El regreso de Yolanda
Draco y Hermione besándose, tumbados sobre una manta. Hermione quiere parar.
-Draco...
-¿Qué? ¿Qué?-pregunta Draco desesperado.
-¿Qué estamos haciendo?
-¿A ti qué te parece?
-Esto no funciona... Me estoy helando y hay bichos... Vamos a otro sitio.
-Pero sin poder ir a mi casa, ni a la tuya, nuestras posibilidades están muy limitadas.
-Lo sé, pero me parece un poco primitivo. Soy una chica del siglo XX... Para cosas así necesito música, luz tenue, ambiente cálido...-dice Hermione.
-Pero, ¿y tu sentido del romance? Tenemos una luna preciosa que se refleja en el agua. Tenemos las estrellas del cielo, el chirriar de los grillos-le dice Draco mientras la besa por la oreja-tenemos los árboles... Y si tienes frío, yo puedo darte calor...
-Draco...-le dice Hermione sonriendo.
-¿Qué?
-¡Eso es tan clásico...!
-¿No te gusta?-pregunta Draco extrañado.
-¡Qué dices! Me parece irresistiblemente sexy...-dice Hermione mientras se sube encima de Draco y vuelven a besarse, apasionadamente.
Draco y su padre caminando por una calle de Oxford, acercándose hacia una esquina.
-Papá, estoy empezando a pensar que esta idea tuya del restaurante no es más que una quimera...
-No, si consigo un sitio adecuado. Y esa mujer asegura que no encontraré mejor oferta que su almacén-dice Lucius.
-¿Dónde habéis quedado?
-Aquí, dijo que vendría a las ocho.
Llegan a la esquina y se detienen. Draco mira al frente y su cara se ilumina. Como si hubiera visto un fantasma. Lucius se da cuenta y mira hacia el mismo sitio.
-¡Draco!-dice Yolanda al ver a Draco.
-¡Señorita Yolanda!
-Bueno, ya no soy tu profesora, puedes llamarme Yolanda.
-¿Yolanda?-pregunta Lucius estrechando las manos-soy Lucius Malfoy, hablamos por teléfono.
-Sí, Lucius, hola...
-¿Viene a vivir aquí de nuevo?-pregunta Draco.
-No, me quedo sólo unos días, para vender esta propiedad...
-¡Ah...! Bueno, yo... Tengo que irme a clase...
-¡Claro!-dice Lucius.
-Así que, adiós Señorita...-dice Draco pero se detiene dándose cuenta de lo que iba a decir-Yolanda-Yolanda y Lucius ríen.
Instituto. Draco va a buscar a Harry para contarle lo de Yolanda.
-¡Harry, oye! Quiero hablar contigo...
-A ver, tú y Hermione habéis tenido bronca y quieres mi opinión... Atento: Hermione es muy sarcástica e hipersensible, y tú, amigo mío, muy absorbente y sofocante. ¡Ya está!, problema resuelto...
-No tiene que ver con Hermione y conmigo, sino contigo...
-¿Otra vez te debo dinero?-pregunta Harry y se para en su taquilla.
-No. Iba con mi padre al centro y nos encontramos con alguien...
-¿Con quién?-pregunta Harry en eso Ginny se acerca a su taquilla, que está al lado de la de Harry-mira lo que ha traído el gato...
-Yo también me alegro de verte, Harry. ¡Tranquilo!, sólo cojo unos libros de mi taquilla y me voy...
-Cuéntame, Draco, ¿quién era?-intenta retomar el tema Harry.
-Deberíamos hablar de ello en privado...-dice Draco viendo a Ginny.
-Tengo que irme. Si vuelvo a llegar tarde a la clase de Matock, le dará algo...-dice Harry yéndose-¡Te veo después de clase!
-¡No...! He quedado con Hermione para eso del arte...
-Oh, qué sacrificios hacemos por el amor... ¡Oye, hablaremos luego!-dice Harry mientras sale corriendo al oír la campana.
En el pasillos del Instituto. Ron va hacia su clase y Hermione se encuentra con él.
-¡Hola, Ron!
-¿Qué hay?-pregunta Ron.
-Malas noticias... A Dennis le ha fallado la canguro y no abrimos esta tarde. Tienes el día libre-le dice Hermione mientras ambos entran a clases.
-¿No podemos abrir, aún así?
-Bueno, me encantaría, pero Dennis estará con el bebé y yo voy a una conferencia sobre arte. No hay nadie que pueda atender las mesas...
-Yo sí puedo, lo haré...
-¿Tú, el Inspector Closseau?-pregunta Hermione extrañada.
-¿Crees que no lo conseguiría?
-Ron, desde que te contratamos no has tenido mucha maña trabajando... Rompes platos, confundes los pedidos, tropiezas en cualquier esquina...
-¿Por qué no me despedís si soy un idiota tan incompetente?-pregunta Ron triste.
-No queremos despedirte, Ron. Es sólo... De acuerdo, puedes abrir. Dennis se pondrá contenta y será una especie de prueba. No incendies la cocina, por favor, ¿vale?
-Sí, bueno... Gracias por el incondicional voto de confianza.
Hermione sonríe. Suena la campana. (n/a: ¿Cuántas veces suena la campana en ese instituto para indicar que comienza la clase?)
A la hora de comer. Cho está sentada comiendo, cuando Lavander se le acerca y le pone unos billetes delante de la cara.
-Lavander, ¡quítame eso de la cara...!-dice Cho enojada.
-Oh, vamos... Hay que darse un homenaje... ¿Y qué mejor manera que yendo de compras? Así que manera coge tu billetera y unos zapatos cómodos y ¡vamos a gastarnos todo!
-Oye, no me apetece ir de compras...
-¿¡No te apetece ir de compras!?
-No.
-¿¿¡No te apetece ir de compras y te consideras del género femenino!??-pregunta Lavander.
-Lavander, la verdad es que ahora no estoy de humor, ¿vale? Mi plan es pasar el fin de semana en la cama mirando las grietas del techo...
-Oh, por favor, no me digas que tiene algo que ver con tu ridícula obsesión por Draco Malfoy...
Cho no responde, sólo mira a Lavander con cara de afirmación. Lavander se cabrea y empieza a gritar.
-¡¡¡Cho, no fastidies, eres una idiota!!!
-Shhhh...-intenta callarla Cho.
-Dime, ¿¿¿qué tiene de especial ese Draco Malfoy??? Es sólo un tío con la boca muy grande y el cerebro diminuto. Levanta una piedra y encontrarás otro chico, el mundo está lleno de ellos...
-Oye, no es tan sencillo... Draco me ha rechazado, y eso duele. Y para empeorar las cosas, está la relación Draco-Hermione-Harry. No me gusta estar fuera de ese círculo, porque yo antes encajaba...
-Eres afortunada, son muy aburridos...-dice Lavander riendo.
-Ya. Sí, bueno, creo que necesito unos días para curar mis heridas narcisistas...
-Cho, ya has tenido unos días. Estás prácticamente hibernando... Se acabó el invierno, Cho, emerge ya de tu cueva-dice Lavander suplicando-te necesito este fin de semana...
-Pero, ¿para qué puedes necesitarme tú? Yo sólo te estropearía el plan...
-Bueno... Las compras para mí son como el submarinismo: emocionante y con riesgos... Y yo sola quizá no pueda salir a respirar... Por favor, no me dejes ir sola, me ahogaría en un mar de ropa y colonias...-dice Lavander y ambas ríen.
En una clase del Instituto. Unas cintas se caen al suelo. Harry va a recogerlas. Son de Ginny.
-Weasley... No pensé que estuvieras loca por los vídeos, pensé que estabas loca en general-dice Harry mirando los vídeos-Ghost, Tal como éramos... Perdóname la arcada.Ginny le quita los vídeos-¡Oh, Dios mío, Dumbo!
-Lo reconozco, tengo mentalidad infantil en cuanto a películas. Y ahora déjame en paz...
-No, no, me encanta Dumbo...
-¿Que te encanta Dumbo?-pregunta Ginny extrañada.
-Pues claro... Está en mi panteón de pelis favoritas. Lloré cuando la vi de crío...
-¿Lloraste con Dumbo?
-¿Es que no me has oído? Por poco pierdo los ojos... Por la forma en que los otros elefantes se burlan de sus orejotas... Y luego pierde a su madre... Es de las pelis más tristes-dice Harry mientras Ginny abre su taquilla.
-Esto es un tanto extraño...
-¿El qué?
-Bueno, cuando iba a ignorarte del todo, me sueltas la bomba de Dumbo encima...
-Emmm... Oye, voy a salir y no tengo planes-dice Harry mientras Ginny levanta la vista de sus vídeos, extrañada-Así que, ¿te parece buena idea dar una vuelta o algo así?
-Ya, vale, ¿cuál es el chiste?
-¡Qué va!, no hay chiste, no tengo planes... Y prefiero pasar la tarde intercambiando pullas con una pija que estar solo, conque, pellízcate, es tu día de suerte... ¿Vale?-le pregunta Harry, mientras que Ginny tiene la mirada perdida, y sonríe extrañamente, mordiéndose el labio.
-Pues, sí, bueno, hay cosas peores...
-Salvo que tengas idea de ver Dumbo...
-No, la he visto unas 700 veces... ¿No irás a empujarme contra un autobús o algo así, no?
-Gran idea... No se me había ocurrido-dice Harry que se lo piensa un momento.
En una conferencia de arte. Vemos a Hermione muy, muy, muy interesada y a Draco no muy... "atento".
-Quiero terminar con "Bruma invernal", la obra más famosa de Jarvis. Nadie puede negar, tras estudiar el exquisito equilibrio de la superficie, la yuxtaposición del color y la forma y la intensidad visual de su trazado...-dice la expositora que se llama Laura.
Draco parece realmente aburrido. Él mira a Hermione, quien parece estar muy atenta de las palabras de Laura. Dios, qué guapa está Hermione.
-Que Jarvis dominaba totalmente su nueva técnica. Por desgracia, tres semanas después de terminar "Bruma Invernal", Jarvis murió de coma etílico. Pese a su muerte prematura, Jarvis dejó una huella permanente en el mundo del arte, y su reputación como uno de los grandes expresionistas abstractos del siglo XX seguirá viva. Gracias.
El público aplaude. Hermione mira a Draco, muy sonriente. Cuando ve que Draco está serio, su sonrisa también decae.
La gente saliendo de la conferencia de Arte. Draco y Hermione también salen.
-Una conferencia genial, ¿verdad?-pregunta Hermione a su novio.
-Ha sido un poquito... larga.
-No te ha gustado.
-No, no es eso. Bueno, es que... no creo que el expresionismo abstracto sea lo mío...
-¿Lo tuyo?-pregunta Hermione.
-Sí, no lo sé, me parece tan... inacabado.
-¿Inacabado?
-Sí, bueno... Es un borrón de pintura que ofrece más preguntas que respuestas...
-¿Un borrón de pintura, Draco?
-Esa "Bruma Invernal", por ejemplo. ¿Cuál es la emoción concreta que expresa esa pintura?
-Draco, a ver si te enteras. Sólo porque una pintura no tenga un principio, una mitad y un final, como la típica película que gusta al gran público, no significa que no esté cargado de emoción, ¿vale?
-Creo que me gusta el arte con opinión, con algo específico, coherente, con un pensamiento... Como el romanticismo, puedo entender el romanticismo. ¿Sabes a qué me refiero?
-Sí, sé a qué te refieres...-dice Hermione mientras Laura llega donde están ellos.
-Hola, chicos-dice Laura.
-Hola.
-¿Os ha gustado?
-Sí-dice Draco mintiendo.
-Muchísimo...
-Mañana doy una clase de arte, si os interesa asistir, seréis bienvenidos.
-Yo tengo que trabajar...-se excusa Draco.
-¿Qué me dices tú, Hermione?
-No sé, mis dotes artísticas son las mismas que en tercero...
-Es una clase de principiantes. No hace falta ser Picasso, sólo voluntad-dice Laura mientras Hermione asiente con la cabeza.
Ginny y Harry caminando por una calle.
-El camión apareció literalmente de la nada, y yo no lo vi... Ahora mi Saab ha vuelto al taller-le platica Ginny a Harry de lo que le ha pasado a su carro.
-Siempre te ocurre lo mismo, eres la peor conductora del....... mundo.
Harry mira al frente y se queda pasmado. Se detiene. Ginny lo mira. Vemos a Yolanda acercándose a Harry, el cual parece hipnotizado.
-Harry... Harry, ¿qué ocurre?-pregunta Ginny.
-Hola, Harry-dice Yolanda a Harry mientras este no reacciona, sólo la mira-¿Quieres presentarme a tu amiga?-Harry sigue como una estatua, mirando a Yolanda-hola, Yolanda...
-Un placer, yo soy Ginny.
-Harry era estudiante de mi clase...
-Sí, yo era su profe y ell... No, yo era su alumno y ella era mi profesora-dice Harry cuando pudo reaccionar.
-Bueno, llego tarde a una cita. Me alegro de verte, Harry.
-Sí, igualmente...
-Y ha sido un placer conocerte, Ginny. Cuídate-dice Yolanda mientras se va.
-Harry, ¿qué te pasa? Se diría que has visto un fantasma...-dice Ginny.
-No, no, no... Es que no la veía hace tiempo, y era mi profesora...
-¡Profesora! ¿Te cateo o algo parecido?
-No, no... Oye, escucha, Ginny... Será mejor que dejemos el paseo para otro día... Tengo que irme, ¿vale?
-¿Cómo? ¿Lo dices en serio?-pregunta Ginny y Harry comienza a correr en busca de Yolanda.
En la clase de Arte. Hermione está dibujando algo.
-Te he calado, Hermione.
-¿Qué quieres decir?-pregunta Laura.
-¿Qué otros talentos has estado ocultándome?
-Venga, es sólo una manzana y un plátano, no es nada del otro mundo...
-Desprecia lo que haces, si quieres. Eso no cambia el hecho de que tienes talento. Tú posees un don-dice Laura.
-Me temo que me estoy ruborizando...
-¿Dibujas mucho?
-De pequeña lo hacía, quería ser como mi madre. Era artista.
-¿Era? ¿Por qué lo dejó?
-Ella no lo dejó, es que... murió.
-Lo siento mucho, Hermione. Eso habrá sido para ti increíblemente duro. ¿Cuándo ocurrió?
-Hace unos años. De cáncer de mama.
-¿Y era artista?-pregunta Laura.
-Algo así... Era autodidacta, no una profesional como tú. Lo hacía por diversión... Recuerdo que hacía dibujos de mis cuentos y los colgaba en mi cuarto.
-Entonces, llevas el arte en los genes.
-No lo sé, quizá...-dice Hermione sonriendo.
-Pues si te gusta, creo que deberías perseverar. Puedo recomendarte unas buenas clases...-dice Laura y Hermione la mira, seria-¿a qué viene esa mirada?
-¿Va en serio?
-Muy en serio. Y ¿sabes una cosa? Deberías pensar más en ti, Hermione... Puede que yo no sea una gran artista, pero tengo intuición. Y me dice que eres buena...
-¿Por qué al oír eso me siento agobiada y con ansiedad?
-Porque con el talento viene la responsabilidad. Y te debes a ti misma el no desperdiciarlo...
En la casa de Draco. Este baja por las escaleras con un montón de ropa entre los brazos. Llaman al timbre.
-¡Ya voy!-dice Draco mientras abre la puerta.
-Hola, Draco...
-¡¡Ginny!! Pasa. Estaba en plan doméstico...-dice Draco mientras va hacia la lavadora, Ginny cierra la puerta y recoge unos boxers que se le han caído a Draco-¿y qué... Y qué haces aquí?
-¿Que qué hago aquí? Pues pasaba por el barrio y me preguntaba cuál sería el trabajo de Literatura. Entonces pensé que tú lo sabrías, y aquí estoy...
-Es Los Viajes de Gulliver.
-Genial, me voy a casa a leerlo. Gracias-dice Ginny y se da media vuelta y va hacia la puerta.
-Pero... ¡espera! ¡Ginny! ¡Ginny!-Ginny se vuelve-¿estás segura de que has venido a eso?
-En realidad, no te conozco Draco, pero si te pregunto una cosa, ¿juras que lo mantendrás en estricto secreto?
-Sí, por supuesto...-dice Draco.
-Oye... ¿Harry te ha dicho algo sobre la posibilidad de gustarle alguien?
-¿Gustarle alguien? ¿Gustarle quién?
-Mm... Gustarle, ohhh, no lo sé... Pues yo.
-No, que yo recuerde-dice Draco mientras que Ginny da media vuelta y va hacia la puerta-¡pero eso no significa que no le gustes! Puede que le gustes y que no me haya dicho nada a mí-Ginny vuelve hacia Draco-¿por qué? ¿Él... te gusta a ti?
-¿A mí, Harry? Jajajaja, ni hablar. Bueno, tal vez... Posiblemente...
-Pues, ¿por qué no se lo dices?
-Eso es algo que nunca, JAMÁS, podría decirle, porque... es un puerco, es repelente... No, no, eso ni hablar. Y tú júrame ahora que tampoco vas a decírselo...
-Me siento como si estuviera en 2º curso...-dice Draco riéndose.
-Por favor, Draco...
-De acuerdo, no... no hablaré, lo juro... Pero conozco muy bien a Harry, y ese comportamiento de puerco repelente puede ser un coqueteo...
-¿Tú crees?-pregunta Ginny sonriendo.
-Sí...
-Vale. Gracias, hasta luego-va hacia la puerta pero se da cuenta que tiene todavía los calzoncillos en la mano, se da media vuelta y se los devuelve.
-Gracias.
Mientras tanto Lavander y Cho sentadas en la mesa en un restaurante.
-Esto sí que ha sido comprar a lo bestia...-dice Cho a Lavander.
-Ya lo sé. Me he gastado toda mi asignación del mes en menos de veinte minutos... Ese es un récord para mí, creo...
-¿Cómo se lo explicarás a tus padres?
-Como siempre. "Me han robado".
-¿En Oxford? Tú estás loca...
-Me quieres, ¿verdad? Mira, esta mañana estabas un tanto decaída, y apabullada... Y ahora, fíjate, estás feliz, y sonriente, y con pintalabios nuevo. ¿No te alegras de conocerme?-pregunta Lavander.
-Ya sabes que sí... Me fui de Nueva York porque no soportaba más ser la chica mala. Pero, en serio, si ser mala significa no ir por ahí en perpetuo estado de soledad y depresión, mala quiero ser...
-Me alegro de devolverte a tus raíces... ¡¡Qué pasada!! Cho, no mires ahora, pero tienes detrás al tío más bueno que he visto en toda mi vida-dice Lavander y Cho se vuelve y lo mira-es mío, yo lo vi antes...
-Ni hablar. Lavander, ese tío te dobla la edad.
-Perfecto. Será lo bastante maduro para salir conmigo. Estoy harta de tanto niñato. Necesito un hombre de verdad que huela, con pelo en el torso, y con hijos ilegítimos en todos los estados de la nación-dice Lavander y ambas ríen-disculpa-Lavander le habla al chico, Cho la mira con la boca abierta-hola, oye... ¿Cómo te llamas?
-¡Cállate, Lavander!-dice Cho en voz baja a Lavander.
-Vincent-responde el hombre.
-Hola, Vincent. Yo me llamo Lavander, y esta es mi amiga Cho. ¿Estás comiendo sólo?-Vincent asiente-puedes sentarte con nosotras... No mordemos, si no nos lo piden...
-Me encantaría, señoritas, pero tengo que ir al puerto...
-¿Al puerto? ¿Para qué, tomar el sol?
-Soy pescador. Estoy aquí haciendo la temporada del pez espada.
-Ahhh, no eres de Oxford... Pues, si buscas a alguien para que te enseñe la zona, dame un toque. Lavander Brown, 555-0142.
-Gracias por la oferta-dice Vincent y Cho se vuelve. A Cho-¿cuál era tu nombre?
-Cho.
-¿Cho? Es un placer.
-Lo mismo digo.
Hermione dibujando un frutero. Draco llega.
-Hola-saluda Draco a Hermione.
-Hola-dice Hermione y se besan.
-¿Qué haces?
-Nada-dice Hermione tapando su dibujo.
-Eso no es nada. ¿Qué es?-pregunta Draco señalando con la cabeza el dibujo.
-Un cuaderno de dibujo, estaba sólo garabateando...
-¿Garabateando qué?
-Pues un frutero, si tanto te interesa. Lo había empezado en clase de Laura...
-¿Un frutero?-pregunta Draco riendo.
-Sí.
-Parece que te está enrollando eso del arte. Enséñamelo...
-No.
-Oh, ¡vamos!
-¡¡Te he dicho que no...!!
-¡Por favor...!-sigue suplicando Draco.
-¡Que no...!
-Me gusta tu interés por el arte. Llega Hermione Granger: Artista extraordinaria, emperatriz del impresionismo, maestra del bodegón-dice Draco subiéndose a la mesa-ahora mismo me declaro entusiasta, impenitente e incondicional de tu nueva afición-se reclina para besarla.
-Draco, ¿cómo es que tu obsesión por las películas es tu gran pasión y mi interés por el arte es una afición?
-¡Diosss...! Sabía, en cuanto dije afición, que no era la palabra adecuada, pero según estaba hablando simplemente salió, y ya no pude borrarlo...
-Oye, tengo que recoger e irme, así que nos vemos luego...-dice Hermione recogiendo sus cosas.
-¿Vas a dejar la conversación así?
-¿Cómo? ¿Inacabada?-pregunta Hermione.
-Sí.
-¿Por qué no me consideras una indecisa e incoherente pintura expresionista?-pregunta Hermione y le besa en la mejilla y le da una palmada en el hombro-que lo pases BIEN, Draco...
Hermione se larga dejando a Draco más confuso que de costumbre.
Harry en la puerta de casa de Yolanda. Ella está en la playa, mirando hacia el mar. Harry va con ella.
-Hola-saluda Yolanda a Harry.
-Hola. Me preguntaba si en realidad debía o no hacer esto, lo de venir aquí a verte, porque cuando nos saludamos ayer resultó un poco violento, y no sé... pensé que debía...
-¿Harry?
-¿Sí?
-Era una situación violenta.
-¿Y ésta también es una situación violenta?-pregunta Harry mientras Yolanda asiente-¿Y si nos viéramos una tercera vez?
-Seguiría siéndolo...
-Ohh, sí, bien... Hay coherencia en ello.
-Esto es lo que los ex-profesores de lengua llamamos un momento "Pinter", en los que todo se dice... en silencio. Porque la emoción que conlleva lo que queremos decir es abrumadora.
-¿Y entonces éste es un momento "Pinter"?-pregunta Harry.
-Sí.
-¿Y te parece bien?
-Bueno, el silencio es un gusto adquirido-dice Yolanda y Harry se ríe-y cuanto más se complica la vida, es mejor aprender a no decir nada.
-Vale. Vale, entonces... ¿Disfrutamos de un par de segundos más de silencio?
-Claro.
Harry mira al horizonte, sonriendo. Yolanda también, aunque seria. Harry se da media vuelta y comienza a irse. Se detiene.
-¿Quién era el tal Pinter?-pregunta Harry.
-Sigue estudiando, Harry.
-Sí, Señorita Yolanda-dice Harry sonriendo mientras se va.
En la casa de los Malfoy. Draco entra en la cocina, su padre está ahí.
-¿Quieres desayunar?-pregunta Lucius.
-Sólo un poco de zumo, tengo que ir a recoger a Hermione.
-¿Qué tal los tortolitos?
-Pues bien, creo, no lo sé... Su obsesión por el Arte la está volviendo loca, no hago ni digo nada bien... Cometí el error de burlarme de su conferencia y por poco me pega...
-Según mi experiencia, Draco, el comportamiento errático del género femenino suele significar que la raíz del problema es algo inesperado. Seguramente no es por el arte. Averigua por qué es.
-¿Es tu perla de sabiduría paterna?-pregunta Draco.
-Suelto alguna de vez en cuando... Búscala. Habla con ella...
-Vale, gracias-dice Draco mientras Harry entra por la puerta.
-Hola-dice Harry-oye, Draco, el secreto ese de ayer, lo de Yolanda, debiste decírmelo.
-Intenté hacerlo, pero desapareciste por el pasillo enseguida, tío-dice Draco.
-Ya, pues la situación es complicada, porque me di cuenta anoche de que no he podido superarlo del todo.
-Oh, vaya... Em. Harry, soy tu amigo, y sabes que te apoyo siempre en todo. Pero lo único que puedo decirte con sinceridad es que la olvides. Aún no te has recuperado del todo de la lluvia de chismorreos de tu última aventura ilegal. Hay chicas de tu edad... Y tú les gustas, ¿sería tan terrible enamorarte de alguna de ellas?
-¿Cómo quién?-pregunta Harry.
-Como la que vino ayer a mi casa y me dijo que le gustas.
-¿Quién?
-Juré no decirlo...
-Oye, Draco, no estoy de humor. ¿QUIÉN?
-¡¡Ginny!! A ella le gustas...-le grita Draco.
-Ginny me odia...-dice Harry riendo.
-Cuando una chica te odia como lo hace Ginny, significa que le gustas. Es psicología básica infantil.
-Sí, pero es que eso es diferente, Draco. Ginny es una chica, ¿vale? Y Yolanda... Yolanda es una mujer.
-Exacto, Harry. Tú debes ir con chicas... Oye, yo tengo que irme, y lo siento mucho-dice Draco y le pone la mano en le hombro-pero te lo suplico, como amigo, no vayas a verla.
En el restaurante Dennis y Hermione.
-Oye, Dennis, ¿puedo cogerme el día libre ya que aquí no hay nadie y han inaugurado una exposición de arte en la universidad que me muero por ver?-le pregunta Hermione.
-¡Claro, yo defenderé el fuerte!
-Eres, sin duda, mi hermana favorita...
-Pero es que no tienes otra. Oye, Hermione, esto está muerto, ¿por qué no llevas a Ron contigo?-pregunta Dennis.
-Hay obras únicas en la exposición, podría causar estragos...
-Anda, llévatelo. Me da lástima, se queda ahí sentado con cara de bobo...
Vemos a Ron haciendo no sé qué narices con una botella blanca y unas tarrinas de plástico.
-¡¡Eh, Ron!! ¿Sabes lo que es una exposición de Arte?
-Sí...-dice Ron riendo.
-¿Te apetece ir a una?
-Claro.
Yolanda y Lucius en el almacén.
-Es muy espacioso.. El sitio es ideal, arreglándolo un poco, claro...-dice Lucius a Yolanda.
-Probablemente no deba decirle esto a un posible comprador, pero estoy deseando vender, así que le haré un buen precio...
-¿Superando algunas dificultades financieras?
-Ambos sabemos que mis problemas no son sólo financieros...
-Sí, bueno, ya que lo menciona, pues... ¿Un estudiante, verdad?
-Sí, digamos que sí... El tejado hay que arreglarlo, pero las ventanas son todas nuevas. Por lo que he oído usted tampoco ha escapado al escándalo.
-Sólo si su definición de escándalo incluye el que tu mujer tenga una aventura con otro. Si no le importa, preferiría no hablar de ese tema esta tarde...
-Lo entiendo-dice Yolanda.
Mientras tanto Lavander y Cho están paseando por el muelle.
-Lavander, llevamos paseando por el puerto unas dos horas. ¿Qué hacemos aquí? Empiezo a sentirme estúpida..
-¿Tú qué crees? Buscamos a Vincent...-dice Lavander.
-¿A quién?-pregunta Cho que no recuerda ni quien es.
-¡A Vincent, el pescador, el bombón! Estamos de caza...
-No fastidies, Lavander, ¿no hablaras en serio? Debe de haber unos cien barcos diferentes aquí, ¿cómo vamos a encontrarle? No tenemos ni idea de en cuál trabaja... Y sí, puede que sea atractivo, pero podría ser tu padre. ¿No has oído hablar del abuso de menores?
-Cierra la boca...
Hermione y Ron en la exposición de arte.
-No nos quedaremos mucho tiempo, sólo quiero echar un vistazo. Sé que esto te resultará muy aburrido...-dice Hermione.
-¿Aburrido? Jarvis ha sido siempre mi expresionista favorito...-dice Ron mirándola alucinado.
-¿Tu expresionista favorito?
-Sí... ¿Sabes mucho de él?
-Que murió joven y que era alcohólico...
-Y también era un genio, un pintor impresionante. ¿Sabes que además era un maníaco depresivo? Así que la mitad de sus pinturas es caótica y colorista. Y la otra mitad, la otra mitad es de lo más sugerente, ¿sabes?-dice Ron mientras que Hermione no hace más que mirarlo, extrañada-como ésa, mírala, esa, esa es su obra más famosa... "Bruma Invernal". Me encanta cuando un cuadro puede afectarme emocionalmente. Este me resulta muy... intenso...-Hermione lo mira muy sorprendida-¿Qué?-mirando a los lados-¿Qué miras?
-No, nada... No tenía ni idea de que supieras tanto de arte...
-¿Creías que mi único talento es servir mesas?-pregunta Ron.
-No, porque de ser así carecerías totalmente de talento...
-Ohhh... jajaja. Entiendo, así que no sólo te sorprende que tenga cerebro, sino que piensas que soy mal camarero...
-Sabes que eres pésimo, Ron-dice Hermione sonriendo.
-¡Ni hablar! ¡Soy estupendo!-dice Ron bromeando, Hermione lo mira, alucinada, sorprendida, riéndose y con la boca abierta. Muy sospechoso-vale, tal vez, muy de vez en cuando, confunda un pedido...
-Ron, ¿muy de vez en cuando? Eres un desastre...
-¿Desastre?-pregunta Ron.
-Sí...
-Supongo que es una forma de verme... Pero es como si una persona superficial tropezase con estas pinturas y las calificara de... no lo sé, de absurdas o incomprensibles-dice Ron y Hermione se ha quedado seria, ¿a quién le habrá recordado esas palabras?-pero si te las quedas mirando un buen rato, ves que están repletas de energía y pasión... E inteligencia...
-Perdona, Ron..
-¿Por qué?
-Por precipitar conclusiones... Porque está claro que no eres tan sólo un patoso...
-Bueno, Hermione, no has visto nada aún... Jajaja
-Venga allá...
Ron ríe, se queda más atrás y mira a Hermione de arriba abajo.
Lavander y Cho por el muelle. Han encontrado a Vincent.
-Ahhh, ahí está. ¡¡¡Hola, caballero!!! Te estábamos buscando-dice Lavander.
-¿Habéis venido hasta aquí buscándome a mí? ¡Qué suerte tengo!-dice Vincent.
-No tienes ni idea de la suerte que tienes...
-¿Qué puedo hacer por ti, Lavander?
-Si recuerdas mi nombre...
-Nunca olvido una cara bonita...
-Hemos venido a invitarte a salir. He pensado que te vendría bien una noche en la ciudad. Una pequeña juerga en el cabo. Hay un antro en Fort Smith donde podemos tomar unas copas... Seguro que lo conoces, Whitey's, allí van muchos braceros como tú.
-¿Conque bracero? ¿Ese es ahora mi calificativo?-pregunta Vincent.
-Ah, no, no te lo tomes a mal. Me encantan los braceros, son sexys y saben lo que hacer con las manos...-dice Lavander.
-Pues voy a tener que pasar.
-¿Pasar? ¿Puedes decirme por qué?
-Te diré por qué: no me interesa hacer de macizo currante para una mocosa condescendiente y desmelenada.
-¿Cómo dices?
-Lavander...-dice Cho.
-Gracias por visitar a los pobres-dice Vincent mientras que Lavander se da media vuelta, dolida. ¿Dolida Lavander?.
-Vámonos-le dice Lavander a Cho.
-Vincent-dice Cho el cual baja de donde estaba subido-oye, Lavander, Lavander no es muy afortunada con las palabras y a veces lo que dice suena mal, pero es con buena intención... normalmente. Pero bueno, la única razón por la que hemos venido aquí es que tú le gustas. Dale una oportunidad, ¿vale?
-¿Eres Cho, verdad?
-Sí.
-Oye, voy a serte sincero: no me gusta tu amiga. Es una niñata que no distinguiría un hombre de un agujero en la pared. Pero tú eres diferente, se nota. Y si quieres, me encantaría salir contigo alguna vez. Pero hazme un favor: encierra a Lavander en un armario.
-¡Cho! ¡Cho, vámonos!-grita Lavander y Cho va hacia ella.
-¡Eh, Cho! Gracias por la visita-dice Vincent.
Cho intenta coger a Lavander por el brazo, pero ésta la empuja.
Ron y Hermione saliendo de la exposición de Arte.
-Sí, pues yo he empezado a dar clases de dibujo...-dice Hermione a Ron
-¿En serio?
-Sí...
-¡¡Qué guay!! Me gustaría ver lo que has hecho... Bueno, si quieres enseñármelo, o...
-En fin, no hay mucho que ver, en realidad... Laura nos está haciendo dibujar un frutero, que no es un tema demasiado apasionante, por decir algo...
-¿Lo ves? No deberías perder el tiempo dibujando cosas que no te apasionan. Dibuja lo que ames-dice Ron.
-Sí, es lo que hacen los artistas. Ellos rebuscan en su interior para encontrar su inspiración. Dibuja lo que sea importante para ti...-dice Hermione mientras vemos a Draco subir las escaleras, acercándose a Hermione-¡¡Draco!! ¿Qué haces aquí?-Ron mira a Draco con cara seria.
-Hola. Te he ido a buscar a la heladería y Dennis me ha dicho dónde estabas. Sí-dice Draco mientras mira a Ron, y éste reacciona.
-Emmm, Hermione, tengo que irme-dice Ron.
-No, podemos volver juntos.
-No, tranquila, tengo que hacer unos recados... Lo he pasado muy bien.
-Y yo. Gracias por venir.
-Sí. De nada-dice Ron mientras se va, Draco lo mira.
-¿Qué, quieres ver la exposición?-pregunta Draco a Hermione.
-Ya lo he hecho...
-¿Quieres enseñarme las pinturas que te gustan?
-Draco, no te esfuerces, sé que esto no es lo tuyo. Ya has ganado puntos viniendo, es suficiente...
-No, no, no, no, Hermione. Quiero quedarme aquí, quiero estar contigo. Hermione, habla conmigo, ¿qué pasa? Sé que he herido tus sentimientos al burlarme de lo del arte, y lo siento, pero no era mi intención, puedes creerme. Quiero que seamos los de siempre, Draco y Hermione, que analizan, y discuten, y debaten, y disienten. Tú me has puesto en mi sitio mil veces con alguna peli, ¿por qué no podemos intercambiar temas? Puede que el intercambio sea interesante...
-Es mucho más que eso, Draco...-Hermione comienza a irse, pero Draco va tras ella y le coge el brazo.
-¿Por qué te cierras ahora a mí? ¿Qué ha cambiado?-pregunta Draco.
-¡¡Ese es el problema: No ha cambiado nada!! Tú y yo seguimos siendo los mismos de siempre, y me estoy hartando de eso...
Hermione se marcha. Draco se queda atrás, alucinado.
En el almacén de Yolanda. Ella está dentro, Harry entra.
-Bueno... He buscado quién era el tal Pinter. Harold, dramaturgo, el rey del subtexto. El decir una cosa, pero quieres decir otra. Eso se nos da muy bien, en Oxford...-dice Harry.
-Sí, lo sé...-dice Yolanda riendo.
-¿Crees que es posible que pasemos un rato sin tantos subtextos?
-No lo sé, Harry. Las palabras nos han metido siempre en muchos jaleos...
-Sí, pero eso no pasará esta vez. Seguro que pensaste que le otro día fui a tu casa a contarte todas mis penas, a confesar cuánto te echo de menos y a decirte que habia recuperado antiguos sentimientos. Y resulta que estoy bien. Es cierto que jamás creí que lo superaría, pero lo he hecho. ¿Sabes? Sexualmente, estábamos muy unidos, pero, en todo lo demás, éramos de planetas diferentes. Y eso es lo que fui a decirte el otro día: estoy bien, he madurado.
-Es cierto, se nota...
-Bueno... Creo que ya está, la despedida final...
-Adiós, Harry...-dice Yolanda acercándose a Harry.
Harry asiente con la cabeza, pasa al lado de Yolanda rodeándola con el cuerpo (un movimiento un tanto sospechoso). Ambos de dan de pronto la vuelta, van el uno hacia el otro, Harry la coge y se dan un apasionado beso.
-Nos vendría bien uno de esos momentos de silencio, ahora mismo...-dice Harry.
-Sí, eso creo.
-El tal Pinter era un tío grande...
-Sí, lo era-Yolanda se aleja un poco y se lleva las manos a la cabeza.
-¿Yolanda?
-¿Sabes una cosa? Va a venir un comprador dentro de una hora, y tendría que limpiar todo esto...
-¿Algún subtexto otra vez?-pregunta Harry.
-No...
-Escucha... Sé que se acabó, vale, sí que lo sé, pero sólo quería saber si... echas de menos... las clases.
-Sí...-dice Yolanda sonriendo y Harry suspira, nervioso-mucho.
-Porque yo echo de menos tus clases... mucho-Harry se da media vuelta y comienza a caminar hacia la puerta.
Cho y Lavander en los pasillos del instituto.
-Lavander, me gusta tu vestido, ¿te lo he dicho ya?-dice Cho que va detrás de ella.
-Sólo unas 300 veces...
-De acuerdo, me rindo. ¿Qué he hecho, por qué estás castigándome?
-Me gustaba ese tío. Fuimos allí por mí. Y tú me lo robaste descaradamente... Vi las miradas que le echabas, moviendo las pestañas ante él con el rímel que yo te había regalado...
-Lavander, eso no es cierto, ¡no lo es! Yo no hice nada...
-Después de todo lo que he hecho por ti; de repente me gusta un tío, sólo un tío, y no puedes apartarte lo suficiente para que yo le conquiste...-dice Lavander enojada.
-Quédatelo tú, Lavander. ¿De acuerdo?, no lo quiero; tú eres mi amiga, eso es lo más importante para mí.
-Las amigas no compiten por un mismo tío...
-¡No me culpes porque te haya rechazado!
-Nadie me ha rechazado. Esa es tu especialidad, no la mía...-dice Lavander mientras se larga. Cho se queda detrás, dolida.
Draco sentado al pie de un árbol. Hermione llega.
-¿Podemos hablar?-pregunta Hermione a Draco.
-Sí, si me explicas qué está pasando. Porque me asustas, Hermione. Temo que si digo cualquier cosa, acabaremos discutiendo...
-Draco, he estado pensando cómo hacerte comprender mi comportamiento de estos días, el motivo de haberte apartado de mí, pero resulta que ni yo misma lo sé. Mira, sólo sé que tú eres muy importante para mí; y lo del arte, sea una afición o una gran pasión, es importante para mí, también. Es verdad, es lo primero, además de ti, que me ha importado en mucho tiempo...
-Hermione, eso es genial. Oye, yo me alegro de que lo hayas encontrado, en serio. Sólo que no quiero perder lo que hay entre nosotros.
-Draco, tú lo has sido todo para mí. Y yo he sido tu amiga, tu confidente, tu media naranja muchos años... Y así funciona nuestra relación. Es muy cómodo para ti, pero a mí me da miedo, porque veo que si tú no estás, no me queda nada. Mi vida entera está ligada a ti, Draco. Estaba haciendo estos bocetos, y alguien me dijo que dibujara lo que amo, lo que me inspira, lo que me llena. Mm... Y esto es lo único que se me ocurrió...-Hermione entrega a Draco una lámina. Es un dibujo de él.
-Hermione...-dice Draco sonriendo.
-Oye, eso no me vale, Draco-dice Hermione mientras comienza a caminar por el césped-yo te quiero muchísimo, pero si te perdiese, me quedaría totalmente vacía de alicientes en la vida. Vivo, vivo con miedo perpetuo a no hacer nada, a no ir a ningún sitio, y por eso te he apartado, porque si no tengo algo a lo que aferrarme, al margen de ti, es que no tengo nada, Draco.
Draco le pone las manos en los hombros para que pare de andar, y la mira con esa mirada de completa adoración.
-En primer lugar, no me voy a ningún sitio. En segundo lugar, sólo quiero que seas feliz. Y si algo te hace feliz, lo buscaré, lo apoyaré, me meteré de lleno en ello, cueste lo que cueste. Sólo quiero que dejemos de discutir...
-Draco, no discutía contigo, sino más bien conmigo misma. Una parte de mí quería que te alejases, y la otra parte quería abrazarte con fuerza...
-¿Qué parte ha vencido?-pregunta Draco y Hermione aparta la mirada de Draco-¿Hermione?
-Draco, no quiero parecerte un borrón de pintura, pero ¿podemos dejar este tema inacabado por ahora, por favor?
Draco no dice nada, Hermione lo mira casi a punto de llorar. Draco cierra los ojos, sonríe levemente y se abrazan.
Harry andando por una calle. Saluda a un tío que pasa, mira hacia una tienda y sonríe. Entra en la tienda. Vemos a Ginny sentada en una mesa, al lado de la ventana de esa cafetería. Ve a Harry entrar y pone cara de extrañeza. Harry se sienta con ella.
-¿Qué tal las hamburguesas de aquí?-pregunta Harry mientras coge la hamburguesa de Ginny, y le da un mordisco mientras mira a Ginny.
-Draco te lo ha contado...-dice Ginny mientras que Harry la mira extrañado-no te hagas el bobo. Cuando un bobo se hace el bobo es muy desconcertante. Draco te ha dicho lo que yo le dije, y por eso te comportas así. Admítelo.
-No tengo ni idea de lo que estás hablando...
-Sí, lo reconozco. Cierto que tuve un flash momentáneo que consiguió hacerme olvidar que te odio... Pero se me pasará, así que no empieces a creértelo, ni nada...
-¿Crees que pasará?-pregunta Harry sonriendo.
-Tal vez se pase, es probable que se pase. A no ser... No, sin duda se pasará, me parece que ya no está. Sí, se pasó. No está.
-¡Te gusto mucho! ¡Te gusto muchísimo!
-Harry, venga, deja de torturarme...
-Me encantaría, pero no puedo. Tú me provocas, sacas lo peor de mí mismo-dice Harry mientras Ginny sonríe, Harry también.
-Conoces a esa mujer, ¿no?-le pregunta Ginny mirando para afuera, se refiere a Yolanda, la vemos reflejada a través del cristal.
-La conocía, pero ya no.
Ginny lo mira, son una sonrisa. Harry la mira, y sonríe.
-En fin, pedimos algo más, ¿no? Porque, con tanto hablar, me está entrando un hambre-dice Harry sonriendo.
