Al día siguiente Kaoru despertó muy temprano. Afuera aún estaba algo oscuro, pero amenecería dentro de unos momentos. Se vistió rápido y salió. Afuera el ambiente era fresco y algo en el cielo prometía lluvia. Taiki ya estaba ahí, esperando con una sombrilla en la mano.
"Parece que dentro de unos momentos empezará a llover. Es mejor estar preparado" dijo Taiki sonriendo.
Kaoru asintió y tomaron asiento en una banca justo afuera del Aioya.
"Creo que de algo ya estará enterada, Kaoru-san, pero es importante que conozca todo"
Kaoru no dijo nada, estaba lista a escuchar lo que fuera esperando que no fuera tan malo.
"Para empezar, debo disculparme por haberla engañado Kaoru-san. No soy simplemente un turista. Vengo de la embajada inglesa con un encargo muy delicado.
"Desde hace algunos meses, un hombre llamado Ryuketsu Touma ha estado viajando por todo el Japón, buscando venganza por lo que el gobierno le ha hecho recientemente.
"Ryuketsu es un hombre que adora despilfarrar el dinero, y últimamente se ha quedado en quiebra, así que ha pedido al gobierno Meiji una fuerte suma de dinero por los servicios que prestó durante la Restauración. El era…"
"Lo sé" interrumpió Kaoru, "ha pedido la cooperación de Kenshin"
"Entonces ya está enterada de que Himura-san está en grave peligro"
"¿Cómo…?"
"Ryuketsu tiene muchos espías, incluso en nuestra embajada, por lo que también nosotros lo buscamos. Himura-san es fuerte y muy hábil, pero tiene ciertas debilidades, si no me equivoco, y es justo ahí donde Ryuketsu lo atacará"
"Okazaki…" dijo Kaoru entendiendo el papel que ella estaba jugando.
"No es seguro, pero es lo más probable. Venimos siguiendo a Ryuketsu desde hace tiempo y tenemos razones para creer que ella es la espía.
"No le pido que me crea de inmediato, todos cometemos errores y espero que en esta ocasión sea yo el equivocado, pero he de decirle que tenga mucho cuidado de ahora en adelante. No estamos muy seguros de que en efecto sea Okazaki-san, ya que si lo es, sabe disimular muy bien y nos tiene a todos desconcertados, pero aún así…"
Taiki se detuvo. Pasos se escucharon dentro de la casa y Akane salió vestida con su atuendo ninja, con sus kodachis y un paquete de comida. Sus ojos se posaron primero en Taiki, a quien miraba intensamente con una aire de desconfianza.
"¿Sale a algún lado?" preguntó Kaoru interrumpiendo la atmósfera de duda que comenzaba a circundar.
"Hai" contestó Akane arrancando sus ojos del extranjero, "tengo asuntos pendientes que arreglar, con permiso" Akane hizo una corta reverencia y se retiró sin esperar más comentarios.
"Yo también debo irme, la veré después Kaoru-san" dijo Taiki, y se fue.
Por la tarde llegó Setsuna acompañada de Akane, quien nuevamente había tenido otra espera sin resultado. Se hizo una gran cena en el Aioya y el comedor se convirtió en el lugar más escandaloso de muchos kilómetros a la redonda. Kaoru no le quitó los ojos a Setsuna, observando cómo en ocasiones hablaba con Kenshin, apartados de los demás.
"Bueno, ya se hace tarde y debo marcharme" anunció Setsuna "sayonara"
Kenshin la acompañó a la entrada y regresó muy pensativo. Kaoru no pudo evitar sentirse sospechosa.
"Es agradable Okazaki-san, ¿verdad?" le preguntó a Kenshin.
"Hai" contestó el rurouni aún pensativamente.
"Pero es algo misteriosa… tal vez se guarda algo que deberías saber…"
Kenshin volteó sorprendido. "¿Kaoru-dono…?"
"¿Hai?"
"No… no es nada"
Kenshin se fue temprano a dormir mientras todos seguían con su divertida cena. A la mañana siguiente despertó temprano y se fue sin decir nada. Kaoru salió del Aioya, esperando encontrarlo por ahí y en lugar de eso, por el mercado, vio a una figura conocida acompañada de un hombre grande.
"¿Himura-san no sabe nada?" preguntó el hombre.
"Iie" contestó la pequeña figura a su lado, que resultó ser nada menos que Setsuna.
Al escuchar el nombre de Kenshin, Kaoru decidió quedarse a escuchar.
"Pero hoy mismo hablaré con él" continuó Setsuna.
"Tendrás un poco de trabajo convenciéndolo…"
"Sí. Ese maldito Taiki de seguro ya habló con Kamiya-san, y si ella le dice a Himura, lo más seguro es que ya no confíe en mí"
"Le tiene mucha confianza a esa joven"
"Para nuestra mala suerte"
"De cualquier manera, ¿por qué no te ataca Taiki?"
"No está seguro si soy o no la espía. He trabajado muy duro escondiéndolo"
"Lástima que no lo podamos asesinar"
"¿Y armar todo un escándalo? No, lo mejor será esperar. Ryuketsu hará pronto su siguiente jugada y me temo que tomaremos parte importante en ella. No es prudente apresurar las cosas… Debo irme, Himura-san no tardará en llegar…"
"Esta bien, sayonara"
Kaoru se ocultó tras las tiendas pensando en lo que acababa de escuchar. Setsuna era la espía… Taiki no estaba muy seguro, pero ahora ella lo sabía. Tenía que alertar a Kenshin antes de que algo pasara.
Justo a tiempo, Kenshin se apareció. Su peculiar cabello rojo no era fácil de perder. Kaoru se acercó, asombrada de su suerte. Setsuna no estaba a la vista y de seguro Kaoru llegaría a Kenshin antes que ella, a tiempo para evitar que Setsuna le llenara la cabeza de las mentiras que acababa de escuchar.
"¡Himura-san!"
Kaoru escuchó una voz llamándolo. De la calle contigua apareció Setsuna y se llevó a Kenshin rápidamente. Kaoru los perdió de vista y no tuvo más remedio que regresar al Aioya.
------------------------------------------------------------------------------------------------------------
'¡Lo he encontrado!' exclamó Akane feliz para sí.
En las afueras de Kyoto, un extraño grupo de viajeros se había detenido. Pronto se había dado a la tarea de construir un par de cabañas y ahora Akane enfrentaba unas modestas, pero bien guardadas casitas. Se encontraban en medio de unos cuantos árboles y gracias a su experiencia pudo darse cuenta de que alrededor había no menos de diez centinelas, estacionados por todo el follaje. Cerca de las cabañas había otros tantos.
Akane esperó un rato, meditando en su escondite. Revisó bien las posiciones de todos y buscó la mejor manera de entrar. Cuando terminó de diseñar sus planes se disponía a irse pero vio al mismo Ryuketsu salir de la primer cabaña.
"Si todo sale como usted dice, joven Doiru, hitokiri battousai estará en nuestras manos sin que se de cuenta" rió Ryuketsu.
"Sí señor, todo está ocurriendo exactamente como planeado. Por ahora sólo falta esperar y pronto llegará" contestó un hombre joven que acompañaba a Ryuketsu.
'Ese hombre yo lo conozco…' pensó Akane.
"¡Señor, todo está listo!" dijo un hombre que llegó corriendo con los otros dos, "el ataque al Aioya está por empezar, dentro de poco llegará battousai, señor"
'¡¿El Aioya?!' pensó Akane olvidándose del tipo que acompañaba a Ryuketsu '¡tengo que irme!'
Hábilmente corrió por los árboles sin llamar mucha atención y salió hacia la ciudad. El Aioya sería atacado y ciertamente pudo ver frente a ella a un misterioso grupo de hombres, todos encapuchados, caminando en dirección al Aioya.
'Debo llegar primero' pensó Akane. De un salto se colocó sobre el techo de una casa y comenzó a correr así, por todos los techos, evitando gente y retrasos.
N/A: Hola!!!! Después de algún tiempo he vuelto ) Ha decir verdad, últimamente he estado algo inspirada y creo que ya me llegaron buenas ideas para seguir con esta historia en particular. Gracias a sus comentarios me di cuenta de que efectivamente hace falta la prescencia de Misao… quizá le de un papel más importante del que tenía planeado en un principio, así que esperen cualquier cosa. Nos veremos luego, por el momento no me queda nada más que decir mas que espero que la hayan disfrutado y no se olviden de dejar sus comentarios!!!!
