Disclaimer: Ninguno de los personajes de la serie me pertenece, sino que son propiedad de Rumiko Takahashi y cia....

Aprovecho a preguntar a los lectores, es cierto que Rumiko murió de un paro cardíaco?! Oo... Por favor, estoy en una situación desesperada contéstenme a mi mail YY

Bien, aquí continuamos...


Las Cuatro Deidades

La furia del viento.

Pasaron desde este incidente los días; dos, tres, cuatro... llegó el quinto e InuYasha seguía sin hablarle. Ahora se estaba retirando de la época Feudal bastante entristecida, sabiendo que esa sería otra noche sin conciliar el sueño, otra noche en la cual sus pensamientos la atormentarían, ella tampoco quería alejarse de él... ni de Miroku, ni de Sango, ni de Shippo... ¡de nadie! Todos ellos se habían convertido en parte trascendental de su vida y no quería perderlos.

"Supongo que así deben ser las cosas..." suspiró profundamente y volteó para darle una dolida mirada a un árbol donde suponía se localizaba InuYasha. Quizás las cosas serían más sencillas si ya no se acercaban tanto, si ese muro que él había establecido se mantenía... quizás aquel 'desprecio' haría más fácil su partida. Se disponía a continuar su camino hacia el pozo, cuando – para variar – algo se interpuso en su camino. Un youkai bastante más alto que ella, de unos dos metros y completamente lleno de largas púas en su espalda la miraba con poca suspicacia. Sus ojos, de un color escarlata, se habían posado en los de ella, la miraba fijamente, pero no pronunciaba palabra. Kagome también sostenía su mirada bastante aturdida, pero de inmediato tomó el arco y una flecha con una agilidad digna de destacar para apuntar justo entre los ojos del demonio. No se sentían presencias de kakeras, lo que sorprendía más a la expectante miko.

"¿Quién eres y qué quieres?" Preguntó desafiante. Se mantuvo mirando a la criatura, que giro levemente la cabeza y olfateó el aire, acto seguido golpeó el suelo fuertemente con un enorme mazo sostenido por una viscosa mano. Ahora que lo notaba, su hedor era repugnante y lucía extremadamente estúpido. Luego de algunos segundos reaccionó y se lanzó con fiereza hacia ella.

"¡Silencio! Necesito los fragmentos de Shikon, pues pronto el aire se enfurecerá..."

"¿El... aire?" Sus palabras eran enigmáticas, quería averiguar de qué se trataba, no podía entenderlas... aunque en realidad, por algún insólito motivo la inquietaban. Pero el demonio no esperó más, arremetió contra la azorada miko que reaccionó, pero era tarde, no llegaría a escudarse. Estaba a punto de lanzar su flecha cuándo escuchó una voz familiar.

"¡¡Garras de Acero!!"

Lo único que llegó a divisar fue un destello y luego millones de partículas de lo que había sido el youkai. La nube se desintegró rápidamente dejando ver a un triunfal InuYasha que la observaba. Ella sólo sintió un leve ardor en el tobillo izquierdo y cayó arrodillada. Al parecer la técnica había llegado a su pie y le había abierto una herida de profundidad considerable. El hanyou corrió hacia ella, podía sentir el aroma de su sangre y deseaba aniquilarse a sí mismo por su falta de precisión.

"¡Kagome! ¿Te encuentras bien?" La retuvo firmemente y la cargó entre sus brazos.

"Estoy bien... no es necesario que... InuYasha..." Él no respondió, sólo continuó corriendo en dirección a la aldea, y no dijo nada hasta que llegaron a la cabaña de Kaede. Allí InuYasha entró y se topó con la anciana que se encontraba hirviendo quién sabe qué cosa.

"Hola, InuYasha... Kagome... ¿ocurre algo?" Preguntó notando que el hanyou la llevaba en brazos.

"Kaede, rápido... accidentalmente dañé a Kagome con mis garras, tiene que curarla" La depositó con delicadeza en un futón y se hizo a un lado para permitirle a la anciana inspeccionarla.

"No es nada grave, Kaede... InuYasha sólo está dramatizando" Acotó la miko bastante perturbada.

"No lo sabré hasta que no lo vea..." Musitó ella y se dispuso a examinar la herida de Kagome. Aunque esta última no fuera a admitirlo, le estaba punzando muchísimo... pero podía soportarlo. "No es tan superficial, yo te recomendaría que hagas reposo, hija..." Concluyó Kaede tomando un mortero y unos herbajes para luego comenzar a molerlos. "Haré un ungüento para impedir la infección y acelerar la cicatrización, pero aún así deberás evitar estar en movimiento por al menos un día". Ella sólo asentía sin ponerle mucha atención, notó de inmediato como pasaba una pomada por la cortadura... ardía bastante... le asió un vendaje y se alejó para guardar los utensilios.

"Muchas gracias, anciana Kaede" Se movió un poco. "Pero ahora tengo que ir a casa... allí descansaré."

"Pero niña, moverte ahora podría hacer que esa herida se abra más... ¿por qué no mejor pasas la noche aquí?"

"Claro que pasará la noche aquí, ella no va a ningún lado" InuYasha parecía haberse despabilado, se levantó de un salto. "Yo la asistiré"

"Me parece bien" Murmuró Kaede. En ese momento ingresó Sango y al ver a Kagome sentada e inmovilizada fue donde ella con inquietud.

"¡¿Pero qué te pasó, Kagome?!" Seguida de ella llegaba Miroku con Shippo al hombro y una canasta de frutas.

"No es nada, sólo una lesión insignificante... no hay de qué preocuparse." Respondió forzando una sonrisa. Shippo se lanzó a sus brazos.

"¡¡¡Kagome!!! ¡Pero si se supone que este perro tonto te esta vigilando constantemente!" Gritó el pequeño golpeando la cabeza de InuYasha que lo miró con coraje.

"¡Feh! Ya cállate..." Toma al zorrito de la cola y lo quita de encima de ella, ubicándose a su lado y ayudándola a recostarse. "Ella va a descansar, y yo voy a cuidarla, más les vale no fastidiar." Aseveró, cubriendo a una estupefacta Kagome con una manta. Todos tenían la vista fija en él, estaban pasmados... ¿desde cuando se comportaba así? Cuando hubo terminado, se sentó justo al lado de ella con Tessaiga al hombro.

"Señorita Kagome, si desea algo sólo infórmemelo..." Aclaró Miroku.

"Así es Kagome, cualquier cosa nos avisas..." Corroboró Sango.

"Yo quiero quedarme aquí contigo" Los ojitos de Shippo comenzaban a atestarse de lágrimas.

"Supongo que no hay pro..."

"No, no, no... Kagome tiene que descansar y no consentiré que ningún chiquillo llorón la esté fastidiando." Manifestó el hanyou al parecer bastante molesto. Tanto la taiji como el houshi se retiraron, y con ellos partió un alborotado Shippo.


Muchas gracias a los osados lectores! Ojalá les haya gustado este chap, y continúen siguiéndome nñ Feliz año nuevo a todos!!

Y dejen sus opiniones y guíen a esta novata! XD

Bueno, responderé a los reviews, el primero...

SangoloveMiroku: Muchas gracias por tus felicitaciones nn procuraré meter más a Sango y a Miroku, aunque no son los personajes principales de la historia... Ya actualicé, viste no iba a tardar tanto? Gracias por recordármelo esta mañana :P

Kagome-N: Woa! Qué bueno que seas amante de la mitología - yo también lo soy... y por cierto, estas deidades están basadas en creencias Celtas, su mitología es sumamente interesante ù.ú te adelanto que son representantes de los 4 elementos, que eran adorados por los antiguos Celtas... sólo eso nnU Me alegra que te haya gustado la introducción... y digamos que me dedico mucho a ampliar mi vocabulario, es cuestión de mucha lectura... Muchas gracias por leerme y dar tu opinión al respecto que fue muy importante para mi ToT.

Es todo, no molestaré más por un tiempo... Nos estamos viendo.

Sui-chan