Ni Harry Potter, ni Ron Weasley, ni Sirius Black me pertenece. Y a los demás no me importa no tenerlos.

Capítulo 2: Recordando por que te odio.

El Expreso de Hogwarts llevaba mas de 15 minutos en marcha. En el compartimiento número 12, Lily y Bella compraban dulces a la señora del carrito, que acababa de aparecer por la puerta.

-Deme unas 12 ranas de chocolate, 10 pasteles de caldero, 5 empanadas de calabaza, 2 botellas de zumo de calabaza y 3 paquetes de grageas de todos los sabores. ¿Tu que quieres, Bella?- Preguntó Lily

-5 ranas de chocolate, una empanada de calabaza, 2 pasteles de calderos y un zumo de calabaza. ¿te puedo coger unas cuantas grageas?- Preguntó

-Claro

Pagaron a la señora. Esta se fue con una sonrisa. Esa niña pelirroja era su mejor clienta.

-Aun no me explico como puedes comer tanto-Comentó Arabella al sentarse a comer.

-Exagerada, no es tanto- Respondió Lily mientras devoraba un pastel.

-No, que va- replicó sarcástica.

-Es el resto del mundo el que no sabe alimentarse. Fíjate en nuestra compañera Brigitte. Obsesionada con no engordar y casi no come.

-Si come, solo que verduras y fruta.

-Eso no es comer.- Replicó la pelirroja

-Si tu lo dices- Susurró su amiga mientras se masajeaba las sienes.

-¿Te duele la cabeza?

-Si, un poco. Desde que me encontré con Black

-Si quieres duerme un rato. Yo te despertaré cuando estemos llegando. Y prometo no comerme ninguna de tus golosinas.- Bromeó al final

-De acuerdo. La verdad es que estoy un pelín cansada.

Arabella se acurrucó en su asiento, al lado de la ventana. Arrullada por el sonido del tren se fue quedando dormida. Y, en sueños, iba evocando imágenes ya conocidas…

                                                                     ******

Una Arabella de unos 11 años observo a la chica pelirroja a la que acaba de ayudar a cruzar el muro invisible que separaba el Anden 9 y ¾  con la estación de King Cross.

-Muchas gracias- Habló la chica. Su cara siempre sonriente.- Si no llega a ser por ti sigo dando vueltas buscando la entrada.

-Es normal. Si mi abuela no me lo hubiera contado yo tampoco la habría encontrado.

-¿Tu abuela?. No la he visto contigo.

-No ha venido conmigo- Corrigió la niña con una nota de tristeza- Esta enferma y se ha quedado en la cama.

-Oh, lo siento. Espero que no sea grave,

-No lo es, no te preocupes.- Arabella intentó quitarle importancia.-Por cierto, Me llamo Arabella Figg.

-Lily Evans. Mucho gusto.

-Encantada, será mejor que busquemos un compartimiento libre.

-Si, será lo mejor.

Ambas chicas se encaminaron hacía el tren cuando algo pasó…

                                                                     ******

Sirius miraba por una ventana del pasillo, apoyado en el marco. Su ceño aun seguía fruncido. "Es culpa de Figg"- Pensó –"Siempre logra sacarme de quicio. Es insoportable. Mirándome todo el tiempo con esa cara de leche agria. Monny dice que yo siempre la provoco. JA. Nunca me ha podido soportar, desde la primera vez que nos vimos…"

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Desde que Sirius llego a King Cross por primera vez para tomar el expreso que lo llevaría a Hogwarts no había parado de gruñir.

Su mejor amigo desde que tenia memoria, James, lo miraba un poco angustiado. Sabía que Sirius deseaba que su padre hubiese venido a despedirse en el primer día que iría a Hogwarst. Pero un auror tan ocupado como lo era Orión Black no siempre podía hacer todo lo que quería. Ahora, Sirius estaba con el alma en vilo,  preguntándose si la nueva misión de su padre era peligrosa y sin saber cuando tendría noticias de él.

-Sirius, será mejor que crucemos la barrera.

-Si, ya se, James. Vamos.

Ambos niños se dirigieron  al muro entre los andenes nueve y diez. En cuanto cruzaron, vieron el espléndido tren color escarlata. Empujaron sus carritos a un vagón libre.

Entonces, Sirius la vio. Una  preciosa chica de pelo largo y rubio, de unos 17 años, paso por su lado.

Sirius solo desvió la vista un instante, solo siguió los andares de esa venus unos segundos…

Pero fue tiempo suficiente.

PLAF

Arabella cayó al suelo del anden con un golpes seco, después de que Sirius la arroyara con su carrito. Durante un segundo, todos se quedaron quietos. Y después de ese segundo todos asimilaron lo ocurrido.

La chica sintió el dolor apoderarse de su cadera, con la que había aterrizado al duro piso, y de su pierna izquierda, donde le había golpeado el carrito.

-¡Arabella, ¿estas bien?!- Preguntó Lily preocupada.

-Si, eso creo- Murmuró - ¡¿Por que no miras por donde vas?!- Gritó a Sirius

-¡Si has sido tu la que se ha cruzado en mi camino!-Respondió el chico en el mismo tono

-¡¡Eso no es verdad!!. ¡¡Tu me has atropellado!!

-¡¡No es mi culpa si no te fijas por donde andas!!

-¡Sirius!- Le reprochó James- Lo sentimos mucho, chica. Puedes levantarte.

-¡Si!.- Respondió secamente mientras lo hacía -¡Que la próxima vez que tu amigo coja un carrito mire al frente!- Dijo mientras empujaba el suyo junto a Lily en dirección al tren.

-¡Y tu no te quedes en las nubes y te cruces delante de la gente como idiota!- Respondió- Menuda pelmaza. ¿Por qué me miras así, James?

-Sirius, tu tuviste la culpa. Te quedaste embobado viendo a esa chica. ¿Crees que no me di cuenta?

-No empieces, James. Salió de la nada. ¡Fue su culpa!

-Puede. Pero si tu hubieras estado mirando hacia el frente, podrías haberla esquivado.

Sirius gruño.

-Bueno, es mi culpa. ¿Contento?. Deja de mirarme con esa cara tan sería. Ni que la hubiera lisiado.

-El problema aquí, Sirius, es que te has portado como un imbécil. Llevas toda la mañana enfadado y encontraste el momento perfecto para desahogarte con esa chica. Y por si no lo has notado, se ha ido cojeando.

-¿Cojeando?- Preguntó algo afligido.

-Si. Estoy seguro de que le saldrán unos buenos moretones mañana.

-Jo, James. Ya me has hecho sentir culpable.

-Esa era la idea, so tonto.

-Esta bien, esta bien. Tienes razón. En todo. Cuando la vuelva a ver, me disculparé. ¿Me puedes dejar de ver ya como si fuera un criminal?.

-Exagerado-James esbozó una media sonrisa.-Anda, que tenemos que pillar algún compartimiento vacío.

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Arabella despertó mucho antes de que llegaran al colegio. No entendía por que había recordado eso precisamente ahora. Sucedió hace mucho.

-¿Se te ha quitado el dolor de cabeza?- Preguntó Lily.

-Si- Contestó

-Has soñado con Sirius, ¿verdad?

-¡¡¿Cómo lo sabes?!!- Preguntó con los ojos como platos

-Por que no has parado de murmurar, "estúpido Black", "niñato creído" y cosas por el estilo.

-Entiendo. He soñado con la primera vez que me encontré con ese idiota. Ya sabes, cuando me atropelló.

-Oh, si. Lo recuerdo.

-El muy imbécil...- Dijo entre dientes.

-Deja de pensar en eso, Bella. Mira, yo ya he terminado el libro. Cógelo tu.

-Bueno, vale.-Arabella abrió el libro y se puso a leer.

Las poesías eran muy tétricas y escabrosas. Con tristes finales para los personajes, seres amorfos y extraños rechazados por la sociedad.

Y hubo un poema que le llamo mas la atención y que le pareció el mas triste de todos. Era el poema titulado "Chico ancla". Trataba de una sirena que se enamora de un humano. Este no quiere vivir en el mar con ella, así que para obligarlo, se queda embarazada. Pero al quedarse en estado solo para encadenar a un hombre que no la quería, su hijo nació pesado como el plomo y con una cadena en lugar de cordón umbilical, imposible de romper. Al final, el hombre no quiso saber nada de los dos y el niño hundió a su madre en el fondo del océano, donde quedo atrapada, sola con su hijo y los peces.

Arabella sonrió tristemente y acarició la ilustración del libro donde se veía a la madre atada a su hijo de plomo en el fondo el mar. Ese poema se le hacia dolorosamente familiar.

Obligando a su cerebro no pensar en cosas que no quería, otros recuerdos tampoco muy agradables la invadieron…

                                                                     ******

Arabella caminaba por el pasillo del tren, cojeando ligeramente. Se había ofrecido para buscar a la señora del carrito de las chucherías, que aun no había pasado por su vagón.

Lily se negó en un principio, alegando que a Arabella todavía le tenia que doler la pierna, pero esta no dejo que la trataran como a una convaleciente. Había recibido golpes mas fuertes cuando se peleaba con los chicos de su barrio, y ahí estaba, de una pieza.

Cuando la pelirroja vio que no habría forma humana de convencerla, le dio bastante dinero y le pidió que le comprera 10 cosas de cada, explicando que nunca había comido golosinas mágicas, al ser hija de muggles. Arabella aun se preguntaba como podría comerse todo lo que le había pedido.

Entonces escucho una voz familiar salir de un compartimiento cuya puerta estaba entreabierta. Era el mismo imbécil que la había atropellado. La chica se paró.

-Ya veras que lo que te digo será la verdad, James. Voy a salir con todas las chicas de Hogwarts antes de salir del colegio.

-Menuda fanfarronada, amigo.

-¿No me crees?. ¡Hombre de poca fe!. Como le van a decir que no a un chico tan atractivo como yo.

-Ya se lo que te regalare estas navidades. Un poco de modestia.

 -La modestia no va conmigo. Mejor regálame una caja de grageas de todos los sabores.

-Lo pensare. Pero ya hablando en serio, Sirius. Estas de guasa con eso de las chicas, ¿verdad?

-No.-Contestó de manera rotunda. James rodó sus ojos color café a un lado y suspiro.

-Sirius, aun no has llegado a Hogwarts y ya planeas salir con toda chica que se te ponga por delante.

-No, James. Solo con las guapas.

-Sirius, ¿qué vas ha hacer?. ¿Tener una novia nueva cada día?

-No, hombre. Cada semana. Hay que disfrutar bien.

-No vas a tener ninguna novia formal.

-No, James.-Dijo muy serio –No la necesito

Arabella se quedo en shock al oír la conversación.  ¡Ese tipo era un completo subnormal!. ¡Un autentico idiota!. ¡Su meta mas grande en la vida era tirarse a cada chica mona que se le pusiera en al mirilla!. No importaba si era lista o una cabeza-hueca. Y ella que creía que solo existía una persona tan superficial. Le entraban arcadas. ¡Era la personificación de…!. ¡¡AGH!!.

Se fue de allí rápidamente, olvidando el dolor de su pierna y de su cadera.

                                                                     ******

Sirius no sabía por que estaba recordando el primer día que fue a Hogwarts. Recordaba esa conversación con James. Seguía pensando igual que entonces. Una novia te quitaba la libertad. "Mi padre era como yo"- Pensó con un amago de sonrisa –"y al final se caso y se volvió un aburrido. No le hecho la culpa a mi madre. No fue ella. Si no que todas las relaciones serías terminan así. Atarte solo te trae complicaciones."

Miró por la ventana. Era mas de mediodía. Sirius no tenia aun ganas de volver a su compartimiento. Seguía algo molesto con sus amigos. ¡Ponerse a favor de Figg, por Dios!. Si esa siempre había demostrado esas tendencias violentas. Solo había que pensar en cuanto intento disculparse con ella por el incidente del carrito…

                                                                     ******

Los alumnos fueron bajando del tren al llegar a la estación. Sirius diviso a la chica de la trenza negra y se dirigió hacia ella.

-¡Hey, tú!- La llamó –¡La de la cojera, espérate!

-Tu delicadeza es estupenda, Sirius-Murmuró James, pero su amigo no le escucho.

Arabella giró ligeramente molesta. Y cuando diviso quien la llamaba se molesto aun mas.

-¿Qué quieres?- Preguntó de forma cortante.

-Pues veras, quería disculparme por lo de antes. No debí de decirte todas esas cosas.

Ella alzo una ceja, y apretó los labios.

-Tu amigo te ha dicho que lo hagas, ¿no?

-¿Qué…?

-Mira, déjalo. No me gustan las disculpas de dientes para afuera. Ahórrate la molestia- Lo último lo dijo en un tono sarcástico.

-¡Oye, que de verdad lo siento!

-No te creo. No creo que alguien como tu lo sienta de verdad.

-Bella-Susurró Lily a su lado, algo preocupada.

Sirius apretó los puños fuertemente y gruñó por lo bajo. James, que lo conocía muy bien, sabia que eso era señal de que estaba muy enfadado.

-¡Tú no me conoces, no sabes lo que puedo sentir!

-No me hace falta conocerte. ¡Ni quiero hacerlo!

-¡Estúpida prejuiciosa!. ¡La culpa es mía, por intentar disculparme con una marimacho!. ¡Vámonos, James- Sirius se alejo dando zancadas.

-Bella, ¿no te has pasado?.- Preguntó Lily

-Puede. Pero no me arrepiento.

Lily le iba a replicar cuando una voz potente y grave empezó a llamar a todos los alumnos de primero.

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Sirius aun recordaba eso. A partir de ese día, él y Figg se llevaban a matar. Casi se mueren al quedar en la misma casa y no había día en la que no se insultaran. Era inevitable.

Arabella seguía ensimismada. Esos recuerdos no eran los mejores que tenia. Muchas veces Lily le recrimino ese comportamiento con Black, pero no pudo evitarlo. Después  de lo que escucho, no.

Si existía algo que ella no podía aguantar eran a los tipos como Black. Era inevitable.

N de la A: Siento muchísimo haberme centrado en Sirius y Arabella en este capítulo. Se que este fic esta clasificado como un J/L, pero lo puse por ser una de las varias parejas que salen y la que es conocida por todos. Pero mi objetivo es concentrarme en cada relación muy profundamente. Hay múltiples posibilidades (ya sé, Gafitas, ya sé. ¬¬ "eso es plagio")

También estoy pensando en quitar la clasificación J/L y no poner ninguno de los nombres. Depende de lo que ustedes opinen. Así que, por favor, díganmelo.

Fran: Muchísimas gracias. Me alegro de que te guste tanto. ¡¡Me hizo muy feliz tu review, por que fue el primero, ^__^ de verdad, gracias!!.

Cleo Dumbledore: Gracias por el review. Sí, he leído el 5º libro. Pero después pensar, trazar y escribir este fic en mi cuaderno negro (Que por cierto se me perdió y tuve que pasarlo de memoria al ordenador U_U). Estuve muy reticente a publicarlo por eso mismo, pero una amiga me convenció y aquí esta. Como LODF aun no ha salido en español, intentare terminarlo antes.

Andreina: ¡Muchas gracias por los ánimos!. Intentare escribir lo mas rápido posible, ya que me queda poco de las vacaciones y cuando vuelva al instituto no tendré tiempo ni para respirar.

Nisa: ¡Tu review ha sido genial!. No te pasaste de ridícula. A todos nos pasa eso de sentirte parte de un personaje. Y me hace muy feliz ser capaz de mostrar las diferentes personalidades de los personajes claramente. Era justo lo que intento cada vez que escribo y que tú te hayas dado cuenta es el mejor halago que me pudieron hacer.

Nymphadora Tonks: Arabella es una bomba de relojeria con un detonante llamado Sirius Black. Esos son un peligro en un radio de dos metros de distancia. Y Arabella aun no ha mostrado todo su mal carácter. (imagínatelo)