¡Hola! Ok, debería estar estudiando en lugar de escribir y subir capítulos, pero había prometido éste, y ni siquiera pude esperar a juntar los 10 reviews básicos. Tanto me gusta... :)
Ojalá que les guste a ustedes también, hasta este momento es el capítulo más largo, pero haciendo cuentas, creo que habrá unos aún más extensos. Que lo disfruten. Respondo sus reviews:

Anne M. Riddle : Hola, guapa! Mil gracias por tus reviews, siempre me hacen sentir muy bien :) Y Gracias por tu correo también, perdón que no lo pude contestar, hay tantas cosas que quería contarte. De hecho haré eso mejor porque si lo escribo aquí tardaría bastante, heh. Gracias! Cuidate! Y sigue escribiendo, mujer! Ya quiero que Tom se quede con Lisa!

BB: Jaja, sí que es previo para comenzar algo, y seguimos en un principio. Algo confuso¿no? Jeje, pero se necesita para que la historia funcione bien. Gracias! Besos!

Alici Mlfoy: ¡Hola, guapa! Mil gracias por tu review, que bien que te gusta el fic. Sigue leyendo, y quizá llegue el día en que Draco te cure porque un cuervo malvado te atacó ;)

White Ti99er: ¡Esa Alex! Y mira que te tengo mimada¿eh? Se suponía que me iba a esperar un rato más para subir esot ;) Gracias por todo tu aPOYO jajajajaja. Te cuidas. El lunes te llevo tu pulsera¿va:D

alSuvErAh, entiendo completamente eso de los exámenes, yo por eso no había subido, jeje. Muchas dudas se aclaran aquí, y el resto en lo que siga. Ojalá que te guste este cap. Te cuidas, y gacias por todo!

Jenny/Jade: Sí, lo siento, era demasiado corto! Pero era eso, o que se esperaran otros mil años a que subiera algo más largo. Creo que era suficiente para que le entendieran a esto que sigue. Gracias por tu review, niña! Y tenemos que hacer brujería o algo para que JK cambie de opinión )

CoNny—B: Ah! Me halaga que sigas aquí aunque no te guste la pareja:D A ver si puedo cambiar eso para cuando esta historia se termine. ;) Gracias!

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Máscaras

Capítulo VII: Noche de bruja... y mago (primera parte)

Halloween era una fecha esperada con ansias cada año, pero desde que Dumbledore había anunciado lo especial de este evento, la euforia creció. Los adornos habían sido colocados desde el principio del mes, y cada día que pasaba era marcado en el comedor escrito en una enorme pizarra mágica sobre la mesa de los profesores.

Ese día, sin ser la excepción, Harry, Ron y Hermione hablaban sobre el baile; Ron era el más emocionado de todos porque nunca había visto un baile de Halloween muggle.

—¿De qué se van a disfrazar?—preguntaba con una gran sonrisa. Aún no podía creer que los muggles se disfrazaran para ese día. Y que ni le mencionaran ir a pedir dulces; le podía dar un paro cardiaco.

—Yo no sé. Lo primero que se me ocurra, creo—dijo Harry—. Tengo que conseguirlo apenas.

—¿Y tú, Hermione?

—No sé. Mamá me envió un disfraz, pero creo que le voy a quitar o poner algunas cosas, no me convence del todo.

—Tienes suerte—dijo Ron—. Mamá probablemente me mandaría un suéter y un pantalón de mezclilla y me diría que es suficiente para parecer un muggle.

Los tres se rieron.

—En fin¿de qué es?

—Es una sorpresa—respondió ella—. Tendrán que esperar hasta el sábado para verlo.

—No creo que sea mejor que el tuyo, Ron—se mofó Harry. Volvieron a reírse.

—Oye, Hermione—comenzó Ron, vacilante pero con una mirada traviesa—¿crees poder sabotear el disfraz de Malfoy? Ya sabes, algo así como que termine vestido de mariposa o algo parecido.

Harry estalló en carcajadas, y Hermione tuvo que contenerse o salpicaría a todos de limonada.

—Veré que puedo hacer, pero no prometo nada. Malfoy cierra todo cuando no está, y cuando está, es imposible acercarse a su recámara. Pero si consigo hacerlo, les aviso para que le saquen una fotografía.

El timbre sonó en aquel momento, apagando las risas de los tres amigos, y se levantaron para ir cada quién a sus clases de la tarde. Hermione echó un último vistazo a la pizarra antes de irse. Dos días. Los colores brillantes parpadeaban creando la figura del número y las letras para hacer el anuncio, y al segundo siguiente aparecía una calabaza sonriente de naranja chillón.

Sonrió para sí misma. Ya no faltaba mucho.

ooo

Draco se apareció en la sala común a eso de las ocho de la noche cargando un montón de frasquitos transparentes que dejaban ver líquido de diferentes colores en cada uno. Los dejó en el escritorio junto a una lámpara y se dejó caer en la silla. Hermione estaba sentada en un sillón frente a la chimenea con una taza de chocolate al lado y unos listones en la mano.

—Aquí están todos—anunció él, visiblemente interesado en lo que ella estaba haciendo—. ¿Dónde los dejo?

—Donde quieras mientras no les dé el sol.

—Bueno.—se levantó y se puso a guardarlos en una de las puertas del librero. Después volvió a la silla y recargó su barbilla en su mano, viéndola intrigado.

—Eh... Granger...

—¿Qué?

—¿Qué estás haciendo?

Hermione levantó la vista y se rió divertida. Tomó un listón color palo de rosa y lo entrelazó con uno de color dorado, de apariencia más rígida.

—Luego verás.—le respondió. Era muy divertido verlo así de entretenido y confundido.

—No, en serio, dime qué es.

—Mira, no tengo que hacerlo si no quiero. Y no quiero. Así que vete a hacer lo que tengas que hacer y después verás lo que estoy haciendo.

—Como quieras—respondió él, enfadado—, Sangre Sucia.

—Patán.— devolvió ella sin verse alterada, y siguió acomodando los listones.

ooo

El día tan esperado por fin había llegado. Como era sábado, la mayoría de los alumnos estaban en los jardines del colegio. Las hojas de color naranja caían de todas partes y el pasto, antes verde, tenía ahora un tono amarillo pálido. Completamente otoño.

Harry y Ron estaban afuera jugando quidditch con otros chicos de Gryffindor, no todos eran del equipo. Al fin y al cabo era algo para divertirse, y no para competir todo el tiempo. Hermione los observaba desde la ventana de su torre, recargada en el borde.

—¿Porqué no sales y vas con ellos?—preguntó Draco. Ella se volvió para verlo. Se encontraba sentado en un sillón, con un libro en las manos. Ni siquiera la había mirado al hablarle.

—¿Perdón?

—Has estado casi una hora viéndolos desde aquí. ¿Porqué no vas con ellos?

—Tengo muchas cosas que hacer—respondió, devolviendo su mirada al jardín.

—Yo no veo que estés haciendo nada.

Hermione se retiró de la ventana y la cerró, luego se dirigió a su habitación al tiempo que decía:

—Luego verás a qué me refiero.

—¿Luego?—preguntó, por fin había logrado obtener su atención; la seguía con la mirada—¿Qué tan luego?

—Solo luego.

Entró a su habitación y cerró la puerta tras de ella. Cuanto más cerca estaba la hora del baile, más agitación había en el castillo. Después de la hora del almuerzo todos entraron y se perdieron en sus torres. Algunos iban de un lado a otro, pero la mayoría se quedó en sus dormitorios.

En la torre de los premios anuales, las cosas eran parecidas. Hermione se había quedado en su habitación todo el día, y solo salía de vez en cuando para llevar un frasco lleno de poción azul a la ventana. Una hora después lo guardaba en una caja sellada. Una hora después lo volvía a sacar. Draco se había cansado de preguntar qué hacía, y solo la observaba sigiloso desde su sillón, donde había estado "leyendo" toda la tarde.

Una hora antes del baile, Hermione se encerró por completo; y media hora antes, él se había ido a su propia habitación para cambiarse de ropa.

Cuando ya faltaban cinco minutos, Draco salió de su habitación. Llevaba puesto un pantalón de vestir y una camisa, todo de color negro; un chaleco gris oscuro de seda, y en el brazo, una capa con forro de un gris aún más oscuro. Un hombre rico del siglo XVII. Se acercó a la puerta de Hermione y tocó con el puño.

—¡Eh, Granger¿Ya estás lista?

—¡Casi!—escuchó decir desde dentro.

—¿Quieres darte prisa? Se supone que los ganadores del premio anual llegamos al mismo tiempo.

—Adelántate, yo no tardo. Te veo allá.

—Como sea.

ooo

Harry y Ron bajaron las escaleras y se dirigieron al Comedor, imaginándose qué habría de nuevo. Cuando entraron se dieron cuenta que la decoración se parecía mucho a la de todos los años. Ésta vez había candelabros de bronce colgados de las paredes, con velas de verdad que brillaban en ellos. Se podía sentir su calor, y aunque su luz no fuera tan brillante como las mágicas, su color rojizo proporcionaba al lugar el sentimiento de un castillo medieval muggle.

Estaban las mesas redondas con manteles negros acomodadas alrededor de una pista de baile; una plataforma para la banda estaba cerca de una de las orillas, y velas iluminaban cada rincón. Aquella sería una noche para no olvidar, el solo escenario lo prometía.

Escogieron una mesa no muy alejada de la pista, aunque sabían que no iban a bailar. Ginny fue a sentarse junto a ellos.

—Lindo disfraz, Ginny—comentó Harry. Se había vestido como caperucita roja.

—¿Quién eres?—preguntó Ron.

—Por enésima vez, Ron, Caperucita Roja.

Ron se encogió de hombros y sonrió.

—Ya sabes que no soy muy bueno en eso de los cuentos muggle.

Para Harry todo era bastante común, incluso el disfraz de Ginny y el que él se había puesto. A decir verdad ninguno era muy original. Al enterarse del Halloween muggle que iban a tener, todos consiguieron catálogos de disfraces del mundo aburrido y austero del no mago y copiaron cada uno de los atuendos que aparecían allí.

Él mismo se había vestido de caballero, con armadura y espada de plástico rígido. Ron era Robin Hood, y estaba teniendo problemas al recordar dónde había dejado su arco. No se diga del carcaj.

Los tres observaban a todos los que entraban y admiraban o se burlaban de sus disfraces. Un chico de Ravenclaw incluso de había vestido de hombre mono, con una máscara peluda que apenas le dejaba respirar. Y uno de primer año que estaba en la casa de Hufflepuff se había puesto una sábana con dos hoyos en el lugar de los ojos.

Ni siquiera se dieron cuenta cuando Hermione entró en el lugar y se sentó junto a ellos.

—Lindo disfraz, Harry, hace juego con el mío.—dijo burlonamente, aunque aceptaba que Harry se veía bastante bien en esa armadura falsa.

Ron y Harry se quedaron boquiabiertos, y Ginny se cubrió la boca con la mano para reprimir una risita al ver la cara de su hermano.

Hermione llevaba puesto un vestido color palo de rosa que se ceñía en la cintura y caía suelto desde la cadera hasta el suelo, casi rozándolo. Era de mangas largas que llegaban hasta la mitad de sus manos, y el cuello dejaba ver la parte de arriba de los hombros, pero sin escote. Su cabello era liso (jamás creyeron que pudiera ser posible) con unos pocos rizos en las puntas, y llevaba la tiara que había estado haciendo hacía unos días. Las orillas de las magas eran de color dorado, así como el de la orilla de la falda.

—¿Saben? Hay muchísima gente entrando, y todos están disfrazados¿porqué no los ven a ellos también?

Avergonzados, miraron hacia otra parte; Ginny le guiñó un ojo a Hermione y señaló a Ron con la mirada.

—Te ves... —comenzó Ron. Harry carraspeó—, te ves genial.

—Gracias, tú también. ¿Quién eres¿William Scarlet?

—Robin Hood.—la corrigió—. Pero supongo que el cabello...

—Sí, sí, el cabello—terminó ella, notando su nerviosismo—. Debí suponerlo. Bueno, no estaba tan errada¿no?

Sonrió. Ron se sonrojó y se levantó torpemente de la mesa.

—Voy-voy a preguntar dónde está el ponche.

Cuando se fue, y estuvieron seguros de que ya no los escuchaba, estallaron en carcajadas.

—Muy buena, Hermione—dijo Ginny, con lágrimas saliéndole de los ojos—. Hacía mucho tiempo que no lo veía tan nervioso.

—Fue un accidente.—dijo ella, sonrojándose también un poco. Sabía que le gustaba a Ron desde hacía tiempo, pero no había querido hacerlo sentir incómodo.

Volvió al poco tiempo, con un ligero sonrosado en sus mejillas, pero ya mucho más en control de sí mismo. Estaban en medio de una nueva conversación cuando Dumbeldore hizo su aparición y los hizo ponerse de pie.

—Buenas noches alumnos, y feliz Halloween. Espero que la sorpresa que les hemos preparado sea digna de ustedes y los haga disfrutar de esta linda velada. Antes de seguir quiero decir a cada uno de ustedes que sus disfraces son magníficos. Todos. El baile terminará a las doce—se escucharon abucheos en todas las mesas—, que lo disfruten.

Y si estamos en esta escenografía muggle¿porqué no agregarle sonido muggle? Les presento—y extendió una mano hacia el templete— ¡a Morpheus!

Los aplausos y gritos no se hicieron esperar. La banda de por sí era bastante conocida tanto por su talento como por su buena música. Ni siquiera era necesario mencionar que todos sus integrantes eran metamorfos para que se ganaran el asombro de sus espectadores. Subieron a la plataforma cuatro niños vestidos como tal, dos de ellos cargando guitarras eléctricas (que para sorpresa de todos, eran completamente muggles), uno con un bajo eléctrico, y el otro con un par de baquetas en la mano.

Tomaron sus lugares y agitando infantilmente las manos saludaron al público, que ya estaba eufórico y de pie. Sonrieron, y al tocar el primer acorde de las guitarras, su aspecto cambió completamente al de cuatro jóvenes altos y apuestos que comenzaron a tocar música punk. Para la mitad de la primera canción, la minoría se había quedado sentada.

Su estilo y apariencia cambiaban constantemente comenzando por el punk, pasando por rock, pop, y hasta música de los 70's. Lo más divertido era ver a quienes siempre habían sido magos, tratar de seguir los pasos a aquellos que si bien no eran hijos de muggles, al menos tenían suficiente contacto con ellos.

De acuerdo con la canción y el intérprete original, los chicos de Morpheus imitaban desde su manera de tomar el micrófono hasta el color de cada uno de sus cabellos y las cintas de sus zapatos.

El trío de Gryffindor no se había levantado de sus sillas más que para gritar y aplaudir, pero no habían puesto un pie en la pista. Harry y Ron porque odiaban bailar. Hermione por solidaridad.

—Voy por ponche.— dijo ella, y se levantó.

Fue a la mesa de las bebidas y tomó una copa, que llenó con ponche de color rojo brillante.

—Hola, Granger¿disfrutas de tu noche de Sangre Sucia?

Hermione dejó el cucharón en el ponche y se llevó la copa a la boca. Evitaba mirarlo, y desviaba su vista hacia el templete.

—¿Me vas a ignorar?

—Todo lo que pueda—respondió—. Desaparécete¿sí?

—¿Ni siquiera me vas a decir que te gusta mi disfraz?

Hermione se volvió, aburrida, pero se quedó atónita al mirarlo. Ya se había puesto la capa, y su sonrisa burlona dejaba ver dos blancos y afilados colmillos.

—Un vampiro—dijo ella—. Va bien contigo, sediento de sangre.

—¿Esperas que me ría? El único disfraz que va bien contigo es el de... Sangre Sucia Granger. Esperaba verte aquí cargando algún libro.

—Como ves, no es así.—respondió molesta. Vació la copa y la dejó en la mesa, inmediatamente quedó limpia, lista para que alguien más la usara.

—Oye, oye, no te molestes, tú empezaste.

—Porque TÚ empezaste en primer lugar. Has sido el primero en insultar desde que te conozco. Ahora, déjame en paz—se dirigió de nuevo hacia su mesa, pero él la tomó del brazo.—. ¿Qué no entendiste¡Que me dejes!

La mano que sostenía fuertemente a Hermione por el brazo, se deslizó hasta su muñeca sin soltarla un segundo. Draco la jaló hacia la pista de baile, pero ella se resistió. En ese momento, Morpheus tomó la apariencia de Jet, y comenzó a tocar "Are you gonna be my girl?"

—¿Qué demonios te propones?

—Mira, el que Potter y la Comadreja no sepan bailar, no quiere decir que te tienes que quedar sentada con ellos.

—No bailo porque no quiero.

—Sí, claro. Te he visto con esas cosas orejeras y un aparato muggle cuando rondas por la sala común. Te encanta bailar.

—Se llama CD Player, Malfoy.

Finalmente cedió y lo siguió hasta la pista. Él bailaba sin verla a la cara, y ella también. Solo una canción pensaba, y luego me voy de aquí. De reojo se fijó en Draco y notó que por primera vez en años no mostraba desdén. Él sintió su mirada y se la devolvió. Le sonrió débilmente y siguió bailando.

—Oye, para ser un enemigo de muggles, bailas tan bien como uno.—comentó Hermione.

—Gracias. Tú también.

—¿Hola¿Crees que no hago nada en las vacaciones? También salgo a divertirme.

—No lo dudo.—respondió sarcásticamente mientras se acercaba a ella y la tomaba de la cintura para dar una vuelta.

La canción se acabó y entonces la banda se transformó en Matchbox 20, la tonada de "Disease" comenzó a sonar por todo el comedor, siendo recibida por más aplausos y gritos. Morpheus parecía nunca cansarse.

Aunque no quisieran aceptarlo, se estaban divirtiendo. La música retumbaba en sus oídos y hacía vibrar las llamas de las velas. No escuchaban nada de lo que todos los demás decían, y para escucharse entre ellos tenían que acercarse al oído del otro. Draco parecía haber tomado clases de baile en alguna parte, y le gustaba la música (por mucho que lo negara), se sabía la letra de la canción y la cantaba sabiendo que nadie podría escucharlo.

Ella se reía de sus ocurrencias e intentaba seguirle el paso. Sin darse cuenta, la gente se les quedaba viendo y comenzaban a llamar la atención. Para su suerte, los demás nunca dejaron de bailar para observarlos, por lo que aún pasaban desapercibidos ante algunos.

Por su parte, Ron se había percatado de la ausencia se su amiga desde hacía tiempo.

—Oye, Harry¿dónde se habrá metido esta niña?

—Déjala, ya vuelve. Desde que la nombraron ganadora del Premio Anual tiene cosas que hacer.

—¿A la mitad de una fiesta?

—¿Porqué no? Tal vez se topó con algún chico ebrio y tuvo que reportarlo y llevarlo a alguna parte.

Ron ahogó un grito y señaló a la pista, incapaz de hablar.

—¿Qué?—preguntó Harry, y miró en la dirección en que apuntaba el pelirrojo— ¡Que me parta un rayo¿Qué demonios está haciendo?—y aguzó la vista. Malfoy. No podía creerlo—¿No piensas que puede ser... no sé, algún deber de los que te decía?

—¿Bailar con Malfoy¿Perdiste la cabeza?

—Bueno, los dos son premios anuales¿no? Tal vez los forzaron a hacer eso, como cuando me forzaron a mí a bailar un vals en el torneo de los Tres Magos.

—Tal vez... solo tal vez...—sus orejas estaban de color rojo.

—Ron, no te pongas celoso. Es Malfoy¿realmente crees que él querría algo con Hermione? Ella no, te lo aseguro.

La canción terminó y todos estallaron en aplausos y ovaciones otra vez. Draco sacó su reloj de bolsillo, que lo hacía parecer aún más un vampiro de casi cuatrocientos años. Sin cambiar de apariencia, Morpheus comenzó a tocar "Unwell", para deleite de muchos y tortura de otros.

—Como pensé—dijo él, guardando otra vez su reloj—. Ya casi termina.

Hermione supuso que eso sería todo y se disponía a irse cuando él la detuvo.

—¿A dónde vas?

—A mi mesa.

—¿Ya te cansaste? Que poco aguante.

—¿Qué quieres decir?

Él la tomó otra vez de la cintura, y le acomodó la mano en el hombro.

—Esto casi termina, pero no todavía.—luego comenzó a balancearse y a bailar al ritmo de la nueva canción.

Hermione se sonrojó ligeramente. La última vez que había tenido a Draco tan cerca la había salvado de aquellos cuervos infernales, o había intentado matarla. Nunca había esperado algo como esto. Aspiró inconscientemente su aroma. Cítrico. Por el rabillo del ojo pudo apreciar el cuello blanco de su compañero, más pálido a causa del atuendo oscuro que llevaba. Se fijó en cada detalle, hasta la delgadísima cinta de cuero negro que se había puesto en el cuello. Siempre le había gustado cómo se veía.

Recordó la letra de la canción y quiso concentrarse en eso.

All day staring at the ceiling

Making friends with shadows on my wall

Piensa en la canción, Hermione, se repetía Piensa en la música y la métrica. No pienses en él.

All night hearing voices telling me

That I should get some sleep

Because tomorrow might be good for something

—¿Sabes? Al principio no te reconocí.—comentó él.

—¿No?

Hold on

Feeling like I'm headed for a breakdown

And I don't know why

—No, ya sabes, el cabello.

—Claro, el cabello.

—Te ves bien.

—Gracias—sintió que sus mejillas ardían—. Tú también.

'Contrólate, maldita sea.'

But I'm not crazy, I'm just a little unwell

I know right now you can't tell

But stay awhile and maybe then you'll see

A different side of me

—Tus colmillos son muy ingeniosos. ¿Cómo los hiciste?

I'm not crazy, I'm just a little impaired

I know right now you don't care

But soon enough you're gonna think of me

And how I used to be...me

—Yo también tengo algunos trucos bajo la manga.

I'm talking to myself in public

Dodging glances on the train

—Sí, debí suponerlo.

And I know, I know they've all been talking about me

I can hear them whisper

—Y…—siguió ella—¿tienes que hacer ronda hoy?

And it makes me think there must be something wrong with me

—Sí¿puedes creerlo?

Out of all the hours thinking

Somehow I've lost my mind

Draco había acercado su rostro al de ella y le hablaba al oído para que pudiera escucharlo. Está demasiado cerca pensaba ella Demasiado, demasiado.

But I'm not crazy, I'm just a little unwell

I know right now you can't tell

But stay a while and maybe then you'll see

A different side of me

—Snape dijo que podía haber chicos ebrios. Ya sabes, el ponche. A la mayoría se le pasa la mano, a pesar de lo ligero que está.

I'm not crazy, I'm just a little impaired

I know right now you don't care

But soon enough you're gonna think of me

And how I used to be

—Claro.—respondió ella.

I've been talking in my sleep

Pretty soon they'll come to get me

Yeah, they're taking me away

—Tenemos muchos niños y no quieren ver una escenita. Yo digo que no deberían de estar juntos los de primero con los de séptimo, pero mira.

But I'm not crazy, I'm just a little unwell

I know right now you can't tell

But stay awhile and maybe then you'll see

A different side of me

—Te iban a pedir a ti—continuó— que hicieras ronda también, pero los profesores decidieron que solo los prefectos y yo. En caso de que se necesitara la fuerza.

I'm not crazy, I'm just a little impaired

I know right now you don't care

But soon enough you're gonna think of me

And how I used to be

—¿Creen que no podría haber usado magia?—inquirió ella, un tanto ofendida.

—No, no es eso. No querían que las chicas se vieran involucradas en algo así.—vio la herida en su hombro, aún con el maquillaje no había logrado borrar la cicatriz. Se sintió repentinamente culpable, y solo atinó a acercarse más, casi envolviéndola en un abrazo.

Yeah, how I used to be

How I used to be

Well, I'm just a little unwell

La música comenzaba a desvanecerse. Pronto se terminaría la canción.

How I used to be

How I used to be

I'm just a little unwell

El sonido se fue haciendo más bajo, hasta que terminó por alejarse y dio por concluida la última pieza del baile. Todos se volvieron hacia la banda y aplaudieron con más energía esta vez, porque sabían que ya se iban. Ellos volvieron a sonreír y dieron las gracias. Tanto alumnos como maestros seguían aplaudiendo.

—Gracias—dijo Hermione, volviéndose hacia Draco, pero sin dejar de batir palmas—. Me estaba dando la aburrida de mi vida.

—No hay de qué—respondió el, sonriendo, pero sin mirarla. Ella no pudo evitar admirar su sonrisa y su blancos colmillos. Habría hecho de un perfecto vampiro—. Te debía una por la vez que te ataqué... y los cuervos...—añadió en un tono más bajo.

Ella se rió.

—Voy con los chicos, supongo que no te veré hasta mañana.

—Depende de lo que dure la ronda.

—Bueno, si llegas cuando me haya ido a dormir, recuerda agitar los frascos por última vez. Para mañana estarán listos.

—Sí, señora.—se burló. Y se fueron por caminos opuestos.

Hermione intentó borrar la sonrisa de su rostro al llegar a la mesa de Ron y Harry, pero no pudo. En cambio, quiso ocultarlo con otro tipo de comentarios.

—La banda es genial¿no lo creen?

—Sí, claro—dijo Ron, evidentemente molesto—. Ha de haber sido una muy buena banda para que su música volviera loca a la gente.

—¿Loca?—inquirió Hermione sin entender. Harry se había vuelto hacia otro lado; no quería mirar.

—Sí, ya sabes, se les sube todo a la cabeza. Incluso bailan... con enemigos a muerte.

—Ron¿de qué estás hablando?

Ron bufó incrédulo. Recogió su arco y su carcaj, que le había tomado toda la fiesta encontrar, y se alejó de la mesa un par de pasos en dirección a la puerta. Solo pensaba en salir de ahí.

—Creí que tú eras la lista. Tal vez deberías mejorar un poco tu percepción de las palabras. No tiene caso seguir aquí. Me voy.

Hermione miró a Harry sin comprender todavía, buscando una explicación e implorándole con los ojos que no la dejara así. Ron ya se había alejado.

—Lo siento, Hermione—le dijo cabizbajo—, pero Ron tiene razón. Hasta mañana.

Y se fue también. Ginny se había ido hacía largo rato, y no había nadie más con quien quisiera regresar a la torre. No quería volver sola. Menos tomando en cuenta que Draco no estaría ahí, y si algo pasaba... ¿Y porqué estaba pensando en él? Carajo, como si él fuera a protegerla. Pero¿no había prometido eso¿Protegerla¿Malfoy¿Y desde cuándo él se interesaba por alguien más que sí mismo?

Caminó con la mirada clavada en el suelo hacia las escaleras que daban a su torre. El corazón le latía con fuerza, aterrada de lo que pudiera pasar mientras estuviera sola en ese lugar. ¿Y qué si algo más atacaba en ese momento¿Qué haría entonces? No podía gritar, no podía decirle a nadie. Y de pronto quiso dejarse caer al suelo y llorar con el rostro escondido entre las manos; impotente, sola.

—¡Granger!—escuchó llamar desde detrás—Espera...

Se volvió. Draco se acercaba e intentaba recuperar la respiración. Se recargó en el respaldo de una silla, pasando su peso a la pierna derecha y mirando ligeramente hacia un lado. ¿Qué te pasa, Hermione¡No puedes estar observándolo así¡Es Malfoy!

—¿Qué?

—Solo quería preguntarte, que si no querías volver sola a la torre, ya sabes, por lo que ha pasado, tal vez puedas acompañarnos a la ronda y así volveríamos juntos.

Hermione frunció el ceño.

—¿Te sientes bien? Acabas de pedirme que te acompañe para no quedarme sola.

—N-no hice eso; solo que pensé que... Rayos, Granger, esto no es fácil para mí y lo sabes perfectamente. No hagas las cosas más complicadas.

—Está bien, lo siento—rió por lo bajo—. Muy bien, voy con ustedes, pero con una condición.

—¿Y encima me pones condiciones?

—Ah, claro—respondió arrogantemente—. No quiero que ningún borracho se me acerque. Y también quiero que me expliques porqué está pasando todo esto.

—¿Tiene que ser esta noche?

—Sí.

Draco suspiró resignado.

—Como sea. Vámonos ya para no tardar. No tengo ánimos para ver adolescentes delirantes.

ooo

Había pasado media hora sin incidentes importantes. Un par de parejitas escondidas en rincones, uno que otro chico al que se le había pasado la mano con el ponche, e incluso los seguidores de Fred y George que intentaban hacer una broma frente a la puerta de las cocinas. Habían salvado a un centenar de elfos domésticos de terminar en el hospital con un paro cardíaco.

Cuando terminaron de recorrer la escuela, cada grupo de prefectos se fue por su lado a las torres de sus casas, y Draco y Hermione se encaminaron a sus propios dormitorios.

—Vaya noche.—comentó Hermione.

—Y que lo digas.

Ambos se miraron uno al otro al no ser ellos quienes dijeron esa última frase. Detrás, Ron se encontraba recargado de espaldas en la pared.

—Creí que los disfraces solo valían en el salón.—dijo el pelirrojo.

—Ron¿no deberías estar en la torre de Gryffindor?

—Perdí mi arco de nuevo antes de llegar. Esos bromistas idiotas... Al final encontré no solo el arco sino también una escenita.

—¿Escenita?—Draco estaba por de más confundido.

—Tú cállate, Malfoy, nadie está hablando contigo.

—¡Ron!

—¿Lo defiendes?—preguntó indignado— No puedo creerlo, simplemente no puedo.

—¿Podrías al menos decirme de qué estás hablando?

—¿Cómo puedes decir eso?—resopló— Fuiste tú la que nos dejó para ir a bailar con ese Mortífago.

Draco hizo ademán de saltarle encima, pero Hermione le puso la mano en el brazo para que se controlara.

—¿Cómo me llamaste, imbécil?

—Mortífago—repitió Ron, desafiante, acercándosele lentamente—. Y lo volvería a hacer, Mortífago

Draco ignoró la advertencia de Hermione y avanzó hacia él, retándolo. Ron cerró la mano derecha en un puño y entrecerró los ojos. Luego, añadió siseante:

—Fuiste demasiado lejos, Malfoy. No voy a permitir que esto siga.

Levantó el brazo y le dio un puñetazo en la mejilla. Draco ni siquiera se inmutó, lo tomó por el cuello de la camisa y lo golpeó de regreso. Hermione se llevó las manos a la boca y tenía los ojos desmesuradamente abiertos.

—¡Paren!—suplicó. Se acercó rápidamente a ellos y tomó a Draco por los hombros, haciéndolo retroceder. Al tenerla cerca, dejaron de agredirse, quizá por que no sufriera un golpe perdido.

Cuando estuvo en medio de ellos, colocó una mano en el pecho de cada uno, para mantenerlos a raya. Miró primero a Ron, con el rostro enrabietado.

—¡Tú! Podría reportarte por agredir a un prefecto de alto rango, aunque sea Malfoy. ¡Vete antes de que cambie de opinión! Si tu enojo era conmigo, no tenías porqué meterlo a él.

Ron echó un último vistazo a Draco, como prometiéndole una verdadera pelea en cuanto hubiera oportunidad. Luego la miró a ella, ya no molesto, sino herido. Y después se fue sin decir nada más.

—¡Y tú!—le dijo a Draco una vez que Ron se hubo marchado— No esperes que meta las manos al fuego por ti otra vez. Te has merecido peores golpes. Te sugiero que te controles, porque la próxima vez, no seré yo quien te defienda. Ron puede ser un ingenuo, pero sabe lo que hace cuando de pelear se trata. Tuvo cinco hermanos que lo enseñaron.

Draco se limpió la sangre del labio con la mano y tragó saliva, tratando de calmarse. Aún podría correr y alcanzarlo, y golpearlo hasta matarlo. Miró a Hermione, y sus ojos parecieron cambiar completamente.

—Cada vez estoy más lejos de que me perdones todo esto¿verdad?

—Y continúas alejándote.—le respondió.

Siguieron su camino hacia sus dormitorios, dijeron la contraseña, y entraron como si nada. Sin embargo, no se hablaron en todo el regreso.

—Ahora sí—dijo Hermione—. Me debes más de una explicación. Sugiero que comiences por el principio.

—¿Con eso se saldan las cuentas?

—Tal vez, pero no es muy seguro. Cada vez que pides perdón por cualquier cosa, haces algo mucho peor. Yo digo que vas cayendo por el precipicio.

—¿Y de verdad quieres conocer toda la historia?

—Nada de lo que digas me hará cambiar de opinión respecto a ti, Malfoy.

—¿Nada?

—¿Por qué habría de hacerlo?

Draco suspiró resignado.

—Siéntate. Espero que no hayas planeado dormir hoy. Ésta va a ser una historia muy larga.

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¡Hey¡Aquí la loca de nuevo! Jajaja. Por fin se aclararán todas sus dudas¿no? ) pero hasta el próximo capítulo. Y no desesperen por ese beso. No tarda mucho ;)

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Eledhwen Moonlight Spell