Luna Llena
En la habitación de Draco. Vemos unas imágenes que hay en la tele. Es un lobo que está saltando, y de fondo la luna llena. Oímos a Draco y Hermione hablar, pero no los vemos.
-¿Existe algo más hermoso que la luna llena? Parece que casi puedes tocarla, aunque esté a un millón de kilómetros...-dice Draco a Hermione.
-En realidad sólo está a 400.000 kilómetros, y no estará totalmente llena hasta mañana.
-¿Y qué? Aún así, es romántico...
El viento agita las cortinas de la ventana, y enseguida hay un corte al exterior de ella, donde vemos a Draco y Hermione sentados sobre el tejado del porche.
-¿Cómo se convirtió la Luna en la esencia del romance?-pregunta Hermione-es sólo un satélite natural que refleja la luz del sol...
-Bueno, y baña con su brillo pálido y tranquilo este caótico mundo. Adoro la Luna llena.
-¿Brillo tranquilo, Draco? La Luna llena lo enreda todo, lo pone todo patas arriba. Las cosas raras SIEMPRE ocurren con Luna llena...
-¿Es que Hermione Granger es supersticiosa?
-¡NO! Es científico...-dice Hermione a la defensiva.
-¿Por qué dices eso?
-Somos agua en un 70, ¿verdad?
-Sí-dice Draco besándola en la barbilla.
-La Luna controla las mareas...
-Mm-mh...-siguie besándola en los labios.
-Impulsando masas de agua a un lado y a otro. Y lo mismo hace con nosotros.
-¿De veras?-pregunta Draco besándole la oreja.
-Nos empuja en direcciones distintas, rompiendo el flujo normal de las cosas. Y, ¿Draco?
-¿Sí?
-Créelo: Las cosas raras SIEMPRE ocurren con Luna llena.
-Lo siento, no me da miedo-Draco se resbala y casi se cae por el tejado. Reacciona a tiempo y no se cae-Uyyy... Jejeje...
-Muy gracioso...-dice Hermione.
Draco vuelve a donde estaba antes, Hermione mira hacia la Luna y Draco la mira a ella.
Lucius y Yolanda andando por una calle de Oxford.
-Oye, ¿puedo ver esos planos otra vez?-pregunta Lucius.
-Por supuesto. Lucius, no quiero parecer desesperada, pero estoy deseando vender ese edificio, así que si te interesa, te haré la oferta más justa que se haya hecho nunca.
-¿Tan malo es estar aquí?
-Digamos que Oxford es como un puente que debo quemar...
-Haré una cosa. Echaré un vistazo más a esos planos y te prometo que tomaré una decisión...
Lucius y Yolanda salen de plano andando hacia la izquierda, mientras que vemos a Cho caminando al fondo, y Vincent que va tras ella.
-Eh, Cho.
-Hola.
-¿Qué tal? ¿Dónde está tu gemela malvada?-pregunta Vincent.
-Oh... ¿Lavander? Lavander y yo estamos pasando por un periodo de separación, ahora mismo...
-Mejor para ti. Cho, estoy desesperado, ayúdame. ¿Qué es lo que ocurre en esta ciudad?
-No mucho...-dice Cho.
-Llevo una semana aquí y tú eres la primera brisa de aire fresco que encuentro... Probablemente pensarás que intento ligar contigo...
-¿Y no es así?-pregunta Cho.
-Lo es. Pero solamente lo reconozco para suavizar las cosas.
-Las suaviza, es cierto-dice Cho caminando hacia delante.
-Espera. Oye, no se me da bien esto, así que ten paciencia conmigo. Me he pasado 18 días en el mar con un atajo de borrachos sin educación y ahora me encantaría volver a disfrutar de los placeres simples de la vida.
-¿Que son...?
-Pues conversaciones que no ofendan la virtud de mi padre con palabras de 4 letras, y no sé, tal vez una taza de café casero. Así que, por favor, si sientes alguna compasión por un trabajador, di que me enseñarás el mejor lado de Oxford.
-Bueno, supongo que es como un deber cívico...
-¿Esta noche?-pregunta Vincent.
-O... A las siete y media. El 22 de Seafare Drive.
-Seré puntual...
Cho se va, sonriente. Vincent se queda atrás, contemplándola, también riendo.
Ginny entrando al vídeo club en el que trabaja Harry. Éste está viendo una película porno.
-Vaya, pero si es la pequeña Weasley...
-Sólo vengo a coger un vídeo, Harry.
-¿Puedo ayudarte?
-Tranquilo, lo cogeré yo misma. ¿Por qué no sigues viendo tu... ¿Desvirgada en Dallas?
-Mm...-dijo Harry cogiendo la carátula de una cinta-es "Las cuchi-cuchi", en realidad-Ginny va hacia los vídeos y Harry se acerca a ella-¿Te has fijado en que la parte más interesante de una porno es el título? Piénsalo. Están: Sperminator, Tras el Calentón Verde, Las Mil y una Tetas...
-No sé por qué tanto juego de palabras... Si todas son iguales, que les pongan el mismo título: Mujeres que Harry Nunca Catará.
-Ohgggg-dice Harry clavándose la mano en el corazón-touché. Oye, Weasley, ¿por qué no vamos al grano de una vez?
-¿Cómo?
-Estas peleas verbales son peligrosas, deberíamos tener una cita antes de que haya heridos.
-Olvídalo.
-Vamos, sabes que te gustaría...
-No creo... Como no me lo piden con educación...
-De acuerdo-dice Harry sonriendo-Ginny: ¿Quieres salir conmigo esta noche?
-Vale...-dice Ginny no muy emocionada.
-Pero no te entusiasmes tanto...
-Reprimiré mis impulsos. Y ¿a dónde iremos?
-Um... ¿Vamos al cine? No habrá ocasión de hablar demasiado y es menos probable que nos peguemos...
-Buena idea.
-Genial. Te recojo a las siete. Tú vives en Windsor, ¿verdad?
-Em... Te veo en el cine...-dice Ginny nerviosa.
-No, es una cita, yo voy a tu casa.
-Es que, a ver... ¿Nos vemos en la Heladería? Es un campo neutral...
-Ginny, tranquila, tu casa me pilla de camino.
-Quizá... sea mejor no salir, ¿eh?
-Ah, vamos Ginny, ya no vale rajarse...
-Bueno-dice Ginny no muy convencida-de acuerdo, a las siete allí, no llegues tarde-Ginny sale de la tienda. Ginny saliendo de la tienda. Cruza la calle. Está muy sonriente.
Cho en una perfumería mirando maquillajes. Lavander entra.
-Hola. Jejeje, ¿no seguirás enfadada conmigo, no?-pregunta Lavander inocentemente, con cara de niña que no rompe un plato.
-¿Por llamarme especialista en fracasos? No, ¿por qué iba a estarlo?
-Oh, Cho, perdona, no pretendía decir eso, siempre me pongo tonta en estos días del mes-dice Lavander mientras coge una barra de labios y se la mete en el bolso-uyy... Oye, no dejemos que ningún chico que interponga entre nosotras. Los chicos vienen y van, pero tú y yo somos espíritus afines. Estamos unidas por la necesidad de escaparnos de esta pequeña y repugnante ciudad.
Cho deja un bote de maquillaje, y Lavander lo coge y se lo mete en el bolso.
-Está bien. ¿Estás segura de que ya se te ha pasado lo de ese chico?
-Sí, por supuesto.
-Me alegro. ¡¡Me moría por decirle a alguien que voy a salir con Vincent!!-dice Cho emocionada pero la cara de Lavander cambia por completo.
-Serás bruja...
-¿Qué?
-Después de todo lo que he hecho por ti, ¿cómo has podido robármelo así?
-¿Es que te has vuelto loca? ¡El no sabe ni que existes, Lavander!-va hacia la puerta.
-Deberías parar a comprar condones. Ahora corres un gran riesgo, bonita. Ese tío tendrá hijos ilegítimos esparcidos por toda la costa Este.
Ambas van a paso ligero por la calle.
-Cállate, Lavander.
-Sí, será un degenerado. Uy, pero no importa, tú eres la chica de Nueva York, ¿verdad?
-Te lo advierto, cierra la boca.
-Sí, ese Vincent sabe reconocer una chica fácil a cien leguas.
Cho se vuelve y le mete un sopapo a Lavander de los que hacen historia. Llevaba tiempo mereciéndoselo.
-No vuelvas a dirigirme nunca la palabra.
Cho se marcha, y Lavander se queda tocándose con la mano la cara, y con el pelo despeinado.
En la cocina de casa de los Malfoy. Narcisa está cocinando, y Draco y Hermione hacen sus deberes en la mesa. En esos Lucius entra.
-Hola, chicos.
-Hola.
-¿A qué viene eso de hacer de cocinillas?-pregunta Lucius a Narcisa viendo que hace la comida rápidamente.
-Voy a hacer de anfitriona para una visita que viene a la emisora. Pasa cada par de meses, y esta vez, en lugar de salir por ahí, he pensado invitarle a cenar.
-¿Le?
-Sí, invitarle. Es Gary Somers, va a ser nuestro corresponsal en Nueva York.
-Hoy es Sábado, Narcisa. Eso suena más bien a salida de los Jueves noche.
-¿Qué pasa los jueves?-pregunta Draco mintiéndose en la conversación.
-Es por trabajo, Lucius, por trabajo.
-Pues aún así, el que sea un compañero, no me proporciona mucho alivio, no sé por qué.
-Al menos, yo tengo compañeros...
-¿Cómo?-pregunta Lucius.
-Quiero decir que como trabajo, al menos tengo compañeros.
Draco se lleva la mano al entrecejo.
-Mm, Narcisa... Estás perdiendo ingenio.
-Tengo que ir a trabajar-dice Hermione a Draco en voz baja.
-Te acompaño-Draco y Hermione salen de la cocina-ya están con lo del jueves otra vez. Mis padres están empezando a asustarme...
-No te preocupes, es la Luna llena, nos pone nerviosos a todos. Tengo que irme-se besan-adiós.
Hermione sale por la puerta y la cierra tras ella. Lucius sale de la cocina.
-Papá, ¿de qué iba todo e...?
-Ahora no, Draco-dice Lucius. Y sube por las escaleras, Draco se queda mirándole, con mala cara.
Cho esta en su casa arreglándose para su cita.
-¿Seguro que no quieres venir a estudiar la Biblia, querida? Es el libro de Juan. Esta noche bautiza a los pecadores.
-Yo paso, abuela.
-Ignorando las ramificaciones religiosas, podrías encontrarlo muy entretenido...
-No cuela, de verdad...
-Bueno, no volveré tarde.
La abuela se va. Pasan unos segundos y llaman a la puerta. Cho la abre, es Lavander.
-¡No puedo creer que me hayas pegado! ¡A mí, tu mejor amiga!
-¿Hace falta que te recuerde que, en los dos últimos días, me has llamada bruja, zorra y fracasada?
-Ya, pero yo no te pegaría nunca...-dice Lavander intentando defenderse.
-Estás pirada. Oye, ¿por qué no te largas?-cogiéndola del brazo-¡Vamos!
-¿Por qué? ¿Es que ese idiota del puerto viene a recogerte?
-¡Sí, así es...! Hasta luego-Cho cierra la puerta tras de Lavander.
En la casa de Draco. Narcisa está con Gary en el salón.
-¿La convención de Atlanta? ¡Fue un desastre! 600 periodistas sin reserva, ¡se borraron!-dice Gary.
-Mm-mh... ¡Qué locura!-dice Narcisa y en eso llaman al timbre-oh, disculpa, Gary, ahora vuelto-Narcisa se levanta y va hacia la puerta. La abre, es Yolanda.
-Hola, venía a ver a Lucius...
-Oh... ¿De veras?-pregunta Narcisa.
-¡Yolanda! Pasa-dice Lucius que venía bajando las escaleras.
-Hola, Lucius. Oye, me marcho mañana. Y he pensado que querrías echar otro vistazo a los planos antes de tomar tu decisión... Siento parecer desesperada.
-No, no, veámoslos. Narcisa, ya conoces a Yolanda...
-De... la asociación de padres.
En el restaurante. Hermione está retratando a un cliente, que toma su café; mientras Ron hace papiroflexia. Hermione va a contar las propinas.
-2 dólares y 8 centavos. Es Sábado, ¿dónde está todo el mundo?-pregunta Hermione.
-Hermione, disfruta de la calma...-dice Ron que esta haciendo monigotes con el papel.
-Echarán de menos nuestro café cuando tengamos que cerrar el local...
-¿No te gusta trabajar de camarera, eh?
-¿Qué te hace pensar eso?-pregunta Hermione dándole la razón.
-Tu total desprecio por los clientes...
-¿Tú encuentras tu nueva vocación estimulante?
-¡Por supuesto! Vamos, ¿en qué otro momento de tu vida vas a poder observar tantas formas de vida diferentes? Tanta gente distinta, que se va cruzando en tu camino, con diferentes historias y esperanzas, diferentes sueños...
-Diferentes-dice Hermione interrumpiéndolo-maneras de quejarse porque hay pocas almejas en la salsa...
-¿Por qué estás tan enfadada?
-Es la Luna llena, me pone fatal...
-No, no es sólo esta noche... Lo estás siempre...
Ron se levanta y se aleja, mientras Hermione se queda pensativa por lo que le ha dicho Ron.
Cho y Vincent. Éste está esperando en el porche a que Cho le saque el café. Cho sale.
-Aquí tienes. Con muy poca leche-dice Cho.
-Gracias. Se está bien fuera del barco...
-¿Te gusta eso? ¿Te gusta pasar tantos periodos de tiempo en el mar?
-No, estoy ahorrando para estudiar derecho. Mi tío es el dueño del puerto deportivo de Bayboro y él me consiguió este trabajo.
-¿Quieres ser abogado?
-Lo sé, no te lo imaginabas, ¿verdad?
-No. No, lo siento, perdona, no pretendía mostrarme incrédula, es que...
-Ya. El aspecto lo es todo, ¿no?-dice Vincent señalándose.
-Por desgracia, así es...
-O por fortuna, desde aqui...
-¿Ya empiezas a ponerte ligón?
-Oye, si quieres, paro.
-Si paras, ¿dónde estaría la gracia?-pregunta Cho sonriendo.
-Tienes mucha razón...
En la casa de los Malfoy. Yolanda y Lucius están mirando los planos, y Draco baja.
-Sí, mira, con la entrada aquí, en esta zona, que tiene una ventilación estupenda, sería un buen sitio para la cocina...
-¿Cuánto mide el techo de alto?-pregunta Lucius.
-¿Cuánto era? 2'10, 2'20... Creo de 2'20...
Draco va hacia la salita, donde están su madre y Gary.
-Sí, intentamos conseguirla...-dice Gary.
-Una declaración suya en mitad de la peor tormenta que se había visto allí en 40 años...
-Y se fue en el siguiente avión...
Lucius llega donde estaba Draco, sin que este se entere.
-¿Qué estás haciendo?-pregunta su padre a Draco.
-Nada. Nada.
Narcisa los oye, y va también.
-¿Qué está haciendo tu madre?
-Lo mismo que tú...-dice Draco y en ese momento Narcisa entra.
-¿De qué habláis?
-De nada, de nada...-responde Lucius a Narcisa.
-Entonces, Lucius, ¿de verdad crees que vas a comprar ese edificio en ruinas para abrir un restaurante?
-Sí, eso creo.
-¿A quién engañas? Está muy claro lo que ocurre aquí. Te me tiras al cuello por traer a un invitado cuando es obvio que tus salidas de los jueves están aplicándose al fin de semana.
-¿A qué viene todo esto, qué pasa los jueves?-pregunta de nuevo Draco.
-Vete a tu cuarto, Draco-y como siempre su padre no le responde.
-No, pero yo...
-¡¡Cariño!! Hazlo-dice Narcisa enojada y Draco se va, obviamente frustrado.
-Planeo abrir un restaurante, ya lo sabes.
-¿¿Y cómo vas a comprar el edificio??
-Con un crédito, Narcisa.
-Pues genial, porque ya me estoy cansando de consentirle sus caprichos a un hombre que ya casi no me mira a los ojos
-Vaya, siento ser un lastre para ti. Pero mientras tú estás jugando con Gary, o Bobbie o como se llame el de esta noche, yo intento conseguir algunos de mis sueños...
-Y esos sueños, ¿incluyen a la profesora de literatura de Draco?
-¡Incluyen un maldito restaurante! No todo tiene que ver con el sexo, Narcisa, al menos para mí.
Lucius se va. Narcisa coge las copas.
Draco entrando en su habitación y echándose de golpe a la cama. Se da cuenta de que no está solo.
-Oh, Dios mío...-dice Lavander mirando con unos binoculares por la ventana.
-¿Qué diablos haces tú en mi cuarto?
Lavander no sabe qué excusa idiota poner.
Harry llamando a la puerta en casa de Ginny. Su madre abre.
-¿Sí?-pregunta Molly al ver a Harry.
-Hola, vengo a buscar a Ginny, tenemos una cita.
-Tú debes de ser Harry. Por favor, pasa...
-Gracias-dice Harry mientras pasa-Ginny no estará enfadada, ¿verdad? Es que me hice un lío entre la heladería, el cine, y su casa. Fue todo muy confuso...
-Seguro que baja enseguida.
-Ahora nos perderemos la peli, y ella me aniquilará...
-La convencerás para que no lo haga. Le gustas mucho...
-¿A sí?-pregunta Harry con una sonrisa.
-Habla de ti continuamente. Y Arthur, el padre de Ginny, vendrá de un momento a otro, seguro que querrá someterte al tercer grado. ¡Y Bill! ¡Tienes que conocerle!-va hacia las escaleras-¡¡Bill, Bill!!-a Harry-tendrá puestos los dichosos cascos...
-¿Quién es Bill?
-El hermano mayor de Ginny. Estudia en Columbia, viene los fines de semana. Haremos una cosa: puedes quedarte a cenar. Pon lo que haga falta en la mesa, el plato de Ginny, y el tuyo también...
-Claro.
En el restaurante. Ron está contemplando las langostas en el acuario. Les da golpecitos en los cristales. Hermione llega y la mira extrañada.
-¡Eh!, ¿qué tal nuestro único cliente?-pregunta Hermione.
-Mm...
Las luces parpadean un poco. Algo no funciona bien. Ron y Hermione miran al acuario.
-¡¡Dios mío, se ha ido la bomba!! Si esas langostas mueren, perderemos una fortuna...
-Oye, yo no-no lo he tocado...-dice Ron asustado.
-¡No, no! Tenemos que sacarlas del acuario y ponerlas en hielo. ¿Puedes traerme ese barreño?-pregunta Hermione mientras Ron va a por él.
-Sí, sí... ¿Por qué no volvemos a echarlas al océano para dejar que vivan en libertad?
-Sí, tú hazlo y verás quién va detrás, de cabeza...
-Ya...-dice Ron metiendo la mano en el acuario.
-¡Date prisa!
-Ya lo hago...
Hermione echa hielo al barreño mientras Ron las saca del acuario. Ginny entra en el restaurante.
-¿Está aquí?-pregunta Ginny.
-¿Quién?-dice Hermione.
-¡Harry!
-No lo he visto...
-Pues habíamos quedado para salir, y le he esperado en el cine, pero la sesión ha empezado y él no ha aparecido-dice Ginny observando lo que están haciendo-¿Me decís qué estáis haciendo?-ellos como que la ignoran-¡Qué más da! En fin... Después recordé que habíamos quedado aquí, pero veo que tampoco está. Eso significa que, o me ha dado plantón, o que...-su cara se ilumina-¡Dios mío!
-¿Qué? ¿Qué te pasa?-le pregunta su hermano a Ginny.
-Ron, está en casa, dijo que pretendía ir a buscarme... Y si ha ido a casa...
-Ya era hora de que Harry mostrara algo de educación...-dice Hermione.
-Oye, Ginny. No te preocupes, tranquila, tú...
-¡Estás loco! Si se ha pasado por allí, y ella... ¡Dios mío!-Ginny empieza a correr hacia la salida.
En la casa de Cho. Vincent y ella están en la mesa de la cocina.
-¡¡Muy bien!! Ah, está bien, vale... Me toca, me toca, me toca...-dice Cho.
-Adelante.
-A ver, cuéntame una experiencia sexual embarazosa...
-No, no...
-Cobardica...
-De acuerdo, te lo contaré porque confío en mi hombría. Una noche, en Nueva Orleans, tenía tal cogorza que no veía. Y me acerqué a una mujer que era muy, muy guapa. Fuimos a su apartamento y empezamos a acercarnos más y más al...
-Momento-completa la frase Cho.
-Momento. Y entonces, va y me dice que es un tío. ¡Te lo juro! UN travestido increíble, toda una belleza, como la de "Juego de Lágrimas"...
-¿Y qué... qué dijiste tú?-pregunta Cho reprimiéndose una carcajada.
-Pues nada... Bueno, en fin, él o ella o lo que fuera se lo tomó muy bien, en realidad. Pasamos toda la noche bebiendo y charlando. Resultó ser un tío muy majo. Me contó su historia, abusos de su padre, y esas cosas... El caso es que ahora, siempre que voy a Nueva Orleans, tengo alojamiento gratis.
Cho se acerca para ponerle el café, y le pasa el brazo muy cerca de la cara. Él sigue su trayectoria.
-Ahora te toca a ti. Tu más embarazosa experiencia sexual...
-Pues-dice Cho sonriendo-me cogieron haciéndolo en la cama de mis padres, con un ex, sí. Sobre la colcha buena de encaje de mi padre. Aquello no le sentó muy bien. Y estropeó el momento completamente...
-¡Qué lastima!
-Sí... Mi padre puede ser muy duro a veces. Creo que yo y tu amigo el travesti tenemos algo en común.
Vincent ha cogido un poco de mermelada con el dedo y se lo pasa por los labios de Cho. Después, la besa.
-Espero que sea lo único que tenéis en común-dice Vincent mientras vuelve a besarse.
En la habitación de Draco. Él y Lavander.
-Oh, Dios mío...-dice Lavander que está viendo le beso.
-¡Lavander!, a ver Lavander, una vez más... Estás en mi cuarto porque... ¿¿Por qué??
-Un cuarto muy mono, Draco...
-Te he hecho una pregunta...
-Está bien, pero no se lo digas a nadie. Cho tiene una cita con un chico mayor, y francamente, temo por ella.
-Y estás espiándola...
-Pues claro.
Lárgate, Lavander-dice Draco suspirando. Draco esconde la cabeza entre sus manos.
-Te deprimen tus padres. Ya he oído la bronca.
-Hasta un muerto la oiría...
-No te angusties, déjalos pelearse. Luego lo meditarán, pedirán el divorcio, y todo será mejor.
-¿El divorcio es mejor?-pregunta Draco no muy convencido.
-Sí, claro que lo es, es un buen remedio. Mi padre jamás ha sido tan feliz, mi madre se fue y ahora tiene otra vida, y mi paga se ha cuadruplicado-dice Lavander mientras pone sonrisa y voz sexy, y se coloca detrás de Draco-te noto tenso, Draco-dándole masajes-Mmmhhhh, que bien hueles, Draco...
-Espera, no te ofendas, Lavander, pero no va a pasar nada.
-¿Por qué? Hermione no tiene por qué saberlo...
-¡¿Qué?!
Lavander lo coge de la mano, y lo lleva a la ventana.
-Entonces, ¿podemos besarnos delante de la ventana para que lo vea Cho?
-Lavander...
-De acuerdo, vale, vale, vale...
-Largo-dice Draco señalando la ventana.
-Pero, ¿puedes decirle que lo hemos hecho?
-Cho no se lo iba a creer...
-Pero puedes buscar el modo de que se lo acabe creyendo. Dile sólo que Hermione y tú habéis decidido tener una relación más abierta y que nos lo hemos montado. Todo de lo más legal.
Draco cierra la ventana, dejando a Lavander fuera. Draco piensa en lo que le ha dicho Lavander, y baja. Lucius y Yolanda. Draco aparece por detrás.
-Tengo, tengo que hablar con mi banco, pero...-dice Lucius.
-¡Papá! ¿puedo hablar contigo?
-Sí, claro-a Yolanda-disculpa.
Narcisa y Gary. Draco aparece por detrás.
-Mamá, ¿puedo hablar contigo? Es importante...
-Claro-Narcisa sale de la habitación y Draco cierra la puerta, a su paso.
-¿Qué es lo que pasa, Draco?-pregunta Lucius.
-Cariño, tenemos invitados, esto es de mala educación...
-¿Tenéis un matrimonio abierto?-pregunta Draco sin rodeos, ambos se miran el uno al otro, sin contestar.
En la casa de Cho: Ésta tira todas las cosas que había sobre la mesa, se besan salvajemente.
-Ya vale. Creo que ya hemos llegado bastante lejos...-dice Cho mientras se besan.
-¿Qué quieres decir con eso?
-¿Tú no piensas lo mismo?
-No me apetece pensar...
-Espera. Creo que se está haciendo tarde...
-¿Qué te pasa? Ahora es cuando llega lo interesante. No lo dices en serio-Vincent sigue besándola.
-Oye, tengo 16 años... ¿Cómo quedaría eso en tu solicitud para la Facultad?
-¿Que tienes qué?
-¡¡¡16 años!!!-dice una voz detrás de Vincent, es la abuela.
-¡Oh, por Dios!
-Ni siquiera Dios podrá salvarte si no apartas tus manos de mi nieta en este instante.
-De acuerdo-Vincent se va, mientras Cho sigue tumbada sobre la mesa.
En la casa de Ginny. Harry está contemplando unas fotos. Coge una en la que están Ron, Bill, la madre, el padre y Ginny. En eso Ginny llega.
-¡Eh, ya has llegado!-dice Harry.
-Hola, ¿qué estás haciendo aquí?
-Es que no recordaba dónde habíamos quedado. Pero, tranquila, tu madre se ha portado muy bien conmigo...
-Bien, genial, andando...
-En realidad, le he dicho a tu madre que nos quedamos a cenar.
-Vale. Pues, pues... ¡nos iremos! No se va a dar cuenta...
-¡Espera! ¿No crees que debemos decírselo? Ha dicho que ahora bajaba...
-Oye, no tienes derecho a estar aquí, no te he invitado. Mi familia no es algo que te incumba... Y ¿mi madre qué te ha dicho? ¿¿Y qué le has dicho tú??-pregunta Ginny sumamente nerviosa.
-Tranquilízate un poco... ¿Cuál es el problema?
-Dime qué es lo que te ha dicho...
-Sólo me ha pedido que entrara en este cuadro de Norman Rockwell, también llamado tu casa, y me ha invitado a cenar. Porque a diferencia de la mimada niña de sociedad que es su hija, piensa que merezco conocer al padre de club de campo y al hermano universitario.
-Vale, oye, vámonos, venga...
-¡NO!, no nos vamos a ir, es una grosería...-dice Harry enojado por la actitud de Ginny.
-Por favor, Harry, por favor...
-¿Tanto te avergüenzas de mí que no soportas que conozca a tu hermano?
-No, es que... ¡Déjalo! ¡Ahora no, ¿vale?!-Ginny va hacia la puerta.
-¡Ginny, Ginny! ¿Por qué estás así? ¿Qué es lo que te pasa?
-¡¡¡Bill en realidad está muerto!!!-grita Ginny y Harry no dice nada.
En el restaurante de Hermione.
-Calma, a ver...-dice Ron que llega con una caja de herramientas.
-Tenemos unos 10 minutos antes de que estas langostas se echen a perder... Estoy acabada, no, ¡¡estoy muerta!!.
-Oye, tranquila, tranquila, creo que ya lo tengo...-dice Ron que se agacha donde el acuario para intentar arreglar el problema pero se va totalmente la luz. Ron sube.
-Qué bueno eres, Einstein...
-Desconecta la alimentación, y vuelve a enchufarlo...-dice el hombre que esta sentado tomando café.
Ambos miran al hombre. Ron lo intenta, y funciona. La luz vuelve y el acuario vuelve a funcionar. Hermione y Ron sonríen.
-Gracias, señor...
-Ese sí que es raro...-dice Ron señalando al cliente.
-La luna, ¿recuerdas?
-Sí, claro...
-Ojalá se fuera, ¿cuánto café puede consumir una persona?
-Hermione, no creo que esté aquí por el café...
-Pues no ha pedido nada para comer.
-No tendrá un sitio mejor a donde ir... Bueno, es posible que no tenga familia, o que la tuviera y que haya muerto. No sabemos nada de él.
-Quizá haya perdido a su mujer...-dice Hermione.
-O a un hijo...-dice Ron recordando a su hermano Bill.
Hermione mira a Ron, extrañada. Él baja la vista, algo triste. Miran hacia el cliente, y luego en todas direcciones. El cliente se ha esfumado. Van hacia su mesa.
-¡Qué cosa tan rara! Es como si hubiera...-dice Hermione.
-... desaparecido.
-Sí, no hay propina-dice Hermione mirando a la mesa.
Ron mira a Hermione mientras ésta se aleja. Después, quita una taza de café de encima de un papel, levanta el papel y hay un billete de 500 pesos.
-¡Hermione!
-¡Ahh... 500 pesos! Dios mío, Ron, ¡somos ricos!
Hermione se abraza a Ron, el cual cambia su sonrisa de alegría por sonrisa de adoración.
-Fíjate-dice Ron acercándose con el papel que había junto con la propina-mira qué más dejó...
Hermione empieza a leer el papel.
Bajo el brillo de la
Luna extraño.
Yo tuve un amor antaño.
Le pedí
que me esperara.
Pero tuve un desengaño.
Ron mira a Hermione de forma melancólica
Amantes, escuchadme,
aprovechad la vigilia.
La Luna cambia sin cesar.
Y pronto
despunta el día...
Hermione levanta la vista hacia Ron, el cual sigue mirándola. Ambos se quedan así unos segundos, sin saber qué decir. Vemos una perspectiva de ambos, con la ventana y la Luna llena de fondo. Ron apaga la luz de la mesita, Hermione comienza a irse por la derecha, Ron la coge por el brazo, la trae hacia sí, y la besa.
Se quedan así unos segundos, a mi entender demasiado largos si Hermione no quería ser besada. Ésta al final se separa, mira a Ron con la boca abierta, y va hacia el mostrador. Ron se queda pensativo.
En la casa de los Malfoy. Narcisa y Lucius están sentados en la mesa, uno en cada punto, mientras Draco da vueltas a un lado y a otro.
-No es lo que tú piensas, Draco-le dice Lucius a su hijo.
-Lo que pienso es que los dos os habéis vuelto completamente locos. A ver, ¿cuándo, cuándo planeabais decírmelo, cuando pusierais una entrada de visitas? ¿En qué estabais pensando?
-¿Lo oyes, Lucius? Nuestro hijo quiere saber por qué llevamos un matrimonio abierto. ¿Sabes una cosa, hijo? Yo también. Que te lo cuente tu padre.
-Es muy complicado, ¿entiendes?. Tú madre y yo intentamos arreglar algunas áreas de nuestro matrimonio.
-¡Y un matrimonio abierto es la solución...!-dice Draco sentándose.
-Está bien, admito que me equivoqué...
-¡No hace falta un título de psicología para imaginarse eso, papá!
-Yo pienso exactamente lo mismo...-dice Narcisa.
-Oye, concretamente, ¿cuándo se te ha pasado el enfado? Esto lo has hecho tú, Narcisa, no yo. No estaríamos en esta situación si no la hubieras provocado...
-Me rindo, Lucius, no puedo pedir perdón más veces... Tengo que atender a un colega en el cuarto de al lado.
-¡Mamá, quieta, quédate! Tienes que quedarte, hay que arreglar esto...
-No, debo volver al trabajo, si tengo que continuar manteniendo a tu padre y sus múltiples caprichos...
-¡¡Tú nunca me has mantenido!! ¡¡¡NUNCA!!!
-He estado manteniéndote durante años...
-Hay más de un modo de mantener a alguien, Narcisa. Como apoyarle y darle ánimos, y creer en él. Y no darle la espalda y meterte luego en la cama de otro hombre...
-¡¡PAPÁ!!
-Perdona, Draco...-Narcisa comienza a llorar y sale de la cocina.
-Mamá, ¡espera! ¡¡DIOSSSSS!! ¡¡¡¡¡¡PAPÁAAAA!!!!!!-dice Draco gritando-nunca dejarás de restregárselo, ¿a qué no? Sí, cometió un error, de acuerdo. Yo lo sé, tú lo sabes, ella lo sabe, ha intentado que la perdones, pero no parece que quieras hacerlo. Tienes, tienes que olvidarle de tu ego y perdonarla. Toma una decisión, comprométete, perdónala. Entra ahí y cura a esta familia-Lucius se sienta, y Draco a su lado-arréglalo, aporta una solución.
-No sé cómo arreglarlo, no sé qué hacer... Y no tengo ninguna respuesta, creí que la tenía, pero no-dice Lucius llorando-mi padre, tu abuelo, tenía soluciones para todas las cuestiones. Él me enseñó mucho; me enseño a afeitarme, ¿sabes?, y también me enseñó a conducir... A ahorrar, a levantar una casa... Pero nunca me dijo, nunca me dijo qué hacer si mi mujer me engañaba. No se lo pregunté... No sabía qué... Dioooossss...
Draco se levanta, y le pone una mano en el hombro. Lucius pone la suya encima.
En el porche de casa de Cho. Ella está sentada en las escaleras. Su abuela sale, enfadada.
-Yo ya no sé qué es lo que voy a hacer contigo, muchachita...
-Por favor, no me eches sermones ahora...
-No pienso hablarte de Dios, le dejaré fuera de esto, esto es entre tú y tu abuela. Lo que he visto esta noche es algo que no quiero volver a ver nunca.
-Tenía la situación bajo control, ¿entiendes? No tienes por qué enfadarte conmigo...
-Oh, no estoy enfadada, hija, estoy harta... No pienso permitirte que retomes aquí tu censurable comportamiento de Nueva York, NO mientras estés a mi cuidado, ¡no dejarás de respetarme!
-Un momento, eso no es...-dice Cho sin terminar la frase.
-¡Espera un momento TÚ, Cho! No pienso tolerarte esta reprochable conducta, ¡trátame con respeto! Y actúa como una dama; no seguirás degradándote así, ¡no bajo mi techo! ¡¡Y no mientras yo viva!!-dice la abuela levantándose, y abriendo la puerta-¿¿Es que no te respetas a ti misma??
En el restaurante. Ron está recogiendo unas sillas, Hermione sale fuera y lo ve, lo mira obviamente sintiéndose incómoda. Hermione ve a Draco.
-¡Draco! ¿Qué haces aquí?-pregunta Hermione abrazando a Draco.
-Tenía que salir de esa casa-mientras la abraza, ve a Ron-hola, Ron.
-Hola. Oye, Hermione, ¿por qué no, por qué no te vas? Yo acabaré con esto-dice Ron.
-De acuerdo.
Hermione y Draco se van. Mientras se alejan, Hermione vuelve la vista a Ron, que se ha quedado mirándola.
En la casa de Ginny. Él y Ginny están hablando en la cocina.
-Columbia había ganado a Cornell. Volvíamos a casa, hace ya casi un año. Papá había tomado algún que otro Martini de más, así que mamá conducía... Ron y yo nos peleábamos para que Bill nos hiciera caso. Siempre lo hacíamos para llamar su atención-dice Ginny llorando-y mamá, ella no vio el camión... Por favor no lo cuentes por ahí, porque no quiero que mi madre esté en boca de todos.
-No diré una palabra. ¿Y tu madre está recibiendo ayuda?
-Lo intentamos, estuvo en el hospital una temporada. Papá se marchó y ahora viene una vez a la semana. Vive en Providence, con su negocio, que ahora se está hundiendo, así que está desecho... Digamos que estoy sola. Ron también ayuda un poco, pero yo diría que vive en un mundo fantástico, donde si no piensas en algo, casi te crees que no ha pasado. Mamá no está así todos los días; bueno, a veces está bien, pero nunca se sabe. Y la que puede manejarla soy yo. Aunque a veces resulte un poco duro-comienza a llorar más.
-Ven, ven aquí...-dice Harry levantándose e intentando abrazarla.
-¡No!, no me compadezcas, ¿vale?-dice Ginny resistiéndose.
-Ginny, no es compasión, ven aquí...
-No...
-Ven. Así... Tranquila, tranquila...-dice Harry rodeándola con sus brazos.
Hermione y Draco trepando por la escalera que lleva a la habitación de él.
-Tenías razón en lo de la Luna...-dice Draco.
-¿Sí?
-Sí-dice Draco y viendo que Hermione se va a meter en casa-oye, ¿podemos, podemos sentarnos fuera un par de minutos?
-¿Estás bien? Pareces asustado...
-Es que no quiero entrar en casa. Es como la casa de los horrores...
-Draco, oye, para mí también ha sido una noche rara...-dice Hermione sentándose en el tejado junto a Draco.
-Hermione, vamos a olvidarnos del mundo, ¿vale? Lo único que quiero hacer durante el resto de esta horrible noche es contemplar tu rostro bajo la luz de la Luna, porque eres lo único que me importa...
Hermione cierra los ojos. Después, se besan.
-Eh, mira al cielo. ¿Qué ves?-pregunta Draco.
-¿La Luna?
-No, fíjate en ella, fíjate bien... Y cierra los ojos-Hermione lo hace-ahora, ¿qué ves? Es el hombre...
-¿Quién?-pregunta Hermione confusa.
-El hombre, ¿recuerdas?
-Ah, claro, claro, claro, claro... El hombre de la Luna. Ya, claro...
-Sí.
-Pero, ¡espera!
-¿Qué?
-No es un hombre, Draco. Es una mujer...-dice Hermione riendo. Se besan-¿Draco?-intentando contarle lo de Ron-oye, yo...-Hermione mira a Draco y ve su cara de completa adoración. Lo piensa mejor, y decide no decirle nada-tienes razón, es una Luna preciosa...
Hermione mira hacia la Luna. Draco también.
Narcisa con la mirada perdida, sentada en un sillón. Lucius entra.
-Nuestros invitados han huido despavoridos...-dice Lucius.
-Llegó el momento, Lucius.
-Lo sé.
-Entonces, ¿prefieres que yo...?-pregunta Narcisa pero Lucius la corta.
-Me iré yo.
Ambos se quedan mirando la Luna llena, que, inexplicablemente, se puede ver a través de todas las ventanas de todas las casas de Oxford.
Hermione y Draco mirando la luna. Él comienza a llorar. Se apoya en Hermione, que lo abraza.
Ron leyendo la nota que dejó el cliente, y mirando después a la Luna.
Harry y Ginny todavía abrazados.
Lucius tumbado en la cama.
Narcisa en una hamaca, balanceándose.
Cho llorando en el porche de su casa.
Draco y Hermione. Él sigue con la cabeza en sus hombros. Ella lo abraza y mira a la Luna.
Una Luna llena preciosa es tapada por la niebla.
