Capitulo 5
En la casa de los Tsukino, un ambiente de tranquilidad invadía el desayuno, cosa muy, pero muy raro, pues los retrasos de Serena y sus peleas con Sammy eran comunes durante el desayuno. Ahora, un incomodo silencio rodeaba a los habitantes y ciertas miradas de resentimiento.
—Serena, ¿por qué no estas en la escuela?—Pregunto Ikuko para romper el silencio
— Los maestros iban a tener una reunión, por lo que suspendieron las clases— dijo sin mucho ánimo
— Ya veo, entonces te quedaras en casa todo el día
— No, en la tarde quede de ir con las chicas
— Y tu Selenah, ¿Qué vas a hacer?
— Pues iré con Serena— dijo con una sonrisa
— Por cierto, ¿a que te dedicas?
Esa pregunta hizo que Serena se atragantara con su desayuno, que Luna tirara su plato de leche, además de poner pálida cual hoja de papel a Serenity.
— Pues yo… soy la rein… no este. Me imagino que escucharon hablar del grupo Three Light, pues soy algo así como su motivadora—Serena se cayó de la silla al escuchar tal absurda declaración.
— Ese grupo es donde esta el joven Seiya, ¿cierto?
— Si— respondió Serenity algo apenada
— ¡¡¡¡Aahhhh!!! Si yo sabía que el apellido Kou lo había escuchado antes. El joven Seiya se apellida así, ¿eres pariente de él?
Serenity no sabía que responder, su mente quedó en blanco, su mirada se entristeció y una lágrima recorrió su bello rostro. Serena al ver esto decidió actuar, aunque no fuera la mejor solución
— Es su esposa— al decir esto, todos la miraron con cara de asombro, en especial Serenity
— Vaya, que sorpresa, felicidades es un gran muchacho… un momento, eso quiero decir que la pequeña Rini es su hija— Ikuko sonrió de oreja a oreja, sin notar las miradas tristes de "sus hijas"
— Mama, ya se nos hace tarde. Nos vamos. Adiós
Se levantó tan rápido de la mesa y tomo a Serenity de la mano que no le dio tiempo de despedirse, ni de acabar su desayuno. Salieron corriendo de la casa. Serena con un short blanco y blusa azul con sus tennis (zapatillas deportivas) y Serenity, como llegó a Tokio del siglo XX sin maletas, traía su vestido blanco.
Al caminar por las calles, toda la gente las volteaba a ver, cosa que a Serena no le importó.
Después de caminar un rato, llegaron a casa de Mina. Llamaron a la puerta y una adormilada Mina les abrió, totalmente sorprendida, pues Serena había llegado temprano.
— SERENA¡¡¡¡¡¡¡, ¿te caíste de la cama? — dijo Mina mientras las invitaba a pasar.
— muy graciosa Mina
El tiempo paso, Mina, Serena y Serenity estaban en la sala, platicando de cosas banales, hasta que el timbre de la puerta sonó.
— debe ser Amy, iré a abrir.
Mina se levantó del sillón, abrir la puerta.
— Serena, ¿porque dijiste que era la esposa de Seiya?
— En primer lugar, tú nunca debiste dar ese nombre
— Serena, ya hablamos de esto, te dije que fue el primero que se me ocurrió
— Esa no es excusa, pudiste usar tu verdadero apellido Chiba, pues ese es nuestro destino, casarnos con él— Serena estaba enojada
— Serena, aun cuando en el futuro soy su esposa, yo jamás eh usado el apellido Chiba y si recuerdas bien, Rini tampoco lo uso
Serena lo pensó un momento. A lo mejor ella también sufre, y no precisamente por Rini, que tal si ella no ama a Darien.
— Serena, que sorpresa, cuando Mina me dijo que estabas aquí, no me la creí. Majestad— hace una reverencia— es un placer verla de nuevo.
— Amy ya te dije que no llames así, se que es difícil tener a Serena y a mi en un mismo tiempo. Así que porque no me llaman Sele, sería más fácil. Por cierto, el nombre que uso en este tiempo en Selenah Kou
— KOU!!!!!!! O.o¡— las dos se sorprendieron al escuchar esto
— y para que no se sorprendan, es la ESPOSA de Seiya—dijo Serena mientras se cruzaba de brazos.
— Chicas tenemos que hablar— dijo Mina aparentando seriedad.
Las cuatro se sentaron en la sala, disfrutando de unos deliciosos pastelillos con un rico té caliente.
— Necesitamos saber quien es este enemigo, alguna idea— todas miraron a Serenity
— No me vean así, yo no tengo la menor idea de quien pueda ser, solo se que viene del futuro.
— Necesitamos que todas estén aquí, hay que llamarlas— Serena miraba con melancolía hacia la ventana
— lo siento Serena, pero a las únicas que te pueden ayudar son la Outers y Darien; recuerda que Rey y Lita están estudiando y no sería justo que abandonaran sus estudios— dijo Amy
— En ese caso, que tampoco venga Darien, no lo quiero ver aquí— replicó Serena—con las Outers y nosotras podremos con el enemigo
— Pero... — Amy fue interrumpida por Mina
— Ella tiene razón, si Darien se fue para estudia, no podemos decirle que regrese, además el enemigo no ha hecho otra aparición— dijo Mina en apoyo a Serena, ella sabía que le dolía la partida de Darien, aunque no lo quisiera admitir o demostrar.
— Saldré a caminar un poco, Mina, Amy, acompañen a Serenity a la casa y préstenle algo de ropa, porque no creo tener nada digno de una reina.
Serena se levantó del sillón, salió de la casa y caminó por la cuidad.
— Sele, vamos a mi cuarto para que te cambies, o ¿quieres seguir usando eso?
— Gracias Mina, te lo agradeceré. Perdonen a Serena, yo se que es lo que le pasa aunque…y sobre todo cuando vea a alguien que no espera
Mina y Amy no comprendían sus palabras, así que no le prestaron mucha atención. Subieron al cuarto, donde buscaron un look perfecto para Serenity. Depuse de un rato de discusiones, eligieron un atuendo; un pantalón de mezclilla estrecho pero un tanto acampanado al final, color azul celeste, una playera de cuello alto, blanca con pequeños toques azules y unos zapatos blancos hicieron que la reina sonriera al verse en el espejo
— Chicas, no les miento, hace años que no me visto así, por lo regular siempre traigo el vestido y una corona
— Pero aun no estas lista Sele, hace falta hacer algo con tu cabello, no va con tu nuevo aspecto— dijo Mina con ojos de estrellitas
Tardaron en arreglarle el cabello, lo tenía tan largo que, con permiso de la reina, lo cortaron un poco, hasta dejárselo a media espalda. Lo alaciaron un poco y en unos cuantos mechones lo enchinaron.
— Te ves divina, eres una obra maestra, jajaja— Mina reía a carcajadas al ver su creación— solo falta un detalle, el maquillaje, Serena siempre se maquilla en tonos azules, creo que un poco de negro se verá muy bien
— Mina, este… no lo se, les agradezco todo, pero tengo que irme, debo esperar a alguien, no se ofendan, realmente me devolvieron a la vida.
— no hay de que majes… Sele, cuídate y cualquier cosa nos llamas
— si, nos vemos, Amy, Mina
Serenity salió de la casa, con paso firme y la mirada en el cielo. Parecía que caminaba sin rumbo, aun cuando no recordaba muy bien las calles, su corazón la guiaba. Llegó al pie de un edificio, entró y tomó el elevador para subir a su destino.
El ascensor llegó al piso 9, ella salió hasta llegar a un apartamento, giró la perilla, obviamente estaba cerrado
— que tonta, como iba a estar abierto, creo que es hora de usar un poco de magia.
Miro hacia el pasillo, cerciorándose de que estuviera despejado. Acercó su mano de nuevo a la cerradura, sacando un ligero resplandor, después se escuchó un clic y la puerta se abrió. En ese instante un olor a encerrado llegó a su nariz y sus ojos vieron un desastre mayor que el que su hija hacia.
— Bueno, por primera vez en mucho tiempo, haré el aseo, esa será mi bienvenida.
Paso al departamento, se puso una pañoleta que encontró por ahí y comenzó a sacudir, barrer, lavar ropa, trastes, aspirar y a trapear.
— esto no es una actividad para una reina, cuando regrese al futuro, le subirle salario a los empleados, no me imaginaba que fuera tan difícil y eso que solo limpié la sala, el comedor y la cocina,… ahh creo que descansaré un poco.
Se recostó sobre el sillón, cerró sus ojos y quedó profundamente dormida, parecía un ángel que descendió del cielo par descansar.
Pasaron las horas y la fría noche cayo en la cuidad de Tokio, la luna y las estrellas salieron, iluminando aquella penumbra donde tres estrellas fugaces acababan de aterrizar.
— Esto es horrible, había olvidado lo que era la llegada— Yaten renegaba como de costumbre
— Alégrate, ya llegamos— dijo Taiki con una leve sonrisa
— Es algo tarde, vayamos al departamento, ¿traes las llaves Taiki?
— me sorprende esa desconfianza hermano, andando, que el frió es espantoso
Los tres caminaban por las calles de Tokio, despertando la admiración de muchas jovencitas, después de todo solo habían pasado tres meses desde que el grupo más exitoso desapareciera sin dejar rastro. Al paso de 10 minutos, tenían a una muchedumbre de mujeres que querían un autógrafo y reporteros esperando las declaraciones de su huida del medio del espectáculo. Corrieron a todo lo que dieron sus piernas hasta que llegaron al elevador subiendo hasta el piso nueve.
— Tai, ¿podrías hacernos el favor de abrir rápido? Que tal si esas locas nos siguieron hasta aquí— dijo Yaten agitado por la corrida.
— ya voy… haber que llave será….mmmm, ya la encontré.
Con sumo cuidado y lentitud, Taiki metió la llave a la cerradura, giró la perilla abriendo la puerta. El primero en entrar fue Yaten, depuse Taiki y por último Seiya. Los dos primeros se quedaron pasmados al ver a alguien dormida sobre el sillón
— ¿Qué les pasa?, ¿Por qué no avanzan? — dijo Seiya sin ver al frente
— Creo que deberías ver esto— Yaten se encontraba con su usual tranquilidad
Seiya giro su cabeza, para encontrarse con una rubia que yacía dormida en su sillón. Al verla, sus ojos se iluminaron y una gran sonrisa abarcó su rostro. Sin pensarlo, corrió hasta el sillón, toco con sumo cuidado su cara, como si fuera una pieza que con el más mínimo toque fuera a romperse, se agachó y deposito un tierno beso en el cachete de su amada.
Ella, al sentir un cálido beso, abrió sus ojos, poco a poco. Cuando la imagen frente a ella se esclareció, puso un semblante de asombro.
— ¿Seiya? ¿Qué haces aquí? — ella se incorporaba al igual que Seiya
— Bombón, no sabes como le alegra verte
Su abrazo no se hizo esperar. La estrecho entre sus brazos, tan fuerte como si nunca quisiera dejarla ir. Ella le correspondió, abrazándolo con tan intensidad que lo sorprendió. Se olvidaron del mundo, de quienes los veían, del futuro, solo existía eso, el presente.
Seguían sumidos con su abrazo, que no se dieron cuenta que cierta rubia los observaba desde la puerta, con los ojos llorosos, no de alegría sino de… ¿celos? Coraje de verla a ella con Seiya, no lo soportó más e interrumpió.
— Seiya, ¿me puedes decir que es esto?, y a ti, debería darte pena, estas CASADA
Su abrazó terminó, Seiya miró hacia la puerta y para su sorpresa ahí estaba Serena… pero si ella estaba ahí, ¿a quien estaba abrazando?
— ¿¿¿Bombón??? — Miró a la persona que tenía enfrente y después a Serena— ¿tengo dos bombones?
— Yo soy Serenity, la Neo Reina de Tokio de Cristal, el futuro de Serena. Prácticamente soy Serena, tu bombón del siglo XXX— contestó con cierta ironía en su mirada
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Hola:
Espero que antes de que acabe la semana subir el capi 6.
Ojalá les haya gustado. ¿Qué opinan? ¿Acaso Seiya preferirá a Bombón XX o bombón XXX? Jejejeje. Comentarios en el review o a mi correo.
Gracias a todos lo que han dejado review o leído esta historia. Quiero agradecer de manera especial a Serenity Kou y a Shary
Atte: Saku Kou
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