"Comenzando a amar"

"Por Sumire-chan"

Capítulo 4: "Sentimientos que intervienen a la hora de pelear"

Orphen miró de reojo a su compañera de charla, sus ojos brillaban y hablaba fluida y alegremente, moviendo sus manos, haciendo gestos y sonriendo. Él no decía nada pero tampoco se abstraía lo suficiente de la conversación como para no escucharla, pues ella se daría cuenta, lo conocía demasiado.

Él se perdió en esos ojos profundos cuando ella se detuvo en seco y le sonrió.

- estás preocupado por esa niña, ¿no?

- ¿Qué? Lo siento, Asali. No te escuché. ¿qué decías?

- Nada... Crillancelot, ¿puedo preguntarte algo?

- Sí, claro.

- ¿Qué significa esa chica, la rubia, para ti?

Los ojos del hechicero se ensancharon. Cleo... susurró en su mente. Había sólo dos cosas que él tenía perfectamente en claro: la primera era que Cleo, ante todo, no era la niña a la que asali se refería, si no una mujer hermosa e int... ¿Hermosa? ¿Cuándo él tenía eso en claro? Bueno sí, eso estaba claro, la rubia era muy bella pero eso a él no le cambiaba nada. La segunda... que Cleo era muy importante y especial para él.

- ¡¿Hola?! ¡¿Orphen?! - musitó Asali moviendo sus manos frente a él.

- Sí, te estoy escuchando. B-bueno, Cleo es mi amiga. Una de mis mejores amigas - se encogió de hombros - la única diría yo. Claro... aparte de ti. Eso es todo.

- ¿Seguro?

- ¿a dónde quieres llegar?

- A ningún lado, a ningún lado - canturreó.

Él la miró con cierta incredulidad, ¿qué quería decir con ese tono de voz? Sacudió la cabeza, tenía que ir con cuidado para que esas ideas no le afectaran.

.........................

Ellis estaba sentada sobre la muralla que rodeaba la azotea del edificio, con sus pies colgando en el vacío y su mirda fija en el cielo.

Bajo ella, su clase estaba en prácticas; ella estaba suspendida por unos días debido a su toma de decisiones en cuanto a los demonios. Así que ni ella ni Kenichi podían entrar a prácticas. Por su parte, Ellis escuchaba el ruido que las bestias hacían al llamarse, programando un nuevo ataque. ¿Cómo podía encontrarse tranquila con respecto a eso?

Cerró los ojos, el viento susurraba... la torre de los colmillos no durará mucho en pie.

Sí, aunque Artia y Leticia no quisieran creerle, los demonios hacían todo eso porque querían hacer que la gente desconfiara de los hechiceros de la torre, por eso muchos pueblos vecinos estaban contra ellos; decían que desde allí comandaban a los demonios.

Se bajó de la muralla y comenzó a caminar, escuchando, mucho más atenta... ¿quieren la muerte? ¿Porqué atacan sin sentido? Nuestro lema es la venganza.

Hacia tiempo que ella escuchaba las pláticas de los demonios, que podía sentir su poder emanando de sus cuevas, de sus escondites, que sabía perfectamente lo que planeaban hacer. Aún así, no había podido defender a los hechiceros que resultaban heridos de las batallas. Entre ellas, Cleo, quien no era una hechicera, pero estaba en cama aún, siendo curada por Artia cada tres horas, perdía energía considerablemente.

Ella tenia que hacer algo.

- Ellis - la llamó una voz y ella se volteó para encontrarse con hermosos ojos celestes y un cabello castaño muy claro, casi rubio.

- Hola, Majik, ¿no estabas en prácticas?

- Quise venir a hablar contigo, te ví desde abajo.

- Estoy castigada - explicó sentándose contra la muralla - Ellos se creen que eso detendrá a los demonios, pero no funciona. ¿acaso piensan que yo tengo algo que ver?

- No, ¡estoy seguro que no piensan eso!

- Es inútil que trates de convencerme. Por su culpa la torre de los colmillos encontrará su desceso en esta batalla.

Y salió de allí, pero él no se quedó asimilando sus palabras, si no que la siguió.

- ¿Qué quieres? ¿Porqué me sigues?

- Quiero saber porqué estás tan hostil conmigo, desde que llegué, ¿acaso te hice algo?

- Nada, nunca hiciste nada. Ahora déjame, quiero estar sola.

- ¡Ellis!

- ¡¡Que me dejes!!

Él no lo hizo, la tomó por la muñeca y la acercó a su cuerpo enlazando ambos cuellos con un collar, eso los mantendría unidos.

- Si intentas separarte recibirás una carga eléctrica.

- ¿Qué? ¿D-de dónde sacaste eso?

- Mmm... un regalo de un viejo anciano. Ahora hablaremos, no podrás huir más de mí.

Con todo el enfado del mundo, Ellis trató de zafar pero una corriente eléctrica recorrió todo su cuerpo, y la hizo caer, Majik se unió a ella. Prácticamente la arrastró hacia su cuarto, del que no estaban muy lejos, y la sentó en un rincón, acercándose a ella y rodeándola con sus brazos. La acunó en su pecho y le habló con dulzura al oído.

- Sólo quiero saber qué te hace odiarme así.

La hechicera de cabellos castaños se sentía inquieta, acorralada. Muchos años pensando que jamás volvería a verlo, que él estaría viajando eternamente por el mundo recordando a la mujer cangrejo y no a Ellis su antigua amiga. Demasiado tiempo para acostumbrarse a no verlo, para saber que ella podía ser feliz de otra manera, ayudando a las demás personas, impidiendo que alguien sufriera.

- Pensé que no ibas a volver - explicó ella muy suave - me tomó por sorpresa. No quería que volvieras, Majik.

El castaño abrió grande los ojos...

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Asali acababa de ser solicitada por Artia para que tomara alguna decisión con los problemas de los demonios, al parecer, necesitaban la presencia de Childman también. Él por su parte aprovechó para meditar. Se sentía confuso desde hacia un par de días, ¿qué acaso no todo estaba bien en su mente?

Por una parte, Cleo era su mejor amiga, y porqué de pronto tenía deseos de acercarla y sentirla más cerca, de olvidar las peleas y sellarse la boca con un beso. ¡todo eso estaba mal! No podía estar sintiendo ese tipo de deseos, eran inútiles, además, él siempre había estado enamorado de Asali; incluso había arriesgado su vida por ella. Mas también... mas también lo había hecho sabiendo que debía regresar con bien, pues se lo había prometido a la rubia a cambio del brazalete.

Entonces... ¿¿siempre había sentido algo más por ella?? ¡¡Imposible!! Si ella era una chiquilla histérica... un niña insoportable que sólo sabía causar problemas, pero que tenía una manera única de hacer cambiar las situaciones, de mover todos se escudos, de hacerlo completamente vulnerable. Esa misma chiquilla lo estaba haciendo sentir muy confuso.

Se metió en un cuarto sin pensar y de pronto se encontró con una figura blanca y hermosamente peligrosa acostada en una cama, cuyas sábanas blancas contrastaban con su piel, tersa y suave. Sintió de repente que toda la sangre se le subía a la cara y que estaba sintiendo muy caliente todo su cuerpo, un pájaro revoloteó en su estómago, y no fue sólo uno, si no dos, tres, cuarto, millones de pájaros. Mientras que algo hacía presión en su pecho.

- Cleo... - susurró acercándose. ¿qué pasaría si alguien entraba? ¡¡No le importaba!! ¿Y si era Asali? Tarde o temprano eso tenía que saberse.

Tenía que saberse que estaba enamorado, que sí... ¡¡por dios el hechicero negro, embustero y usurero se había enamorado completamente de una niña!! Una niña capaz de cambiarlo en su totalidad.

Llevó su mano hasta hacer contacto con la piel de la joven, la sintió suave y una sensación eléctrica, muy placentera le hizo estremecer. Acarició su mejilla tranquilamente, luego se acercó, hasta sentir la lenta y calmada respiración de la rubia golpeándole el rostro. Se sintió dichoso, mientras se acercaba más...

- un poco más - murmuró bajito mientras entreabría los labios.

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- ¿Qué? ¿Cómo están tan seguros? ¡¡Estoy segura que nada de esto es obra de él!!

- ¿Y quién más, si no? Nos tiene el suficiente odio como para intentarlo, Asali. Sé que no quieres creerlo, pero es así - aseguró Artia - a Ellis le costará admitirlo, va a sufrir mucho.

- Justo ahora que comenzaba a sobreponerse.

- Las pérdidas siempre son difíciles - intervino Leticia - tarde o temprano todos afrontamos una. Es parte de la regla de la vida, estoy segura que ella podrá con eso. No es tan duro, ¿no está Kenichi para protegerla? Y si no me equivoco, Majik también ayudará para que sea más leve.

- Tu no entiendes, Leticia, los sentimientos de Ellis se encuentran en conflicto ahora, eso complica las cosas. - aseguró Artia nuevamente - no importa, como su maestro me encagaré de que todo resulte. Estoy seguro que su lucha contra los demonios no se verá opacada por este detalle.

- Lo lograremos, Artia.

- ¿Puedo opinar? - habló Childman que hasta ahora se encontraba muy callado. Sus facciones de niño se desfiguraron un poco y habló con más sabiduría - yo me encagaré de Ellis, ustedes encargénse de Tamuro, busquen su escondite y si no lo encuentran, será el turno de ella para actuar.

- De acuerdo - dijeron todos. Childman, niño o no niño, seguía teniendo la misma sabiduría de siempre.

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- ¿no querías que volviera? ¿qué te hice para que pienses eso?

- No tienes porqué saberlo. Sólo... que tu no veías las cosas como yo. Escúchame Majik, jamás me quisiste...

- ¿Jamás te quise? ¡¿De qué hablas?! ¡Siempre te quise! Ellis eras mi mejor amiga.

- ¡No! No de esa forma - susurró.

Majik se sacó el collar bruscamente, acababa de caer en cuenta, sus ojos se nublaron. ¿Qué podía decirle al respecto? ¡Se veía todo tan complicado! Él era un hechicero errante, que no se podía quedar en un mismo lugar por mucho tiempo, en cambio ella, tenía su lugar allí en la torre.

- yo...

- No te he pedido que me contestes nada.

Se puso de pie y caminó como león enjaulado por el cuarto, había sido mala idea obligarla a hablar, los ojos de la joven miraban el piso con triste profunda y sincera. ¿y él que podía hacer?

- Sólo quería que supieras que es difícil olvidar, y después de todo lo malo, lo conseguí, te olvidé. ¡¿Porqué tenías que aparecer ahora?!

- No me reproches algo de lo que no tengo la culpa - soltó el hechicero. Se agachó a la altura de ella y tomó su rostro con ambas manos, obligándola a mirarla - siempre sentí cosas por ti, pero hubo otra mujer...

¡Y si ella supiera quién! Esa justiciera aún estaba en su mente, enterrada y en su corazón, surgiendo con cada latido.

- ... y algo me dice que tengo que contestarte, pero para hacerlo, debo pensar. Necesito tiempo, Ellis.

- tiempo ya no tengo. Y aunque lo tuviera, las cosas pasaron, se caldearon, cicatrizaron, no abras viejas heridas.

- Dame esa posibilidad.

No sabía que contestar. Se sentía tan confusa, indefensa en los brazos del joven. Una parte de ella deseaba correr a sus brazos, besarle, brindarle miles de tiempos y otra parte sólo quería alejarse, sabiendo perfectamente lo horrible que se sentía la despedida. Tal vez eso que sentía ahora, ese rechazo asqueroso era una muestra de su propia medicina, era algo que ella misma había hecho sentir. ¿actuaría ella igual? No lo sabía. No... jamás, ella no se revelaría ante toda su gente por un rechazo, pues algo en su corazón le indicaba que había una luz al final de todo eso.

Kenichi se lo había repetido miles de veces, él también era parte de esa luz. Él la quería, y ella lo había escuchado siempre, y aunque sabía de sus conflictos internos, Ken la seguía esperando. Eso valía... valía más que el tiempo que Majik necesitaba.

Aún así, no se negó cuando los labios de Majik se posaron en los suyos, cuando la rodeó con sus brazos, cuando su lengua pidió permiso para poseer su boca, besos y besos los convirtieron en uno solo. A pesar del tiempo, el joven había sentido el deseo de besarla y ella, de responderle.

Se amaron en cada beso, pero ella sabía que cada uno de ellos era una traición a su mejor amigo. Se separó bruscamente, turbada.

- Tienes tiempo, Majik... porque yo también lo necesito. Cuando se acabe sólo una decisión prevalecerá, mientras tanto... te pido que te alejes de mí, necesito estar sola, necesito ordernar mis ideas y aclarar... otros sentimientos.

La vió salir del cuarto. ¿Otros sentimientos? Sus ojos se fijaron en la foto de ellos dos de hace años, la acarició añorando y sonrió...

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Su boca estaba tan cerca... se veía dulce, repleta, sólo para él. Un poco más, estando a milímetros de estos labios, unos ojos azules le miraron ensanchados y ella abrió más la boca.

Orphen supo lo que iba a hacer... llevó su mano. ¡tarde!

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡KYYYYYYYYAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Rayos... ¿es que nada le iba a salir bien?

FIN DEL CAP.

Juiz, juiz, que tal??? Espero que les haya gustado, comencé el cap como a las cinco de la tarde, esperando hacer un buen avance y ahora, como a las cinco y media logré terminarlo, y poder decir que voy a subirlo!!!! Estoy feliz, como veran lo hice en poco tiempo, así que perdonen los errores de ortografía y el resto de errores gramaticales. Espero que les guste y dejen reviews, saben que son preciados por mí. Ahora mismo voy a responderlos:

Clea Everlasting: te dedico este cap, super escena de Cleo y Orphen, ¿qué tal? Creo que me ha vuelto la inspiración. Al fin un beso de Majik y Ellis, ¿no? Me costó hacer que sucediera, como verás... quedan cosas sin resolver y un nuevo personaje que aparece a complicar todo. No iba a ser tan sencillo que estos fueran felices. ¿porqué habrá gritado Cleo? ¡¡Pues todo en el próximo cap.!!

Polluela: oooohh, millones y millones de gracias, he adorado tu review desde que lo leí por primera vez, lo leí varias veces, y me siguió gustando, jijiji. Es la primera vez que recibo uno tan largo y adorable. Me has llegado al corazón, porque la verdad aprendí mucho de él. Ya dí varios puntos de vista de parte de Orphen, pues tenías razón, era hora de que él entrara en la acción y prometo intentar corregir los errores de ortografía, agregando a esto más redacción. Espero que este cap. te haya gustado y puedas darme tu crítica de él. Gracias ante todo. Besos.

Jeanne: lo se, lo sé, ya no hay colegio, seña de que podré continuar el fic más a fondo, y prometo hacerlo. Sumimasen por la tardanza, Sumi-chan es malvada pero prometo hacer mi mejor esfuerzo y continuarlo.

Ahora me voy, besos a todos y gracias por los reviews.

JA NE!!

Suu-chan

Naitemo iiyo donna kanashimimo tsubasa ni kawarunosa sono mune de