Capítulo 9:
Y así transcurrió una semana. No había pasado nada muy interesante, a excepción de que todo Hogwarts se enteró del noviazgo de Ron y Hermione. Muchas de las admiradoras de Ron miraban con odio a la castaña y los admiradores de ella miraban con rencor al pelirrojo, pero a pesar de esas personas, todas estaban felices con la buena nueva. Se veía venir, esos celos del uno por el otro no eran celos de simples amigos, eran "algo" más.
Ese viernes había empezado a ser uno de los peores de Ginny. En primer lugar mientras se duchaba el agua empezó a salir fría y tuvo que estar media hora con el shampoo en el cabello mientras sus amigas intentaban con hechizos inútiles arreglar el grifo, hasta que Ginny enojada las echó del baño y empezó a llamar a un elfo doméstico, cuando éste vino ella lo amenazó casi de muerte y después que ya había reparado el grifo se fue, así había sido la particular mañana de la pelirroja y si no fuera peor, hoy andaba en "esos días" de cada mujer así que su genio era insoportable.
Se sentó de mala gana en la mesa y sacó una gran tostada y comenzó a comer a grandes mordiscos.
- Gin, deberías calmarte, nosotras no sabíamos como arreglar ese desgraciado grifo y sólo queríamos ayudarte – le dijo Britney al frente suyo que sorbía pausadamente su taza de té.
- ¬¬ Mira, mejor te callas y esto quedará en el olvido¿entendido? Siempre tengo que ser yo la mala ¿verdad? – le preguntó Ginny mirándola con recelo.
- Ok, andas en esos días...Si te sientes mal anda donde Madam Pomprey, de seguro ella te ayudará, porque estás insoportable – aconsejó Britney torciendo los ojos y volviendo a su desayuno.
- ¡Hola, Ginny! – saludaron Harry, Hermione y Ron llegando a la mesa y se sentaron al lado suyo y Ron al lado de Britney que los saludó con un gesto de mano.
- ¿Qué te pasa? – el preguntó Hermione viendo que la pelirroja sólo les había dicho un simple "Buenos días..."
- Pues, hoy mientras me bañaba el agua salió fría, mis amigas de cuarto intentaron arreglar el grifo tenía shampoo en mi cabeza por más de media hora, amenacé a un maldito elfo para que lo arreglase y algo me dice que éste no es mi día... – respondió sonriendo cínicamente.
- En verdad, estás en esos días... – corrigió sonriendo Britney.
- ¬¬ Genial, ventila mi vida privada...- replicó enojada Ginny al ver que los cuatro se reían - Mejor me iré a Historia de la Magia ahora mismo, antes de que todo Hogwarts se entere de que soy una patética que no pudo quedarse en la fiesta de Michael por ser ¡yo! su ex... – dijo entre dientes, tomó sus cosas y se fue como un huracán del Gran Comedor.
- Si que Gin está de malas pulgas hoy – comentó Ron sonriendo.
- Sí, es mejor no hablarle – agregó Hermione.
- ¿A qué se refería a una fiesta de Michael? – preguntó curioso Harry a Britney.
- Larga historia que no puedo contarles – respondió Britney viendo a los tres amigos – Lo siento, pero esto también me incluye a mí, pero no es nada malo – agregó – Bien, yo también iré a Historia de la Magia, antes de que Ginny le grite a Binns de que es aburrido...
- ¿Hizo eso? – preguntó escandalizada Hermione.
- Eh, pues...un día se lo gritó y tuve que taparle la boca y esconderla bajo la mesa para que no la descubriera – contestó Britney sonriendo – Adiós – y se fue a clases.
- ¿Tú te pones así cuando...? – preguntó Ron observando a Hermione.
- No – respondió Hermione.
OoOoO
No sabía Britney cómo Ginny pudo aguantar ese día. Después de la clase con el profesor Binns fueron a Cuidado con las Criaturas Mágicas y la pelirroja le había pegado a un animal de tipo extraño por no comer su ón: No comer su estúpida comida que era pura basura pudriéndose, según Ginny.
Luego había venido el almuerzo y casi mata a Colin por reírse muy fuerte, después Herbología y allí estuvo la zona de riesgo, Britney tuvo que meterle plantas en la boca a su amiga para que no le gritara a la señorita Sprout que parecía un repollo repugnante y todo sucio.
- ¡Pero...!
- No – dijo tajantemente Britney – Quiero que te quedes totalmente callada en Pociones.
- ¿Si no me meterás un caldero en la boca para que calle? – preguntó sarcástica Ginny a su lado.
- Buena idea, podría hacerlo – opinó sonriendo la muchacha – Lo siento Gin, pero no quiero que perdamos puntos sólo porque estés irritable – agregó sinceramente.
- Pero sien un caso hipotético si Snape atenta contra la integridad de mí persona y viola los derechos que tengo y me insulta a mí o a mis amigos¿no puedo defenderme como cualquier persona que tiene derecho a hacerlo?
- Debo decir que es un buen caso hipotético, pero creo que no, eres estudiante – respondió Britney mientras faltaban sólo unos pasos para llegar al aula de Pociones – Esa es la jerarquía; el director, la subdirectora, los profesores, los prefectos y por último los alumnos, así que dudo que puedas defenderte, porque te tiraré hasta el caldero en tu cabeza si es necesario para que calles esa bocota.
- ¿Por qué siempre me tratas tan mal? – preguntó en tono melodramático la pelirroja.
- ¬¬ Te he aguantado todo el día, me merezco la Primera Orden de Merlín por esto... – comentó.
Ya no pudieron seguir conversando, pues habían entrado al aula de Pociones y no querían llamar la atención con su singular tema de charla. Se sentaron en las últimas mesas en la fila donde se encontraban entre mezclados los Gryffindors y Hufflepuff.
Se abrió bruscamente la puerta callando todos los murmullos existentes y el profesor Snape entró con su cara de amargado de siempre, pero estaba mucho más por dar esa clase a Gryffindor y Hufflepuff juntos, sus casas más odiadas en el mundo.
Bien, hoy seguiremos con la preparación de la poción de clase anterior – dijo apoyándose en su escritorio – En el estante están los frascos con sus pociones – informó indicando un estantes desvencijado en la esquina – Que por cierto están todas malas, son una verdadera vergüenza para el mundo.
Todos acostumbrados a sus típicos reclamos absurdos de que eran malos alumnos se levantaron y sacaron sus frascos correspondientes con la poción aún no lista. Después había algunos murmullos de los estudiantes mientras preparaban en su caldero la poción. Mientras, el profesor Snape pasaba mesa por mesa revisando, más bien, sacándole en cara su patética existencia y su carencia de inteligencia para haber tomado Pociones ese año a cada alumno, en especial a los de Hufflepuff.
- Repíteme porque tomé Pociones este endemoniado año... – le pidió Ginny mirando la extraña sustancia en su caldero.
- Porque quieres estudiar para ser periodista – respondió Britney.
- ¿Y de qué sirve Pociones para esa carrera?
- Prácticamente Pociones es obligatoria.
- Cierto, todo sea por mi futuro... - dijo finalmente la pelirroja volviendo a su caldero.
Ciertamente Pociones no era su mejor materia. El líquido debía ser color amarillento, el típico color de la masa de un pastel y sueva. Pero el de ella era color verde pantano, espeso y era burbujeante, todo esto sumado dejaba ver que era asquerosamente inusable esa porquería.
- Señorita Weasley ¿acaso está haciendo la poción que todos hacen? – preguntó irónicamente Snape a su lado.
- Claro – respondió Ginny conteniéndose las ganas de contestarle de mala forma.
- Entonces ¿por qué la suya es verde? Parece de un pantano, y burbujea, eso no está bien...
- Lo siento.
- No se disculpe, con las disculpas no va poder arreglar su falta de capacidad para tomar esta materia – contestó ácidamente él – Me pregunto porqué la habrá tomado si sabía que es una incompetente...
- Perdón, profesor, pero creo que no me debería hablar en ese tono – opinó Ginny observándolo fijamente a sus ojos y todos los de la clase clavaron sus miradas en ella.
- ¿A qué se refiere? Yo me puedo referir a su capacidad académica de la forma en que yo quiera.
- Supongo que no – replicó ella – Si dice que mi falta de capacidad es mala, no me imagino como usted pudo aprobar Hogwarts.
- ¡20 puntos menos a Gryffindor por decir aquello! – dijo empezando a enojarse en serio.
- ¡Patético! Para vengarse de mí le quita puntos a mi casa – replicó Ginny levantándose de su asiento con las miradas atónitas de sus compañeros – Bueno, eso demuestra que usted un cobarde.
- No quiero discutir con una jovencita como usted, que chilla como loca y no tiene nada de cerebro.
- Y usted si que tiene cerebro, además que en esa cabeza tiene un pelo asquerosamente grasiento, de seguro allí hay una selva de piojos incontable...
- ¡100 puntos menos a Gryffindor! – dijo casi tirando humo por las orejas – E iremos con el director a conversar su falta de respeto – dijo observando a Ginny – Levántese.
Después de que Snape dejara encargada de la clase a Britney, que era la mejor en esa materia del curso, se fue junto a Ginny al despacho del profesor.
El profesor Dumbledore se sorprendió un poco por la falta de respeto con Snape, pero también se divirtió un poco al escuchar el relato.
Al final dejaron que la profesor Snape eligiera el mejor castigo y la profesora McGonagall, como jefa de Gryffindor, lo autorizaría.
Ginny se fue directo a la sala común de Gryffindor, pero primero fue donde Madam Pomprey por unos remedios para que se le pasara la irritabilidad de "esos días", al parecer sólo los de sexto sabían su incidente, porque nadie de los otros cursos comentaban su discusión con Snape.
- ¿Y qué castigo te darán? – le preguntó Colin preocupado.
- ¿Castigo¿A qué se refieren? – preguntó Ron junto a Hermione y Harry y se sentaron junto a Ginny y Colin.
- ¬¬ Colin... – dijo Ginny.
- Lo siento, no sabía que venían...Eh, yo me voy a hacer los deberes de Adivinación, adiosito – y Colin se levantó del sillón dejándolos solos a los cuatro.
- Haber, explícanos eso de castigo, Gin – pidió Harry curioso.
- ¿A quién le preguntas?
- ¡A ti! – le contestó enfadada por su actitud Hermione.
- Pues yo no me llamo Ginny, me llamo Acnes – respondió ella sonriendo forzadamente.
- ¡Gin! – dijeron enojados los tres a la pelirroja.
- Vale, pero no quiero comentarios al respecto y tengo derecho a salir escapando después...
- Ok – contestó Ron.
- Pues, ehhh...empezaré por todo el día. Estuve a punto de gritarle a todos los profesores sus malditos defectos y en Herbología me metieron una planta en la boca para que me callara. Lo peor pasó cuando estábamos en Pociones...
- ¿Y? – preguntó Hermione para que continuara.
- El asunto es que...Snape resto 120 puntos a Gryffindor por mi culpa – al decir esto la miraron enojados - ¡Un segundo! él empezó y le grité muchas cosas, hasta llegar al punto de su pelo grasiento y me mandaron con Dumbledore por falta de respeto con un profesor y ahora debo esperar el castigo que me darán.
- ¿Le gritaste a Snape? – preguntó Hermione - ¡Ginebra Weasley! Eso es lo más idiota que he escuchado en mi vida, eres una idiota, nunca pensé eso de ti...Irresponsable, falta de respeto...Argh, me gustaría pegarte en tu cara y deformártela de por vida ¬¬Xxx – ya Hermione entró en su colapso nervioso sobre la integridad de un estudiante.
- Pero¿qué castigo te darán? – preguntó Harry.
- Ni idea – respondió encogiéndose de hombros la pelirroja.
- ¡Ginny! – gritó Britney entrando a la sala común – Esta carta es de Snape, por lo de tu castigo – dijo al lado de ella y pasándole un pergamino enrollado.
- ¬¬ Y empezamos a ventilar mi vida nuevamente... Gracias – y desenrolló el pergamino.
Después que lo leyó con el silencio de compañía, en verdad Ron y Hermione discutían porque ella estaba histérica por esto de la integridad de un alumno y bla, bla bla...Ginny subió su vista y fijó su mirada en Harry.
- Permiso... – se excusó ella y subió a su habitación con las miradas confundidas de los presentes.
- ¿Qué le habrán impuesto de castigo? – preguntó Hermione volviendo a calmarse un poco junto a Ron.
- No sé – respondieron Ron y Harry.
- ¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO¡ODIO A SNAPE CON TODA MI ALMA! – escucharon gritar a Ginny desde arriba haciendo hasta temblar el castillo.
Harry, Ron, Hermione y Britney se miraron preocupados, confundidos y asustados por el medio grito de la pelirroja, pero el más preocupado era Harry ¿Qué le habría pasado a su pelirroja favorita?
Notas de la autora: Hola!! Muajaja, que soy mala con Ginny, bueno, sí. Acabo de hacer lo peor que le podía pasar en este tiempo...Ojalá ya tengan una idea del castigo y las consecuencias que trae éste.
Bien, eso ha sido todo y gracias por los reviews que me han llegado hasta el momento, de verdad muchísimas gracias. Espero por supuesto más aún (que exigente soy, eso no me gustó para nada, cambiémoslo); ojalá me dejen reviews, por favor (ahí sí!).
Besos, adiós!
