"Comenzando a amar"

"Por Sumire-chan"

Capítulo 2: "Con recuerdos, confusiones, ¿El agua se llevará mis penas?"

- Asali... – susurró Orphen con voz muy queda, que parecía haberse aferrado a su garganta. Cleo lo miró con cierto desconsuelo, jamás había visto ese brillo en sus ojos, reflejaba millones de emociones unidas por lazos muy finos, transparentes. Nadie podía tener ese efecto en él, claro, a excepción de la mujer de cabellos violáceos...

- ¿Crillancelot? - preguntó ella con cierta confusión, sonrió y prácticamente se lanzó a sus brazos, mientras que los demás descubrían a un niño pequeño de cabellos azulados oscuros aferrado a sus polleras.

- ¿Cómo estás Childman? - le preguntó Ellis con una sonrisita muy dulce.

- muy bien - le contestó quedamente - ¿Vamos a entrenar?

Ellis miró de reojo a Artia, él negaba con la cabeza. El pequeño estaba mal acostumbrado a que ella siempre le entrenaba y le ayudaba con sus poderes, pero Asali no estaba muy conforme de que él se especializara en la magia y por eso, ya no quería que nadie le entrenase. Asi, ese no era más su trabajo. Además, tenía sus propias prácticas, que estaban a punto de comenzar.

- Ehm... ya hablamos de eso Childman, tu madre te explicó - contestó la muchacha de cabellos castaños. Miró un reloj en la pared y su mente se paralizó - maestro, ya es hora del comienzo de nuestras clases.

- Sí, ya sé. Pero tu quédate y enséñales a nuestros visitantes la torre, ha cambiado mucho, ¿Saben?

Artia se fue a dictar sus entrenamientos al resto de los alumnos mientras que dejaba que el resto se acomodase.

- Orphen y yo iremos a dar un paseo, yo misma le enseñaré la torre - se excusó Asali tomándolo del brazo- Childman, vé con Ellis, ¿Si?

- como desees... - contestó de mala gana y corrió a alcanzar a su ex maestra que ya se estaba marchando, acompañada de Majik y Cleo. Esta estaba un poco decaida, miró de reojo a la pareja recién reencontrada y bajó la vista de golpe, se sentía como si apenas que tocaba el cielo alguien la jalaba al tierra bruscamente. Por un momento, había dislumbrado una posibilidad para un amor que siempre se negaba y trataba de ocultar tras las peleas, pero estas solo causaban más y más dolor. Así no tenían que ser las cosas.

- ¿Estás bien Cleo? - preguntó una voz cercana.

- ¿uhm? ¿Me hablabas?

- Cleo, ¿qué pasa? - indagó Ellis preocupada, había estado llamándola por horas, Majik y Childman se habían retirado a ver los entrenamientos, así que habían quedado solas, pero su compañera no respondía - ¿Estás preocupada por algo?

- No, por nada - contestó con desgano.

- ven, quiero mostrarte algo.

La jovencita la tomó de la mano y prácticamente la arrastró a un salón que parecía como todos, pero al abrir la puerta se encontraron con un inmenso jardín lleno de flores de distintos tipos y tamaños, una fuente central donde el agua fluía cristalinamente y regaba toda la extensión como lluvia, manteniéndola siempre verde.

- si no deseas mojarte, podemos ir a otro lado - le aseguró Ellis.

- oh no, está bien.

Cleo se acercó hasta donde el agua le caía suavemente sobre los cabellos rubios, las finísimas hebras se iban apegando a su cuerpo de manera muy estrecha, recorriendo sus hombros y la tela suave de sus ropas. Se relajó tranquilamente, le recordaba aquella vez en que había salido bajo la lluvia, sin paraguas, buscando a Orphen y le había ofrecido uno de sus pañuelos. Era uno de esos días cuando él estaba muy angustiado por Asali, ese día... él la había mirado con ojos de odio, de rabia, mucho rencor. Siempre pensó si realmente estaban destinados a ella esos ojos marrones nublados.

- otra vez estás ida, ¿puedes contarme? - preguntó Ellis sacándola de sus pensamientos, esta estaba toda empapada también.

- Sentémonos, ¿si? - sugirió Cleo acercándose a una banca donde el agua no llegaba, pronto comenzó a sentir un poco de frío así que Ellis formó una bola de fuego que comenzó a secarlas - estoy... preocupada - confesó.

- ¿de qué? Pensé que estabas feliz viajando con Orphen y Majik por todos lados.

- sí, soy feliz, por supuesto que lo soy. Pero... ¿Nunca has pensando que algo le falta a tu vida? O que de pronto te sientes demasiado extasiada por las cosas que ves a tu alrededor y muy triste después cuando te das cuenta que no las tienes.

- ¿A qué quieres llegar?

- siempre he visto que todos consiguen un poco de amor, ¿pero yo? Yo no lo tengo. Nadie nunca se ha interesado realmente por mí. ¿Es que soy muy fea?

- ¡oh claro que no! Ja, ja, ¿De qué estás hablando? ¡¡¡Si eres hermosísima!!! ¿Estás así por Orphen?

¿Tan Obvia era? Y si las cosas eran así... ¿porqué él no se daba cuenta que cada vez se enamoraba más y más de él? Desde hacía tanto tiempo... Rió.

- hasta tu lo notas.

- bueno, en realidad no es algo que salga fácilmente a la luz. Pero preferí dar esa primera opción antes de pensar que fuera Majik.

- ¿te gusta no?

- uhm... por un tiempo estaba segura de ello - se sonrojó un poco, mas su expresión casi seria no cambió - ahora ya no lo estoy tanto. Hemos estado mucho tiempo lejos.

- Quizás ahora lo descubras.

- Sí, ha llegado el tiempo para descubrir mis sentimientos. Y tu tiempo... - le sonrió alegremente - para que te dejes amar e intentes luchar por su amor.

Estuvieron un rato ahí hasta que Ellis la acompañó al patio de entrenamientos, estaban ligeramente más secas, aunque sus cabellos aún se pegaban a sus ropas, y estas, a sus formados cuerpos, moldeando curvas y atributos femeninos. Los chicos las miraron el camino hasta la llegada a donde estaban Majik y Childman.

- ¿Siempre te miran así? - preguntó Cleo divisando a los dos que presenciaban las prácticas con interés.

- sí - contestó secamente la otra - no me gusta, me enfado y aún así yo les parezco atractiva.

Cleo rió y vió con cierta pena la figura de Orphen abrazada a Asali caminando por un pasillo de la torre de los colmillos que desde allí se divisaba.

- no te preocupes, Asali... bueno, yo no creo que esté enamorada de él - intentó en vano tranquilizarla. Luego, se acercaron a los dos observadores.

El rubio hechicero se le quedó mirando por un largo tiempo, ¿Cómo podía ser tan bonita? Sus ojos esmeraldas-azulados, su cabello castaño aún aromático a cerezos, sus curvas, ese cuerpo tan deliciosamente impactante, esa sonrisa que tenía grabada desde hacia mucho tiempo en su mente y a la vez ese carácter que se mostraba indescifrable. Se quedó callado tragando saliva con pesadez hasta que ella llegó a ellos.

- Vamos a ver los cuartos, ¿Vienes Majik? - preguntó Ellis. Él asintió y Childman también los acompañó.

La magia de estar junto a ella se perdía un poco junto a los otros dos, pero aún así, no todo tenía que salir perfecto. ¿Cómo iba a esperar un momento a solas cuando acababan de llegar? ¿Algún día lo tendría? Lo esperaba con ansias, simplemente deseaba saber si ese sentimiento que guardaba en su corazón era verdadero, si ese palpitar y esa respiración dificultosa no eran más que algo pasajero.

- este es tu cuarto, Majik - comentó Ellis mostrándole una espaciosa habitación con dos camas contra la pared, en la que había una ventana y una mesita de luz bajo ella. Era bastante humilde, pero había incluso un armario y un espejo circular. - lo compartirás con Orphen ¿De acuerdo?

- Sí, ¿y tu Childman? ¿Dónde duermes?

- Es una habitación con mi madre - explicó - estás más allá, en el sector donde está la de Artia.

- El los protegerá en caso de algún ataque - comentó Ellis - así lo decidió el consejo cuando ellos llegaron por primera vez aquí.

- Quieres decir... ¿Han venido muchas veces antes?

- oh sí, Majik, pasan la mayoría del tiempo en la torre. Asali se está apegando mucho a ella. - abrió otra puerta, era un cuarto muy femenino, con dos camas de cubrecamas con tonos suaves, unas cortinas decoraban la ventana mediana y bajo ella había otra mesita de luz idéntica a la del otro cuarto. Había un velador en ella y una fotografía, inmediatamente Majik se fijó en ella.

Era de un día común en la torre, estaban Artia y ellos dos, parados frente a la puerta del lugar, sonriendo, juntos. En esos tiempos, Ellis tenía el cabello mucho más corto y se parecía más a un muchacho, su voz también había cambiado y su forma de ser, ligeramente. Cuando ella notó ese detalle entró en el cuarto tapando la visión del portaretrato.

- este será nuestro cuarto, Cleo. Espero que no te importe compartirlo conmigo.

- No, claro que no - dijo la rubia dejando su bolso en la cama que la hechicera le indicó como suya.

Las paredes estaban pintadas de pasteleas, había un armario con ositos de felpa, un paraguas de papel bastante viejos, algunas aves de Origami, hechas en diferentes colores. Una lámpara más grande y un espejo de marco grueso negro. En una pared vacía había un retrato de Ellis sonriendo, apoyado en ambas manos, reflejaba mucha vitalidad, además una perfecta pintura.

- ¿y eso? ¿Quién lo hizo?

- U-Un amigo - titubeó sonrojada - es mago, estudia aquí también.

- ¿Si? Me gustaría conocerlo.

- Luego te lo presento si gustas.

Ambas sonrieron y Majik se sintió morir de celos, era la primera vez que los experimentaba, así que no estaba seguro de que eso fuera el escalofrío que recorrió todo su ser, sus labios apretados, sus dientes incrustándose en la piel, casi cortándola. Sus manos fuertemente unidas, sintiendo como la rabia y la impotencia de no haber actuado antes le remordían el corazón.

Pocas horas después, llegó al noche y se acostaron a dormir en sus respectivos cuartos. Ellis se había portado bastante extraña antes de dormirse, pero Cleo casi no notó su cambio, se sentía muy mal, no había visto a Orphen desde que llegaron, él había permanecido con Asali todo el tiempo, sin pronunciarle palabra alguna. Es más, a nadie. Y ella, lo mismo, ni siquiera a su hijo. ¡¿Qué clase de madre era?! Debía admitirlo, estaba celosa. Fue en eso en lo que pensó, antes de quedarse profundamente dormida, demasiado agotada como para seguir meditando su situación.

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Majik salía de la cocina bastante aturdido, pese a las explicaciones de la hechicera castaña, es decir, de la joven Ellis, le había costado encontrar el lugar y tomar su deseado vaso de agua. La próxima vez, no sólo la miraría embobado, con el romance de un jovencito, si no también escucharía atentamente sus palabras, cada una, guardándola en su memoria. De pronto... una figura le sacó de sus pensamientos, apenas si lograba distinguirla en la oscuridad ya que llevaba ropas de negro. ¿seguirla o no seguirla? Optó, por supuesto, por la primera opción. ¿Quién en su sano juicio volvería a la cama sin descubrir lo que sucedía?

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Leki se lamió la mano tendida de Cleo, que dio su cuarta vuelta luego de despertar de golpe. Sin hacer el menor ruido para no despertar a su compañera de cuarto y dejando a la gatita cómodamente dormida sobre su cama, salió somnolienta hacia una de las estancias que Ellis le había mostrado por la mañana. Más precisamente, al jardín.

El agua era como un baño suave y relajante que recorría su cuerpo, como si se llevara sus problemas y la limpiara totalmente, dejándola tranquila. Una paz que no había logrado encontrar desde que comenzaba a sentir algo más que amistad por ese hechicero usurero.

- ¡¿QUÉ HACES TU AQUÍ?! - gritó una voz a sus espaldas.

Fin del capítulo

Bueno, si, me tardé mucho. Ya lo admití no? En fin, quiero agradecer profundamente a mi queridísima reviewer, la única por cierto, Cleoru Misumi. Me alegro que te guste y que le veas futuro, eres la primera y la única... jiji así que te doy millones de gracias y lamento la espera, es que se me había escapado la inspiración para este fic. Pero como ya volvió... aquí está el segundo cap. El tercero.. espéralo pronto.

A todos los que leen mis fics, advierto que estoy de clases, así que no sé hasta cuando podrán contar con mis caps. Sólo tengo que subirlos, es que ya los tengo hechos (de este no, lamentablemente, me cuesta escribir cuando no tengo imágenes que amplíen mi imaginación. Las de Orphen me las borraron todas cuando cambiaron el Windows de mi PC. )

Si alguien tiene imágenes por favor mándenlas a sumire_chan88@hotmail.com ¿ok? Se las voy a agradecer de por vida, jaja. Quizás podamos intercambiarlas por algunas de otra serie, o no sé... sólo avísenme ¿sip?

Nos vemos.

BAI CHA

¡¡Eso es todo amigos!! ^^U

Sumire-chan

Naitemo iiyo donna kanashimimo tsubasa ni kawarunosa sono mune de