Los personajes de Saint Seiya no me pertenecen, son propiedad de Masami Kurumada. Los personajes extras como Melis sí son de mi pertenencia. Disfruten el fic.
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Milo y los Celos
Megera
(Antes de leer este fic les recomiendo primero leer "Lecciones de manejo" ya que así comprenderán más cosas)
*..*..*
- ¡Estoy harta!
- ¡Te juro que son chismes! –dijo al momento de agacharse justo antes que el jarrón de porcelana se rompiera en su cabeza.
En una casa, en la periferia de Rodorio, una hermosa pelirroja ardía de furia contra su novio. Platos, tazas, jarrones, cucharas y cuchillos volaban en dirección al interfecto quien era la razón de su ira.
El hombre, guapo de donde los hubiera, con porte de semi Dios, esquivaba los proyectiles con una agilidad digna de los mejores efectos especiales de Hollywood.
La razón de estar librando tan mortal batalla eran los celos, los celos de su novia. Chismes iban y venia sobre su persona, nada favorables y con buenos fundamentos, dejaban al mancebo en difícil situación para probar su tan aclamada inocencia.
Que sí Ifigenia la de la leche había intercambiado lácteos con él. Que sí Marina la de la fonda le llevaba la comida hasta su casa y tardaba dos horas en volver a pesar de llevar sólo un filete de pescado a la plancha. Que se decía que Malu la esposa joven de don Giorgo, se había vuelto muy devota de Athena a pesar de ser cristiana, y se la veía encaminarse cerca del santuario para rezar. Que Rosita la universitaria española que estaba de servicio social en Rodorio, hacia demasiado servicio social con él.
Pero, todo eran chismes… ¿por qué enfurecer por un chisme? Porque su novio, tenía una fama que lo precedía.
- ¡Largo de mi casa¡
- ¡Deja que te explique!
- ¡Fuera! –de un aventón el joven envuelto en una capa con capucha salió disparado de la casa. ¿Quién era el recién corrido? Nadie lo sabía, la capucha lo dejaba en el anonimato. -¡Y no vuelvas! ¡Esto se terminó! ¡Prostituto!
La puerta se cerró en su nariz.
- Mujeres… ¡¿Quién en este mundo es capaz de comprenderlas?! –dijo elevando sus brazos al cielo y pidiendo una respuesta de los Dioses.
Los Dioses no respondieron… porque tampoco lo sabían.
- ¡Y no soy un prostituto! –le gritó muy ofendido a la puerta ya cerrada para luego dar media vuelta e irse lejos.
El hombre emprendió marcha de vuelta a su casa. Su casa, casi una mansión, era un templo enorme ubicado dentro del sagradísimo santuario de Athena. Escalera tras escalera, subió hasta la octava casa, se despojó de su capa protectora y en su ropa de civil fue a sentarse a su sillón.
¡¿Por qué las mujeres eran tan egoístas?! ¡Los Dioses no iban a crear tanta belleza, tanta masculinidad, sólo para una mujer en especial! ¡Era obvio para él que si los Dioses tenían un propósito para sus bondades físicas, ese era el servir a cuanta belleza requiriera de sus servicios! Y él era un alma caritativa, dispuesto a brindar sus favores a cualquier hermosura que los necesitara.
Que si la del pescado se tardaba tanto en su templo, pues… cómo no invitarla a co… mer… Que si la esposa de Giorgo quería irle a rezar a Athena y de paso hacer libaciones al Santo de Escorpio, ¿quién era él para decirle no?. Que si Ifigenia había intercambiado lácteos con él, bueno ¿qué tenía de malo? Favor con favor se paga. Ella le había regalado litros de leche en varias ocasiones, y él por obligación moral, debía corresponder las cantidades. Y la española ¡Vamos, era una pobre extranjera perdida en Grecia! haciendo una gran labor social, y él debía ser un buen anfitrión y mostrarle las bondades y costumbres de su tierra. La chica era una estudiante de intercambio de la carrera de humanidades, debía hacer servicio social, y ellos habían socializado y él le había prestado sus "servicios"… no tenía nada de malo…
Lo que no sabía era cómo se había enterado Melis, si él era muy discreto. Claro que le había dicho a Melis que ella era su novia oficial. De momento…. y dentro de lo que… viene… siendo la periferia de Rodorio. Quizás olvidó explicarle esos pequeños detalles…
Pero Rodorio tenía varias secciones y un Santo debía de hacer bien su itinerario para atender bien a la población…
- ¡Qué más da! Ahora soy libre de nuevo –se dijo enfurruñado, aunque sabiendo que libertino nunca había dejado de ser.
- Milo. –le llamó una voz conocida.
- ¡Cami! Hola ¿qué haces por aquí? ¿Vienes a tomarte algo? Qué bueno porque necesito platicar.
- No Milo de hecho sólo venía a pedir permiso para pasar por tu casa, tengo un asunto que atender con Mu.
- Oh bueno, cuando termines pásate por mi casa de nuevo, tengo algo que platicar contigo.
- ¿Qué ocurre?
- ¡Melis me terminó! –dijo muy ofendido.
- Ya se había tardado.
- ¡Oye, pero de qué lado estás?
- Milo… lo hablamos cuando regrese ¿sí?
- Esta bien, suerte con… lo que sea que vayas a hacer. ¿Es una misión?
- Más o menos –dijo con una leve, muy leve sonrisa –pero es aquí. Cosas de aprendices. Luego hablamos.
- Ok suerte, me saludas a Mu. Dile que si yo no bajo él no sube.
- Milo… -le dijo con una sonrisa un poco más visible –es el de la primera casa, no la puede abandonar así como así, el pobre es prácticamente el portero del santuario. No tiene santos delante que lo cubran como el resto de nosotros. Si alguien se cuela a Tauro porque él no estaba ahí lo castigan.
- Pero bien que se sube a Tauro a platicar con Alde.
- Porque le queda cerca y alcanza a correr si el Patriarca viene.
- ¡Corremos a la velocidad de la luz!
- Shion también –esta vez sí sonrió.
- Tú ganas.
- Si lo quieres saludar baja tú. Ven conmigo.
- No… ahora no tengo humor… sigo molesto con Melis.
- Ok, lo hablamos cuando vuelva, y yo saludo a Mu de tu parte.
- Gracias.
El asunto de Camus y Mu finalizó cuando ya las estrellas eran brillantes y visibles en el coliseo y luego de despedirse amablemente, Camus inició su asenso preparándose mentalmente para escuchar todo lo que Milo diría para justificarse. Ni siquiera se preguntaba la razón de su ruptura porque seguro sería lo de siempre: celos bien fundados.
Mientras tanto en las playas cercanas a Rodorio…
Una mujer caminaba en la playa desierta con una copa de plata, una botella de vino de uva cabernet, una vianda con frutas, dos velas rojas y una imagen de bronce de una creatura tan grotesca como la Gorgona.
Al encontrar unas rocas lisas de buen tamaño que le sirvieran de altar, comenzó a acomodar todo en su sitio y sacó un pergamino que le había vendido la bruja del pueblo.
- Esta no se quedará así Milo…
Cuando hubo encendido las velas, puso la figura de bronce al centro y la copa rebosante de vino rojo delante de ella junto con la vianda de las mejores frutas frescas. Se cercioró que la disposición de todo estuviera correcta y aspiró profundo, debía reunir valor.
- Ah… bueno… aquí vamos… -la mujer sacó el pergamino y despues de leerlo mentalmente para no equivocarse al hablar, comenzó a recitar.
- ¡Megera, hija de la noche! ¡Oh Diosa vengadora! ¡Erinia que castiga al perjuro que engaña! ¡Tú, justiciera de quienes sufrimos por el fuego de los celos! ¡Acepta mi humilde ofrenda! ¡Hazte presente! ¡Yo Melis Yefanidis te invoco!... ¡Te invoco, te invoco, TE INVOCO!
Al tercer llamado desesperado el aire se tronó violento y el fuego de las velas bailó furiosamente apagándose y dejando a la chica sólo con la luz de las estrellas, el viento tiraba de sus cabellos y sus ropas pero la joven permaneció frente al altar.
De pronto el viento cesó, y una calma infinita se produjo así como un anormal silencio, los grillos no cantaban, hasta las olas del mar parecían haber disminuido su sonido.
Melis entonces se dio cuenta que no estaba sola, una sombra reptaba por los alrededores. Una presencia maligna rondaba cerca de ella. La joven comenzó a temblar pero aun así no se apartó del altar.
Volteaba a izquierda y derecha, hacia atrás, donde parecía ver sombras. Miró a su espalda un rato y un sonido repentino la hizo mirar al frente. Era la copa, había caído pero no se había derramado el vino porque… estaba vacía…
- ¡Pero… cómo…
En ese instante justo detrás de la roca lisa que había usado como altar vio una figura asomarse poco a poco entre las sombras de la noche. Serpientes parecían bailar en su cabeza, y un par de gigantescas alas parecían pegadas a su espalda. La joven estaba paralizada de terror.
Justo ahí las velas se encendieron solas de nuevo revelando a una mujer de torso desnudo y piel roja, con serpientes en lugar de cabellos y de sus ojos totalmente negros, brotaba sangre.
- ¿Me has llamado, Melis Yefanidis?
La voz cavernosa y gruesa del espectro la hizo temblar, quedó muda unos instantes y luego reunió el valor para contestar.
- S-sí
- ¿Qué deseas de mí, mortal?
- Yo… yo… mi-mi señora, pi-pido su ayuda. ¡Me matan los celos, por causa de un hombre pérfido y traicionero!... Jugó conmigo, dijo que yo era la única, pero nunca lo fui. Tiene muy mala fama de mujeriego. Admito mi culpa al querer confiar en él, pero no merecía su engaño ¡No, y la rabia que siento ahora me consume, quiero venganza!... ¡Mi señora! ¡Oh gran furia! ¡Por favor, perdona mi error y hazme justicia!
- Tu error no es de mi incumbencia, pero castigar al perjuro sí.
La joven se animó. La arpía tomó una manzana de la vianda y la mordió, según le había dicho la anciana bruja, si la arpía tomaba el vino significaba que la escucharía, pero si comía una fruta significaba que aceptaba su ofrenda y la vengaría.
- Di su nombre.
- Milo Andreatos, el caballero dorado de la casa de Escorpio.
- ¿Un caballero dorado… dices?
- Sí, sé que es un servidor de la Diosa Athena, ¡pero por favor, ayúdame!
- No importa si sirve a un Dios, mi deber es castigar al traicionero. Bien Melis Yefanidis. Aceptó tu encomienda.
El viento sopló de nuevo cuando la arpía batió sus poderosas alas y una pequeña tormenta de arena se arremolinó sobre Melis cegándola temporalmente. Cuando todo acabó y esta pudo ver de nuevo se percató que estaba completamente sola, los grillos cantaban, el viento soplaba con normalidad, el mar sonaba tan fuerte como lo hacía siempre a la orilla, y las velas que no se apagaron le revelaron que la vianda con frutas ya no estaba. Había aceptado toda su ofrenda y la misión de castigar a Milo.
- Esto te enseñará, ¡Maldito traicionero!... ¡Prostitutooooo! –gritó con mucha rabia.
Templo de Escorpio…
- ¡Aaaaachuuuu!
- Salud –dijo Camus quien venía entrando a la sala de escorpio.
- Ah… gracias. Qué bárbaro, creí que se me saldrían los pulmones. -bromeó el griego.
- ¿Sabes que algunas culturas dicen que eso es señal que alguien está hablando mal de ti? y de ser cierta la leyenda, por la fuerza del estornudo, diría que hablan muy mal.
- Eres una enciclopedia andante. Pero sólo será una leyenda ¿Quién hablaría mal de mí? Todos me aman.
- Sí…
- Y dime ¿Cómo les fue?
- Bien todo salió bien. Mu también te manda saludos y dice que un día que suba, pasará a platicar contigo un rato.
- Bueno, lo recibiré con gusto. Ahora Cami toma asiento, necesito el apoyo moral de mi amigo. –dijo Milo sentándose a la par que su amigo.
- ¿Te terminaron por prostituto?
- ¡No soy un prostituto!
- Todos en el santuario lo dicen. Sobre todo las amazonas.
- ¡Dame nombres! –exigió –pero de hombres… a las chicas no voy a reclamarles nada porque, soy un caballero. ¡Pero a los demás les haré callar, les daré una buena arrastrada en el coliseo!
- Bueno si quieres enfrentar a todos los masculinos de las ordenes de bronce plata y la dorada… como quieras.
- ¡¿Qué, ustedes también?!
- Milo lo que se ve no se pregunta.
- ¡Malos amigos!
- Ya… Dime ¿qué fue ahora? ¿Te vio besando a otra?
- No.
- ¿Te encontró mensajes de tus novias en el celular?
- No.
- Ya sé ¿Te encontró en la cama con otra?
- ¡NO! Pareces más mi juez que mi amigo.
- No estoy juzgándote sólo quiero saber la razón de tu ruptura.
- ¡Chismes!
- ¿Sólo eso?
- Sí.
- ¿De qué tipo?
- Pues… que porque andaba con la de la lechería… y la de la fonda…. Y la casada…y… la española.
- ¿La que se repasó Shura que porque era su paisana?
- ¡Esa misma! –dijo emocionado porque Camus si lo comprendía… o mejor dicho le sabía sus sucios secretos.
- ¿Y qué dijo Melis?
- ¡No dijo! Sólo… ¡Gritó y arrojó cosas! ¡Cosas punzocortantes! ¡Casi me rompe un jarrón en la cabeza, y era de los grandes!
- ¿Y qué esperabas Milo?
- ¡Que al menos me escuchara o me dejara defenderme!
- Dime una cosa Milo, esos chismes, ¿eran sólo chismes? –Milo abría la boca pero Camus habló primero –es retórica Milo. A las cuatro las conocí. ¿Lo olvidas? Te dije que se te iban a juntar. ¿Para qué prometes un noviazgo formal si sabes que no eres capaz de tal cosa?
- Pues es que eso es lo que las mujeres quieren oír.
- Las mujeres quieren oír verdades Milo, no que les endulcen el oído.
- A muchas sí les gusta.
- Pues al parecer Melis no es una de esas. Las pelirrojas son de cuidado Milo, por lo general tienen un carácter fuerte y una mujer despechada es peligrosa.
- Vaaamos Camus… Soy un caballero dorado, ¿qué podría hacerme? Puedo soportar cachetadas y arañazos.
- No me refiero eso Milo, estás subestimando a una mujer enojada.
- ¿Qué más podría hacer? Ya me ofendió, me lanzó cosas, me corrió de su casa y terminó conmigo… ¡Y me llamó prostituto!
- Todos te dicen así.
- ¡No soy un prostituto!
- Pues si ya terminó contigo qué te preocupa, por cómo te conozco seguro estarás celebrando tu soltería.
- No lo niego pero, no tenía que tratarme así.
- Da gracias al cielo que sólo hizo eso.
- Mejor ayúdame a superar mi ruptura.
- ¿Quieres hablar más de eso?
- ¡Noo! Yo digo, vamos a Rodorio a visitar a Katla y Matla –dijo con una sonrisilla bailándole en los labios.
- Ay Milo… según tú quieres superar tu ruptura amorosa y lo primero que quieres hacer es ir con las gemelas que venden sus favores. Para mí que no te dolieron ni los platos que te lanzó.
- Hieres mis sentimientos. Además, Katla y Matla son unos bombones.
- Son unos bombones pero paso, estoy cansado y me voy a mi cama.
- No seas aguafiestas.
- Mañana me levanto temprano y tengo guardia en la noche, así que no gracias. Dile a alguien más que te acompañe. Kanon siempre está dispuesto a esa clase de cosas.
- No, ahora no tengo ganas de salir con Kanon.
- No habías ya superado tus rencillas con él.
- A veces… a veces me cae bien, y a veces no quiero ni hablar con él.
- Eres muy caprichoso Milo…. Pues llévate a Aioria.
- Ya se durmió.
- Entonces quédate en casa.
- No. Anda ven… -rogó.
- No puedo.
- ¿Crees que Mu quiera venir?
- Mu no se presta para esas cosas y también debe estar muy cansado.
- ¿Shaka?
- Tú sí que estás mal Milo. Sería más fácil que te acompañara Shion.
- ¿¡El patriarca también le entra a esto?! –le preguntó emocionado.
- Ay Milo, ni el sarcasmo reconoces… Mira, de paso por Capricornio le diré a Shura si quiere acompañarte. Buenas noches.
Camus salió del templo y de paso le dijo a Shura quien ni tardo ni perezoso bajó a escorpio a acompañar a Milo en su "dolor".
Calles desiertas de Rodorio, madrugada…
Un par de varones vestidos de civiles salían de casa de las gemelas más famosas de Rodorio, se habían gastado sus buenos euros pero vaya que ellas los valían, eran unas maestras en su arte.
Ambos venían con un brazo echado encima del hombro. Caminaron por las calles desiertas hasta llegar al santuario, despues de una amistosa despedida, Shura siguió su camino y Milo se quedó en su templo.
Se dio un baño y salió del baño sólo con la toalla. Dependiendo de la estación, dormía, con una pijama de franela, una pijama holgada de seda, en pura camiseta y calzón, o en Verano… en Verano se podía ver el verano, porque dormía en traje de Adán. Y estando justo en verano puso la toalla en su lugar y saltó muy feliz a su cama. Ya venía cansadito así que no tardó en comenzar a roncar.
A la mañana siguiente, los dorados estaban reunidos frente al Patriarca…
Esta semana estaría muy ocupada para ellos, había mucho que hacer, el mundo los necesitaba. Y en los siguientes días varios partirían a diferentes misiones, así que los que se quedaran debían ocuparse de las guardias y dividirse los quehaceres del santuario ya que varios de plata y bronce partirían también.
- Saga y Kanon, se dirigirán a Chipre. Me congratula saber que su relación mejora más y más, las últimas misiones fueron exitosas, espero que esta no sea la excepción.
Dijo Shion al último par que saldría en misión. En total seis caballeros dorados estarían fuera del Santuario y Siete se quedarían a ayudar y resguardar las casas, ya que aún sin armadura Kanon también era un dorado y ya lo contaban.
- No lo decepcionaremos patriarca –dijo a Saga a nombre de los dos.
- Confió en ustedes muchachos. Bien, para los que se quedan, Milo tú tendrás que tomar las guardias de Saga y Kanon junto con Aldebarán y Shura, además tendrás que… ¿Milo… estás bien? –dijo Shion levantando la vista del pergamino para mirar con preocupación a su muchacho.
Milo tenía los ojos rojos y abiertos de par en par, sus vasitos oculares estaban totalmente rojos, como si no hubiera dormido para nada.
- Dioses Milo… ¿encontraste la droga de Saga? –bromeó el irreverente gemelo menor. Por toda respuesta el gemelo mayor le dio un golpe en el brazo que lo tiró de sentón de su postura arrodillada.
- ¡Oye!... sólo fue una broma.
- Kanon más respeto. Milo, no te ves bien ¿te pasa algo? –preguntó Shion genuinamente preocupado.
- Yo-yo… sí… sí… estoy… bien.
Todos los dorados voltearon a ver a Milo, y la verdad sí se preocuparon.
- ¿Qué no dormiste bicho? Parece que hubieras pasado la noche en mi casa… –dijo Mascara Mortal igual de preocupado.
- No, no yo… es-estoy bien.
Todos se miraron con preocupación.
- Milo…
- Todo bien Mu, sólo dormí poco ayer. Es todo.
- ¿Seguro? –volvió a preguntar Shion.
- Sí señor.
- Bueno, pero si necesitas algo por favor ven a mí, o acude a la fuente -¡No!- mejor ven conmigo, Eriximaco* está de guardia… -dijo Shion angustiado.
Shion terminó de dar las encomiendas y todo mundo se retiró.
Los días comenzaban a pasar y Milo se veía cada vez peor y peor…
Shaka iba subiendo al templo principal a recibir una encomienda cuando al pasar por escorpio se encontró al guardián sentado en el piso y recargado en una columna, ¡su rostro era la viva imagen de la desesperación!... Pero Shaka no lo vio porque traía los ojos cerrados…. Así que sólo pidió permiso de pasar, saludó a Milo y siguió su camino.
Ya de regreso Shaka notó el alterado cosmos de su compañero y fue entonces que lo buscó hasta dar con él, en la columna donde llevaba rato recargado.
- Milo, no te encuentras bien. ¿Puedo ayudarte compañero?
- Shaka… tú… ¿tú qué sabes de… fantasmas… entes… brujería o no sé…maldiciones?
- ¿De qué hablas Milo?
- Hay… algo… en mi templo…no sólo en mi templo. No me deja tranquilo. A donde voy me persigue –la voz del griego temblaba, de pronto tomó a Shaka por la pechera de la armadura y lo zarandeó mortificado -¡Necesito ayuda, tengo miedo! ¡Ayúdame Shaka, ayúdame! ¡Exorcízame o algo!
- Tranquilo Milo por favor –dijo el indio quitando las manos de Milo con gentileza para evitar que lo siguiera zarandeando y luego puso sus manos en sus hombros –Dime qué ocurre, te podré ayudar.
- Es… ¡es que no sé! Tengo visiones de cosas horribles, alucinaciones ¡Me estoy volviendo loco! ¡Mírame –gritó desesperado espantando a Shaka quien abrió los ojos del susto–me parezco a Saga en sus peores tiempos!
En efecto Shaka pudo comprobar que la mirada de Milo estaba tan roja como la sangre. Y es que o se había excedido con algún opiáceo, cosa que no podía ser posible, o sufría una posesión como la de Saga, o algo lo atormentaba al grado de no dejarlo dormir por varios días.
Shaka abrió mucho sus ojos, cosa muy rara, casi como ver sonreír a Camus. El estado de Milo era pésimo. Tenía que llevarlo con su santidad y buscarle solución o en breve Milo estaría cuidando no la casa de escorpio sino la casa de la risa.
- Milo ven –dijo tomándolo de los hombros y haciéndolo levantar –debemos ir con su santidad.
Apoyado en Shaka subieron hasta el templo principal. Shaka explicó a Shion en breve la situación en que había encontrado a Milo. Y luego trataron de indagar más pero el muchacho no hablaba muy claro, sólo decía una sarta de palabras incoherentes y atropelladas, de las cuales Shion y Shaka hilvanaron una explicación. Al parecer algo lo perseguía, intentando volverlo loco, no lo dejaba en paz, pero al preguntarle si sabía una posible razón Milo se daba con pared. El griego estaba frenético, en un ataque de ansiedad, sentado en los escalones del trono, temblaba abrazado a sí mismo, meciéndose, con una mirada que rayaba en la locura.
- Lastima que Afrodita está fuera en misión, conoce mucho de herbolaria, y ya de perdida un te pétalos de rosas diabólicas pondría en paz a Milo.
- ¿Qué no lo matarían?
- Afro es un especialista. Tiene unas rosas que no matan pero sí adormecen. Las usó contra las Saintias en el pasado una vez.
- Podría ir a conseguir algunas a su jardín si gusta su ilustrísima.
- No Shaka sólo él las produce y no sé si tenga algunas de esas plantadas, además es el único que sabe diferenciarlas. Si las escogemos nosotros seguro terminamos matando a Milo.
Shaka miró a su enloquecido compañero y dijo- En su estado… ¿no sería más piadoso?
- Shaka tenemos que sostener una larga charla sobre tu piedad y tus soluciones rápidas.
- ¿Por qué su ilustrísima?
- Desde las primeras peleas de las doce casas hasta la gran guerra santa contra Hades, tu primera opción para mostrar misericordia es matar a un compañero, y no debería ser tu primera opción. De no ser por Athena, Shun de Andrómeda estaría muerto ya que tú creías que no tenía salvación.
- Pero era una opción lógica. Además mi señor la muerte es sólo otro estado de existencia.
- Sí… nos urge a hablar. Por ahora tenemos que tranquilizar a Milo. ¿Qué le daré?
- Lo llevaré a la fuente.
- Eriximaco está de guardia.
- Oh… -hasta Shaka le tenía miedo a ese sanador –entonces… ¿Le quito los sentidos?
- Shaka… ¿No que Buda te habla de la piedad?
- Mucho mi señor.
- Entonces Yo tengo que sostener una severa platica con Buda –dijo molesto. Quién sabe qué cosas le metía en la cabeza Buda a su muchacho. Luego dirigió su magenta mirada a Milo–Mmm tendremos que molestar a nuestra Diosa. Me temo que tenemos un problema con las furias.
- ¿Las furias mi señor?
- Sí.
Shion fue por Athena que descansaba en su recamara y volvió con la Diosa de la sabiduría.
Despues de escuchar la historia Saori quien en este tiempo había estudiado bastante sobre mitología, manejo de santuario, y ritos, y a veces hacia click con el espíritu mismo de Athena que aunque eran la misma a veces no parecía, también estuvo de acuerdo en que se trataba de una furia, una erinia. ¿Pero cuál?
Las erinias eran las tres Diosas vengadoras, hijas de Gea y Urano (aunque un rumor decía que eran fruto de un momento apasionado entre Hades y Perséfone) que se encargaban de perseguir y castigar al malvado. Subían a la Tierra desde las profundidades para castigar el perjurio, los ultrajes contra la sociedad humana, tales como la violación a los ritos de hospitalidad y sobre todo los delitos de sangre.
Eran tres, Tisífone, la vengadora del crimen, Megera, la vengadora de los celos, y Alecto la siempre encolerizada. Eran justas pero despiadadas y no atendían a las circunstancias atenuantes. Atormentaban a los malhechores persiguiéndolos de un lado a otro de la Tierra hasta volverlos locos. Sin embargo ya una vez habían escuchado el pedido de perdón de Athena en tiempos mitológicos, cuando el príncipe Orestes le rogó a la Diosa de la guerra, lo librara de la ira de las arpías.
Quizá podía convencerlas de nuevo tratándose está vez de uno sus caballeros. Pero tenía que saber quién lo perseguía.
Mandó llamar a las tres, quienes ante el llamado de la única Diosa que las había reconocido, acudieron prontas a la cita. Athena descubrió que la perseguidora era Megera, y nada más descubrir cuál de las tres era, no tuvo casi ninguna duda del porqué. Imaginó que alguna o varias de las mujeres con las que Milo solía salir, la habían invocado.
Megera explicó a la Diosa la misión de justicia que cumplía para la mortal Melis, quien había sido engañada en múltiples ocasiones por su coscolino santo, que de santo no tenía nada.
- Escucha Megera, sé que Melis tiene todas las razones como mujer para desear un castigo justo contra Milo. Pero debes tomar en cuenta que Milo no es un mortal común. Es uno de mis caballeros dorados que protegen a la humanidad. Se le ha confiado esta noble tarea y no puede cumplirla en las condiciones en que lo tienes –decía la Diosa sentada en su trono, con la Nike en la mano derecha –Por eso te conmino en mi nombre a que renuncies a la petición de Melis.
- Señora. No puedo, y lo sabe, no puedo renunciar a una misión una vez la he aceptado.
- Pero necesito a mi caballero.
- No me detendré hasta que él hombre haya sido castigado.
- Creo que ya ha sido bastante castigado.
- No.
- Megera ¿deberé entonces ordenarte en nombre de mi padre Zeus?.
- No tendría efecto mi señora, sabe que no estoy forzada a obedecer ni aún en nombre del rey de los Dioses, y no puedo quebrantar mi promesa con la mortal. Pero… por usted mi señora, puedo hacer algo.
- ¿Qué? -preguntó ansiosa esperando que la arpía pudiera darle alguna solución.
- Milo debe ser castigado ya que la ira de Melis aún no se apaga, pero, puedo cambiar su tormento por otro.
- ¿Ca… cambiar su tormento por otro?
- Si no duerme y no tiene paz no puede ser un guerrero eficiente, te comprendo Diosa de la guerra. Milo pagará por su crimen, pero su castigo no interferiría con sus labores como guardián de la humanidad. No lo castigaré con la locura y a partir de esta noche dormirá como un bebé.
- Oh, gracias Megera… gracias por escuchar mi pedido una vez más.
- Es un placer Diosa de la Guerra justa. –La arpía se envolvió en sus alas y desapareció convirtiéndose en una negra niebla.
Mientras Shion y Milo salían de detrás del trono, donde se habían escondido al ver llegar a la mujer de cabellos de serpiente y ojos sangrantes. Shaka había permanecido de pie al lado de Athena, porque con los ojos cerrados, se ahorraba semejante visión, así que, no tenía problemas.
- Asunto arreglado Milo, desde ahora, dormirás como un bebé y tendrás paz de nuevo.
- Gracias mi señora pero… ella… dijo que mi castigo no había terminado.
- Lo sé, pero el hecho de que no vaya a volverte loco de remate, es conseguir mucho viniendo de una erinia.
- Nuestra señora tiene razón Milo.
- No lo sé, aún tengo miedo.
- Puedes quedarte esta noche en una habitación del templo principal –ofreció la Diosa.
- Me parece adecuado –dijo Shion comprendiendo que su muchacho necesitaba dormir.
Milo pasó la noche en el templo principal y como lo había prometido la erinia durmió como bebé. Durmió de tirón los tres siguientes días, sin que nada turbara su sueño. Athena y Shion comprensivos lo dejaron descansar. Al tercer día el muchacho se levantó tan fresco y bello como la mañana.
Agradeció a su Diosa y patriarca y retomó sus deberes en la casa de escorpio.
Todos los dorados que estaban fuera regresaron y las guardias y deberes se normalizaron de nuevo.
Los días transcurrían con tranquilidad hasta volverse semanas. Tanta que Milo pensó que la erinia había dejado su asunto por la paz.
Salón del trono…
Doce dorados se encontraban rodilla al suelo frente al patriarca ya que había nuevas misiones y otros dorados tendrían que partir de nuevo en misión.
- Muchachos esta semana tenemos algunas misiones fuera del santuario, y ya hemos escogido a los indicados para cumplirlas. Tenemos una petición de ayuda del gobierno de Barbados. Reportes de sucesos extraños que han estado azotando a la población, sucesos que se han salido del control de las autoridades, niños, ancianos, hombres y mujeres están desapareciendo bajo extrañas circunstancias, y los videos en las redes no son la excepción con tomas de creaturas bastante extrañas, y por las descripciones de la mayoría de los casos, parece que nos enfrentamos a creaturas procedentes del mundo bajo. Enviamos a un par de caballeros de bronce a investigar y notificaron que se trata de seres mitológicos, sin embargo Jabu y Gechi no pudieron hacer mucho. Y… ya se recuperan en la fuente.
- Vaya inútiles…
- Mascara Mortal ten más respeto por tus compañeros de orden.
- Maestro es la verdad. El unicornio y Gechi nunca han sido famosos por hacer nada bien.
- Sí, sólo son buenos para esparcir chismes malintencionados sobre sus compañeros –apoyó Milo –apoyados en Misty que los deja. Si me hubieran enviado a mí ya hubiera solucionado las cosas
- Que bueno que te ofreces Milo, porque tú, junto con Afrodita, Aioria y Mu, han sido seleccionados para esta misión.
- ¡Sí! –se emocionó Milo, siempre le gustaba que lo mandaran fuera y poder luchar contra el mal, era uno de sus hobbies favoritos, caballero al fin. Además siempre hacía de marinero, dejando un amor en cada puerto.
- Maestro –preguntó Shura -¿Cuatro dorados… no será demasiado?
- Al contrario Shura hemos estudiado las posibilidades y será lo adecuado ya que gracias a los medios de comunicación de hoy en día, ya no podemos mantener casi nada en secreto, las redes sociales y las cámaras de los celulares nos hacen más difícil el trabajo, ya que los videos de Barbados se han vuelto virales, y son tendencia, el mundo tiene sus ojos y reporteros puestos en la isla. Por esa razón la misión deberá ser lo más discreta posible. Deberán viajar en avión hasta Puerto Rico y de ahí tomarán un ferri a Barbados. Actuarán como turistas e investigarán lo más que se pueda, deberán reportarme antes de actuar porque hay algo que no termina de convencerme de esta petición.
- ¿Por qué lo dice su santidad? –preguntó Saga.
- Siento que no nos están diciendo todo Saga. Por esta razón, no vestirán su armadura hasta que sea necesario. Tenemos que investigar si esto es la orden directa de un Dios en cuyo caso trataremos de mediar para evitar romper la paz que tenemos ahora, o si estas creaturas actúan por su cuenta. Cual sea el caso, tienen prohibido atacar hasta no consultarlo con el santuario. ¿Lo han entendido?
- Sí señor –dijeron los cuatro involucrados
- Bien señores, alisten sus maletas, partirán mañana temprano. Mu, por favor –dijo Shion tendiéndole una carpeta al joven quien se levantó para recogerla. –Aquí está su documentación, su pasaporte, y sus boletos. Tendrán identidades falsas y llevan cuatro tarjetas de crédito patrocinadas por nuestra Diosa y las empresas Kido para sus gastos, cada una con un monto acorde a su supuesta profesión. No se excedan, van en misión, no de vacaciones. Tendrán que traer un reporte de gastos.
- ¿Un reporte de gastos?
- Sí Milo, es decir… -Shion suspiró –nuestra señora quiere que le traigan recibo de todo lo que se gaste.
- Que tacaña –murmuró alguien de quien Shion creyó reconocer la voz.
- Mascara Mortal…
- Maestro pero si yo tengo mi boquita cerrada.
- Y que así permanezca. Además tengo una agradable sorpresa el día de hoy. –Shion le sonrió a sus muchachos –Caballeros hoy me complace anunciarles que nuestra Diosa ha conseguido algo muy útil para todos nosotros con su hermano Hefestos. Recordarán que se les pidió entregar sus cajas de Pandora la semana pasada. Pues, aquí las tienen –dijo Shion poniéndose en pie y mostrando doce cadenas doradas con una medalla colgando de cada una, las cuales sostenía en su mano izquierda.
- ¿Eeh? –se escuchó la confusión entre los doce.
- Esta nueva modificación, les permitirá llevar sus armaduras con mucha más discreción que antes. Desde la última batalla en Asgard sus cajas de pandora llamaron demasiado la atención y pusieron en alerta a la gente de Andreas. Y aunque las lleven cubiertas, esa tremenda caja en la espalda siempre termina llamando la atención de toda la gente. Lo mismo les pasa a los de bronce y plata. Y si nos vemos en la obligación de usar los medios de transporte comunes ni se diga… es un gran problema en las aduanas. Por eso esta nueva presentación más ligera y menos llamativa será ideal para las misiones que este mundo moderno nos exige.
- Pero maestro Shion…. Yo… no veo cajas de pandora, sólo veo joyería.
- No mi querido Aldebarán estas son sus nuevas cajas de pandora. Pueden volver a su forma original cuando lo necesiten. Por favor, vengan y tomen la medalla que tenga grabado su respectivo signo zodiacal.
Los jóvenes junto a Dohko confundidos se acercaron y buscaron su signo entre las medallas y uno a uno las fueron tomando.
- Shion, todavía no comprendo –dijo Dohko.
- Tú mi querido amigo, me servirás para dar una demostración. Despréndete de tu armadura por favor.
Dohko lo miró sin comprender y se despojó de su armadura que tomo su forma de Balanza dorada.
- Ahora por favor, toma tu medalla y lánzala al aire pensando en su caja de pandora.
Dohko se encogió de hombros y así lo hizo, y cuando la medalla tocó tierra, un círculo dorado brillo bajo esta, de ahí la medalla se convirtió en luz que se expandió, y como si saliera de otra dimensión, del suelo salió la enorme caja de pandora de Libra.
Todos los caballeros miraban maravillados.
- Ahora ordena a tu armadura volver a su caja.
Con su cosmos Dohko dio la orden y la balanza se desarmó de modo que entró fácilmente en la gran caja de pandora. En cuanto la caja se cerró, esta volvió a brillar convirtiéndose en un pequeño rectángulo plano de luz dorada y despues en el suelo sólo se encontraba una medalla con el símbolo de libra.
Todo mundo miraba sorprendido.
- Ahora Dohko recógela, y repite la acción lánzala al aire mientras invocas tu armadura.
Dohko tomó la medalla y lanzándola al aire gritó con decisión.
- ¡Libra!
El proceso anterior se repitió haciendo reaparecer la enorme caja de pandora mientras de esta salía la armadura y se acoplaba al cuerpo de Dohko de nuevo. Una vez que la armadura estuvo en su sitio la caja de pandora se convirtió de nuevo en el medallón que Dohko fue a recoger con cara de asombro.
- ¡Genial! –expresaron a un tiempo Kanon, Milo, Aioria y Mascara Mortal.
- Sí que será útil –expresó Camus genuinamente sorprendido -¿Cómo lo lograron maestro?
- Argucias divinas Camus, Hefestos tiene secretos bastante interesantes.
Todos se miraron entre sí y sonrieron. Ciertamente esta mejora era más práctica. Siendo los hombres más fuertes sobre la tierra, la pesada caja no era problema para ellos, pero en cuanto al tamaño sí que llegaba a ser estorbosa y llamativa.
- Con esto les será aún más fácil mantener la incógnita, en especial cuando debemos hacernos pasa por simples civiles y usar los medios de transporte comunes.
- Wow, pues vaya que nos servirán. Muchas gracias su ilustrísima.
- Gracias su ilustrísima –secundaron los demás al de Leo.
- Agradezcan a nuestra Diosa muchachos, fue su idea.
- ¡Al fin hace algo… algo –la mirada que le daba Shion le decía que de lo que saliera de su boca dependía su futuro –algo… algo de calor. Esta mañana hacía… demasiado frio….
- ¡Pero si amanecimos a 28 gra –el italiano le tapó la boca a Kanon y sólo sonrió mientras Shion le miraba entornando los ojos.
- Bueno, ahora sólo nos queda repartir las guardias entre los caballeros que se quedan.
- Sí señor –dijeron todos.
Cuando la junta terminó todo mundo bajó a su respectiva casa excepto los cuatro en misión que se quedaron cerca del jardín de piscis a discutir los preparativos.
Afrodita llegó con una jarra de cristal y jugo de naranja para sus compañeros que esperaban sentados bajo la sombra del templo, sentados en unas bonitas bancas de cantera con una mesa del mismo material.
- Gracias Afro. Permíteme yo te ayudo a servir.
- Gracias Mu.
Mientras tanto Milo y Aioria no paraban de ver sus credenciales.
- ¡¿Homero Petasos?! –se quejaba el León.
- ¡¿Hansel Smuck?! –se quejó Milo -¿Qué nombre es ese? –Tomó la hoja donde se informaba de las características de su nueva identidad y sólo la vio por encima pero lo que vio lo escandalizó -¡Además dice que de profesión soy plomero!
- Jajajaja… Milo, casi casi… Chicos no se quejen pudo ser peor. –dijo Afrodita riendo y repartiendo los vasos que había servido Mu.
- Sí, al menos Aioria sigue siendo griego. Ahora resulta que yo soy japonés –dijo Mu con una sonrisa, sentándose a su lado.
- ¿Japonés?
- Mira –dijo mostrando su credencial a sus compañeros, donde por cierto aparecía con lentes en la foto.- Deberé usar este armazón de micas falsas –dijo mostrando unos lentes de armazón delgado violeta.
- ¿Y esa foto?
- Ayer me la tomó nuestra princesa, pero no sabía que la quería para esto.
En la credencial se podían leer los siguientes datos
Nombre: Kouji Kamagawa
Nacionalidad: Japonesa
Edad: 27 años.
- Wow carnerito, hasta más viejo te hicieron –le dijo Aioria con una sonrisa.
- ¿Qué profesión dice tu hoja? –le preguntó Mu al de Leo.
- Mmm… Dice que trabajo en construcción.
- Qué le pasa a la princesa –se quejó Milo –nos puso de obreros. A las mujeres les gustan los hombres con dinero.
- Milo no vamos a buscar mujeres, vamos en misión –lo reprendió el sueco.
- No te esponjes pez globo. Mejor dime –dijo ladino -¿Qué identidad te tocó?
- Pues… -dijo Afro con cara de duda y rascando su cabeza mientras leía la hoja del informe sobre su falsa identidad –Aquí dice que me llamo Roberto Santos, que soy de Puerto Rico y que trabajo como… -Afro se fijó en la profesión marcada y gritó muy ofendido -¡¿Stripper de chippendale?!
Los otros soltaron la carcajada.
- ¡¿Pero qué le pasa a Athena?!
- Pues pensó en darle uso a tu belleza ¿qué más? jajajaja la mujeres dan buenas propinas Afro jajaja. Te la ponen en tu calzón jajajaja.
- ¿Lo dices por experiencia Milo? –siseó Afro con los ojos entornados y cara de pocos amigos.
- Oye no –dijo muy serio –yo no cobro. No soy prostituto.
- Sí eres –dijeron los tres como si nada.
- ¡Que no soy prostituto! ¡Ofrezco mis servicios a todas las damas y no les cobro ni un centavo!
- Milo, eso es ser un prostituto, el que cobra es sexo servidor –se burló el de piscis.
- Pues ahora eres uno –recalcó Milo con burla.
- Bueno es mejor que ser un destapa caños –contraatacó el sueco.
Ahora Milo era el ofendido.
- Bueno pez… Si te molesta, ¡cambiemos de identidad! –le propuso emocionado.
- No se puede Milo, no ves que las credenciales traen foto. La verdad no sé en qué pensaba Athena -dijo Afro viendo con mucha duda su credencial. -¿Chicos… sí tengo tipo latinoamericano?
- Pues… -los tres lo pensaron, no conocían mucho a los latinos.
- A lo mejor sí –dijo Mu.
- Pero Mu, ¿que los latinos no son más bronceados y bajitos?
- Bueno no conozco mucho del tema Aioria, pero no creo, Aldebarán es latinoamericano y aunque sí está bronceado, no tiene nada de bajito.
- Bueno en eso tienes razón… Al menos, asiático tú si pareces Mu–dijo Aioria.
- Aioria, él es asiático, obvio que lo parezca. –dijo Afrodita rodando los ojos.
- Más bien hibrido ¿Cuándo han visto a un japonés con ojos verdes? –les dijo Milo.
- Creo que la señorita no pensó mucho cuando escogió las identidades…. –dijo Mu.
- ¿Y yo… -preguntó Milo con una mueca – les parezco alemán?
- Eh…. Creo –dijo Aioria –que sí deberían cambiar identidades tú y Afrodita…
Afro se burló- Con ese bronceado de cama solar que se carga Milo, creo que sería mejor.
- ¡Oye me no pez, este bronceado es na-tu-ral! Soy un sex symbol orgullosamente natural.
- La que vende Natura dice lo contrario. *
- ¡Pez metiche!
- Sí, sí –dijo dándole el avión –Bueno chicos, hay que preparar bien lo que llevaremos en la maleta –dijo Afro checando algo en su celular y Milo lo interrumpió para seguir fastidiando.
- Tu sólo lleva tangas jajajaja, pero con buen resorte para que no se te salgan los dólares jajajaja
- Me estás acabando la paciencia Milo…
- Milo deja a Afro –intervino Mu –él es más serio, no le hagas esas bromas más propias para Kanon.
- Yo no me quejaría Mu, si Athena me hubiera dado esa profesión me traería de paso un dinerito extra. Pero ni modo, le tocó a Afro. ¡Te vas a hacer millonario picaron!
- ¡Son identidades falsas idiota, no vamos a hacer nada de lo que dice aquí!
- ¿Y sí te toca comprobar tus datos? –le dijo Milo bailando las cejas.
- Claro que no pasará -dijo el sueco volteándole la cara.
- Pero Afrodita tenía un buen punto ¿qué ropa se lleva a Barbados? Hace más calor que en Grecia ¿no? –preguntó Aioria.
- Eso es lo que les iba a comentar antes que este pedazo de bicho me interrumpiera -dijo el sueco tomando de nuevo su celular –Aquí dice que el clima justo ahora en Barbados es bastante caluroso, así que deberemos llevar ropa fresca.
- Ok -dijo Mu anotando en una hoja –ropa fresca.
- ¡Un momento! –dijo Afro asustado –Si soy de Puerto Rico…. ¡¿No se supone que hable muy bien el español?!
Todo mundo se miró con cara de circunstancias.
- Pues –dijo Mu –recuerdo que de pequeños nos enseñaron a los dorados los seis idiomas más útiles del mundo. Recuerdo que el español era uno de ellos.
- ¿Mu tú te acuerdas de esos idiomas? –preguntó el león.
- Eh… pues… el inglés se me da un poco, sí entiendo muy bien el chino, del alemán ni me hablen, algo de francés… Aioria ¿tu recuerdas algo de español?
- Eh… pues… yo… también sólo me acuerdo del inglés y dos o tres palabras que le he oído a Camus de francés. De chino y alemán nada. Y el español ni me acordaba que nos lo habían enseñado… el sexto idioma no sé ni cuál fue… ¿Milo?
- Pues… yo… hablo bien el… griego –dijo bajando la mirada.
- ¡Milo!
- Es que pues, era algo distraído y con los años… la falta de practica…
- ¿Y las clases que te dio Shura de español hace poco?
La nulidad en los ojos de Milo, les dio la respuesta.
- Yo –dijo Afro nervioso –yo sí me acuerdo del español, al menos lo suficiente.
- ¡¿Entonces de qué te apuras?!
- Que se supone que lo pronuncie bien, con modismos y con acento latino, y de eso no sé nada. También recuerdo que cada que lo trataba de hablar me decían que casi no se me entendía. ¡Y eso fue culpa de Shura! No tenía a nadie más para practicar y con el tiempo me enteré que al parecer el acento de los españoles no es muy claro, y súmenle mi propio acento... Aunque lo practiqué un tiempo la verdad no sé qué tanto pude haber mejorado. No creo que pueda pasar por un nativo… ¡¿Un puertorriqueño con acento sueco-griego-español?!
- Pero…. Bueno –dijo Mu viendo el lado positivo –en Puerto Rico sólo haremos escala, y en Barbados se habla…
- ¡Inglés! Yo lo sé porque soy fan de Rihanna –dijo Milo –esa buenota….
- Pero chicos tenemos que comunicarnos al llegar, no podemos pedir un taxi a señas.
- Bueno un taxista no te pedirá pasaporte Afro.
- Pero en la aduana de Puerto Rico sí. Seguro me van a hacer preguntas.
- Pues…. Di que llevas mucho tiempo viviendo en Grecia y que se te olvidó.
- No sé Aioria… Dioses por qué Athena no nos dio identidades más acordes….
- Pues ya estamos en esto y sin tiempo de cambiarlo, salimos mañana. –dijo Mu.
- A ver… Chicos todos digan cuál es su identidad, así podemos investigar más al respecto entre todos –ofreció Afro para que entre todos investigaran y se ayudaran. Aioria tomó su hoja base y comenzó.
- Bien… aquí dice que soy griego, que trabajo como obrero en construcción, tengo 28 años, soy…. ¡¿Divorciado?!
- ¿Y Marin no lo sabe? jajajaja
- ¡Milo! –le riñeron los tres.
- Ya amargados…
- ¿Qué más Aioria?
- Y tengo un hijo que comparto en custodia.
Milo iba a abrir la boca pero ante la mirada de sus compañeros mejor se calló.
- Ahora tú bicho lee –dijo Afro pasándole su hoja de datos.
- Aquí dice que, soy un tipo alemán de 26 años, nada mal, nada mal es buena edad. Trabajo como plomero, soy… ¡Sí, soltero! Eso es buena señal. Además dice que soy… ¡¿Gay?!
Los otros tres se atacaron de la risa mientras Milo hervía de orgullo.
- ¡¿Por queeeeee?! ¡Así no puedo ir de conquista!
- Sí puedes jajajaja sólo con el género adecuado jajajaja. Digo para no salirnos de nuestra identidad jajajaja
- ¡Cierra la boca Aioria o te tiro los colmillos!
- ¡No te enojes bicho jajajaja!
- Diablos… ¿Athena me tendrá mala voluntad?
- Es sólo una falsa identidad Milo…. A menos que te pidan comprobarla –dijo Afro burlándose y devolviéndole sus palabras.
- Si me piden comprobarlo –dijo Milo muy ladino –me voy a tu chippendale a buscarte y te pongo unos dolaritos en el calzón.
A Afro se le borró la sonrisa, mientras Mu y Aioria se reían de los dimes y diretes de ese par.
- Chicos ya –dijo Mu entre risas –no empiecen una batalla de los mil días… Mejor les leo mi hoja de nueva identidad… Aquí dice que soy japonés, que me llamo Kouji, tengo 27 años, qué más… soy programador… –Mu sonrió –Estoy casado con una chica llamada Noriko Abe y tengo dos niñas.
- Oooh carnerito, todo un padre de familia, kiki se va a poner celoso. Preséntale a sus hermanas.
Los tres rieron de buena gana.
- ¿Y tú Afro? Aparte de vender tu cuerpo a las mujeres, ¿qué más haces?
- Milo, vas a amanecer con una rosa piraña bien clavada en el-
- Afro, mejor dinos –pidió amablemente Mu para evitar más roces.
- Bien… -dijo dedicándole una mirada de advertencia a Milo, luego tomó su hoja y dijo –Aparte de llamarme Roberto y ser un… stripper de Puerto Rico, dice que soy soltero, y que… -siguió leyendo –vaya, dice que tengo una residencia en una zona exclusiva de Puerto Rico, según este balance bancario, dice que gano muy bien –dijo extrañado.
- ¡No lo dudo jajaja!
Afro respiró hondo, calma, calma… siguió leyendo para saber la causa de su supuesta cuenta bancaria y dijo secamente –y es todo.
- ¡Momento! ¡No puede ser todo! -Milo le arrebató la hoja y salió corriendo por el jardín mientras leía. Afro ya ni trató de perseguirlo y sólo estampó la cabeza contra la mesa.
- Aquí dice que eres un muy solicitado latin lover. Que la tropa de strippers a la que perteneces hace varias giras al año por Norteamérica, Latinoamérica y parte de Europa. ¡Afro eres un súper star!... Y… ¡¿Nooooo?!... ¡Aquí dice que has grabado dos películas porno! JAJAJAJAJA ¡Roberto contra las amazonas! Y ¡Romeo y sus Julietas!... ¡Hasta pronostar nos saliste JAJAJAJAJAJA!
- Lo odio… de verdad lo odio… déjenme matarlo.
Aioria se carcajeaba y Mu trataba de reír lo más discretamente posible para no acongojar más al sueco pero le era imposible.
- Ay Afro –dijo Mu entre risas- de verdad que Athena te dio la personalidad de Milo.
- ¿Por qué me hace esto? ¿Es porque apoyé a Saga en sus momentos de locura?
- Tal vez –dijo Aioria riendo –quizá quiso vengarse jajaja.
- Mis años de decencia arruinados por su culpa…
Luego que Milo se pudo parar ya que se quedó tirado en el pasto riendo como poseso, se acercó a sus compañeros para seguir afinando detalles.
- Espero que no te hayas orinado en mi jardín –le espetó el sueco no encontrándole la gracia.
- Tranquilo mis esfínteres estuvieron bajo control, aunque sí, casi me orino de la risa jajajaja
- Milo…
- Ok jajaja ya me callo.
- Pues bueno hay que prepararnos, pasaremos un tiempo fuera así que hay que ordenar las maletas a conciencia. –le pidió el carnero a sus compañeros a lo que todos asintieron.
*…*…*…*
De nuevo, por ti Dany, diviértete, ríete mucho y adelante, tu puedes, eres una guerrera.
Escribí esto en 2020 y hasta ahora lo público, porque la verdad ya no lo iba a publicar, sin embargo es por una querida amiga. Se suponía que saliera en el mero cumple de Milo pero tuve que salir de la ciudad por trabajo (cuando no…) y se me pasaron casi los 10 días, bueno aunque tarde, este fanfic es por tu cumple querido Milo Golfo de Escorpio. Sabemos que en el anime se nos muestra seriecito pero ni modo Milo, naciste Escorpión, así que es tu cruz que el fandom te vea como un golfo bien hecho.
Bueno deseo les guste este nuevo fic que aunque es comedia también, entro aquí un poco más con el tema de la familia, y de ver un poco las tensiones que se viven en el santuario. Aunque es comedia tiene un poco de friendship/Family. En los fics de pura comedia trato de evitar las tensiones y fricciones entre los habitantes de las doce casas a nivel familiar/emocional. Pero en este fic "Milo y los celos" sí veremos un poquito de la tensión, la incomprensión, los problemas familiares y el camino que los doraditos deben recorrer para volver a ser un equipo, o más que eso una familia, porque este fic es la puertita, la conexión a mi limbo que quienes tienen años de leerme saben que tengo tres arcos argumentales en mis fics de Sanit Sieya, la comedia y el drama, que difieren mucho entre sí, y el limbo que es la versión que los conecta.
Pero cuando el arco argumental tenga poco o nada que ver entre mis fics de Saint Seiya unos con otros, se los haré saber. De momento este sí tiene sutiles conexiones con los otros tres fics de comedia y ya verán las conexiones que tienen con los de drama quienes los han leído en el pasado, porque no los he vuelto a republicar. No sé si debería… ¿ustedes que opinan? Republiqué Hand of Sorrow y hay otros de esos, pensaba en republicarlos también.
Bueno glosario de Asteriscos.
* Eriximaco es uno de mis personajes, un sanador del santuario y está algo loco, el aparece en varios de mis fanfics pero de los que están publicados, aparece en el fic El pecado de Shura.
* Giño a mi fic "La vida en el Santuario" capitulo uno. La vendedora de natura aparece ahí vendiéndole chunces a Milo.
En la actualidad sé bien que los idiomas más útiles no son el francés y el alemán sino el árabe y el chino (aunque también entra el hindi), pero recuerden que a ellos los criaron hace unas décadas.
Eramaan Viimeinen: Muchas gracias por tus comentarios en Hand of Sorrow me alegro que te haya gustado, mi amiga me comentó que republicara el fic que dio origen a Hand of Sorrow, pero no sé, ¿qué opinas tú que eres fan de Afro?. Creo que lo haré porque le ayudaría a la gente a entender más el otro. Cuéntame que te hace sentir cada cap de este. Sí no te equivocas, de niños fueron una camada de hermanitos eso se ve en otros de los fics que ya no republiqué. Me alegra que tú sí veas claro al personaje. Sí Kurumada dijo eso y no dudo que se hayan quejado pero no tiene que haber diversidad en todo, eso es imponer algo que sería antinatural, sería como obligar a que hubiera una persona de raza X por cada persona de raza T, la tan llamada "diversidad" se volvería un monopolio aburrido y nada diverso. Seria xtxtxtxtxtx Eso no es diversidad es repetitivo, incluso el que en un país haya solo gente de pelo azul mientras que en otro hay de pelos de cinco colores es parte de la diversidad también, cada país es un mundo, cada historia también. Es lo que la generación cristal (de todo se rompen) no puede entender. La diversidad es respetar también que haya gente que piense diferente, que le gusten ciertas cosas y otras no, tratar de imponer algo que porque es lo correcto, es más incorrecto que lo que censuras.
…
Agradezco a las personas que dan favorito y comentan, eso es un signo de educación cultura y gratitud que los autores apreciamos mucho.
# Si te gusta el fic comenta, si lo añades a tus favoritos es porque te gustó, un comentario me ayudaría mucho. Un comentario es una muestra de gratitud, y una muestra de gratitud, es una muestra de educación.
