XDXDXDXDXDXDXD!!!!!!!!!!!!!!
Lady York: no si que estas loka ya me entere en el msn... x cierto ¿¿cómo conseguiste mi dirección???
Yaiza: ¡Hecho! Gracias por el consejo, si no, no habría conseguido el rr de lady York, la loka q ta encima de esta contestación.
ArwenWood se acerca bailando y cantando como una posesa.
-MAEAIIIIIII MAHEUU MAEAOOOOOOO MAEAHAHAAAA.
Arwen Wood hace estúpidos movimientos mientras Draco intenta llevársela fuera del escenario.
-NOMANOMAYEI, NOMANOMAYEI, NOMANOMANOMAYEI!!!! –dice por último antes de desaparecer con Draco (. a saber para hacer el qué... ¬¬ malpensados, ¡¡para hacer el próximo capítulo!!) Ron entra en escena y empieza a interpretar:
(N/A: vale, se me ha ido la olla, ¡¡y qué!! NOMANOMAYEI, NOMANOMAYEI, NOMANOMANOMAYEI!!!!)
CAPI DEDICAO A IRATY!!!!!( gasias x todo guapa!! Q tal de vacaciones?? Eee?? Tuviste ocasión de ponerle el adorno a tu novio en la cabeza?? :P
3º Cap. Amor idiota: yo x él, él x otra.
&&&Ron&&&
Me voy a la sala común, dispuesto a despedazarlo. ¿Cómo ha podido tocarla con sus sucias manos? No... no era eso lo que más le dolía... si no que Hermione se dejara. ¡¿Por qué?! ¿¡Por qué!? ¿Acaso no la he protegido siempre todo cuanto podía, siempre a su lado, siempre ayudando, ¡siempre, siempre!? ¿Qué hizo Dean por ella? ¿Algo más que mirar asqueado a los Slytherins cada vez que la llamaban sangre sucia? ¡Claro que porque él también lo era!
Alguien me piropea llamándome guapo. Busco con la mirada, y veo a Ginny silbándome. Me río. ¡Siempre haciendo el imbécil! Me acerco a ella y ella hace como que se sonroja.
-Vamos, Gin, deja de hacer el gilipollas. –digo recuperando mi mal humor. Ginny me mira como si le hubiera tirado un cubo de agua helada.
-¡Alguien se levantó con el pie izquierdo esta mañana! –canturrea Ginny revolviéndome el pelo. Yo sonrío de medio lado y me limito a encogerme de hombros.
-Mal de amores, quien me gusta está con otro. Los vi. –digo con un tono de voz que deja claro que no voy a decir nada más.
Ginny mira el suelo, pensativa. Lleva unas gafas de sol en el pelo, que está recogido en una larga trenza algo desecha ya. Lleva el uniforme demasiado ajustado para mi gusto, pero no tengo ganas de decirle nada, no estoy de humor, ya pelearé sobre ello más tarde con ella. Lleva brillo en los labios. Otra cosa que pienso discutir. Tiene las pestañas negras, rizadas y largas (claramente maquilladas), otra cosa que discutiré también. Los zapatos que lleva los reconozco por el rabillo del ojo; lleva tres años con ellos, aumentándolos por un hechizo porque su pie ha crecido mucho últimamente, algo de lo que no para de quejarse.
Mientras le observo como va (siempre lo hago, Fred, George y yo siempre la teníamos controlada en eso, no queremos que se pase, pero ahora me he quedado yo solo con la tarea) ella parece haber ideado algo porque chasca los dedos con alegría y una sonrisa.
-Bueno, ya sé que puedes hacer. –me dice tranquilamente. –Tú haz lo que yo te digo y no herirán el orgullo Weasley nunca más. –me dice guiñándome un ojo.
Me inclino y ella me susurra su idea al oído.
Asiento en silencio. No es mala idea.
&&&Lana&&&
Me sequé las lágrimas. Anoche Ron había llorado por Hermione, y, quisiera o no, me dolía, me dolía lo que representaba esas lágrimas.... Ron estaba muy enamorado. Enamorado de Hermione Granger.
Aprieto los dientes con furia contenida. Me relajo, y miro mi pergamino. ¡Tengo que entregar ese trabajo mañana y sólo he escrito mi nombre. Intento concentrarme, pero mi mente viaja hasta el pelirrojo... no puedo más. Ahora no estoy concentrada.
Cojo la revista "Hogwarts girl". Es una revista creada por una ex Ravenclaw, una ex Gryffindor una ex Hufflepuf y otra ex Slytherin. El último año de las cuatro en Hogwarts fue el pasado, y en Junio, al final de las clases, seleccionaron a cuatro chicas más, una de cada casa, para que continuaran con la revista.
Había sido inventada por la ex Hufflepuf, Gryffindor y Ravenclaw, pero para que tuviera éxito también entre las Slytherin, metieron a una de la casa de las serpientes.
La revista tenía un año y medio.
Había sido todo un éxito, era un completo cotilleo sobre Hogwarts, pero también tenía notas de ánimo (cuando una chica estaba pasando un mal momento, padre muerto, madre enferma, etc) las alumnas la ayudaban con notas que pedían a las cuatro representantes de las casas que publicaran en la revista. En las notas ponían frases de ánimo etc. Ponían una sección en que varias alumnas vendían cosas o las intercambiaban; la interesada sólo tenían que hablar con una de las chicas, dependiendo de su casa. Otra sección era sobre el quidditch, los puntos ganados y perdidos, otra sobre belleza y moda que se llevaba en Hogwarts, y otra (la más extensa) sobre chicos. En la última, había listas, (mejor culo, chico más guapo, chico más listo, etc) en las que Draco Malfoy y Harry Potter se llevaban la palma, excepto en la de mejor culo, en la que el pelirrojo ganaba.
Aún había más secciones como música y otra en las que sacaban fotos graciosas (una de cada profe) en las que estaban haciendo el ridículo; Mcgonagall dándose de morros contra una puerta por estar vigilando a unos alumnos, o Sprout bostezando descaradamente sin poner una mano ante la boca.
Pero lo más gracioso de todo, era que los chicos y los profesores no podían leerla gracias unos hechizos, que borraban las letras hasta que la revista cayera en manos femeninas. Cuando alguna chica se apiadaba de ellos y les iba a decir de qué iba o algo, gracias a un hechizo se quedaba muda por media hora, y si lo intentaban decir por escrito, el tintero le estallaba en la cara y la pluma no escribía. Los hechizos los había puesto el mismo Dumbledore, encantado con la idea, sólo son el trato de poder ver cada mes las fotos de los profesores haciendo el ridículo. Había una cada mes, y era un completo éxito.
(N/A: si, esta revista sale en mi otro fic, Años lokos, pero lo puse como si éste fuera la continuación de esa historia unos años más tarde)
Observó varias fotos de un artículo en el que salía Draco Malfoy. Era un chico guapísimo, pero a Lana no lo atraía....
Esos ojos fríos, metálicos, y ese pelo... le daban una sensación de frío que la incomodaba cuando la miraba. En cambio Ron, con su pelo rojo, y sus ojos verdes, le daban todo lo contrario.
¡Ya estaba pensando en Ron de nuevo! Gruñó echándose sobre la cama, derrotada.
&&&Ron&&&
Me dirijo hacia la biblioteca, es algo que hago ya inconscientemente. Lo hago para ver a Hermione a través de los libros, tras un estante, mientras finjo que busco algo. Ella siempre está demasiado concentrada en su tarea como para darse cuenta de que alguien la observa, cosa de lo que me alegro: sólo quiero mirarla en silencio, en secreto.
Hoy también tendré que hacer un trabajo de adivinación que me ha mandado la maldita Trelawney de castigo a mí solito.
Al entrar, paso al lado de Malfoy, que me manda una mirada furibunda y de desprecio. No le hago caso, ¡ese tío no vale más que su padre! Es decir, tanto como la inteligencia de Crabbe.
Voy pensando en mis problemas cuando veo a Hermione, y, rápidamente, me deslizo hacia una estantería. Poso mi mochila apoyándola contra la mesa y cojo cualquier libro de entre los que tengo delante. Por encima de las hojas, observo mi alrededor. La biblioteca parece desierta especialmente hoy, cosa que agradezco un poco. Vigilo a Malfoy, vale, no me puede ver desde donde está, y a la bibliotecaria. En ese momento, esa vieja rata huesuda está muy ocupada colocando unos libros en la otra punta.
Ya por fin, dirijo toda mi atención hacia ella.
Mira con el entrecejo levemente pronunciado lo que acaba de escribir. No parece muy convencida, porque acto seguido coge su varita borra una buena parte de lo que ha escrito suspirando con cansancio. Deposita el pergamino sobre la mesa bostezando ligeramente y frotándose con fuerza los ojos, para, de nuevo y con la pluma firmemente cogida, reemprender el trabajo.
Esta vez no deja de escribir, con su pelo tapando una parte de su cara. Los labios se mueven en silencio, sin articular palabra y "diciendo" lo que escribe, con los labios entreabiertos. Al cabo de una larga hora, va guardando los libros que tenía ante ella, deshaciendo la montaña que formaban conforme iba haciendo la tarea.
Abre el último libro, Transformaciones. Eso significa que acabará en poco tiempo; hacer las tareas de Transformaciones le podía llevar... ¿quince minutos con un vocabulario al nivel de Mcgonagall? Más o menos.
Unos deditos me tapan los ojos, y eso me sobresalta; he estado tan ensimismado mirándola que apenas me he dado cuenta que la miraba demasiado directamente. Sólo espero que quien esté tapándome los ojos no se haya dado cuenta.
-¿Quién soy? –me dice alguien con la voz claramente transformada. Lo que no ha podido pasar desapercibido ha sido el toque femenino.
Me quedo mudo, pensando en mi hermana; suele hacerlo. Cuando voy a abrir la boca para decirlo, capto un olor, y me doy cuenta de quien es. Es un olor dulce y agradable, muy suave, apenas se huele por su suavidad.
-¿Lana?
El gruñido de frustración me dice que he acertado. Sus manos me dejan ver, y me mira con un puchero. La sonrío, y ella baja la mirada hacia mi libro. Yo sigo su mirada.
Es la primera vez que miro el libro que he sostenido durante tanto tiempo, y un grito ahogado sale de mi garganta. Lo que no sale desapercibido son las carcajadas de Lana.
Se suponía que estaba mirando muy interesadamente un libro que sólo trata de rimel, uñas, mechas, y no sé que más cosas. Lana está a punto de llorar de la risa, y miro hacia los lados avergonzado de que alguien también haya visto el libro mientras lo guardo entre los otros de la estantería.
-Ese libro está muy bien, lo leí el año pasado ¿Interesante, no crees? –me pregunta Lana cuando consigue calmarse (es decir, después de haber recibido dos veces la amenaza de Pince de sacarla de la biblioteca.)
Todos se han percatado de nuestra presencia, incluso Hermione. Le dirijo una última mirada mientras cierra la mochila, me mira con una sonrisa y se aleja de la biblioteca con la mochila colgada de un hombro.
-No lo miraba... no me di cuenta de qué trataba el libro. –le digo molesto mientras veo a Hermione salir de la biblioteca sin siquiera darse la vuelta ni un momento.
-Ya lo sé.
El cambio del tono de voz es tal que me coge por sorpresa. Hace un momento, Lana me hablaba riéndose y en broma. Ahora sus palabras son frías y mira el sitio donde estuvo Hermione con profundo asco. Debe tener mal de amores, y al ver a Hermione, y saber que estoy loco por ella, se lo haya recordado. Puede que le esté pasando lo mismo que a mí. En ese momento recuerdo que cuando lloró no me quiso decir porque o quién era.
-¿Ocurre algo? –le digo cogiéndola desprevenida con la esperanza de que cante. Surte efecto.
-Pues... sí. Es que acabo de recordar una cosa que me pasó ayer... me dio mucho asco, y lo acabo de recordar. –se apresura a decirme. –Pero creo que me voy a la sala común. Eli tiene que contarme algo.
Se da la vuelta sin darme tiempo a replicar. Tampoco iba a hacerlo. Ya intenté dos veces que me lo explicara, no voy a decírselo más.
Me siento para hacer el maldito trabajo de Adivinación. Me paso una hora entera haciéndolo, pronto cerrarán la biblioteca, así que me apresuro porque necesito varios libros que hay aquí.
Pince casi me hecha a patadas. ¡Maldito trabajo de adivinación! La mayoría de las cosas está inventada, pero hay una parte que sólo son preguntas de teoría... Me voy a ganar un cero en adivinación... (
Son las nueve, dentro de media hora darán el toque de queda. Estoy subiendo las escaleras de la segunda planta cuando oigo unos gritos. Bajo la escalera y meto la nariz en una puerta entreabierta de donde sale el ruido.
-¿Estás segura? –dice una voz seductora.
Se oyen unos balbuceos incontrolados y unos tartamudeos. El que hizo la pregunta se ríe suavemente. Se oye un suspiro.
Pasan diez segundos, y se oyen unos forcejeos y luego una torta. Abro la puerta y veo a Malfoy palpándose la mejilla confundido. Delante de él está Lana con la boca abierta, como si no se creyera lo que acaba de hacer. La cara de Malfoy pasa rápidamente de la incredulidad a la rabia y la coge por las muñecas. Le murmura algo y la suelta, pero no sé si es porque sí o porque acabo de entrar en la habitación hecho una furia.
Me lanzo sobre el Slytherin rojo de rabia. Lo cojo por sorpresa y le lanzo un puñetazo en su asquerosa cara. Le doy otro en la otra mejilla, pero se recupera tan pronto que cuando le voy a dar el tercero, mi puño se queda en el aire, quieto, cuando un fuerte puñetazo me da en el estómago, obligándome a retorcerme por el dolor. Me pega una patada en plena cara y caigo al suelo.
Cuando se me acerca, noto que estoy sangrando, pero sin pararme, me levanto listo para darle la paliza de su vida, pero me da otro golpe y me tambaleo.
Eso sólo hace que me enfurezca aún más, así que le golpeo y cae al suelo, donde aprovecho para darle unas patadas.
Lana, ya recuperada por el susto, hace un cacho que intenta detenernos, pero su escasa fuerza no nos impide nada. Al final opta por coger la varita y acabamos paralizados, con sólo pudiendo mover los ojos, y mirándonos con furia. ¡Como odio a ese maldito niño malcriado!
Lana me deja libre, y me abraza. Estoy apunto de volver a lanzarme contra ese Slytherin, pero lo dejo estar, está paralizado e indefenso, y aunque la idea es muy atractiva, es para gente de su calaña. Así que opto por abrazar a Lana y mirarla detenidamente.
-¿Estás bien? –le pregunto.
Ella se ríe nerviosamente y asiente, divertida.
-Se supone que soy yo la que debería decirte eso, ¡estás horrible! –me dice tapándome la nariz con un pañuelo. En mi campo de visión se ve vagamente como el pañuelo se torna rojo.
Nos dirigimos hacia la enfermería mientras me cuenta que le ha pasado. Desde la escalera desparaliza a Malfoy y nos metemos en la enfermería.
&&&Lana&&&
-Venga, dime qué pasó. –me dice intentando ser despreocupado, pero en su voz noto un tono de exigencia. Odio tener que contárselo, no me siento a gusto, pero se lo digo.
&&&&FLASHBACK&&&&
-Hola, Vega.
Me doy la vuelta.
-¡Malfoy! –él sonríe.
-¿Podemos hablar? –me dice con una sonrisa. De pronto, está muy amable. Desconfío.
-¿De qué exactamente? –sin querer, en voz hay un tono de amenaza.
Él sólo me mira con las cejas levemente levantadas. Luego se encoge de hombros y me dice despreocupadamente:
-¡Oh! Nada en concreto. Sólo... quiero hablar.
Asiento. Él, complacido, mira hacia los lados en busca de cualquier mirón y entra en un aula, empujándome suavemente dentro.
Se pone a charlar con migo, he de reconocer, que, ahí, solos, puede ser bastante majo. Tengo que hacer un buen esfuerzo para mantenerme seria, esos ojos me tienen hipnotizada, y cuando me doy cuenta, sus labios rozan los míos.
Me aparto dubitativa.
-No Malfoy, no... no quiero nada con tigo. –le digo mirando al suelo para no tropezar con sus ojos.
Vale, antes dije que me parece muy frío, ¡y lo es, demonios, es un Slytherin! Pero aún así, aunque no me guste lo frío que es, no puedo evitar pensar que está buenísimo y que tiene unos ojos para quitar el sueño.
-¿Estás segura? –me dice con una voz muy seductora. No lo puedo evitar; le miro a sus increíbles ojos.
Voy a decirle que sí, que estoy muy segura. Y que me deje ya en paz o le voy a dar tal ostia que se va a acordar de mi madre cada vez que le duela. Pero sólo balbuceo y no se me oye nada, ¡joder, pero porqué tiene que estar tan bueno el cabrón!
Él se ríe suavemente y me empieza a besar el cuello. Un suspiro sale por mi boca, y él me besa. ¡A de más de guapo, besa de cine! Le respondo al beso.
Sí, le respondo a ese beso... y cuando me doy cuenta de porque, me aparto. Bueno, o lo intento, porque el tío no me deja. Unos segundos más, y ya me he apartado y le he dado una pedazo de torta que me ha salido del alma.
Sin embargo, es un Slytherin, y es un Malfoy. ¡Mierda, joder! ¡Este año no vuelvo viva a casa, a sido una torta, pero es capaz de matarme ahí mismo!
Me he quedado con la boca abierta, y el Slytherin me coge por las muñecas, fuertemente.
-Nadie pega a un Malfoy, esta te la voy a devolver. –me suelta, y ambos miramos asustados cómo el motivo que ha hecho que me separara del beso se lanza contra el Slytherin; Ron.
&&&&FIN DEL FLASHBACK&&&&
-¿Y tú que hacías por ahí?
-Me iba a la sala común cuando os oí, me asomé, y lo vi cogiendote por las muñecas.
Asiento en silencio, y, mientras la enfermera aparece y se hace cargo de él, en mi cabeza aparece un estúpido pensamiento de que Ron estaba celoso. Lo desecho al momento. Soy su amiga, y Malfoy su enemigo, es normal que le pegara al ver que me hacía daño.
Salimos de la enfermería, la enfermera le ha detenido la hemorragia, y le ha vendado la muñeca que ha roto. Me acompaña hasta el quinto piso, y él sube por las escaleras, mientras que yo voy por un pasillo de la izquierda. Nos despedimos con la mano y nos vamos a la sala común de cada uno.
Entro en la sala común sin dejar de pensar en una cosa; mientras besaba a Malfoy, pensaba besar los labios de un pelirrojo. Por eso me aparté.
&&&&HOLA!!!!&&&&
Jejeje, que os a parecido??? Ahora mismo se me ha ocurrido una bonita idea, pero no se si ponerla en practica.... bueno, si queréis saber cual es, seguir esta historia! (
Que quede claro una cosa; Ron no atacó a Draco por celos, ni nada de eso. Lo hizo porque Lana es su amiga y Draco la estaba haciendo daño. (os lo digo por si os quedan dudas)
Cris, Ire!!! Mandárme ya el maldito review, coño! Edu, ponte bien ya, por favor. Te quiero mucho hermanín.
Lady York: no si que estas loka ya me entere en el msn... x cierto ¿¿cómo conseguiste mi dirección???
Yaiza: ¡Hecho! Gracias por el consejo, si no, no habría conseguido el rr de lady York, la loka q ta encima de esta contestación.
ArwenWood se acerca bailando y cantando como una posesa.
-MAEAIIIIIII MAHEUU MAEAOOOOOOO MAEAHAHAAAA.
Arwen Wood hace estúpidos movimientos mientras Draco intenta llevársela fuera del escenario.
-NOMANOMAYEI, NOMANOMAYEI, NOMANOMANOMAYEI!!!! –dice por último antes de desaparecer con Draco (. a saber para hacer el qué... ¬¬ malpensados, ¡¡para hacer el próximo capítulo!!) Ron entra en escena y empieza a interpretar:
(N/A: vale, se me ha ido la olla, ¡¡y qué!! NOMANOMAYEI, NOMANOMAYEI, NOMANOMANOMAYEI!!!!)
CAPI DEDICAO A IRATY!!!!!( gasias x todo guapa!! Q tal de vacaciones?? Eee?? Tuviste ocasión de ponerle el adorno a tu novio en la cabeza?? :P
3º Cap. Amor idiota: yo x él, él x otra.
&&&Ron&&&
Me voy a la sala común, dispuesto a despedazarlo. ¿Cómo ha podido tocarla con sus sucias manos? No... no era eso lo que más le dolía... si no que Hermione se dejara. ¡¿Por qué?! ¿¡Por qué!? ¿Acaso no la he protegido siempre todo cuanto podía, siempre a su lado, siempre ayudando, ¡siempre, siempre!? ¿Qué hizo Dean por ella? ¿Algo más que mirar asqueado a los Slytherins cada vez que la llamaban sangre sucia? ¡Claro que porque él también lo era!
Alguien me piropea llamándome guapo. Busco con la mirada, y veo a Ginny silbándome. Me río. ¡Siempre haciendo el imbécil! Me acerco a ella y ella hace como que se sonroja.
-Vamos, Gin, deja de hacer el gilipollas. –digo recuperando mi mal humor. Ginny me mira como si le hubiera tirado un cubo de agua helada.
-¡Alguien se levantó con el pie izquierdo esta mañana! –canturrea Ginny revolviéndome el pelo. Yo sonrío de medio lado y me limito a encogerme de hombros.
-Mal de amores, quien me gusta está con otro. Los vi. –digo con un tono de voz que deja claro que no voy a decir nada más.
Ginny mira el suelo, pensativa. Lleva unas gafas de sol en el pelo, que está recogido en una larga trenza algo desecha ya. Lleva el uniforme demasiado ajustado para mi gusto, pero no tengo ganas de decirle nada, no estoy de humor, ya pelearé sobre ello más tarde con ella. Lleva brillo en los labios. Otra cosa que pienso discutir. Tiene las pestañas negras, rizadas y largas (claramente maquilladas), otra cosa que discutiré también. Los zapatos que lleva los reconozco por el rabillo del ojo; lleva tres años con ellos, aumentándolos por un hechizo porque su pie ha crecido mucho últimamente, algo de lo que no para de quejarse.
Mientras le observo como va (siempre lo hago, Fred, George y yo siempre la teníamos controlada en eso, no queremos que se pase, pero ahora me he quedado yo solo con la tarea) ella parece haber ideado algo porque chasca los dedos con alegría y una sonrisa.
-Bueno, ya sé que puedes hacer. –me dice tranquilamente. –Tú haz lo que yo te digo y no herirán el orgullo Weasley nunca más. –me dice guiñándome un ojo.
Me inclino y ella me susurra su idea al oído.
Asiento en silencio. No es mala idea.
&&&Lana&&&
Me sequé las lágrimas. Anoche Ron había llorado por Hermione, y, quisiera o no, me dolía, me dolía lo que representaba esas lágrimas.... Ron estaba muy enamorado. Enamorado de Hermione Granger.
Aprieto los dientes con furia contenida. Me relajo, y miro mi pergamino. ¡Tengo que entregar ese trabajo mañana y sólo he escrito mi nombre. Intento concentrarme, pero mi mente viaja hasta el pelirrojo... no puedo más. Ahora no estoy concentrada.
Cojo la revista "Hogwarts girl". Es una revista creada por una ex Ravenclaw, una ex Gryffindor una ex Hufflepuf y otra ex Slytherin. El último año de las cuatro en Hogwarts fue el pasado, y en Junio, al final de las clases, seleccionaron a cuatro chicas más, una de cada casa, para que continuaran con la revista.
Había sido inventada por la ex Hufflepuf, Gryffindor y Ravenclaw, pero para que tuviera éxito también entre las Slytherin, metieron a una de la casa de las serpientes.
La revista tenía un año y medio.
Había sido todo un éxito, era un completo cotilleo sobre Hogwarts, pero también tenía notas de ánimo (cuando una chica estaba pasando un mal momento, padre muerto, madre enferma, etc) las alumnas la ayudaban con notas que pedían a las cuatro representantes de las casas que publicaran en la revista. En las notas ponían frases de ánimo etc. Ponían una sección en que varias alumnas vendían cosas o las intercambiaban; la interesada sólo tenían que hablar con una de las chicas, dependiendo de su casa. Otra sección era sobre el quidditch, los puntos ganados y perdidos, otra sobre belleza y moda que se llevaba en Hogwarts, y otra (la más extensa) sobre chicos. En la última, había listas, (mejor culo, chico más guapo, chico más listo, etc) en las que Draco Malfoy y Harry Potter se llevaban la palma, excepto en la de mejor culo, en la que el pelirrojo ganaba.
Aún había más secciones como música y otra en las que sacaban fotos graciosas (una de cada profe) en las que estaban haciendo el ridículo; Mcgonagall dándose de morros contra una puerta por estar vigilando a unos alumnos, o Sprout bostezando descaradamente sin poner una mano ante la boca.
Pero lo más gracioso de todo, era que los chicos y los profesores no podían leerla gracias unos hechizos, que borraban las letras hasta que la revista cayera en manos femeninas. Cuando alguna chica se apiadaba de ellos y les iba a decir de qué iba o algo, gracias a un hechizo se quedaba muda por media hora, y si lo intentaban decir por escrito, el tintero le estallaba en la cara y la pluma no escribía. Los hechizos los había puesto el mismo Dumbledore, encantado con la idea, sólo son el trato de poder ver cada mes las fotos de los profesores haciendo el ridículo. Había una cada mes, y era un completo éxito.
(N/A: si, esta revista sale en mi otro fic, Años lokos, pero lo puse como si éste fuera la continuación de esa historia unos años más tarde)
Observó varias fotos de un artículo en el que salía Draco Malfoy. Era un chico guapísimo, pero a Lana no lo atraía....
Esos ojos fríos, metálicos, y ese pelo... le daban una sensación de frío que la incomodaba cuando la miraba. En cambio Ron, con su pelo rojo, y sus ojos verdes, le daban todo lo contrario.
¡Ya estaba pensando en Ron de nuevo! Gruñó echándose sobre la cama, derrotada.
&&&Ron&&&
Me dirijo hacia la biblioteca, es algo que hago ya inconscientemente. Lo hago para ver a Hermione a través de los libros, tras un estante, mientras finjo que busco algo. Ella siempre está demasiado concentrada en su tarea como para darse cuenta de que alguien la observa, cosa de lo que me alegro: sólo quiero mirarla en silencio, en secreto.
Hoy también tendré que hacer un trabajo de adivinación que me ha mandado la maldita Trelawney de castigo a mí solito.
Al entrar, paso al lado de Malfoy, que me manda una mirada furibunda y de desprecio. No le hago caso, ¡ese tío no vale más que su padre! Es decir, tanto como la inteligencia de Crabbe.
Voy pensando en mis problemas cuando veo a Hermione, y, rápidamente, me deslizo hacia una estantería. Poso mi mochila apoyándola contra la mesa y cojo cualquier libro de entre los que tengo delante. Por encima de las hojas, observo mi alrededor. La biblioteca parece desierta especialmente hoy, cosa que agradezco un poco. Vigilo a Malfoy, vale, no me puede ver desde donde está, y a la bibliotecaria. En ese momento, esa vieja rata huesuda está muy ocupada colocando unos libros en la otra punta.
Ya por fin, dirijo toda mi atención hacia ella.
Mira con el entrecejo levemente pronunciado lo que acaba de escribir. No parece muy convencida, porque acto seguido coge su varita borra una buena parte de lo que ha escrito suspirando con cansancio. Deposita el pergamino sobre la mesa bostezando ligeramente y frotándose con fuerza los ojos, para, de nuevo y con la pluma firmemente cogida, reemprender el trabajo.
Esta vez no deja de escribir, con su pelo tapando una parte de su cara. Los labios se mueven en silencio, sin articular palabra y "diciendo" lo que escribe, con los labios entreabiertos. Al cabo de una larga hora, va guardando los libros que tenía ante ella, deshaciendo la montaña que formaban conforme iba haciendo la tarea.
Abre el último libro, Transformaciones. Eso significa que acabará en poco tiempo; hacer las tareas de Transformaciones le podía llevar... ¿quince minutos con un vocabulario al nivel de Mcgonagall? Más o menos.
Unos deditos me tapan los ojos, y eso me sobresalta; he estado tan ensimismado mirándola que apenas me he dado cuenta que la miraba demasiado directamente. Sólo espero que quien esté tapándome los ojos no se haya dado cuenta.
-¿Quién soy? –me dice alguien con la voz claramente transformada. Lo que no ha podido pasar desapercibido ha sido el toque femenino.
Me quedo mudo, pensando en mi hermana; suele hacerlo. Cuando voy a abrir la boca para decirlo, capto un olor, y me doy cuenta de quien es. Es un olor dulce y agradable, muy suave, apenas se huele por su suavidad.
-¿Lana?
El gruñido de frustración me dice que he acertado. Sus manos me dejan ver, y me mira con un puchero. La sonrío, y ella baja la mirada hacia mi libro. Yo sigo su mirada.
Es la primera vez que miro el libro que he sostenido durante tanto tiempo, y un grito ahogado sale de mi garganta. Lo que no sale desapercibido son las carcajadas de Lana.
Se suponía que estaba mirando muy interesadamente un libro que sólo trata de rimel, uñas, mechas, y no sé que más cosas. Lana está a punto de llorar de la risa, y miro hacia los lados avergonzado de que alguien también haya visto el libro mientras lo guardo entre los otros de la estantería.
-Ese libro está muy bien, lo leí el año pasado ¿Interesante, no crees? –me pregunta Lana cuando consigue calmarse (es decir, después de haber recibido dos veces la amenaza de Pince de sacarla de la biblioteca.)
Todos se han percatado de nuestra presencia, incluso Hermione. Le dirijo una última mirada mientras cierra la mochila, me mira con una sonrisa y se aleja de la biblioteca con la mochila colgada de un hombro.
-No lo miraba... no me di cuenta de qué trataba el libro. –le digo molesto mientras veo a Hermione salir de la biblioteca sin siquiera darse la vuelta ni un momento.
-Ya lo sé.
El cambio del tono de voz es tal que me coge por sorpresa. Hace un momento, Lana me hablaba riéndose y en broma. Ahora sus palabras son frías y mira el sitio donde estuvo Hermione con profundo asco. Debe tener mal de amores, y al ver a Hermione, y saber que estoy loco por ella, se lo haya recordado. Puede que le esté pasando lo mismo que a mí. En ese momento recuerdo que cuando lloró no me quiso decir porque o quién era.
-¿Ocurre algo? –le digo cogiéndola desprevenida con la esperanza de que cante. Surte efecto.
-Pues... sí. Es que acabo de recordar una cosa que me pasó ayer... me dio mucho asco, y lo acabo de recordar. –se apresura a decirme. –Pero creo que me voy a la sala común. Eli tiene que contarme algo.
Se da la vuelta sin darme tiempo a replicar. Tampoco iba a hacerlo. Ya intenté dos veces que me lo explicara, no voy a decírselo más.
Me siento para hacer el maldito trabajo de Adivinación. Me paso una hora entera haciéndolo, pronto cerrarán la biblioteca, así que me apresuro porque necesito varios libros que hay aquí.
Pince casi me hecha a patadas. ¡Maldito trabajo de adivinación! La mayoría de las cosas está inventada, pero hay una parte que sólo son preguntas de teoría... Me voy a ganar un cero en adivinación... (
Son las nueve, dentro de media hora darán el toque de queda. Estoy subiendo las escaleras de la segunda planta cuando oigo unos gritos. Bajo la escalera y meto la nariz en una puerta entreabierta de donde sale el ruido.
-¿Estás segura? –dice una voz seductora.
Se oyen unos balbuceos incontrolados y unos tartamudeos. El que hizo la pregunta se ríe suavemente. Se oye un suspiro.
Pasan diez segundos, y se oyen unos forcejeos y luego una torta. Abro la puerta y veo a Malfoy palpándose la mejilla confundido. Delante de él está Lana con la boca abierta, como si no se creyera lo que acaba de hacer. La cara de Malfoy pasa rápidamente de la incredulidad a la rabia y la coge por las muñecas. Le murmura algo y la suelta, pero no sé si es porque sí o porque acabo de entrar en la habitación hecho una furia.
Me lanzo sobre el Slytherin rojo de rabia. Lo cojo por sorpresa y le lanzo un puñetazo en su asquerosa cara. Le doy otro en la otra mejilla, pero se recupera tan pronto que cuando le voy a dar el tercero, mi puño se queda en el aire, quieto, cuando un fuerte puñetazo me da en el estómago, obligándome a retorcerme por el dolor. Me pega una patada en plena cara y caigo al suelo.
Cuando se me acerca, noto que estoy sangrando, pero sin pararme, me levanto listo para darle la paliza de su vida, pero me da otro golpe y me tambaleo.
Eso sólo hace que me enfurezca aún más, así que le golpeo y cae al suelo, donde aprovecho para darle unas patadas.
Lana, ya recuperada por el susto, hace un cacho que intenta detenernos, pero su escasa fuerza no nos impide nada. Al final opta por coger la varita y acabamos paralizados, con sólo pudiendo mover los ojos, y mirándonos con furia. ¡Como odio a ese maldito niño malcriado!
Lana me deja libre, y me abraza. Estoy apunto de volver a lanzarme contra ese Slytherin, pero lo dejo estar, está paralizado e indefenso, y aunque la idea es muy atractiva, es para gente de su calaña. Así que opto por abrazar a Lana y mirarla detenidamente.
-¿Estás bien? –le pregunto.
Ella se ríe nerviosamente y asiente, divertida.
-Se supone que soy yo la que debería decirte eso, ¡estás horrible! –me dice tapándome la nariz con un pañuelo. En mi campo de visión se ve vagamente como el pañuelo se torna rojo.
Nos dirigimos hacia la enfermería mientras me cuenta que le ha pasado. Desde la escalera desparaliza a Malfoy y nos metemos en la enfermería.
&&&Lana&&&
-Venga, dime qué pasó. –me dice intentando ser despreocupado, pero en su voz noto un tono de exigencia. Odio tener que contárselo, no me siento a gusto, pero se lo digo.
&&&&FLASHBACK&&&&
-Hola, Vega.
Me doy la vuelta.
-¡Malfoy! –él sonríe.
-¿Podemos hablar? –me dice con una sonrisa. De pronto, está muy amable. Desconfío.
-¿De qué exactamente? –sin querer, en voz hay un tono de amenaza.
Él sólo me mira con las cejas levemente levantadas. Luego se encoge de hombros y me dice despreocupadamente:
-¡Oh! Nada en concreto. Sólo... quiero hablar.
Asiento. Él, complacido, mira hacia los lados en busca de cualquier mirón y entra en un aula, empujándome suavemente dentro.
Se pone a charlar con migo, he de reconocer, que, ahí, solos, puede ser bastante majo. Tengo que hacer un buen esfuerzo para mantenerme seria, esos ojos me tienen hipnotizada, y cuando me doy cuenta, sus labios rozan los míos.
Me aparto dubitativa.
-No Malfoy, no... no quiero nada con tigo. –le digo mirando al suelo para no tropezar con sus ojos.
Vale, antes dije que me parece muy frío, ¡y lo es, demonios, es un Slytherin! Pero aún así, aunque no me guste lo frío que es, no puedo evitar pensar que está buenísimo y que tiene unos ojos para quitar el sueño.
-¿Estás segura? –me dice con una voz muy seductora. No lo puedo evitar; le miro a sus increíbles ojos.
Voy a decirle que sí, que estoy muy segura. Y que me deje ya en paz o le voy a dar tal ostia que se va a acordar de mi madre cada vez que le duela. Pero sólo balbuceo y no se me oye nada, ¡joder, pero porqué tiene que estar tan bueno el cabrón!
Él se ríe suavemente y me empieza a besar el cuello. Un suspiro sale por mi boca, y él me besa. ¡A de más de guapo, besa de cine! Le respondo al beso.
Sí, le respondo a ese beso... y cuando me doy cuenta de porque, me aparto. Bueno, o lo intento, porque el tío no me deja. Unos segundos más, y ya me he apartado y le he dado una pedazo de torta que me ha salido del alma.
Sin embargo, es un Slytherin, y es un Malfoy. ¡Mierda, joder! ¡Este año no vuelvo viva a casa, a sido una torta, pero es capaz de matarme ahí mismo!
Me he quedado con la boca abierta, y el Slytherin me coge por las muñecas, fuertemente.
-Nadie pega a un Malfoy, esta te la voy a devolver. –me suelta, y ambos miramos asustados cómo el motivo que ha hecho que me separara del beso se lanza contra el Slytherin; Ron.
&&&&FIN DEL FLASHBACK&&&&
-¿Y tú que hacías por ahí?
-Me iba a la sala común cuando os oí, me asomé, y lo vi cogiendote por las muñecas.
Asiento en silencio, y, mientras la enfermera aparece y se hace cargo de él, en mi cabeza aparece un estúpido pensamiento de que Ron estaba celoso. Lo desecho al momento. Soy su amiga, y Malfoy su enemigo, es normal que le pegara al ver que me hacía daño.
Salimos de la enfermería, la enfermera le ha detenido la hemorragia, y le ha vendado la muñeca que ha roto. Me acompaña hasta el quinto piso, y él sube por las escaleras, mientras que yo voy por un pasillo de la izquierda. Nos despedimos con la mano y nos vamos a la sala común de cada uno.
Entro en la sala común sin dejar de pensar en una cosa; mientras besaba a Malfoy, pensaba besar los labios de un pelirrojo. Por eso me aparté.
&&&&HOLA!!!!&&&&
Jejeje, que os a parecido??? Ahora mismo se me ha ocurrido una bonita idea, pero no se si ponerla en practica.... bueno, si queréis saber cual es, seguir esta historia! (
Que quede claro una cosa; Ron no atacó a Draco por celos, ni nada de eso. Lo hizo porque Lana es su amiga y Draco la estaba haciendo daño. (os lo digo por si os quedan dudas)
Cris, Ire!!! Mandárme ya el maldito review, coño! Edu, ponte bien ya, por favor. Te quiero mucho hermanín.
