Cuando el futuro y el pasado son presente
Hola!! No puedo creer q después de 9 capítulos aún no sepan esto, pero por si acaso les repito q Inuyasha no es mío y nunca lo será (lamentablemente)
Capítulo 10: Reclutamiento
La noche había caído hace ya muchas horas. El bosque se encontraba sumido en la oscuridad, solo iluminado por la tenue luz de las estrellas. Esta oscuridad era aprovechada por las criaturas del bosque y uno podía escucharlas moviéndose, arrastrándose por el suelo, tratando de esconderse de la luz.
No muy lejos de ahí, Kagome escuchó estos ruidos y reprimió un escalofrío. Cualquiera diría que después de tanto tiempo ya estaría acostumbrada, pero aún temblaba de sólo pensar en lo que podía esconderse de la oscuridad. Es más, ahora tenía aún mas razones para temblar en la oscuridad (bueno, con todo lo q ha visto no me extraña…)
Tratando de alejar esos pensamientos de su cabeza, la joven miko se acercó más al fuego. No hacía mucho que habían acampado, pero todos ya estaban dormidos. Pobrecitos, habían tenido una dura batalla, en especial Inuyasha. Casi sin pensarlo, dirigió su mirada hacia él. Estaba a los pies de un árbol, apoyado contra su tronco, sus orejitas caídas por el cansancio.
También tenía numerosas vendas en su cuerpo, aunque la mayoría eran tapadas por la ropa. De verdad había sido una dura batalla. Por un momento pensó q no iban a lograrlo, pero igual nunca se dieron por vencidos. Sin poder evitarlo, todas las imágenes pasaron por su mente.
Habían estado caminando por el bosque (como de costumbre) en busca de pistas para hallar a Naraku (como de costumbre) cuando fueron atacados de la nada por un youkai (como de costumbre) Bueno, de la nada no exactamente. Para ser exactos, estaban esperando el ataque. OK, para ser más exactos, estaban buscando el ataque.
Les había llegado la noticia de la existencia de un youkai q podía tener contacto con Naraku (no pregunten como). Así q fueron en busca del susodicho youkai para ver si encontraban a Naraku. Se habían metido a su territorio a propósito y, como esperado, este había respondido atacándolos.
Ahora, el problema era q el youkai era más fuerte de lo que habían previsto, así q la batalla fue más dura de lo q habían pensado q sería. En pocas palabras, el youkai les estaba dando una paliza. Claro q él tenía la ventaja por q Inuyasha y compañía no estaba tratando de matarlo (al menos "y compañía" no estaba tratando de matarlo) Pero su suerte no le sirvió de mucho por q al final Inuyasha se harto y lo hizo pedazos. Aunque le costo un poco.
Las buenas noticias eran q se habían salvado. Las malas, que ya no tenían "informante". Entonces estaban de vuelta en el comienzo, sin pistas de Naraku y, para mejorar la situación, muy heridos. Así q hicieron la única cosa q podían hacer: ponerse a descansar.
Sin embargo, Kagome no podía descansar. No podía dejar de pensar en la batalla. Ella también estaba herida, aunque en menor escala. Pero eso era lo de menos.
Con la huida de Naraku, todos los demás youkais estaban saliendo. Y cada vez eran más fuertes. Cada vez era más difícil derrotarlos. Por primera vez, Kagome pensó q tal vez no iban a lograrlo… a menos q encontrara ayuda.
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Inuyasha reprimió un gruñido mientras miraba la cara decidida de Kagome. Llevaban media hora discutiendo sobre lo mismo y no parecían llegar a un acuerdo. Los demás se habían rendido hace mucho y se limitaban con verlos a ellos pelear. Pero Inuyasha no iba a rendirse tal fácilmente
- ¡¡TE DIJE Q NO!! ¡¡NO VAMOS A IR A ROGARLE POR SU AYUDA!! ¡¡NO LA NECESITAMOS!! ¡¡YO PUEDO DERROTAR A CUALQUIERA!! –
- ¡¡NO SEAS TESTARUDO!! ¡¡NUESTROS ENEMIGOS SON CADA VEZ MÁS FUERTES!! ¿¿¡¡QUIERES DERROTAR A NARAKU NO!!??-
- ¡¡CLARO Q QUIERO!! ¡¡PERO NO NECESITO DE LA AYUDA DE NADIE Y MUCHO MENOS LA SUYA!!-
- ¡¡¿¿y POR Q NO ELLA??!! ¡¡ES TAN BUENA COMO CUALQUIERA!! –
- ¡¡NO CONFIO EN ELLA!!-
- ¡¡TU NO CONFIAS EN NADIE!! ¡¡ERES UN TESTARUDO, TONTO..!!
-¡¡ Y TU ERES UNA TONTA, ENGREÍDA..!-
- ¡¡¡ABAJO!!– los dos se detuvieron ahí, pero siguieron mirándose como si desearan la muerte del otro (Inuyasha tuvo q esperar a poder volver a pararse….pobrecito…) Al final, los dos voltearon ofendidos y se pusieron a mirar al otro lado, mientras pensaban insultos y diversas formas de matarse mutuamente. Viendo q se habían callado, Miroku decidió q este era un buen momento para intervenir.
- yo creo q la señorita Kagome tiene razón – Inuyasha le dirigió una mirada asesina, pero no dijo nada – nuestros enemigos son cada vez más fuertes, necesitamos toda la ayuda q podamos obtener –
- Naraku tampoco se va a quedar con los brazos cruzados. Aún tiene la perla y va a buscar cualquier forma de usarla y volverse más fuerte – intervino Sango – necesitamos estar preparados para cualquier cosa –
- ¡¡no necesito su ayuda!! ¡¡puedo derrotar a Naraku en cualquier momento!! –
- ya no seas testarudo Inuyasha. A mi me cae bien, ella me salvo – dijo Shippo, desde un lugar seguro en el hombro de Kagome. Inuyasha le dirigió una mirada asesina, lo q le gano otro "abajo" de Kagome. Cuando al fin, pudo levantarse Miroku siguio.
- pero supongo q si no quieres, tendremos q pedírselo a otra persona – todo el mundo lo miro sorprendido, pero el solo sonrió antes de seguir hablando - ¿cree q Kouga acepte, señorita Kagome? –
- ¡¡NO!! ¡¡JAMÁS ACEPTARE AYUDA DE ESE LOBO!!- Inuyasha observó las caras sonrientes de todos, antes de exclamar - ¡¡feh!! ¡¡hagan lo q quieran!! Como si me importara… - y sin decir nada más, salto sobre un árbol y se fue
- eso fue muy inteligente Miroku – exclamó el zorrito, a lo q Miroku sólo se limito a sonreír
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Ryo suspiro a la GRAN pila de cuadernos en frente de ella. La vida era tan injusta. Tratando de suprimir otro suspiro, Ryo cogió el cuaderno de más arriba y trato de concentrarse en lo q tenía q hacer… como odiaba su vida.
No había estado 24 horas en su casa, cuando a su papá se le ocurrió q Ryo debía practicar en sus técnicas de escape. OK, tal vez si tenía q practicar sus técnicas de escape, pero ese no es el punto. El punto es q su papá la había obligado a ir a la mitad de la nada a hacer un inútil entrenamiento.
Luego, su papá había decidió prolongar el "inútil entrenamiento" por casi una semana, y eso unido a q ya estaba atrasada en el colegio, la había dejado con un montón de tarea. Su mamá había decidido q tenía q acabarla y le había cortado toda comunicación con el mundo exterior para estar segura q la acabara.
Es verdad q Ryo se había pasado las dos últimas horas mirando al techo y las paredes alternativamente, pero es q estaba aburrida de trabajar (como si hubiera hecho algo). Claro q ahora seguía estándolo, pero sabía q a menos q avanzara más, su mamá no la iba a dejar dormir. Podía ser bien mala cuando se lo proponía.
Suspirando de nuevo, Ryo trató de concentrarse en el cuaderno delante suyo. Falló miserablemente, y después de diez minutos de observar el cuaderno sin parpadear, comenzó a preguntarse desde cuando las letras bailan la macarena. Con un grito de exasperación, Ryo cogió el cuaderno y lo tiro al otro lado del cuarto, para luego comenzar a golpearse la cabeza contra el escritorio.
Como si esa fuera una señal, el celular al lado de la cama comenzó a sonar. Eso despertó a Ryo, quien inmediatamente se tiro hacia la cama para intentar contestarlo. El problema? Se olvido de pararse. La adolescente gruño desde el piso mientras estiraba la mano para contestar el teléfono.
- ¿Alo? –
- Suenas horrible – dijo la voz de Kaoru
- me siento peor… - Ryo trató de levantarse e ir al escritorio. Nop.
- ¿q pasa? –
- mi mamá me ha desconectado del mundo conocido hasta q acabe toda mi tarea. Estoy TTAAANNNN aburrida… - Ryo trató de levantarse de nuevo. Nop. Pero al menos pudo rodar hasta quedar sobre su espalda
- no más aburrida q yo. Acabo de pasar la ultima hora viendo a RK cambiar de canal cada 2.48 segundos –
- yo acabo de pasar las dos últimas horas viendo el techo –
- ¿nada más? –
- …también observe las paredes –
- …ok, tú ganas – silencio - ¿tu mamá te desconecto del mundo? –Ryo asintió - ¿entonces por q tienes tu celular? –silencio de nuevo
- supongo q se olvido – al fin Ryo logró pararse del suelo y volver al escritorio
- ¿por q no me llamaste? Como te diste cuenta, yo también estaba aburrida –
- no me di cuenta q lo había dejado – Ryo se encogió de hombros – tengo suerte q no lo haya escuchado sonar, por q sino… - Ryo sintió a alguien carraspear detrás suyo y cerró los ojos con fuerza, como si hubiera escuchado un grito repentino. Lentamente se volteo hasta quedar frente a frente con la persona detrás suyo – hola ma… -
Miyuki Hiroaki observó fijamente a su hija, con una mano en la cadera y el ceño fruncido. En su otra mano tenía el cuaderno q, no poco antes, su "retoño" tirara contra la pared. Con su mano libre le quitó el teléfono a Ryo y sin dejar de mirar a su hija, comenzó a hablar
- Kaoru, Ryo esta ocupada ahora, ya hablaras con ella después, esta bien? – sin esperar respuesta colgó. Luego le dio el cuaderno a Ryo, q ella agarró con manos temblorosas, se agacho hasta q sus caras estuvieron al mismo nivel y murmuro – ahora has tu tarea, ya? –
- si señora! – dijo Ryo antes de darse la vuelta para "seguir" trabajando. Volteó justo a tiempo para ver a su madre salir del cuarto con su celular en la mano. Con un suspiro, trató de volver a su cuaderno. No muchos después, las letras estaban bailando la macarena de nuevo. Como odiaba su vida.
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Al día siguiente, Inuyasha seguía molesto. O al menos eso parecía. Para hacer honor a la verdad, Inuyasha ya no estaba molesto, aunque se esforzara por aparentarlo.
Generalmente, Inuyasha estaría enojadísimo de q alguien pensara q necesita ayuda. Él no necesitaba ayuda de nadie, él podía derrotar a cualquier (él era…SUPER INUYASHA!!!!) Pero algo q le había dicho Miroku la noche anterior lo había "convencido" (por eso ahora sólo esta molesto con Miroku)
Flashback
Acababan de hacer el campamento. A pesar de los sucesivos esfuerzos de Kagome (y alguno q otro de los demás) por calmarlo, Inuyasha se negaba a dirigirles la palabra. Así q Kagome se había rendido y se había ido a bañar con Sango.
Inuyasha estaba sentado en la rama de un árbol, con Miroku en el piso un poco más allá, con una marca roja de una mano en su cara (adivinen de quien…) Como seguro se imaginan, Miroku había intentado seguir a las muchachas y Sango lo había descubierto. Así q ahora estaba en el campamento, bajo la "vigilancia" del hanyou.
- no deberías estar molesto con la señorita Kagome – comenzó al monje, ya q no lo habían dejado ir con las muchachas, al menos haría algo "igual" de útil.
- ¡Feh!-
- Tal vez tu no necesitas ayuda… -
- ¡por supuesto q no! –
-…pero la señorita Kagome se preocupa mucho por ti y quiere evitar q salgas lastimado –
-…- Inuyasha no dijo nada, sólo se quedó mirando a Miroku, pero este había volteado a mirar el cielo.
- además no te gustaría q haya alguien más protegiéndola? Ya hemos comprobado q tu no puedes protegerla todo el tiempo – Inuyasha intento quejarse, pero no se le ocurrió nada q decir. Recordó todas las veces q Kagome había sido herida o secuestrada por su culpa (muchas también fueron su culpa, ya), las veces q él había fallado en protegerla. Tal vez, sólo tal vez, si necesitaban un poquito de ayuda
Fin del Flashback
Así q Inuyasha se había resignado, o mejor dicho, había aceptado q se uniera a ellos. Pero eso no significaba q debía parecer como si quisiera q se uniera a ellos. Sabía q era necesario, pero eso no quiere decir q le gustara.
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Miyuki estaba sentada en la sala observando el televisor como si fuera lo más interesante del mundo (hey!!) En ese momento entro su esposo y se le quedo mirando con curiosidad. Miyuki volteo al sentir sus ojos sobre ella
- ¿Qué pasa? - pregunto Zentaro, al mismo tiempo que se sentaba a su lado
-…nada, por q? -
- el televisor esta apagado - Miyuki pestañeo un par de veces antes de q entendiera por completo lo q su esposo había dicho. Se sonrojo levemente y voleo a mirar al lado contrario de su esposa. Zentaro solo sonrió y le paso un brazo por los hombros, acercándola hacia si - ¿qué pasa? -
- no nada… es q… - pero Zentaro nunca se entero q era lo q pasaba, por q en ese momento fue interrumpido por el teléfono. Con un suspiro Miyuki se levantó y fue a contestarlo, bajo la mirada atenta de su esposo - ¿aló? -
Zentaro se sorprendió de lo rápido que podía cambiar su esposa de depresión a histerismo. Le dirigió una mirada cómplice a Zentaro (q él no entendió) y movió los labios formando una palabra (q el tampoco entendió) Así q fingió haber entendido y fue hasta el lado de su esposa, aparentando histerismo. Acercando su oído al teléfono, logro escuchar una voz femenina q no reconoci
- ¿esta Ryo? - escucho decir a la voz
-…si! Si esta, de parte de quien? - un codazo en las costillas de parte de su marido le hizo recordar a Miyuki justo a tiempo q era su turno de hablar
- soy Kagome, se acuerda de mi? Estuve en su casa hace unos días - la, ya no más, desconocida voz dijo. Miyuki intercambió una mirada con su esposo (la q este ahora si entendió) pero antes de q la mujer pudiera hacer algo Zentaro tomo el teléfono.
- ahora Ryo no puede hablarte esta ocupada… - fue interrumpida por un golpe de Miyuki, quien cogió el teléfono de nuevo y tapo el recibidor con la mano
- no le puedes decir eso! - dijo en un susurro perfectamente audible
- por q no? no podemos dejar q hable con ella de nuevo, la situación ya es muy peligrosa de por si. Y es cierto, Ryo sigue "haciendo " sus tareas - siguió susurrando
Después de eso los dos (supuestos) adultos comenzaron a pelearse por el teléfono, entre susurros (perfectamente audibles) amenazadores. De más esta decir que Kagome tenía una expresión muy confundida y un gran interrogante en su cabeza.
Y ese fue el momento que escogió Koji para entrar. Se quedo parado en la puerta mirándolos como, no hace mucho, Zentaro había mirado a su esposa. Con un suspiro de resignación por el comportamiento de su hija y su yerno, avanzó con paso decidido hacia ellos y les arrancho el teléfono para luego colgarlo con fuerza.
- ¡debería darles vergüenza! ¡¿Qué ejemplo le dan a sus hijos?! La juventud de ahora (ellos son adultos, recuerdas?) En mis tiempos, esto jamás habría sido permitido…!- Miyuki y Zentaro solo parpadearon un par de veces sin dejar de mirarlo. Sólo ahí voltearon a mirarse. En medio de la pelea habían caído del sillón y rodado por la alfombra. Ahora Miyuki estaba tirada en el piso con Zentaro encima de ella. Sus piernas estaban enredadas por tanto rodar y Miyuki tenía agarrado a Zentaro del polo, el cual ya estaba comenzando a rasgarse. Koji parpadeo y al volver a abrir los ojos ya estaban los dos parados a respetable distancia uno del otro, bastante sonrojados y tratando por todos los medios no mirarse.
Un ruido en las escaleras los hizo voltear (al menos hizo a Koji voltear) para ver a Ryo bajando la escalera. La adolescente se quedó parada en el último tramo de la escalera, mirando con curiosidad (sus papás aún evitaban mirarse)
-…estee…¿qué pasa? - pregunto
-nada hijita, nada .- le respondió Koji, sonriéndole. Ryo miró a su abuelo con más curiosidad (si eso era posible), pero como nadie dijo nada, les dirigió otra mirada y se volteó para dirigirse a la cocina
-bueno, yo solo venia a coger algo de comer - poco después Ryo salió de la cocina para encontrar a su abuelo mirando a sus padres de una forma q le hacía recordar a como la veían sus padres cuando se portaba mal, aunque este se esforzó por disimularlo - yo me voy a mi cuarto, ya? - pero no había dado ni un paso antes q el teléfono comenzara a sonar (de nuevo). Miyuki y Zentaro se lanzaron automáticamente sobre este, pero Ryo estaba más cerca.
-¿alo?- Zentaro suspiro y trató de ignorar la sonrisa triunfal de su esposa. Ella podía no creerle, pero eso iba a terminar mal… - papá? Papaa?! La tierra a papá, responde! - Zentaro levantó la mirada sólo para ver a su hija entregándole el teléfono - es para ti-
Zentaro le dirigió una mirada triunfal a su esposa antes de contestar
Kagome observo la puerta con curiosidad. Después del fiasco con el teléfono, había decidido q tal vez lo mejor era hablar con Ryo en persona. Había logrado vencer su nerviosismo y llegar hasta la puerta, pero había pasado al menos media hora antes de q pudiera tocarla. Una vez ahí, ya no había vuelta atrás.
La puerta se abrió revelando a un señor q Kagome reconoció como el abuelo de Ryo. Sin embargo, este no parecía haberla reconocido, es más, ni siquiera la había visto. Estaba volteado y parecía hablar con alguien q estaba atrás de él
-¡¡…darles vergüenza!! ¡¡no quiero ver ese comportamiento en esta casa nunca más!!- recién ahí el abuelo volteo a ver a Kagome. Pareció un poco sorprendido, pero se recupero enseguida -¿si? ¿a quien busca?-
-hola…este,.. ¿esta Ryo? - parecía q todo su nerviosismo había regresado (cuando se fue?)
-si, si esta. Entra ahorita la llamo - y sin más se dio la vuelta e ingreso a la casa. Kagome lo siguio vacilante. Al llegar a la sala vio a la madre de Ryo con alguien q no reconoció, ambos con cara de culpables -Miyuki, quieres ir a buscar a Ryo? esta jovencita la esta buscando - Kagome vio como el desconocido dirigió una mirada de advertencia a Koji, pero no dijo nada
Poco después Kagome escuchó como algo se caía y al levantar la mirada vió a Ryo bajando las escaleras a gran velocidad, su mamá no muy detrás. Se detuvo al llegar junto a Kagome y la miro con curiosidad.
-¿Qué pasa?- Kagome le sonrío, pero Ryo no devolvió la sonrisa. Tenía una expresión de desconcierto en su rostro.
-nada, es q… yo solo…yo quería…- Kagome dirigió una mirada nerviosa al resto de gente en la habitación (q fingió no haberla estado mirando rápidamente) Ryo capto la indirecta y cogiéndola del brazo la sacó de la casa, luego de dirigirle una mirada a sus padres.
Segundos después, Kagome se encontró sentada junto a Ryo en unos columpios al costado de su casa. Ryo la miro por un minuto completo sin parpadear antes q Kagome se diera cuenta q estaba esperando q le dijera algo. Kagome pensó cuidadosamente cada una de sus palabras (es más, ya las había pensado) pero antes de q pudiera detenerse, comenzó a hablar sin pensar (y muy rápido)
Como media hora después Kagome regresaba a su casa con una sonrisa en el rostro. No sabía por q, pero de repente había sentido como si ya conociera a Ryo. Y sin darse cuenta, le había contando un montón de cosas q (definitivamente) no había planeado contarle. Sin embargo, se sentía bien poder sincerarse con alguien.
Nunca había podido contarle a sus amigas sobre lo q le pasaba en el Sengoku Jidai (me pregunto por q…?) Sango siempre la había escuchado, pero siempre se confundía con las expresiones "modernas" de Kagome. En cambio, no había tenido ningún problema con Ryo. Se sentía mal por traicionar a Sango (su "mejor" amiga) pero estaba contenta por tener alguien a quien poder contarle todo y q la entendiera cuando decía "parecía q lo había arrollado un camión".
La q no estaba tan contenta era Ryo. Aún estaba sorprendida (sobretodo de q Kagome se pudiera pasar tanto tiempo sin respirar) y aún se notaba q lo estaba cuando entro a la casa. Sus papás estaban en la sala, supuestamente tranquilos, pero cualquiera notaba q estaban esperando a ver q le decía Kagome. Esperando muy nerviosos, si se puede agregar. Acababa de poner un pie en la sala y ya había sido acribillada a preguntar. Ryo termino mareada y tuvieron q esperar q se calmara para poder volver a formular (de forma más ordenada) sus preguntas, ante la mirada curiosa de Shiro y Koji.
Una vez q todos se hubieron calmado (en especial Ryo) comenzó la "sesión de preguntas". Cuando acabo todos estaban tan mareados como Ryo, excepto el pequeño Shiro por q no le había prestado nada de atención (Batman estaba venciendo miserablemente al Guasón) Ahora a Ryo le dolía la cabeza por una mezcla de los gritos de su madre y el guasón.
Claro q su padre no le había gritado, Ryo sabía q tenía demasiado autocontrol para eso. Podía contar con una mano las veces q había visto a su padre enfadarse y gritar. Dos veces había visto a su padre así, una por q había intentado escaparse de cas…no, espera, esa fue su madre. Ok, entonces era solo una, su papá se molesto por q su abuelo se había escapado al circo y no lo había llevado y su madre se había tirado de un octavo piso…espera, creo q eso fue un sueño (tu crees?…) Ahora q lo pensaba nunca había visto a su padre gritando (interesante…piensa en la posibilidades…) Su padre se había limitado a mirarla con una mezcla de reproche, enfado y a veces, decepción. Y eso es lo q estaba haciendo ahora. Pero a Ryo le dolía mucho la cabeza como para q le importara y había decidido no hacerle caso.
A quien si le estaba haciendo caso, era a su madre. Cuando se aburrió de mirar a su padre (q ni siquiera parecía estar mirándola), descubrió q su madre la estaba mirando fijamente. Muy fijamente. Demasiado fijamente para q fuera cómodo. Zentaro seguía mirando un punto en el espacio cuando su esposa empezó a hablar.
-¿Y q le vas a decir?- la pregunta fue tan inesperada q hizo a todos voltear a ver a Miyuki (incluso Zentaro) con sorpresa. Pero antes q Ryo se recuperará, Zentaro ya estaba en pleno uso de sus facultades de nuevo.
-creo q eso esta fuera de discusión. Ryo no puede aceptar, lo sabes. Ella lo sabe. Seguro q ya le dijo q no ¿verdad?…¿¡verdad!? - Zentaro insistió al ver q Ryo no respondía.
-no exactamente…- Ryo rió (o sea…) con nerviosismo, pero trato de serenarse (sin resultado) ante la mirada de su padre -le dije q tenía q pensarlo…- en este punto Ryo puso su mirada de por-favor-perdoname-sé-q-hice-una-estupidez, esperando q funcionara. Después de un rato Ryo se pregunto a si misma por q se molestaba, si la ultima vez q esa mirada funciono con su padre fue cuando ella tenía seis años.
Ryo trago saliva pero no se detuvo. Los ojos fijos en su meta, avanzo lentamente, pero sin detenerse un segundo. Una vez a los pies del edificio, tuvo q echar la cabeza para atrás a fin de poder ver el techo. Tragando saliva de nuevo, Ryo fijo la vista en el Templo Higurashi.
Después de dos días y varias discusiones había logrado convencer a su papá q la dejara aceptar la oferta de Kagome. Sabía q era un riesgo, pero también sabía q no se iba a sentir bien negándose después q ella le había hablado por como media hora sin respirar.
Su papá aún no estaba completamente de acuerdo, pero Ryo lo convenció diciéndole q iba para vigilarlos. No era completamente la verdad, pero era suficiente. Zentaro le había dado permiso (a regañadientes, pero permiso al fin y al cabo) con la condición de q tuviera mucho cuidado y de q no los perdiera de vista.
Así q Ryo había llamado a Kagome. La miko le dijo q al día siguiente ella se iba para el Sengoku Jidai, y siendo ya el día siguiente, Ryo estaba a la puerta del templo Higurashi para acompañarla. Pero una vez allí, toda su voluntad se había disuelto. Estaba comenzando a pensar q todo era una mala idea, debió haberle hecho caso a su padre.
Sin embargo, ya era muy tarde para arrepentimientos. Kagome salió de la casa (templo) en ese momento y las dos se quedaron mirándose una a otra sorprendidas. Kagome estaba sorprendida de ver a Ryo parada en la puerta, y Ryo estaba sorprendida por la GRAN mochila q llevaba Kagome en la espalda.
No paso ni un segundo antes q Kagome sonriera y las dos jovenes se dirigieron al pozo, en "amena" conversación (Ryo solo llego a palabras de dos sílabas). Como odiaba su vida.
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Bueno, espero q les haya gustado. Se q me demore un poco en ponerlo, pero tuve un gran bloqueo de escritor. Tengo q agradecer a una amiga q me ayudo (o más bien me obligo) a salir de él.
Como sea, ya toy trabajando en el siguiente. La verdad, no estoy muy segura de adonde esta yendo esta historia, así q les pido un poco de paciencia. Un poco de paciencia y muchos review!!! (por favor?…acepto todo, felicitaciones, críticas, bombas…por favor?)
