CAPITULO III
Pasaron varios días desde la conversación que habían mantenido Harry y Hermione, Snape seguía sin despertar, algo que no extraño a nadie.
Una tarde cuando Hermione fue a ver a Snape para leerle un nuevo descubrimiento de pociones, se encontró a Harry sentado en la silla, mirando a Snape.
-Hola, Harry.
Harry se levanto de la silla y miro a Snape.
-Es la primera vez que lo visitas en todos estos años.
-No, no lo es. Le he hecho una que otra visita por la noche.
Hermione se sorprendió y solo pudo balbucir unas palabras incoherentes.
-Hermione, me voy.
Hermione se sorprendió aun más, y miro extrañada a Harry.
¿Te vas?
-Si, me voy. Voy a buscar a Ginny y a pedirle perdón si ella quiere.
Hermione sonrió con tristeza, Harry y Ginny habían mantenido una relación amorosa hacía escasamente unos meses. Luego sin ninguna explicación se separaron y nadie supo la razón.
¿Qué fue lo que paso Harry?. Se os veía muy bien juntos.
-Fue mi culpa, la deje ir. No quise que ella sufriera por mi culpa. Ahora me doy cuenta que fui un estúpido.
-Te perdonara.
-Eso espero. Pero por lo menos lo intentare. La amo y eso me asusto. Me dio miedo a pederla. No soportaría perderla para siempre.
-Me alegro por ti.
Harry miro a Snape y luego a Hermione.
-Le estaba dando las gracias por todo lo que ha hecho. Y le he pedido que deje de ser tan egoísta y despierte de una vez por todas...No sé porque... pero he tenido la sensación de que me escuchaba y tenia ganas de golpearme.
Hermione rió por lo bajo.
-Yo siento lo mismo algunas veces, es por eso que le sigo hablando.
-Si, quizás el comentario no le gusto mucho, creo que me pase, le insulte un poco.
Hermione se acerco a Snape y le acaricio la cara. Harry se dio la vuelta para irse.
¿Cuando volverás?
-No lo sé, puede pasar bastante tiempo. Mañana llegara mi sustituto, yo me marcho esta noche...Llámame si me necesitas.
-Gracias...Harry...
¿si?
-Ella te dirá que si.
Harry sonrió y salió de la habitación. Mientras Hermione abrió la revista para leérsela a Snape.
El nuevo profesor llego al colegio y Hermione decidió al instante que ese hombre no le gustaba nada. Se llamaba Brian Smart y era un hombre de mediana estatura, con ojos azules fríos y una sonrisa falsa en sus labios. Cuando se lo presentaron Hermione sintió un escalofrió recorrerle el cuerpo cuando vio como él le miraba detenidamente. Sus ojos no sonreían y Hermione sintió miedo cada vez que el le miraba.
Los días pasaron lentamente, casi un mes desde que Harry se fuera y el nuevo profesor estaba siempre persiguiéndola, invitándola a tomar una copa en las tres escobas, algo a lo que siempre Hermione se negaba.
Una tarde Hermione salía de hacer una visita obligada a Hagrid y se lo encontró a medio camino de regreso.
-Buenos tardes, Hermione.
Hermione sintió un escalofrió, cada vez que ese hombre le llamaba por su nombre sentía ganas de vomitar.
-Buenos tardes.
Hermione paso por su lado sin pararse, pero sintió como le agarraban del brazo y le daban la vuelta.
-Hermione...-El hombre sonrió-...no paro de invitarte y tu siempre me rehúsas. Me gustas mucho y yo siempre consigo lo que quiero.
-Suélteme...
El hombre le soltó el brazo y la miro con deseo.
-Sé que tan bien te gusto y algún día estaremos juntos. Te deseo más que nada en el mundo, Hermione.
-Profesora Granger para usted, señor. Y no vuelva a molestarme o Dumbledore tendrá conocimiento de su comportamiento.
Hermione se dio la vuelta y volvió al castillo. Luego se dirigió a la habitación de Snape, con lagrimas en los ojos.
Se sentó en el borde la cama y apoyo su rostro en el pecho de Snape, llorando silenciosamente.
¡Severus, por favor.. despierta¡Te necesito tanto!
Hermione estuvo llorando toda la tarde, deseando que en algún momento Snape despertara. Pero como siempre, eso no paso.
Se quedo dormida, acostada al lado del cuerpo de Snape, recordando. Hacia dos años exactos en esos momentos que Ron había muerto, dentro de unos días se cumplirían los dos años del coma de Snape.
FLAS BLACK
Hermione esta volviéndose loca, odiaba a ese hombre, pero siempre que lo veía no podía resistir la tentación de insultarle para que él la besara. Unos besos que jamás llegaron a más, pero besos por los que ella suspiraba. Hermione sonreía al pensar que incluso cuando ella no le insultaba entonces era él quien le atacaba, y al final ella terminaba insultándole o gritándole. Snape nunca la castigaba delante de los demás, luego la buscaba y si no era él quien la buscaba era ella quien lo hacia. Se estaba enamorando de ese hombre.
Dumbledore les había reñido varias veces por sus peleas, argumentando que eso era vergonzoso , que debían estar unidos. Pero con el paso del tiempo, pareció comprender..., porque mientras los otros callaban mirando como se insultaban Dumbledore sonreía, divertido ante la escena en la que se encontraba.
Hacia varios días que Snape no aparecía por la casa de la Orden y Hermione empezaba a preocuparse¿y si le había pasado algo?.
Una mañana cuando el grupo desayunaba en la cocina Snape apareció. Los miro a todos con frialdad y se sentó en una silla. Tenia aspecto de estar cansado. La señora Weasly se levanto y le preparo unas tostada con un café.
-Toma Severus, te sentara bien. Tienes mala pinta.
Por contestación Snape afirmó con la cabeza y empezó a comer.
¿Y bien?
Era Remus, todos miraban a Snape expectantesél nunca se sentaba a comer con los demás.
-Tengo que hablar con Dumbledore.
-No volverá hasta dentro de tres días, esta de viaje.
Snape afirmó con la cabeza.
-Los mortifagos están planeando atacar a los Granger, quieren vengarse de todos los amigos de Potter.
¿Cuándo ser�?
-No lo sé, quizás dentro de dos días... debemos protegerlos.
Hermione miraba su plato asustada, hacia varios meses que no hablaba con sus padres por culpa de la guerra, estaban peleados. Ellos no entendían que su niña se jugara la vida por una guerra que no les concernía.
-Tratare de entablar conversación con Dumbledore esta mañana, sino lo consigo, deberíamos ir esta tarde a por ellos. Por lo menos que se queden aquí el tiempo necesario para saber donde deben ir.
-Haced lo que queráis. Yo ya he hecho mi trabajo.
Snape se levanto de la mesa y salió de la cocina. Hermione estaba asustada por sus padres, pero al ver a Snape fatigado y más pálido de lo normal sintió que su corazón se paraba.
-No te preocupes Hermione, esta tarde iré contigo para traerlos aunque sea a la fuerza.
Hermione miro a Ron, que tenia una gran sonrisa en sus labios. Sonrió quitándose un gran peso, se habían adelantado a los mortifagos y podían proteger a sus padres.
Parte de la mañana paso lentamente, Hermione preparo mentalmente que era lo que le iba ha decir a sus padres. Salía de su habitación cuando vio a Snape entrando en la suya. No supo por que lo hizo, pero fue una necesidad, insulto a Snape antes que este entrara en la habitación.
¡IMBECIL!
Snape se paro en el umbral de su puerta y la miro fijamente, luego desvió la vista y entro dentro de su habitación.
Hermione corrió y antes de que Snape tuviera tiempo a cerrar la puerta Hermione entro dentro de la habitación, cerrando con fuerza la puerta y mirándolo con deseo. Necesita sentirlo.
¡Eres un maldito arrogante! Me he preocupado por ti, una semana sin saber nada de ti, maldito imbecil.
Snape se acerco a ella lentamente, mirándole con el deseo dibujado en sus ojos.
-Ya van tres insultos seguidos Señorita Granger.
-Narizotas, capullo, imbecil, estúpido...
Snape la beso con pasión , abrazándola con fuerza. Hermione rodeo su cuello con los brazos y le acarició el cuello con delicadeza, dibujando con sus dedos círculos y provocando temblores en Snape. Después de un tiempo Snape se separo de ella lentamente y la miro a los ojos.
-Mis castigos no hacen mucho efecto.
Hermione sonrió y beso con delicadez el cuello de Snape.
-Entonces amplíalo.
-Ya te he castigado por los insultos de hace poco.
-Eso lo arreglo ahora mismo... Solo eres un objeto sexual para mi, y aunque seas un Slytherin te deseo mas que a nada en este mundo.
-Eso no es un insulto pero me vale.
Snape levanto del suelo a Hermione y la llevo a la cama, besándole con pasión, con delicadeza. Hermione empezó a desabrochar lentamente la túnica de Snape y acariciar su piel con ardor. Snape la observó hacer, manteniendo la respiración. Hermione vio una larga cicatriz que le cruzaba parte del pecho, acerco su boca a ella y la beso con amor. Snape dejo escapar un gemido ronco y beso a Hermione con una necesidad que jamás podría ser completamente saciada. Quitándole la ropa con avidez, para poder darle el mismo placer que ella le estaba dándole a él. Fue un momento mágico y hermoso para Hermione. Cuando terminaron, cuando ambos habían llegado al clímax gritando el nombre del otro, entonces se abrazaron con pasión y se quedaron durmiendo.
Dos horas más tarde Hermione salió de la habitación de Snape con una sonrisa en los labios, con más fuerza para enfrentarse a sus padres. Bajo a la cocina y se encontró con Ron que estaba preparado para marcharse.
Al poco se aparecieron en la casa de Hermione, y una larga conversación y discusión empezó. Hermione estaba desesperada, sus padres no le creían y no estaban dispuestos a dejar todo lo que conocían por unos locos.
Todo fue muy rápido, mientras su madre lloraba sentada en el sofá y su padre gritaba a un Ron rojo de furia, se aparecieron seis mortifagos. No tuvieron tiempo de reaccionar, mataron a su madre y padre en un instante y Hermione vio como Ron caía con los ojos abiertos. Sabía que en esos momentos le tocaba a ella morir, pero algo paso. Los mortifagos no le atacaron, solo la miraron con una mascara fría que les tapaba el rostro.
-Miren, aquí esta la sangre sucia.
-No la podemos tocar.
-Sí, te libras de nosotros por ahora. El Señor Tenebroso quiere que le lleves un mensaje a Dumbledore. Que nos entregue a Potter y todo esto acabara.
Hermione temblaba, notaba sus lagrimas caer por su rostro. Los mortifagos desaparecieron y ella cayo en el suelo llorando, sin fuerzas.
No espero a que los aurores llegaran, no deseaba ver a nadie, solo deseaba cerrar los ojos y descansar. Olvidar lo que había visto. Su mejor amigo muerto, sus padres muertos y ella viva.
Anduvo por las calles durante mucho tiempo, al final llego a la Orden. En cuanto entro se dio cuenta de que los demás ya lo sabían. La señora Weasly lloraba desconsoladamente mientras su marido la abrazaba con fuerza. Los demás tenían los ojos llorosos. Harry estaba sentado mirando el fuego con frialdad, sin moverse como si fuera una estatua. Cuando la vieron, todos se dirigieron a ella, recibió un abrazo de Molly que hizo que más lagrimas cayeran sobre su mejilla. Harry se acerco a ella, la abrazo con cariño y amor, los dos habían perdido a su mejor amigo.
Después fue el turno de Lupin, quien se acerco a ella y le dijo que se sentara. Ella negó con la cabeza. Acerco su rostro al de él y le susurro el mensaje de los mortifagos.
Después salió de la habitación, haciendo caso omiso del resto de la Orden. Entro en su habitación y se sentó en la oscuridad de esta cerca de la chimenea, viendo como el fuego se extinguía, deseando haberle dicho a Ron quien era él en realidad, un gran mago. Deseando que las últimas palabras dirigidas a su padre fueran cariñosas y no gritos. Deseando haber abrazado a su madre cuando lloraba desconsoladamente por la pelea de padre e hija.
Pasaron horas, ya no lloraba, no le quedaban lagrimas. Varias personas trataron de entrar en la habitación, pero había cerrado la puerta con un fuerte hechizo.
No le sorprendió escuchar la puerta abrirse, sabia que el único que hubiera dejado entrar era a él. A Snape. Escucho unos pasos acercarse a ella. Noto unos brazos abrazarla con cariño y una voz susurrándole palabras tranquilizantes. Entonces, las lagrimas que pensaban no existían rompieron en sus ojos. Grito y lloro, preguntando el porque, deseando escuchar una respuesta lógica. Pero no había, no para eso. Solo unos brazos que la rodeaban y unos suaves besos cariñosos en su cabellera. Se quedo dormida, no supo cuanto tiempo.
Cuando despertó estaba acostada y rodeada por los brazos de un hombre fuerte y delgado que la miraban con amor y tristeza. Entonces deseo que no le pasara nada a ese hombre, el hombre al cual le pertenecía su corazón y su alma. Deseo saber más de él, deseo saberlo todo.
-Déjame ver tu vida.
¿Mi vida?
-Tus recuerdos, todos, desde el peor al mejor.
-No, Hermione, NO.
Snape la abrazo con fuerza, ocultado el rostro de ella en su pecho. Ella le beso la cicatriz con cariño.
¿Por favor?
¿Por qué quieres saberlo?
-Quiero saberlo todo de ti.
-No estoy preparado para que veas mis pesadillas, Hermione.
-Por favor.
¿Por qué tanta prisa¿por qué quieres saberlo ahora?
-No sé que pasara mañana, no sé si te volveré a sentir a mi lado. Quizás no llegue a saber lo que escondes a todo el mundo. Quiero que compartas tu dolor conmigo igual que yo he hecho contigo.
-Hay tiempo para eso.
-No, no lo hay. Yo...yo no le dije a Ron quien era en realidad, no le dije que era el mejor mago de su familia, no le dije que sin él Harry no era nada, sin él la vida de Harry seria un infierno porque no tendría nadie que le apoyara incondicionalmente, no le dije que le quería. No le dije a mis padres que les necesitaba a mi lado, no les dije que les quería. Solo les grite.
-Hermione...has pasado por una experiencia traumática y no quiero que veas más.
-Severus, por favor. Necesito saber más de ti para así demostrarte lo que siento por ti.
-Hermione¿y si lo que ves solo hace que me odies¿solo consigue separarme de tu lado?.
-No lo hará..., por favor.
Snape no respondió, solo abrazo a Hermione con fuerza, temblando ante la sensación de tenerla cerca de él.
-De acuerdo.
Snape la beso con pasión y amor. Se levanto y cogió su varita. Hermione sabia Oclumacia. Snape le entrego la varita y se recostó en la cama. Hermione se puso de rodillas enfrente de él. Murmuro las palabras y enseguida se vio inmersa en una batalla de imagines.
Vio a un niño llorando, escondido detrás de una mesilla mientras un hombre gritaba a una mujer. Vio al chico un poco más mayor, encerrado en su habitación y matando moscas con su varita mientras se oían gritos a su alrededor. Vio como James Potter le gastaba una broma delante del todo el colegio. Vio como el chico era casi asesinado por un hombre-lobo y a la vez salvado por James Potter. Vio como el chico ya más mayor, un adolescente de 16 años, defendía un cuerpo ensangrentado en el suelo contra el hombre que gritaba al principio a la mujer, el chico tenia una herida sangrante en el pecho, y luego como un rayo verde salía de la varita del chico mientras gritaba "LA HAS MATADO". Vio como el chico se enfrentaba a una vista y dictaban sentencia, "Inocente de los cargos, por tratar de proteger su vida y la de su madre, que en paz descanse"
Vio como el chico ya no era un niño, y era entonces un hombre joven que miraba con odio a una casa destruida, la que se suponía era suya. Vio como el chico entraba a trabajar para Voldemort, como torturaba a magos y disfrutaba con ello con una mirada de locura. Escucho las palabras de Voldemort "Muy bien Severus, sigue así y serás unos de mis mejores hombres" . Vio como él y otros entraban en una casa y sus compañeros empezaban a matar con placer, como el joven miraba asustado a su alrededor, sin entender lo que pasaba. Vio como una niña moría delante del joven, mientras está lloraba llamando a su madre. Vio como esa misma noche el joven hablaba con Dumbledore y le enseñaba la marca. Vio como Dumbledore se acerco a él y le abrazo. Vio como el hombre daba información a Dumbledore y recibía varios cruciatus cada vez que no cumplía al completo las ordenes. Vio al chico sonreír de verdad cuando Dumbledore le decía que Voldemort había perdido sus poderes. Vio al hombre que tenia justo enfrente torturado por Voldemort repetidas veces, mientras este gritaba "Señor no podía ir, Dumbledore estaba a mi lado, si desaparecía hubiera sido sospechoso" y "Señor, mi amo, Dumbledore me dijo que me libraría de Azkaban si le decía que pociones había tomado usted, yo..mi señor...yo se lo dije porque sabia que eso no le iba afectar negativamente. Mi señor perdón por no buscarle, señor". Vio como era torturado al repetir una y otra vez que Dumbledore no se fiaba de él ya, que no sabia nada de la Orden que al no le habían llamado a participar. Vio como él la besaba con pasión y amor.
Después se encontró con Snape mirándola fijamente, con dolor y con miedo. Ella lo entendió todo, supo porque era así. Se acerco a él y lo abrazo, amándolo más por lo que acababa de ver. Sabiendo que había cometido errores, pero sabiendo que aunque el no se perdonara, ya había hecho mucho para poder demandar el perdón sin ninguna vergüenza.
El respondió a su abrazo y a su beso con un leve gemido.
-Hermione...
-Ahora te amo más que antes. Ahora te entiendo mejor que nadie y quiero que sepas que eres lo más hermoso que he conocido jamás. Has estado en lado oscuro, y has tenido la suficiente fuerza e inteligencia como para darle la espalda y luchar contra ella.
-Hermione...
FIN FLAS BACK.
