CAPITULO 3: EL GYPSY MOON

Los cinco entraron al local y miraron a su alrededor. Era un gran salón con un escenario en su parte más interna. Había al menos 40 mesas, acomodadas en 5 filas de ocho cada una, y en medio un espacio a manera de pista de baile. Milo y los otros se sentaron en la tercera fila para tener una mejor vista del escenario.

Aioria y Touma suspiraron aliviados al ver que había otros hombres que llevaban a sus novias a ese sitio.

-¿Desean algo de tomar, señores?- preguntó el mesero, un gitano alto y flacucho, con la nariz muy grande y un paliacate rojo en la cabeza.

Las chicas pidieron limonada, y los chicos una cerveza clara. Poco a poco el lugar se fue llenado. No era el 'bar de mala muerte' que Aioria se imaginaba, pero aún no lograba entender porqué a Camus no le agradaba el sitio.

Milo notó que en la mesa más cercana al escenario se sentaron un par de hombres trajeados que tenían cierto aire francés, a los cuales los gitanos hacían muchas reverencias, y supusieron que se trataban de los dueños del lugar.

-Damas y caballeros- dijo un gitano delgado con un sombrero negro, que sostenía una guitarra- el momento que todos estaban esperando: las cuatro gitanas bailarinas-

Todo el público aplaudió, tal vez Milo con más entusiasmo que los demás. El gitano con la guitarra se unió a la banda, la música comenzó y el telón se levantó, dejando ver a las cuatro mujeres.

La gitana de la derecha tenía los cabellos negros como alas de cuervo, y llevaba un hermoso vestido blanco. Tenía al menos 30 años, pero bailaba con la misma gracia y ligereza que las otras tres.

La del extremo izquierdo era rubia y de ojos color verde oscuros. Llevaba un vestido color azul, y era la que bailaba con más sensualidad de las cuatro, acercándose al público.

Las dos chicas de en medio eran más pequeñas. La que estaba junto a la rubia era de cabellos castaños y ondulados, llevaba un vestido color violeta, y bailaba sin dejar de mirar al gitano que las había presentado, quien ahora estaba junto a la banda tocando la guitarra, y sonreía cada vez que él le devolvía la mirada.

Por fin, la chica que quedaba tenía la piel muy blanca, largos cabellos azulados con un listón rojo entre ellos a manera de diadema. Llevaba un vestido gitano rojo y blanco, y zapatillas del mismo color. Ella bailaba con mucha gracia también.

Al terminar la música, el público aplaudió. Las cuatro bailarinas se inclinaron, y todos los gitanos del salón, comenzando por los músicos, comenzaron a cantar:

"Luna, lunita, lunera,

luna, lunita, serena,

lunita, luna gitana,

que cante Selene"

La gitana de vestido rojo dio un paso adelante, y Milo abrió los ojos desmesuradamente al reconocerla.

-¿Pasa algo, Milo?- preguntó Aioria.

-No, nada- dijo éste.

La música volvió a comenzar, y las otras tres gitanas siguieron bailando detrás de ella.

Aimer, c'est ce qu'il y a de plus beau (amar, es lo más bello que hay)
Aimer, c'est monter si haut (amar, es subir tan alto)
Et toucher les ailes des oiseaux (y tocar las alas de las aves)
Aimer, c'est ce qu'il y a de plus beau (amar, es lo más bello que hay)

Aimer, C'est voler le temps (amar, es robar el tiempo)
Aimer, C'est rester vivant (amar, es permanecer vivo)
Et bruler le coeur d'un volcan (y arder el corazón de un volcán)
Aimer, C'est ce qui a de plus grand (amar es lo más grande que hay)

Aimer, c'est plus fort que tout (amar, es más fuerte que todo)
Donner le meilleur de nous (dar lo mejor de nosotros)
Aimer et sentir son coeur (amar y sentir su corazón)
Aimer pour avoir moins peur (amar para tener menos miedo)

Milo escuchó embelezado la canción. La joven gitana tenía una voz muy hermosa. Al terminarla, todo el salón prorrumpió en aplausos. Algunos gritaban y lanzaban monedas al escenario.

-Vaya- dijo Melody en voz baja, aún aplaudiendo-que voz tan linda...-

-Gracias, damas y caballeros- dijo el gitano de la guitarra- a nombre de las chicas y de todos mis compañeros, les deseamos que disfruten el resto de la velada...-

Los músicos siguieron tocando. El gitano de la guitarra la dejó y se acercó a la bailarina de vestido violeta, y ambos comenzaron a bailar. Siguiendo su ejemplo, varios gitanos y clientes hicieron lo mismo. Aioria y Marín se levantaron, al igual que Touma y Melody.

-Y ellos no querían venir- dijo Milo de mal humor. Levantó la vista y encontró a la hermosa gitana de vestido rojo mirando a sus dos compañeros que habían iniciado el baile con una sonrisa. El caballero se levantó y se dirigió a ella, llegando justo antes que uno de los dos hombres de traje de la primera fila se levantara.

-Hermosa Selene- dijo Milo, inclinándose ligeramente- ¿me haría el gran honor de bailar conmigo?-

Selene se volvió hacia él, y se sobresaltó ligeramente al reconocerlo.

-¡Milo!- exclamó sorprendida. Marie y Carena la miraron sospechosamente, pero Selene no les prestó atención.

-¿Bailas conmigo?- dijo Milo de nuevo, ofreciéndole su mano. Selene no respondió. Miraba la mano extendida del caballero con indecisión. Al fin, dudosa, puso su blanca mano sobre la de Milo, y se dejó conducir por él a la pista de baile.

-No fue tan mala idea venir, después de todo- dijo Aioria a Marín- pero no se lo digas a Milo porque no me dejará vivir después de esto-

-Hablando de Milo- dijo Marín, abriendo sus ojos muy sorprendida- ¿ya lo viste?-

La reacción de Aioria fue similar.

-¿Está bailando con ella?- exclamó el caballero de Leo- dejará de ser casanova...-

Entre los gitanos también murmuraban sorprendidos. Ion, la gitana de vestido violeta, sonrió.

-Mira, Waldo- dijo a su compañero- mira a Selene...-

Waldo alzó las cejas al verlos y rápidamente buscó con la vista a Marcel y Fabián Vincent. No estaban.

-Esto no está bien, Ion- dijo Waldo.

-¿Qué pasa?-

-¿Viste salir a los señores Vincent?- preguntó Waldo, e Ion asintió.

-Iban rumbo a la oficina- dijo Ion- el hermano del señor Vincent parecía molesto...-

Los peores pensamientos de Waldo se hicieron realidad, pues no había olvidado la conversación que él y Selene habían escuchado unas horas antes.

-Escucha, Ion- dijo Waldo- no dejes a Selene sola, y menos si alguno de los Vincent están cerca, ¿de acuerdo?-

-De acuerdo- dijo Ion. Aunque no entendía nada, confiaba en su novio.

Milo y Selene continuaron bailando toda la noche. A las 12, Aioria y Touma ya habían vuelto al Santuario con sus novias, pero Milo se había quedado.

Cuando por fin la banda dejó de tocar, Milo y Selene se detuvieron. Ambos se miraban a los ojos, como si no hubiera nada más. Por fin Milo rompió el silencio.

-Selene, bailas muy bien...-

-Oh, Dios- dijo ella, bajando la mirada con las mejillas muy coloradas- no sé que pensarás de mí después de...-

-Que eres una excelente bailarina- dijo Milo- y tienes una voz muy linda-

-Gracias- dijo la chica, apenada- bueno, debo irme, y creo que tú también...-

Pero ella aún no soltaba las manos del caballero. Este la acompañó fuera y le dio un beso en la mejilla.

-Que duermas bien, preciosa-

-Gracias, caballero-

Sus manos se separaron. Milo la siguió con la mirada hasta que la chica se introdujo entre las carretas de los gitanos. El caballero dejó escapar un hondo suspiro, cuando sintió una mano en su hombro.

-Veo que te has divertido mucho en mi ausencia, Milo- dijo una voz fría detrás de él. Milo sintió un escalofrío al reconocer a su dueño.

-Cam...Cam...- tardamudeó- ¿Camus? ¿Ya volviste de Francia?-

-Hace una hora, para ser exacto- repuso el caballero de Acuario- y lo primero que encontré al llegar al Santuario fue a Aioria llegando de este sitio...-

-Camus, yo...-

-No necesito tus explicaciones- dijo Camus- pero creo que te advertí de no venir aquí...-

-Y no encontré nada malo- dijo Milo- al contrario...-

-Eso es lo que tu crees- dijo Camus- parece que no pusiste atención cuando te dije que tuvieras cuidado con los gitanos...-

-¿Y eso que significa?-

-Significa que has metido en problemas a esa chica- dijo Camus- conozco a su amo y créeme, no querrá que ni tu ni ningún otro se meta con ella porque arruinaría su negocio...-

-¿Conoces a...?-

-Marcel Vincent es un contrabandista exiliado de Francia que se dedica a hacer negocios con gitanos- dijo Camus- y sé que, como te dije, tomará sus precauciones para que ningún hombre se lleve a esa chica...-

-¿Llevarla? ¿A dónde?-

En ese momento, escucharon algo quebrarse cerca, y los gritos de dos mujeres.

Milo y Camus se miraron entre ellos.

-Oh, rayos- dijo Camus haciendo una mueca- espero que no sea lo que estoy pensando...-

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Una vez que se despidió de Milo, Selene se había cambiado a su viejo vestido gitano en la carreta. Carena y Marie la miraban de una manera muy peculiar.

-¿Quién era ese chico, Selene?- preguntó Marie.

-Un cliente- respondió Selene, sin darle importancia.

-¿Un cliente al que conoces de nombre?- dijo Carena- di la verdad-

Selene no respondió. Se quitó el listón rojo del cabello, y lo cambió por su banda azul oscura, mientras sentía la mirada fija de su compañera sobre ella.

-Déjala en paz, Carena- dijo Ion.

Carena la ignoró.

-Selene, ¿sabes lo que puede suceder? Al señor Vincent no le va a agradar esto para nada-

-Gracias, Carena, pero no me interesa- dijo Selene- y no sé porqué hacen tanto escándalo porque bailé con...-

-Porque el señor Vincent creerá que tienes algo con ese hombre- dijo Carena- ya verás, algo malo va a suceder de todo esto...-

-Pues él no tiene derecho a...- comenzó Selene.

-Selene- interrumpió Marie- ¿recuerdas que por ser gitana eres una esclava?-

Selene sintió sus ojos llenarse de lágrimas. Sin ponerse siquiera sus zapatillas salió de la carreta, seguida por Ion. Pero no caminó mucho, porque un hombre la detuvo.

-Marie tiene razón, Selene- dijo una voz masculina que hizo que la bella gitana sintiera un escalofrío- eres mi esclava-

Era Marcel Vincent, acompañado de su hermano.

-¡Suélteme!- gritó Selene, tratando de zafarse, pero Marcel la tenía fuertemente atajada por la muñeca.

-¡Suéltela!- gritó Ion a su vez- ¿qué quieren con ella?-

-Nada malo, Ion- dijo Marcel Vincent- Selene se casará por matrimonio gitano con mi hermano Fabián, ahora mismo...-

Fabián Vincent sonrió.

-¿Qué?¡No!- gritó Selene.

-Lo lamento mucho, Selene- dijo Marcel Vincent- pero no puedo permitir que ese hombre ni ningún otro ponga en riesgo mi negocio...-

-¡Suéltela!- gritó Ion, tratando de hacer que Marcel Vincent soltara a su amiga, pero el hombre la alejó de un empujón.

-Lo siento, Ion, pero no puedo permitir que interfieras...- dijo Marcel haciendo una seña a un gitano, que la levantó del suelo y la atrapó por las muñecas. Luego se volvió a otros dos gitanos que acababan de salir de sus carretas- traigan vino y un jarrón-

Selene logró soltarse pateando al hombre que la tenía atrapada en el abdomen, pero Fabián la atrapó por la espalda.

-¿A dónde vas, preciosa?-

-¡Suéltame!- gritó Selene otra vez.

-Vamos, grita todo lo que quieras- dijo Fabián- él no va a venir a salvarte...-

-¿Ah, no?- dijo una voz, y un puño lo golpeó. Marcel iba a golpear al recién llegado cuando una mano detuvo la suya y la congeló.

Selene se soltó de Fabián y levantó la mirada. Vio a Milo acompañado de otro hombre, de cabellos azul oscuro.

-¡Milo!-

El caballero la abrazó, como protegiéndola, y ella se refugió en él.

-¿Quién demonios son ustedes?- dijo Fabián.

-Creo que la señorita expresó muy claramente que quería que la soltara- dijo Camus con su terrible calma y frialdad.

-¿Camus?- dijo Marcel, haciendo una horrible sonrisa- que gusto verte... ¿cómo está tu hermana?-

-Bien desde que te exiliaron de Francia- dijo Camus- no creí tener que verte la cara de nuevo...-

-¿Y qué asunto te trae por aquí?-dijo Marcel- esto es daño a mi propiedad... esa chica me pertenece, así que si se la llevan me estarán robando...-

-Selene no es un objeto para que la trates de esa manera- dijo Milo, sin soltarla.

-Pero es una gitana, y por ello me pertenece como si lo fuera- dijo Marcel- no hay manera legal de que te la puedas llevar de aquí...-

-¿Y desde cuando te preocupas por lo que es legal y lo que no?- dijo Camus- ¿desde que tus intereses se ven afectados?-

-Hay una manera- dijo Waldo, golpeando al gitano que tenía a Ion para que la soltara- hay una manera de sacarla de aquí-

-¿Cuál?- preguntó Milo.

-Que tú hagas un matrimonio gitano con ella- dijo Waldo.

-¿Un que?- exclamaron Milo y Camus al mismo tiempo.

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CONTINUARÁ...

Elena: creo que ya te diste cuenta que clase de problemas tendrá Milo. ¡Gracias por tu review!

Marín: ya volvió Camus... ¡gracias por tu review!

Fenixgirl: espero que este capi también te agrade ¡gracias por tu review!

Misao CG: jajaja bueno, Milo va a aprender la lección de la manera dura... ¡gracias por tu review!

Zen: ¡muchas gracias por tu review! Espero que este capítulo sea de tu agrado.

Ryu Mari: Jejeje claro, te aviso cuando se me ocurra algo, porque estoy sufriendo SFC, y ya si no, con tantos exámenes... los baberos funcionan, lo comprobé cuando mis compañeros se quedaban babeando por una becaria... ¡y muchas gracias por tu review!

A los demás: ¡gracias por seguir leyendo, y espero sus reviews!

Abby L. / Nona