El padre de Hermione organiza que su restaurante sirva en una boda, así que Harry, Ginny, Ron y Draco ayudan siendo meseros. En esa fiesta Draco le propone a Hermione volver y ella acepta. Pero no todo es color de rosa, Cho junto con Lavander estaban tomando cerca del muelle, accidentalmente Lavander cae golpeandose en la cabeza, y muere.

Lavader Brown, descansa en paz

Se ve el exterior de casa de Draco, el porche, y la cámara empieza a dirigirse hasta el lateral, donde Draco tiene colocada la escalera que sube hasta su habitación, mientras se oyen las risas de Draco y Hermione y finalmente ellos aparecen en escena, mientras se dirigen a la escalera. Y de vez en cuando se besan.

-Oye, ¿estás seguro de que es buena idea?-pregunta Hermione.

-Mejor no analizarlo-Draco la acerca hasta él y vuelven a besarse.

-No analizarlo-Hermione se acerca al pie de la escalera.

-Ni siquiera discutirlo-los dos vuelven a besarse otra vez.

-Vale, vamos arriba.

-De acuerdo.

Hermione empieza a subir la escalera por delante de Draco. Después se ve la habitación de Draco desde dentro, y la ventana. Ambos no dejan de reírse y entran juntos por la ventana mientras se besan otra vez. Hermione pasa primero y después Draco, los dos se abrazan rápidamente y Draco comienza a besar a Hermione en el cuello, pero vemos que Cho, que está sentada en la cama de Draco con la mirada perdida, muy triste y llorando amargamente. Hermione se da cuenta de la presencia de Cho.

-¿Cho?-pregunta Draco sorprendido. El y Hermione empiezan a preocuparse al ver como se encuentra Cho.

-¿Qué ocurre?-pregunta Hermione.

-Estábamos Lavander y yo en-dice Cho entre lágrimas y aún muy confusa por lo que ha pasado-en el muelle y... y fuimos... arriba y... bebíamos, ella se... se... desplomó y se dio en la cabeza. Cayó al agua... y se ahogó, ha muerto.

Hermione se acerca a Cho y se sienta junto a ella en la cama y la abraza mientras Cho no para de llorar, Draco también se acerca a ellas muy confuso.

.

.

.

Hermione está sentada en el porche de su casa, mirando y pasando las hojas de un álbum de fotos, ve fotos de ella y de Draco y se para ante una foto de ella con su madre. Tiene los ojos llenos de lágrimas por haber estado recordando a su madre. Su padre sale al porche y mira la foto de Hermione con su madre.

-Parece que hayan pasado siglos. A tu madre le encantaba ese vestido, le dije que lo devolviera, era muy caro, pero se compró dos para fastidiarme-dice Mike sonriendo y Hermione sonríe también-así era tu madre. Hermione, ¿ocurre algo?-Mike se sienta enfrente de Hermione.

-El sábado murió una compañera del instituto. Se ahogó.

-Eso es terrible. ¿Erais amigas?-pregunta preocupado su padre.

-No demasiado, no. En realidad, era una pesadilla. Pero me... ha dado por pensar... y recordar.

-Hermione, nunca hemos hablado sobre la muerte de tu madre-Hermione niega con la cabeza e incómoda sin querer hablar del tema se empieza a dar prisa por irse.

-Bueno, es tarde, tengo que ir al instituto. Nos vemos luego-Hermione se levanta y entra dentro de casa para recoger sus cosas.

.

.

.

Cho entra en el instituto y nota como todo el mundo se queda mirándola conforme avanza por el pasillo. Cho llega hasta su taquilla sintiéndose incómoda.

.

.

.

Ron, Cho, Ginny y Harry están en un aula con otros alumnos, todos están sentados formando un círculo. Están en una reunión con una psicóloga para hablar sobre la muerte de Lavander.

-Me llamo Elizabeth, y soy psicóloga, la razón de estar aquí es dirigir una charla sobre Lavander. Sé que para todos ha sido un duro golpe. Pero compartir vuestros sentimientos con los demás os ayudará en el largo y difícil proceso al que denominamos aflicción.

-Quisiera hacer un anuncio. La liga femenina está distribuyendo brazaletes amarillos que llevaremos en memoria de Lavander-dice una chica, Cho hace un gesto de incomprensión por lo que está oyendo y parece enfadada-si alguien quiere uno que me lo pida en la cafetería a la hora de comer.

-Cho, me han dicho que eras la mejor amiga de Lavander. ¿Quieres decirnos a los que estamos aquí lo que sientes ahora mismo?

-No-dice Cho muy seria y al mismo tiempo apenada.

-Es perfectamente lógico. No hay problema-Cho se queda en silencio intentando aguantar las lágrimas-Ginny... ¿Conocías a Lavander?

-Sí, así es.

-¿Puedes hablarnos de lo que sientes?

-Bueno... creo que lo que siento es... sorpresa. Era increíblemente vital y tenía mucho espíritu, ha sido una tragedia-Cho que ha estado allí escuchando muy incómoda y sin nada de acuerdo con la forma en que se están comportando todos, no puede seguir allí escuchando y coge su mochila y sale de clase dándose prisa.

-¿Cho?

.

.

.

La cafetería. Draco está sentado en una de las mesas comiendo. Mira hacia atrás y ve a la chica de la escena anterior vendiendo brazaletes, después llega Hermione que se sienta junto a él. -Gracias por honrar la memoria de Lavander-dice la chica repartiendo brazaletes.

-Draco, tenemos mucho que hablar sobre lo de la otra noche-dice Hermione.

-Hermione, vamos... a... dejarlo tal cual, están pasando muchas cosas y... podemos analizarlo después.

-Vale.

-De acuerdo.

-¿Draco? Lo cierto es que nunca me cayó bien Lavander-dice Hermione.

-Igual.

-En realidad la despreciaba.

-Te entiendo. Oye, Lavander era rara, tan rara como el modo en que murió, todo es raro. No me imagino como será su funeral.

-No voy a ir.

-Ah, ¿no?

-El último funeral al que acudí fue al de mi madre. Mira, ni siquiera he visitado su tumba, creo que ir al funeral de Lavander es abrir una caja de Pandora de emociones que prefiero dejar cerrada.

-Hermione, tu madre murió hace tres años. ¿Cuánto vas a esperar para superar esos sentimientos?

-No... lo sé. Dentro de mí hay una parte que no quiere hacerlo. La de la niña que aún está... esperando a que regrese. Esa niña cree que todo ha sido un tremendo error y que al final Dios se dará cuenta de la equivocación y la enviará de vuelta como hizo con su padre y... tendrá otra vez a su madre. Sé que suena ridículo.

-No, no creas. Es... no, no lo es. La verdad es que es... sólo una falsa esperanza. Con el tiempo tendrás que resignarte-dice Draco.

-Yo no quiero esa resignación. Tú no sabes lo que es Draco.

.

.

.

El lavabo de chicas del instituto. Cho está en el lavabo echándose agua en la cara para intentar limpiarse las lágrimas mientras intenta contener el llanto. Ginny entra para hablar con Cho, después de que Cho saliera corriendo de clase. -Cho... has salido disparada, te he buscado por todas partes-dice Ginny, Cho cierra el grifo y ve a Ginny a través del espejo-¿estás bien?

-Tener que asumir la muerte de Lavander ya es malo-dice Cho entre lágrimas y sollozos-pero veros actuar a todos como si Lavander hubiera sido vuestra mejor amiga es... ¡asqueroso!-Cho se gira, dejando de darle la espalda a Ginny-a parte de mí, Lavander no tenía ni una sola amiga en Oxford.

-Bueno, eso es porque fue...-dice Ginny pero teme continuar.

-¡Una arpía! Vamos, Ginny, dilo. Lavander fue una arpía-Cho va a por un poco de papel higiénico para limpiarse las lágrimas.

-Yo no diría tanto.

-Hace tres días lo habrías dicho, pero ahora que no está lo que haces es elogiar su gran espíritu. ¡Eso es de hipócritas!

-Acaba de morir y no me parece apropiado calumniar su carácter.

-No es una calumnia si es cierta. Créeme, habría sido más fácil para todos si Lavander hubiera sido una persona maravillosa, con grandes... virtudes y cualidades, ¡pero no lo fue! ¡fue un bicho! Y lo menos que podemos hacer es reconocer que lo era-Cho sale enfadada del servicio y Ginny la sigue mientras caminan por el pasillo del instituto.

-Cho, sé que debe ser my duro para ti.

-Estoy ya bastante harta de que todos me traten como si fuera un personaje extraño sólo porque estaba en la escena del crimen. Es curioso. Lavander pasó toda su vida destrozando nuestros frágiles egos por eso caía tan mal a toda la gente. Muy propio de Lavander, hasta en su muerte sigue rodeada de hipocresía.

-Me siento mal, pero intenté acercarme a ella, y todas las veces me rechazó-dice Ginny, Cho deja de andar y se para.

-¡¿Qué ella te rechazó?! Si no la hubieras rechazado en la boda nada de esto habría pasado.

-¿Qué?-dice Ginny sorprendida.

-Tú nos echaste de esa boda, Ginny. Por eso acabamos las dos en el muelle.

-No... digas... eso.

-Mira, lo siento, vale. Quiero, quiero irme a casa-dice Cho arrepentida, se va dejando a Ginny preocupada.

.

.

.

Draco entra en su casa y se encuentra con su madre que está bajando por las escaleras.

-Hola, cielo. ¿Qué tal en el instituto?-pregunta Narcisa.

-Raro. Todos nos hacemos los dolidos, pero en el fondo hay... una extraña sensación de que los enanitos se han librado de la bruja mala.

-Bueno hijo, sé que tienes muchos líos ahora, pero tengo una noticia que darte.

-Parece grave.

-¡No, no, no, no, no! Para nada, es una buena noticia. ¿Recuerdas mi reportaje sobre las adolescentes?

-Sí.

-Bueno, ha ganado el premio televisivo Peil vision a la calidad-dice Narcisa emocionada.

-Ja, ja, ha...-Draco se alegra mucho y la abraza-¡enhorabuena, mamá! Es una noticia genial.

-Pero esa no es la noticia, la noticia es que gracias al premio... me ofrecen un trabajo en la cadena como corresponsal, es...

-Bien-termina Draco.

-... mucho dinero, es... mucho prestigio, es... en Philadelphia-la expresión en la cara de Draco cambia de repente.

-¡Ah! ¿Vas a decir que sí?

-Um... profesionalmente es un gran paso para mí-dice Narcisa y se sienta en las escaleras-es... por lo que siempre he trabajado.

-Pero yo no quiero irme a Philadelphia.

-Lo comprendo cariño. Estás... a mitad de curso. No quiero desarraigarte. Si acepto el trabajo...-Draco se sienta en las escaleras con su madre-supongo que tu padre volvería aquí... y yo... yo vendría siempre que pudiera.

-Y... ¿qué pasa con papá y contigo? ¿Vas a tirar la toalla?-pregunta Draco.

-No es eso lo que quiero. Pero me estoy pegando contra una pared, cielo. Tu padre no tiene ningún interés en que esto funcione. Así que si rechazo esta oportunidad laboral y... no se arregla mi matrimonio... ¿qué tengo?

-Me tienes a mí-dice Draco, Narcisa le mira y sonríe.

.

.

.

Cho está acostada en la cama de su habitación, acurrucada y arropada con una manta. Está triste y pensativa. Grams entra en la habitación preocupada por ella. Toca primero a la puerta.

-Cho, me tienes muy preocupada.

-Estoy muy cansada, sólo es eso.

-Cielo, no puedo decir que me cayera muy bien tu amiga Lavander. Siempre tuve la clara impresión de que se burlaba de mí-dice la abuela, Cho sonríe-lo hacía, ¿verdad?

-No era nada personal. Lavander se burlaba de todo el mundo.

-Pero era tu amiga. Cuesta comprender porque Dios se lleva a alguien tan joven, con tanto que aprender y con tanto que dar. Pone a prueba nuestra fe-la abuela se sienta en la cama de Cho y ella se levanta de la cama.

-Tengo suerte, yo no tengo ninguna fe para empezar.

-Los designios del Señor en verdad son inescrutables, pero forma parte de un plan.

-Si Dios tenía un plan para Lavander, ella seguro que no lo seguía.

-Dios tiene un plan para todos, incluida Lavander, incluida...

-Abuela... no quiero tener ahora una discusión religiosa.

-Oye, es en momentos así cuando debemos...

-Déjalo ya, por favor-interumpe Cho.

-De acuerdo. Pero estoy aquí para ti siempre que me necesites-la abuela se va de la habitación mientras que Cho se queda de pie con la mirada perdida y abrigada con la manta.

.

.

.

Harry y Ginny están en la barra de una cafetería. Harry está pagando lo que pedido mientras habla con Ginny.

-No puedo creer que Cho te achaque esa responsabilidad. Estaba borracha, se cayó y se ahogó. Ya está. No es culpa de nadie y mucho menos tuya-dice Harry animando a Ginny.

-Sí, pero... me porte muy mal con ella.

-¡Ah, vamos! ¿No hablarás en serio? Gracias-Harry se dirige al dependiente y después se van de la barra y caminan hasta una mesa para sentarse mientras siguen hablando-Lavander Brown era una de las criaturas más odiosas que haya pisado Oxford y tú hiciste todo lo posible por ser su amiga. No deberías tomártelo así, Ginny.

-No me digas lo que tengo que sentir, Harry. Si estoy enfadada, estoy enfadada, si me siento culpable, pues ya está. Creo que son sentimientos muy lógicos.

-Sí. Lo siento, es que no me gusta verte así, vale-dice Harry, en el establecimiento entra una mujer que parece algo aturdida y confusa, Ginny se fija en ella y la reconoce.

-¡Oh, Dios Harry! No mires ahora pero acaba de entrar la madre de Lavander-la madre de Lavander se da la vuelta y reconoce a Ginny y se acerca a la mesa donde están sentados ella y Harry.

-¿No te conozco?-pregunta la madre de Lavander. -Eh... Sí, Sra. Brown, soy Ginny Weasley, me llevó a casa una vez.

-Ah... es cierto. Eres amiga de Lavander. Hablaba mucho de ti-dice la señora, Ginny se sorprende.

-Sí. Sra. Brown, siento muchísimo lo que ha pasado.

-Gracias. ¿Vas a venir al funeral?-Harry se sorprende ante la pregunta.

-Sí, claro que iré.

-Ah... Oye, nadie se ha ofrecido a hacer el panegírico y... yo no conozco a ninguna otra amiga suya del instituto. Tú dirás algunas palabras sobre ella, ¿verdad?

-¿Qué?-pregunta Ginny sorprendida.

-Puesto que te apreciaba tanto.

-Claro-sin saber que contestarle y sin poder negarse-claro...

-Gracias-dice la Sra. Brown mientras se va. -¡¿Panegírico?!-dice Ginny preocupa al no saber que va a hacer-ah...

.

.

.

Harry y Ginny caminan por la calle, se dirigen a casa de Lavander, ambos llevan un paraguas porque está lloviendo y además Ginny lleva un ramo de flores.

-No hace falta que hagas ese panegírico. Escabúllete o dile a la madre de Lavander que no puedes-dice Harry.

-¡No! Tengo que encontrar la manera de honrar la memoria de Lavander con sinceridad y con respeto. Su familia se lo merece, Harry. A mí me sirvió muchísimo lo que se dijo en el funeral de mi hermano-llegan hasta la casa de Lavander y se quedan parados enfrente de la casa mirándola.

-¿Estás bien?

-Acabo de caer en que ni siquiera había visto su casa. Es bonita.

-Sí, lo es. Yo estaba esperando un castillo gótico o algo así. Con gárgolas mirándote desde los capitales.

.

.

.

El interior de casa de Lavander. Se ve como toda la entrada está llena de flores y Ginny y Harry entran.

-Vale, es muy morboso. Explícame de nuevo lo que vas a conseguir con esto además de quedarte aún más destrozada-dice Harry.

-Sólo quiero ver su habitación, Harry. Donde se cepillaba el pelo y planeaba su futuro.

-¿Por qué?

-Oye, damos el pésame y... nos colamos en su cuarto.

.

.

.

El muelle desde donde se cayó Lavander. El muelle está lleno de coronas y Cho está allí sentada bebiendo de una botella de alcohol y de pronto enfurecida y frustrada tira una de las coronas al agua.

.

.

.

Ginny y Harry entran con cuidado en la habitación de Lavander.

-¿Y si la madre de Lavander nos viese aquí juntos? Pensaría que estoy aprovechando para retozar contigo-dice Harry en modo de broma.

-¡Shhhh!-Ginny empieza a dar vueltas por la habitación intentando encontrar algo que le sirva, Harry la sigue-dios, esto es tan extraño. Es como si la habitación estuviera esperando a que ella volviera.

-Es espeluznante, Ginny. ¿Podemos irnos por favor?

-Un momento-Ginny encuentra un libro-¡es su diario! Los verdaderos pensamientos de una chica están plasmados en su diario-Harry le quita el diario.

-¡Eh! La gente merece que se respete su intimidad incluso ya muerta.

-No hago esto por satisfacer mi curiosidad, Harry, lo hago por Lavander-Ginny le vuelve a quitarle el diario a Harry y se sienta en la cama-quiero poder hacer un panegírico que... haga justicia a su carácter-Ginny empieza a hojear el diario y Harry se sienta junto a ella en la cama. Ginny empieza a leer-"Querido diario, otro día increíblemente asqueroso aquí en la montaña de Walton. Esa cerda, Cho Chang, literalmente me ha robado a mi novio delante de mis narices. Es una rubia teñida amorfa..." No sé, seguramente tuviera un mal día-Ginny empieza a buscar otra página.

-Sí, claro-dice Harry de forma irónica.

-Bueno... "Querido diario, mi madre me está volviendo loca, la odio un montón, debo ser adoptada, no es posible que tenga los mismos genes que esa bruja seca..."

-Sí, sólo... ¡bah!... otro mal día, ¿no?

-Sí-Ginny busca otra página-bien... "Querido diario, la chica nueva, Ginny, es una... ¡psicópata! ¿Cuántas veces hay que decirle a alguien que te cae mal?" ¡¿Qué?! "¡No capta las indirectas, Dios... y ese novio suyo es un..."-Harry le quita a Ginny el diario de las manos antes de que pueda seguir leyendo, y se levanta de la cama.

-Oye, Ginny. No quiero oírlo. No quiero saberlo-Harry guarda el diario en uno de los cajones-vámonos, ya, por favor.

.

.

.

El instituto. Lucius está en una de las clases revisando unos papeles y Draco entra en clase.

-¿Draco? Estaba pensando en ti-Draco está serio y pensativo y se sienta encima de una de las mesas.

-¡Mm... ¡-dice Draco simplemente.

-Siendo joven mis primeras y escasas experiencias con la muerte fueron... horribles. En fin, la edad no hace que resulte más fácil, pero sí... ayuda a ver la vida con otra perspectiva. Te hace darte cuenta de que tienes que aferrarte a las personas que amas y no soltarlas.

-Hablando de eso... ah... a mamá le han ofrecido un trabajo como corresponsal en Philadelphia-Lucius se queda callado y sorprendido-¿Tienes algo que decir?

-Bueno... la llamaré y le daré la enhorabuena.

-¿Ya está? Vas a llamarla y felicitarla y luego dejar que salga de tu vida. Aférrate a los que amas., ¿eh?-Draco coge su mochila y se va de clase sin decir nada más y Lucius se queda pensativo.

.

.

.

En el restaurante. Hermione tiene la mirada perdida mientras se queda mirando la mesa de billar, parece estar absorta en sus pensamientos mientras recoge algunas cosas de las mesas Y Ron está detrás de ella barriendo.

-Oye... Hermione-dice Ron.

-¿Sí?

-He estado intentando morderme la lengua, pero... la pregunta del millón de dólares tiene que hacerse-simulando que la escoba es un micrófono-¿Qué pasa entre tú y Draco?

-Um... nada.

-Ah, claro nada, os disteis un beso de nada muy sospechoso la otra noche. Vamos-dice Ron.

-De momento todo va a seguir como estaba. Ya tenemos bastantes líos sin añadir nuestra complicada relación, así que...

-De acuerdo. Vale, me lo creo, me lo creo. ¿Y que tal por lo menos?

-Ah... Bien. Obviamente he tenido mucho que pensar estos días. ¿Y tú que piensas de todo esto?

-Ya sé, ya sé que suena algo morboso, pero, no dejo de pensar en el hecho de que... Lavander y yo nos besamos en la fiesta de cumpleaños de Draco. Tal vez, la última persona a la que besó sea yo.

-Se fue con buen sabor de boca-dice Hermioen, Ron la mira sorprendido y se ríe. Hermione se da cuenta de lo que acaba de decir y se echa las manos a la cara riéndose avergonzada. Ambos se ríen-no puedo creer que haya dicho eso.

-Ni yo-Hermione gira la cara tapándosela y sigue riéndose avergonzada. Los dos empiezan a reírse a carcajadas.

.

.

.

Draco está sentado en una clase del instituto con poca luz y viendo en el ordenador las escenas que grabó con Lavander para la película "Días en el río".

-Lamento ser una amenaza para ti y para tu seguridad-dice Lavander en la pelicula-y, y, en, en contra de los que puedan creer todos, no quiero destruir tu vida, intento con todas mis fuerzas no hacerlo-Draco oye como tocan a la puerta y Harry entra.

-Trabajando hasta tarde, ¿eh?-pregunta Harry.

-Sí.

-Tu madre me dijo donde estabas.

-¿Qué pasa?

-No lo tengo muy claro-Harry se sienta en una silla al lado de Draco-la Sra. Brown le pidió a Ginny que hiciera el panegírico sobre Lavander.

-Dios. ¿Cómo se pueden decir lindezas de una bruja como ella?-pregunta Draco.

-Eso pienso yo. Es tan frustrante, Draco. Mira que me esfuerzo en facilitarle todo a Ginny, pero no tengo control sobre cosas así.

-Ah... sé a que te refieres. Por eso estoy aquí.

-Debe ser algo alucinante editar una película en la que una de las protagonistas ya no existe-Draco vuelve a darle a la imagen y ambos se quedan mirando a Lavander en la pantalla.

-En contra de lo que puedan creer todos no quiero destruir tu vida-dice Lavander-intento con todas mis fuerzas no hacerlo-Lavander no puede aguantar la risa y termina echándose a reír-lo siento, tiene comida entre los dientes.

Draco y Harry sonríen al ver la escena y se oye como Draco dice corten en la escena grabada.

.

.

.

La cocina de casa de los Chang. La abuela está cocinando. Cho llega aparentemente aturdida y desequilibrada por el alcohol, se nota además que ha estado llorando.

-Bueno, llegas a tiempo, la cena estará en un momento-Cho se acerca para ver la comida y la abuela puede oler el aliento a alcohol que desprende Cho-Cho, has estado bebiendo otra vez.

-¡No sólo he estado bebiendo, sino que estoy borracha como una cuba!

-Cho, no te hagas esto a ti misma, no ahogues tu pena en alcohol, trata de sentir el dolor, la bebida sólo pone peor las cosas.

-¿Peor? Vamos, ¿Por qué peor?

-Piensa en los buenos tiempos con Lavander. Ella querría que la recordases así.

-Está claro que no la conocías muy bien porque Lavander es probable que esté ahí abajo con Belcebú bebiendo... ¡tequila!, sin parar, y riéndose de todos nosotros.

-Tienes que creer que Lavander está en manos de Dios, él tiene un lugar especial en su reino para los niños.

-¿Ah, sí? Dios tiene un bungaló en el Caribe para chicos muertos-dice Cho.

-Cho

-¡Por última vez abuela! ¡¡No hay ningún Dios!! ¡Y no hay ningún cielo... ni existe la paz y la esperanza! ¡La única verdad... es el dolor, no hay más! Así que guárdate tus fábulas de catequesis para ti, ¡porque me hacen vomitar!

-Oh... ¡te produce placer escandalizar y ofenderme! ¡Estoy intentando comprenderlo todo, pero tú insistes en desobedecer mis reglas y contaminar mi casa con tus irrespetuosas blasfemias!

-¡Así que por fin te he sacado de quicio! ¡Así que tu infinita paciencia y compasión no son tan infinitas! ¿no es así? Oye, ¡¡¡si no puedo ser yo misma y expresar lo que pienso tal vez debería largarme!!!-Cho se va dejando la discusión.

-¡¡¡Cho...!!!

.

.

.

Al día siguiente Hermione y su padre están sentados en la mesa de casa mientras desayunan. Hermione está pensativa y su padre lo nota.

-¿En qué piensas?-pregunta su padre.

-Trataba de recordar a mamá y... no consigo una clara imagen de ella en mi cabeza. Me da mucho miedo, es... como si... se fuera desvaneciendo y... ¿me comprendes?

-Mientras estaba en prisión la echaba de menos. La pérdida unida a la culpabilidad me resultaba casi insoportable. Pero te miro... y sé que ella sigue aquí. Te pareces tanto a tu madre, Hermione. Era dura, independiente y... divertida-sonríe-exactamente como tú, hija. ¿Testaruda? Oh... lo era y mucho. Si le decías que el cielo era azul ella decía que era verde. No se ha ido, sigue viviendo en ti y eso me consuela del todo-Hermione le mira pensativa.

.

.

.

Harry y Ginny pasean junto a la playa.

-Ah... Quedan pocas horas para el funeral y no tengo ni idea de lo que voy a decir-dice Ginny preocupada.

-Invéntate algo. Diles que Lavander era una persona maravillosa que la echaremos de menos y blah, blah, blah, blah...

-¿Qué mienta? Quieres que mienta.

-Pues diles la verdad, que era una odiosa abominación y que el mundo estará mejor sin ella.

-Claro y de ese modo a su madre le dará un infarto y se quedará en el sitio. Ah... Dios, Harry. ¿Qué puedo hacer?

-Yo daré el discurso-dice Harry, llegan a un parador que hay en la playa.

-¿Lo harías por mí?

-Mira, haré cualquier cosa por evitar que te de un ataque de nervios.

-¿Quién dice que vaya a darme un ataque de nervios?

-Si a ti no, a mí me dará un ataque de nervios por vivir las cosas a tu lado.

-¿Lo dices en serio?-pregunta Ginny.

-Bueno...

-Oye, Harry. Ya sé lo que es querer con todo el alma a alguien que tiene bastante propensión al trastorno mental y no quiero ser eso para ti.

-Ginny, ¿qué esperes que haga? ¿Sentarme y verte agonizar? ¿Si estás en peligro como puedo evitar acudir a tu rescate?

-Vale, si me ahogo en el océano, sí, lánzame un flotador. Pero no dejes que los papeles de ambos sean tan concretos. Bueno... yo la indefensa lunática y tú el gran héroe a caballo. Necesito cuidar de mi misma. Voy a hacer ese panegírico. Ya pensaré en algo.

-Vale.

.

.

.

El funeral de Lavander. Hay puesta una gran foto suya al lado del ataúd y se ve como la gente entra en la capilla. Harry y Ginny están sentados en uno de los bancos de atrás.

-No es demasiado tarde para escaquearnos-dice Harry.

-No, Harry. Voy a hacerlo aunque me cueste la vida.

-Bueno, podríamos meterte en el ataúd con Lavander-Ginny se queda mirando a Harry-es broma, olvídalo.

Se ve a Hermione entrando en la ermita, se quita el abrigo y ve a Draco, se dirige hacia él para sentarse a su lado.

-Eh... has venido-dice Draco que se corre un poco para que Hermione pueda sentarse.

-Cógeme la mano-Hermione mira hacia abajo mientras le coge la mano a Draco, Draco no para de mirarla y Hermione le mira con una sonrisa algo apesadumbrada.

En la ermita entra ahora Grams que se sienta junto a Cho y se ve como a Cho no le hace ninguna gracia ver allí a su abuela.

-Ah... la buena samaritana está aquí-dice Cho.

-Cho... no pude dormir demasiado anoche. Espero y deseo que podamos evitar ese tipo de escenas en el futuro. Oye, quiero que sepas que te perdono.

-Abuela, no estoy buscando tu perdón, es comprensión lo único que necesito. Y eso es algo que tú jamás podrás darme.

La ceremonia comienza y el sacerdote empieza a hablar.

-Estamos hoy aquí, para recordar la vida de Lavander Brown, pero antes de empezar me gustaría invitar a aquellos que deseen compartir sus recuerdos a que se acerquen a este púlpito.

La gente empieza a mirarse entre sí y la Sra. Brown se gira y mira hacia Ginny. Nadie se decide y Cho se levanta y camina hasta el altar ante el asombro de sus amigos. Cho sube al púlpito y da un gran suspiro antes de comenzar a hablar.

-Me llamo Cho Chang y era amiga de Lavander. Tan amiga suya como era posible porque Lavander tenía una personalidad tóxica que rayaba en lo radioactivo-la gente empieza a cuchichear ante su asombro y las palabras de Cho-Lavander podía ser cruel y podía ser rencorosa y desde luego podía ser mezquina. Pasaba las 24 horas del día causando muchos problemas y... maquinando calamidades, en general disfrutando con el dolor de otras personas. En la escuela dominical... ¿no enseñan que Dios hizo al hombre a su imagen? Pues si ese mismo Dios moldeó a Lavander a su imagen, ¡¿qué puede decirse de él?!-su abuela se queda mirándola perpleja-dios ha sido siempre un misterio para mí porque... ¿qué clase de deidad concibe un mundo tan lleno de sufrimiento y tan lleno de tragedia? En fin... Lavander me enseñó muchas cosas, esa chica me enseñó a hacer un cóctel de tequila con una mano atada a la espalda y me enseñó a vivir mi vida según mis propios valores y no sólo a seguir a la masa esperando ganar una especie de concurso imaginario de popularidad. Pero sobre todo... lo más importante... es que Lavander me enseñó el carácter sádico de nuestro Dios y aunque se trate de una idea preocupante, ¡es cierta, es real! En un mundo tan saturado de falsedades e hipocresía... por ese fragmento de verdad, por ese poco de honestidad le estaré siempre agradecida.

La madre de Lavander empieza a llorar y se ve como todos se quedan sorprendidos sin saber que decir. Cho baja del púlpito y se dirige hasta su asiento mientras todos la miran. Su abuela la mira enfadada y fijamente y cuando Cho llega hasta ella, su abuela se levanta y sin mediar palabra con su nieta se va de la Iglesia. Cho se sienta y la madre de Lavander vuelve a mirar a Ginny, Ginny mira a Harry, y él le mira intentando darle apoyo. Ginny suspira y se levanta para dirigirse al púlpito.

-Ha... hay personas que me proporcionan consuelo en la vida, cuando las cosas se ponen feas como invariablemente ocurre, puedo contar con ellas como paño de lágrimas, esas personas me recogen cuando me caigo, me abrazan cuando lloro y me animan a seguir porque todo al final saldrá bien. Estoy muy agradecida a todas ellas, son imprescindibles. Pero hay otro grupo de personas igual de imprescindibles e igual de importantes. Son las personas que me desafían, las que me llevan... al borde de mis casillas y me obligan a reunir el valor que desconocía poseer. Lavander Brown fue una de esas personas. Con su propia forma de decir las verdades me dio fuerza, soy una mujer más fuerte gracias a ella. Más fuerte de lo que jamás creí ser. Ella me dio ese regalo, era una chica única, no ha habido nunca nadie como ella y siempre... ocupará un lugar especial en mi corazón.

.

.

.

El funeral en el cementerio, todos están allí reunidos alrededor del ataúd. El sacerdote empieza a repartir flores para ponerlas encima del ataúd. Harry coge una y se la da a Ginny para que sea ella quien la ponga y Draco hace lo mismo con Hermione. Se encadenan varias imágenes de todos y se ve a Cho poniendo otra flor sobre el ataúd. Después se ve como la gente empieza a irse y finalmente el ataúd se queda sólo rodeado por un par de personas.

.

.

.

Draco y Hermione caminan por el cementerio. Hermione está muy pensativa, absorta en sus pensamientos y tiene la mirada hacia abajo.

-Estuve editando mi peli ayer. Me... me puse a ver las escenas de Lavander una y otra vez y me impresionó lo fugaz que es la vida. Descubrí que no quiero morirme dejando experiencias pendientes. No quiero lamentarme por lo que habría ocurrido si hubiese pasado a la acción. Y tal vez... no sea un buen momento para decírtelo, pero Hermione... estoy muy feliz por lo que pasó entre nosotros la otra noche-Hermione sigue pensativa y no contesta-no sé, podría seguir hablando hasta que dijeras algo-Hermione levanta la cabeza y mira a Draco sonriéndole-pero cuanto más hablo más ocasiones tengo de meter la pata, así que...-Hermione le acaricia por el cuello y le besa suavemente para que deje de hablar, Hermione se separa y sonríe a Draco.

-Yo también estoy feliz. Pero ahora... hay un sitio al que debo ir-dice Hermione.

-Entiendo.

-Draco, ¿puedes acompañarme?

-Claro que puedo. -Gracias-dice Hermione mientras asiente con la cabeza.

.

.

.

Harry y Ginny caminan por el cementerio después del funeral.

-Tengo que admitir que me has tenido muy preocupado estos días Weasley. Pero como siempre has conseguido salir adelante con buena nota.

-Creo que necesitaba esta experiencia, Harry. No sé, me ha servido para acercarme más a ti-Harry la acerca a él y apoya su nariz en la frente de Ginny. Ginny mira hacia delante-voy a hablar con ella-ambos ven a Cho sentada sola enfrente del ataúd de Lavander mientras no puede dejar de llorar. Ginny se acerca hasta Cho.

-Ginny-dice Cho hablando entre lagrimas-no encuentro suficientes disculpas. La muerte de Lavander no fue culpa tuya, sino mía.

-¿Qué?

-Yo la invité a salir y yo la emborraché. Pude salvarla.

-No Cho, hiciste todo lo posible. El mar estaba agitado y la corriente era muy fuerte.

-La vi en el agua, era... estaba tan asustada.

-Cho...-Ginny se sienta junto a Cho-no pienses en eso, ¿vale?

-Porque soy débil, porque no puedo asumir mi culpa tuve que desviarla hacia todos los demás, hacia Oxford, hacia ti, hacia... mi abuela, pero...-a Cho le cuesta seguir por el llanto-¡Dios! ¡ese discurso, esas palabras! ¿Por qué dije todo aquello?

-Bueno, yo complazco a la gente y... a veces para conseguirlo tienes que, tienes que ser falsa. Lavander era justo el lado opuesto. Ponía la verdad por encima de todo y es lo que tú hiciste. Era el funeral de Lavander y... tú fuiste... consecuente con su espíritu.

-A veces creo que no es nada apropiado decir la verdad. A veces lo que hay que hacer es cerrar el pico-dice Cho.

-¡Oh Dios, Cho! Lavander escribía un diario, era bastante cruel y si su madre lo encuentra, seguramente la destrozará.

.

.

.

Draco y Hermione caminan por el cementerio. Hermione lleva unas flores en la mano. Draco la mira y ambos se cogen de la mano mientras caminan. Llegan hasta la tumba de la madre de Hermione, y Draco para mientras que deja que Hermione siga sola. Ella se acerca a la tumba con tristeza y Draco no deja de mirarla en ningún momento, Hermione intenta aguantar las lágrimas y se agacha ante la tumba de su madre, pone las flores sobre ella mientras toca suavemente la lápida. Hermione la contempla fijamente entristecida y después se levanta sin dejar de mirar la tumba. Draco se acerca hasta ella.

-Sólo... espero que donde esté sea feliz-dice Hermione.

-Es feliz, te está observando y es muy feliz-Draco le da un beso en el pelo y Hermione apoya la cabeza en el hombro de Draco mientras que él la abraza y ambos se quedan allí observando la tumba.

.

.

.

Cho llega hasta casa y entra en el porche, donde ve a su abuela que está metiendo toda su ropa en las maletas y sacándola fuera de casa.

-¿Abuela?-pregunta Cho.

-¡¿Cómo has podido, Cho?!-dice enfadada y decepcionada.

-Has sacado todas mis cosas.

-Hoy he ido a ese funeral para darte un poco de apoyo y para intentar reparar parte del daño de nuestra frágil relación pero lo único que he conseguido es que te burles sin piedad de mí, en la casa de Dios nada menos.

-Abuela, ese discurso no era para ti, era para Lavander. Y... lo lamento, en serio. Ya sé, ya sé que me equivoqué y... siento mucho haber ofendido tus creencias.

-¡No hablo de mis creencias! Ni de la libertad de expresión, ni de bobadas filosóficas. Hablo de la verdad. Y la verdad es que deliberadamente intentaste herirme en esa capilla. ¡Decidiste soltar sobre mi el dolor y la rabia que sientes contra el mundo!

-Oye. Abuela...

-¿Tú quieres comprensión? ¿Qué tal algo de comprensión a cambio? ¿Qué tal algo de comprensión por mí? ¡¡No por mis creencias, por mí, por tu abuela que te quiere, que lo daría todo, incluso la vida por ti!!

-¡¡Espera, abuela, abuela!! ¡Un momento, escúchame...!

-Deberías vivir en otro sitio, con alguien a quien respetes y está claro que yo no soy esa persona. Todo el tiempo que desperdicias revelándote contra mí no te sirve de nada. Aunque me duela más de lo que sabrás jamás, Jennifer, quiero que te marches, búscate otro sitio-dice su abuela, Cho se queda paralizada sin poder articular palabra. Su abuela entra en casa y cierra la puerta tras ella y empieza a sollozar sin apartarse de la puerta. Después se ve a Cho que intenta contener el llanto y respirando profundamente se queda allí parada.

.

.

.

Ginny entra en casa de Lavander y mira si hay alguien.

-¿Sra. Brown? ¿Hola?... ¿Hola?

Ginny sigue mirando si encuentra alguien, y al no hacerlo sube por las escaleras y entra en la habitación de Lavander sigilosamente y lo más rápido que puede. Llega hasta la cómoda y abre el primer cajón, donde habían guardado el diario, Ginny lo coge y al levantar la cara mira en el espejo y ve la imagen de Lavander detrás de ella, sorprendida y asustada se da la vuelta rápidamente y ve que en realidad no hay nadie detrás de ella. Ginny se queda asustada y preocupada.