Muchas gracias por las palabras de aliento y también a mi querida Sandra, eres un verdadero encanto. De no ser por ella no hubiera recuperado las ganas de continuar con esta historia jejeje, muchas gracias princesa

Al día siguiente Haruka caminaba por los pasillos de la escuela pensando en la brillante idea que le había dado Yoshiyuki, estaba meditando cuidadosa-
mente cada paso que iba a dar para que todo saliera a la perfección, se encontraba tan sumergido en sus pensamientos que no se dió cuenta cuando una joven apareció de la nada y chocó con él haciendo que ambos cayeran al suelo - Ten cuidado por donde caminas- Haruka se estaba parando sin fijarse en la otra persona - Disculpa dueño del mundo, perdona por estorbar tu paso no lo vuelvo a hacer su alteza.
Haruka reconoció ese característico sarcasmo, levantó la vista y sus ojos se encontraron con unos ojos que reflejaban el mar, el joven no podía apartar la mirada, lo habían atrapado hasta que depronto le cayó el veinte y reaccionó.
- Mi...Michiru, perdón, estaba distraido, por favor permíteme ayudarte- Rápi-
damente Haruka se hincó junto a la joven y la ayudó a recoger los libros tirados. Ella se quedó boquiabierta de la actitud de su "siempre cortez amigo" - Gracias Tenoh- Michiru tomó el último libro de las manos de Haruka y se marchó tan rápido que no le permitió al joven decir nada. Él se quedó parado viendo como se alejaba la causa de su futuro tormento.
- Hey Haruka!, ¿ya te estás poniendo ha trabajar en tu conquista?- Hide apareció por detrás y golpeó al rubio en la nuca.
- Parece que el plan A no funcionó, en lugar de caer ella rendida a tus pies, fuiste tu el que se quedó pasmado, ja,ja,ja,ja- Kaede apareció junto a Hide. Haruka los volteó a ver con una mirada de "cállense o no llegan al receso con dientes"
- Era una broma, no te enojes- Hide se escondía tras Kaede

A la hora del receso Haruka se disponía a ir al salón de música cuando una melodía de violín llamó su atención, la siguió hasta llegar a la azotea del edificio. Abrió la puerta y ahí estaba, en una esquina parada con su violín, Michiru Kaioh. La música era dulce y melancólica y su interpretación era tan perfecta que Haruka podía sentir lo que el corazón de Michiru trataba de comunicar. Era un sentimiento muy bien conocido por el joven, algo como tristeza y soledad. Haruka no movía ni un músculo, estaba parado observando cuidadosamente a la chica, se veía hermosa, delicada y frágil, como si ella se encontrara sumergida en otro mundo, su mundo. La escena lo conmovió tanto que la violinista ya no le parecía tan desagradable, hasta le empezó a simpatizar. Cuando Michiru terminó la pieza escuchó unos aplausos no muy lejos de ella, volteó y vió a Haruka parado en la puerta de las escaleras viéndola con interés.
- ¿Qué estás haciendo aquí Tenoh?- Michiru le preguntó entre enojada y sorprendida - Es que me perdí y tu canción me guió hasta aquí. Por cierto llámame Haruka-
Haruka le sonrió y Michiru comprendió lo que este estaba haciendo.
- ¿Qué tramas Ten...- Haruka puso dos dedos en los labios de Michiru - Haruka- Y le sonrió.
- Está bien, ¿Qué estás tramando Haruka?, ¿Por qué de pronto estás tan amistoso conmigo?. - Yo??, nada ¿cómo crees que voy a tramar algo?- Haruka hizo una cara muy tierna de niño inocente - Oye esa canción que estabas tocando está muy bonita ¿tu la compusiste?
- Tu te traes algo entre manos, si lo que quieres es burlarte de mí será mejor que desistas y te marches- Michiru estaba un poco molesta con la extraña actitud del joven quien parecía muy divertido con la situación.
- Ves? tu también te enojaste porque alguien te escuchó tocar.
- No me enoja que me escuchen, lo que no me gusta es que me espien. ¿Crees que no me he dado cuenta de que todo el día me has estado siguiendo? - Disculpa, es que yo sólo... bueno...- Haruka no sabía que decir, lo habían cachado y no estaba preparado para la situación.
- Quiero una respuesta ¿Qué te traes conmigo?- Michiru ya estaba bastante molesta.
- Está bien, te lo voy a decir. Estuve pensando en que desde el primer día de clases hemos estado peleando y no me parece correcto que dos compañeros estén enojados y menos por una tontería. - Así que lo que quieres es disculparte?
Oh, oh, esa palabrita, Haruka era demasiado orgulloso como para aceptar que había cometido un error y menos ante ella, disculparse sería un punto a favor de Michiru pero sino lo hacía entonces de qué forma iba a ganársela - Pues... - Era muy duro para él - Algo así. Michiru sonrió y le extendió la mano en muestra de paz, Haruka rápidamen-
te la tomó y sintió algo muy extraño, una sensación inexplicable pero no lo alarmaba, más bien lo tranquilizaba y lo hacía sentir feliz. ¿Sería posible que esa chica fuera la responsable de esto? - Disculpa, ya me vas a soltar?
Haruka se sonrojó mucho y una gotita de sudor apareció en su frente. Michiru rió ligeramente y lo vió con ternura, el joven duro y engreido ya no le parecía tan desagradable pero aún tenía sus dudas de tan repentina ama-
bilidad.
Saliendo de la escuela Haruka se dirigió a la pista, milagrosamente hoy no lo habían castigado por ninguna travesura de sus amigos y lo primero que hizo fue contarle al señor Yoshiyuki cómo le había ido con el plan de discul-
parse. Su jefe le había explicado que la única forma de poder llevar una relación con la chica era haciendo las pases, le dijo que las mujeres no soportan ser humilladas y hasta no ver al ofensor humillado no se sentirían conformes. El entrenamiento pasó tranquilo, como siempre Haruka había batido todos los records y al finalizar se dirigió donde su jefe para recibir el segundo consejo práctico.
- Ahora que todo se arregló tienes que empezar a tratarla más, hacerte su amigo.
- Y ¿cómo hago eso?
- Interésate en lo que le gusta, trata de averiguar cuáles son sus activida-
des y trata de acompañarla lo más posible.
- oh Dios, que complicado es esto.
- Tu te lo buscas, si no te gusta renuncia.
- JAMÁS!!!!- Haruka se levantó de golpe de su silla, se apenó por su acción y se sentó avergonzado mirando al piso.
- Uy que eufórico- Yoshiyuki lo decía de forma burlona - lo bueno es que no te interesa la chica- Ahora Haruka se sonrojó tanto que podía competir contra un tomate.

Al día siguiente Haruka investigó un poco con las amigas de Michiru, no le fue difícil sacarles la sopa, con un pequeño guiño ambas chicas se pusieron a hablar como tarabillas y ni quien las pudiera controlar. Haruka había conseguido suficiente información como que a Michiru le encantaba nadar y estaba en el equipo de natación de la escuela, era una niña prodigio en artes como la pintura y la música y en ese momento había una exposición de sus obras, además de tener dos discos en el mercado y premios de todo tipo.
Lo primero que hizo después de clases fue ir a la tienda y comprar los discos.
Los escuchó una y otra vez, lo más extraño fue que no se aburría de escuchar-
los, le parecía maravillosa la forma en que la violinista interpretaba cada pieza. Era algo tarde cuando Michiru salió de la alberca de la escuela, ese día la profesora de educación física quizo que se quedaran un rato más porque se acercaban las competencias interescolares y las chicas necesitaban adquirir mayor condición. Para ahorrar un poco de tiempo decidió cortar camino por el parque. La noche era muy tranquila y estrellada, tanta serenidad hacía volar la imaginación de la joven a otros mundos, pero en un instante todo desapareció cuando sintió un fuerte golpe y cayó encima de algo blandito.
- ¡Ouch!
- Disculpe estaba distraida y ...- Michiru abrió sus ojos para encontrarse con un par de pupilas verde-azules que la veían con intensidad. Estaba cautivada por esos ojos que la impactaron al grado de hacerla sentir algo en su corazón pero no sabía qué. -Vaya, a esto llamo suerte. Michiru se percató que estaba sobre la otra persona y rápidamente se levantó y sentó a un lado. -Ha-Haruka??!!!, disculpa, es que estaba distraida, no te ví ....- Michiru estaba sumamente apenada, sus mejillas estaban coloradas y Haruka no pudo evitar reir ligeramente - No te preocupes, je,je, yo tampoco estaba prestando atención. Haruka se paró y ofreció su mano a la violinista para ayudarla a parar, gesto que ella aceptó. Michiru se percató que Haruka traía unos audífonos colgando del cuello y en su mano un discman que inspeccionaba para ver si no estaba dañado - ¿Se rompió?
- No, creo que está bien, aunque de todas formas quería comprar uno nuevo - ¿Y qué escuchabas?
- A ti -¿A mi?
- Si, mira - Haruka abrió su mochila y sacó la caja del disco para mostrársela a Michiru quien se sorprendió mucho.
- Jamás me hubiera imaginado .
- Que escuchara tu música?, en realidad lo compré hace rato y me parece grandioso, lo he estado escuchado toda la tarde. Sabes, realmente tienes mucho talento.
- Muchas gracias- Michiru se volvió a sonrrojar y dirigió su mirada hacia el piso para evitar que Haruka se diera cuenta pero era demasiado tarde, él se percató de lo sucedido y rió un poco.
- ¿Y a dónde se dirigía una hermosa e indefensa damicela a tan altas horas de la noche?
- No exageres, sólo son las ocho y regresaba a mi casa.
- Ocho, Diez, Doce, qué importa. No está bien que una linda jovencita como tu ande sola por éstas calles oscuras y solitarias. - ¿Por qué tanto interés derepente por mi seguridad?
- Ya te dije, es de noche y las calles no son seguras - De pronto Haruka bajó un poco la cara - Si tu quieres... tal vez yo... podría acompañarte a tu casa.
Michiru se sorprendió un poco por la proposición pero le pareció muy lindo de su parte que se preocupara por ella y aceptó. Un vientecillo frío sopló de repente haciendo que el cuerpo de Michiru temblara. Haruka se dió cuenta de esto y se quitó la chamarra para colocarla sobre los hombros de la joven violinista - ¿Tienes frío?, Toma.
- Espera no tienes que hacerlo, nisiquiera lo sentí- Michiru se frotó los brazos y estornudó.
- Si claro. Mejor déjate la chamarra o pezcarás una pulmonía.
Durante el camino la conversación fue muy escasa, más bien fue nula, Haruka no sabía cómo hacerle conversación a la violinista y ella, a pesar del gran cambio del corredor, no se sentía con mucha confianza como para platicar con él. Después de un rato de caminata llegaron a un gran enrrejado desde donde se veía a lo lejos una gran casa. - Bueno... creo ... creo que aquí es donde te dejo.
- ¿Quieres pasar?
- Este... no, mejor ya me voy...- Haruka se dió la media vuelta.
- Espera, tengo que devolverte tu chamarra.
- Quédate con ella después me la regresas. Nos vemos mañana- Haruka comenzaba a alejarse.
- Haruka!. - ¿Sí?- Haruka se detuvo y vió a Michiru sobre su hombro.
- Muchas gracias por todo- Haruka le sonrió y prosiguió su camino .

2001 Modificaco: Viernes 28 de enero de 2005