"Hitokiri battousai" llamó una de las figuras con una voz muy grave, "has deshechado nuestra propuesta pero no podrás interferir en nuestros planes. Morirás aquí mismo"
Los cuatro se dispersaron y rodearon a Kenshin y a Akane. Lástima que ninguno tenía armas, habían salido en la noche con el propósito de despejarse, jamás se imaginaron encontrarse en esa situación.
Dos de los atacantes arrojaron kunais, otro más sacó tres gigantescas garras en cada mano y el último dos lazos que terminaban en dagas. Sin necesidad de preocuparse, Akane esquivó los golpes al mismo tiempo que Kenshin. Los atacantes, que a juzgar por su vestimenta negra que los cubría casi por completo y por el tipo de sus armas, eran ninjas, los comenzaron a perseguir por el dojo, dos para cada uno.
Akane, aprovechando lo que tenía a su alrededor, pudo deshacerse de ellos de manera efectiva: el que tenía los lazos con dagas la siguió hasta acorralarla frente al árbol que estaba en una esquina del dojo. En un momento Akane evadió los lazos subiendo con agilidad por las ramas del árbol causando que los lazos se enredaran. Después golpeó al hombre y salió corriendo una vez más cuando el que portaba kunais la persiguió de nuevo.
Akane subió a la pared que cercaba el dojo y corrió con gran equilibro a lo largo de ella dejando atrás los kunais. Saltó hacia fuera del dojo y cuando el otro la siguió ella lo esperaba escondida entre las sombras, listo para noquearlo.
De regreso en el dojo Kenshin logró que el que atacaba con las enormes garras quedara preso en la pared con los kunais de su compañero, a quien esquivaba con gran facilidad. Acto seguido se encendieron luces en el dojo y Kaoru junto con Yahiko salieron con sus espadas de bambú y con la katana y la sakabattou de Kenshin y Akane.
Creyeron que con esto terminarían pero de la nada salieron al menos unos veinte ninjas más. Kenshin como de costumbre pudo deshacerse de unos cuantos con su sakabattou y su divina velocidad, pero lo que vio le impresionó sobremanera: como Kaoru y Yahiko tenían problemas Akane fue en su ayuda pero pronto comprendió que su katana envainada no le servía de nada y la sacó de su funda.
Un par de kodachis, a gran sorpresa de todos, fue lo que salió en lugar de una katana. Akane se dirigió a atacar a tantos ninjas como pudo.
"¡Kodachi nitou Ryuu!" exclamó Akane.
Para cuando terminaron los ninjas que pudieron salieron corriendo por su cuenta, los demás fueron cargados por sus compañeros.
Fue una gran sorpresa verla atacar así, nisiquiera Kenshin se lo esperaba pero decidió guardar silencio. El resto lo entendió y no lo discutieron con Akane.
"¿Se encuentran bien?" preguntó Akane enfundando sus kodachis.
"Hai" contestó Kaoru viendo nerviosamente a Kenshin.
Al día siguiente Kenshin salió temprano a casa de Sanosuke y le refirió todo lo acontecido la noche anterior. Sanosuke sin embargo no se llevó mucha sorpresa cuando escuchó sobre el ataque de Akane.
"Ya decía yo que se tenía algo oculto" dijo Sanosuke, "preguntando sobre Misao y eso"
"Pero su ataque es el mismo que utiliza Aoshi" dijo Kenshin pensativo, "quizá ella sea alguien como Misao, ¿no crees?"
"Podría ser… por cierto, Katsu me pidió que hablaras con él sobre los ataques, puede que te tenga una respuesta sobre ellos"
Katsu era usualmente una fuente de información muy confiable ya que dirigía su propio periódico y estaba constantemente en medio de la acción. Los dos llegaron a su casa y en seguida se dirigieron al asunto principal.
"Ryuketsu Touma era uno de los principales líderes de la Restauración" les dijo Katsu sacando unas notas, "normalmente se escondía al sur del país y tenía a varios samurais a sus órdenes que poco a poco ganaban control sobre un mayor territorio del país. Al final del Bakumatsu exigió una fuerte cantidad de dinero y dominios por sus esfuerzos en la guerra pero le fueron negados.
"A decir verdad era un tirano y sus samurais eran asesinos despiadados que no se detenían ante nada. Eso le dio fama e infundía temor entre sus enemigos. El gobierno le dio una modesta cantidad de dinero pero aún así quería el poder. Se refugió mucho tiempo en China y Korea y ahora ha regresado"
"Hai…" susurró Kenshin recordando viejos tiempos, "Ryuketsu Touma… en varias ocasiones recuerdo haberlo visto. En realidad tenía reputación de despiadado y frío… nunca llevé a cabo sus trabajos porque sabía que él no peleaba por lo demás sino por sí mismo"
Por un tiempo Katsu les mostró más notas y mapas que él mismo había hecho sobre la historia de Ryuketsu y sus ideas sobre dónde podría atacar. Después les informó que llevaría esta información al departamento de policía por si tenía alguna utilidad para ellos.
"Dime, ¿sabes si alguna vez atacó el castillo Edo?" preguntó Kenshin repentinamente.
"Sí, fue por él que el castillo quedó vulnerable. Llevaba mucho tiempo atacándolo y al fin se destruyó, pero lo hizo de manera oculta y casi nadie lo sabe. El contaba con su propio equipo de ninjas y fue gracias a eso que pudo atacar"
Kenshin y Sanouske dieron las gracias y salieron de su casa. Kenshin llevaba ya una firme idea en la mente y Sanosuke pudo adivinar parte de ella. En el dojo una vez más encontraron a Kaoru dando unas lecciones junto con Yahiko a un grupo de estudiantes nuevos. Akane estaba en la cocina preparando la comida.
"Akane-dono" comenzó Kenshin, "necesito hablar con usted. Tengo varias preguntas que hacerle"
En ese momento las lecciones terminaron y Kaoru y Yahiko llegaron a la cocina dispuestos a comer por lo que Kenshin decidió hablar con ella más tarde.
"Su estilo de pelea, Kodachi nitou Ryuu" dijo Kenshin cuando terminaron la comida y estaban todos sentados en un cuarto dispuestos a escuchar lo que Akane tuviera que decir, "me es conocido. ¿A escuchado hablar sobre Shinomori Aoshi?"
"Aoshi…" dijo Akane mirando a todos con sorpresa y expectación, "Shinomori Aoshi"
"Le ha estado buscando todo este tiempo ¿no es así?" preguntó Kenshin, "a su antiguo okashira"
Akane miro a Kenshin y a los demás, luego bajó la mirada comprendiendo que no podría ocultarlo más. La verdad tenía que salir a flote.
"Hai…" susurró lentamente Akane "le estado buscando por mucho tiempo, a él y al resto de los Oniwa Banshuu después de… de…" Akane no pudo seguir.
"Después de que el castillo Edo fue destruido" finalizó Kenshin por ella, "y vino aquí porque escuchó sobre Ryuketsu, ¿verdad?"
Akane levantó la mirada incrédula "cómo… ¿cómo lo sabe?"
"Ryuketsu fue el culpablede la destrucción del castillo Edo y después de encontrarse sola sin sus compañeros se decidió a encontrar a cualquiera de los dos ya fuera para vengarse o para continuar con lo que ya había vivido"
"Hace poco escuché que una niña llamada Misao buscaba a Aoshi. Misao era mi amiga y me alegré de que estuviera viva, pero no la pude encontrar ni tampoco a los demás, pues ahora sabía que también estaban vivos. Lo que temí fue que Aoshi estuviera muerto pues descubrí que Misao llevaba mucho tiempo buscándolo y que no lo encontró… y ahora ustedes díganme, ¿cómo es que saben sobre Aoshi y Misao?"
Kenshin le relató todo lo que había pasado entre ellos, desde el primer enfrentamiento con Aoshi hasta la última vez que los habían visto. La cara de Akane pasó de curiosa contemplación hasta incrédula alegría. Mientras más le contaba Kenshin más se alegraba. Cuando la historia terminó Akane se paró decidida.
"¿Qué vas a hacer?" preguntó Kaoru con curiosidad.
"¿Qué más?" dijo Akane con una sonrisa de oreja a oreja, "voy ahorita mismo a Kyoto a buscarlos"
"¿Ahora?"
"Sí, no puedo esperar a volver a verlos"
"¿Podrías al menos esperar a que nosotros estuvieramos listos?"
Al día siguiente el Kenshingumi salio del dojo Kamiya dispuestos a viajar a Kioto. El doctor Genzai se haría cargo del dojo mientras estuvieran ausentes. Por largo tiempo estuvieron caminando, descansando de vez en cuando en los pueblos cercanos. A pocos kilómetros de Kyoto Akane comenzó a correr y los demás tuvieron que seguirla hasta llegar con respiros entrecortados a la entrada de la ciudad.
Akane estaba ahí parada, incapaz de dar otro paso. Su emoción era demasiada y no podía creer su suerte. Para ella todo esto seguía siendo como un sueño.
"Vamos Akane-dono" dijo Kenshin con una amable sonrisa en los labios.
Akane asintió y todos entraron a la concurrida ciudad de Kyoto donde los habitantes ya estaban bien entrados en sus actividades cotidianas. Por todas partes se veían personas andando de allá para acá y lugares con diversos tipos de casas y tiendas.
Después de andar un rato por el lugar alcanzaron su destino. Frente a ellos estaba el restaurante Aioya donde los Oniwa Banshuu actualmente residían.
N/A: Gracias a todos por sus comentarios, espero no defraudarlos conforme avance la historia. El principal problema es que ya está completamente escrita y terminada y la verdad es que no recuerdo muy bien cómo continúa, simplemente le estoy cortando los capítulos y publicándolos tan pronto y puedo. Si encuentro algo mal, o si me dan algunas sugerencias que me ayuden a mejorarlo les aseguro que las tomaré en cuenta si puedo meterlas a lo largo de la historia. Un vez más, gracias y no olviden seguir con sus comentarios.
