Capítulo XIII: La Alianza
Potter avanzó lentamente hacia el cuerpo de Guadalupe Simspell, que yacía en el suelo, de espaldas. La giró para poder mirarla a la cara, y tomándole la muñeca, le buscó el pulso. Nada. Estaba muerta. Harry sonrió satisfecho, mientras de reía ahogadamente.
Escuchó repentinamente un ruido a su espalda. Giró rápidamente y apuntó con la varita hacia el lugar del cual provenía el sonido. Parado junto a una pared estaba un muchacho adolescente con la sorpresa reflejada en su cara, y un brillo maligno en los ojos. Potter torció una sonrisa de lado, y bajó su varita, al tiempo que volvía a girar en dirección a Simspell.
-Malfoy, ¿qué haces aquí?-le preguntó Potter, con la mirada fija en Guadalupe.
-Creo, Potter, que la pregunta es qué haces t aquí-lo corrigió Draco, avanzando lentamente hacia el agachado Potter.
-Hago una obra de arte-le respondió Harry, y sus ojos brillaron con malicia y locura. Todavía seguían de color negro.
-Veo que eres muy bueno en la recreación de naturaleza muerta-habló Draco, en tono irónico, mientras miraba sorprendido a la profesora. Harry volvió a reír ahogadamente.-Oye, Potter, explícame cual fue la parte de la historia que me perdí-Malfoy hablaba con completa calma, mientras se separaba levemente de Potter, dándole la espalda.-¿Cuándo fue que te convertiste en un asesino a sangre fría, que además, usa magia negra?-
-No es de tu incumbencia, Malfoy. ¿Qué fue lo que oíste?-le habló Harry cortante, poniéndose de pie, y parándose amenazadoramente frente a Draco. El rubio levantó las cejas.
-¿Lo que oí? Más bien fue lo que vi lo que me sorprendió. Llegué justo a tiempo para escuchar a la profesora decir "Todos descubrirán tu otra cara, Potter", lo cual me llamó la atención, en especial la última palabra. Y luego, escucho tu voz diciendo: "Lástima que para entonces, será demasiado tarde", y luego, escucho salir de tus propios labios una maldición imperdonable, y veo como la Prof. de DCAO cae muerta. Fue un espectáculo muy interesante teniendo en cuenta que la verdadera matanza tiene lugar en el Gran Salón.-le respondió Draco, quien no parecía asustado ante Potter. Harry sonrió maliciosamente.
-Y supongo que tu ibas en camino a ayudar a tu Señor-se burló Potter, riendo. Draco frunció el entrecejo.
-Eso no es de tu incumbencia, Potter-Draco hizo una pausa, y notó que había otra persona en el suelo. Un mortífago inconsciente-¿Quién es él?-preguntó señalando con la cabeza al cuerpo tumbado junto al de Guadalupe.
-Lestrange.-respondió cortante Potter, girando a mirar por primera vez al mortífago. Harry notó como Draco lo miraba de reojo, y volvía su atención hacia el mortífago.
-Me confundes, ¿a quien sirves, Potter?-preguntó confundido. Acababa de matar a Simspell, pero si había un mortífago inconsciente ahí, entonces él no podía ser un aliado de Voldemort.
-A diferencia de ti, y de tu patética familia, Draco, yo no sirvo a nadie. Solo a mi mismo-le respondió Harry, limpiándose el polvo de la túnica elegante. Draco volvió a fruncir el entrecejo.
-No me quiero imaginar lo que todos dirán cuando sepan que Harry Potter es un asesino y un brujo de magia negra-se burló Draco sonriendo, pero Harry notó en su mirada que algo había cambiado desde que el nombre de Lestrange había sido pronunciado.
-Nadie lo sabrá, Malfoy-dijo arrogantemente Potter, girando nuevamente a mirar a Draco. Éste levantó una ceja, mientras se cruzaba de brazos.-Porque tú no quieres decir nada.
-¿Por qué no habría de hacerlo?
-No te conviene
-¿A no?
-Dime Draco, ¿qué es lo que Voldemort te da a ti y a tu padre por sus servicios?-le preguntó Harry, caminando en círculo alrededor de él. Draco no respondió.-Nada, ¿verdad? Solo su "protección". Los mantiene vivos, los protege. Pero si algún día tu o tu padre hicieran algo mal, no dudo en que Voldemort los mataría a ambos.-la sonrisa que se había dibujado en los labios de Draco iba desapareciendo de a poco.-Te voy a contar un pequeño secreto, Draco.-Harry se acercó a Malfoy-Según una profecía, Voldemort y yo no podemos vivir juntos. Y según esa profecía, nosotros tendremos que pelear en algún momento, y uno morirá y el otro... vivirá. Por lo tanto, en algún momento yo me tendré que convertir en asesino o asesinado de Voldemort.-Harry le hablaba en un susurro, con una voz fría y profunda- Y cuando ese momento llegue, te aseguro que yo no seré el que muera.
-¿Cómo piensas derrotarlo, Potter? El tiene poderes que tu no conoces siquiera-le replicó Malfoy, casi enojado, y Harry notó el titubeo de su voz.
-Draco, yo tengo poderes que ni tu ni tu jefe conocen. Tengo mis aliados, mis fuerzas.-dijo Harry sonriendo.-Y aquí es donde llega la parte interesante. Tu y yo, haremos un trato. Tu callarás lo que has visto esta noche, y callarás todo lo que veas a partir de hoy, y me ayudarás cuando te necesite, y a cambio, yo te daré el poder que realmente quieres y que Voldemort jamás te dará, y... dejaré que Lestrange se largue de aquí ahora mismo.-
-¿Qué te hace pensar que la oferta me interesa?
-Draco, tu tienes potencial. Tienes poder. No lo desperdicies. Voldemort jamás te cederá un poco de su poder, por miedo a que tu te puedas llegar a tener más que él. Y si te cree una amenaza, te matará. En cambio, yo te ofrezco cosas que él nunca te dará. Además, sé de la estrecha relación que hay entre tu padre y Lestrange. Y él quedará complacido en ver que tu lo llevas a salvo junto a los demás mortífagos. Incluso Voldemort te lo agradecerá.-
-Yo no dejaré de ser un mortífago, Potter-
-Y yo no te estoy pidiendo eso, Mafloy. Solo estoy comprando tu silencio. No me molesta que sigas sirviendo a Voldemort-
Draco miró dubitativo a Potter. No podía negarlo, algo había cambiado en ese muchacho. Él siempre lo había sabido, todos lo sabían. Harry Potter siempre había sido alguien poderoso. Pero ese año, había algo diferente en él. Draco lo había notado al instante. Potter se había convertido en un mago oscuro, y había conseguido más poder. Y esa noche, él mismo había visto a Potter, un muchacho de dieciséis años, convocar un maleficio imperdonable y matar a una persona. No tenía nada que perder. Y si Harry Potter cumplía, él podría conseguir más poder todavía. Creía completamente sobre la profecía; su padre le había hablado de esta. Y si era así, entonces le convenía aliarse a Potter ahora que era como él. Potter o Voldemort. Uno de los dos iba a ganar, y cualquiera que fuera, Draco ya estaría aliado a ambos.
-Acepto-dijo Malfoy, estirando su mano blanca para estrechar la de Harry. Potter acentuó todavía más su sonrisa, mientras estrechaba la mano de Draco.
-Que esta alianza sea duradera, y que las promesas sean cumplidas-dijo Harry. Draco asintió.
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Esperaron largo rato, escondidos en un pasillo secreto, cercano al Gran Salón. A su lado, Lestrange comenzaba a dar signos de vida. Estaba despertando. Draco le dirigió una mirada nerviosa. Era peligroso que Lestrange lo viera a él en compañía de Harry Potter. Miró a Potter, quien le asintió con la cabeza, comprendiendo lo que pensaba.
-Desmaius!-susurró apuntando con su varita a Lestrange, quien volvió a caer inconsciente. Sonrió satisfecho.-¿Siguen peleando?-preguntó a Malfoy, quien se asomaba detrás de un tapete.
-Si... pero creo que pronto se retirarán. Llegaron refuerzos de Aurores, y hay grandes bajas de parte de los mortífagos. Además, acabas de matar a la persona por la que habían venido.-le comentó Draco, con el ceño levemente fruncido. Harry chasqueó la lengua en desaprobación. "Ojalá se mataran unos a otros. Así nos librarían a todos de su patética existencia" pensó, mientras se peinaba los cabellos negros con la mano.-¿Cuál es el plan para llevar a Lestrange a salvo?-preguntó repentinamente Malfoy, girando para mirarlo.
-Parece que soy yo el cerebro del grupo, Malfoy-le dijo Potter con sonrisa burlona. Draco también sonrió divertido. La nueva faceta de Harry era mucho mejor que la anterior. Hasta podrían llegar a ser amigos. Harry desvió la mirada hacia la pared de piedra, y entrecerró lo ojos.-Tengo una... idea-dijo finalmente.
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Arrastró el cuerpo de Lestrange por fuera del castillo. No era necesario hacer fuerza, ya que había hechizado el cuerpo y ahora lo controlaba con su varita. Pero necesitaba concentrarse para poder mantenerlo flotando. Con cuidado, y levemente agachado para no ser descubierto, gateó arrastrando al mortífago hacia las ventanas rotas del Gran Salón. Apoyó el cuerpo en el césped húmedo, y se asomó levemente por una ventana, esperando la señal. Adentro, pudo ver un verdadero campo de batalla. Y a pesar de que su padre usaba máscara, lo reconoció al minuto. Fijó primero su mirada en los mortífagos, y luego en los aurores y profesores. Definitivamente, los mortífagos no tardarían en retirarse. Llevaban sin lugar a dudas, las de perder. Al frente los aurores, Draco vio a Albus Dumbledore como nunca antes lo había visto. Todo el poder que residía en su viejo cuerpo parecía ahora brillar en su rostro. Se veía aterrador. Miró nervioso al cuerpo de Lestrange, tumbado en el suelo. Si Potter no se apuraba lo iban a descubrir.
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Vio a Draco salir por una ventana alejada de la puerta del Gran Salón con el cuerpo de Lestrange levitando delante de él. Esperó. Tenía que esperar hasta que Malfoy llegara a la posición acordada, y entonces le daría la señal. Se acomodó la túnica, y sostuvo con fuerza la varita en su mano. Tanteó su pierna a la altura del tobillo, hasta dar con un objeto duro y filoso. Su daga, hábilmente escondida, solo para usar en casos extremos. Sonrió, listo. Malfoy ya debía de estar en su lugar. Era hora de hacer su aparición.
Harry salió de detrás del tapete, y caminó directo hacia la puerta de entrada al Gran Salón. Espió antes de hacer su entrada. Los mortífagos estaban prácticamente acorralados. No tardarían demasiado en irse, si es que tenían la oportunidad de escapar. Miró luego a Dumbledore. No podía ir a pedirle ayuda a él. Estaba muy ocupado luchando. Harry vio en su rostro la misma expresión que había visto dos años atrás cuando el director había entrado como una furia en la habitación del supuesto profesor Moody, tras descubrir que este era realmente un impostor que intentaba matar a Potter. Y esa misma expresión había tenido el año anterior cuando, junto con otros miembros de la Orden, habían ido a rescatarlo al Departamento de Misterios. Rescatarlo... sonaba irónico. Solo lo habían salvado porque él era el único que podía salvarlos a ellos de Voldemort. Miró a las demás personas. McGonagall. Ella era la jefa de la Casa de Gryffindor, podía recurrir a ella.
Sin esperar, empujó un poco la puerta, y entró al trote, llamando levemente la atención en el Salón. Algunos ojos curiosos se volvieron a mirarlo, mientras entraba al trote, con expresión de preocupación, y se encaminaba a Minerva. Varios aurores y profesores que lo reconocieron se pusieron delante de él, para cubrirlo de eventuales ataques por parte de los mortífagos.
-¡Potter! ¿qué hace acá?-le preguntó asustada la profesora Macgonagall, una vez que él estuvo parado a su lado. Tenía un gran tajo en el rostro.
-Profesora... Ginny Weasley...-le dijo Harry, fingiendo agitación en la respiración. Notó que Minerva parecía preocuparse. Sigilosamente, miró en dirección a donde se suponía que Malfoy tenía que estar. Y efectivamente, pudo vislumbrar los ojos grises del Slytherin, asomados levemente por una ventana. Esperando la señal.
-Harry... escúchame. Debes salir de acá. Iré a ver a la señorita Weasley cuanto antes, pero no puedo ir ahora.-le dijo Minerva. Harry asintió, y la profesora se alejó, internándose nuevamente en la batalla.
Pero Harry no obedeció a su profesora. Por el contrario, se escabulló entre la multitud, hasta llegar a la ventana donde estaba Malfoy. Le lamanzó una rápida mirada, mientras se escondía detrás de una mesa tumbada.
-¿Listo?-le preguntó, sin mirarlo.
-Todavía espero tu señal.-le respondió la voz de Draco.
-Muy bien, entonces aprovecha esta oportunidad-le dijo Harry sonriendo, mientras salía de detrás de la mesa. Comenzó a caminar hacia la puerta de salida, sin preocuparse por se sigiloso. Quería llamar la atención de alguien en especial.
Finalmente lo localizó. Peleaba contra una de las Brujas de Blair, la baterista. Estaban bastante cerca de él. Solo necesitaba que ella cometiera un error. Sólo un error... y finalmente, ella se equivocó. No llegó a esquivar el maleficio de Lucius Malfoy, y calló pesadamente contra el piso, con una gran herida a un costado del pecho. Era la oportunidad.
-Impedimenta!-gritó en dirección a Lucius, pero no lo dirigió hacia el pecho del morífago, sino que el maleficio le rozó la máscara, llamando su atención hacia donde se encontraba Potter. Vamos, atácame Lucius. Eso es lo que quieres pensó Harry riendo para sus adentros. Efectivamente, Malfoy quitó su atención de la joven baterista, para fijarlo en un punto más interesante: Harry Potter.
-Pero miren, si es nada más que la gran celebridad de Harry Potter-se burló Lucius, debajo de su máscara. Harry sonrió cínicamente.
-Demasiado palabrerío, Malfoy, y poca acción.-le dijo Harry, apuntándolo con su varita. Lucius lo apuntó también con su varita.
-Ratifucto!-gritó Lucius.
-Nebulosa!-exclamó Harry, sin preocupación, mirando divertido a su contrincante. El maleficio de Malfoy se perdió en una enorme nube de gas negro. Lucius levantó levemente su varita.
-¿Cómo es que tú haces magia negra?-peguntó, y en su voz Harry pudo notar la sorpresa y el desconcierto. Potter tan solo acentuó más su sonrisa.
-Hermolvidio!-gritó Potter, sin responder a la pregunta de su contrincante. Pero sabía que Lucius iba a detener su ataque. Y a decir la verdad, Harry no estaba tratando de matar a Lucius, solo de llamar su atención.
Efectivamente, Lucius levantó su varita sin demostrar esfuerzo alguno, y el hechizo desapareció en el aire.
-Me estoy cansando de jugar, Potter-le dijo con su voz arrogante y fría.-Dagra Incendio!-gritó Malfoy. Cientos de agujas de fuego aparecieron salir de la varita de Malfoy. Y eso no estaba en los planes de Harry. Sin poder formular un contra-hechizo en su mente, Harry optó por su única oportunidad de salvación. Se arrojó al piso, mientras rodaba por el suelo y usaba un pedazo de madera para cubrirse de las agujas de fuego que se esparcían por todas partes. Pero eso lo había beneficiado definitivamente. Ahora estaban más cerca de la ventana. Era ahora o nunca. Alguien lanzó un maléfico en dirección a Lucius, desde la distancia, pero le erró. Levantándose levemente del piso, Harry lanzó unas leves chispas por la ventana, y Lucius no pareció notarlas, demasiado entretenido esquivando y atacando a un auror que se le había acercado por la espalda.
En el momento, Draco comprendió que las chispas que habían aparecido sobre su ventana, eran la señal de Potter. Si que nadie pudiera verlo, lanzó un leve hechizo desde la ventana hacia su padre, quien parecía haberse librado del auror. Una soga pareció brotar de la varita de Draco y aferrarse fuertemente a la muñeca de Lucius, arrastrándolo hasta la ventana. Harry comprendió que ya era la hora de irse. El plan estaba completo. Mirando a su alrededor, comprobó que nadie le prestaba atención. De hecho, nadie parecía haber notado que él todavía estaba en la Sala. Rápidamente, corrió hacia la puerta del Salón, listo para irse.
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Draco vio las chispas que salían por su ventana. La señal. Rápidamente se puso de pie apoyándose contra la pared para no ser visto, y lanzó un hechizo hacia su padre, parado a pocos metros de su ventana. Una soga salió de la punta de su varita hasta al muñeca de Lucius Malfoy, y Draco movió levemente la muñeca para que la soga arrastrara a su padre hacia la ventana. Finalmente, su padre estuvo parado frente a la ventana. A pesar de no poder ver su cara por la máscara, Draco estaba seguro de que él estaba completamente sorprendido de ver a su hijo allí. Y más sorprendido pareció al verlo junto al cuerpo desmayado de Lestrange.
-¿Qué haces aquí, y qué es todo esto?-dijo Lucius, saliendo rápidamente por la ventana, y escondiéndose junto a su hijo, en las afueras del colegio.
-Encontré a Lestrange inconsciente en el pasillo, y decidí traerlo para aquí antes de que alguien lo atrapara.-explicó brevemente Draco, con una nota de respeto y orgullo en su voz. Escuchó una risa detrás de la máscara de Lucius.
-Muy bien hecho, Draco. Nuestro Señor estará complacido de tus actos. Y también yo lo estoy.-le dijo su padre, apoyando una mano sobre el hombro de su hijo. Una explosión se escuchó dentro.-Ahora, vete, antes de que te descubran. No tienen que sospechar de ti. Yo me encargaré de Lestrange.-le dijo, empujándolo levemente para que se fuera. Draco asintió. Había avanzado unos pocos metros a gachas cuando escuchó el susurro de la vos de su padre- Draco... ¿lo encontraste solo?-le preguntó. Draco dudó. Giró a mirar a su padre
-No, lo encontré junto al cuerpo muerto de Guadalupe Simspell.-confesó finalmente.
-¿¡Muerto!?- repitió su padre, completamente asombrado.-Estúpido Lestrange. Se suponía que no debía matarla. El Señor se pondrá furioso cuando sepa que la mató.-dijo su padre con voz enojada, mientras pateaba al cuerpo desmayado del mortífago. Draco giró para mirar nuevamente al frente, mientras que una sonrisa de superioridad se le curvaba en los labios No padre, ella no murió en manos de un mortífago. se dijo para si mismo, mientras que reía internamente.
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Harry salió del Salón, no sin antes lanzar una última mirada hacia adentro. Dudaba que los mortífagos duraran hasta el amanecer. Meneó la cabeza, en signo de desaprobación. Esperó unos minutos a un costado de la puerta, sin que nadie lo pudiera ver. Finalmente, escuchó los pasos de Draco, quien había entrado por una ventana alejada a la puerta del Gran Salón.
-¿Esta todo bien?-le preguntó al Slytherin, tomándolo por sorpresa, ya que Draco no lo había visto, debido a que estaba escondido entre las sombras. Malfoy asintió. –Excelente. Nos vemos otro día, Malfoy-se despidió Harry, subiendo por las escaleras hacia la Sala Común de Gryffindor, donde lo esperaba una herida Ginny Weasley. Sonrió mientras subía, compacido de su sublime plan. Pues creía que todo había salido bien.
Pero en el interior del Gran Salón, Albus Dumbledore todavía tenía la mirada fija en la ventana por la cual Lucius Malfoy había desaparecido minutos atrás. Harry no lo sabía, pero el director lo había visto todo. Todo.
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Subió con agilidad los escalones de las tramposas escaleras. Eso era algo que había aprendido muy bien en las vacaciones: agilidad. Agilidad y ligereza en los movimientos. Nicole llegó a sus pensamientos mientras subía por las escaleras, camino a la Sala Común de Gryffindor. Ya quiero ver la cara que pondrá al enterarse de lo que hice con Simspell. pensó, mientras una macabra sonrisa se curvaba en sus finos labios. Vamos a ver ahora quién es más poderoso. Pero un recuerdo se le vino a la mente como una nube de tormenta se abalanza sobre una mañana cálida de verano.
"-¿Cómo conoce a Nicole?-le preguntó atolondradamente.
-Cómo no conocerla, siendo ella la Reina de los Vampiros-le respondió Guadalupe, con palabras algo entrecortadas por el dolor. Harry abrió grandes los ojos, sin creer lo que escuchaba. La Reina...-¿No lo sabías? ¿Qué nunca te lo dijo?-se burló Simspell de la expresión de Potter.". ¿Serían verdad esas últimas palabras de Guadalupe? ¿Realmente era Nicole la Reina de los Vampiros? No era el hecho de que lo fuera lo que lo sorprendía, sino más bien el hecho de que se lo hubiera escondido.
Sin darse cuenta, notó que había llegado hasta el Retrato de la Dama Gorda. Dio la clave, y el retrato se corrió a un lado, dándole paso a una concurrida Sala Común. Todos parecían haberse quedado en el exacto lugar en el cual Harry los había visto por última vez esa misma noche. Avanzó ignorando los murmullos hacia donde se encontraba Ginny. La pelirroja estaba recostada en un cómodo sillón escarlata. A su lado se hallaban Ron y Hermione. La segunda le estaba colocando unos paños mojados en las frente a Ginny. Los paños parecían humedecidos con un líquido verde asqueroso. Pero proviniendo de Hermione, Harry estaba seguro que era algo curativo. Se arrodilló junto a Virginia, y le tomó la mano. Estaba fría. Incluso para él, acostumbrado ya a conocer el frío extremo de cuerpos a través de Nicole, aquella mano le pareció helada.
-Ginny, ¿me escuchas?-le susurró dulcemente, como si temiera que sus palabras pudieran dañarla aún más. Ella era la única persona que realmente le interesaba en aquel mundo que tanto lo había lastimado. Ella no se merecía algo así. Para su sorpresa, la pelirroja abrió débilmente los ojos, y lo miró con una sonrisa en los labios. Harry también intentó sonreír.-Mcgonagall viene en camino, Ginny. No te preocupes, todo va a estar bien-le dijo. Ginny asintió, y volvió a cerrar los ojos, pero Harry sintió cómo la mano que él sostenía de ella, comenzaba a ejercer un poco de fuerza. Virginia le estaba pidiendo que se quedara junto a ella. Harry sintió una mano en el hombro. Giró para mirar quien era. Ron.
-Gracias Harry-le dijo el pelirrojo, quien también estaba muy pálido, y se lo veía realmente preocupado por Ginny. Pero Harry sintió que él no se merecía tener cerca de alguien como ella. No se merecía como hermana a una muchacha tan pura y limpia, una muchacha que no conocía el tipo de farsas y mentiras a las que Ron estaba tan acostumbrado. Ginny se merecía a alguien como... él, Harry, a su lado.
-¿Dónde has estado?-le preguntó en voz muy baja Hermione. Parecía preocupada y al mismo, tiempo, había algo en su tono que no le gustaba. Era como si estuviera haciendo una especie de investigación. Harry tenía bastante experiencia con Hermione como para desconfiar de ella.
-Buscando ayuda-le respondió, sin quitar los ojos de Ginny.
-Tardaste demasiado.-
-No fue tan fácil. Ahí abajo hay una batalla campal, y llevar una cicatriz en la frente no es justamente una ventaja-le dijo Harry, en tono casi irritado. Pero notó que su respuesta no conformaba a Granger. Empezaba a desconfiar de ella. ¿Y que tal si Hermione estaba desconfiando de él? ¿Era posible aquello? ¿Era posible que ella supiera algo sobre la muerte de Megan y Kevin? ¿Y sobre la de Guadalupe? Cálmate Potter, estás paranoico se dijo mentalmente.
El retrato de la Dama se hizo a un lado, y por el agujero entró la profesora McGonagall, seguida atrás por Madam Pomfrey y el mismo Albus Dumbledore. Se acercaron con rapidez a donde Ginny yacía recostada, y Madam Pomfrey la examinó rápidamente, dando un diagnóstico. Apresuradamente, tanto ella como Dumbledore y Minerva se pusieron a trabajar en un antídoto para evitar que Ginny siguiera perdiendo sangre.
Fue tan solo una hora, pero a Harry le pareció una eternidad. El director trabajó en la solución para Ginny, y tras cuarenta minutos la consiguió, gracias a la ayuda de Poppy y Mcgonagall. Una vez que Ginny hubo bebido toda la botella, solo tenían que esperar a que el medicamento funcionara. Y efectivamente, veinte minutos más tarde, Ginny demostró estar mejor, y su herida comenzó a cerrar y cicatrizar. Los aplausos se alzaron en toda la Sala Común, y por fin, toda la tensión acumulada ese último tiempo pudo ser liberada. Por orden del director, Virginia fue llevada a la Enfermería, en compañía de Madam Pomfrey. Cuando la señorita Weasley estuvo fuera de la Sala Común, el director giró a mirar al resto de los alumnos.
-Lo que hoy sucedió, fue un trágico acontecimiento. Un grupo de mortífagos hicieron un fallido intento de atacar el colegio. Hace apenas más de una hora, logramos terminar de expulsarlos de Hogwarts, capturando a varios de ellos, con la ayuda de capacitados Aurores que llegaron a nuestra ayuda casi de inmediato. Actualmente, el colegio se encuentra nuevamente bajo control, pero hemos decidido que tras este acontecimiento, lo mejor será tomar ciertas medidas de precaución. Minerva, por favor-dijo Dumbledore con su voz calma, haciendo una seña a la profesora de Transformaciones, para que siguiera.
-A partir del día de la fecha, está prohibido salir de las Salas Comunes luego de las siete de la tarde, a excepción del horario de almuerzo. Se recomienda que no vayan nunca solos por los pasillos, como medida de prevención. Los entrenamientos de Quidditch se realizarán solo bajo autorización de los Jefes de las Casas, y el equipo deberá estar acompañado de un profesor durante el mismo. Las salidas de Hogsmeade quedan canceladas, y en lo posible, se recomienda no salir al parque, y de hacerlo, no alejarse demasiado. Eso es todo, ahora, pueden descansar-Minerva habló como si se hubiera aprendido eso de memoria, y Harry pensó que ya debía de estar acostumbrada a decir eso. Lo mismo (o muy parecido) se había dicho cuatro años atrás, cuando la Cámara de los Secretos había sido abierta. Harry sonrió, recordando el momento. Otra prueba de la inocencia de Ginny. Dejarse dominar por un diario. Pero a través de aquel diario, Harry estaba seguro de que Ginny se había convertido en alguien "poderoso". No todos son poseídos por el recuerdo de Voldemort y viven para contarlo pensó. Esa pelirroja no dejaba de fascinarlo.
Vio como Minerva y Dumbledore salían por el agujero de la Sala Común. Sin nada más que hacer ahí, y con la seguridad de que Ginny se encontraba bien, subió a su cuarto, al mismo tiempo que los demás. Se cambió con rapidez, aliviado. Muy diferente a sus amigos, quienes parecían estresados y preocupados. Mientras se desvestía, la imagen de Nicole volvió a su mente. Tan hermosa y tan malvada. Era una mujer engañosa, y Harry comenzó a pensar que talvez, ella también le estaba mintiendo. Sacudió su cabeza para borrar ese recuerdo. Sabía que de una manera u otra, Nicole se enteraría de lo sucedido esa noche, y muy pronto lo iría a ver. Y cuando lo hiciera... Harry la estaría esperando.
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Se puso la capa de invisibilidad a regañadientes. No la creía necesaria, pero así se lo había exigido ella en su carta. Sabía que era una dama sabia, y que debía obedecerla, pero de todos modos, eso no le quitaba el disgusto de tener que usarla.
Salió en la habitación en silencio. Metió su mano en el bolsillo y extrajo un arrugado pesazo de papel. La mañana siguiente al ataque de Halloween, Harry había recibido una nueva carta sellada con el escudo de la familia de Nicole: la "B" a la cual se le entrelazaba un dragón.
Ya se lo que sucedió.
Esta noche, mismo lugar, misma hora.
Lleva tu capa.
Eso era todo lo que decía la nota. Pero Harry supo que era de Nicole. Y, haciéndole caso, esa noche salió bajo su capa invisible y se encaminó hacia el mismo pasillo en el cual se había encontrado con la vampiresa la noche en que Megan "murió".
Caminó en perfecto silencio por los pasillos, de vez en cuando deteniéndose debido a los profesores y prefectos que rondaban por ellos, pero finalmente, llegó al pasillo del tercer piso junto a la estatua de Santoro, y esperó ahí, bajo la capa. Frente a la estatua había un tapete que a Harry le llamaba la atención. Caminó hacia este, y extendiendo la mano, notó que se lo podía correr, dejando lugar a una estancia secreta. Era un pequeño cuarto, sin iluminación artificial ni ventanas. Sintió como unas manos delgadas pero fuertes lo tomaban del lugar exacto donde debía estar su cuello, aun sin poder verlo por la capa. Las manos lo empujaron hacia el interior del cuarto, y el tapete volvió a cerrarse, quedando una profunda oscuridad.
-Si te pido que lleves la capa de invisibilidad, es justamente para que no te vean.-le dijo una vos fría, femenina, y muy conocida a esa altura del partido.
-Nicole, ¿qué nada te complace de lo que yo hago?-se quejó Potter, pero había una sonrisa divertida en sus labios.-¿Cómo me viste?
-Si mueves un tapete, puedo ver que el tapete se mueve, aunque seas invisible-se burló la muchacha, que a pesar de estar en las penumbras, se estaba movilizando de un lado al otro del cuarto. Harry se sacó la capa y la tiró a un lado. Inmediatamente sintió un par de manos que lo tomaban de los hombros por detrás, cerca del cuello. Podía sentir la respiración de Nicole en la nuca, pero no le temía. Sintió como la dama apoyaba su cabeza sobre el hombro derecho de Harry. Podía sentir como, delicadamente, ella hacía que el cuello de él se inclinara débilmente hacia el lado izquierdo. Ahora podía sentir el aliento helado de Nicole en el costado derecho de su cuello. Las manos de ella tenían su rostro fuertemente sostenido, sin lastimarlo. Cada uno de los movimientos que Nicole realizaba eran delicados y cuidadosos. Potter sintió como unos fríos labios le rozaban el cuello, y sintió un leve escalofrío, pero no se movió. Podía sentir a Nicole detrás de él, casi la podía ver. Parada, a su espalda, con su cabeza de piel pálida sobre su hombro, y los labios violáceos rozándole el cuello. Repentinamente, sintió cómo los colmillos de Nicole se clavaban con lentitud en su cuello. Dolía, pero al mismo tiempo, era un eterno placer. Podía sentir los dientes de la vampiresa clavados en su cuello, y su lengua rozándole la piel, de manera que la sangre fluyera con mayor rapidez hasta su boca. Potter cerró los ojos, mientras que una sonrisa de satisfacción se le dibujaba en el rostro.
Pero el placer empezó a desaparecer, para ser reemplazado por una sensación de debilidad y mareos. Harry comenzó a sentir que ya no podía mantenerse en pie. Nicole estaba bebiendo demasiado de él, y si seguía, terminaría por matarlo. Levantó rápidamente su mano izquierda, y con ella, tomó a Nicole de los cabellos, y con cierta brutalidad, la obligó a separar su boca del cuello de él. Abrió los ojos, y notó que su vista se había acostumbrado a la oscuridad. Podía ver casi a la perfección a la vampiresa, con sus largos colmillos a la vista, empapados en sangre, y sus labios apenas humedecidos con sangre. Ella también tenía los ojos cerrados, y una sonrisa divertida en los labios.
-Fue suficiente-le dijo Harry soltándole los cabellos. Ella ya había abierto levemente los ojos, esos ojos turquesas que emanaban poder. Nicole se separó de Harry, y con la manga de su vestido se limpió las gotas que había en sus labios. Había aprovechado al máximo la sangre que había bebido de Harry. Potter, pos su parte, se había llevado una mano al cuello, comprobando que tenía ahí, en el lado derecho, dos pequeños agujeros. Todavía se sentía algo débil.-Si por ti fuera, hubieras seguido hasta matarme-le gruñó Harry, apoyándose contra la pared para mantenerse en pie. Nicole soltó una risa.
-Vamos, Harry, yo no te hubiera matado. No soy tan estúpida. Sé que tu poder de magia desaparecería por completo si te volvieras vampiro.-Habló Nicole, y luego, hizo una pausa.-Pero si quieres saberlo, hubiera seguido hasta el punto límite entre la vida y la muerte. Tengo que decir que tu sangre es... deliciosa.
-Pues recuerda bien su sabor, porque esta fue la primera y la última vez que me muerdes-
-Claro-le dijo ella, y Harry pudo ver el movimiento de mano que hacía, restándole importancia a sus palabras. La dama giró y miró a Harry fijamente a los ojos-Te felicito, Harry. Lo que hiciste con Guadalupe es una obra de arte.-
-Pero aún no la han encontrado.-
-Y no la encontrarán-
-¿Qué?
-Lo que oíste.-
-¡Claro que la encontrarán! Esta en las mazmorras.-
-Baja tu voz, Harry. Y para tu información, Guadalupe ya no se encuentra en las mazmorras. Yo me encargué de eso.-
-¿Dónde la tienes?
-En un lugar donde no la encontrarán
-¿Y cómo la encontraste tu antes que ellos?-dijo Harry, señalando con la cabeza hacia el exterior del cuarto, refiriéndose a los demás profesores.
-Porque yo estaba ahí esa noche, Harry.-le dijo Nicole, acercándose a él sonriente-Como te dije antes, no estamos solos en esto, Harry. Mis fuentes me informaron de un ataque a Hogwarts por parte de los mortífagos, y era demasiado tentador como para perdérmelo. Así que vine, y lo admiré todo. Me sorprendí increíblemente al verte perseguir a Simspell. No pensé que aprovecharías la ocasión-le dirigió una sonrisa cómplice- Incluso vi como la matabas. Una verdadera obra de arte, como ya te dije.-hizo una pausa, y prosiguió-Hasta vi cuando el muchacho rubio se escondía y te espiaba, y luego cuando se te acercó y te habló. Pero no interferí, aunque estuve tentada de hacerlo. Lo tomé como otra prueba de entrenamiento para ti, Harry, y debo decir que la aprobaste con la nota máxima. Convenciste por completo al muchacho.-una nueva pausa. Nicole dejó de caminar, y se apoyó en la misma pared que Harry, junto a él.-Cuando los dos se fueron, yo tomé el cuerpo de Simspell, y me lo llevé. Debes saber que es peligroso que ella quede en Hogwarts. Dumbledore es alguien inteligente, y es capaz de asociar todos los cabos sueltos, Harry. Y para nuestra desgracia, cada uno de esos cabos apuntan a nosotros indirectamente.
-Sabes algo, Nicole, hay cosas que no llegó a comprender.-Harry habló con voz calma, pero se notaba que había enojo en él. Ella le escondía demasiadas cosas.-Como por ejemplo, ¿por qué nunca me dijiste que eras la Reina de los Vampiros?
-Porque nunca me lo preguntaste-le contestó Nicole, levantando las cejas. Harry la miró amenazadoramente, y ella lo comprendió.-Si quieres saber toda mi verdad, te la diré, aunque nunca negué la historia.-se separó de la pared, y dio unos pasos, para luego girar y mirar a Harry de frente.-Mi padre, era el Rey de los Vampiros, y como tal, tiene dones exclusivos, que los otros vampiros no lo tienen. Los mismo dones que tengo yo. Ese poder eterno, que tiene luz propia. Ese poder, el que brilla en mis ojos. Jamás encontrarás a algún vampiro con más poder que los de la línea directa de reyes.-Nicole hablaba con entusiasmo y orgullo, y su mirada parecía perdida, como si reviviera una vieja historia, enterrada desde tiempo en su mente.- Y él se casó con una hermosa bruja llamada Lady Sophía Banquershire de Gondlord. Mi padre, a quien conocían como Darius, escondió a Sophía su secreto, su verdad: el ser vampiro.
-Eso es imposible. ¿qué ella nunca se dio cuenta que su esposo no podía salir a la luz del sol?-la interrumpió Harry. Nicole sonrió de lado, arrogantemente.
-Tanto mi padre como yo, y como todos mis antepasados directos, tenemos el don de poder resistir los rayos del sol.-
-Eso quiere decir que al contacto con el sol no te haces polvo-
-Si, y no. El sol siempre es el sol, y nosotros somos seres sin alma, por lo cual, el Sol siempre nos daña, aunque no nos convierte en polvo. De todos modos, el efecto del Sol es mayor en mí que en mi padre.-
-¿Por?-
-Porque yo soy la hija del Rey de los Vampiros y una bruja-le explicó ella, y Harry no pudo evitar una risa falsa.
-¿Y porqué habría de casarse Darius con una bruja ordinaria?-
-¿Ordinaria? Mi madre era cualquier cosa menos ordinaria. Era una de las brujas oscuras más poderosas de su tiempo. Y fue por eso que mi padre la eligió. No por amor, sino porque quería que su heredero fuera el doble de poderoso que él. Deseaba tener como hijo al ser más poderoso de la historia. Mitad vampiro, mitad mago. Los dones de la magia y los dones de la eternidad, juntos. Y así nací yo, Harry. Un ser único. Al ser la hija del Rey de los Vampiros, mis propiedades vampirescas siempre permanecieron. –le dijo ella, y un brillo extraño cruzó por sus ojos. Harry todavía procesaba la información.
-Entonces, tu eres una vampiresa capaz de hacer magia-dedujo Harry, y pronto notó que había dicho en voz alta sus pensamientos.
-Exactamente. Soy una vampiresa, que al ser la Reina, ha heredado además la magia de su madre.
-¿Por qué llevas el nombre y el escudo de tu madre?-quiso saber Harry, recordando la "B" mayúscula, en la cual se entrelazaba un dragón. Según lo que Nicole le había dicho Banquershire era el apellido de su madre.
-Cuando mi madre descubrió la verdad sobre mi y sobre mi padre, cosa que no tardó en hacer, se escapó conmigo lejos de Darius. Y trató de esconderme mi verdadero origen- Nicole hizo una nueva pausa mientras jugueteaba con sus manos- Mi padre fue asesinado, y entonces, yo me convertí en la heredera del trono. Era todavía joven, incluso para un vampiro. Recuerdo todavía la noche en que los vampiros atacaron nuestra casa en París. Oh, si Harry, yo viví en París, la ciudad del amor, y en muchos otros lugares.-agregó, mirando a Potter- Esa noche amordazaron a mi madre, y me contaron toda la verdad. Invadida por el odio y la vergüenza al enterarme de la verdad, maté a mi madre. Irónico, ¿no lo crees? Pasó tantos años protegiéndome de que fuera un vampiro, y terminó convirtiéndose ella misma en mi primera comida.-rió fríamente, y la risa penetró en Harry como un baldazo de agua fría.- Desde entonces, soy yo quien lidero a todos y cada uno de los vampiros en esta tierra. Como vez, mi joven aprendiz, tenemos muchos seguidores. Todos ellos, dispuestos a dar sus vidas por nosotros...-Nicole se detuvo, y se llevó el dedo índice a los labios, con expresión pensativa. Acto siguiente, dejó salir una risa desinteresada.-Me corrijo, Harry. Todos ellos, dispuestos a dar sus muertes por nosotros.
Harry se acercó lentamente a Nicole. La vampiresa giró a mirarlo, de frente, con una sonrisa en los labios. Había algo en esa sonrisa que hacía que Harry sospechara, desconfiara... Había algo en Nicole que no terminaba de comprender. Pero creía ir acercándose a la realidad.
-Tu-le dijo señalándola con la varita.- no estas conmigo porque realmente me quieres ayudar. Estas conmigo porque me necesitas. Me necesitas para poder conseguir tu meta. No me estas ayudando, me estas usando-Harry dijo la última palabra despectivamente.
-¿Usando? Estas equivocado, Harry. Y al mismo tiempo, has acertado. Yo necesito ayuda para conseguir mis objetivos, y tu eres esa ayuda. Pero no te uso, porque después de todo, lo que yo hice por ti te ha ayudado, ¿no es cierto? Es una ayuda mutua. Tu me ayudas a mi, y yo a ti. Hasta podríamos llegar a la conclusión de que nos usamos mutuamente.-la voz de Nicole había sonado menos dura y más dulce al decir esas palabras. Pero Harry tenía que confesar que era verdad. Él también había sacado sus beneficios. Aquel entrenamiento durante el verano lo había convertido en un mago superior a cualquiera dentro de Hogwarts... una digna competencia de Dumbledore. Además, Nicole realmente lo había ayudado. Gracias a ella, él estaba a punto de convertirse en el brujo más poderoso de la historia. Por fin mataría a Voldemort. Sin embargo, todavía le quedaba algo por comprobar.
-Stupefy!-gritó Harry con su varita en alto, en dirección a Nicole. Ante su sorpresa, la vampiresa levantó su mano derecha y el hechizo de Harry chocó contra ésta y desapareció. Harry sonrió de lado- Tenía que comprobar si tu historia era cierta.
-¿Conforme?-
-Más que eso-
Nicole bajó su mano, y entornó los ojos, todavía en la oscuridad, aunque para ella era como estar en la plenitud de la luz. Fijó sus ojos en Harry. Era hora de que ella lo probara a él.
-¿Qué le sucedió a la pelirroja?-preguntó, volviendo a su ya conocida voz fría y malévola. Harry abrió grandes los ojos. No se esperaba eso.
-Ella esta bien-le respondió. Nicole asintió con la cabeza, mientras se acercaba con lentitud a Harry. Repentinamente, desapareció en la oscuridad tras un movimiento rápido
-Te gusta-escuchó la voz de la dama detrás de él, en la nuca.-He visto como la miras.
-No es cierto-
-¡Si, si lo es! No me digas que no, porque tengo razón. La miras de manera especial. Jamás me has mirado de esa manera-le dijo Nicole, y Harry pudo sentir el odio y la envidia en esas palabras.
-Eres muy celosa, Nicole-le respondió con voz tranquila, mientras esbozaba una sonrisa. Rápidamente, Harry giró y tomó a la vampiresa por las muñecas, empujándola hasta tenerla acorralada contra la pared.
-No soy celosa, solo que ya sabes lo que opino del amor-lo contradijo la dama. Sus ojos brillaban con fiereza.-El amor es una debilidad. El amor te hace débil, te prohíbe ver a la verdad. El amor es engañoso y falso. –Nicole hizo un rápido movimiento con sus manos, y Harry notó que tenía una increíble fuerza. Sin aparente esfuerzo, la dama logró zafarse de las manos de Potter, y empujó al muchacho contra la pared. El rostro y el pecho de Harry estaban pegados a la fría piedra-El amor termina matándote-le dijo ella en un susurro, capaz de paralizar a cualquiera. Harry rió fuertemente. Nicole lo hizo girar, hasta ponerlo de frente a ella, contra la pared. Ahora era Harry el acorralado.-Cuidado, Harry. No permitas que ella se convierta en un obstáculo-le dijo Nicole, con la voz más calma.
-No se convertirá-le aseguró Harry, acercando su rostro al de ella, buscando sus labios en la oscuridad, a pesar de que tenía una débil visión de ella.
-Eso espero.-le contestó ella. Harry, ignorando lo final, la calló con un beso. Apenas sus labios habían tocado los de Nicole, sintió un frío intenso que lo invadía. Sintió que la sangre se le helaba. Pero también volvió a sentir eso que lo volvía loco. Una maldad... un poder. La frialdad de Nicole lo apasionaba. Y ella no se negaba al beso del apuesto muchacho. Harry separó levemente sus labios de la vampiresa-¿Te he dicho ya que tienes un sabor delicioso?-le habló Nicole, en un susurro.
-Tu también-le contestó Harry, mientras volvía a besarla.
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Puff!! Lo se!!! Terdé una eternidad.... ¡perdón, juro que no era mi intención! Tuve unos problemas con la PC, y la verdad es que perdí todos los archivos que tenía en ella. Tuve que escribir este capítulo de nuevo desde el principio.... así que pido perdón si es un tanto decepcionante. Por suerte, conseguí una computadora para reemplazar a mi querida PC (no es lo mismo, pero al menos puedo escribir!!!), así que voy a tratar de actualizar todas mis historias cuanto antes. En especial "¡Bienvenidos al Karaoke!" que hace años que no publico un capítulo (perdón... pero no termino de decidir como continuarlo....).Bueno, ¿qué puedo decir? ¡El capítulo trece! No puedo creer que llegué a escribir tantos capítulos. ¡Al menos como recompensa por la tardanza este capítulo es muyyyyyy largo!!!
Nia 88: gracias por el mensaje! Yo generalmente cuando empiezo un historia todo lo que tengo es... la trama principal, en este caso, Harry que se volvió oscuro... de ahí a pensar un final... mmm... no creo que no, aunque tengo en mi mente algunas cosas que sin duda quiero que pasen. Por ejemplo, la charla entre Harry y Dumbledore de la que publiqué un adelanto, o el debate de Harry entre hacer lo que dice Ginny o lo que dice Nicole... de todas formas, creo que tengo una especie de... final...
Hcate: antes que nada, te quería pedir perdón por no dejarte más reviews en tu historia, pero como ya expliqué arriba, tuve varios problemas con mi PC y con suerte tengo tiempo para escribir mis historias. DE todos modos, pronto vas a recibir un mensaje mío. ¿No te perdes ningún detalle, verdad? A tu primera pregunta.... la respuesta está acá, es este capítulo. Y ala segunda... lo dejó a tu criterio. ¿Es posible que Dumbledore sospeche de Harry? ¿Qué tanto puede saber el director sobre los asesinatos? Si, bueno, originalmente, Nicole solo iba a ser una vampiresa, pero una noche, mientras estaba escuchando Evanescence (más detalladamente "Everybody's fool") pensé en que la historia tomaría un aire más profundo y oscuro si ella fuera algo más que una simple vampiresa... ¿qué opinás?
Lilyan Black: parece que mis lectoras le han tomado el sabor a la sangre... jajjaja... matar a Hermione... si respondiera a eso, estaría diciendo algo muy importante en la historia. Pero lo que sí puedo decirte es que Hermione se mete demasiado donde no le conviene... demasiado.
AleXxX: gracias por tu mensaje. Jjaja, ¿harry un vampiro? Sería un plagio de la historia de Luadica... y a esa pregunta te la puedo responder tranquila: Harry no va a convertirse en vampiro. A menos que algún dá me agarre un raye y decida hacerlo vampiro... pero hay que tener en cuenta que si Harry es vampiro pierde su magia... y ni a él ni a Nicole les conviene eso.
Doriathen: jejjejee, me halagas! No creo que mi historia sea tan buena… pero hago lo que puedo. Aca está el capítulo que pediste (tarde pero seguro) y es bien largo!! (o al menos eso me pareció). Gracias por el review.
Selene: acabo de cumplir uno de tus sueños! Jajajjaa... ¿me guardaste una porción de torta de la fiesta que hiciste en honor a la muerte de Simspell? ;-) Saben... la extraño un poco... me falta ahora un personaje que se entrometa en los planes de Harry... aunque tenemos a Ginny... la pelirroja resultó ser bastante observadora. Quien te dice que dentro de poco no esté varios metros bajo tierra....
Lord of the Dark: parece que todos la querían ver muerta! Jajjaa... Con respecto a la conversación... ¡realmente no puedo decir nada! Pero creo que tanto Harry como Dumbledore van a sacar su provecho de esa charla.... Perdón por tardar tanto en actualizar, espero que te guste...aunque tengo que admitir que no me termina de convencer ni a mi.
Lamister: Thank you very much! Jajajaj. Muchas gracias por el review. ME alegro que te haya parecido un buen capítulo.
Diana-Lily-Potter: muchas gracias por el review! Se que tardé mucho... una vez más, pido perdón.
Amy-lee-malfoy: hola, y bienvenida! Como debes de haberte dado cuenta, soy un poco despistada con algunas cosas, y a veces me tardo siglos en actualizar. ¡Pero siempre cumplo! Me alegro que te guste mi historia. La verdad es que una de las razones por las que escribí esta historia esporque estaba cansada de leer siempre las mismas cosas, y decidí darle a Potter otro perfil. Espero que te guste.
Dark-sly: ¿así que la muerte de Simspell fue el mejor capítulo? Sabía que desearan con antas ganas su muerte.... jejejjeje... gracias por e review! Y tranquila... gente para matar queda... pero hay que ver si Harry los mata....
Lady Voldemort: jajajjaja, me hiciste reír con tu review. Jajaja... talvez llegue el día en que Dumbledore caiga en manos de Harry... pero para eso tienen que seguir leyendo!!! Lean el capítulo siguiente y de regalo les enviaremos GRATIS un summary de otra de mis historias (Puf! Ya tengo afectado el cerebro con esas propagandas de venta por TV). Así que no te agrada la idea de que Harry vuelva al lado bueno, eh? Si, en algo tienes razón... quien prueba el sabor del poder y del mal, nunca lo deja. Te he hecho sufrir!! Si, me tardé mucho.. lo se... por favor, ya no me lo recuerden... ¿Quieres muertes, verdad? ¿Qué tan lejos crees que soy capaz de llegar? ¿Hasta donde soy capaz de llevar a Potter? ¿Me crees capaz de hacerlo dueño del mundo? (El mundo no basta.... ¿y eso de donde era? Suena bien... Dios, creo que estoy llegando a un punto de demencia del cual no hay escapatoria.... ). Con respecto a la Biografía de Nicole... acá la tienes... aunque debo confesar que faltan algunas cosas.... Jejejeje, si, yo antes publicaba mis FFs en el foro de la Warner, pero después me di cuenta que se me complicaba mucho, y preferí acá.
PINK: muchas gracias por apoyar mi historia!! ¿terminaste de leer OdeF? Que te pareció?
