CAPITULO 5: VIDA DE HOMBRE CASADO
-Entonces, ¿la dejó quedarse?- preguntó Marín.
-Obviamente- dijo Melody, algo indignada- no podían echarla, después de que ese par de franceses la trataban como un objeto...-
Melody aún estaba molesta por el asunto de Henrich Kohn, que había tratado de retenerlos a ella y a su hermano como si fueran un par de cajas de música.
-Así es- dijo Aioria.
-Bueno, vamos a verla- dijo Marín, levantándose- no es bueno que la chica esté sola entre tantos hombres...-
-¿Y porqué no?- dijo Touma algo molesto.
-Ustedes son geniales, chicos- dijo Marín- pero creo que le haría bien un poco de compañía femenina...-
-Vamos- dijo Melody- voy a buscar a June y a Shaina-
-Solo a June, Melody- dijo Marín- no creo que a Shaina le agrade mucho la idea, ya ves como es... o la asustará-
-Creo que tienes razón- admitió Melody.
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-Vaya, el Santuario es enorme- dijo Selene, muy impresionada. Milo no respondió, solo se limitó a sonreír antes de volver a entrar al templo de Escorpión.
-Este es uno de los 12 templos, y cada templo lo defiende un caballero dorado- explicó Milo- si te aburres, puedes ir a platicar con los caballeros de Aries y Tauro, ambos son geniales. Saga y Kanon, en Géminis, son gemelos, así que no intentes llamarlos por su nombre si no sabes cual es cual, porque siempre se enfadan cuando los confunden. Y trata de no pasar sola por la casa de Cáncer, o el lunático de Máscara Mortal tratará de cortarte la cabeza...-
Inconscientemente, Selene se llevó la mano al cuello.
-¿Qué dices?-
-Máscara Mortal es un caballero muy extraño, pero en el fondo es una buena persona...-
-¿Una buena persona que intenta cortarte la cabeza?- dijo Selene.
-No lo hará- dijo Milo- siempre amenaza con ello, pero no lo hace. Pero no quiero que ese lunático te asuste, así que mejor que estés acompañada...-
-De acuerdo-
-El resto de los caballeros son personas muy agradables- dijo Milo- cuando pases por la casa de Capricornio avisa antes de entrar, porque Shura es muy nervioso. Si vas a la casa de Acuario, la de Camus, lleva algo para cubrirte del frío, y si pasas por Piscis no vayas a aspirar el aroma de las rosas, porque están envenenadas, ¿entendiste?-
-Creo- dijo Selene- avisar, frío, no oler rosas...-
-Excelente- dijo Milo, y de pronto cambió la expresión de su rostro- oh, genial...-
-¿Qué pasa?-
-Las amazonas- dijo Milo- vienen para acá, tal vez solo a regañarme...-
-Pero...tú... ¿cómo?-
-Siento el cosmo de Marín, June y Melody, dirigiéndose hacia acá- dijo Milo- las tres son amazonas muy poderosas, y son las novias de Aioria, Shun y Touma...-
-Hola, Milo- dijo Marín, asomando la cabeza- ¿podemos pasar?-
-Pasen, solo que prohibido regañarme... Shion ya lo hizo...- dijo Milo con cierta amargura en su voz. Las tres amazonas entraron. Selene se asustó al verlas, usando máscaras como estaban, y se escondió detrás de Milo.
-No te asustes- dijo Marín, quitándose su máscara- solo vinimos a saludarte...- las otras dos amazonas asintieron, se quitaron sus respectivas máscaras y sonrieron a Selene. Ella les devolvió la sonrisa, pues recordaba haber visto a Marín y Melody la noche anterior.
-Pues no creo que Shion te haya regañado lo suficiente, Milo- dijo Marín- de todas maneras, solo vinimos a llevar a Selene a comer con nosotras- se aclaró la garganta- claro, si ella quiere-
-Claro- sonrió Selene, y se volvió a Milo- es decir, ¿puedo ir?-
-Por supuesto- dijo Milo a su vez- aquí eres libre de hacer lo que quieras, si eso te hace feliz...-
-Gracias, Milo- dijo ella, dándole un beso en la mejilla y bajando a través de las Doce Casas junto con las tres amazonas. Milo la miró alejarse con una sonrisa. Tal vez no sería tan difícil después de todo.
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-¿El Recinto de que...?-
-De las amazonas- dijo June- ahí vivimos las mujeres...-
-Caballeros mujeres- murmuró Selene, sorprendida.
-Bueno, más o menos- dijo June- la diferencia es que las mujeres tenemos que usar máscaras, ya sabes, para que los hombres no nos subestimen por ser mujeres...-
-¿Y ustedes... pelean y todo?-
-Claro- dijo Marín- June es muy hábil con su látigo, y Melody puede tocar una sinfonía letal con su flauta de plata...-
-... aunque la mayor parte del tiempo no lo hace- agregó June.
-¿Y tú?- dijo Melody- ¿qué hacías en Atenas, además de bailar?-
-¿Yo? Bueno...- dijo Selene- bueno, pasamos parte del día ensayando los bailes, y leyendo las cartas a las personas que se acercan a preguntar sobre su futuro...-
-¿Sabes leerlo?- preguntó June, ligeramente emocionada. Selene asintió-¿tienes tus cartas contigo?-
-Claro- sonrió Selene, sacando un fajo de cartas de su bolsillo- es lo único de mi antigua vida que realmente me gustaba...¿quieren que las lea para ustedes?-
-¡Sí!- exclamaron las tres a coro.
Las tres amazonas y Selene se sentaron en la base de las escaleras de las Doce Casas. La joven gitana comenzó a leer los futuros de las tres chicas, los cuales estaban llenos de buenos augurios. June se ruborizó al escuchar que tendría cinco hijos de cabellos verdes.
Las cuatro chicas pasaron esa tarde riendo con ganas. Después de un rato, una vez que Kiki terminó su entrenamiento, se materializó frente a ellas. Selene dio un pequeño brinco de sorpresa.
-¿Cómo...?-
-Tranquila- dijo Marín con una sonrisa- no te asustes, Kiki es un lemuriano, puede teletransportarse y mover las cosas a distancia...-
-¿Un que?-
-Lemuriano, señorita- dijo el travieso pelirrojo, inclinándose ligeramente-me llamo Kiki-
Selene sonrió.
-Gusto en conocerte, Kiki- dijo ella- soy Selene...-
-¿Quieres verme lanzar una piedra a ese enorme guardia panzón?- dijo Kiki, encendiendo su cosmo y levantando una roca del suelo.
-¡Kiki!- lo reprendió Marín. Kiki apagó su cosmo y dejó caer la roca al suelo de mala gana.
-Oh, demonios- dijo Kiki- era solo para divertirlas un rato...-
Selene rió, al igual que Melody y June. Marín se cruzó de brazos, aún con su postura de reproche, cuando el caballero dorado de Aries se materializó detrás de Kiki.
-Bueno, pequeño diablo- dijo Mu- veo que aún te quedan muchas energías para seguir entrenando, así que vuelve a la casa de Aries y has otras veinte Cristal Walls.
-Pero Mu...- comenzó a protestar el niño.
-Pero Mu nada- dijo el caballero con voz autoritaria- ahora mismo...-
Refunfuñando, Kiki se teletransportó de regreso a su casa.
-Disculpen a Kiki si las molestó, señoritas- dijo Mu.
-Oh, no, no nos molestó para nada- sonrió Selene, recogiendo sus cartas del suelo y acomodándolas en un solo fajo para guardarlas. Tres de las cartas se resbalaron de sus manos y cayeron al suelo. Mu las recogió y se las entregó.
-Gracias- dijo ella, tomando las cartas. Las miró nerviosamente.
Dos de las cartas correspondían a un reloj de arena, y la tercera era...
-Una bruja...- dijo Selene en voz baja- tienes una bruja-
Mu estaba a punto de irse, pero la voz de la gitana lo detuvo.
-¿Perdón?- dijo Mu.
-Nada- dijo Selene algo nerviosa- estoy pensando en voz alta...-
Mu sonrió levemente y desapareció.
-¿Qué sucedió, Selene?- preguntó Melody.
-Nada- dijo Selene, revolviendo la carta de la bruja en el fajo- nada... será mejor que vuelva-
-¿Tan pronto?- dijo June, algo decepcionada.
-Así es- dijo Selene- me divertí mucho con ustedes, chicas, deberíamos hacer esto más seguido...-
-Cuenta con ello- dijo Marín- saluda a Milo de nuestra parte...-
-Gracias, lo haré- dijo la gitana antes de comenzar a subir de nuevo los escalones hacia la casa de Escorpión.
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Milo, por su parte, estaba muy aburrido en su casa. Se le ocurrió preparar algo de cenar, en caso de que Selene volviera con hambre. Alguien se acercó a su casa. No era Selene, sino un pequeño grupo de caballeros de plata.
-¿Qué hay, Milo?- dijo Argol- ¿tienes planes para esta noche?-
-Y si los tienes, deséchalos- dijo Dio- porque iremos al bar de siempre a tomar un par de tragos...-
-Chicos...-
-Nada de excusas- dijo Sirius- no te negarás al dulce sabor del alcohol y de los labios de lindas mujeres...-
-No puedo- dijo Milo- ya será en otra ocasión...-
Los caballeros de plata miraron a Milo como si dudaran de su sobriedad.
-Veo que empezaste a tomar sin nosotros- dijo Argeti, dándole una palmada en la espalda que casi lo derribó- vamos, será divertido-
-Ya les dije que no- dijo Milo comenzando a molestarse. Los demás ya no lo miraban como si se tratara de un borracho, sino como si verdaderamente dudaran de su salud mental.
-¿Milo diciendo que no?- susurró Dio- entonces es cierto lo que nos han dicho... que una chica lo tiene totalmente hechizado...-
Esto ya fue el colmo para el caballero dorado. Tomó a Dio por la solapa de la camisa y lo empujó contra la pared.
-Cuidado con lo que dices, Dio- dijo Milo antes de soltarlo- porque pueden ser tus últimas palabras-
Los caballeros de plata se molestaron, pero Argol se aclaró la garganta.
-Basta, chicos- dijo el caballero de Perseo- Milo ya nos ha dicho que no quiere ir con nosotros, dejémoslo en paz...-
Argeti, Sirius y los otros asintieron y salieron de la casa de Escorpión por donde habían entrado. Argol dio una palmada a Milo en el hombro antes de irse. Milo dejó escapar un hondo suspiro al quedar solo.
Selene, quien había llegado poco después de los caballeros de plata y se había escondido detrás de una columna, sonrió ampliamente y se dejó encontrar por el caballero dorado.
-¡Selene!- exclamó Milo- viste...-
-No, no vi, pero escuché- dijo ella, acercándose a Milo y, sin aviso, lo abrazó por la cintura apretándolo con fuerza- muchas gracias-
Como respuesta, Milo la besó en la frente.
-No es nada, Selene- sonrió Milo- ven, preparé algo de cenar...-
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Pasaron dos semanas desde aquel día. Milo había arreglado una habitación para que Selene durmiera en ella, pero el caballero la acompañaba todas las noches porque la joven no estaba acostumbrada a una habitación tan grande, y con frecuencia se despertaba asustada, quejándose de haber soñado con horcas.
También había tenido problemas. Un día que Selene había salido sola fue abordada por dos guardias. Por suerte para ella, Aldebarán iba pasando por ahí. Los pobres guardias tuvieron que ser levantados con una espátula después de que el caballero de Tauro terminó con ellos.
Lo peor fue el día que Shaina la conoció. Inmediatamente intentó convencer a Saori que no podía haber ninguna mujer en el Santuario sin máscara y sin entrenamiento de amazona. Milo discutió con ella hasta arreglar el problema.
Una mañana, Milo se levantó y dejó escapar un bostezo mientras entraba a bañarse. Tenía que estar en su puesto temprano aquel día. Al salir, vio a Selene ovillada de frío, y la arropó.
Milo salió hacia la entrada de su casa. Suspiró. Ese tipo de vida era muy diferente al que había llevado antes. Ninguna noche de juerga ni borrachera en dos semanas. Dos largas semanas. No es que se quejara, pero extrañaba ese tipo de vida. Vio como salió el sol, y suspiró de nuevo.
Lo recordó. Camus acababa de partir el día anterior a Francia para traer la carta de libertad de Selene, y Milo deseaba que volviera pronto, y no precisamente por el bien de la chica. La verdad le tenía mucho cariño, pero esa no era su idea de romance.
x-x-x FLASHBACK x-x-x
En la sala de la casa de Escorpión, el día anterior...
-¿Qué dices?- dijo Camus muy enfadado- no estarás hablando en serio...-
-Pues es la verdad, Camus- dijo Milo- llevo dos semanas de esto, y ya no lo soporto... no sé como llegaré a cuatro años así...-
Camus frunció el entrecejo, y asomó una mueca molesta, como si tuviera que decir algo que realmente no quería.
-Milo, hoy partiré a París- dijo Camus- le pediré al primer ministro francés que redacte una carta concediendo la libertad a Selene...-
-¿Eso quiere decir...?-
-Que cuando yo vuelva, Selene será libre, como si no fuera gitana...- dijo Camus muy rápidamente, como si pronunciar esas palabras le produjeran náuseas. Milo sonrió.
-Entonces, podré romper el matrimonio en tanto vuelvas y seré libre...- dijo Milo, y Camus sonrió- Camus, amigo, te estaré eternamente agradecido si lo haces...-
-No lo hago por ti- dijo fríamente el caballero de Acuario- lo hago porque sé que ella es la que más lastimada puede salir de este embrollo...-
-¿Cuál embrollo?- dijo Milo, alzando una ceja.
-Así le llamo a tu egoísmo- dijo Camus antes de salir.
-¿Egoísmo? Que tontería...- dijo Milo, entrando a su habitación. No se dio cuenta que un par de ojos azulados lo observaba desde la cocina desde hace tiempo, y que esos mismos ojos azules ya estaban llenos de lágrimas.
x-x-x FIN DEL FLASHBACK x-x-x
En ese momento, Milo sintió que Mu lo llamó por medio de su cosmo, y corrió hacia la casa de Aries.
-¿Qué sucede, Mu?- preguntó Milo al llegar. Como respuesta, el caballero de Aries señaló a dos mujeres que estaban ahí, a las cuales Milo las identificó como las otras dos bailarinas que estaban esa noche con Selene e Ion.
-Las señoritas quieren hablar con Selene-
-Ella aún está dormida- dijo Milo.
-Por favor, caballero- dijo la de cabellos negros, la mayor de las dos, con un marcado acento francés- dígale que Marie y Carena quieren verla-
-Se lo diré cuando despierte, señorita- dijo Milo.
-Entonces volveremos mañana- dijo Marie, y se fue acompañada de Carena, la chica rubia.
-¿Sabes quienes eran?- preguntó Mu.
-Otras dos bailarinas gitanas- dijo Milo- voy a decirle a Selene...-
-¿Debo dejarlas pasar cuando vuelvan?-
-Aún no, Mu- dijo Milo- no estoy seguro de sus intenciones-
-Las mantendré vigiladas- dijo Mu, al ver que Milo volvía a su propio templo. Una vez que desapareció hacia el templo de Tauro, llamó a su discípulo.
-¿Qué sucede, señor Mu?- preguntó Kiki.
-Tengo una misión que encomendarte- dijo Mu.
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CONTINUARA...
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Javiera: escribo tan rápido como puedo... perdón por el retraso, pero tuve mucho que hacer en la escuela ¡gracias por tu review!
Fenixgirl: me alegra que te guste, la acción está a punto de comenzar. ¡Gracias por tu review!
Ryu Mari: lo pensaré, luego te aviso... todavía tengo que escribir el de Saga, Mu y Camus antes del de Shaka, ¡gracias por tu review!
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Abby L. / Nona