NO ES QUE NUNCA MÁS VAYA A VOLVER A VERLOS
Decir que todos los personajes, nombres, lugares, y en general TODO es de J.K.Rowling, a las editoriales, o a quien sea, y que no gano dinero con esto, que lo hago por diversión. Si algo en mi fic se parece al de otras personas que me lo digan porque puede ser que se me haya quedado la idea en el inconsciente, y tenga alguna similitud sin que esa sea mi intención.
- Sí, fue terrible - continuo Luna con desenvoltura - A veces todavía me pongo muy triste cuando pienso en ella. Pero me queda mi padre. Además, no es que nunca más vaya a volver a ver a mi madre, ¿no?
- ¿Ah, no? - dijo Harry, desconcertado.
Luna movió la cabeza, incrédula.
- Vamos, Harry. Tú también los oíste, detrás del velo, ¿no?
- ¿Te refieres…?
Harry y Luna se miraron. Una débil sonrisa asomaba por los labios de Luna. Harry no sabía qué decir ni qué pensar; Luna creía en tantas cosas extraordinarias… Y, sin embargo, él también estaba seguro de haber oído voces al otro lado del velo.
Harry Potter y la Orden del Fénix
1 - DE LA SELECCIÓN (o de cómo chantajear al sombrero seleccionador)
Habían llegado al castillo y todos se sorprendieron de ver semejante arquitectura. Era una fortaleza medieval que se alzaba imperturbable sobre el lago, con sus torreones y sus vidrieras.
Los cuatro niños llegaron completamente empapados y el frío se colaba a través de la ropa, el baño a media noche no les había sentado muy bien.
- ¡Es enorme! - decía Race maravillándose con la vista.
- ¡Tengo frío! - decía Patch Priswedon tiritando.
- ¡Tengo ganas de ver la biblioteca! - decía Hypatie emocionada.
- ¡Tengo ganas de ir a dormir calentito! - se quejó Halen.
Todos los niños de primero seguían al profesor Gil Lovelovy, iban admirando el castillo y sus terrenos, mientras el profesor Lovelovy les contaba las historias del castillo ( a cada cual más fantástica), todos menos uno, Halen ya había estado allí (no hay que olvidar que su abuela es la directora) y había corrido por esos terrenos que ahora pisaban, había volado por dentro del castillo (incitado por su hermano) y había nadado por el lago a la luz del día cuando apenas había aprendido a andar.
Del grupo ellos iban los primeros, ya que eran más de 90 (Halen no sabía seguro cuantos eran, había intentado contarlos, pero siempre se despistaba cuando llegaba a los 70) y el profesor iba el ultimo vigilando a los rezagados y explicándoles la historia de cuando venció a un vampiro que rondaba por el bosque prohibido.
El profesor los dejo en el vestíbulo, mientras iba a arreglarse el cabello que se había despeinado por tener que sacar a esos cuatro inútiles del lago, y protegerlos de los calamares gigantes, y allí esperaban los más de 90 niños a que alguien les dijera que tenían que hacer.
- ¿Qué creéis que nos harán hacer? - pregunto un niño bastante mono mientras temblaba - ¿Alguien sabe como nos seleccionaran?
Un zumbido de voces se escucho dentro del Gran Comedor y todos los alumnos que estaban allí sonrieron (los Slytherins procuraban aparentar indiferencia) al saber que los pequeños estaban nerviosos.
Ni siquiera Halen sabia lo que habían de hacer, sus padres y sus abuelos se negaban a decirle nada, y sus hermano y su primo Shae decían que se había de enfrentar a un boggart si quería entrar en Gryffindor. Era por eso que se había pasado todo el verano practicando el "Ridikulus" con ayuda de Hypatie con el boggart que habían encontrado en el sótano.
Las puertas se abrieron y dejaron ver a un viejecito con la cara bonachona por donde le caía el cabello grisáceo. Lo más extraño era su gorro dorado y su túnica roja, se veía perfectamente a que casa apoyaba.
- Síganme -dijo
Y los hizo pasar a una habitación bastante grande, aunque con los que eran se iba a quedar pequeña. Y se quedo. Así que tuvo que emplear algún hechizo y la habitación se agrando dejándolos a todos dentro.
- Bienvenidos a Hogwarts - les dijo sonriéndoles - El banquete de comienzo de año se celebrara dentro de poco, pero antes de que ocupéis vuestros lugares en el Gran Comedor, y comer hasta no podré más, deberéis ser seleccionados para vuestras casas. La Selección es una ceremonia muy importante porque, mientras estéis aquí, vuestras casas serán como vuestra familia en Hogwarts. Tendréis clases con el resto de la casa que os toque, dormiréis en los dormitorios de vuestras casas y pasaréis el tiempo libre en la Sala común de la casa.
- Menuda discriminación - les dijo Hypatie bajito, pero al parecer el profesor lo escucho y les sonrió.
- Las cuatro casas se llaman Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw, y Slytherin. Cada casa tiene su propia noble historia y cada una ha producido notables brujas y magos. Mientras estéis en Hogwarts, vuestros triunfos conseguirán que las casas ganen puntos, mientras que cualquier infracción de las reglas hará que los pierdan. Al finalizar el año, la casa que obtenga más puntos será premiada con la Copa de la Casa, un gran honor. Espero que todos vosotros seréis un orgullo para la casa que os toque.
- Lo más importante es la Copa de Quidditch - dijo el niño mono (N/A: de bonito, no mono-animal)
- La Ceremonia de Selección tendrá lugar ahora, frente al resto del colegio. Os sugiero que no estéis muy nerviosos, no vayáis a tropezar. Venga pasad. - todos los alumnos fueron pasando por las ahora puertas abiertas que les llevaban al Gran Comedor - Halen, buena suerte - le dijo su abuelo bajito.
Porque aquel anciano era el abuelo de Halen, Avshalom Durward Potter, marido de la directora, profesor de transformaciones y jefe de la Casa Gryffindor. Y un adicto a los chicles de limón.
Entraban todos en fila admirando sobretodo el techo del Gran Comedor, "Es un hechizo ilusorio para que parezca el cielo de afuera, lo leí en Historia de Hogwarts" decía Hypatie a Race y a Patch. Entonces Halen miro a la mesa de los profesores y vio a su abuela sentada en una majestuosa silla, a simple vista se veía una mujer severa, pero también tenia un buen corazón, y entonces le sonrió a su abuela.
Entonces el abuelo Potter trajo un taburete de siete patas, y encima puso un sombrero puntiagudo de mago muy viejo y sucio, muy sucio, tanto que ya no se distinguía el color que había debajo. Entonces el sombrero se movió, se rasgo y se puso a cantar:
Hace mucho más de mil años que me construyeron,
para clasificar en la selección,
cuando esta escuela empezaba a funcionar,
ahora a vosotros debo clasificar.
Helga idolatraba la justicia,
Salazar demandaba la astucia,
Godric recogía a los más valientes,
Rowena quería inteligentes.
En Hufflepuff estaréis los leales
seréis personas de lo más amables,
amarillo y negro colores que amareis,
los tejones de amistosos pecareis.
A Slytherin iréis los astutos,
vosotros seréis los más vengativos,
esmeralda y plateado vuestros colores,
las serpientes tendréis juergas a montones.
En Gryffindor acabaréis los osados,
de gran temple seréis todos vosotros,
dorado y escarlata para incumplir normas,
los leones no escaparan ni huirán jamás.
Ravenclaw acogerá a los inteligentes,
debéis ser los mejores estudiantes,
azul y bronce para amar a los libros,
las águilas a juicio de silenciosos.
- Ahora os llamaré uno a uno, y os iréis colocando el sombrero: Digby, Cedar - y el niño mono se adelanto.
- ¡HUFFLEPUFF!
…
- Griemburg, Hypatie - y ella subió claramente nerviosa - ¡RAVENCLAW!
…
- las Gemelas Patffel - una a RAVENCLAW y la otra a HUFFLEPUFF
- Prawytt, Halen
Se puso el sombrero y este le venia tan grande que le tapaba los ojos y no le dejaba ver.
- Interesante - dijo una vocecita en su oído - valor tienes, ganas de saber también, muchas ganas de probarte veo, los retos te gustan, difícil es decidir una casa para ti.
- En Gryffindor
- ¿Estas seguro? Tienes muchas cualidades que se precian entre los Slytherins, muchísimas, y alguna de lo más curiosa.
- Quiero ir a Gryffindor, o creo que aparecerá mañana un trapo hablante para el conserje.
- Veo que lo tienes muy claro, y aunque Slytherin sería quizás la opción más correcta, mejor que seas ¡GRYFFINDOR!
Y la mesa dorada y roja se puso a aplaudir y él fue corriendo a sentarse junto a su hermano. Mientras se dirigía allí su corbata negra se volvió de los colores de su casa, y su escudo de Hogwarts se volvió el escudo de Gryffindor. Y Patch Priswedown se dirigía a su nueva casa Slytherin.
- Bienvenido Pequeñajo - le dijo Judah mientras le revolvía el pelo - espero que te guste nuestro regalo.
- Lo mismo opino - dijo Shae y apuntando a Halen con la varita dijo - Venustas - y su cabello se volvió rubio y rizado.
- Visto así pareces Danaide Letterbumm - dijo Judah echándose a reír.
- ¡Prawytt! - dijo Lissy que estaba en la mesa de al lado - deja de molestar a tu hermano, que gracias a Merlín no es como tu - y dirigiéndose al pequeño - me hubiera gustado que estuviera en Ravenclaw, Hal.
- ¡Evelyn! Que es un menor, no puedes ir acosándolo así, aunque si quieres a mi me encantaría.
- ¿Evelyn? - pregunto Halen.
- Es mi segundo nombre: Lizbeth Evelyn Weasley, y tú hermanito se ha tomado la libertad de llamarme así, por cierto ¿Por qué estas mojado?
- Es que me caí en el lago
- ¡Bien hecho! - evidentemente esto no fue dicho por Lissy.
- ¡Halen! Yo también estoy aquí - dijo Race sentándose a su lado junto con dos nuevos Gryffindors más, los Gemelos Watterhouse.
Y entonces Halen presento a su nuevo amigo Race a su hermano y a su primo, y la mejor amiga de estos Réene Juliet Luther, una chica muy dulce, con unos preciosos ojos dorados, pero a pesar de eso y de ser muy estudiosa era mejor no estar con ella los días que se levantaba de mala luna, sino que se lo preguntaran a las sillas de la sala común.
- ¿Sabéis que? He oído que los elfos domésticos han hecho pudín de Chocolate - decía Réene contenta.
Después de oír el discurso de la directora, y de sus advertencias hacia salir de noche y sobre la vigilancia del conserje Dud Di, seguían a los prefectos hacia la Sala Común de Gryffindor y hacia los dormitorios. Bajaban y subían escaleras, y finalmente los 23 niños (esta vez Halen si que los había contado) llegaron a un pasillo en el que había el retrato de una Señora Gorda.
- Esta es la entrada - decía Abbey Jonny, prefecta femenina de sexto y capitana del equipo de Quidditch - la contraseña de esta semana es "Phoenix Llorón" - y entonces el retrato se aparto para dejarlos pasar, y una vez dentro continuo - las contraseñas se cambian cada jueves a las cinco de la madrugada, los dormitorios de los…
-¡¡¡AHHH!!!
Y todo el mundo se giro para ver quien había gritado, era una niña que estaba siendo acosada por una silla, mientras que las otras sillas parecían reírse de la escena y entonces un butacón se acerco y las espanto a todas, y ayudo (de la manera que las butacas pueden ayudar) a la niña a levantarse. Poco a poco el cabello blanco de la niña se fue volviendo negro a la vez que se recuperaba del susto.
- Te dije que te habías pasado Réene - decía Shae mientras entraban en la Sala Común junto con Judah, y sonreía a la pequeña que se sonrojo.
- No hubiera pasado si no me hubieras retado Shae Blaze Potter - se defendía la chica.
- Lección nº1: nunca os acerquéis demasiado a este trío - dijo Abbey y 22 caritas asintieron - ellos significan problemas y muchísimos puntos menos.
- Que luego hábilmente nos encargamos de recuperar
- Y doblar.
- Rectifico: no os acerquéis en absoluto, desde que llegaron son la pesadilla de Gryffindor.
- ¿Tienes intención de separarme de mi hermano? - dijo Judah y vio como los prefectos palidecían.
- ¿Otro merodeador? - agonizo Abbey.
Nadie sabía de donde ese grupo había sacado el nombre, pero era muy adecuado, ya que era rara la semana en que no estaban metidos en algún castigo, la mayoría por merodear de noche.
Las habitaciones eran de cuatro personas, y Halen tuvo una alegría cuando vio que estaba en la misma que Race, los otros dos eran los gemelos Watterhouse quienes al parecer habían comenzado a idolatrar a los merodeadores desde que habían visto que las sillas tenían vida (para disgusto de Nydia Tomfert que resulto ser una metamorfomaga sin control de sus cambios)
- ¡Me pido la cama de la ventana esa! - dijo G Watterhouse
- ¡La quería yo! - dijo Fox tirándose sobre ella.
- ¡Sal de aquí! - dijo su gemelo dándole con la almohada.
- ¡No quiero! - dijo cogiendo otra almohada.
- ¿Cuál prefieres tu? - le pregunto Race que se notaba que estaba cansado, ignorando a los otros dos.
- Esta - dijo mirando por la ventana - se ve el campo de Quidditch.
- ¡¿QUÉ?! - gritaron a la vez los gemelos.
Y después de una nueva batalla de almohadas todos se fueron a dormir entre risas y mucho sueño. Había sido un día duro, pero ahora ya estaban en Hogwarts.
¡Ya he acabado este segundo capitulo! Ha ver si recibo algún review… aunque comienzo a pensar que es tan estupido que nadie se lo va a leer, así que POR FAVOR, LO SUPLICO, ME PONGO DE RODILLAS, SI ALGUIEN SE LO HA LEIDO QUE ME DEJE UN REVIEW…
después de dejar mi orgullo de lado y suplicar reviews sólo me queda despedirme e irme a dormir… Bye, Bye
