que las cosas fueran rápido, ahora la estaba AÚN mas.

La presión del cuerpo de la diosa sobre el suyo, y el hecho de que el muslo de ella estuviera inconscientemente apretado sobre su entrepierna era una verdadera alarma de peligro, pero… se sentía bien.

- Seiya…

Y ahí si, el chico perdió el control.

Llevó una de sus manos a la toalla de la diosa y desamarró el simple nudo que la mantenía en su lugar, para después mandar a volar la húmeda tela, y dejar que sus manos recorrieran la espalda desnuda de la chica, quien rió levemente.

- Me haces cosquillas.

- Creo que le haré más que eso… Saori-san.

Ella sonrió pícaramente y le insistió en que se enderezara un poco, a lo cual Seiya obedeció, dándole espacio a la joven de cabellos violetas a que le quitara la camisa, dando paso a un nuevo y seductor beso, el cual causó mas de mil sensaciones al Pegaso cuando sintió los senos desnudos y aún cargados de algunas gotitas de ella presionándose sobre su piel seca y ciertamente caliente después de la corrediza que había echo por las doce casas.

Los términos de lo que iban a suceder estaban dichos, y no iban a darle marcha atrás. No importaba que tan rápido fuera, o que tan inmoral pudiera parecer.

Las manos de la diosa comenzaron a recorrer curiosamente el cuerpo de su próximo amante, y Seiya sonrió mientras cerraba los ojos.


Habían pasado algunas horas, y ahora, la joven pareja se encontraba el uno en los brazos del otro, Athena dormida, y Seiya mirando fijamente al techo, demasiado confundido.

Ahora que había estado tan íntimamente con Athena, se sentía confundido. No era como otras ocasiones, en que la veía y el suelo se le movía. Había sido algo hermoso, si, después de todo, había sido su primera vez.

Dejó escapar una risilla al saberse el primero de los santos de bronce en perder la virginidad. O al menos eso creía él.

Desvió su mirada hasta Saori y sonrió débilmente, agradeciendo que hubiera estado preparado para un momento así, y todo se lo debía a su "maestro"

Y no pudo evitar recordarlo.

- Seiya, te digo que es normal.

- Pero…

- Pero nada, mira, ya tienes edad para eso, no es como si te estuvieras convirtiendo en un monstruo, o algo por el estilo, ¿Ok?

Seiya aceptó con la cabeza.

- Mañana, Marín va a salir con algunas amigas, tengo entendido.

- Si, así es.

- Quero que cierres la puerta, que la bloquees, que tapes con lo que tengas esa ventana y que todo quede entre tú, y tú. Tranquilízate, explora todo lo que tengas que explorar, y recuerda que Marín va a regresar hasta pasado mañana, por lo que no debes temer que alguien te descubra.

- Pero… como voy a saber que encuentro eso de… de… eso que tu dices.

El chico le guiñó el ojo.

- Créeme, es inconfundible.

Tras decirlo, le palmeó el hombro y comenzó a alejarse un par de pasos. Pero recordó algo y se dio la vuelta.

- Por cierto, cualquier cosa que sientas que te estorbe, sobre todo la ropa, no hay ningún problema, quítalo de tu camino.

Ya totalmente sonrojado, el chico aceptó con la cabeza, y su buen amigo se retiró haciéndole una señal de victoria.

Seiya abrió los ojos y rió por lo bajo. Ese día había descubierto muchas cosas, las cuales eran nada comparadas con lo que acababa de pasar con su diosa.

- Jeje… gracias por los consejos, Aioria.

Y sin más que pensar, el joven Pegaso se quedó profundamente dormido, sin interesarle mas nada que la hermosa mujer que dormía en sus brazos…


N/A: QUE ONDA???

Como pueden ver, a Seiya y a Saori ya se les hizo, pero, tal vez, su relación no es correcta, y el corazón de Seiya es de alguien más y él ni se ha dado cuenta.

Espero les haya gustado, y los veo luego, ya que en el siguiente capi, se enterarán de si los sentimientos de estos dos son reales, o solo una farsa.

Lyrou – Tu no te des por vencida y sigue publicando, ¡Mucha suerte!!

Lupina Black – Jajaja, la verdad es que si va a haber bronca, y una que otra cachetada, pero eso va a ser más delante. Como puedes ver en este capi, la diosa va ganando terreno, pero eso no le durará mucho.

Shadir – Jeje, esque es un hermano sobre protector, y más delante, el que sea su "hermano" va a ser de gran ayuda, ya que Shaina va a necesitar toda la ayuda posible en una situación peligrosa. La imaginación de Jabu va a traer grandes problemas, y más por que él SI va a poner en marcha su plan, lo que no sabe, es que no le va a salir como lo tenía planeado.

Gracias por los comentarios, y espero les haya gustado.

Lady Grayson