¿SOLTERONA?
CAPÍTULO 1
"Tonta, tonta, tonta" No se dejaba de repetir mientras se dirigía a la sala de reuniones. ¿Cómo había llegado a pasar aquello? "Gracias a los teléfonos y a los estúpidos clientes que no paraban de llamar a la agencia"
"¿Qué hubiera pasado si no hubiese sonado el teléfono?: Posiblemente hubiera quedado con él, lo que incluye un polvo después de la cena, y me hubiera hecho ilusiones incluso sabiendo que no volvería a quedar conmigo. Todos saben que es un gilipollas megalómano y prepotente. Se cree con derecho a todo por haber sido el jugador mas rápido de la historia, pero una mala caída le había jodido el brazo. Y ahora se creía un héroe con derecho a todo tipo de roce. Capullo."
A Ginny le extrañaba de gran manera como había cambiado desde que se convirtió en una gran súper estrella del deporte mágico.
Entró en la sala de reuniones contenta de haber llegado puntual. Para su desgracia solo estaba su jefe, leyendo el periódico. Sin hacer ruido se sentó en el lado mas alejado de la mesa rectangular de conferencias.
-Los de Sheldom's están a punto de llegar, así que no la cagues como de costumbre.
-Nunca la he cagado.
-¿Y que me dices de aquella vez en la que insultaste al primer ministro Francés en su cara, diciendo que los políticos franceses no sirven nada mas que para pasear por sus museos llenos de arte abstractos, que según tu tienen la misma composición que el dibujo de un niño de párvulo?
-Pensé que era otra persona.
-La jodiste bien jodida, si no sabes de que hablas mejor cállate, que callada pareces algo. No hace falta que nos deslumbres con tus grandes dotes de habladora ni con tu gran saber.
- ¿Te crees mejor que nadie?
-Es que soy mejor que nadie.
Ginny le iba a replicar pero en ese momento se abrió la puerta y entraron los ejecutivos y modelos de Sheldom's.
Ginny se desilusionó al no ver a su amigo Jonna. La mayoría de los que entraban tenían pinta de Gays, y era una pena, por algunos estaban muy bien. "Que desperdicio" susurró.
Los dos saludaron a los de Sheldom's y les hicieron tomar asiento. Solo había cuatro ejecutivos de la agencia de modelos, los demás eran dos deportistas que se habían presentado a la campaña.
-Si no les importa esperar unos minutos, falta la estrella de mi proyecto.
A Ginny no le costó entablar conversación con los ejecutivos. Siempre le habían caído mejor los gays que los hetero; los primeros eran mas amables y educados, y cuando te hablaban te miraban a los ojos; los segundos eran bastos y brutos, y casi siempre te miraban a las tetas cuando hablabas con ellos.
Por lo contrario, los jugadores prefirieron entablar conversación con su jefe, al que pidieron un autógrafo.
La puerta se abrió y por fin llegó la súper estrella.
-Por fin llegaste Draco!!!!
-Siento la tardanza, el trafico es horrible.
-Os presento a Draco Malfoy. El será el que posé para la campaña.- dijo el ejecutivo.
-Siempre te han ido las pelotas, no Malfoy? Por eso sigues intentando jugar al Quiddicht.
-Al menos lo intento ¿Qué tal tu brazo Potter?
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Ginny respiraba al fin tranquila en la salita después de una reunión tensa entre dos enemigos mortales. Terminó su taza de café y buscó entre los muebles buscando algún dulce.
La reunión en general había salido bien, es decir, sin ninguna victima mortal, pero por toda la sala se habían escuchado las indirectas-directas de ambos.
De repente le sonó el móvil. Era Jonna.
-"¿Te has enterado ya?"- parecía que estaba llorando.
-¿Qué es lo que ocurre?
-"Voy a ver a Draco Malfoy en ropa interior. ¿No es maravillosos?"
-Jonna siento decirte que es hetero.
-"De los sueños también vive la gente. Pero de todas formas tiene un gran corazón."
-¿Qué corazón? Creía que carecían de el los reptiles?
-"No estés celosa que tu también vas a poder verlo. Además, ¿no te parece maravilloso que se preste a hacer una presentación de ropa interior para que todo el mundo pueda disfrutar de la vista?"
En ese momento se abrió la puerta de la sala, pero Ginny no lo advirtió.
-Sinceramente, creo que todo aquel que se preste a hacer semejante circo por conseguir un poco mas de fama no merece ninguna atención, y menos aún los deportistas con aire de grandeza que se sientan mejores que todos y por ello piensen que tienen que ser adorados. Por esa excusa se prestan todos a hacer desfiles de moda, para que la gente les admire, y vean lo que nunca serán. No son mas que unos cabronazos a los que hay que matar.
-¿Tu me matarías?- preguntó una voz a sus espaldas.
A Ginny se le cayó el móvil al darse cuenta de quien era. Era Draco Malfoy.
¿Cómo era posible? Había vuelto a cagarla, pero esta vez había metido la pata hasta el fondo.
-Yo....eh....-se estaba volviendo roja- No debería estar aquí.
-Lo siento, es que olvidé mi capa en la sala y al verla a usted por la ventana pensé que quizás no le importaría ayudarme. Solo la robaré un minuto, en lo que tarde en abrirme la puerta y coger la capa.
-Es lo mínimo que puede hacer, después de todo le he puesto a parir.
-Y eso que solo he escuchado la última parte, porque si la llegó a escuchar entera no se lo que hubiera pasado. Quizás hubiese sacado una estaca y me abría sacado el corazón.
-¿Tiene corazón?
-Eh....- se había quedado sin una respuesta ingeniosa, pero no pudo dejar de sonreír sinceramente- Muy bien, me lo merezco por cotilla accidental.
Salieron de la salita y se dirigieron a la sala de reuniones que no estaba muy lejos de allí. Ginny abrió la puerta y entraron. Rápidamente Draco divisó su capa sobre el respaldo de una silla.
-Dígame una cosa señorita: ¿Piensa en disculparse por lo que me ha dicho – porque estoy seguro que esas palabras le salieron del alma cuando se acordó de mi- o prefiere invitarme a cenar?
-¿Cómo?
-Por favor señorita no me haga repetir la pregunta- es que es muy larga- y le guiñó un ojo.
-Lamento todo aquello que pudo hacerle daño, fue fruto de una frustración laboral, la cual pague con su recuerdo. ¿Contento?
-No del todo.
-¿Qué quiere decir?
-Ya lo sabrá. Gracias por ayudarme a recuperar mi capa, se lo agradezco. Ahora tengo que irme, llego tarde. Hasta la próxima.
-Adiós.
Vio como Draco abandonaba la sala, y acto seguido entró su jefe. "¿Qué querría ahora ese gilipollas?" Se preguntó a si misma.
-¿Qué hacías con ese cabronazo en la misma sala y los dos solos?
-¿De repente te importa lo que hago?
-Me importa todo aquello que hagan mis propiedades.
-No soy de tu propiedad, y no pienso entrar en tu juego. Olvida ya la enemistad, solo era una riña de colegiales. Madura de una vez.
Harry se contuvo para no chillarla. Ginny se dirigió a la puerta de salida, pero antes de poder salir Harry la cogió por el brazo.
-¿Aun no me has contestado?
-¿Qué?- estaba comenzando a pensar que su jefe estaba seriamente loco.
-¿Haces algo esta noche?
-Si, ya tengo planes.
-¿Con Malfoy?
-NO! Mi amigo Richard llega esta noche después de haber hecho una investigación en el amazonas, y le hemos preparado una cena de bienvenida.
Se soltó del brazo de Harry y salió rápidamente. Cada vez soportaba menos a Harry, no llegaba a entender por qué llegó a quererlo, y sobre todo por qué había cambiado tan drásticamente.
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Por fin daban las 6:30, hora de irse de la oficina. Recogió sus cosas y se puso el abrigo de camino al ascensor. Por desgracia Harry también tenía intención de usar el ascensor.
Llegó el ascensor y entraron los dos solos.
Pasaron pocos segundos en silencio, hasta que Harry lo rompió:
-Siento lo de antes.
-Olvídalo- no tenía muchas ganas de hablar con su jefe.
-No, de verdad, perdóname. Me he comportado como un cretino- "Ni que lo digas" pensó Ginny"- llevo unos meses muy malos y los estoy pagando con la gente mas cercana- poco a poco Harry se estaba acercando peligrosamente- con la gente que yo mas quiero- Ginny ya estaba casi completamente pegada a la pared- y por eso quiero que me perdones.
Ginny no podía creer lo que estaba sucediendo, la cara de Harry se acercaba peligrosamente a la suya, pero lo mas extraño es que la mano de Harry ya había comenzado a hacer pequeñas exploraciones por debajo de su falda, concretamente en su trasero.
Nada mas que llego el ascensor a la planta baja Ginny rápidamente se deshizo de Harry, el cual había estado a punto de besarla.
Con paso rápido y seguida muy de cerca por Harry, salió a la calle. Pero ese día estaba lleno de sorpresas.
Delante del moderno edificio se encontraba estacionado un Mercedes azul plateado con su dueño apoyado en la puerta del conductor como si esperase a alguien.
-Pensé que nunca saldría- Draco se acercó a ella desde el coche, mientras Harry, que acababa de salir, miraba la escena entre asombro y cabreo.
-¿Qué hace aquí?
-Bueno..., digamos que aun no la he escuchado decir lo siento, así que me he tomado la libertad para que me invite a cenar.
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N/A: YA ESTOY DE VUELTA AQUÍ CON OTRO CAPI PARA ESTE NUEVO FICS, Y OS PROMETO QUE LOS OTROS ESTAN EN PROCESO DE ESCRITURA, PERO NO PODÍA DEJAR A ESTE PORQUE YA LO TENGO COMPLETAMENTE PENSADO, NO SERÁ MUY LARGO.
ESPERO QUE OS GUSTE Y GRACIAS POR LOS R/R.
ESPERO VEROS PRONTO
BESITOS
