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Por cierto, ¿saben de lo que me di cuenta? Que no tneía autorizado los reviews para gente no registrada. ¡Pero ya solucioné ese problemita! Asi que si lagun desconocido me quiere dejar un review mas... ^_^

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Capítulo III: Conociendo a Harry Potter

Harry bajó del carruaje, seguido por Megan, y sus dos amigas. Notó que en la entrada de Hogwarts había aurores. Frunció el entrecejo. Los malditos estaban en todas partes. Tratando de pasar lo más lejos posible de ellos, entró en Hogwarts, con Megan aún a su lado, quien no paraba de conversarle.

-Todo el mundo te admira demasiado, ¿sabes? Debes sentirte tan…-le decía Megan, moviendo sus manos.

-¿molesto?-dijo Harry con desagrado, notando que una vez más, los murmullos lo seguían a su paso.

-Famoso-lo corrigió Megan, mirándolo de manera inquisitiva. Harry no le prestó atención en absoluto. Sus ojos estaban en otras personas.

Ron y Hermione se hallaban a pocos metros más delante de él. Estaban indicándole a los alumnos de las distintas casas por donde ir, al igual que los otros prefectos.

-¡Cuánto tránsito! Nunca fue así-exclamó Megan, indignada. Harry se limitó a asentir.-¿Por qué crees que sea? Acá hay algo extraño. ¿viste a los aurores de la entrada? ¿Y qué hacen los prefectos dividiéndonos por casa? Me pregunto porque no nos dejan entrar de una buena vez al Gran Salón.-

-Talvez…-dijo Harry con una vos profunda y pausada. Megan giró para mirarlo. Él, en cambio, siguió con la mirada perdida- Talvez alguien ha muerto-finalizó Harry, y un brillo cruzó por sus ojos esmeraldas.

-Oh! Harry, que ocurrencias. Como va a haber muerto alguien-dijo Megan entre carcajadas. Harry no rió.

-Me tengo que ir, Megan. Nos vemos.-dijo simplemente, despidiéndose de la muchacha, mientras se iba junto con los Gryffindor. Megan se le quedó mirando durante unos segundos y luego fue con los de su casa.

-¡Harry! ¿Dónde te habías metido?-escuchó la voz nerviosa de Hermione, quien se le acercaba por entre los Gryffindors, quienes marchaban por uno de los pasillos que llevaba al primer piso.

-Por ahí-se limitó a decir Potter. La sonrisa de Hermione pareció borrarse repentinamente. Los ojos color avellana inspeccionaron cada centímetro de Harry, buscando encontrar algo que anduviera mal.-¿Dónde vamos?-dijo Harry, para cortar el silencio.

-A una sala grande del primer piso-le respondió Hermione, aún mirándolo de manera desconfiada.

-¿Por qué?-preguntó Potter. Granger pareció dudar antes de responder.

-No se supone que tenga que revelar esta información. Pero… sucedió antes de que todos llegaran. Por eso los aurores-dijo Hermione, en un susurro casi inaudible.

-¿Qué sucedió?-preguntó Harry de manera brusca y con poca paciencia.

-Los mortífagos aprovecharon la ausencia de Dumbledore y atacaron Hogwarts-explicó Herm, sumamente preocupada. Una sonrisa se curvó en los labios de Potter.

-¿Quién murió?-preguntó casi con una acento de alegría. Hermione se paró en seco y empalideció.

-¿Cómo sabes que…-comenzó a preguntar.

-Instinto.-la interrumpió el joven-Lo sentí en el ambiente-confesó Potter, fijando sus ojos en los de Hermione, quien no tardó en desviar la mirada.

-Uno de los aurores que vinieron a ayudar-dijo Granger con las voz quebrada. Harry rió de manera fría e cruel.

-Tenía las esperanzas de que fuera Snape-confesó, entre risas.

-Harry, ¿qué diablos crees que dices? No digas esas cosas ni en chiste-exclamó Hermione, en un tono reprochante y hasta receloso.

-¿De dónde sacaste que yo lo decía en chiste?-le preguntó Harry, aún entre risas malvadas. Hermione pareció palidecer aún más.

-¿Realmente le deseas la muerte a Snape?-le preguntó en un tono sumamente serio. Harry no respondió, tan sólo se limitó a mirar hacia el frente. –Tengo que ir con los prefectos-le informó a Potter, antes de alejarse. Harry meneó la cabeza. Sabía que Herm no estaba siendo sincera. Sólo quería librarse de él.

La puerta de una gran sala se abrió, dejando ver varias mesas para un máximo de diez personas, y sillas esparcidas por todas partes. Entraron en el lugar deteniendo la marcha abruptamente. Harry miró hacia delante. Parados frente a la multitud de Gryffindors estaban los prefectos, y la recién llegada Prof. MacGonagall.

-Queridos alumnos-comenzó a hablar Minerva. Se veía igual que siempre, y sin embargo, Harry notó que su voz temblaba al hablar-como ya muchos deben saber, ha habido una terrible tragedia en Hogwarts-los murmullos entre los alumnos comenzaron, y pronto callaron para poder escuchar la historia de McGonagall.-Hace unos días, Dumbledore tuvo urgencia de partir hacia el Congreso General de Brujos, que se había celebrado en Viena. Pero esta mañana, mientras que el colegio entero se preparaba para recibirlos-la voz de McGonagall pareció a punto de quebrarse, pero no sucedió- unos m o r t í f a g o s atacaron Hogwarts…-hizo una pausa. Se le hacía difícil continuar-y mataron a uno de los aurores que vino a ayudar.- gritos, chillidos, murmullos y cientos de ruidos diferentes se esparcieron entre la multitud. Muchas muchachas se llevaron las manos a la boca, he incluso una alumna de segundo año casi cae desmayada. La conmoción era inmensa. Alguien había muerto en Hogwarts. McGonagall retomó su discurso.-Les pido a todos que se mantengan calmos en esta sala durante un tiempo, hasta la llegada de Dumbledore. Él está en camino.-y terminando de esta manera, dio unas instrucciones en voz baja a los prefectos y salió del salón.

Harry se sentó en una de las mesas apartadas, y sacando un mazo de cartas de unos de los bolsillos de su túnica, comenzó a mezclarlas. Tan hipnotizado estaba en las cartas ue no sintió la presencia de otras personas sentándose también en su mesa.

-¿A qué juegas, Harry?-le preguntó repentinamente Ron. Harry le dirigió una fría mirada de reojo, sin dejar de mezclar las cartas y distribuirlas de extraña manera.

-Dejo que la suerte decida a cuál de los dos tengo que matar primero-dijo Harry en tono inalterable y clamo. Los rostros de Ron y Hermione empalidecieron completamente.

-Harry… no me agradan los chistes que estás haciendo-dijo Herm, con voz verdaderamente asustada.

-Yo no hago chistes Herm-le señaló Harry, en el mismo tono de antes.

-¿Y a cuál de los dos piensas matar primero?-le preguntó Hermione en tono enojado y desafiante. Harry no le contestó. Siguió repartiendo las extrañas cartas de una manera indescifrable. Finalmente, sólo le quedaba una carta, que la colocó en el centro de la mesa, rodeada por todas las otras cartas del mazo.

-Parece que los dos sobrevivirán esta semana. La suerte está de su lado -respondió Harry finalmente, balanceándose sobre su silla, con los brazos cruzados.

-Oye, amigo, ¿qué te parece si hablamos de algo mas… alegre?-sigirió Ron mirando con creciente desagrado las cartas. Hermione asintió y se dispuso a juntar todas las cartas, pero Harry la tomó fuertemente por las muñecas.

-Hablaremos de lo que quieran, pero no toquen mis cartas-dijo, soltando a Hermione.

Los tres comenzaron a conversar sobre distintos temas, aunque Harry se mantuvo distante y frío, como quien no quiere la cosa. Y sus dos amigos lo notaron, pero no dijeron nada.

Habían pasado cerca de media hora, cuando la puerta se abrió nuevamente, dejando pasar a McGonagall. Las voces de los alumnos callaron.

-Ya pueden pasar al Gran Salón-dijo la profesora con una sonrisa, y más relajada que media hora antes.

Los alumnos se amontonaron hacia la salida de la sala. Harry se separó nuevamente de Ron y Hermione, quienes debían una vez más, guiarlos hasta su destino.

Las puertas del Gran Salón se hallaban abiertas, el lugar permanecía tal cual como había estado a fines del curso pasado. Varios alumnos de distintas casas ya estaban acomodados en sus mesas, y otros varios esperaban para entrar. Potter se hizo camino a través de la gente, y finalmente consiguió un lugar algo apartado de la multitud. Varias personas en el salón le dirigían miradas de soslayo, y lo señalaban con el dedo. Entre esas personas se hallaba Megan, sentada en la mesa de Hufflepuff, junto a Daiara. Harry miró hacia la mesa de profesores. Allí, sentado en el centro, estaba Albus Dumbledore.

Un terrible odio y rencor comenzó a brotar dentro del muchacho ante la imagen del anciano, causante de todos sus males.

"Debes matarlo Harry… mátalo…acábalo… destrúyelo como él te destruyó a tí" le dijo en su mente una voz femenina, fría y malvada. Dominado por sus impulsos, Harry movió la mano en dirección a la varita que tenía en su bolsillo, sin quitar los ojos del director. Sus dedos rozaron la fina y lisa madera de su varita, y la tomó con fuerza. Con lentitud, comenzó a sacarla del bolsillo.

-¡Harry!-exclamó una voz chillona. Harry se sobresaltó. Frente a él, se había sentado Colin Creeve.

-¿Qué quieres?-le preguntó Harry de mala gana. No podía atacar a Dumbledore ahora.

-¿Adivina lo que he averiguado?-le decía el muchacho de quinto curso, sumamente emocionado.

-Dejame ver… -dijo Harry fingiendo falso interés, notable a simple vista-No tengo la más mínima idea- señaló finalmente, dirigiéndole una mirada envenenada a Colin. El muchacho borró un poco su sonrisa.

-Una chica de Hufflepuff te ha hecho un club de fans-le dijo Colin, en un tono menos animado.

-¿Eso es todo? Entonces supongo que ya puedes largarte.-le dijo Potter bruscamente. Colin levantó las cejas, sorprendido-¿Qué no me oíste? Creí haber sido claro. Lárgate que estorbas Creeve.-le dijo nuevamente Harry, conservando el tono calmo y duro. Colin se puso de pie, pasmado por la actitud de Potter, y se fue hacia el otro lado de la mesa.

-¿Qué le pasó a Colin?-preguntó una voz dulce y algo tímida. Ginny se sentó en el lugar en el que minutos antes, había estado el muchacho. Junto a ella llegaban Ron y Hermione.

-No tengo la menor idea-mintió Potter.

Las puertas del Salón se abrieron, y los alumnos de primer año entraron en formados en dos filas. El Prof. Flitwick puso al Sombrero Seleccionador sobre el tradicional taburete. Tras su tradicional canción, la Prof. Mcgonagall tomó un largo pergaminó.

-Los iré llamando por apellido, avanzarán hasta aquí, y les colocaré el Sombrero Seleccionador en la cabeza para que les elija una casa-explicó la Prof.

Harry vio a los pequeños niños de apenas once años. Todos indefensos, sin una idea de lo que la vida realmente es. Todavía confiando en que todos juntos podemos por un mundo mejor. Meneó la cabeza en desaprobación.

La vida te da muchas decepciones…Pensó Harry. Uno a uno, los alumnos de primer año fueron pasando. Dos chicas elegidas para Gryffindor terminaron por sentarse frente a Ron, Hermione, Ginny y Harry, al ser los únicos lugares disponibles. Ambas chicas miraban horrorizadas a Potter.

-¿Qué miran?-le preguntó bruscamente el chico, asustándolas a ambas.

-Na… nada-respondió una de ellas, bajando la mirada a su plato.

-Mejor así-terminó por decir Potter, provocando la mirada de sorpresa de Ron, y la desaprobatoria de Hermione. Ginny se limitó a mirar hacia otro lado.

Dumbledore no dio ninguno de sus discursos, comunes en la primera comida. Tan solo hizo un movimiento de manos, y la comida llenó las fuentes.

Todos se abalanzaron hacia la comida. Sin embargo, Potter se quedó unos segundos mirando a Ginny, sentada frente a él. Había algo en ella… Harry sintió un repentino cariño hacia la pelirroja. Ésta, notando una mirada fija en ella,levantó la vista y dedicó una sincera sonrisa a Harry.

Ella es inocente.pensó Potter, para sus adentrosLa única que jamás me ha engañado, ni mentido, ni usado. La única que se merece mi perdón.. Ginny era inocente. O eso era lo que Harry pensaba. Todos a su alrededor, eran unos hipócritas, jugando el juego de la vida, y tratando de ganar de todas las formas posibles. Y durante quince años, Harry había sido tan solo una ficha en el juego, de la cual todos disponían para beneficiarse de la mejor manera. ¿Qué importaba si él moría? Mientras que todos los otros se salvaran… todos estaban dispuestos a sacrificar la vida de Harry Potter… menos él. Lo habían usado como un maniquí. Lo habían engañado todo el tiempo. Todos. Menos Ginny. Ella no tenía nada que ver con aquel juego. Ella siempre había sido… ella. Pero ya no más. Harry había empezado a entender las reglas del juego, y ahora, él llevaba la ventaja. Ahora, él ganaría. Ahora, todos morirían.

Con estos pensamientos, se sirvió una pequeña ración de carne con salsa, la cual no terminó. Se sentía cansado, quería salir de aquel bullicio, estar solo, en las inmensidades de la noche, y pensar en como mataría a todos aquellos farsantes que estaban allí sentados, fingiendo. Se le revolvió el estómago. Cada vez que dirigía la mirada a alguno de los que estaban sentados cerca de él, ellos sonreían, causando en Harry un odio y un desagrado casi imposibles de disimular. Y aquellas personas debían de darse cuenta, porque sus sonrisas se desvanecían con rapidez, y desviaban la mirada apresuradamente. Finalmente, y tras cerca de una hora de comida, Dumbledore se puso de pie.

-Como ya todos saben-comenzó a hablar, y parecía más cansado y viejo que nunca antes- hace unas horas sucedió un terrible incidente, que no pretendo esconder, sino aclarar. Quiero que sepan, que la seguridad en Hogwarts ha aumentado considerablemente y que ninguno, repito, ninguno, corre peligro alguno-

-Eso es lo que tu crees, viejo decrépito-susurró Harry en un tono casi inaudible.

-Ahora, deseo presentarles a su nueva profesora de Defensa Contra las Artes Oscuras. La señorita Guadalupe Simspell. Ella ha estudiado en la Escuela de Brujas de Salem, en los Estados Unidos, y a pesar de su corta edad, es una gran conocedora de las artes oscuras. Les pido que le den una buena bienvenida.-dijo el director señalando a la mujer a su lado. Tenía en pelo marrón oscuro, corto y enrulado. Sus ojos verdes estaban enmarcados por unos simpáticos anteojos. Tenía la piel bronceada, y grandes pómulos. Tenía cara redonda y seria, y una expresión inteligente. Era una mujer de poca estatura, y algo robusta.- El resto de los profesores se mantiene como siempre. También he de informar que debido a las nuevas formas de seguridad, no se puede deambular por los pasillos después de las ocho de la noche. Nadie puede internarse en el Bosque Prohibido. El que quebrante estas normas será severamente sancionado. Sin más que decir, les deseo a todos muy buenas noches.-finalizó el director, tomando asiento. Las voces se volvieron a alzar. Los prefectos, incluidos Ron y Hermione, se pusieron de pie y hicieron que sus respectivas casas se formaran. Harry bordeó a toda la larga fila de primer año. Estaba en eso cuando vio a alguien conocida.

-¡Pero si es la pequeña Líbera!-se burló Harry. La chica volteó para encontrarse de frente por Potter. Los otros jóvenes de primer año de Gryffindor miraron a Harry aterrados.

-Sí, soy yo. –dijo desafiante la pequeña. Los otros chicos se miraron entre ellos, asombrados. Potter torció una sonrisa de lado. Se acercó un poco a la muchacha.

-Cuídate, porque las desgracias pueden tener lugar en cualquier momento, de la manera que menos te esperas-le susurró Harry de manera que nadie lo escuchara, excepto Líbera. La chica palideció por completo. Potter pegó media vuelta y se unió al resto de los Gryffindor.

Subió en silencio, algo apartado del resto de los alumnos, absorto en sus propios pensamientos.

-Vendalius Herivina-dijo la voz conocida de Hermione. La nueva clave. El retrato de la Dama Gorda se hizo a un lado, dejando paso a la Sala Común. Entraron apresuradamente. Había sido un día agotador.

Harry trató de evitar a todas las personas que lo saludaban y sonreían, y subió a su dormitorio tan rápido como pudo. Allí, al lado de su cama, estaba su baúl, junto con otra mochila. Extrajo de la mochila el libro que había estado leyendo durante el viaje, junto con otro libro más grueso, de tapa negra, y varios pergaminos, algunos con anotaciones y otros vacíos. Se sentó sobre su cama, cerró las cortinas y abrió el libro negro con tranquilidad.

-Lumos-pronunció sosteniendo su varita en alto. Apoyó su varita sobre un candelabro, simulando ser una vela, y comenzó a pasar de largo las hojas repletas de números, jeroglíficos y runas de todos los tipos. De vez en cuando, mojaba la pluma de águila en el tintero y hacía una anotación en los pergaminos. Escuchó que tras un rato de paz, la puerta del dormitorio se abría, y varias personas entraban.

-No puedo creer que algo así haya sucedido en Hogwarts!-dijo una voz con tono disgustado.

-Vamos Dean, después de los de Cedric, se puede esperar cualquier cosa-le contestó otra voz. Harry la reconoció como la de Seamus.

-Tampoco exageren muchachos. Seguro que Dumbledore puede controlar la situación. ¿no?-dijo una tercera voz, bastante nerviosa.

-Yo no estaría tan seguro de que el viejo puede solucionarlo todo, Neville-habló Harry, desde detrás de las cortinas. Hubo un prolongado silencio.

-¿Harry?-preguntó la voz dudosa de Ron.

-¿Quién más?-respondió Harry, corriendo un poco el dosel de su cama, y dejando ver su cara.

-¿Por qué decís eso?-le preguntó la voz de Dean, que aún parecía algo disgustado.

-Solo les digo lo que pienso-respondió Potter, levantando los hombros en forma inocente.

-Bueno, cambiemos de tema-exclamó Ron, tirándose sobre su cama sin descorrer las sábanas.-¿Dónde estabas compañero?-le preguntó a Harry.-Pasamos un rato genial allá abajo. Parece que alguien decidió jugarnos algunos chistes.

-Estaba acá, haciendo algunas cosas-respondió simplemente Harry, cerrando nuevamente las colgaduras de su cama, y dejando a sus compañeros completamente pasmados. A los pocos minutos, el sueño terminó por vencerlos a todos, menos a Potter.

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Listoooo! Por fin, el capítulo 3!! Por favor, no me maten!! La verdad es que este cap me dejó un poco decepcionada... perdonen chicos, pero la creatividad simplemente no venía a mi mente. De todos modos, traté de reflejar lo mejor que pude la nueva personalidad de Potter... espero que les guste... y si no les gusta, está todo bien, porque realmente siento que es un pésimo capítulo. Pero créanme, era necesario. O eso espero... Sigan dejándome reviews!!!! Prometo que el próximo capítulo va a ser más... ¿interesante? ¿divertido? ¡oscuro! Esa es la palabra.... OSCURO.

AleXxX: muchas gracias por tu review. Lamento si te hice esperar demasiado con el nuevo capítulo. Espero tu review para ver que te pareció (malo-pésimo-sumamente patético- mejor no hablar.... jejejeje)

Luadica: me alegra que me hayas dejado otro rr! Si... lo dejé en misterio lo de las vacaciones, pero me pareció lo mejor. A medida que avance la historia se van a ir enterando de todo lo que pasó en el verano (que por cierto, no fue poco). Pero si lo suelto todo de una, no hay misterio. Mmm... Dumbledore... todavía estoy pensando en cómo voy a hacer reaccionar a ese chiflado... ¿cómo crees que reaccionaría Dumbledore si se entenrara que su predilecto Potter no es tan bueno como él cree? Jejeje... ;0) Con lo de los espacios, yo rambién noté ese detalle de la conversación con Libera. Se le escapó. Me encantaría que me dijeras los nombres de algunos de los FF donde Harry no es el Harry que todos conocen... amo las historias donde Harry es distinto.

Hcate: Vos también me dejaste otro RR!! Me alegro que te gustara el cap 2... ¿en serio te parece sexy? Es que los malos siempre son sexy!! Jajaja... Hermione.... esa chica es un obstáculo en el camino de mi Dark Harry, y no dudo que pronto trate de sacarla del medio... en cuanto a Ron... el es el mejor amigo, y no querrá aceptar que Harry ya no es... Harry. ¿Ginny la víctima? Parece que tienes mucho tacto, amiga.... Ginny sería la víctima perfecta... pero hay que ver que es lo que Harry tiene planeado para ella... ¡Las chicas del carruaje! Eres sumamente observadora. Si, tendrán que ver en el futuro. En especial una de ellas. No puedo adelantarte mucho más. En cuanto a tu pregunta de si Harry va a volver a ser bueno... mmm, me gustaría respondértela, pero arruinaría el final de mi FF... además, todavía ni yo se qué final le daré a esta historia... quien sabe si Harry volverá a ser bueno algún día. Y los partidarios... ya lo descubrirás. Gracias por los deseos de fiestas!

Ithae: pues me alegro muchísimo que te haya gustado el segundo cap!!  Yo al principio tampoco me animaba a escribir sobre un Harry oscuro... es mas, creo que debo haber escrito el primer capítulo siete veces hasta que quedó como me gustaba! Pero una vez que empiezas... que se yo, la cosa se te hace más fácil. Ya no hay vuelta atrás cuando escribiste el cap y lo publicaste, y la gente ya lo leyó. Lo tenes que dejar, y seguir. Vas a ver que si te animas a escribirlo termina siendo como cualquier FF.

Herms Malfoy: me alegro que te haya gustado mi historia... al menos veo que logré que alguien la leyera!! Muchísimas gracias por tu RR, y espero que me dejes otro! Espero realmente no haberte decepcionado con este capítulo. Por cierto... ke es la Orden Siriusiana?? Es algo de Sirius Black? ^_^

Bellatrix88: holaa! ¿Cómo estas, vieja amiga? Espero que bien. Gracias por tu review... ¿Qué tal las fiestas?

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