Nunca los abandonaré

Por: Angy B. Mizuhara

Hola!! como ya es mi costumbre, pasaré inmediatamente a agradecer mil y un veces a esas personas (llamense mi hermanita y Sky) por tomarse la molestia de escribirme, altermino de su lectura, ARIGATO!!!!! graciasgraciasgraciasgraciasgracias!!! deveritas deveritas, mis mas profundos agradecimientos, no saben o feliz que me pongo, o tal vez si.

pero mejor paso al fic, que segun yop, acabo en esta semana, antes del 31, por que sino lo acabo antes, me voy a tardar...., esk entro a klases de nuevo, y pues ya saben lo pesado que se vuelve entonces, pero creo que el capitulo 11, que es el ultimo, la toengo para el viernes, si es antes mejor, pero ahora si les dejo este capi, que ya saben está dedicado a mi fuente de inspiración (mus) no les digo quien es, y creo que tu sabesde kien se trataAsia ; a mis lectores y por supuesto a mi sis y Sky, va pa ustedes...

Capitulo X

Las paredes de colores neutros, contrastaban con el suelo rojo de aquel gimnasio, en donde cientos de maquinas entres bandas sin fin, bicicletas estacionarias y bancas de pesas, creaban una melodía sin igual, que aunado a las conversaciones entre los usuarios del mobiliario, resultaban un tanto molestas para el chico frío que con paso lento y silencioso, se retiró hacia un área mas privada, a la cual, solo pocos tenían acceso.

-- Hey¡! Kai¡!!! Me alegra verte, ¿nunca faltas verdad? – comentó un hombre grande y fornido cuyo bronceado, corte de cabello y vestuario, dejaban ver su profesión, entrenador.

--hmfp – exclamó el ruso en clara demostración de su disgusto por el comentario.

--de acuerdo campeón... no te enojes, si fueras un poco más amable y alegre, podrías ser como yo – rió entre dientes, al imaginar a ese chico de porte serio y algo amargado como instructor.

--cierra la boca... – mas no pudo completar su oración.

Una opresión en el pecho, y un malestar en la boca de su estómago, le dijo que algo no andaba bien; sus pupilas se contrajeron bruscamente y sus bien formados brazos perdieron toda su fuerza, soltando así, el amarre de sus manos hacia las pesas que sostenía; todo parecía haberse detenido repentinamente, escuchaba los latidos de su corazón quedamente, y veía caer de forma lenta las mancuernas azules que momentos atrás levantaba para tonificar sus músculos.

-- Dranzer -- susurró y la fuerza y energía perdida, regresaron a sus piernas; lleno de adrenalina, salió del gimnasio, que hacía tanto tiempo se había convertido en su refugio, hacia su hogar, dejando al otro, atónito, por el comportamiento de este.

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--Vamos Max¡!!!.. Corre más aprisa, tengo un mal presentimiento -- decía el japonés de la gorra a su rubio amigo, mientras corrían por las atestadas calles de la ciudad.

--Lo sé... algo me dice que Dracil está en peligro -- dijo el de los zafiros casi sin aliento, sin embargo, no se detendría ante nada, su compañero de batallas lo llamaba, lo podía sentir, y sabía que no era el único que lo creía, lo que lo preocupaba más -- espero llegar a tiempo -- dijo hacia si mismo; pero su oración llegó a los oídos del otro, quien entendió a la perfección los sentimientos de su amigo, él también lo sentía, la molesta sensación, que creyó desaparecida al final de los torneos, en aquellos que el bienestar de sus bestias BIT, y el de sus amigos, estaba en juego; esa sensación de desesperación, de impotencia, de frustración...

Agitó la cabeza tratando que sus recuerdos se olvidaran, concentrándose en lo que realmente importaba ahora, su Dragoon.

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Kai llegó rápidamente al edificio que tanto conocía, más al pararse frente a su puerta, su garganta se secó y palideció al notar que esta estaba abierta; se acercó lentamente y reuniendo todo su coraje, la empujó suavemente, provocando que un chirrido invadiera el silencio que reinaba en el lugar.

¿Cómo describir la escena frente a los ojos del chico ruso? Su casa, su hogar, aquel que con tanto se esforzó por amar, estaba destruido, había papeles y vidrios regados por doquier, los sillones de su sala, estaban volteados, sucios, las marcas de zapatos eran el estampado nuevo que poseían y los objetos que adornaban su estancia, estaban desaparecidos; lo habían robado.

Fue entonces cuando calló en cuenta del porque de su temprano regreso, y corrió hacia su alcoba, sin importarle lo desastroso de ella, buscó la caja fuerte, estaba cerrada... sintió un ligero alivio en su alma y tecleó con rapidez la combinación, la ansiedad por saber si estaban bien sus blades, lo estaba devorando vivo, y solo se calmó al verlos allí, donde los había guardado, por fortuna, los ladrones no habían dado con ellos, todo estaba bien.

Decidió pues, que sería de utilidad para su joven amigo chino, quien seguramente al ver el desastre en todo el lugar, se pondría a limpiar; el bicolor se sentía calmado, tranquilo, al tiempo que caminaba en dirección a la cocina, paró en secó y observó una mancha oscura en el suelo alfombrado, y un tubo metálico olvidado junto a ella. Pronto los libros tirado, los vidrios rotos y el caos en general, parecieron no existir, se agachó con cautela y posó sus dedos índice y medio en la mancha, estaba húmeda, pegajosa y roja.

--Sangre -- se dijo al ver de cerca sus dedos mojados por ella -- es sangre fresca.. lo que significa que...

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Un mar de pensamientos inundó su mente, todos pasaban demasiado deprisa como para prestarles mas atención de la que debía, pronto ató cabos y supo de quien era la sangre derramada.

Poco le importó haber chocado con sus otros dos amigos que confundidos le gritaban en la lejanía cosas que no pudo entender, únicamente atinó a decirles que los blades estaban bien, pues su cerebro solo procesaba la información que poseía y su cuerpo solo obedecía una orden, correr.

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--¿que pasa con Kai? --preguntó molesto el nipón, por haber sido lanzado fuera del camino del ruso.

-- no lo sé, pero al parecer todo fue una falsa alarma, ya lo escuchaste, Dracil y Dragoon están bien, no hay problema -- comentaba más tranquilo el rubio al tiempo que le daba una mano a su amigo.

--Pero ¿qué pasó aquí? -- perplejos, ambos chicos permanecieron de pie en el umbral de su casa, sin atreverse a entrar o siquiera a aceptar que dicho lugar les perteneciera.

Tyson recorrió con la mirada aquella desastrosa habitación, sintiendo a su estomago retorcerse por el enfado que comenzaba a crecer en él, '¿Quién nos hizo esto?' Se preguntaba mentalmente al tiempo que apretaba sus puños con fuerza ante la impotencia que sentía en esos momentos; los cuadros desacomodados y algunos mas tirados en el piso, las delicadas cortinas rasgadas y fuera de su lugar, la ventana abierta haciendo que un poco de viento entrara por ella creando figuras con la tela, los controles de sus juegos, destruidos, al igual que el televisor, papeles y vidrios de la pantalla o quizás de la ventana, eso no importaba en esos instantes, y una peculiar mancha oscura en la alfombra eran el nuevo escenario que se mostraba ante ellos. Los chicos se acercaron, más, el caos era tal que no podían pisar algún lugar libre de obstáculos; Max se aproximó a uno de los controles que tanta diversión le habían proporcionado el día anterior, y no logró disimular la apariencia triste de su rostro; El japonés, por su parte, se acercó a la mancha en el suelo que tan interesante se mostraba; la examinó unos segundos y su rostro palideció al saber que era.

--OH¡!! Por Dios¡!!... Max¡!! Esto es SANGRE¡!!!!!!!... hay sangre en nuestra sala¡!!!!! -- exclamaba el peliazul incrédulo ante una situación tan confusa para él.

-- ¿QUÉ?¡!!!! ... ¿estas seguro Tyson? -- más la expresión la cara de su amigo le decía que era verdad -- un momento -- pidió el estadounidense al pasar cerca del sillón más grande del lugar, pues al hacerlo, notó un objeto que desencajaba por completo en aquella habitación -- Tyson¡!! Ven a ver esto¡!!!

-- ¿La laptop de Kai?... que casualidad que no esté dañada ¿verdad? -- dijo con ironía, más su sarcasmo no duraría mucho tiempo al observar las imágenes que Max le mostraba -- es un video de seguridad -- afirmó lo obvio.

-- exacto, lo que significa que tal vez nos muestre lo que pasó aquí... aunque no sabía que hubiera una cámara

-- bueno eso no importa, ya ponle en "play"-- ordenó desesperado el otro. Lentamente el delgado dedo de Max se acercó a la tecla con dicha función. La sorpresa se apoderó de sus rostros, sus ojos parecieron empequeñecer conforme avanzaba la grabación y sus fuerzas, al igual que el tiempo de duración se escapó rápidamente; en el video se mostraba a dos sujetos destrozando su hogar, sin que nadie los detuviera, buscaban algo y al parecer el tiempo era de suma importancia ya que en repetidas ocasiones fijaron su vista hacia el reloj de sus muñecas; repentinamente, la puerta se abrió y mostró con decisión al supuesto salvador de su hogar, el chino se hizo presente y comenzó la persecución, con gracia y agilidad este corría por el lugar, en un intento por escapar de sus agresores y de evitar su cometido, más sin embargo el más grande fue más hábil y de un solo golpe con un bastón metálico, se deshizo de su amigo, dejándolo fuera de batalla, pues el golpe fue tan fuerte y certero que inmediatamente sus ojos se tornaron blancos y una mueca de dolor se alojó en su rostro; Los sujetos hablaron unos minutos mas, como decidiendo lo que pasaría después, y una vez decidido, cargaron el cuerpo que yacía en el suelo y se marcharon.

Los chicos se miraron incrédulos ante esas imágenes, Max cerró sus hermosos ojos y nuevamente la imagen de su compañero chino, apareció en su mente, atormentándolo.

-- ¿Crees que Kai fue a buscar a Ray? -- preguntó con un hilo de voz.

--estoy seguro Maxie, por ahora dejémoslo en manos de Kai, él sabrá que hacer -- dijo tratando de convencerse más a él mismo que a su amigo, pero pareció funcionar, por el momento solo deseaba despertar de esa pesadilla, pues aún no podía creer que a uno de sus amigos lo habían secuestrado, y mucho menos que el temor que tenía hacia unos instantes, se hubiera vuelto realidad, como un monstruo, acechando.

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EL horrible olor a oxidado, el frío inclemente, la molesta soga que lo lastimaba, la odiosa compañía de esos sujetos que ni siquiera conocía, la horrenda sensación de vacío en su estomago, no solo por falta de comida, sino también por miedo, impotencia, desesperación, culpabilidad, y otros tantos sentimientos alojados en él, y los golpes e insultos constantes hacia su persona, lo estaban agotando; débilmente sostenía su cabeza en alto, mostrando que no se doblegaría ante sus tácticas de intimidación, mas ya solo era una mascara, una pose, una mentira, pues estaba desecho; No comprendía como el orgullo puede ser tan fuerte, o tal vez era la amistada y la fidelidad que sentía hacia sus compañeros, la necesidad que tanto tiempo guardó secreta y celosamente de sentirse útil, diferente, indispensable... no lo sabía y sinceramente no quería averiguarlo, se sentía tan cansado que en cualquier momento cedería su cuerpo a Morfeo y su mente simplemente la dejaría en blanco.

-- dimos donde están las bestias sagradas si no quieres morir aquí-- le gritaban sus verdugos, al tiempo que sujetaban bruscamente su cabellera para levantar mas su cara ensangrentada e hinchada por los golpes de los cuales era objeto, causando una ligera mueca de sufrimiento en su felino rostro.

-- ya te dije que no sé -- contestó mordazmente y sin miedo alguno impreso en su voz ni en su fiera mirada.

-- Salgan de aquí – ordenó una fría e insensible voz, la cual en neko agradeció por su intromisión, al menos tendría unos segundos para descansar antes de seguir recibiendo aquella golpiza.

Sin saber como o porque, su cuerpo se relajó y dejó de sentir, toda la luz se esfumó cual humo y lo abrazó la oscuridad, lo que tanto había esperado por fin llegaba, la inconciencia le ofrecía el más bello y anhelado regalo.

Voltarie observó al chico desvanecerse ante el cansancio, y fijó su mirada en su rostro, tenía le ceja derecha rota y un hilo de sangre bajaba hasta su labio, en el cual se unía otro riachuelo rojizo hasta su mentón, sus mejillas amoratadas deformaban su cara y su ropa desgarrada a latigazos dejaban ver las heridas abiertas en la piel tersa del gatito.

Se acercó lentamente, produciendo ecos lúgubres que chocaban en las paredes frías y descuidadas de aquel bodegón, y limpió la sangre del rostro del pelinegro, en su mirar había pesar y vergüenza, arrepentimiento y la dulzura propia de un abuelo -- eres tan parecido a mi nieto cuando niño¡!!! 'Mi pequeño chico de los ojos gentiles'... --exclamó sin saberse observado, ni saber lo que esa acción traería por consecuencia...

me gusta el suspenso, ¿quien será?, jejeje yo shi she

pero bueno, ya me voy, tengo restringido el internet, T.T toy castigada... bua bua bua... sniff, lo k sea, de cual quier forma no podía tardarme en actualizar así que lo prometido es deuda, yo ya publik elcap, ahora ustedes dejan rr, porfas, ya es elultimo tirón, si se puede!!! dejen rr.

hasta la proxima!!!