Capítulo 20

Miraban a un lado y a otro, Simón estaba ante ellas, de espaldas, mirando al frente, se giró hacia ellas, tenía en su mano la Space Stone azul oscuro, les indicó el lugar a donde debían mirar, Shon se había recuperado muy rápidamente de sus heridas, Tete-chin supuso que había estado en otra dimensión para eso, tembló cuando no vio a sus compañeros.
-¿Y los demás?- Preguntó a Simón.
-¡Sonikku no está!- Gritó Amy.
Simón le enseñó la joya que tenía entre sus manos:
-Nic le dio la Space Stone amarilla a Sonic, cuando Shon usó ésta y los mandó a la otra punta del planeta, Nic se la arrebató y me la dio, con ella podemos establecer un enlace...- Simón miró fijamente a Tete-chin. -Tráeles de vuelta.
Emily miró a Shon, estaba irreconocible, sus ojos estaban vacíos, podía ver el famoso colgante responsable de todo ello, buscó con la mirada a Nic, por fin le vio, aunque él no se dio cuenta, estaba concentrado en la batalla, iba con las mismas ropas de viajero que en la foto, aunque algo desquebrajadas por las últimas batallas.
-Ha sido fantástico...- Dijo Simón. -Nic se ha enfrentado a él, no ha dudado, no ha tenido miedo... guau.
-Qué cambiado está... mi Nic...- Murmuró Emily sonriendo.
Como si el mundo fuese sólo ellos dos, Shon y Nic prosiguieron a lo suyo.
-Venga, entrégate, ya no puedes vencer y no quiero hacerte daño.- Sonaba la voz de Nic solemne en el terreno de Tete-chin.
-¡No te burles de mí! mientras me quede un halo de vida seguiré adelante, ya no puedes hacerme más daño...- Shon volvió a alzar el medallón.
Simón se puso a meterle prisa a Tete-chin, que intentaba contactar con Sonic y Sonyc, con las Space Stones que poseía flotando frente a ella, era un poder que aún no dominaba bien, el traer de otros sitios a gente sin ir ella misma, pero sabía que podía hacerlo, sólo tenía que intentarlo, una luz salió de las joyas.
-Esta vez me aseguraré de que explotáis con el planeta...- Dijo Shon haciendo brillar también su medallón.
-¡Eso no pasará!- Se le echó encima Nic.
Forcejearon en el aire.
-¡Para, Shon!- Intentó detenerle Nic. -Todo saldrá bien, tranquilo, Amy está aquí... nuestra Amy.
Shon se detuvo en seco, le dio un empujón a Nic para separarle de él, se quedó pensando con la mirada perdida, luego sonrió, una sonrisa que hizo que Nic tuviese un escalofrío.
-¿Y a mí qué?- Se burló Shon.
-Era tu novia...- Comenzó Nic.
-Oh, vamos, no sigas, no me expliques infantiles cuentos de hadas, de amor y todo eso, no nos queríamos.
-Eso no es verdad.- Le sonrió Nic. -Ella estaba siempre contigo, tú mismo me confesaste que la querías.
-¡JA! qué inocente eres... te lo dije para que espabilases, nunca fuiste capaz de ver más allá de tus narices, ni siquiera que ella estaba conmigo porque era la única manera de estar cerca de ti, eras tú el que huías de ella, imbécil.
Aquello pareció producir un pequeño shock en su interior, hizo a Nic sacudir la cabeza, se sentía muy confuso, ¿acaso lo estaba diciendo para hacerle perder su valentía? desde luego toda su confianza comenzaba a desboronarse, lo veía bien claro todo, siempre supo que todo lo ocurrido fue culpa suya, lo había perdido todo sin sentido, apretó fuerte los puños, era el momento de recuperarlo, quiso fijar su vista en el medallón, debía arrebatárselo, pero en el rato en el que había estado absorto, Shon se había lanzado a él a atacarle, le dio un fuerte golpe en la cara que le hizo rodar. Emily se había acercado un poco, oyendo la conversación, entonces fue corriendo con Nic gritando su nombre, al oírla, Nic no pudo mirarla, le temblaron las manos con las que intentaba levantarse, sólo cuando ella estuvo a su altura, cuando se arrodilló a su lado, cuando intentó tocarle con su mano, queriendo comprobar que aquella visión era real, entonces él la miró, posó aquellos ojos verdes tan claros sobre el cuerpo de la chica que tanto había amado durante años, ella retiró la mano rápidamente.
-¿Amy?- Intentó vocalizar Nic.
-Sí...- Sonrió ella. -bueno, tus amigos me llaman ahora Emily.
-Emily... ¿es cierto lo que dijo Shon?
-Yo... lo siento... si te hubiese abierto mi corazón nada de esto habría pasado... pensaba que no me querías porque siempre me huías, sólo era tu amiga, tu confidente.
-Te quiero...- Soltó de golpe medio susurrando Nic, la miró de arriba a abajo riendo, estaba muy ruborizada. -Esa ropa es de Tete-chin.
Miró a Shon, rápidamente se levantó, cogió a Emily y la apartó del camino, Shon había lanzado un ataque de vacío.
-Sois tan despreciables... ¡acabaré con esto ahora mismo!- Lanzó un nuevo ataque, el mismo que en su momento lanzó Nic en su propio planeta.
-¡Detente!- Gritó Nic poniéndose en pie.
Por fin Tete-chin logró dar con Sonic y Sonyc, les trajo de vuelta, cayeron uno encima del otro "¡El aterrizaje!" gritaron los dos a la vez.
-¡Ahora no hay tiempo para tonterías!- Les sermoneó Tete-chin. -Hay que salvar este planeta.
Miraron hacia la batalla, las cosas se estaban poniendo feas, vieron a Nic intentar arrebatarle el colgante, partido por la mitad, por fin roto, lástima que fuese demasiado tarde, lo apretó en su mano, impotente, Tete-chin corrió a su lado, puso su mano sobre el trozo del colgante sin acordarse de que en su mano había quedado la Space Stone azul oscuro, se formó un vacío, una gran oscuridad alrededor de Tete-chin, miró a un lado y a otro, no podía ver a sus amigos.
-Sonic lucha porque es el héroe,- Se oyó una voz que no se sabía de dónde provenía. -Sonyc porque es su trabajo, Simón porque le gusta la aventura, recogerlas en documentos, Nic porque quiere ser un héroe, pero tú.
Tete-chin se miró las manos, ella era la única luz dentro de aquella oscuridad.
-Ya lo sabes...- Continuó la voz. -Éste no es tu mundo, ellos no son tus amigos, ni siquiera Mama-sama es tu madre de verdad.
-¡Calla! eso no importa, aunque no sea mi mundo real, aunque fuese otro mundo desconocido, no podría hacer otra cosa que luchar... así soy yo... no dejaré que pase...- Vio una figura, era Shon, pero algo distinto, su cuerpo desprendía una luz brillante, a su lado estaban Knuckles y Tails.
Tete-chin apartó la mano del pedazo de medallón.
-¿Qué pasa?- Preguntó Nic por segunda vez.
-Nada...- Dijo al fin Tete-chin, volviendo a la realidad. -Emily, tus Time Stones... son las auténticas ¿verdad?
-Yo no entiendo de eso... no sabía que existían más hasta que tú me lo dijiste, pero siento una conexión con la Space Stone blanca que tengo...- Respondió ella, aún al lado de Nic.
-Me lo imaginaba, hace tiempo ya que siento su llamada, al igual que tú, siento esa conexión, según tengo entendido, esas piedras tienen mucho más poder que las que se ven por aquí... ¿crees que podrías...?- Comenzó Tete-chin.
-Sé lo que estás pensando,- Sonrió con complicidad Emily. -lo intentaré.
Hubo un pequeño terremoto, cayó un árbol cerca de ellos, pero Sonyc hizo aparecer su espada y lo cortó por la mitad.
-¡Tete-chin!- La llamó. -Hay que crear un portal y salir de aquí... Simón me ha dicho que es como cuando fue al mundo de Nic.
-¡De eso nada!- Le gritó Tete-chin.
-¡Es una orden!- Se giró hacia ella.
-Ya no sigo ni vuestras órdenes ni vuestras estúpidas reglas, pienso quedarme aquí y ayudar todo lo que pueda...- Se impuso la muchacha.
-Éste mundo no es el tuyo, no tienes por qué luchar, arriesgar la vida, vete a una dimensión paralela...- Sonyc se acercó a ella apoyando su espada en su hombro.
-Yo no soy como vosotros, no abandonaré a su suerte este mundo, no lo hice en el pasado cuando en contra de vuestras órdenes le salvé la vida a un Sonic que según vosotros no debía salvarse, el "Super" juega a ser Dios decidiendo qué dimensiones deben salvarse, por eso no me quiere por allí arriba, me tiene por una alborotadora.
Sonyc no la dejó seguir, puso la punta de su espada bajo su barbilla, pero ella ni se movió, siguió en la misma pose altiva, desafiante.
-¡Déjala!- Le gritó Nic, pero Sonic se había puesto a su lado y le agarró para que no les interrumpiese.
-¿No vas a cambiar de opinión?- Sonyc vio a Tete-chin negar levemente con la cabeza. -En ese caso...- Sonyc se giró hacia Shon y se puso en guardia. -Tendremos que acabar esto pronto, yo sí que me quiero ir.
-Sonyc...- Susurró Tete-chin, luego sonrió. -¡Simón!- Tete-chin le dio el trozo de medallón, pasando de las manos de Nic a él. -¿Puedes hacer algo con esto?
-Según mis estudios... se puede invertir el efecto...- Comenzó el joven erizo.
Nic sentía revivir aquello, pero ahora era diferente, Simón había investigado mucho durante aquel tiempo, dimensiones paralelas con los mismos poderes, estaban preparados, Tete-chin miró a Nic un momento e hizo el signo OK con su mano.
-Puedes hacerlo...- Le dijo Tete-chin, luego miró a Emily. -Adelante.

Continuará...