Disclaimer: Todos los personajes de InuYasha pertenecen a Rumiko Takahashi, yo sólo los utilizo con fin de entretención... y pérdida de tiempo �... Así mismo que los personajes no son míos... por el momento juarjuar xD
"Corazón de Dos"
Por Kuruma Michiyo Chidori (Iya n.n)
Capítulo 4 "Conociéndote"
Habían pasado un par de minutos desde que Miroku y Sango habían llegado a la casa de la última para recoger al niño de once años, pecoso y de cabello café de nombre Kohaku y habían vuelto al auto del ojiazul, ahora camino a la residencia Takumi.
-Miroku... Comprendo que te agrada mi aspecto un tanto desordenado pero... ¡¿No crees que estás exagerando?!- Detonó Sango a su novio que alborotaba constantemente sus cabellos, cada vez más jovial.
-Perdona, no lo pude evitar.- Sonrió el ojiazul. – Ya hemos llegado...
La joven suspiró mientras trataba de acomodar las hebras castañas de su cabeza y bajaba del automóvil seguida de su hermano menor. Frente a ellos hallábase, soberbia, una mansión rodeada de una ostentosa parcela. Grandes árboles y tiestos repletos de flores de diversas clases y colores les daban la bienvenida a los tres, que se abrieron paso entre aquel precioso jardín hasta la puerta de la residencia.
-Veo que hicieron varios arreglos a la casa.- Observó el chico de mirada añil. Si antes aquella decoración se le hacía demasiado fastuosa, esto era ya una exageración.
Trató de ignorar el hecho de que las puertas de madera hubiesen sido talladas formando distintas figuras además de barnizadas. Kohaku, como era su costumbre, se mantenía en imperturbable silencio.
-Comprende a la familia Miroku, querían darle una bienvenida elegante a la futura esposa de su primogénito.- Le reprendió la muchacha.
-¿A esto llamas elegante?- Exclamó, admirado por el estoicismo de su novia. -¡Pero si ya parece casa de muñecas!
Tanto Miroku como el niño evitaron desternillarse de risa.
-¿Y qué tiene de malo una casa de muñecas?- Sonrió Kagome que acababa de salir de la mansión dispuesta a dar una vuelta por las calles.
-¡Ah! Tú debes ser la invitada de la familia Takumi ¿No?- Una sonrisa amistosa se curvó en el rostro de Sango.
-Así es... ¿Quiénes son ustedes?- Kagome les veía extrañada. Sintiéndose regocijada ante el gesto dulce de la joven de despeinados cabellos ocres, y la mirada apaciguadora del niño, pero levemente intimidada ante el tatuaje y el arete del chico de mirada turquesa.
-Mi nombre es Sango Tanaka, y él es mi hermano Kohaku, los dos somos primos de Kouga.- La joven le tendió una mano, la cual estrechó una sonriente Kagome.
-Mucho gusto, me llamo Kagome Higurashi... ¿Y usted quién es?
Miroku no pudo evitar una sonrisa al ser tratado con tanto respeto, no cuando aquella chica aparentaba no más de un año menos que él.
-Mi nombre es Miroku Akibahara, preciosa dama.- Musitó galantemente haciendo una reverencia y besando delicadamente la mano de una sonrojada y sorprendida Kagome.-Pero no es necesario que me trate de usted, linda.- Sonrió dando énfasis en la última palabra.
-Lo mismo digo, puedes llamarme Kagome simplemente.- Sonrió dulcemente.
Sango obvió el trato tan "amistoso" del chico con la muchacha de cabellera azabache, interesándose más por la razón del por qué su semblante tuviera un dejo de preocupación e... ¿infortunio?
-¿Puedo preguntar por qué estás sola y no con mi primo?- Preguntó Sango sin pizca de vergüenza.
-¡Ah!...- La joven bajó la vista apesadumbrada.- Kouga está en la casa, pero creo que se encuentra algo ocupado. Por eso decidí dar una vuelta y ver cuánto ha cambiado la ciudad.
-Comprendo, Entonces... ¿Quieres que te acompañemos?- Nosotros veníamos precisamente a conocerte pues Kouga me ha hablado tanto de ti.- Sonrió alegremente Sango tomando las manos de la chica como gesto fraternal.
-Eh... claro, me encantaría.
-Yo prefiero quedarme.- Soltó tímidamente Kohaku. A diferencia de su hermana, él era bastante callado y antisociable.
-¿De verdad? Estoy seguro que nos divertiremos en grande Kohaku. Más si estas dos bellezas nos acompañan.- Rió a carcajadas Miroku refiriéndose a Sango y Kagome.
-Sí, estoy seguro.- Dijo nerviosamente el niño.- Así podré avisar a Kouga sobre dónde se encuentra la señorita Kagome.
-Está bien, entonces nos vemos Kohaku.- Se despidió Sango, nuevamente ignorando la actitud tan peculiar del ojiazul.
-Hasta luego.- Musitó con ternura Kagome. Aquel niño le transmitía mucha calma y algo de melancolía.
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-Ya vine.- Avisó el muchacho platinado al tiempo que abría la puerta de su hogar.
-¡Buen día!- Lo saludó felizmente una mujer de cabellera ocre hasta la cintura y enormes ojos del mismo color. La exuberante joven traía puesto un provocativo vestido azul rey y sus rojos labios se curvaba una sonrisa de oreja a oreja.
-Hola Rin.- Inuyasha miró sin interés mayor a la novia de su hermano.
Ésta vivía en la misma mansión que ellos, puesto que estaban a punto de casarse y Sesshomaru continuamente debía hacerse cargo de la casa ya que Inutaisho normalmente se hallaba viajando por negocios, e Inuyasha era demasiado joven para mantener en buen funcionamiento los negocios familiares.
-Inu, desean hablar contigo en el estudio.- Sonrió amistosa dándole un beso en la frente al platinado. La mujer solía tratarle como su hermano pequeño.
-Bien, voy para allá.
Inuyasha pasó de largo a Rin Kurozawa, dejando su mochila sobre la mesita del vestíbulo y dirigiéndose a al respectiva habitación.
El muchacho tocó la puerta respetuosamente antes de entrar, pensando que se trataría de su padre.
-Ah... tú.- Dijo despectivo al ser recibido por una hosca y fría mirada dorada.
-Nuestro padre no se encuentra. Por eso yo estaré a cargo nuevamente.- Soltó desdeñoso, sin intención de saludar a su medio hermano menor. El hecho de ser hijo del mismo hombre que había engendrado a aquel chico, le repugnaba.
Sesshomaru contaba con veintiséis años, de largos y lacios cabellos negros con menudos destellos plateados, amarrados finamente en una coleta, fría y sensual (º�º) mirada ambarina y porte maduro vestido con ropa casual negra, le daba una apariencia elegante e imponente.
-Bien.- El chico se dirigió a la ventana del estudio, mirando los jardines de la mansión, sin ganas de prestarle mayor atención al hombre.- ¿Era eso lo que querías decirme?
-No.- Musitó cortante.- Rin y yo debemos hacer un pequeño viaje a Kyoto para ver lo de la boda, que como sabes, no se efectuará en esta ciudad. Partiremos mañana por la mañana, serán sólo unos días, así que... aunque la idea no me agrada mucho, te quedas a cargo de nuestro hogar. Los negocios de nuestro padre los podré manejar desde allá.
-Entiendo. Yo me haré cargo, de eso no debes preocuparte.- Inuyasha seguía mirando fijamente los jardines. Enfocando su mirada en un arbusto de flores color lila.
-Nunca lo he hecho. Sé que eres un chiquillo irresponsable, pero no puedes ser tan imbécil como para dejar que la mansión sufra algún daño.- Sesshomaru ordenaba varios documentos y los introducía en la gaveta del escritorio de madera donde estaba recargado.
-Qué gracioso.-Exclamó irónico pero sin expresión alguna en el rostro.
-No lo dije para que rieras.- Sesshomaru le miró displicentemente.- Ahora te puedes retirar.
Inuyasha salió de la habitación sin decir palabra alguna, los dos jóvenes con mirada inexpresiva y rostro imperturbable... Un espectáculo realmente gracioso para una Rin que espiaba todo desde la rendija de la puerta.
-Esos dos.- Negó con la cabeza evitando reír.- Aunque lo nieguen se llevan bien.
La muchacha esperó afuera hasta que su futuro cuñado salió, dirigiéndole una mirada enfadada.
-Estaré en el jardín tomando algunas fotografías.- Inuyasha se dirigió al vestíbulo.
-Muy bien.- Rin entró al estudio. Sesshomaru parecía enervado, sentado en el asiento de su escritorio, con sus largos dedos recargando su frente.
-¿Molesto?.- sonrió la muchacha sentándose sobre el escritorio, mirando con un dejo de diversión a su novio, éste le miró de reojo con el ceño fruncido.
-Basta Rin, sabes que no me gusta que te hagas la chistosa. Y bájate del escritorio.- Bramó con mesura levantándose y posándose frente al enorme ventanal, observando cómo era que su medio hermano tomaba fotografías a un arbusto de flores lilas.
-Ese niño.- Rin abrazó el brazo de Sesshomaru observando a Inuyasha. Siempre le ha gustado la naturaleza ¿cierto?
-...
-Supongo que le deben recordar a su madre... creo me dijo se llamaba Izayoi.- Rin se mantuvo algo seria, ahora recargando su cabeza en el hombro del hombre. Sus largos cabellos caían libremente por el pecho de Sesshomaru.
Rin Kurozawa era la única persona además de Inutaisho que podía hablarle de una manera tan confiada a Sesshomaru sin el temor o el enfado de que éste los cortara con una mirada fría o una amenaza dura. Sobre todo que el tema de la ex esposa de su padre le enfurecía de sobremanera.
-Partiremos en una hora.- Musitó tajante separándose de la mujer y saliendo del estudio. Rin suspiró, nunca cambiaría su actuar.
-Sin embargo...- Rin comenzó a trenzar su cabello juguetonamente.- Me encanta que se comporte así.
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-Si no te molesta pasaremos un momento a casa de un amigo.- Sango y Kagome conversaban animosamente en los asientos traseros del coche de Miroku.
-No te preocupes. –Kagome se asomaba continuamente por la ventanilla del vehículo, entretenida pro el paisaje y la plática de sus ahora amigos, Sango y Miroku.
-¡Por cierto Kagome!- Sonrió Miroku mirando a la joven por el espejo retrovisor. Estaba seguro que Sango estaría de acuerdo, puesto que la última hora sólo habían
reído, contándose anécdotas que ni siquiera él conocía de su novia.
-¿Qué sucede?
-¿No quisieras venir con nosotros esta noche a la fiesta de un amigo?
-¿Fiesta?
-¡Cierto! Casi olvidaba decirte.- Se reprochó Sango.- Se trata de Hoyo, un compañero nuestro de la universidad. Será en una discoteca.
-Pues...- Kagome dudó. No estaba segura si lo más acertado era asistir a una fiesta cuando Kouga se hallaba así de decepcionado con ella.- Veré si puedo, en todo caso, yo te hablo por teléfono Sango en la noche.- La joven amarró sus cabellos en una coleta algo mal hecha.
-Perfecto.
-¡Vaya!- Exclamó Miroku al ver a Kagome con ese nuevo peinado.- Pero si eres idéntica a...
-¿Ahh?- Kagome parpadeó confundida.
-Te pareces mucho a una chica que conocemos jeje.- Rió nerviosamente Sango.
-Tal vez se refieran a mi prima... ¿Conocen a Kikyo Higurashi?
-A ella nos referimos.- Sango no parecía asombrada ante el parecido, por el contrario, ya se había hecho una idea, y era que aquel peinado que ahora portaba Kagome, era el usual de la susodicha.
-Pues no le he visto más que un par de veces de niña. Pero todos dicen que somos casi idénticas, bien podríamos ser hermanas gemelas. Locuras en mi opinión.- Sonrió cálidamente para la tranquilidad de los dos presentes.
-Bien, hemos llegado.- Informó Miroku, estacionándose frente a la residencia Shigeru.
-¿A qué hemos venido aquí?- Preguntó al jovencita, mirando con curiosidad y asombrada de que el jardín de esa casa fuera aún más bello que el de Kouga. Kagome siempre había amado todo lo referente a la naturaleza, en su ciudad siempre solía hacer trabajos de jardinería.
-La verdad, queremos presentarte a un amigo.- Confesó Miroku riendo.
Kagome levantó una ceja, en verdad que aquel chico, por agradable que fuera, a simple vista parecía todo un rebelde. Aunque posiblemente se debiera a que su chaqueta de un azul chillante se hallaba un tanto sucia y su cabello, que al igual que Sango pero no en tantas proporciones, se hallara completamente revuelto.
-En ese caso vamos.- Kagome tocó el timbre, no tardando en ser recibidos por un hombrecillo de aspecto mayor. Con mirada malévola pero curiosamente chistoso dando una apariencia, por su falta de cabello, y sus ojos de cierto tono amarillento, a un anfibio...
"En todo caso un sapo" Pensó Kagome asombrada y conteniendo las ganas de jalar una mejilla al hombrecillo que parecía ser el mayordomo.
-¡Hola mi buen Jaken! –Saludó entusiasta el ojiazul.- Hemos venido a ver a Inu-chan.- Miroku le daba un par de palmadas en la espalda al hombre de aspecto arisco y mirada mordaz.
-Está en e jardín.- Soltó con una voz bastante graciosa, abriéndoles paso y cerrando las puertas después de que los tres entraran.- ¿Y quien es esta mujerzuela? – Preguntó refiriéndose a Kagome. Ésta no se mostró ofendida, por el contrario, hacía grandes esfuerzos por no ceder a la carcajada.
Jaken se había hecho fama de no querer dejar entrar a la casa a mujer que fuese atractiva, le molestaba que a su señor Inutaisho o a Sesshomaru le agradara alguna de aquellas muchachas. Inutaisho ya había poseído tres esposas, con las cuales había gozado de un hijo, y las tres habían fallecido... Después Sesshomaru, su favorito desde siempre, se negaba a que éste contrajera matrimonio con Rin, pues le veía como una cualquiera, aunque en el fondo le agradara... pero mucho menos deseaba que se fijara en alguna de las amigas del amo Inuyasha.
-Mi nombre es Kagome Higurashi, mucho gusto.- La chica sonrió con una candidez extrema e hizo una reverencia para el asombro del mayordomo. Inuyasha jamás había sido de amistades tan correctas y decentes. Pero sobre todo, le sorprendía el apellido Higurashi, tendría que tratarse de una prima de la señorita Kikyo, pues no contaba con hermanas.
-Ella es amiga de Kouga Takumi.- Informó Sango mientras seguían al hombrecillo hasta los jardines traseros. –Se quedará por un tiempo en la ciudad. También es prima de Kikyo.
-¡Oh! Ya veo. En ese caso, bienvenida señorita.- Jaken sonrió lo más amable posible, sin grandes resultados pues aquel don no era suyo.- Cualquier cosa llámeme. Estoy seguro se llevará de maravilla con el amo Inuyasha.
Jaken no dudaba, la muchacha que tenía frente a sí, podría poseer la belleza de Kikyo, pero no la misma actitud, pues ésta chica era una persona dulce y amable... todo lo contrario de la prometida del chico de gafas y cabello platinado.
Kagome estaba maravillada con aquel hombre, pues aunque su aspecto grotesco era intimidante, lograba captar perfectamente la gentileza de éste.
"Parece que sólo aparenta ser mal encarado" Kagome rió internamente.
-Bueno, el amo Inuyasha está afuera. Creo que a partir de aquí pueden encontrarlo sin mí.
-¡Claro! Si ni era necesario que nos guiaras Jaken.- Miroku parecía asombrado.- Conocemos el camino, así que intuyo que era para ver si Kagome es "digna" de estar en esta casa.
El ojiazul rió con ganas mientras que Jaken arrugaba el ceño sumamente ofendido. Kagome no prestaba atención a lo que decían, si no que le intrigaba que cada vez que el chico reía (lo cual era bastante seguido) el pequeño dragón que éste llevaba tatuado en el cuello parecía moverse.
Sango negó avergonzada abriendo las puertas de cristal que llevaban al vergel, mientras que Miroku y Kagome miraban alejarse a un enfadado Jaken.
-Inu, ¿Estás aquí?- Sango buscaba con la vista a su amigo. Aquel lugar parecía más que jardín, una verdadera jungla. Inuyasha era un amante empedernido de todo aquello.
-¡Maravilloso!- Gritó extasiada la joven al observar todo el verde follaje y las flores que crecían en aquel lugar.-Jamás había visto nada igual, el jardín de mi hogar no es tan enorme como éste...
-No sabía que te gustara tanto esto.- Observó Sango.- Eres igual a Inuyasha.
-¿Me buscaban?- Inuyasha salía de entre las ramas de un árbol especialmente alto.
Kagome miró con curiosidad al muchacho, intrigada por la agilidad para trepar de éste, y cohibida por su cálida mirada ambarina y sus rebeldes cabellos sobre su piel sudorosa. El chico llevaba un par de gafas sujetas a la camisa con una cámara fotográfica en manos.
-Hola Inu.- Miroku le dio una palmada en la espalda a su mejor amigo.-Sólo pasábamos por aquí, y aprovechamos para que conocieras a la amiga de Kouga.
-Ho-hola...- Inuyasha parpadeó perplejo saludando a Kagome quien le miraba de igual forma, con un suave sonrojo en sus blancas mejillas. No le sorprendía tanto el hecho de que ésta se pareciera en extremo a su novia, si no que la joven que tenía frente a sí, era el ser más hermoso que hubiera visto en toda su vida. Aquella mujer le transmitía demasiada calidez y gentileza, parecía un verdadero ángel con esa sonrisa que ahora se esbozaba tímidamente en sus rojos labios provocando el mayor rubor en su persona que jamás había tenido.
Kagome a su vez, aunque extasiada por el almíbar que emanaban los ojos del muchacho, arrebatada por las hebras plateadas e hipnotizada por sus labios rosas, no dejó los modales a un lado.
-Bu-buenas tardes, mi nombre es Kagome Higurashi- La joven hizo nuevamente una pequeña reverencia.
-Yo soy Inuyasha Shigeru...- Musitó, aquella voz le gustaba mucho...
-Mucho gusto, espero que nos llevemos bien.- Kagome sonrió besando a modo de saludo la enrojecida mejilla del chico.
-¡Yo también!.- Gritó nervioso causando la risa de Kagome, haciendo que éste se sonrojara aún más.
-Creo que sí se llevarán bien.- Murmuró Miroku al oído de su novia, las reacciones de los dos las hubiese notado cualquiera.
Continuará...
Capítulo finalizado el 25 de Diciembre del 2004 a las 10:20 pm. (Mi capítulo navideño! n.n)
:: Escuchando "Breathe no More" de Evanescence:: xD
N/A Buen día gentecita linda! xD Aquí les dejo un capítulo más el cual quiero que tomen como regalo atrasado navideño jiji n.n y que incluso está un poco más largo (ya lo dije, soy experta en capítulos cortos y eso nadie me lo cambia) al igual que aproveché para darle aparición a algunos personajes más. Espero les haya gustado...¿Y qué opinan del encuentro de Inu y Kagome? Espero les haya gustado (pk a mi sí n.nUUU) No saben el trabajo que me dio este capítulo! Así que espero que le haya gustado.
Felicito a mi hermanita Sayi que cumple años!!!!! o te quiero sis!!! Así mismo le mando mis mejores deseos y un fuerte abrazo a mi sis Lucesita Gaby y a mi Luna Lina xD las quiero muchísimo! Espero hayan pasado una buena noche buena O.o un beso también a mi prima Yuzu, y a Claudio nn
Si tienen tiempo, les recomiendo mi fic "De confesiones y Traiciones" que se centra en los sueños de convertirse en pintora de Sango, y en la traición de Inuyasha para con Kagome, dejando de testigo a la castaña, quien no sabe si decirle o no a su mejor amiga, pues si habla, podría perder su estancia en la academia de arte. xD Trabajo mucho en este fic n.n En cuanto a Muñeca de Porcelana y Shingetsu (los que leen mis fics R... Con muñeca pasé los 100 reviews!!!!!! y sólo lleva seis capítulos, mil gracias) necesito algo de tiempo pues ando estancada uu
Muchísimas gracias por sus reviews!!! Han sido muy importantes para mi, sin ellos no podría seguir con este fic que aún me tiene insegura (Y es que aún no tiene la aceptación de los otros ToT!!!!) les pido uno en éste, prometo que trataré agradecer uno por uno en el siguiente capítulo n.n lo mismo que en mis otros fics.
Nos vemos!! Cuídense del frío (que aquí yo me estoy muriendo xDDD) y perdonen mis notas largas, estoy regresando a las andadas jeje. Besos.
IyArI
