Nunca los abandonaré

Por: Angy B. Mizuhara

Quisiera dedicar este capitulo, a todos aquellas personas que se tomen sus minutos para leerlo, no saben lo importante que es para mi saber que tan lo menos, a alguien mas además de mi lo ha leido y tal vez hasta gustado, espero que me hagan saber su pensar hacia este fic, que en proximanente tendrá un final (min. 3 caps mas); bueno, yo me despido y les dejo el capi #8.

Atte.

Angie

Capitulo VIII

--Bien, ahora, con la información que obtuvimos... – el viejo detestable parloteaba sin cesar, sintiéndose importante al hacerlo; su acompañante, harto de su presencia, había optado por ignorarlo y pensar en otras cosas, como su nuevo "amigo", el cual, generoso y altruista, le proporcionaba alimento y cobija, sin que él lo hubiese pedido.

:: POV Vagabundo::

Aun recuerdo ese día, hacía frío, mucho frío, de ese que cala hasta los huesos, pero ¿Qué mas podía hacer si mi testarudez me obligaba a permanecer en ese lugar? ; Sin mas protección que unos maltratados tambos de basura, me abracé fuerte, tratando de mantener el calor que escapaba de mi cuerpo; mis ropas, eran mas bien harapos, no me ayudaban demasiado, hacía mucho que tiempo no las lavaba y su hedor ya no me molestaba.

Entonces lo vi, allí parado junto a mí con una sonrisa cínica, burlona, cálida, amigable... y por mas que me cueste aceptarlo, una sonrisa honesta, verdadera. Hasta hoy, no he sabido el por que llegó a mí, por que me ofreció un cobertor, un plato de comida y lo más valioso, su compañía.

¿Su nombre?, Ya lo sé, aunque nunca me lo dijo, sin embargo me es muy difícil pronunciarlo, por eso lo llamaré 'el chico de los ojos gentiles', por que es lo más me llama la atención, esa capacidad que tiene de hacerme sentir comprendido.

--¿Estas escuchando? – la molesta voz de mi compañero de fechorías me trajo de vuelta a la realidad – esto es importante¡!!!

--Cállate¡!!! – le contesto – me decías sobre este bodegón ¿no?

-- si -- me dice y con un tono mucho más bajo me maldice, y aunque lo escucho perfectamente, no estoy de humor para reclamarle y mucho menos de hablarle.

Pues bien, a aquel día, le siguieron muchos otros, en los cuales, 'el chico de ojos gentiles' me hace entrega de tres platos de cerámica, blancos y algunos adornos color azul, con su respectiva comida, a tres horas diferentes, el primero es temprano, a las 8:00 a.m. en punto, el segundo a las 2:00 de la tarde y el último, a las 9:00 p.m. junto a sus deseos de buenas noches; aún me resulta extraño ese comentario, pues no es muy frecuente en mí, pero creo que me estoy acostumbrando a él. Mi tarea diaria de observar a los chicos que viven en el último piso de aquel edificio, se ha vuelto más amena, al menos, ya no tengo que robar mi alimento.

Es ahora cuando noto que mi viejo 'amigo' me observa de forma extraña, será posible que...

-- ¿Voltarie? – dijo burlonamente -- ¿Estas sonriendo? –y soltó la carcajada.

Efectivamente, Yo el frío, el despiadado, el orgulloso estaba sonriendo al recordar la sopa caliente que me ofrecerían a mi regreso, ¿era acaso posible que me estuviera sensibilizando?, ¿Que me alegraran cosas tan simples como la comida?, No... esto debe ser un error.

:: Fin del POV del vagabundo::

&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&

-- Vamos Max¡!!!, Salta el arroyo¡!! Sáltalo¡!! – gritaba eufórico el dueño de Dragoon, emocionado con un juego de video.

--Ya Voy¡!!! Ya voy¡!!! -- decía el rubio al tiempo que realizaba extrañas maniobras en la alfombra con el pequeño aparato (control) en sus manos.

--SALTALO¡!!!! CUIDADO CON EL HADAAAAAAA¡!!!!!!!!!!!!!!!

--Cálmate Tyson -- la fría voz de su ex líder, consiguió un silencio sepulcral en la habitación.

--OH Kai -- exclamó el pecoso -- regresaste muy rápido del supermercado -- comentó con la mirada fija en los víveres que tenía consigo el bicolor.

-- no había mucha gente -- fue la respuesta y se alegró de que no hicieran otro comentario, por su nueva actitud.

--Max -- dijo el peliazul muy bajito -- ¡salta el arroyo!

El chico frío, se encaminó hacia la cocina y depositó las bolsas repletas de alimentos en la mesa, sabía que su amigo chino les acomodaría después 'y a todo esto' prensó ' ¿dónde está?' Dijo mentalmente llevándose el dedo índice acerca de su boca, comenzando a enumerar 'Max y Tyson, en la sala, Kenny, desde hace casi un mes, en casa de sus padres, Yo, en la cocina, pero ¿y Ray?' Se volvió a preguntar, como él casi nunca se encontraba en esa casa, no sabía bien lo que sucedía en ella, no sabía que hacían sus amigos durante el día, ni siquiera tenía conocimiento de todas los objetos que había en su hogar; Sonrió ligeramente, al recordar el instante en que se sorprendió por descubrir que en la estancia de su residencia, había una linda alfombra color neutro, que se extendía hasta la puerta principal, de cuya compra y elección, se debía a sus amigos Kenny y Max, siendo el último el de la idea, pues este alegaba que el suelo de madera, no era del todo cómodo y la solución era precisamente una alfombra.

-- Hey¡! Hiwatari¡!!! Si buscas a Ray, él está en la azotea, desde las 9:00 creo -- comentó el glotón, mientras alcanzaba, abría e ingería una enorme bolsa de frituras.

&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&

Todo es tranquilidad y silencio, los tenues rayos del sol mañanero, mezclados con el refrescante aire, a esa altura, daban un toque de relajación insuperable; a esa hora, los autos y peatones, transitaban velozmente por las calles de esa ciudad, haciendo un paisaje admirable desde la azotea del edificio, donde nuestros inquilinos preferidos se alojaban; con los ojos cerrados, los labios en una línea firme, pero no forzada, respirando lentamente, los músculos relajados y en posición de loto (es decir, sentado con los brazos extendidos hacia abajo, tocando con las muñecas, sus rodillas y los dedos extendidos, a excepción el pulgar e índice, que se unen, en un circulo); el Neko, meditaba hacía cerca de una hora, sus ropas holgadas estilo chino, eran conformadas por 2 piezas de algodón, ropa que solo usaba en esos momentos, un traje especial para su meditación, según les había dicho a los demás, que se movían ligeramente al igual que sus cabellos a merced del viento, que con sus tiernas caricias, hacía a ese momento idóneo para su relajación.

El sonido de una puerta vieja abriéndose, inundó el ambiente, y una pregunta dirigida a él lo trajo de nuevo en sí,

-- ¿Ray?... ¿estas aquí?

-- si Max, y acabo de terminar -- dijo el gatito al tiempo que se levantaba y respiraba profundamente, solo para apreciar el espléndido clima de ese día en particular, para luego dirigirle una grata sonrisa a su rubio amigo.

-- ah, bueno, estaba preocupado por interrumpirte, lo que pasa es que tenemos hambre, y si no regresas pronto, pues... bueno Tyson se acabará lo hasta los sartenes, incluyendo la comida que trajo Kai hace rato – dijo con su clásica sonrisa.

-- de acuerdo ya voy -- contestó el otro, se acercó al de los zafiros y comenzaron a caminar hacia la puerta en dirección de su departamento -- entonces ¿Kai ya trajo lo que faltaba? -- guardó silencio mientras esperaba que el estadounidense asintiera -- me alegra, no sabía que iba a preparar hoy, sabes, me da gusto que Kai por fin se integre a nosotros -- dijo para continuar una charla amena

--si, al principio me pareció extraño, pero...

&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&

' Las 8:59, no tarda en llegar' pensó el viejo sucio en su calleja, contemplando su muñeca arrugada y costrosa, en la cual se depositaba un antiguo reloj, símbolo de lo que había sido en el pasado, uno no muy lejano.

Pronto vio al 'chico de los ojos gentiles' acercase con su cena, le extendió el platón y el vagabundo lo comió rápidamente, entretanto, el 'chico de ojos gentiles' se sentó cerca del anciano y lo acompañó mientras devoraba la comida que le entregó.

Una vez que hubo deglutido todo el contenido del plato, le observó detenidamente, notó que el chico frente a él se sentía incomodo, pues comenzaba a acomodarse en su lugar y miraba en todas direcciones, entonces se dio cuenta de nuevo de lo fácil que se pueden leer esas gemas; se hizo un silencio incomodo hasta que 'el chico de los ojos gentiles' habló.

--bueno, me alegra que le halla gustado, buenas noches que descanse – dicho esto sonrió amablemente y dio media vuelta, dispuesto a alejarse.

--¿Porqué haces esto? -- la voz ronca de vagabundo, lo detuvo repentinamente, mas al escuchar tan escabroso timbre de voz, un escalofrío recorrió su espalda, pues un recuerdo fugaz llegó a su memoria, acordándole de cierto viejo detestable, cuyo único interés, cuando lo conoció, era el de la dominación mundial 'no puede ser' pensó y trató de convencerse de ello.

--Por que me siento bien cuando lo hago -- contestó al fin a su pregunta y se retiró.

El vagabundo no esperaba esa respuesta, imaginó mil y una contestaciones diferentes, pero de todas las posibles, él tenía que haber dicho la que menos quería. Levantó su vista hacia el cielo y meditó un poco con respecto a lo que haría después.

--será más difícil de lo que pensé – suspiró y miró a la estrella mas brillante en el firmamento, tenía que hacerlo.