La Enfermedad de Snape
Summary: El profesor Snape padece una extraña enfermedad, y es por envenenamiento. Su sustituto para dar las clases, resulta ser... Mientras, el trío intenta averiguar cómo sucede. (Anterior a lOdF)
Disclaimer: Los personajes y demás elementos son de J. K. Rowling (excepto el profesor Bent y el chico solitario).
Genere: General / Action-Adventure
Rating: G
Nota: no toma en consideración los sucesos de 'la Orden del Fénix', ya que lo escribí antes.
Nota 2: Este fict tiene bastante tiempo, e incluso lo había publicado antes (sin terminar). Ahora, lo estoy re-publicando, luego de correcciones en la escritura y algunos cambios.
Nota 3:No sé nada sobre los géneros y lo puse donde me pareció que podía quedar. Se aceptan mejores sugerencias al respecto. (Más notas al fin de la hoja)
Capítulo I: El Gran Descubrimiento
Hacía unos días que el Profesor Snape estaba en la enfermería, sin tiempo de preocuparse por sus clases, consecuencia de una casi constante coma. Los profesores, sabían lo que le estaba sucediendo, pero no podían explicar cómo sucedía.
–Minerva, tenemos que actuar con rapidez y cautela; supongo que, de enterarse, podría aumentar la dosis y matarlo o cambiar el veneno.
–Sí, pero, ¿qué haremos con las clases de Pociones?, ¿las dará usted?
–No, gracias –metió su mano en el bolsillo, y sacó un par de objetos pequeños, de color amarillo, y le ofreció uno a la Profesora–. ¿Quiere un caramelo de limón, Minerva? –Ésta respondió negativamente.– Yo no sé por que nunca aceptan estos dulces muggles, son realmente deliciosos. Parece que a nadie le gustan por ser muggles. ¿Sabe usted algo?, hacen unos dulces deliciosos... Debería probarlos... sólo Arthur probó, y le encantó. –Se comió el caramelo y se calló, lo que la profesora estaba esperando.
–Albus, ¿mando un aviso al Profeta pidiendo un profesor de Pociones?
–No se preocupe, no es profesor de Defensa, no es tan difícil encontrarlo –hizo una pausa mientras saboreaba el caramelo, y continuó–. Ya me encargué yo, mi querida profesora. Empieza mañana, avísele a los alumnos de Gryffindor. Yo me encargaré de Slytherin.
–Está bien.
Y así se despidieron. Ya habían llegado a la puerta del aula de Transformaciones, por la cual la profesora entró.
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Una semana había pasado desde los hechos que acaban de ser narrados. El Profesor Snape seguía en la enfermería, y, cabe decir, no se encontraba mejor. Los profesores estaban terriblemente preocupados...
–Así que, Rudolf, debo pedirte que te quedes un poco más, hasta que las cosas se aclaren.
–Sí, por supuesto, Albus. Me encantará.
–Bien. ¿Un caramelo de limón?
Los alumnos de Gryffindor, Hufflepuff y Ravenclaw acogieron la noticia de que el Profesor Bent continuaba en el Colegio con mucho agrado. Los de Slytherin, por el otro lado, querían que volviera Snape, ya que el nuevo Profesor no los consentía en absoluto, a pesar de haber pertenecido a su misma casa.
El Profesor Bent, era un hombre alto y de cabello color negro y corto. De cuerpo atlético, muy musculoso, había arrancado más de un suspiro por parte de las chicas. A decir verdad, más de una lo consideraba su amor (algunas más coherentes, su amor platónico). También tenía aceptación de parte de los chicos, ellos lo admiraban.
Había sólo tres personas en la Sala Común de Gryffindor, los demás estaban fuera o en Hogsmeade. Ellos no habían podido ir, porque el Profesor Snape les había puesto un castigo poco antes de enfermarse.
Los chicos se encontraban conversando.
–¡Odio a Snape! Es un... –pero no pudo terminar, pues había sido interrumpido por la chica de cabello castaño que estaba sentada a su lado.
–Oye, no es tan malo no poder ir a Hogsmeade, Harry. Ahora, podremos hacer los deberes de Cuidado de Criaturas Mágicas, Transformaciones y Encantamientos; sin contar los de Adivinación, que tienen ustedes... Los de Aritmancia ya los hice. Además, tendríamos que haberlos hecho hace tiempo.
"Bueno, creo que voy a la biblioteca. ¿Vienen?
–No, todavía no. No estoy de humor, creo que daré un paseo por el castillo –fue la respuesta de Harry.
–Yo iré –contestó Ron en un tono de voz que mostraba perfectamente que no quería.
Ron y Hermione se fueron, dejando a Harry solo en la Sala Común. Éste, no salió a dar el paseo por Hogwarts que quería hacer, por pura fiaca. Decidió quedarse donde estaba, pensando.
Comenzó pensando en el Profesor Bent. Realmente le había sorprendido su sonrisa, pues le encontraba algo conocido. No sabía por qué, pero de algún modo, sentía que ya había visto a esa sonrisa. Era una persona bastante singular: había pertenecido a Slytherin y odiaba a un Profesor que había sido alumno de esta casa (lo había manifestado con una mueca de asco cuando se presentó en su primera clase como el suplente de Snape); no prefería a Slytherin, no tenía ninguna preferencia; era agradable, no como Dumbledore o Remus, pero era agradable (lo extraño de esto, es que los de su casa solían ser muy desagradables).
Luego, recordó a Snape. ¿Qué le pasaría? (pese a que no le agradara, tenía una terrible curiosidad) –Ese sueño, me gustaría saber qué quiere decir –por experiencia, sabía que esa clase de sueños significaba algo– Una figura encapuchada, ¿quién podía ser? La figura (que llevaba algo en la mano), pasaba por el Gran Salón y seguía. Quien fuese, si era un alumno, tenía que pertenecer a Slytherin o Hufflepuff.
Estuvo pensando un rato, hasta que calló en la cuenta de que esa persona podía dirigirse a la enfermería, y por lo tanto, podía ser quien estaba envenenando a Snape. Porque él sabía que lo estaban envenenando. Decidió que se lo diría a Hermione y a Ron, y se dirigió rápido a la biblioteca.
–Lo lamento –había chocado con alguien por ir tan distraído.
Afuera, él, estaba solo; no tenía amigos, los profesores le tenían lástima... la verdad, era que eso derivaba en un pésimo año. Cuando subió al tren había supuesto que tal vez no iba a ser la mar de fácil (siempre había tenido dificultad para relacionarse), pero jamás había esperado algo como aquello. Hubiera deseado que alguno de los alumnos fuera su amigo... no uno de los de su mismo curso, ¡eran todos tan inmaduros y arrogantes! Se creían la gran cosa, pero carecían de razones para ello: no sabían nada de Artes Oscuras, no eran muy rápidos, ni suficientemente fríos o calculadores... eran una vergüenza para la casa de Slytherin. Él, prefería a los mayores, que eran más inteligentes y vivos. Sentía ganas de platicar con alguien de algo que no sea las tareas, sólo lo buscaban para eso.
–No te preocupes, Harry. ¿Por qué no estás en Hogsmeade? –dijo el Profesor Bent.
–Porque Snape, nos castigó a Ron, Hermione y a mí antes de enfermarse. –Acompañó la última palabra de un tono raro, cosa que al Profesor sorprendió algo, pero no lo demostró.
–¿Qué hicieron?
–Solamente estuvimos peleando con otros alumnos...
–Bueno, en ese caso, puede que no se haya equivocado tanto, porque los castigos de puntos no sirven de mucho contigo y el señor Malfoy, según me ha contado el Director. Además, no creo que sean muy útiles, para nadie; lo digo por experiencia –sonrió, de nuevo con esa sonrisa. Harry la conocía, pero no recordaba de donde.
–El problema, Profesor, es que Malfoy si está en Hogsmeade. Como siempre, los de Slytherin no tienen la culpa para Snape.
–¡Ah! ¡Sí! Te creo, debe ser muy desagradable... Lo siento, no debo hablar mal de mis colegas –agregó pero sin sentirlo realmente, porque no le importaba hablar mal de Snape, o según él, hablar con sinceridad de él–. Y dime, Harry, ¿A dónde ibas con tanto apuro?
–Iba a la biblioteca a hablar con Hermione y Ron.
–Bueno, creo que no los vas a poder ver.
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Nota 4: Cuando se narran los sentimientos de "el chico solitario", son desde su punto de vista. Está acostumbrado a estar con Slytherins adultos y los de su curso parecen algo vanos en comparación a éstos.
Nota 5: Como dice la nota 1, esto es anterior a lOdF, y, ahora, sé que el sueño que Harry tuvo, no se parece a nada a los de el quinto libro, pero me pareció que cuadraba, considerando los de CdF
Nota 6: Harry ha pensado muchas veces en ése sueño, pero recién ahora llegó a esa conclusión. Podemos decir que antes no lo había encarado desde la perspectiva de que el encapuchado fuera un alumno.
Nota 7: Sobre el título: el descubrimiento no es tan GRAN descubrimiento, pero sólo "El Descubrimiento", hubiera carecido de mayor interés. Se puede tomar como el clásico sensacionalismo de los escritores.
