Películas y palomitas.

By Tenshi Lain

Notas en tinta celeste:
1- Estos personajes no son míos sino de Hiroyuki Takei (y demás socios comerciales), yo solo los he cogido prestados para jugar un poco - (y por que en la serie nunca hablan de esta pareja)

2- La historia se sitúa algún tiempo después del torneo de Shamanes y la verdad es que las peleas y luchas no tienen aparición alguna XD

Cap. 7

Pilika abrió los ojos. Le dolía mucho la cabeza y sentía la boca seca. Intentó sentarse en la cama y notó que tenía algo clavado en el brazo: era la aguja del gotero. Miró a su alrededor. Estaba en la habitación de un hospital, la cama de al lado estaba vacía. En la puerta vio a una enfermera.

- Ah, ya te has despertado - le dijo con una sonrisa -. Has dormido dos días enteros.

- ¿En serio? - preguntó muy sorprendida.

- Sí, y él no se ha separado ni un momento de tu lado - dijo señalando el otro lado de la cama. Junto a la ventana estaba Horo horo, profundamente dormido en un sillón -. También ha venido mucha gente a verte. Había un chico con el cabello morado y los ojos dorados que venía a primera hora y no se iba hasta la tarde.

- Ren - dijo Pilika en un susurro -. Mi hermano no se habrá portado mal ¿verdad?

- Pues no - respondió la enfermera sin acabar de comprender.

Horo horo se removió en el sillón y abrió los ojos. Parpadeó un par de veces mientras se desperezaba y se puso en pie de un salto al ver a su hermana despierta.

- ¿Eh, como estas? - dijo algo bajito. Como se le habla a un niño pequeño para no asustarlo.

- Estoy bien - le respondió - ¿y tú? Ese sillón no parece muy cómodo.

- Tranquila estoy bien - dijo mirando a la enfermera disimuladamente, cuando se fue dijo a su hermana - Koloro también estaba preocupada - y la pequeña hada salió de dentro de una bolsa. Con una exclamación de alegría se tiró a los brazos de la chica.

- Yo también me alegro de verte.

- El susto que nos has dado. Cuando Jun nos dijo que te ingresaban casi me da algo.

Siguió un incómodo silencio. Al momento, los dos empezaron a hablar a la vez. Se miraron sorprendidos y se rieron.

- Quería disculparme - dijo Horo horo - siento mucho haberte pegado, no sé lo que me pasó. Estaba histérico y perdí el control. Lo siento mucho.

- No es solo culpa tuya. Yo también me pasé. No debería haberte dicho esas cosas. Perdóname, por favor.

- ¿Nos perdonamos a la vez? - dijo Horo horo con una sonrisa.

- Vale - y los dos hermanos se dieron un abrazo.

En ese momento llamaron a la puerta, los dos hermanos se separaron y miraron quien era. Ren estaba de pie, mirándolos, con una sonrisa en la cara. Se acercó y preguntó a la chica:

- ¿Cómo te sientes?

- Mejor - respondió con una sonrisa, entonces miró a su hermano con la preocupación dibujada en la cara.

- No te preocupes - la calmó su hermano al interpretar correctamente su expresión -, estuvimos hablando largo y tendido. Comprendo que os gustéis y que queráis estar juntos, pero comprende que soy tu hermano mayor y que tengo que velar por ti. Ya sé que eres mayor y que no necesitas que te protejan tanto como antes - dijo Horo horo cuando la chica intentó quejarse -, pero ya sabes que soy muy protector y no puedo evitar preocuparme por ti.

- Ya lo sé - dijo su hermana con una sonrisa - te conozco de toda la vida.

- Bueno - dijo el ainu - voy a la cafetería a desayunar algo, me muero de hambre ¿Necesitas algo?

- No, estoy bien.

- Entonces os dejo solos - dijo saliendo por la puerta -. Hasta luego.

- ¿Verdad que mi hermano es genial?

- Si que lo es.

Horo horo miraba los números del ascensor mientras bajaba. Se dirigió a la cafetería. Pidió un bocadillo y un zumo y salió al jardín. Se sentó a la sombra de un árbol y miró el edificio que tenía enfrente.

- ¿Estas bien? - preguntó alguien a su espalda. Era Tamao.

- Si, Pilika ya está despierta - le informó.

- Me refería a ti.

- Yo también lo estoy. Estuve hablando con Ren y con ella. No puedo oponérmeles, van muy enserio y si lo hiciera perdería a mi hermana y a un amigo. Y no quiero perder a ninguno de los dos.

- Ya veo - dijo Tamao.

Los dos amigos permanecieron en silencio mucho rato contemplando las nubes del cielo.

CONTINUARÁ...