Capítulo 8
Tails escuchó atentamente toda la historia y se lamentó de haberse perdido la aventura junto a Sonic, aunque pronto le pasó cuando empezó a hablar de tecnicismos y Simón era capaz de seguir sus explicaciones, ante esto, Tails puso uno ojitos enormes implorosos:
-Qué ilusión... un Sonic que me escucha y me entiende.
Parecieron salir rosas de la nada alrededor de ellos.
-Oh... el Tails de mi mundo sólo quiere jugar a los videojuegos... nunca quiere ir de aventuras conmigo...- Dijo Simón uniendo sus manos.
-Por Dios...- Se puso la mano en la cara Sonyc.
-Simón, a ver qué hacemos, no se vaya a poner tu novia celosa.- Rió Nic.
-Oh, venga, dame un respiro.- Miró hacia él Simón. -Que sólo tengo 15 años.
-Pero...- Le dijo Sonic por lo bajo a Nic. -¿No dijiste que empezabais con 16 años?
-La mayoría, pero algunos antes, y también depende del tiempo que pasen en sus propias dimensiones, Simón no crece tanto porque está mucho en su propia dimensión, Sonyc tiene 19, él lo que pasa es mucho tiempo en el simulador de lucha y las dimensiones de torneos de artes marciales, y Tete-chin se pasa la vida saltando de una dimensión a otra como yo, en el trayecto se pierde mucho el tiempo.
-Así me gusta, que trabajéis duro.- Se burló Sonic.
Tete-chin se puso a mirar por la ventana, Tails había avisado al resto del grupo, primero llegó Knuckles y luego Rouge junto a Shadow.
-Ey, Rouge, qué bien te lo montas, anoche te vas con Knuckles y ahora apareces con Shadow...- Insinuó Tete-chin.
-¿Eh?- Knuckles no entendió.
-¿Siempre tienes que estar igual?- Rouge se enfadó.
-Pararé si me cuentas qué hiciste anoche en el coche con Knuxie...- Tete-chin apoyó su codo en el hombro de Rouge.
-¡Nada!- Gritaron a la vez Knuckles y Rouge, colorados como un tomate.
-Oh... vaya...- Se desilusionó Tete-chin. -¿Y con el erizo negro tampoco?
-¡Shadow! mira lo que anda diciendo...- Rouge se giró hacia Shadow.
-Me da igual... no me importa lo que digáis, lo que hagáis, si explota el planeta...- Comenzó Shadow.
-¡Para ya con tu pasotismo de maniaco depresivo!- Rouge le dio un capón a Shadow.
-¡Pe... pero Rouge!- Se echó atrás Shadow.
-Nada de peros...- Le dio otro capón. -Siéntate ahí y deja de quejarte.
Shadow lo hizo sintiéndose algo ridículo, al parecer, por ser amigos ya le daba derecho a Rouge de tratarle como lo hacía, sin respeto por ser la forma de vida perfecta.
-Cómo te mangonea... qué pijadas...- Sonyc les miró de reojo.
-¿La Amy de tu mundo no es pija?- Preguntó Tails riendo.
-¿Amy? ¡Ja! Amy no es mi novia.- Sonyc rió también.
-Eso lo decís todos...- Se contoneó Amy. -Pero en el fondo también la quieres.
-Que va, si en mi mundo,- Comenzó Sonyc. -mi novia es Rouge.
Como si la fuerza de gravedad hubiese aumentado repentinamente, dieron todos de culo con el suelo.
-Nunca habías dicho nada...- Tete-chin se puso en pie a su lado.
-Nunca se os ocurrió preguntar, siempre disteis por sentado que mi novia era Amy.- Sonyc empujó con su puño la mejilla de Tete-chin, flojo, suave.
Shadow se quedó mirando a Rouge de reojo.
-Eh... a mí déjame en paz.- Rouge le giró la cara. -Es culpa de Tete-chin, que no para de traer copias raras del erizo azul.
-No te enfades... ahora que estamos todos...- Comenzó Tete-chin.
-¡A comer!- Gritaron a la vez Tete-chin, Amy y esta vez también lo hizo Simón, uniéndose a ellas.
Tras la comida, Shadow se apartó un poco del grupo, no entendía cómo acababa convenciéndole Rouge para ir con ellos, no hacía más que decir que hacían un buen equipo, aunque para él todo aquello sonase hipócrita, le estaba usando, su ayuda para conseguir joyas... no era verdad, ya le había demostrado en otras ocasiones que esa era sólo la fachada que aparentaba la chica murciélago, ya había perdido joyas a cambio de salvar a sus amigos. La cuestión era que estaba ahí sin demasiadas ganas, veía al grupo tan unido, hablando unos y escuchando los otros, pero a pesar de la compañía, de que quisiesen tenerle con él, Shadow se sentía solo, y el sentirse solo le llevaba a la tristeza, por eso en su cabeza se repetían los recuerdos que ni el viento podría borrar nunca, esos recuerdos que le hacían sentir más triste, su ser, su existencia, todo aferrado a una fina tela tejida por Gerald, el gobierno y Maria, hilos dorados de aquella tela sosteniéndole sobre el abismo. Engullido por su propia oscuridad, Shadow se tumbó en el sofá, con los ojos cerrados, sin fuerzas para gritar, entendía que por mucho que la recordase siempre acabaría perdiéndola, al igual que el sol ocultándose eternamente al anochecer, él mismo seguía sintiendo cada día el dolor de su mayor pérdida. Ahora, como en otras muchas ocasiones, los ecos de las voces de la oscuridad martilleaban en su cabeza, siempre el mismo mensaje, la misma advertencia, las mismas agujas clavándose en su corazón, el falso sentimiento de responsabilidad, "no permitas que la historia se repita.
-¿Qué haces?- Dijo Rouge ya a su lado, hacía un rato que se le había acercado y se le había quedado mirando.
-Morirme.- Sonó la voz profunda de Shadow.
-¡Oh, vamos! otra vez no... tienes un problema tú...- Rouge comenzó a sermonearle. -Tete-chin, échame una mano con tus frases psicológicas sacadas de los mangas.
-¿Qué le pasa?- Preguntó Tete-chin acercándose.
-Lo de siempre, está depre.
Tete-chin acercó una silla, se sentó al lado de él, sus gafas brillaban y ahora tenía una pequeña libreta y un lápiz en sus manos, en la libreta se podía leer "Proyesto Chadou.
-Vamos a ver,- Tete-chin se colocó las gafas bien. -no te digo que te tumbes en el sofá porque ya lo estás... bueno, cuéntame qué te preocupa.
Shadow abrió un ojo para mirarla, se dio la vuelta.
-Pon algo de tu parte, plis.- Tete-chin le tomó del hombro y le giró hacia ella.
-Déjame en paz, tú no lo entiendes, ninguna de las dos no lo entendéis.- Dijo Shadow algo fastidiado.
-¿El qué no entendemos? ¿Acaso piensas que preferimos quedarnos de brazos cruzados viendo cómo desperdicias tu vida?- Soltó Rouge cruzándose de brazos.
-Vale, gracias, además ahora desperdicio mi vida...- Shadow le dedicó una mirada asesina.
-Shh.- Tete-chin mandó callar a Rouge. -Tranki, Shadow, pero admite que no puedes quedarte así, dejar que tus recuerdos te absorban como si fuesen lo único existente en este mundo.
-Deja de aparentar que lo entiendes, nunca podrás sentir lo que es la condena de la vida eterna, tú misma dijiste que era algo que no querrías nunca... yo sin embargo es algo que tengo de siempre, con esas malditas voces en mi cabeza cada vez que cierro los ojos...- Shadow miró hacia Tete-chin. -¿Qué demonios escribes?
-Ah, esto... apunto que además de darte episodios de epilépsia de flashbacks, también tienes esquizofrenia... ¿desde cuando oyes voces? ¿son las voces quienes te dicen que eres un arma de destrucción? Uh... eres bastante egoísta, no piensas en los que sufriríamos si te pasase algo.
Tete-chin se cubrió la cabeza con los brazos al ver al erizo negro dar un salto y quedarse sentado cuando dijo esto, pero al mirarle supo que no le iba a dar un capón, de forma extraña estaba sonriendo, movió la cabeza de un lado a otro como diciendo "no tiene remedio.
-¿Acaso crees que puedes psicoanalizarme como a un vulgar humano?- Dijo Shadow.
-¿Y tú crees que los humanos son los únicos que van al psicólogo?- Tete-chin sonrió.
-Pero si tú no eres psicóloga, sólo una cotilla, lo único que sabes de psicología es que era una de tus asignaturas en el instituto y lo que sabes es de tanto ver anime y leer manga...- Se burló Rouge.
-Y de los videojuegos también...- La miró de reojo Tete-chin, luego le comenzó a tirar de las grandes orejas. -Mira, Shadow, no te diré lo que debes o no debes hacer, pero la mejor forma de continuar es desahogándote, hablando, y aquí tienes a Rouge que es "todo orejas" si la necesitas.
Rouge se soltó enfadada amenazando no contarle más cotilleos, viendo acercarse a Nic y a Sonic.
-¿Hay pelea?- Preguntó Sonic.
-Yo iré a por las palomitas...- Medio rió Nic.
-¡Empezó ella!- Se señalaron la una a la otra.
Ante eso, Shadow rió, un poco por lo bajo, veía a Tete-chin salir corriendo, perseguida por Rouge tras su último comentario sobre "los antros" que frecuentaba Rouge, siguiendo con sus ojos a Amy que empezó a seguirlas con el martillo sin motivo aparente, por lo cual Simón y Tails comenzaron a corretear alrededor de Sonyc diciéndole que las siguiese él también, que parecía divertido, pero acabó persiguiendo a Simón y Tails para que le dejasen en paz, saliendo todos de la casa y dándole un "yuyu" a Sonyc, sacando su espada de tamaño descomunal y haciendo un ataque giratorio que recordaba al del martillo de Amy.
-¡Al suelo quien no quiera un nuevo corte de pelo!- Gritó Tete-chin a tiempo.
Todos se agacharon, luego saltaron, esquivando los espadazos alocados de Sonyc, fuera de sus casillas, hasta que Amy se rasgó un poco del vestido, eso le hizo dar la vuelta en redondo, saltar y darle un martillazo fuertísimo justo en la cabeza de Sonyc, dejándole inconsciente.
Shadow había visto esto por la ventana, prácticamente no podía contener la risa, aquellos personajes le parecían locos, pero dentro de aquella locura y de sus propios problemas, le parecían vivos.
Continuará...
