Notas: Los derechos son de sus respectivos autores, yo solo me permito expresar una idea con esos personajes.
Notas2: Un Universo distinto, donde los acontecimientos antes de la boda de Lex Luthor son distintos, advertencias, Slash y MPREG , el primero que escribo, y necesario para la trama, aunque no al principio.
Gracias por los reviews... espero les siga gustando esta historia.. y no este un poco enredada.
Capitulo 3.- Una nueva vida en camino.
- Ciudad Gótica- Clark suspiro al bajar del autobús; el lugar era bastante deprimente, para alguien que viene del campo- espero que no luzca siempre así- el joven sus maletas y saco la dirección, su padre tenia un primo lejano en Ciudad Gótica y podía alojarlo mientras encontraba un lugar y un trabajo.
Comenzó a caminar, ahorraría en transportes, buscaba la dirección, confuso, cuando en un callejón unos pandilleros le salieron al paso.
- Apesta a campo- señalo uno de los sujetos.
- Hey! Campirano, no quieres darnos unos dólares- le pidió rudamente el otro joven.
- Será mejor, que se marchen- replico molesto Clark.
- ¿O, sino que chico granjero?- el mas fortachón del grupo trato de golpear a Clark, sus nudillos se hicieron polvo al contacto con la fuerte quijada- arrggg!, ¿de que esta hecho este tipo?- los otros observaron a su jefe caer, y trataron de atacar a Clark, por lo que corrieron con una suerte similar.
- Sin duda Ciudad Gótica, esta llena de mal vivientes- Clark se alejo, buscando nuevamente la dirección- tal ves mis dones sean útiles aquí- el muchacho sonrió levemente, había encontrado un motivo mas.
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El edificio era similar a todos los de las calles anteriores, pero encontró el numero que buscaba y entro; se detuvo frente a uno de los departamentos, toco levemente , una señora de mediana edad abrió la puerta.
- ¿Deseas algo?- pregunto casi con prisa.
- Ah!, si, estoy buscando al señor Kent- respondió rápidamente.
- Es mi esposo, pasa- la señora dejó entrar al muchacho, veía en sus ojos que no había malicia en el- espera un momento lo llamare- la señora se adentro en el departamento.
- Claro- Clark espero, sin saber si debía sentarse, los muebles eran muy bonitos de un estilo moderno, y el lugar aunque modesto estaba muy bien cuidado, noto un pequeño llanto y se asomo detrás del sillón; un niño como de tres años lloraba viendo un juguete roto- Ah!, pequeño, déjame ver si puedo arreglarlo- el joven tomo el juguete y vio la pieza rota, controlando su visión calorífica los unió- aquí esta- le extendió el juguete, que le niño recibió feliz- se dio cuenta de cuanto le agradaban los niños; quería estar al lado de su hermanito, peor no podía por el momento.
- ¿Clark?- un hombre ligeramente parecido a su padre, entro seguido de su esposa.
- Si, señor Kent- replico el joven, prestando atención.
- No me digas así muchacho, soy tu tío- el hombre sonreía muy parecido a su padre, lo que le dio confianza al muchacho de sonreír levemente el también- y puedes quedarte aquí, no hay problema; no somos ricos, pero somos una familia amorosa- el señor se inclino ante el bebe tomándolo en brazos- y parece que le agradas a Jaime- el bebe, le sonreía a Clark y el se sintió dichoso.
- Muchas gracias tío, en cuanto encuentre un trabajo y un lugar dejare de molestarlos- el muchacho aseguro sonrojado.
- No digas eso, no es una molestia- aseguro la mujer, vencida toda resistencias al ver el afecto que su hijo mostraba por ese muchacho.
- Claro que no- el tío se atrevió a palmear ligeramente la espalda de Clark- ya veraz que te gustara Ciudad Gotica, aunque no sea tan tranquila y bella como Smallville.
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A decir verdad, no le gustaba del todo, pero al menos el no se tenia que preocupar por que lo asaltaran o algo así, no podía entender como hacia el resto de personas; tuvo suerte y encontró dos trabajos; todos los días de la semana descargaba y cargaba cajas en un supermercado cercano , al lugar que había conseguido; y los fines de semana trabajaba como mesero en un bonito restaurante; la clientela femenina aumento y Clark siempre veía que sus bolsillos se llenaban de propinas y mensajes de varias mujeres y algunos hombres; pero el sabia que no contestaría ninguno; ya no podía amar, en eso Lex había ganado, le había robado y roto el corazón como de su propiedad; muy difícil poder sentir algo de nuevo, imposible tal ves; no cuando trataba de odiarlo, y cada ves que un cliente entraba y tenia ojos grises, pensaba en el; cada ves que veía una cabeza perfecta, pensaba en el, cada noche de soledad, sus lagrimas eran por el.
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Pronto las clases comenzaron y el se sumergió en actividades para no pensar en Lex, escribía a sus padres pero no les daba su dirección, no, por si Lex, quería averiguarla para burlarse de el, incluso en la escuela consiguió que lo llamaran por un seudónimo, Kent Clark, así evitaría que Lex, buscara a su juguete.
Las mañanas eran una rutina, esos dos meses que hacían desde que se fue de Smallville y llego a Gótica; pero en esa ultima semana había comenzado a sentirse mal, como mareado y eso que el nunca se enfermaba; primero lo atribuyo a la comida falsa de la ciudad; y luego vinieron las nauseas y pensó que realmente era la mala comida; pero por mas que cambiaba seguían, incluso su madre le había mandado pan casero a casa de su tío y lo mismo le ocurrió.
Pero sumergido en sus problemas, no tomo importancia a esto, y luego estaba ese nuevo poder; volar era grandioso, valla estado practicando en las tardes libres, cerca de un bosque lejano, era un don magnifico, con eso podría visitar a sus padres fácilmente; aunque aun dejaría pasar un tiempo, hasta que Lex dejara de interesarse en su búsqueda; seguramente como todo Luthor, querría regocijarse en el dolor de su victima; pero no lo permitiría.
Así que volar ocupaba su mente, al principio temeroso por su fobia a las alturas; pero ahora que tenia la seguridad de no caerse, el miedo se disipo lentamente.
Esa noche en particular, se sentía mareado; incluso su cara debió mostrar algo, porque el señor Jacobs su jefe, le pidió que dejara de cargar las cajas y se fuera a su casa a recostarse.
Clark nunca hubiera aceptado, por su sentido de la responsabilidad Kent, pero los mareos no habían parado.
Durmió pesadamente y el sueño llego a el; la vos de su padre Jor- el ; hablándole de la memoria que preservo de Kriptón; y la creación de la fortaleza de la soledad; un valuarte de la majestuosidad Kriptoniana, y que Kal-el, debía visitarlo, ahora mas que nunca, si deseaba saber de él, algo muy importante.
Clark se levanto cubierto de sudor, el sueño, no había sido tal; era un mensaje de su padre biológico, deseaba verlo, pero el no quería acudir; aunque tenia algunas preguntas; tal ves su nueva condición enferma pudiera ser curada; como ya antes había pasado; por la tecnología kriptoniana; así que sin dudar mas, se vistió y voló en dirección del polo norte, buscando respuestas.
El paraje era blanco, y el frió debía ser extremó, pero gracias a sus capacidades, no le molestaban ni el calor ni el frió.
Y fue así que descubrió disimulada en una montaña, una gigantesca fortaleza seguramente invisible a otros ojos que no fueran los suyos.
Descendió y descubrió la gigantesca puerta, el metal era desconocido para el, peor la voz que escucho no.
- Kal-el; el heredero de la casa el, bienvenido a tus orígenes.
- No deseo mas que respuestas; nunca me adueñare de este mundo.
- Esta bien, lo comprendo, ya no intentare eso; ahora este lugar solo será un valuarte a la cultura de la que provienes; no debes olvidar lo grandioso, no solo el poder, que tuvo Kripton.
- Solo deseo saber, ¿por qué me ocurren estos síntomas?- Clark sintió que algo del mareo regresaba- ¿acaso la kriptonita me afecta de otra forma?- Clark observo el centro del lugar, donde un enorme holograma, había aparecido, de su padre seguramente, ya que guardaba gran parecido con él.
- ¿Tu?- Clark observo dudoso al hombre que lo veía.
- Soy la memoria de tu padre Jor- el ; y como tal es mi deber guardar para ti, toda la información de tu raza.
- ¿Y podrás curar este mal, que me aqueja?- pregunto Clark dudoso.
- No- el holograma sonrió afable- no es un mal, la llegada de la siguiente generación de la casa el; sin duda no esperaba que el otro padre fuera un terrestre, pero es un dichoso acontecimiento; y dado que eres el último kriptoniano.
- ¿De que hablas?- Clark, aun observaba dudoso al holograma.
- Del heredero, que portas en tu vientre, Kal-el – la mirada dulce se poso en Clark.
- ¿QUÉ...- Clark sintió que estaba en medio de una pesadilla- estas loco, padr.. Jor-el- se corrigió inmediatamente- soy un hombre, no una mujer; ellas son las que se embarazan.
- Eso, claro en la anatomía terrestre- Jor- el, sonrió viendo la cara de confusión de Clark- eres un kriptoniano y nosotros desarrollamos, a causa de las destrucciones de guerra y muertes masivas; la posibilidad de la concepción masculina; solo que no pensé que pudieras llevar a cabo el ritual, necesario.
- Un momento, ¿qué ritual?- Clark comenzó a perder el hilo de los pensamientos.
- Para despertar el potencial de tu cuerpo- al lado de la mano del holograma apareció uno mas, representando un meteorito azul- necesitas de kriptonita azul, aunque siempre fue muy escasa; y es necesario que los dos padres, estén bajo su influencia; tanto el que llevara al bebe como su pareja; todo ello un poco antes de la unión ; tal vez haya sido una casualidad que obtuvieses kriptonita azul.
- ¿Kriptonita azul?- Clark pensó en ese momento en las flores- las flores- dijo en voz alta al mismo tiempo- entonces si esto no es una broma; el otro padre es... Lex- Clark sonrió abatido, habían creado sin pensarlo un milagro; pero Lex solo lo había ensuciado- no, no puedo tener un hijo, y menos si es de Lex.
- No puedes evitarlo- el padre observo al hijo con ternura- no importa quien sea el otro padre; lo importante es que es tu hijo.
- Pero- Clark, pensaba una y otra ves en la ocasión tan maravillosa, que en realidad había sido un juego para Lex; una trampa Luthor; ¿podría amar a ese hijo, aun si tenia que odiar a Lex?, de su corazón recibió la respuesta- tienes razón, es solo mi hijo y aunque... aun estoy aterrado por la idea; lo amare- en su mente pensó, lo amare, tanto como aun amo a Lex, a pesar de todo.
- Así, creí que procederías- aseguro la visión de un padre, sonriendo a su hijo.
- Pero, ¿qué haré?- aunque en kriptón existiera; en la tierra no hay hombres que luzcan... eh, embarazados- Clark se sonrojo, aun sin poder creerlo del todo.
- Los cambio en la fisonomía kriptoniana, apenas son notados; y solo en el momento del nacimiento tendrás alguna dificultad; pero, no hay problema, ya que he creado esta fortaleza, aquí podrá nacer con ayuda de los robots que estoy ensamblando; solo ven aquí en cuanto tengas algún dolor o molestia y todo estará bien- aseguro el padre.
- Yo... gracias- Clark, comenzó a alejarse, volteando una vez mas- se que antes estuvimos en desacuerdo; pero me alegra contar contigo aunque sea de esta manera; .. padre- Clark sonrió y se alejo de la fortaleza.
- Y a mi, me alegra verte a salvo Kal- el- el holograma sonrió con ternura; una maquina si, pero con los recuerdos de un padre que dio su vida para salvar a su único hijo- que el nuevo descendiente de la casa El te traiga alegría; aunque- las maquinas encendieron unos monitores, donde aprecio la imagen de Lex- aun deseo averiguar, ¿cómo es el otro padre de mi descendiente?.
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- Pero, papá- el pequeño niño observaba a su padre, acusadoramente en el salón de la pequeña casa; las cosas estaban alrededor en cajas- ¿nuevamente nos mudaremos?- el niño levanto intrigado una de sus cejas.
- Es tiempo de mudarnos; por que es tiempo de regresar a un lugar especial- aseguro el joven hombre tratando de confortarlo; aunque su corazón se encogiera cada vez que veía en su hijo, gestos de él; como el levantar una ceja era tan propio de él; y no solo eso , cuanto le había dolido al principio reflejarse en los ojos grises de su pequeño; era como volver al pasado y reflejarse por primera vez en los ojos del joven que había rescatado del rió; los mismos ojos; pero, se repitió, el pasado se debía enterrar, y el futuro era su hijo y nadie mas.
- Papá- el niño sonrió levemente- otra vez te perdiste en tus pensamientos- el niño camino hacia una caja y cambio de lugar un par de cosas- señor Clark Kent, ¿no se que haría si mi? Mire que guardar las herramientas con la vajilla- el niño negó con la cabeza- yo por lo menos, no quiero volver a comer directo de las cacerolas, como la vez que rompiste toda la vajilla.
- Eh!- Clark al fin salió de su pensamiento- yo; recuerdo perfectamente que fue usted jovencito quien destruyo esa vajilla.
- Bueno; pero si me hubieras aclarado antes que podía adquirir súper fuerza; bueno tu sabes- el niño sonrió picaramente; como siempre que ganaba.
- Siempre tienes que buscar el argumento de la victoria- tan similar a él; cada vez pensaba mas constantemente, pues la herencia de él, estaba brillando en su hijo.
- Bueno, entonces si no hay mas remedio y nos mudamos etiquetare mis cosas; no quiero que vuelva a perderse alguna- el niño tomo la etiquetadora- y después iré a despedirme de mis amigos, como todo niño normal, que se muda- el pequeño regreso sobre los pasos que ya había avanzado- OH!, lo olvide, no tengo amigos; bueno, mejor así no los extrañare- Clark sabia que el pequeño tomaba como una broma eso, pero a el le preocupaba- bueno, no amigos de mi edad; por que Bruce es muy agradable; ¿seguro que las cosas no se pueden solucionar, hubiera sido un gran compañero tuyo, papá?.
- Ya veras, que pronto tendrás grandes amigos- el joven sonrió al niño- y no saques de nuevo el tema de Bruce, ya te dije solo somos amigos, y eso seremos.
- Si claro; soy demasiado inteligente para niños de mi edad- el pequeño dispuso la primera etiqueta- pero imagínate, la pareja superman/batman, serian invencibles.
- También, tenemos vidas privadas hijo; y en eso no congeniamos del todo- Clark , reprocho ligeramente con la mirada- y tu eres mi prioridad, así que esta bien, si estamos solos.
- Yo, solo quiero verte feliz padre- sugirió el niño.
- Gracias, hijo, eso lo se; pero todavía no sabes cual es el lugar donde viviremos y te aseguro que te agradara- Clark sonrió, cambiando el tema- ahí fue donde hice mis primeros amigos- y donde lo conocí, pensó suspirando levemente- y además podrás ver todo el tiempo a tu tío Jonathan y a tus abuelitos.
- Eh!- el niño sonrió- ¿vamos a ir a Smallville?.
- Así ,es- Clark, asintió con una sonrisa- ya es tiempo de regresar al hogar.
- Bien, entonces Smallville, prepárate por que Jor-el A. Kent, te conquistara- el niño saludo con un gesto exagerado.
- Jaja- Clark, solo rió, nunca podría eliminar esos gestos Luthor, pero el pequeño era su hijo, su gran orgullo, sin importar como había sido concebido.
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- Señor Luthor- la voz de la secretaria lo distrajo de sus pensamientos.
- Dije, que no me molestaran hasta la hora del almuerzo- el hombre de mirada gris observo desafiante.
- Es ya la hora señor- replico con precaución la asistente- le programe las juntas de la tarde en su agenda, y estoy esperando la confirmación de un ejecutivo de Wayne Corp, para la próxima reunión.
- ¿La reunión de la próxima semana se llevara a cabo en Londres, como siempre?, ¿no?- agrego al ver la cara de resignación que tomo la secretaria.
- Señor, ellos han pedido que la reunión sea en Metrópolis; para cerrar el acuerdo.
- ¿Metrópolis?- no era un lugar al que Lex Luthor ansiara regresar.
- Si, y además esa misma semana debe viajar a Smallville, para cerrar el acuerdo con la planta; solo usted, y le aseguro que solo usted, puede arreglar ese asunto- agrego la joven al ver la cara de fastidio del millonario, sabia que por alguna razón, Smallville era un tema prohibido con su jefe.
- ¿Smallville?- ese era definitivamente el ultimo lugar del mundo al que desearía ir, suspiro levemente- bien, prepara los papeles- el fantasma de Clark no volvería a irrumpir en su vida, eso se lo había prometido, pero, ¿por qué entonces la imagen del joven no lo abandonaba, ni en ese momento, ni en todos esos años?- ¡Márchate!- grito perdiendo la paciencia.
- ¿Disculpe, señor?- la joven lo observo dudosa.
- Sal de esta oficina- exigió, al notar que había gritado al fantasma de Clark, no iba a parecer un lunático explicándole, a su secretaria que había gritado a esa imagen- necesito estar solo- y eso era verdad, cada ves que los recuerdos volvían a el.
La secretaria se alejo rápidamente, si este era otro de esos arranques de enojo de su jefe; era mejor alejarse, y dejar que se calmara.
- Rayos- el hombre golpeo la mesa- ¿por qué?, solo pienso en ti y aun después de todos estos años, mi corazón tiene voluntad propia, ¿por qué sigo pensando en ti, Clark?. Tu jugaste con mis sentimientos y aun así, yo te ame como a nadie; y eso no cambiara jamás; aun cuando me fui, me aleje de todo, pensando en sepultar tu recuerdo; y nada mas, mencionan ese lugar y vienen a mi los momentos mas maravillosos de mi vida;¿por qué las cosas tuvieron que ser así?, ¿por qué tuviste que ser igual a todos, los que me usan?, si tan solo me hubieras amado, como yo a ti. Y en medio de mi enojo, trate de averiguar de ti; pero es como si la tierra te hubiera tragado; sin saber de ti, dijiste que querías ser reportero; y jamás te he visto mencionado en periódico alguno; esa amiga tuya, si ha escrito varias cosas; pero tu, ¿dónde estas, Clark?. Me lo niego, pero desearía verte, tan solo para saber de tu boca; ¿qué ocurrió?, escuchar de ti, ¿por qué me traicionaste?, ¿y por que a pesar de todo, cuando te recuerdo, tus ojos me parecen sinceros?.
El hombre oculto el rostro; con enojo detuvo las lagrimas, unas que solo Clark había conseguido arrancarle.
Iría a Smallville, aun y a pesar de los recuerdos; contemplo el diario, que nuevamente mencionaba a Superman; ese héroe; que tenia los ojos tan similares a los de Clark; ¿pero, podría ser verdad?, todo aquello que pensó hacia muchos años, todo aquello que formuló...
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- Abuelo- el niño apenas espero a que el auto se detuviera, para salir corriendo y abalanzarse al hombre que caminaba a su encuentro.
- Jor- el- el hombre mayor abrazo al jovencito que corría a él.
- Mira, como has crecido- el hombre levanto al chiquillo, recordando como solía hacerlo con su hijo mayor.
- Padre- Clark termino de estacionar bien el auto, y bajo de el; saludando con una gran sonrisa al hombre que era el padre que lo había criado- cuanto me alegra verte- su sonrisa era mayor, cuando veía el amor que el desprendía también por su nieto; por que al principio las cosas habían sido difíciles, y pensó que él nunca querría a Jor-el, por su origen.
- Hijo- el hombre abrazo también afectuoso a Clark, aprovechando que el niño había visto llegar a Martha y corrió a ella.
- Los extrañe- Clark ya no era el mismo jovencito que se había marchado de Smallville, con el corazón roto; pero ahora al regresar se sentía como un joven aterrado de nuevo.
- Clark- su madre se acerco acompañada de su nieto- me alegra que tu y Jor-el, estén en casa- la señora acaricio cariñosa el cabello castaño del muchachito; los ojos de él , aun la sorprendían; pues siempre habían evidenciado, para ellos, quien era el otro padre de Jor-el; aunque el mismo niño, nunca lo sabría.
- Yo también- el hombre joven sonrió- por cierto, ¿dónde esta Jonny?- se extraño de no ver a su hermanito por ahí.
- Es viernes- dijo el señor Kent- no debe tardar en llegar de la escuela; tu regresabas antes por tu velocidad, pero él tiene que tomar el autobús.
- Es cierto- bajo unas maletas del carro- este fin de semana nos quedamos en la granja, y en la semana comienzo a buscar una casa.
- ¿Creí que se instalarían en la granja, por lo menos un tiempo?- agrego el señor Kent.
- No quiero incomodarlos- agrego a su ves Clark.
- Hijo, nada me haría mas dichosa que tenerlos a ti y a mi nieto aquí; además, se nota que necesitan unas buenas comidas- agrego la señora sonriéndole a Jor-el.
- Bueno, comemos bien, cuando me toca a mi cocinar- sonrió el niño- para aun quema todo.
- Jor-el- reprendió fingiendo molestia Clark- al menos no preparo experimentos raros.
- Ja, no sabes apreciar la buena cocina- susurro el muchacho ayudando a su padre a llevar una maleta- y seria, bueno vivir en la granja un tiempo; así jugaría con tío Jonny todo el día.
- Jor-el A. Kent- dijo el hombre con una sonrisa- espero que no olvides el detalle importante, de estudiar parte de ese día; por que sino no permaneceremos mucho tiempo en la granja.
- ¿No puedes olvidar que eres un maestro, papá?- se burlo el niño.
Los cuatro entraron a la casa; aunque Clark se detuvo un momento viendo el granero; los recuerdos lo inundaron, tantas veces que había hablado con el ahí, y había sido precisamente en ese lugar donde recibió esa maldita carta, esa que le rompió el corazón ; antes que alguna lagrima pudiera acudir a sus ojos, se recrimino ya que no era tiempo de recuerdos.
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Un niño un poco mas alto que Jor-el se acerco a la granja Kent; observo con ojos profundamente azules el carro estacionado enfrente; y sonriendo corrió a la casa.
- Clark- grito cuando entro a la cocina y descubrió a su hermano mayor sonriéndole- Jor-el- dijo feliz mientras observaba también al otro niño y corrió a abrazarlo.
- Jonathan- saludo Clark- como te extrañe- se permitió unirse al abrazo de los dos niños.
- Tío Jonny- Jor-el sonrió animado- vamos a vivir aquí, tío, ¿no es grandioso?.
- Que bien- Jonathan Kent hijo, sonrió aun mas, al fin su hermano y su sobrino no se irían mas; aunque se sintiera extraño llamando sobrino a un niño solo un poco menor que el- vamos Jor-el- sonrió tomándolo del brazo- tienes que ver el nuevo caballo que dome, con mi papá.
- Vamos- el niño iba a seguir al otro, cuando volteo en dirección de su padre- ¿puedo ir papá?.
- Bien- Clark, fingió que lo pensaba detenidamente, ante la cara de impaciencia de los dos niños- pero ten cuidado, recuerda sujetar todo levemente, y no corras demasiado rápido, o te costara detenerte; y te aseguro que no quiero ir de nuevo a Canadá a recogerte.
- Bien, tendré cuidado- suspiro Jor- el- y esa ocasión fue un pequeño descuido- agrego levemente sonrojado.
Los dos niños salieron de la cocina en dirección de los establos.
- ¿Canadá?- interrogo Martha Kent a su hijo.
- Jor-el, tiene unos poderes mayores a los míos, al menos eso pienso; por que los esta desarrollando mas rápido; consulte a mi padre biológico al respecto, y el cree que es por el tiempo que mi cuerpo recibió el sol amarillo, antes de su nacimiento; y probablemente también influyo el que él otro padre tuviera las células impregnadas del sol, en su vida...
- Mejor no hablemos de él- pidió Jonathan, a su hijo, interrumpiendo una conversación, donde salía a relucir el otro padre de su nieto; aun no estaba muy a gusto con ese tema; no podía perdonar a quien había dañado a su hijo, aprovechándose de el; los Luthor habían demostrado ser, como el siempre creyó que eran- por cierto, quiero preguntarte al respecto de las nuevas noticias de superman.
Continuara..........