Nunca los abandonaré

Por: Angy B. Mizuhara

Hola a todos los lectores de F.F, que se han tomado el tiempo de leereste Fic que se acerca a su final; Por lo que quiero agadecer enormemente mi hermanita Asia y missifus que se tomaron la molestia de dejar un R.R, no saben lo que significa para mí que lo hayan hecho. Este cap, que a mi parcer es muy bueno (está recien salidito del horno n.n) está dedicado a tod s aquell s personas que leen este cap, pero especialmente a sutedes dos amigas!!!

espero que lo disfruten:

Capitulo IX

Plateada, redonda y hermosa, la luna con su tenue luz, iluminaba el cielo oscurecido por la falta de sol, que horas antes, adormilado, se había retirado no sin antes mostrar uno de los más bellos ocasos. Con pinceladas rosadas, violetas y naranjas, el astro rey se había jubilado, jurando renacer al día siguiente.

Mas ahora, todo era quietud, las personas se encontraban en sus casas, disfrutando de sus familias, amigos o sus recuerdos.

Por la ventana abierta, el viento juguetón cual niño pequeño, entraba libremente, divirtiéndose con las blancas cortinas, formando ondulaciones en ellas, dando paso así a la pálida luz de la luna y sus doncellas, las estrellas. Unos brazos fuertes, reprendieron al viento por su osadía, negándole el paso hasta aquella habitación que era ocupada por el ruso bicolor, pues cerrando su ventana abierta, impedía que la noche fría se esparciera hasta el interior de su hogar.

Con paso firme, pero lento, regresó hasta el sillón cercano a la chimenea, que con su cálido fuego, no solo iluminaba la estancia con luz tenue, sino que también, daba a la habitación un toque místico y agradable al chico. Tomó un CD, y lo colocó en la unidad D, abriendo automáticamente el archivo que contenía; últimamente, los videos de seguridad, lo habían obsesionado, mostraban todo lo que sus amigos hacían durante el día, y su curiosidad hambrienta por saber mas, devoraba video tras video, en espera por saber algo nuevo; la imagen de sus 4 compañeros, Tyson, Max, Ray, incluso Kenny, en la pantalla, lo hizo esbozar una linda sonrisa, pues en el video, se mostraban felices, unidos, tranquilos, al tiempo que acomodaban la alfombra escogida por los mas jóvenes del grupo.

Pronto su mente comenzó a divagar en asuntos parecidos, los recuerdos y memorias pasas llegaron sutilmente a su cabeza, reviviendo así, los momentos alegres que alguna vez compartió con su familia, cuando era tan solo un niño.

Las escenas se mostraban borrosas, el tiempo se había encargado de eliminarlas poco a poco, negándole su pasado, manteniendo vivo el recuerdo de su abuelo solamente; sin embargo él no se daba por vencido, esforzándose al máximo, logró tener una imagen no muy clara de sus padres, estaban en una fiesta, él era muy pequeño todavía, tendría unos 4 años aproximadamente, no estaba seguro; un hombre grande, fuerte y distinguido, le mantenía en sus brazos, y más debajo de él se encontraban sus padres, sonriéndole, los ojos de su madre, le regaban una cálida sensación de bienestar y su blanca sonrisa lo hicieron alegrarse enormemente. Su padre con igual o mayor ternura que su progenitora, lo observaba tranquilo y le dirigía unas palabras, que con el tiempo olvidó, incluyendo la forma de su rostro y el de su madre, solo los tenía presentes vagamente.

Un flash-acho lo hizo reaccionar, y ver al sujeto que lo mantenía aún en sus brazos, era su abuelo, le sonrió alegre y besó su arrugada mejilla; nuevamente el fotógrafo de la

Fiesta hizo gala de su habilidad fotográfica capturando ese momento, no solo en un trozo de papel, también en la memoria del chico ruso.

--¿Kai? – la suave voz de su compañero y amigo lo hizo reaccionar, recordando el lugar donde estaba.

-- Ray – contestó en forma de saludo cortés

-- ¿que haces despierto tan tarde?

--nada, recordaba... y ¿tu? – preguntó al notar que el chino llevaba puesta su pijama y tenía el cabello revuelto, con sueño en el rostro.

--tenía sed, voy por agua... ¿quieres?

-- no—dicho esto el neko se retiró hacia la cocina, demorando un poco de tiempo en regresar a su habitación, mas cuando cruzaba de nuevo la estancia, el ruso lo detuvo llamándolo por su nombre.

-- ¿Sí?... ¿pasa algo Kai? – preguntó preocupado.

-- es solo que me preguntaba... ¿por qué sales todos lo días a tres horas diferentes?-- soltó sin mas, solo viendo las reacciones en el rostro de su felino amigo, que perplejo ante la pregunta, solo atinó a parpadear.

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-- ¿y bien?... ¿por que la urgencia? ... sabes bien que no puedo alejarme mucho de ese callejón – exclamó enfadado el vagabundo al tiempo que entraba en la bodega abandonada, donde planeaban sus fechorías.

--... – silenciosamente, el sujeto de mirada macabra y tez pálida, levantó su mano derecha; abriendo el hermético puño, mostró una pequeña llave de color plateado.

--¿Qué-es-eso? – pronunció lentamente, dejando ver así su enojo

--esto, querido amigo es una llave... la llave del departamento de tu amado nieto – rió a carcajadas siniestras, mostrando sus horripilantes dientes; gesto que imitó después de razonarlo un escaso tiempo el malvado viejo; sus risas diabólicas y viles resonaron por todas las frías paredes de metal. El plan daba marcha a sus últimas fases.

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" El departamento estará solo de 9:00 a 10:00 a.m., tenemos máximos una hora para llevar a cabo lo planeado, entraremos después de que Kai salga a sus paseos diarios, y que los chiquillos, el japonés y el americano, visiten a su amigo de lentes, el chino, sale del departamento a meditar en la azotea por exactamente una hora, por lo que no podemos darnos el lujo de perder tiempo, él o Kai pueden regresar en cualquier momento, mi nieto se ha tornado algo inestable y puede volver antes de lo debido. Ya saben lo que tienen que hacer, no me defrauden, o lo pagarán con su vida, entendido¡!!"

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El chorro del agua tibia caía libremente de la llave abierta, con la cual el gatito lavaba los trates sucios por el almuerzo. Poco a poco la montaña de platos y tazas de cerámica con detalles sutiles, iba desapareciendo al igual que los inquilinos del departamento; '8: 30... hace una hora que Kai salió,... es curioso... siempre sale a la misma hora, pero... no tiene hora fija... para su regreso... es increíble como ha cambiado tanto... desde... no sé... ¿un mes?... ¿mas?' Pensaba el chico al tiempo que se secaba las manos con una toalla cercana.

-- Ray... ya nos vamos¡!!!... ¿Quieres que le digamos algo a Kenny de tu parte? --preguntó el rubio desde la puerta, sosteniéndose de ella para que su mejor amigo no lo arrastrara lejos antes de escuchar la respuesta del neko-jin.

--¿eh?... ah¡! Sí¡!!! Díganle de mi parte que lo extrañamos mucho, y que espero que venga pronto y que más al rato iré de visita, como a las 3:00 de la tarde¡!!!

--De acuerdo... adiós¡!! – gritó el ojiazul con medio cuerpo afuera.

--sí adiós... y tengan cuidado¡!!! – dijo el del ying-yang al ver desaparecer por completo el brazo pálido del estadounidense, que segundos antes era lo único que se observaba.

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Su traje blanco de algodón holgado, brillaba ante el sol matutino; sentado en el suelo con las piernas rectas, los pies flexionados, siendo sujetados por sus manos, su elástico cuerpo hacia delante y su cabeza tocando sus rodillas sin doblar, se encontraba Ray; sumido en total calma; su respiración pausada y tranquila, harían a cualquiera que le viera en ese estado, dijera que había encontrado ya su nirvana y así era, su mente y cuerpo estaban en total equilibrio; Cosa que hacía tiempo no lograba, era maravilloso, se sentía relajado, libre, feliz, mas sus emociones no lo dominaban estaba... en el nirvana.

Sus hermosos ojos dorados ocultos por sus párpados se abrieron de par en par, miedo era lo que se podía leer en ellos; un escalofrío recorrió su espalda y una sensación poco placentera se alojó en su estomago, algo malo pasaba.

--Driger – dijo en un susurro antes de levantarse de un salto, olvidando su posición de yoga "estiramiento dorsal" completamente.

Un mal presentimiento inundó su mente y su corazón haciéndolo correr lo más rápido que pudo, bajando las escaleras con habilidad propia de él. 'Driger' repitió en su mente, recordando el lugar donde se encontraba su amigo, mientras recorría a una velocidad sorprendente y creciente los pasillos del edificio.

:: Flash back::

-- ¿estas seguro Kai que aquí estarán bien? – preguntó el dulce Max colocando a su Dracil en la caja fuerte.

-- estoy seguro – dijo cerrando la puerta de metal, pues todos lo demás blades ya estaban dentro; hecho esto, exhortó a sus compañeros a salir de su habitación, pues le molestaba que cualquier persona a parte de él invadiera su espacio personal y como muestra de eso, cerró con llave la puerta a sus espadas.

:: Fin Del Flash Back ::

En lo profundo de aquella habitación, detrás del armario, bajo llave y candado, se encontraba las majestuosas bestias BIT, encerradas en aquella caja fuerte, temiendo lo peor, esperando que el mensaje hubiera llegado a sus dueños, que juraron proteger y protegerlos. Driger, brillaba con fuerza, sabiendo que su compañero de batallas lo había escuchado, y estaba en camino.

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-- mira esto¡!!!! -- dijo un chico alto de cabello castaño oscuro y ojos grises, señalando una consola de videojuegos.

-- Deja eso¡!!!, Nos están pagando para buscar otras cosas -- dijo el otro, que parecía ser mayor, pues su musculatura y porte sádico lo hacían ver enorme y cruel; sus cabellos y ojos negros como la noche eran sin lugar a duda algo de lo k nadie que se cruzase en su camino, olvidara fácilmente.

-- ¿Para que crees que el jefe quiera esas cosas tontas? -- habló nuevamente el pequeño

-- No lo sé... Pero dijo que no quería que hiciéramos desorden y no podemos tardarnos demasiado tiempo, así que apúrate -- contestó el mayor al tiempo que buscaba bajo los sillones de la habitación.

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-- diablos¡!!! – exclamó el pelinegro, al tiempo que veía aproximarse su objetivo – no hay nadie mas que yo cerca... – más no pudo terminar la frase; La sangre se le congeló en un instante, su respiración se atoró en su garganta, formando un nudo, sintió como si el suelo donde estaba parado le hubiese sido arrebatado o sus rodillas no pudieran soportar su peso, sus pupilas se estrecharon y sus manos temblaron... la puerta que el cerró al salir de casa estaba abierta y voces se escuchaban dentro de su hogar.

Sin pensarlo dos veces, reunió toda la fuerza que tenía dispersa y entró de golpe, fue entonces cuando vio a sus sujetos salir de su habitación, las siguientes escenas eran confusas hasta para él, todo había pasado tan rápido, como había pasado de estar corriendo tratando de librarse de sus persecutores, a encontrase en el suelo alfombrado de su habitación, con un fuerte dolor en su cabeza y cuerpo, solo sintiéndose desvanecer por la oscuridad que comenzaba a devorarlo y escuchando un último dialogo entre sus atacantes.

--Creo que lo golpeaste muy fuerte

--se lo merecía, NADIE, ABSOLUTAMENTE NADIE, se atreve a golpearme y huir, además, si no encontramos esos blades, el jefe no se molestará si le llevamos un rehén.

-- eso es verdad tienes...

Solo silencio, su cuerpo se dejó vencer.

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--¿QUÉ ES ESTO?¡!!!!!!... LES PEDÍ QUE ME TRAJERAN UNOS BEY-BLADES Y ME TRAEN AL GATO¡!!!!!!!.... ¿SON ESTÚPIDOS? O ¿QUÉ? -- gritaba desperado por la ineptitud de los empleados.

--Pero señor... no encontramos nada por más que buscamos -- trató de excusarse el mayor -- y él regresó antes de lo acordado -- dijo señalando al chino que se encontraba semi-inconsciente atado de manos y pies en una silla vieja y polvorosa del lugar – además -- continuó al ver la reacción de aceptación del viejo – creo que él nos puede decir donde están escondidos los blades – finalizó con su característica sonrisa macabra.

-- me parece bien – dijo imitando el gesto del chico, al tiempo que se acercaba peligrosamente al neko, quien con mucho esfuerzo abría sus dos gemas doradas, mostrándolas en todo su esplendor.

Solo cuatro personas en esa bodega, dos jóvenes ambiciosos, y viejo ruin y malvado y un chico gentil atado como bestia, sin mas movimiento que el de su cabeza. Sintió el fétido olor proveniente de la boca del jefe, y una sensación de malestar, mezclada con asombro, terror y repulsión hacia esa persona que tan bien había conocido alguna vez y cuyo recuerdo no era nada grato.

-- ¿me recuerdas, Ray Kon? – se burló el inhumano viejo

Ray abrió la boca lentamente, con el nombre de esa detestable persona en la punta de su lengua -- claro que te recuerdo... -- dijo con acidez nunca antes escuchada en sus labios – tu, maldito, eres...

ok... ok... no se adelanten, solo espero que les haya gustado (no se si lo escribí bien, pero no me importa) y les quiero pedir un favorsote!!! chechen el botoncito de mas abajo que dice "go" pikenle allí, porfas y dejen un rewier!!!! porfisporfisporfis!!!!

ok chao!!!