CAPITULO VI

-Esta noche a abierto los ojos, y nos hemos observado Albus. Ha sido fantástico.

-Me alegro por ello, el medimago dice que la próxima vez quizás pueda realizar un gesto con su rostro o mover los dedos. Estaba sorprendido de que Severus se hubiera despertado tan pronto, en solo unas horas.

Él no sabia que Severus es así, impredecible.

Snape observaba a los dos, ambos sentados al lado del fuego y con una sonrisa en los labios. Hermione parecía una niña pequeña, casi saltaba de su silla de la alegría y si el hubiera podido lo hubiera hecho igual. Sintió la necesidad de llamarle, de besarla. De sonreírle. Lo que el no sabia era que ya tenia en su rostro una suave sonrisa.

Se obligo a abrir su boca y tratar de hablar, aunque solo fuera su nombre. Al principió no salía un solo sonido de su garganta pero al final pudo articular un sonido que parecía sonar a "He...eee...eeeeeeee"

Hermione se levanto rápidamente al igual que Dumbledore y se dirigió a él con una gran sonrisa en sus labios.

-Severus...

Hermione le dio un fuerte abrazo, provocando la risa de Dumbledore.

-Hola Severus. Me alegra ver que por fin puedes comunicarte con nosotros. Ahora muchacho debes tener mucha paciencia. Le daré a Hermione información sobre le hechizo que recibiste, creo que te agradara.

Snape miro a su amigo, queriéndolo decirle. "¿Desde cuando yo he desperdiciado la oportunidad de saber más?"

Al día siguiente, Snape paso la mayor parte de la mañana despierto. Estuvo todo el tiempo concentrándose en una sola palabra. Se lo debía a ella. Debía decírselo, debía saberlo. Algo que jamás el había dicho, algo que debía decirle.

Cuando Hermione llego de sus clases, con una gran sonrisa, se concentro en las palabras y en su rostro. Ella le miro amorosamente. Antes de que Hermione pudiera decir nadaél se le adelanto.

-T..Te..Amo.

La última palabra le salió claro y fuerte, algo que incluso le sorprendió a él. Hermione rió con lagrimas en los ojos. Y se acerco a él para darle un beso en sus labios, Snape aprovecho para probarse así mismo y poder responderle. Cuando los labios de ella acariciaron sus labios, el movió los suyos suavemente, respondiendo a sus besos. Ella se separo levemente de él. Y luego volvió a besarle, pero esta vez abrió ligeramente los labios de él para poder penetrar su lengua dentro de su boca. El beso lo controlaba ella, Snape respondía ligeramente a su lengua rozándola suavemente, deseando poder demostrarle la pasión que despertaba en él. Cuando se separaron ambos respiraban agitadamente. Hermione se recostó en la cama de él. Acerco sus labios a la oreja de él y susurrándole le dijo:

-Este es le mejor beso que he degustado en mi vida. Jamás lo olvidare te amo más que nadie en este mundo y el día que tu mueras yo moriré contigo.

Una frase que él jamás olvidaría, una frase que le daría fuerzas para luchar en el futuro, para vivir, para cumplir su mas importante misión, su última misión, hacer que su amada, su Hermione fuera la mujer más feliz del mundo.


Catorce años habían pasado desde que Snape había despertado, doce años desde que había pronunciado las palabras de amor eterno. Snape era el profesor de DCAO y Hermione de Pociones, su pequeña familia estaba en Hogwarts, en unas dependencias especiales, preparadas para ese propósito. Ella era la jefa de Gryffindor y él de Slytherin. Cuando su hijo mayor paso a formar parte del colegio, el niño tuvo que pasarse a las habitaciones de los estudiantes con sus demás compañeros de casa.

Ese día Snape se paseaba por los pasillos, vigilando que ningún estudiante estuviera fuera de su sala común o de sus habitaciones. Unos susurros le llamaron la atención. Miro a su alrededor pero no vio nada. Una sonrisa de triunfo se dibujo en sus labios.

Escucho atentamente para saber donde estaban los estudiantes y cuando los reconoció negó con su cabeza, aguantando las ganas de reír con fuerza.

¡Te digo que no Ron! Me conozco el castillo de arriba a bajo y te digo que no hay ninguna habitación que se llame de Menesteres.

-Y yo te digo que si, mi padre dice que esta muy bien escondida y que solo la puedes encontrar si de verdad lo deseas.

Mientras discutían Snape llamo a la capa invisible con su varita. Los chicos se dieron la vuelta sorprendidos. Uno era pelirrojo con los ojos verdes y de aspecto escuálido. El otro tenia el pelo y los ojos de color carbón. Ambos miraron a Snape asustados.

-Tst, tst... ¿A quien tenemos aquí? Al señor Potter y al señor Snape. ¿Acaso no recuerdan que esta prohibido pasear a estas horas en el castillo¿ O quizás el creerse mejor que nadie les da ese derecho?

Los chicos se miraron sin saber que hacer o decir. Snape los miro con una mirada fría y enfadada.

-Quince puntos menos para Slythering y Gryffindor. Una semana de detención, mañana se les avisara cual será y cuando. Ahora váyanse cada uno a sus respectivas casas. Ambos chicos salieron corriendo, cada uno en dirección de su casa. Snape a la Slythering y Potter como no a la Gryffindor.

Cuando Snape llego a sus dependencias estaba riéndose, su mujer le miro divertida y se acerco a darle un beso.

¿De que te ríes?

-He pillado a tu hijo y a Potter buscando la habitación de los menesteres con una capa de invisibilidad.

Hermione sonrió ligeramente, esa capa le traía agradables recuerdos.

-Tendré que hablar con Ginny, no se como se le ocurrió a Harry regalarle la capa a Ron.

¿Les vas a castigar?

-Si, ese placer no me lo pierdo. Pero aun no sé que castigo imponerles.-Beso a su esposa que se acurrucaba entre sus brazos delante del fuego¿Y nuestra pequeña?

-Durmiendo como debe ser. Esta noche la he pillado mezclando unas hierbas que no sé donde las ha cogido, con un tomate podrido y agua fría en el lavabo. Creo que le gustan mucho las pociones.

-Los niños han salido a ti. Brian es un futuro merodeador y Sara...

-No, mi amor, han salido a ti. Brian es un chico travieso con demasiada curiosidad y Sara, bueno quizás ella si que se parezca a mi.

Snape rió con agrado y beso a su esposa con pasión. Orgulloso de la familia que tenia.

Fin.

Espero que os haya gustado. Gracias por los posibles Reviews y muchos besos a todos