CAPITULO 4: LA ESPOSA DE MILO
-¿Un que?- dijo Milo.
-Que te cases con ella- dijo Ion- por medio de un...-
-Un matrimonio gitano- interrumpió Waldo- tendrás que romper un jarrón gitano. El número de piezas será el número de años que estarán casados... y al terminar ese plazo, Selene será libre como si no fuera gitana-
Milo lo escuchó atentamente y sonrió. No sería tan difícil.
-Está bien- dijo Milo- lo haré...-
-No lo hagas- dijo Selene en voz baja, con lágrimas en los ojos- te quitaré tu libertad. Si te casas conmigo, tendrás que serme fiel hasta que termine el plazo, si no, un solo beso a otra mujer anulará el matrimonio y yo tendré que volver a mi antiguo amo...-
Milo sintió una sacudida en su estómago. ¿Renunciar a su libertad y a su modo de vida? No era algo permanente, sin embargo, serían varios años que él estaría unido a ella. Pero al ver los ojos tristes de la hermosa gitana sacudió su cabeza y sus dudas desaparecieron.
-De todas maneras lo haré- dijo Milo, convencido. Camus le miraba con cierto grado de incredulidad, pero también asintió, y Milo se volvió a Selene- claro, si tú aceptas a este caballero...-
Ella lo miró una vez más y asintió.
-Está bien- dijo Waldo- toma su mano derecha con tu mano derecha-
Milo obedeció, y Waldo vertió la botella de vino sobre las manos de Milo y Selene unidas, mientras las gotas caían a un jarrón que Ion sostenía abajo de sus manos. Una vez que la botella quedó vacía, Ion le entregó el jarrón.
-Rómpelo- dijo Ion. Milo lo dejó caer al suelo, y el jarrón se rompió en cuatro piezas. Waldo se aclaró la garganta.
-Caballero, ella es tu esposa. Selene, él es tu esposo. El jarrón se rompió en cuatro piezas, así que de acuerdo con la ley gitana estarán casados cuatro años-
Marcel y Fabián los miraron furiosos.
-Esto no se acaba aquí, caballeros de Atena- dijo Marcel- les haré pagar con sangre la afrenta que nos acaban de hacer. Con su sangre- añadió señalando a Selene.
-Guárdate tus amenazas para alguien a quien le importen, francés- dijo Milo, abrazando a Selene, y volviéndose hacia ella- ¿nos vamos?-
Selene asintió levemente.
-Vamonos de una vez- dijo Camus.
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Mu aguardaba despierto, sabía que Milo y Camus debían volver pronto. Ya hacía que Kiki se había ido a dormir. Suspiró, mirando las estrellas. Sonrió al sentir el cosmo de sus amigos aproximándose, ya podía irse a dormir.
El caballero de Aries se levantó y salió a su encuentro. Se sorprendió mucho al ver que Milo llevaba a una chica dormida en sus brazos.
-Camus, Milo, ¿qué...?-
-Shhh... la despertarás- dijo Milo en voz baja.
-Mu, esta chica es la esposa de Milo. Dormirá en su casa por esta noche, y mañana hablaremos con Saori y le explicaremos lo que sucedió-
-¡Su esposa!- exclamó Mu, abriendo los ojos grandemente- ¿cómo...?-
-Como ya te dije, mañana les explicaremos lo que sucedió- dijo Camus- ¿podemos pasar?-
Mu asintió, sin quitarle la vista a la hermosa gitana. Cuando los dos caballeros desaparecieron hacia el templo de Tauro, Mu salió de su sorpresa.
-Bueno, supongo que mañana sabré que rayos sucedió aquí- dijo antes de irse a dormir.
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Una vez que llegó a su templo, Milo depositó a Selene en su propia cama y la arropó con cuidado. Al parecer, la chica medio despertó y se encontró en un sitio extraño.
-¿Dónde estoy?-
-Estás en mi casa, Selene- le dijo Milo en voz baja, tomando su mano- descansa, preciosa, ya mañana arreglaremos todo-
Selene asintió y cerró los ojos. Milo aprovechó para cambiarse y acostarse junto a ella, colocando antes dos almohadas entre ambos.
-¿Milo?-
-¿Sí?-
-No me vayas a dejar sola...- dijo Selene en voz baja- me da miedo este sitio...-
Milo sonrió, recordando que ella nunca antes había dormido en una cama, menos en una casa como la suya.
-Está bien- dijo él, quitando las dos almohadas que le habían servido de barrera- ven acá-
El caballero dejó que ella lo abrazara, rodeando su cuello, mientras él la abrazó por la cintura, y así se quedaron dormidos.
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A la mañana siguiente, sábado, el Santuario despertó más tarde que de costumbre. Milo, por su parte, despertó por el sonido de un vidrio quebrándose. Afrodita se había levantado y, al ver que no tenía leche, había bajado a pedir un poco a Milo, y había dejado caer la botella al ver la escena. Una chica muy hermosa plácidamente dormida sobre el pecho de Milo.
-Mi...Mi...Milo- dijo Afrodita- ¿qué demonios...?-
-Calla, vas a despertarla- dijo Milo, deslizándose por debajo de Selene para evitar que despertara- cálmate, Afrodita-
-¿Qué...?- comenzó Afrodita, sin saber como plantear la pregunta- ¿cómo...?¿porqué...?-
-Sé lo que piensas- dijo Milo- pero no dormí con ella... bueno, sí, pero no como piensas, es decir...-
Afrodita alzó una ceja.
-Ahí va- dijo Milo- cuando ella despierte, les explicaré todo a todos, delante de Saori, ¿de acuerdo?-
-De acuerdo- dijo Afrodita, lanzándole una última mirada de sospecha, y volviendo a su propio templo.
Milo recogió los vidrios de la botella que el caballero de Piscis había dejado caer y se apresuró a hacer el desayuno Una vez terminado éste fue a despertar a Selene.
-¿Qué hora es...?-
-Casi las diez de la mañana- dijo Milo. Selene bostezó y se estiró como un felino.
-¿Tan temprano?-
-Considerando que es sábado, debí estar en mi puesto desde hace dos horas, pero no importa- dijo Milo- ¿pues tú a que hora te levantas?-
-A las doce, al menos- dijo ella, bostezando de nuevo- recuerda que trabajo de noche...-
-Ya no- dijo Milo, dejando la bandeja con el desayuno sobre la cama.
-¿Porqué me salvaste?- preguntó ella, probando un bocado del pan.
-¿Bromeas?- dijo Milo- no podía permitir que te hicieran algo que no querías...-
-Pero si apenas llevabas unas horas de haberme conocido...-
-No importa- dijo Milo, tomando la mano de ella- hice lo que me dictó el corazón...-
Selene sonrió.
-Pero hay algo que no entiendo- dijo Milo- ¿por qué los tratan así, a los gitanos?-
-No lo sé- dijo ella- desde hace muchos siglos nos discriminan... en Francia es ilegal ser gitano...-suspiró- no lo sé, creen que somos brujos y ladrones-
-¿De dónde vienes?¿de París?-
-De las afueras- dijo ella, reprimiendo un escalofrío.
-¿Qué pasa?-
-Nada, nada- dijo ella, bajando los ojos. Milo no insistió. Suavemente la hizo levantar la mirada.
-Confía en mi- dijo Milo- te prometo que no dejaré que nada malo te suceda-
Ella sonrió.
-Y bueno- continuó Milo- tengo que avisarle a Saori de tu presencia, y dar muchas explicaciones...-sacudió su cabeza- a Atena... tengo que avisarle a Atena-
-¿Atena?-
-Así es- dijo Milo- tú también debes ir, así que avísame cuando...-
-Milo- lo interrumpió una voz masculina desde la puerta. Era Camus.
-Hola, Camus-
-Pedí a las amazonas algo de ropa- dijo el francés- Marín y June mandan esto, pues son más o menos de la misma talla que tú- agregó colocando una bolsa sobre la cama.
-Gracias, Camus- dijo en voz baja Selene. El caballero de los hielos se inclinó ligeramente y le dedicó una sonrisa.
-Fue un placer, Selene- dijo Camus- por cierto, Milo, Saori los espera en una hora-
-Gracias, Camus- dijo Milo, y Camus salió- bueno, Selene, ya lo escuchaste...-
-Estaré lista, Milo- dijo ella con una sonrisa, levantándose y tomando la ropa que las amazonas le habían mandado, y entró al baño.
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Marín y Melody no podían creer lo que Camus les acababa de decir. Milo había traído a la chica gitana del día anterior.
-¿Qué habrá pasado?- preguntó Marín- todo esto es muy extraño...-
-Camus dijo que los caballeros dorados iban a estar presentes cuando le expliquen a Saori- dijo Melody- ¿crees que Aioria nos pueda decir algo?-
-Más le vale- dijo Marín con su sonrisa astuta.
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Milo y Camus explicaron delante de Saori, Shion y el resto de los caballeros dorados lo ocurrido la noche anterior. Ninguno hubiera creído la historia de Milo si Camus no la hubiera respaldado.
Después de una larga discusión, Saori permitió que Selene se quedara en la casa de Escorpión. Shion aún lo siguió regañando.
-Milo, ¿entiendes lo serio de este asunto?-
Milo asintió molesto. ¿Qué tan inmaduro lo creían todos?
-Ya lo sé- dijo Milo- sé que ninguno de ustedes me cree capaz de hacer esto, pero...-
-Solo es porque estamos preocupados, Milo- dijo Shion- toma en cuenta que la vida de esa chica depende de tu conducta-
Milo tragó saliva. No lo había visto desde ese punto. El resto de los caballeros dorados parecían un poco inquietos por la preocupación.
-Ya, no es para tanto- dijo Aioros, alzando un poco la voz- Milo nos ha demostrado el aprecio que tiene por la chica al traerla aquí y a comprometerse en ese trato- hizo una pausa mientras los otros caballeros murmuraban en asentimiento- yo confío en él. Milo- agregó con una sonrisa- si alguna vez necesitas algo, sabes donde encontrarme-
-Gracias, Aioros- dijo Milo sonriendo.
-Lo mismo digo yo- dijo Mu.
-Gracias, chicos-
-Yo volveré a Francia en unos días- dijo Camus- puedo ir con el primer Ministro para obtener libertad para Selene-
-Gracias, Camus- dijo Saori- ahora, pueden hacerla pasar-
Milo abrió la puerta y condujo a la joven al interior de la sala. Hubo un murmullo general de admiración. Milo y Camus tenían razón, era muy hermosa. Selene parecía nerviosa de hallarse entre tantos hombres, pero la sonrisa de Saori la tranquilizó.
-Selene, Milo ya nos ha explicado lo que sucedió- dijo Saori- se te permite quedarte en el templo de Escorpión; y todos los caballeros dorados deberán tratarte con todo respeto y protegerte de igual manera, así que no tienes nada que temer-
Los doce caballeros se inclinaron y asintieron.
-Gracias- dijo Selene sonriendo, sin soltar la mano de Milo- solo temo importunarlos...-
-No importunas a nadie, te lo aseguro- dijo Saori con una sonrisa.
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Mientras tanto, Marcel y Fabián Vincent estaban en su oficina llenos de rabia.
-Maldita sea- dijo Marcel, golpeando la mesa- anoche perdí dos bailarinas y al guitarrista-
-Así que Ion y Waldo huyeron también- dijo Fabián tomando una bocanada de tabaco- ¿llamaste a la policía?-
-¿Para qué?- dijo Marcel- ya estarán fuera del país...-
-¿Y que hay de Selene?-
-No hay nada que pueda hacer- dijo Marcel- ese matrimonio es completamente legal...-
-Debe haber una manera de romper ese matrimonio- dijo Fabián cruzando los brazos- así ella volverá a ser tuya...-
-El caballero tiene que serle infiel, y eso no pasará- dijo Marcel- y en menos de una semana estaré arruinado sin ella... de Ion podía prescindir, pero no de Selene-
Fabián sonrió de pronto.
-Las otras dos gitanas, Carena y Marie- dijo Fabián- ¿siguen a tu servicio?-
-Así es- dijo Marcel.
-Hay una manera de romper el matrimonio, pero tomará tiempo- dijo Fabián.
-No hay tiempo- dijo Marcel.
-No para salvar tu negocio, mon frére- dijo Fabián- sino para la venganza-
Marcel levantó la mirada, y se encontró con la de su hermano, lleno de molestia, pero también de decisión.
-Te escucho- dijo atusándose el bigote.
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CONTINUARÁ...
Misao CG: mil gracias por seguir leyendo... recuerda que tengo derecho de hacer sufrir a Milo, un poquito, pero lo haré sufrir (muajajaja...soy cruel..) ¡gracias por tu review!
Elena: XD jajajaja ¡gracias por tu review!
Atalanta: ¡Hola! Llevo un siglo tratando de mandarte un mail para decirte que me mandes tu personaje, porque al fin se me ocurrió algo para Camus. En resumen: mmm bueno, mejor vacía tu cuenta de email y te explico mi idea, ¿vale? Suerte con tu abuelo, y saludos a las chicas... este fic está dedicado a Kasu, porque sé que es fan de Milo ¡gracias por tu review! Y actualiza pronto!!!!!
Fenixgirl: jajajaja sip, se sorprendió mucho... ¡gracias por tu review!
Marín: ¡muchas gracias por tu apoyo!
Zen: no comas ansias... claro, Milo no olvidará las predicciones de Selene... ¡gracias por tu review!
Ryu Mari: ¿Cómo Kaleido Star? Nunca la he visto, pero pensaré en ello. No sabía que tenías a Gollum, me lo saludas! Yo también tengo mi precious.... mine, my own, my precious... (ejem...) bueno, muchas gracias por tu review, y espero que este capi también te agrade.
Asukamapu2000: ¡no te mueras! Aquí tienes otro capi... ¡gracias por tu review!
A los demás: ¡gracias por seguir leyendo, y manden sus reviews!
Abby L. / Nona