Capitulo 10: In the shadows.
-Entonces tuviste que resolver un acertijo y demostrar tu valor liberando más que con tu propia fuerza a Ares-Azami tenía los ojos brillándole de emoción y sus labios temblaron ligeramente al hablar¡Oh Hana, eres un chico maravilloso-exclamó con admiración.
Su comentario tuvo la virtud de sonrojar al niño.
-No es para tanto Azami-dijo azorado-Sólo hice lo que tenía que hacer.
La niña iba argumentar algo cuando vieron la figura sonriente de Horo Horo acercarse a ellos, la "hora de visita" había concluido. Ambos niños se despidieron con una sonrisa, concretando una cita para el día siguiente y con la promesa de charlar un poco entre las horas de clase.
-Te toca a ti contarme algunas cosas ¿eh-Hana le guiño un ojo para después verla alejarse y él salir corriendo rumbo a su casa.
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Era la hora de la comida en la planta petrolera de Yokohama e Yoh Asakura se dirigía al departamento de Razan Morioka a pasar un rato con él y ayudarlo a cocinar.
Desde su encuentro en el ascensor hace tres días ambos hombres habían logrado fraternizar y se veían durante casi todo el día. El joven Asakura sentía un poco de pena hacía ese hombre que había sido abandonado por una mala esposa y que se había llevado con ella a su única hija, por eso decidió brindarle su amistad entre otras cosas también porque él se sentía solo y un tanto fuera de lugar. La llegada del fin de semana se le hacía eterna, aunque solo faltara día y medio para ello.
Tocó el timbre de la puerta y casi al instante la sonrisa de Razan apareció en el umbral de la puerta y lo invitó a pasar. Yoh recorrió con la mirada el lugar, era la primera vez que él asistía al departamento de su amigo, las veces anteriores habían comido en el suyo.
Era un espacio mediano pero lujosamente amueblado, constaba de una amplia sala, un lujoso comedor, una cocina espaciosa y una recamara lo suficientemente grande, esto impresiono al shaman, por lo regular los departamentos de solteros eran pequeños y con lo mínimo necesario. No sabía que Razan trabajara en un puesto alto. Prefirió ignorarlo y se dispuso a curiosear mientras su amigo se empeñaba en preparar la pasta. Una enorme fotografía que ocupaba la mayor parte de la pared de la sala llamó su atención, se acercó a ella y la examino: aparecía Razan vistiendo un elegante traje gris, no sonreía pero su mirada brillaba singularmente, a su lado una mujer alta con cabello castaño y rizado lucía un precioso vestido azul marino, era hermosa pero su mirada reflejaba tristeza y por ultimo fijo su vista en una niña, la pequeña estaba sentada en uno de los sillones y sonreía feliz, sus cabellos eran negros y sus ojos verdes y expresivos, esa niña se le hizo extrañamente familiar a Yoh.
Buscaba en su memoria cuando lo sobresalto la voz de Razan.
-Es mi hija, se llama Azami-explicó-A que es muy linda.
-Sí, muy linda-murmuro el shaman-Se parece mucho a ti.
Razan sonrió antes de explicar.
-Poco después de ser tomada esta fotografía ellas desaparecieron-en la voz del joven había tristeza-En fin, no recordemos cosas tristes, pasemos a la mesa.
Yoh asintió con la cabeza y ambos tomaron asiento en la mesa.
Terminando de comer, pasaron a la sala a beber un poco de sake y en el caso de Razan fumar un cigarrillo y porque no, charlar un poco.
-Ya te he contado casi toda mi vida Razan, pero tu no me has hablado mucho de la tuya-se quejó en broma el joven shaman.
¿Y que quieres saber-preguntó un tanto a la defensiva y mirándolo con susceptibilidad.
-No lo sé, tal vez podrías contarme como conociste a tu esposa-Yoh sabía que había puesto su dedo en una llaga dolorosa-Lo lamento-se disculpo-No debí preguntar eso.
Razan hizo una mueca de desagrado y luego miró a Yoh a los ojos.
-Tienes razón amigo, tu me has hablado mucho de ti y yo nada de mí, puesto que hablar de mi esposa y mi hija son algo de lo que no puedo rehuir te contare-esbozo una extraña sonrisa que desconcertó a Yoh-Tal vez hasta me sirva de terapia-dio un suspiro y fumo un poco-Yo no tuve tu suerte Yoh-prosiguió-Yo a mi esposa me la tuve que ganar, nadie me la puso en bandeja de plata.
Yoh arrugó el ceño, aquel comentario no le hizo mucha gracia, si Razan creía que no se había ganado a Anna estaba muy equivocado, pero obviamente esa cuestión jamás se molestaría en aclarársela. Eso implicaría hablarle sobre su posición como shaman y no deseaba hacerlo, así que permaneció en silencio y se dedicó a escuchar a su amigo.
-Yo estudiaba la preparatoria cuando conocí a Naoki, desde que la vi por primera vez me enamoré de ella-Razan parecía hablar más consigo mismo que con Yoh-Y no cabe duda que ella de mí-arqueo una ceja con orgullosa arrogancia- pero ese maldito extranjero-expresó con rencor-vino a llenarle la cabeza de cosas absurdas, sin embargo ella me escogió a mí, era natural, yo era mejor partido que ese chino de pacotilla que había venido de intercambio.
-A eso te refieres con ganártela¿se la arrebataste a un forastero-el shaman lo contemplaba incrédulo, ahora comprendía que su amigo veía a su mujer como un preciado premio.
-En parte Yoh-esbozo una pequeña sonrisa al percatarse de lo que pensaba el shaman, así que intentó arreglar un poco las cosas- al tener el favor de Naoki me eche de enemigo a ese extranjero-rascó su barbilla-Había rumores de que ese chico provenía de una gran dinastía en la que todos los integrantes eran asesinos.
Los ojos negros de Yoh temblaron.
¿Y cual era el nombre de ese extranjero-pregunto anhelante, sospechaba algo y quería aclararlo de forma casual.
-No lo recuerdo-contesto llanamente su interlocutor-En cuanto se regresó a su país, mi esposa y yo nos olvidamos de él, o por lo menos eso suponía.
¿A que te refieres-cuestiono con curiosidad.
-A que ese extranjero fue él que las ayudo a escapar-la voz de Razan sonó áspera y su cigarrillo encontró la muerte en el frío cristal del cenicero.
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Corría el año de 2001, tenía solamente 15 años y asistía a la preparatoria más prestigiosa del país, gracias a una beca otorgada por el estado, de otro modo Naoki Ko no hubiera tenido posibilidades de costearse una educación media superior.
Provenía de una familia humilde, su padre era campesino y su madre costurera, era la menor de tres hermanas y la única con un brillante porvenir. Su padre siempre la considero hermosa: su escultural figura, su largo cabello rizado, su piel bronceada y sus ojos color miel la hacían ser una joven de lo más deseada por el genero masculino, sin embargo, ella se reservaba al estudio y los hombres no representaban más que un obstáculo para sobresalir.
Pero todo cambio cuando entro al colegio Tabuchi, entonces las hormonas le causaron serios problemas.
Fue en esta preparatoria donde conoció a Razan Morioka y sus ojos verdes causaron estragos en su interior. Razan era el chico más atractivo y popular de todo el colegio y las posibilidades que ese chico se fijara en ella eran una en un millón, pero un chico extranjero le devolvió la confianza en si misma y se convirtió en su mejor amigo.
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-No es genial, solo falta un día para la llegada de papá-expresaba con animo el pequeño Hana mientras picaba entusiasmado una zanahoria.
Anna sonrió débilmente y se llevó a la boca un pedazo de pescado frito.
-Ni creas que se te levantara el castigo jovencito, tu padre fue muy estricto-apuntó Tamao con frialdad y mirando con fijeza al niño.
Este comentario no le hizo gracia alguna a la sacerdotisa.
-Esto no te incumbe Tamao-señaló-Yoh fue estricto, es cierto, pero yo he decidido levantar el castigo si Hana promete ser un buen niño.
Los ojos negros del pequeño brillaron sorprendidos¿Desde cuando mamá levanta castigos? Se preguntó.
-Pero Doña Anna, el joven Yoh fue muy estricto¿qué pensara si se sobrepasa su autoridad-Tamao no podía creer que la dura itako se estuviera ablandando.
-No pienso discutir estas cosas contigo, estamos cenando y sabes que no me gusta lidiar con miniedades mientras lo hacemos-luego se dirigió a su hijo-Comete esas verduras Hana, sino lo haces retendré a Ares un día más.
El niño asintió con una sonrisa, por lo antes dicho, su espíritu acompañante estaba ya en su habitación y dispuesto a seguir sus ordenes, no le sorprendió que todo esto lo hacía para hacer refunfuñar a Tamaoél conocía muy bien a su madre, ella nunca tomaba los castigos tan a la ligera.
El teléfono resonó de pronto, perturbándolos en el proceso. Ryu se incorporó y se dispuso a ir a contestar.
¡Doña Anna, es Don Yoh-gritó.
La rubia se incorporó como pudo, a pesar de tener sólo cinco meses de gestación, su vientre era bastante voluminoso, lenta pero firme llego al auricular.
-Bueno¿Amor-dijo con dulzura.
Su semblante dibujó una enorme sonrisa al escuchar del otro lado a su marido, pero a medida que Yoh hablaba, su sonrisa se desvanecía hasta quedar anulada en su rostro. No le dijo nada ni le reprocho, se limitó a lanzar un bufido indignado y colgó con violencia sin siquiera despedirse. Cuando llego de nuevo al comedor su animo estaba bastante decaído.
¿Y bien¿Qué te dijo papá¿A que hora llega-preguntaba emocionado el pequeño Hana mientras la miraba con ensoñación.
Anna trago el nudo que se le hacía en la garganta antes de responder, le mortificaba romperle el corazón a su hijo.
-Tu padre no vendrá-dijo simple y tajante.
Hana no pregunto por qué, el tono de voz que había empleado su madre le indicaba que guardara silencio y continuara cenando, no daría más respuestas por ese día. Tanto Ryu como Tamao también lo entendieron así y prosiguieron con la cena como si jamás hubiera sonado el teléfono.
-Con permiso-anunció Hana-Se incorporó y con la melancolía grabada en el rostro se dirigió a su habitación.
Anna no se molestó en detenerlo, había visto la desilusión grabada en el rostro de su hijo. Era preferible dejarlo descansar.
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Su padre no iría a casa y eso le dolía. De pronto se sentía solo y abandonado, si bien contaba con el cariño de Azami y el de su madre, a ambas no podía tenerlas de tiempo completo. Su amiga tenía familia y su madre estaba ocupada en arreglar las deudas del hotel y en comprar cosas nuevas para el bebé. Su único consuelo había sido su padre, con él siempre podía contar...
Un extraño rencor se apoderó de él, su papá había roto su promesa. Podía perdonarle que se hubiera ido, eso lo comprendía, tenían gastos y el dinero no era suficiente. Pero que rompiera una promesa. Eso nunca lo hubiera pensado de él.
Entró a su habitación con desgano, Ares lo esperaba sonriente pero el pequeño lo ignoró, se echo en su cama y lloro...
CONTINUARA...
Notas: Pues bien, aquí les traje otro capitulo¡Lo subí más rápido! (Aleluya), pero esta semana tuve un poco más de tiempo, el vivir con mi papá permanentemente al parecer les traerá bastantes beneficios a ustedes (por aquello de que puedo escribir a mis anchas en mi nueva laptop), los dejó de aburrir con mis choco aventuras y paso a responder sus siempre bienvenidos reviews. Y hablando de reviews ahora que recuerdo, disculpen si no he dejado en algunos de sus ficsúltimamente tengo tantas cosas en la cabeza que olvido con facilidad si les dejé o no, pero tengan presente que los leo, disculpa para todos. Ahora sí paso a contestar:
Idgie Jones: Y faltan más misterios por descubrir, en lo que se refiere a Manta y Tamao, los iré juntando poquito a poquito, tengo planeado en el próximo capitulo reencontrarlos, así que espéralo próximamente... Agradezco el apoyo, muchas gracias, la obra se llama "El Malentendido" pero no creo que les permitan gritar, de todos modos muchas gracias.
Annami: Tú hiciste que llorara desconsoladamente¿Cómo es eso de que perdiste Decisiones, tu fic me fascinaba enormemente y es una lastima que falleciera tan excelente historia, espero de todo corazón que la recuperes, me has dejado en suspenso y no descansare hasta que no sepa el final y la respuesta de Anna a esa pregunta que le hizo Yoh sobre Hao... Muchas gracias por tus ánimos y yo desde mi casa te envió mucha suerte para que puedas recuperar tu fic.
Gaby: Bueno, creo que di una pequeña probadita de cómo se relaciono Ren con la familia de Azami, más detalles próximamente, es que no me gusta destapar los secretos con rapidez... Muchas gracias por tu apoyo, la obra se estrena el 8 de febrero, pero mientras estoy vuelta loca con los ensayos. Espero hayas disfrutado el capitulo.
Yo-chan1: Tienes razón es humano y hombre, que es una combinación peligrosa XD, por supuesto que continuo con la historia, no podría abandonar este proyecto ahora que ya me llego la inspiración... ¿Te gusta también como escribe Gary Jenings? A mí en lo personal me fascina, es una lástima que no hayas conseguido el libro, es bastante bueno, pero no tanto como Azteca, ese sí que es una maravilla.
Keiko Asakura: Perdón por la demora Neechan, pero últimamente mi mundo esta todo de cabeza y mis posibilidades para escribir, revisar y corregir borradores es casi nula, y ahora que entre a clases este lunes estaré más que vuelta loca, en fin... Ya aquí esta otro capitulo más que espero hayas disfrutado... Un dato curioso que conseguí mientras estudiaba para mi examen de Teatro y Sociedad hace mucho, me complace ilustrarlos un poquito, aunque te confieso que a mí también me sorprendió saber que Ares tenía una hermana gemela... Saludos para tu familia y espero te este yendo bien en la Facultad, cuídate mucho.
Seinko: Es que Manta es ya todo un hombre XD, bueno casi... No te preocupes yo entiendo que a veces hay cosas más importantes y muchas gracias por tus felicitaciones, pues aquí la señorita actriz se digno a escribir más rápido y ahora puedes disfrutar un capitulo más. Cuídate mucho.
Bien, en mi recomendación de libros esta ahora El Padrino de Mario Puzo, si ya vieron las películas léanlo para comparar y para quien no las haya visto pues léanlo y luego las rentan y comparan también XD, en lo personal a mí me encanto tanto que incluso mi maquiavélica mente esta planeando un fic sobre la mafia, pero eso es harina de otro costal, cuídense mucho y yo los veo en el próximo capitulo, chao.
