Chapter five: I'm with you
Aún sentía las lágrimas de Nadia. ¿Por qué lloraba? Esa era su madre… Necesitaba respuestas, respuestas que no se podían dar.
"¿Por qué no estás cuando te necesito, mamá?"Videl metió la cabeza entre sus piernas y no pudo evitar el echarse a llorar. Se sentía terriblemente sola. Y aquella soledad no la podía siquiera completar Gohan.
-Yo siempre estaré aquí, cielo…-
Algo suave parecía acariciar el cabello de Videl. Ella levantó su rostro empapado en lágrimas y distinguió una figura… la figura de su madre…
Esta vez era diferente, no sentía temor alguno. Ahora sí estaba segura, ahora ya… no estaba sola.
-No llores… porque si lloras me muero…-
-Mamá…- Videl se secó las lágrimas, pero cuando volvió a mirar a su madre, ésta se había desvanecido.- No… no te vayas… ¡¡Mamá!!-
Videl echó a correr de aquella habitación. Ya le dolía estar allí. Eran tantísimos los recuerdos que su corazón no los resistía. Tal vez fuera el momento… de huir de ellos.
Un llanto desconsolado la invadió. No tuvo ni fuerzas para seguir caminando y se derrumbó a la entrada de la casa y allí siguió llorando, como si fueran sus últimos momentos de vida.
-… del…-
Levantó la cabeza y entre sus lágrimas le pareció ver a alguien.
-¡Videl!- Gohan se agachó y la sentó en el suelo.
-Ya no aguanto más. No quiero seguir… No quiero seguir sufriendo. Quiero olvidar…-
-Ya está…- dijo Gohan abrazándola.- No sufrirás mientras yo esté a tu lado, te lo prometo.-
-No me dejes sola… Por favor…- dijo Videl.- Tengo miedo.-
Aquellas dos últimas palabras hicieron que Gohan la abrazara más fuerte. Él le secó las lágrimas y después de intercambiar miradas se besaron.
Entre caricias y abrazos llegaron al sofá, donde quisieron hacerse uno para toda la noche…
Gohan abrazaba a Videl cuando ella despertó. Los rayos de sol relucían por toda la sala. Pero algunos desaparecían por culpa de las nubes que llegaban por el Este.
Videl se volteó y vio ante ella el rostro serenado que Gohan tenía al dormir. Su cuerpo terso y fuerte le impresionaba y no pudo evitar el acurrucarse más entre sus brazos. Él la sintió y despertó.
-Lo siento, no quería despertarse.- se disculpó ella.
-No pasa nada…- Gohan la besó y se incorporó. Luego comenzó a vestirse.
-¿Tienes hambre?- preguntó.
-Eh… ahora que lo mencionas…- un Saiyan nunca será capaz de resistirse a la comida.
Gohan estaba sentado en la mesa de la cocina mientras Videl hacía unas tortitas y café.
-No sabía que supieras cocinar.- dijo Gohan.
-Me enseñó tu madre, ¿sabes?- dijo ella con satisfacción.- Puedo afirmar que he tenido una gran maestra.-
Después del adulador comentario, se produjo un silencio incómodo.
-¿Qué pasó ayer, Videl?- tenía que saberlo. Tenía que saber cual era la razón por la que Videl había dicho que quería olvidar.
…Olvidar…
-Gohan, he tomado una decisión.- sirvió las tortitas y se sentó.- No quiero seguir con esto. No nos llevará a ningún lado. Es imposible descifrar ese diario. Y ya es demasiado doloroso para mí…-
-Pero cuando ayer dijiste que querías olvidar… ¿lo decías en serio?-
Ella suspiró y su mirada pareció perderse.
-Tal vez… sea lo mejor. No puedo vivir toda mi vida esperando a mi madre. Porque ella ha muerto. Se fue para siempre. Ya no tengo 9 años, no tengo edad para seguir mintiéndome a mí misma.-
-¿Estás escuchando lo que dices? ¡Quieres olvidar tu pasado!-
-¡Lo que quiero es no vivir sufriendo!- replicó ella.
-¿Y Nadia? ¿No le vas a ayudar?-
-¿… Nadia?-
-Ella necesita que la ayudes, que le quites ese tormento con el que carga.-
Videl se quedó sin palabras. ¿Cómo se había enterado de lo de Nadia?
-¿Y qué sabes tú de lo que Nadia quiere?-
-Tanto te preocupa a ti que lo mencionas en sueños.- dijo Gohan esbozando una sonrisa.
-Se apareció anoche ante mí. Me contó que la habitación del piano es la "Chambre des rêves". Luego vio una foto de mi madre, preguntó donde estaba y cuando le respondí se echó a llorar, y se fue…-
-Un espíritu no se aparece porque sí, ¿sabes? Nadia debe de haberse dejado un asunto pendiente antes de morir, y debe de solucionarlo para poder descansar en paz. Y a veces hay personas… hay elegidos para ayudarlas.- le puso una mano en el hombro que más tarde acarició su suave rostro. Videl cerró los ojos y suspiró.
La joven pensaba en toda su vida. Había estado sola y triste. Había sido horrible. Hasta que Gohan llegó como un ángel que la rescató del frío pozo de la soledad. Si realmente Videl salvaba a las personas, no podía dejar que Nadia sufriese. No podía permitir que siguiera sintiendo la soledad que la había matado. La ayudaría y Nadia podría descansar… no… las dos podrían descansar…
Salió de la profundidad de su mente y sonrió a Gohan.
-Lo haremos… Por Nadia…-
-Y por ti.- añadió Gohan. Videl le abrazó y de la mano subieron la escalinata y llegaron hasta la mágica habitación.
Al entrar, entre los dos descorrieron las cortinas. Videl se acercó al espejo y se miró con una triste sonrisa.
-Me parezco tanto a Nadia…-
Gohan se acercó por detrás suya.
-No. Lo único que os diferencia es…-
En ese momento el piano comenzó a sonar. Los dos se sobresaltaron y miraron hacia el instrumento.
Esa hermosa melodía que una vez había atraído a Videl…
-Les choses cela languissent pour se souvenir...- esa elegante figura que ya había visto...
-¿Mamá?- preguntó Videl. Su corazón latía fuertemente. La mujer dejó de tocar y miró a Videl.
Sus ojos reflejaban… ¿ternura? ¿amor? No… ¿Frialdad?
-Ma fille... Sera cette fois pour toujours ...-
-Mamá…- Videl extendió su mano hacia ella.
Gohan se apoyó contra la estantería y tiró algo. Una foto. Miró la foto, la cual reflejaba a Videl y a su madre. Observó fijamente la instantánea. ¿Qué fallaba? Miró al espectro. Sí… eso era… Su mirada inerte…
-¡Videl no! ¡Esa no es tu madre!-
Videl pareció reaccionar por un momento.
-Mon amour... Ne l'écoutez pas... Réunissez-vous avec moi maintenant... Vous êtes ma fille...- insistió.
Videl siguió acercándose con su mano extendida hacia el fantasma. Gohan no se atrevía a tocarla. Estaba paralizado.
-¡¡Videl!!- gritó desesperado al ver que sólo un centímetro las separaba.
-Nadia…-
De repente, Videl reaccionó y se alejó del fantasma.
-¡¡No!! ¡Vete!- le gritó Videl tapándose los oídos.
El fantasma emitió un agudo grito que hizo que los dos cayeran al suelo al no poder soportarlo.
-Je retournerai... Et vous viendrez avec moi!!- luego desapareció.
La chica estaba temblando en el suelo. Gohan le ayudó a incorporarse y la abrazó.
-¿Estás bien?- le preguntó.
-Ella no es… ella no es…- no podía acabar la frase.
-Ha faltado un centímetro…- dijo abrazándola más fuerte.
-¡No es mi madre!- explotó al instante.
Ante la fuerza que emprendió Videl, Gohan tuvo que soltarla.
-¡Tranquilízate, Videl!- le dijo Gohan.
-Ella no es mi madre…- se llevó las manos a la cara y comenzó a llorar.-… Es la madre de Nadia.-
Él volvió a tomarla entre sus brazos y le besó en la cabeza.
-No debo llorar…- decía Videl secándose las lágrimas y mirando a los ojos de Gohan.- Porque yo soy fuerte… Yo soy…-
-Sí… ¿Aún lo recuerdas? Eres la chica de la Justicia, tú eres especial, marcas la diferencia.-
El cielo se había nublado en un abrir y cerrar de ojos. Gohan miraba la tele en el sofá mientras Videl dormía sobre él.
-Demasiadas emociones en un mismo día.- pensó mientras apartaba el cabello de la cara a la chica.
"¿Por qué te cuesta tanto abrirte a los demás? ¿Por qué te cuesta tanto expresar tus emociones? Quieres ser fuerte. Eres fuerte. Pero serías más fuerte si me abrieras tu corazón y te ayudase a cargar con tus penas. Ya no estás sola. Nunca más lo estarás mientras yo esté a tu lado. Ya no tienes porque ocultar tus lágrimas al mundo. Ocultármelas a mí. Ya puedes llorar, porque no estás sola. Ya puedes llorar,porque yo secaré tus lágrimas. Porque yo estaré aquí, amándote hasta el final de nuestros días. Te amo, Videl."
Ya era lunes. Parecía que Videl había pasado una buena noche. Estaba alegre, pero no feliz. Hablaba con Ireza mientras Shapner le contaba a Gohan algo a lo que él no atendía. Sólo miraba con cara de preocupación a su novia.
-… ¡Y así fue como ganamos el partido!- acabó Shapner.- Y eso que tú no viniste a jugar. Íbamos sobrados. ¿A que sí?- Shpaner esperaba una respuesta, una felicitación por su excelente trabajo como capitán del equipo de Baseball. Pero no obtuvo nada.
Observó como Gohan no perdía ni un minuto de vista a Videl, que reía y bromeaba con Ireza.
-¡¿Me estás escuchando?!- Shapner se interpuso en la trayectoria de su mirada.
-¿Eh? ¡Shapner, estate quieto!- le dijo apartándole.
-¿No has escuchado nada de lo que te he contado? ¿Has estado todo el rato pendiente de Videl?-
-Lo siento.- se disculpó abriendo su taquilla.
-Eh, relájate. Que no se la van a llevar.- bromeó.
-¡O tal vez sí!- grande fue la estupidez que acababa de soltar Gohan por su boca. Shapner lo miró extrañado.
-¿De qué hablas, tío?- le preguntó Shapner vacilante. Gohan cerró su taquilla y pasó de largo de las dos chicas.
Videl miró extrañada como se alejaba sin haberle dicho nada. Shapner se acercó a las chicas.
-Videl, ¿qué le pasa a Gohan? Se le ve estresado. Sólo está pendiente de ti. ¡Dale un respiro!- dijo el chico.
Videl frunció el ceño y le miró. Ireza la imitó y además le dio un empujón y entró al aula.
-¿Vienes, Videl?- le preguntó la rubia.
-Sí, id entrando.- Videl salió corriendo en dirección a donde había ido Gohan.
Hasta que llegó a la terraza, donde el chico estaba apoyado en la barandilla.
-Eh, te estaba buscando. La clase está a punto de empezar.- Videl le puso una mano en el hombro y luego apoyó la espalda en la barandilla.
El chico no respondió, ni siquiera movió un músculo ni sus facciones de la cara cambiaron.
-Shapner dice que estás muy raro.- dijo Videl.- Creo que no deberíamos preocupar a nadie.-
-Tienes razón. Bastante tenemos ya nosotros como para meter a alguien más en este asunto.-
-¿Vamos a clase?- dijo incorporándose de nuevo y cogiendo su mochila del suelo. Luego caminó hasta la escalerilla de bajada.
-Videl, espera.-
Ella se volteó con una amable sonrisa en la cara.
-Yo…- intentó comenzar.- Yo…-
-¿Qué pasa, Gohan?- su semblante alegre tornó a ser de preocupación.
-Puede que este no sea el mejor momento para decirte algo así. Tal vez sea que no lo encuentro…-
-Estás haciendo que me preocupe.-
Rebuscó en el bolsillo interno de su chaqueta nerviosamente. Sacó un trozo de papel que fue desenvolviendo ansiosamente.
-Sé que estas cosas deberían de darse abriendo una caja de terciopelo azul, pero…-
El corazón de Videl le auguraba algo, por eso latía más fuerte.
-Ya no aguantaba más a decírtelo. Y no voy a guardarme esto por más tiempo.- dijo Gohan acabando de desenvolver el papel.
-Gohan…- Videl iba a decir algo.
-Videl… ¿quieres casarte conmigo?-
Videl movía la boca, pero las palabras no salían.
-Lo sé. Sé que este no es el mejor momento. Comprenderé si me dices: "No, no puedo decirte sí". Pero quiero que sepas que quiero estar el resto de mi vida contigo, dándote fuerza, y apoyándote para que puedas decir "No estoy sola". Yo te amo, Videl. Te amo…-
Videl sólo pudo besarle. Abrazarlo fuertemente. No quería que sólo fuese un "Sí, me casaré contigo", ella quería plasmar un "Sí, Gohan. Me casaré contigo porque yo también te amo y quiero amarte hasta el final"… Hasta el final…
Notas de la autora: Pues ya se está acercando más o menos el desenlace. No creo que llegue a los diez capítulos. ¿Les gustó como quedó el monólogo interior de Gohan (parte en cursiva)? Espero que les esté gustando la historia, ya que por fin me decidí a continuarla. No sé cuando vendrá el sexto XD. Dejen sus reviews porque son muy importantes . Prometo que las notas que ponga al final del siguiente capítulo explicarán mejor el capítulo.
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