RenaKriznee: Para entender el resto del fic, es importante leer el primer capítulo.

Bueno, aquí les prestento mi primer fic de Pokémon. No soy muy fiel a la historia, y de hecho no la veo, pero me gustan los personajes. Así que por eso decidí escribirlo.

Se me ocurrió este fic cuando de recién veía Pokémon y bueno, eso ya hace años, pero me había dado flojera escribirlo, hasta ahora n.n Espero que les guste y bueno :p a leer...


LA INSTRUCTORA POKÉMON

1. AQUELLOS RECUERDOS

Ash, Brock y Misty, estaban caminando de regreso a Pueblo Paleta. Por fin, Ash había logrado la meta de su vida: había logrado ser reconocido como el mejor Maestro Pokémon del mundo, y ahora quería tener unas pequeñas vacaciones en su casa antes de seguir con sus viajes Pokémon en busca de contrincantes que puedan hacerle frente y seguir aprendiendo.

Ash se sentía feliz de haber podido lograr lo que tanto había soñado hace más de 8 años. Con sus 19 años cumplidos, Ash había logrado tener un gran título como EL MEJOR ENTRENADOR DE POKÉMON DEL MUNDO, ADEMÁS DE HABER GANADO LA LIGA POKÉMON. Había conocido a muchas personas que le habían enseñado grandes cantidades de cosas, y había ganado mucha experiencia con aquellas batallas Pokémon. Añoraba ver a su madre, en su casa, teniendo un pequeño descanso.

-Ash, ¿estás seguro que quieres tomar un descanso?- preguntó Misty

-Sí, no he estado en mi casa desde hace mucho tiempo, y extraño mucho a mi mamá- dijo Ash muy emocionado por llegar a su casa

Pero algo los detuvo, de repente, Pikachu se quedó viendo hacia otra dirección y eso le interesó a Ash, porque pensó que sería un retador, ya que los había tenido en todo el trayecto de regreso a su casa. Pero no era nada de eso, parecía que Pikachu había visto a alguien moverse entre los árboles.

-¿Qué sucede, Pikachu?- preguntó Ash deseoso de que no fuera algún retador

Pikachu bajó de su hombro y fue corriendo hacia la dirección en que miraban. Los tres siguieron al Pokémon y dieron con una chica que estaba tendida en el suelo inconsciente.

-¡Oh, no!, ¡¿Qué sucedió?!- preguntó Ash mientras tomaba a la chica entre sus brazos. Era una muchacha pelirroja, con cabello más o menos largo, tez blanca, y vestía con un pantalón color azul cielo, blusa blanca de manga corta y un chalequito de color salmón, con los mismos tenis que Misty.

-¿Está bien?- preguntó Brock muy asustado

-No está herida, ¿O sí?- preguntó Misty muy preocupada

-¡Vamos, reacciona!, ¡Marilyn!- pide Ash muy desesperado- Marilyn, MARILYN, ¡Marilyn!, ¡MARILYN!- llama Ash moviéndola un poco para que reaccione. Y lo consigue, porque Marilyn abrió los ojos y lo miró.

-... ¿Ash?- dijo Marilyn casi en un susurro

-¿Estás bien?, ¿Qué ocurrió?- preguntó Ash muy preocupado

Marilyn no respondió, se quedó callada, como si estuviera tratando de recordar lo que pasó, hasta que se sobresaltó y se safó de los brazos de Ash.

-¡MIS POKÉMON!- dijo Marilyn muy desesperada

-¿Qué sucede?- preguntó Misty muy asustada

-¡El equipo Rocket!- agregó Marilyn, pero antes de que pudiera decir algo más, se desmayó.

Durante un tiempo, los tres se quedaron callados y se miraron unos a otros hasta que las tres miradas se posaron en Marilyn, que estaba de nuevo tendida en el suelo. Ash la tomó entre sus brazos y miró a Brock y Misty...

-Llevémosla a mi casa- dijo Ash muy serio

Ninguno de los dos contestó, solamente siguieron a Ash hasta llegar a Pueblo Paleta y no dijeron nada más.

-¿Así que no pudo decirles nada?- preguntó Delia muy preocupada

-Sí, mamá- dijo Ash muy triste

-Pobre, sería mejor avisarle al profesor Oak y a su nieto- dijo Delia dirigiéndose al teléfono

-¡NO!- gritó Ash

Todos lo miraron muy extrañados, ¿por qué Ash no quería que se enterara el profesor Oak y Gary de lo que había ocurrido?, después de todo, ellos tenían derecho a saberlo.

-No los llames, en especial a Gary, porque si se entera de lo que sucedió, probablemente me culpe a mí y quiera matarme- dijo

Ash muy temeroso

-Pero, hijo...- dijo Delia dudando en que si estaba Ash en lo correcto o no

-No te preocupes, mamá, ya veré yo la forma de ayudar a Marilyn sin que ellos se enteren- dijo Ash con una sonrisa segura

-La verdad no estoy muy segura de lo que pasó- dijo Marilyn mientras todos estaban caminando hacia Ciudad Verde, esperando que el equipo Rocket estuviera cerca para encontrarlos

-Pero, ¿por qué mencionaste al equipo Rocket?- preguntó Misty

-Es que, recuerdo que el equipo Rocket me atacó, y también atacó a mis Pokémon... estuve luchando muy duro contra ellos, pero la verdad no pude vencerlos... se llevaron a todos mis Pokémon, incluso a Arcanine- dijo Marilyn muy triste

-No te preocupes, te ayudaremos a encontrar al equipo Rocket y nos encargaremos de derrotarlos, ¿verdad, Pikachu?- dijo Ash muy seguro

-Muchas gracias, Ash- dijo Marilyn con una sonrisa triste

Ash sabía que aquellas palabras para animarla no habían sido lo suficientemente buenas como para hacerle sentir mejor, ya que Marilyn adoraba a los Pokémon tanto como a sus familiares, eran como sus pequeños hijos, pero haberlos perdido de aquél modo la hacía sentirse miserable.

Al llegar la noche, montaron un campamento y estuvieron platicando de lo que le harían al equipo Rocket cuando lo encontraran, al menos con eso Marilyn se sentía un poco mejor, escuchando lo que les pasaría por haberse atrevido a atacarla.

Sin embargo, al poco tiempo, Misty comenzó a bostezar y mejor se fue a dormir. Brock decidió que también era tarde, y también se fue a dormir, por lo que solamente quedaron Ash y Marilyn. Pero al no saber de qué más hablar, solamente se quedaron mirando la fogata, sin decir nada, pero parecía que el silencio decía más que todas las palabras que podrían expresar. No era un silencio incómodo, era un silencio agradable.

Ash sentía la necesidad de hablar con ella, de decirle lo que sentía desde hace mucho tiempo por ella, pero no podía hacerlo, porque no tenía el valor de hacerlo. Quería, pero no podía. Era extraño aquél sentimiento que tenía en ese momento, al tenerla tan cerca, pero a la vez tan lejos. La miraba y ella a él, pero sentía a que aquella mirada tierna que siempre le regalaba, no podía ser otra cosa más que un sentimiento hermoso de amigos y nada más. Sin embargo, él quería algo más con esa chica pelirroja. Sin saber por qué, Marilyn se levantó de su lugar y se sentó al lado de Ash, muy junto a él, lo cuál le agradó.

Por un rato, no hablaron, solamente se dedicaron a ver la fogata. Hasta que Marilyn recargó su cabeza en el hombro de Ash, y siguió viendo la fogata. Para Ash, todo esto le parecía un sueño, nunca antes había tenido a Marilyn tan cerca de él, solamente cuando el equipo Rocket los atacaba y caían a sus patéticos pozos, o lo que fuera. Pero ella nunca se le había acercado tanto a Ash por cuenta suya, ésa era la primera vez.

-Gracias por querer ayudarme, Ash- susurró Marilyn con voz tierna

Ash no dijo nada, solamente la miró de reojo, y no sabía si era por la luz de la fogata o era en realidad ella, pero parecía tener un leve rubor en sus mejillas. Y eso lo hizo sonrojarse también, porque escucharla decir que le agradecía por tomarse la molestia por ayudarla, era un sueño para él. En varias ocasiones, le había agradecido muchas cosas, pero no de aquella forma, no de aquél modo.

-... Discúlpame por haber interrumpido tus vacaciones, Ash. No tenías por qué tomarte la molestia de ayudarme- dijo Marilyn, pero ésta vez lo hacía con una voz apenada, llena de temor y sentimiento

-... No es molestia- dijo Ash muy serio

-Tú siempre has sido muy bueno conmigo. Muchas gracias por eso- dijo Marilyn mientras cerraba los ojos y se recargaba más en él para que la abrazara

Ash no pudo contenerse y la abrazó. Sintió que estaba haciendo algo malo, pero la verdad no estaba haciendo nada de lo que pudiera arrepentirse. Solamente abrazaba a su amiga, ¿eso era algo malo?

Cuando Ash pensó que Marilyn ya estaba dormida, la miró nuevamente y se dio cuenta de que hasta dormida tenía un rostro hermoso. Quería tanto a aquella chica que se había quedado dormida en su hombro, que no sabía cómo decírselo, no toleraba verla triste, porque ella siempre había tenido una sonrisa en sus labios, y nunca una mueca de tristeza. Sentía ganas de darle un beso, aunque fuera en la mejilla, o en la frente, no debía ser necesariamente en los labios, solamente pedía un beso de esa chica, solamente UN BESO.

-Te quiero, Marilyn- dijo Ash en un susurro

-... Ash- susurró Marilyn en sueños

Esto dejó anonadado a Ash, ¿sería que aquella chica estaba teniendo un sueño con él?, ¿sería que estaba enamorada de él?, no entendía por qué Marilyn decía su nombre en sueños. Y esto lo puso más triste, porque no sabía qué era lo que ella pensaba sobre él. Sabía que era su amigo, sabía que lo quería mucho como amigo, pero no sabía si ese cariño había llegado a más de amigos. Aquella incertidumbre lo estaba matando. Y fue entonces cuando se acordó de muchas cosas...

-'Recuerdo cuando te conocí. No tenías más que 9 años, Marilyn'- pensó Ash con una sonrisa tierna.


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