Ranma no es de mi propiedad
PROMESAS DE ARTISTAS MARCIALES
Por: EGBC
Capítulo 8:
'Promesas rotas'
Él había esperado… así como ella.
Y lo que era una pelea se convirtió en una competición de quien permanecía más tiempo inmóvil.
La miró como si nunca antes la había mirado. No podía negarlo, sus ojos ya recorrieron más de una vez las curvas de su figura y no por algún hecho indemne, aunque se supuso ser un hecho natural el que un hombre disfrute de la vista de una mujer.
Pero esta vez la miro con los ojos que creyó nunca mirarla en su vida.
Los ojos de un artista marcial.
Ella había sido la primera persona que no vio como un enemigo. Aún en lo que ya parecía años en el dojo cuando creyó que era una mujer, cuando le pidió que entrenaran. Era extraño ver a un oponente frente suyo pero no a su enemigo.
Oponente es lo mismo que enemigo era lo que se le enseñó.
La burla siempre estaba presente y más aún en sus peleas, demostrándoles que él era el mejor hasta que cometieran un error. Era entonces que se aprovecharía y ganaría… como siempre lo hacía.
Pero por alguna extraña razón no había hecho eso con Akane. Se divirtió en el entrenamiento. Algo nuevo para él, al menos de esa singular forma. Él se había entretenido en otros pero no de la manera que lo hizo con Akane.
Ella había sido su primera amiga… la primera no enemiga.
Él podría decir que hubo Ukyo antes, pero eso era cuando era solo un niño y no tenía completa noción de lo que un amigo es. Después de todo, ¿no la había cambiado por su carreta de okonomiaki?
Después hubo Kasumi… y luego su madre. Para entonces él ya supo que se había suavizado, algunos de sus enemigos los veía como amigos de verdad… aunque eso era en ciertos escasos momentos.
Era como si su vida tendría una línea que la dividía en dos partes.
Dicha línea tenía un nombre. Era Akane.
Una línea que dividía al artista marcial que era y lo único que era. Y la otra vida que tenía más que solo ser un artista marcial, que tenía una vida, que tenía cosas que nunca las creía importantes, cosas que ni siquiera las sabía. Pero estaban allí, tal vez no sabía que eran, pero eran como su sombra, no necesitabas verla para saber que la tenías. Un fantasma agridulce del cual no puedes… no quieres deshacerte.
… Y ella estaba frente a él, aquí y ahora. Aquí y ahora no podría negar que era lo más importante para él.
Entonces Ranma se dio cuenta que tenía que hacer lo que muy pocas veces, ser el primero en atacar.
Con gran pesar… lo hizo.
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Él se estremeció.
El clima no era frío. De hecho, hacía un relativo calor cuando el sol filtraba entre las hojas de los árboles sus rayos de luz.
Sin embargo, Sephirot seguía estremeciéndose.
Había hecho tanto… tantos sacrificios por ser lo que era ahora. Por alcanzar el poder de los Campeones y Némesis.
Todo vale en el amor y en la guerra, era lo que decían y esta era definitivamente una guerra.
Pero ni así pudo estar al nivel de un Campeón… como era Ranma.
Tal vez debió hacer caso a su madre cuando le dijo que nació para ser un artista marcial.
El rubio sacudió rápidamente su cabeza. Los mechones más largos de su cabello amarillo rozando suavemente sus mejillas. No pensaría en muertos. Se prometió a si mismo que no lo haría… ¿o era a Tiamat?
Ranma no solo era el Campeón de la Humanidad… también era el asesino de Safron.
No importa cuantas veces lo contradigan diciendo que Safron había renacido… ¿pero para renacer no primero uno se tenía que morir?
O al menos eso era lo que Tiamat le enseñó.
Tiamat… Sephiroth no pudo evitar pensar en su sirviente/maestro… Ya no en una forma contemplativa como antes. Ahora vino con un desprecio que no creyó poseer.
Su repentino odio hacia su mentor se disparó como fuegos artificiales dentro de sus venas desintegrando poco a poco ese frío que le dejó la traición.
No iba a permitir que lo abandonaran como el resto de personas. Había cambiando mucho al niño que lloró toda la noche al enterarse del trágico accidente de sus padres. A la desaparición de sus únicos dos amigos en China… todo le habían abandonado ese nefasto día…
… el mismo día en que conoció a Tiamat.
Así que hoy no lloraría. Él se esforzó en controlarse a si mismo. Tiamat era nadie para dejarlo… si algo era él quien lo tiraría como basura.
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–"¡Shi-Shi-Hokudan!"–
La energía cargada del pesar que el chico sentía por Akane silbo por los aires en dirección de Tiamat.
Taimat lo esquivo y usando las ondas de choque a su favor se alejó también de la emboscada que le tenía preparada Ukyo.
Cuando el dragón tocó el suelo Ukyo y Ryoga extasiados por la gracia de su contrincante se detuvieron un segundo para observarlo.
Fue todo lo que necesitó.
–"¡Vientos Huracanados!"–
Ukyo no pudo hacer nada, los vientos fueron directo a ella dejando marcas a su paso por la tierra. No podía escapar, cada lado estaba ocupado por las feroces ráfagas de aire y eran demasiado altas para saltar o rápidas para retroceder.
Ryoga miró atónito deteniendo su carrera como el pequeño huracán creado por Tiamat engullo a Ukyo. Lastimosamente en su carrera para socorrerla él había quedado expuesta a la furia de los vientos.
Cuando sus dos contrincantes desaparecieron de vista, Tiamat fue en busca de la anciana amazona que ya se había escabullido dentro de la cueva.
Pero en el momento de llegar a la entrada se topo con una barrera que lo empujó para atrás.
–"… magia."– Tiamat esanchó ligeramente sus ojos. Con unos segundos de observación sonrió. Levantando su mano concentró energía para tumbar la barrera.
–"Esto es nada para… ¡Arrrg!"–
Nunca vio venir la pequeña espátula hasta que le dio un corte a su muñeca. Tiamat giro su rostro furioso hacia Ukyo y con suerte pudo esquivar el punto de ruptura cuando Ryoga lo atacó por la espalda. Sin embargo cientos de piedras lo golpearon por todas partes.
Ukyo se había salvado milagrosamente entrando el hoyo que había dejado el anterior Shi-Shi-Hokudan de Ryoga, los peligrosos vientos demasiados rápidos pasaron sobre ella solo cubriéndola de polvo. Y el resistente cuerpo de Ryoga contuvo muy bien el enviste del poder ya agotado al recorrer toda esa distancia.
Tiamat dio un gruñido bajo mientras se levantaba arrancándose la ahora inservible capa giro su rostro a sus contrincantes. Los ojos de Ukyo y Ryoga se desviaron al nuevo accesorio saliendo detrás de dragón, su cola escamosa meneado como por si sola estimulada por el enojo de su poseedor.
No cometieron el error dos veces… la cola no los distrajo como se esperaba que lo hiciera.
Tiamat alzó sus brazos de nuevo, enfocado en el enojo latente en sus venas.
–"¡Vientos Huracanados!"–
Cuando el ataque terminó, Ryoga intentó levantarse rápidamente pero encontró que no pudo. Así que lo primero que hizo era localizar el peligro inminente y encontró a Tiamat muy seguro de si mismo observando con una desquiciada sonrisa en su cara. Estaba tan seguro de su victoria que les estaba dando oportunidad para levantarse.
Con eso claro, Ryoga se levantó torpe y lentamente, de la esquina de su ojo divisó a Ukyo haciendo lo mismo con ayuda de su espátula. Al parecer ambos aprendieron a contrarrestar el ataque del dragón al ser usado en sus contra por segunda vez. Sin embargo el poder era demasiado devastador como para decir que podían dominarlo. Mucho menos ser inmune a el.
Ryoga suspiró desalentadoramente.
Necesitamos ayuda… mucha ayuda
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–"¡A-CHOO!"–
–"¿Qué sucede, hermano? ¿La pequeña caminata ya te está afectando la salud?"–
Tatewaki Kuno solo murmuró algo incomprensible como contestación. Al parecer las horas de continuo caminar agotaron sus discursos Shekperianos. Ellos habían comprado información de Nabiki sobre el paradero de Ranma y Akane, y después de horas de buscar ya estaba teniendo dudas sobre la veracidad de la información.
Pero la información de Nabiki nunca era falsa, tal vez un poco arreglado en o bordes, pero nunca falsa.
Sus dudas se extinguieron cuando escucharon y luego divisaron un par de explosiones no muy lejos de ellos.
Sin embargo, tenían un peñasco de por medio.
Kodashi amarró sus cuatro cintas que traía consigo y cogiendo un extremo lanzó el otro hacia un árbol del otro lado del peñasco. La cinta se enrolló herméticamente y con un tirón Kodashi se impulsó al otro lado.
–"¡JOJOJOJOJ-…! ¡¿Qué estas..?!"–
–"¡Tengo que salvar a mis amores del hechicero Saotome…!"– Kuno gritó agarrándose de su hermana como una soga.
Y aunque las cintas pudieran soportar a ambos la calidad de los nudos era otra cuestión. Simplemente a medio camino uno de los nudos se zafo y ambos hermanos cayeron a los rápidos.
–"¡RANMA-SAMA!"––"¡AKANE! ¡CHICA DE LA TRENZA!"–
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Colonge abrió el pergamino. Era una traducción del original que las Amazonas tenían en su posesión. Interesada en saber si aquí estaban traducidas las partes que no tenían, procedió a leerlo.
–"… Campeón y Némesis son fuerzas iguales…"–
Colonge intentó seguir leyendo pero lo que seguía estaba borroso y dañado por el tiempo como algunas partes del pergamino. Sin remedio siguió leyendo lo que pudo.
–"… generación tras generación…"–
–"… muerte tras muerte…"–
–"… condena…"–
–"… Fénix…"–
–"… locura…"–
–"… muerte…"–
La anciana amazona dejó aun lado el manuscrito. Ella ya sabía que el ser un Campeón o Némesis era considerado una sentencia de muerte. Ello lo sabía porque ya había leído el original pergamino, de hecho fue una de las que ayudó a traducirlo hace años.
Ella suspiró mientras sus ojos viajaban por cada rincón de la biblioteca del viejo escondido templo, que indudablemente debió pertenecer al ya perdido grupo de Los Vigilantes.
Sus ojos cayeron en el único libro que tenía las puntas limpias en toda la biblioteca, los demás parecían que no se habían utilizado o al menos tocado desde hace años, tal vez décadas.
La anciana tomo el libro activando un mecanismo que abrió la repisa frente suyo.
Esperando un enorme pasadizo que solo sería el principio de un intrincado laberinto se sorprendió al ver no más un espacio dando solo cabida al cofre que veía.
Superado su ligera sorpresa abrió el cobre con ningún mecanismo de cerradura… y encontró lo que estaba buscando.
–"… el diario de Los Vigilantes"–
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–"Matriarca, los informantes han llegado."–
La matriarca amazona miro el agitado rostro de la muchacha ante ella. No tenía que preguntar para saber que cualquiera que sean las noticias, que tenían las amazonas masculinas infiltradas en la Dinastía Musk, eran malas.
–"Informa al concilio… invoco a una reunión de inmediato."–
La muchacha hizo una reverencia y salió de la cabaña apresuradamente para acatar la orden impuesta.
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Sus manos rodearon el tobillo y jalándolo lanzó a Akane al aire dejándola indefensa.
¿Qué estoy haciendo? pensó refrenándose a atacarla. Apenas y lo hizo, su cuerpo respondió automáticamente al movimiento. Un deseo que siempre reprimía ahora estaba atacándolo sin misericordia.
Pero no se rendiría a esta absurda emoción. Nunca antes estaba tan palpable como ahora, pero él gastó todos años de su niñez en aprender a contenerla que ya se había vuelto una costumbre en cada batalla.
Era una lucha. Se supuso a atacarla. Tenía que atacarla. Era su deber. Por ella tenía que hacerlo.
Pero no podía.
Por la simple razón que era ella.
Aunque hubo una vez, no hace mucho, que quiso olvidar a toda costa en la cual Ranma se sentía igual que ahora. Ese palpitar incontenible en sus venas manejándolo al borde de la cordura. Pero Ranma, sabía que no podía comparar esta batalla con la del monte Fénix. Por nada del mundo iba a comparar a Akane con Safron.
En especial en como fue el resultado de aquella batalla… y ni hablar del deseo de matar a su rival.
Con una maroma Akane cayó de pie en la tierra, rodillas flexionadas. Las mismas rodillas flexionadas que ayudaron a amortiguar su caída fueron las que le impulsaron su cuerpo para atacar a Ranma.
Ranma esquivó los primeros dos golpes pero la pierna dirigida hacia su medio tubo que ser detenida por su brazo, el efecto fue desagradable. Sus pies levantaron polvo cuando el golpe lo arrastró un metro dejando un afilado dolor en su brazo.
Ranma la miro cuando detuvo el ataque. Activando una onza de esperanza que creyó ya haber desaparecido de su sistema. ¿Tal vez estaba luchando con el hechizo? Sus ataques habían sido incesantes, sin descanso como si fuera una máquina de luchar y no la terca marimacho con quien vive desde hace un año. Su rostro no mostraba nada, no enojo, no tristeza, ni la hermosa sonrisa que siempre esperaba ver, solo una mascara sin emociones que enfriaba la espina del chico con trenza, Pero tan repentino como sucedió ella volvió a atacar.
Pronto Ranma se encontró rodeado por decenas de puños y patadas, que aunque tenía que reconocer eran mucho más rápidos que los usuales ataques él seguía siendo más rápido.
Sabía que algo tenía que hacerse ya, Tiamat le absorbía su juventud, podía sentir el poder del auto proclamado dragón aumentar cada segundo.
Jugándose todo el joven Saotome realizó un movimiento afilado agachándose para esquivar uno de los golpes, esta vez su cuerpo reaccionó por inercia, usando como resorte su cuerpo flexionado envistió a Akane con su hombro.
Ranma ensanchó sus ojos descreyendo lo que simplemente acababa de hacer. Se había sentido tan natural… como si naciera para el único motivo de hacer esto. Esta vez no se atrevió a negarlo… pero tampoco hizo algo contra la comezón en los ojos.
¿Qué hice?... ¿Qué me esta pasando?
Usando todo su valor dirigió su rostro donde su prometida con la esperanza de que quizás ya todo había acabado.
Akane vino hacia él y conectó su primer golpe.
Continuara…
Notas: Ha pasado un largo tiempo, ¿no? Muchas cosas me han pasado que debilitaron mi entusiasmo por los fanfic, en especial los de Ranma que fueron los que me adentraron a este inmenso mundo. Pero eso no quiere decir que esto es una nota de despedida… más bien les diría que es un patético esfuerzo que me disculpen por la demora a decir que dejaría este fic inconcluso.
Yo sé que este debió ser el capítulo final pero esa fue una de las razones por las cuales me demoré en escribir. No pude evitar seguir escribiendo cosas que me parecieron importantes que cometí el error en no creerlas así. Haciendo cálculos esto no va a tardar más de los diez capítulos más el prólogo y epílogo, lo que nos dejas a un máximo de dos capítulos y epílogo para terminar el Primer Libro.
Entrando al capítulo, ya ha llegado a la parte final de la pelea. El próximo capítulo será prácticamente solo lo que falta de la pelea de Ranma y Akane. La cual es otra de las razones en que me demoré, porque lo que quiero hacer en esta pelea es algo que solo he visto en otro fic. Además ya salieron indicios de lo que se verá en el Segundo Libro.
Sandy0329: Alegre que te gustara en especial que estés tan intrigada, eso me demuestra que no lo estoy haciendo tan mal como creía. Sobre tu pregunta, Akane no se ve tan vieja, el hechizo no toma ordenadamente su vitalidad. Se ve como una adolescente con rastros de vejes prematura… si eso tiene algo de sentido.
Yoko: Ya puedo escuchar a mi amigos reclamar que tu review a sido solo algo más para subir mi ya por si elevado ego machista :p Y es del todo cierto sobre no muchos buenos escritores hombres quiero decir, ruego ya no mencionar mi ego. Aún cuando me has dejado pensando y concordar totalmente contigo (siendo algo que no me había percatado antes) te recomendaría a Ed Masters que esta tiene unos fic muy buenos… pero creo que nuestra rapidez en hacer actualizar es tan retardada como la mayoría de escritores hombres. También has mencionado sobre que mis personajes están bien en carácter, y te agradezco haberlo mencionado porque eso es algo que me ha estado molestando desde el principio, no se porque pero hasta ahora no me dejan totalmente convencido sus personalidades.
Solo me queda asegurarles que ya no seguiré aumentando capítulos como lo he estado haciendo cada vez que actualizo. Porque ya esta bien definido lo que va a pasar y como terminará. Tengan paciencia que el fin esta acercándose… por lo menos del Primer Libro.
No se olviden de dejar sus comentarios y críticas.
