Capítulo IV: ¡Matemos a Hermione Granger!

Harry se despertó con pereza. Escuchaba unas voces en el dormitorio. Sus compañeros ya estaban despiertos. Corrió el dosel de su cama, para ver a cuatro jóvenes de su edad vistiéndose para bajar al Gran Salón.

-¡Por fin despiertas!-exclamó Dean, divertido.

-¿Te esperamos?-le preguntó Neville. Harry negó con la cabeza, mientras se sentaba en su cama. Los Gryffindors salieron de la habitación, dejando a Potter solo.

Harry pasó sus manos entre su pelo negro azabache, y por fin se puso de pie. Abrió su baúl para sacar el uniforme de Hogwarts, pero se detuvo unos segundos al ver el reflejo de él mismo en el espejo que tenía la tapa de la maleta.

Había cambiado demasiado en esas vacaciones, pero recién ahora lo notaba. Su piel había perdido algo de color, volviéndose blanca, pero no tanto como la de Nicole. Su pelo negro azabache se había vuelto considerablemente más dócil y lacio. Ahora podía peinarlo con toda la facilidad. Se quedó encantado al ver con la elegancia que unos mechones lisos le caían sobre el rostro. Sí, su pelo estaba algo más largo que lo común, y esto era más notable al ser más lacio. Sus ojos, de un verde relampagueante, brillaban ahora con una intensidad que nunca antes habían tenido, enmarcados todavía por los anteojos. Estaba más alto que el año anterior, y mucho más musculoso y fuerte.

Pero había otros cambios, otros cambios que talvez, solo él podía percibir. Ese sentimiento en su interior… quemándolo… ese deseo de venganza… un nuevo poder creciendo en su interior… el odio de años de sufrimiento… el rencor de toda una vida… el mal naciente dentro de él… todo podía sentirlo, corriendo en cada gota de sangre. Sangre… eso era lo que quería. Derramar la sangre de los culpables. Pagarían.

Se miró una vez más en el espejo. Sonrió ante su nuevo reflejo. Una malicia se vio reflejada en aquella sonrisa, lo que le encantó.

Había pasado todo un verano preparándose, y no descansaría hasta que la sangre de los culpables corriera por el suelo...

Tomó la túnica negra de Hogwarts, se la puso con rapidez, y bajó al Gran Salón. Corrió escaleras abajo, apurado para llegar a recibir los horarios. Doblando en una esquina, y sin previo aviso, chocó con una muchacha cargada de libros.

-Ahhhh!-gritó ella, al caer contra el suelo.

-¡Fíjate! –le dijo Harry, enojado, quien no había caído al piso. Echó una mirada arrogante a la muchacha, y se sorprendió al encontrarse con la melena de bucles castaños de Megan.

-Lo lamento-le dijo la chica, levantando sus libros.

-Esta bien-le respondió Harry, agachándose a levantar un libro que estaba a sus pies. Había algo en Megan… algo especial. Algo que le fascinaba.

-¿Qué tal la cena?-le preguntó Megan sonriente. Harry le extendió el libro que había levantando.

-Como siempre-dijo Potter con una mueca despectiva.

-Harry… yo… este…-Megan no llegaba a encontrar las palabras precisas. Harry, sin comprender nada, se cruzó de brazos, mirando a la muchacha.-Bueno, yo quería saber si puedo hablar unos minutos con voz cuando termine el día. Es… importante.-dijo finalmente Megan, tomando coraje y mirando al piso.

-Supongo que sí-le respondió Harry, con una expresión de sorpresa. ¿Eso era todo?

-¡Genial! Nos vemos entonces-dijo Megan, levantando la mirada. Se acercó a Harry y le dio un beso en la mejilla, para luego alejarse al trote.

Harry quedó en el lugar, duro, sin terminar de comprender. Finalmente, reaccionando, comenzó el camino hacia el Gran Salón nuevamente. Pero pronto escuchó las voces y los pasos de una gran muchedumbre, y comprendió que había terminado el desayuno. Giró sobre sus talones y se dirigía de regreso a la Sala Común cuando una voz conocida lo llamó.

-¡Potter!-le dijo casi en un grito. Harry cerró los ojos mientras respiraba hondo tratando de conservar la calma. Volvió a girar para encontrarse de frente con la estricta Minerva McGonagall.

-¿Si, profesora?-dijo Harry con los dientes apretados, conteniendo su bronca.

-Sólo quería avisarle que es el nuevo capitán del equipo de Gryffindor. Espero que desempeñe su puesto de la mejor manera. Lo felicito-le dijo McGonagall, entregándole lo que parecía una medalla. Harry la tomó en sus manos, asombrado. Lo único que aún le interesaba de Hogwarts, era el Quidditch.

-Haré lo mejor que pueda-le dijo a la profesora, luego de mirar completamente pasmado la medalla. La profesora asintió con una débil sonrisa y se retiró. Potter guardó su medalla en el bolsillo de su túnica y se dirigió hacia donde su instinto lo guiaba, ya que no tenía la menor idea de qué clase tenían en la primera hora.

Su instinto lo guió a la perfección, ya que al doblar en la siguiente esquina se encontró con Ron y Hermione, quienes hablaban alborotadamente.

-¡Acá estas! Te estábamos buscando. ¿Por qué no bajaste a desayunar?-le preguntó Hermione, sonriente.

-Cuando bajé ya habían terminado todos-resumió Potter. No quería contarles; nada.

-Por cierto, tu horario. Tenemos Historia de la Magia.-le dijo Ron, extendiéndole un pedazo de papel, y con expresión de aburrimiento ante la hora que les esperaba en compañía del Prof. Binns.

Harry caminó junto a ellos en silencio. No tenía nada que hablar con aquellos extraños. Sí, extraños. Siempre actuando frente a él. Los odiaba, los aborrecía. Una imagen de ambos compañeros muertos se vino a la mente de Harry, rebosándolo de alegría. Sí… los quería ver muertos. Empujó la pesada puerta del aula de Historia de la Magia. Ya había varias personas sentados en los pupitres, pero ni rastros del fantasmal profesor. Harry se ubicó en uno de los últimos pupitres del aula, apartado del resto, y mientras esperaba la llegada del profesor, extrajo un libro de tapa dura y color gris, con unos extraños signos en la tapa, desgastados por el tiempo.

Cerca de veinte minutos más tarde, la puerta del aula se abrió, pero en vez de entrar Binns, entró la señorita Guadalupe Simspell, nueva profesora de DCAO.

-Buenos días alumnos-dijo cerrando la puerta de un fuerte golpe, y dando a entender que todos debían callarse. Su tono era autoritario y grave, penetrante. El silencio era absoluto.-Ustedes se preguntaran que hago yo acá. Y la respuesta es muy sencilla.-dijo Guadalupe, parándose detrás del escritorio del profesor, y dejando sobre el mismo una serie de libros-El profesor Binns no volverá a impartir las clases de Historia, porque ha dejado el mundo de los vivos.-informó Simspell-Y como Dumbledore aún no ha encontrado un correcto reemplazo, durante las horas de Historia de la Magia recibirán clases de Duelo.-Un murmullo recorrió entre los alumnos de Gryffindor. Harry no prestó atención a las palabras de la profesora, sino que continuó con su lectura.

Guadalupe comenzó a caminar entre los pupitres de los alumnos, leyendo la lista con los nombres de cada uno. A medida que nombraba a cada unos de los alumnos, estos levantaban la mano para darse a conocer.

-Potter, Harry James-leyó. Potter apenas levantó la mano, sin quitar la vista del libro. La profesora dejó la lista sobre la mesa de Parvati, la cual le estaba más cercana, y caminó con paso decidido hasta Harry. Una vez al lado, y sin previo aviso, le cerró el libro de sopetón.-Cuando hablo, señor Potter, me gusta que me escuchen y me presten atención-le dijo, quitándole el libro de las manos y apoyándolo ruidosamente sobre el escritorio del joven. Harry le echó una mirada de antipatía. Guadalupe volvió hacia donde había dejado la lista y continuó leyendo los nombres.-Muy bien, todos de pie-dijo una vez que había terminado de leer los nombres. Todos obedecieron. Con un movimiento de varita, la profesora hizo que todos los pupitres quedaran contra las paredes, dejando un espacioso lugar en el centro.-Granger y Patil, serán las primeras en batirse en duelo-informó la Profesora. Ambas muchachas la miraron con inseguridad. Ante la seña con la mano que les hizo la profesora, se vieron obligadas a avanzar.-Salúdense. Ahora pónganse espalda contra espalda y cuando digan, darán tres pasos en direcciones contrarias, y luego se atacarán una a la otra. ¿Listas?-preguntó Guadalupe. Pero no esperó la respuesta-Un paso, dos pasos, tres pasos, AHORA!-ordenó. Ambas muchachas giraron casi al mismo tiempo.

-Verdala!- gritó Hermione antes de que Parvati pudiera decir una palabra. Unas chispas de colores fosforescentes salieron de su varita y envolvieron a la contrincante, quien soltando un grito de terror, calló de rodillas al piso.

-Escudos!-dijo Parvati, aun en el piso, y las chispas se separaron de su cuerpo, y al intentar volver hacia ella chocaron contra un escudo invisible para luego desaparecer. Hermione no esperó a que Parvati tomara más ventaja, y le lanzó otro hechizo.

-Expelliarmus!-prenunció en voz clara. Parvati fue lanzada varios metros hacia atrás y su varita disparada de su mano para caer a los pies de Hermione. Granger se agachó y tomó la varita en sus manos.

-Excelente señorita... ¿Granger, era su nombre?-dijo Guadalupe, caminando hacia Herm. Ella asintió.-La felicito por su rápida reacción. Señorita Patil, usted también estuvo muy bien, pero falló en algo. ¿alguno me puede decir en qué?-preguntó la profesora. Hermione levantó la mano-Lo lamento Granger, pero debo preguntarle a alguien que no haya peleado. –le explicó la profesora. Hermione bajó su mano. Desde un rincón apartado, una voz fría comenzó a hablar.

-El error de Patil fue no haber atacado con más agilidad. Perdió tiempo en el primer ataque de Granger, y al contraatacar tendría que haber enviado, además de un hechizo de defensa, algún hechizo para mantener a su contrincante ocupada unos segundos mientras que ella se recuperaba. Y de no haberlo hecho, tendría que haber esquivado el ataque.-dijo la voz de Potter, quien estaba apoyado contra una pared, con los brazos cruzados. Toda la clase quedó en silencio, mirándolo.

-Perfecto Potter. Una explicación muy clara y precisa. Supongo que si comprende tan bien la teoría, podría tener un duelo con la Señorita Granger, ¿qué opina?-le dijo Simspell, señalando hacia Hermione, quien aun estaba parada en el centro del aula con su varita y la de Parvati. Potter miró unos segundos a su "amiga", y esbozando una cruel sonrisa, asintió con la cabeza, mientras sacaba su varita y caminaba hacia Guadalupe. "Excelente... hoy vamos a jugar a... a matar a Hermione Granger. Uno de mis juegos preferidos." Pensó Harry, mientras avanzaba.-Granger, ¿está usted lista?-le preguntó la profesora. Herm asintió-Perfecto. Si me permite la varita de la señorita Patil...-le dijo extendiendo una mano. Hermione le dio la varita. La Prof. sonrió.-a la cuenta de tres.-dijo. Harry lanzó una última mirada de odio a Hermione, y se puso de espaldas a ella.-Uno, dos...-ambos avanzaron con las varitas en mano, listos- TRES, ATAQUEN!-exclamó la profesora.

Ambos giraron al mismo tiempo, y ninguno perdió tiempo.

-Elevanto!-gritó Hermione. Pero Harry había sido demasiado rápido, y ya no se encontraba en el lugar en el cual Hermione pensó que estaba. Su hechizo dio contra la pared. Sorprendida, Granger buscó con la mirada a Potter.

-Clavictios!-dijo una voz tranquila, detrás de Hermione. Un relámpago gris golpeó contra la espalda de Hermione, y su túnica se rasgó, como si la hubiera arañado un gran felino, dejándole heridas profundas en la piel. Calló al piso, por el golpe. Harry no esperó a que se levantara-Espectro!-gritó, y una sombra azulada salió de su varita, dirigiéndose hacia Hermione. La muchacha giró aún en el piso y vio a la sombra acercársele a toda velocidad. Rápidamente levantó la varita y apuntó a la sombra.

-Solaris!-exclamó con voz dolorida. Un destello de luz amarilla brotó de su varita, y chocó fuertemente contra la sombra que brotaba de la de Potter. Ambas se desintegraron. Cuando las imágenes se hicieron claras, Harry vio que Hermione ya estaba de pie. La muchacha se irguió orgullosa y levantó su varita en dirección a Potter.-Cadenus!-exclamó Hermione. Varias cadenas se enroscaron en Harry, haciéndolo caer sobre sus rodillas. Granger bajó su varita, y tomó aire en busca de fuerzas, mientras que avanzaba lentamente hacia Potter. Cuando estaba a pocos metros de distancia, los eslabones de las cadenas se rompieron, saliendo disparados en todas las direcciones-¿Cómo diablos...-comenzó a decir la joven, pero tuvo que arrojarse al piso para evitar ser golpeada por los pedazos de cadena. Rápidamente giró sobre si misma y se puso de pie. Harry aún permanecía arrodillado, con la cabeza gacha, y los mechones de pelo negro azabache tapándole el rostro. Tenía en una mano la varita fuertemente apretada, y la otra oprimida contra su pecho.-¿Harry estás bien?-le preguntó preocupada. La cabeza de Potter se levantó con lentitud, dejando ver un par de ojos... negros que la miraban con un terrible odio. Hermione empalideció por completo, y sus manos comenzaron a temblar. Una sonrisa macabra surcó el rostro del muchacho.

-Hermolvidio!-gritó Harry, al tiempo que se ponía de pie. Un resplandor negro salió de su varita. Hermione alzó la suya.

-Finitem Incantatem!-pronunció un contrahechizo, pero sin éxito. Su conjuro no logró detener al maleficio de Harry, el cual la envolvió por completo en forma de un humo negro, haciendo imposible que se la vislumbrara entre la negrura. La varita de Hermione calló al suelo y rodó fuera del humo.-Accio varita!-dijo Harry. La varita de Granger fue hasta sus manos.

-Suficiente Potter, disuelva el maleficio-dijo la Prof. pero Harry se limitó a mirarla, al tiempo que levantaba una ceja.

-¿Por qué debo hacerlo? Creí que esto era un duelo. Si quiere salvarla, disuelva usted el maleficio-le dijo Potter, mientras guardaba su propia varita en la túnica, y jugueteaba con la de Hermione.

-Muy gracioso Potter, pero sabe usted muy bien que sólo la persona que convoca al "Hermolvidio" puede hacerlo desaparecer. Ahora, disuelva su maleficio-le dijo Guadalupe de manera amenazante. Harry sonrió de lado.

-La verdad es que no tengo ganas. Me siento... cansado-dijo Harry, fingiendo despreocupación.

-Harry, esto no es gracioso.- señaló Ron, con visible preocupación y de manera amenazadora -Sácala de allí, ahora.

-Qué poco sentido del humor que tienen todos acá.-dijo Potter en tono divertido. Al tiempo que apuntaba con la varita de la muchacha en dirección a la nube de humo negro. Haciendo un movimiento, la nube desapareció por completo, dejando a la vista a Hermione, quien flotó inconsciente en el aire durante unos segundos, y luego cayó al suelo. Guadalupe avanzó en dirección a ella, y sacó de su túnica un pequeño frasquito con un contenido violeta. Dio un poco de beber a Hermione, y a los pocos segundos, la muchacha reaccionó. Ron, agachado junto a ella, la ayudó a pararse.

-Sr. Weasley, lleve a la señorita a la enfermería.-señaló Simspell al pelirrojo, al tiempo que este tomaba a la chica por el brazo y la ayudaba a caminar. Antes de salir del salón, Hermione lanzó una última mirada de espanto hacia Harry, quien se hallaba de pie, sonriendo con malicia. Guadalupe giró a mirarlo-Sr. Potter, está usted castigado durante toda esta semana.-le dijo seriamente.

-¿Qué?-preguntó Harry, descruzando sus brazos y avanzando a paso vivo hacia la profesora.-¿Por qué?

-Usted sabe perfectamente porqué.-le contestó Simspell, caminando hacia su escritorio, y con Potter siguiéndola. Todos se hicieron a un lado para dejarlos pasar.

-No, no lo sé. – dijo Harry al borde del enojo. Pero lo sabía bien. Unos minutos más, y Hermione no hubiera salido viva de la Clase de Duelo.

-Cuando se dirija a mí, Sr. Potter, le voy a pedir que lo haga llamándome por "Profesora". ¿entendido?-le dijo Guadalupe, girando sobre sus talones y enfrentando a Potter. La profesora se veía bastante pequeña al lado de Harry, quien estaba muy alto.-No escuché su respuesta alumno-volvió a hablar la profesora.

-Y yo tampoco escuché su respuesta, profesora-le respondió Harry, haciendo que la profesora se saliera de sus casillas.

-Escuché suficiente por una clase Potter. Queda castigado hasta previo aviso-le dijo Guadalupe, y volvió a girar retomando su camino hacia el escritorio.-Y no discutiré ahora el motivo de su detención, Sr. Potter-le dijo finalmente la profesora, una vez que estuvo junto a su escritorio, y luego de anotar algo en un pequeño anotador. Permaneció unos segundos mirando por la ventana opuesta a ella. Luego, giró a enfrentar a la clase, quien la miraba en silencio.-Creo que fue suficiente por esta clase. Tienen el resto de la hora libre. Pueden retirarse.-les dijo, y con un movimiento de varita, hizo abrir la puerta de salida. Los alumnos tomaron sus cosas en silencio, y salieron con lentitud, sin comprender muy bien lo que estaba sucediendo.-Potter-dijo Guadalupe, quien se hallaba nuevamente de espaldas a la puerta.-Venga un segundo.- Harry, quien no se había tomado la molestia de moverse del lugar en el cual había quedado luego de discutir con la profesora, avanzó con decisión. La profesora le señaló una silla, y Potter tomó asiento.-¿Dónde aprendió eso?-le preguntó repentinamente, luego de oír el ruido producido por una puerta al ser cerrada.

-¿Dónde aprendí que cosa?-le preguntó Harry, en tono desafiante y altanero.

-El maleficio Hermolvidio.-

-En el mismo lugar donde aprendí todos los otros: aquí- respondió Harry en tono calmo e inalterable.

-Miente-lo desafió Simspell, quien ahora caminaba en círculos alrededor de Potter

-¿Y qué pruebas tiene para decir que miento?-

-Ninguna.-confesó ella. Se detuvo detrás de Harry.-Pero sospecho que hay algo extraño acá, señor Potter.-le dijo en un susurro.-Algo sospechoso está pasando, y voy a descubrirlo.-hizo un silencio. Repentinamente, Harry sintió un par de manos que se apoyaban con fuerza sobre sus hombros-Tenga la seguridad, Potter, que lo voy a averiguar.-

-Eso-le respondió Harry, poniéndose de pie, y sin girar para mirarla-lo veremos

Caminó sin detenerse hacia donde se hallaba su mochila, la tomó, comenzó el recorrido hacia la puerta y ya había abierto la puerta cuando escuchó la voz de Guadalupe.

-Mañana, a las seis de la tarde, en la biblioteca para cumplir su castigo-

Harry salió del aula y cerró la puerta detrás de él.

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Y así termina mi capítulo número cuatro! Bualá! Me quedé muy contenta con esté capítulo, compañeros. Aunque me costó bastante decirme como hacerlo... no quería que Potter se delatara demasiado... pero era hora de un poco de acción...

Para mis lectores de LA BOCA DEL ENCIERRO, ya la actualicé, y también quería avisarles que tengo una nuevas historia... LOS MERODEADORES Y LOS GUARDIANES DE LA NOCHE.... y para los que no los leen... pues si queren pueden darse una vuelta... jijijiji XD

Bueno... por cierto, un adelanto de lo que se viene( está entre comillas " " ):

"-¡Harry no lo hagas!-le gritó Ginny, empapada en lágrimas y tironeando para liberarse de las sogas que la mantenían completamente inmóvil.

-¡Hazlo de una vez, Harry! Termina con todo esto. ¡Recuerda todo lo que te dije! ¡Llegó la hora de la venganza, Harry! ¡Hazlo!-le gritaba Nicole con su voz tan profunda y maquiavélica. Sus ojos brillaban como nunca antes, y su rostro mostraba una ansiedad incontenible. Miraba a Harry expectante. Había llegado el momento de la venganza. "

Muy bien, eso es todo lo que les puedo adelantar. Es un diálogo que estoy segura que va a tener lugar. Imagínense a partir de eso todo lo que deseen.

Danilo: muchas gracias por tu review! Tienes toda la razón. En el cap tres no pasó nada emocionante. Espero que este te haya gustado.

Selene: jejeje... a mi también me encanta la idea de que Harry no sea el niño bonachón. Jajaja!! Y no temas.... va a correr mucha sangre por este FF!!

Consuelo: ¿por qué no es discreto? Jajaja! Porque no le interesa serlo. El lado oscuro de Potter acaba de salir a la luz, y él siente que no hay ningún motivo por el cual mantenerlo escondido y ser un hipócrita. Además, como ya le dije a otra chica, es muy difícil dominar al demonio que tenemos dentro una vez que lo soltamos. Pero no te preocupes... Harry se va a dar cuenta de lo que hace... él tiene todo bajo control.

Bellatrix88: que tal compañera?? Mis fiestas también fueron excelentes... y no me puedo quejar con Papá Noel.... me trajo todo lo que le pedí! ^_^ (es necesario llamarlo papa noel? Que hay alguien acá que todavía cree? ¬¬u )

K.L.Briggs: Gracias por lo halagos. No se si es el mejor fanfiction sobre un dark Harry, pero trato de hacer lo mejor que puedo X0D !!!!!! No te preocupes.... acepto todas las sugerencias.... Y pienso igual que vos.... ¿por qué no matar a Herm? *cara de diablo*

Patrizia: en serio te gusta mi fanfiction?? Gracias por leerlo y dejarme un review!! Espero que sigas leyendo mi historia. Gracias por los deseos para Navidad y Año Nuevo.

Hcate: veo que sos una PC adicta!! Igual que yo... y veo que también estas en verano!! ¿En serio te gustó el capítulo anterior? Si no te gustó, no hay problema. ^_~ Así que te vas dando cuenta de las intenciones de Harry!! Quisiera poder decirte algo sobre lo que Harry quiere o no quiere (y mas cuando se trata de Ginny) pero temo que ni yo se como es que va a terminar esta historia. Después de todo... solo tengo una idea general! Y Libera.... ¡que situación comprometedora! Tampoco puedo hablar de ella, ni de Dumbledore....  ni de Hermione... Gracias por los deseos. Yo también te deseo lo mejor para este año que empieza. 

herms malfoy: espero tu opinión sobre este capítulo! Por cierto... ¿me das la dirección para unirme a la Orden Siriusiana? ^_^

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