Hola a todos, ¡soy Jed! Usualmente, todos mis cuentos son Ingleses, así quiero tratar algo nuevo. Escribí este cuento, originalmente, en Ingles. Español no es mi idioma primera. Por eso, no me chillan, por favor. Este cuento trata de un Yami y su light que tienen problemas. Habrá más capítulos que voy a traducir adelante. ¡¡¡Y POR FAVOR, REVIEWWWW!!!

Digate "Aishiteru"

A mi Yami me arrimé. Nunca lo había querido tan muchísimo antes. Levanté mi cabeza y besé sus labios suaves.

"Aishiteru", lo susurré. Lo dé otro beso.

"Aishiteru", contestó. Apoyé mi cabeza en su hombro. Había fuego caliente y brillante que brilló en la chimenea. Afuera habían muchachos que patinaron sobre hielo y montaron sobre trineos en la montaña nievosa. Sonreían más con cada paseo.

"¡Qué romántico! ¿Te acuerdas?" Lo pregunté.

"Seguro lo que dices," dijo.

"Yami, ¿estas bien?" Pregunté con curiosidad.

"Jm," dijo sin expresión.

"¿Y qué significa 'Jm'?" Yo dije. Yami me estaba enojando. No dijo nada.

"Eh, nada", dijo finalmente.

"Yami, ¿estas seguro que—" Me interrumpío.

"¡Estoy BIEN—basta ya!" Una lágrima se cayó de mi ojo.

"Lo siento," dijo Yami—no sabía cuanto me había dañaba. Me poní de pie y corrí al dormitorio. Cerré la puerta, caía sobre la cama, y lloré. Yami me perseguía. Tocó la puerta.

"Aibou, ¿estas bien?" Preguntó.

"Seguro lo que dices," contesté con sarcasmo. Yami suspiró.

"Abrete la puerta, por favor," preguntó otra vez.

"¿Por qué? ¿Quieres chillarme otra vez?"

"No. Te quiero más que puedo decir. Solo creí que deberías hacer más para mi...de vez en cuando....." Dijo, muy seguro de sí mismo. Las noticias eran pasmosas. Era silencio que duró cinco minutos. Entonces, abrí la puerta. Lo miré, cara por cara. Tuve maleta en mi mano de izquierda.

"¿Así te pareco un perezoso, eh? A ver—Viajaré a Hawaii por una semana. Cuando regreso, ¡dime como has estado! ¡Hasta luego!" Caminé fuera la puerta y la dé un portazo.

Punto de Visto: Yami

El único amor de mi vida se vaya—me pregunté por cuanto tiempo podría sobrevivir sin mi novio. No había ninguna manera pararle de dejar. Subía las escaleras, me desnudé, y me acosté.