5. No todos son así.

No conseguía dormirme. Llevaba un buen rato dando vueltas en la cama y, cansada, decidí levantarme he irme a la sala común. Antes de salir de la habitación, mire la hora que era en el despertador de Lily.

-Las tres y media-murmure-

Salí de la habitación con sumo cuidado. Bajé las escaleras y cuando faltaba el último peldaño comprobé que la sala común no estaba vacía como yo había pensado, ya que al ver un pie descalzo que sobresalía del sofá deduje que alguien estaba tumbado en él. Me acerque sigilosa para no molestarle y pude ver que era un chico, era Remus. Estaba dormido y con un libro, al parecer, bastante pesado, abierto sobre su abdomen y sus brazos estaban colocados tras su cabeza. "Se habrá dormido leyendo" pensé. Le mire unos instantes y decidí que antes de volver a acostarme, le quitaría el libro de encima para que durmiese más cómodo. Me acerqué y me puse de rodillas enfrente del sofá. Extendí mi mano y poco a poco la fui acercado al libro. Justo cuando lo había cogido, Remus me agarro de la muñeca izquierda con su mano haciendo que me sobresaltase. Abrió los ojos y al verme sonrió y fue soltando poco a poco mi muñeca.

-Lo siento -se disculpó el Griffindor-

-No importa-dije-

-Es mi instinto-explicó- No puedo evitarlo.

Yo sonreí para después dejar el libro, que tras lo sucedido había caído al suelo, encima del sillón.

-¿Qué haces a estas horas aquí?-pregunté curiosa-

-Lo mismo podría decirte yo-contesto-

-No podía dormir y baje aquí pensando que todos estaríais durmiendo, y al verte aquí acostado y con un libro tan pesado encima pues pensé en quitártelo para que estuvieses más cómodo -dije rápidamente-

-Respira mujer-añadió Remus sonriendo -

-Bueno, yo me voy a acostar que no quiero molestarte-dije-

-¿Molestarme?¡Que va! Quédate y así podemos hablar un rato-ofreció el joven-

Medité unos instantes su proposición. Era amable y simpático, pero seguía siendo un merodeador. Estaba dudosa pero debía tomar una decisión.

-Vale-conteste-

El sonrió y yo le imite. Mi conciencia me decía cosas como"A saber que te hace este" o "Es un merodeador ese es el motivo por el que te tienes que ir" pero pasando de la sensatez por unas horas me senté al lado del Griffindor.

- Voy a probar una experiencia nueva-dije contenta-

- ¿Qué?-pregunto Remus extrañado-

- Estar con un merodeador a solas mientras que todos duermen es una nueva experiencia-explique- Quien sabe si tienes alguna de vuestras bromas escondida bajo la manga.

-No somos tan malos-se defendió Remus-

Fruncí el entrecejo en señal de incredulidad.

-Bueno, mejor hablemos de otra cosa-dije-

Remus asintió ya que veía venir una discusión, sabía que si seguíamos con el tema de "los merodeadores" acabaríamos así.

- Y bien, ¿tienes novio?-preguntó Remus dejándome sorprendida-

-No-contesté ruborizada-

Estaba un poco incomoda con la situación "Y dicen que el niño es tímido"pense irónica "Pues para mi que es muy directo".

-Pensábamos que estabas con Bagman –confesó Remus-

-¿Con Ludo?-pregunté extrañada-

-Si, como se pasa todo el día mirándote o persiguiéndote, pensábamos que había algo de eso-explico-

-¡Que va!-negué-

Ludo Bagman, era un chico de nuestro mismo curso pero perteneciente a la casa de Hufflepuff que desde hacía varios años yo le gustaba y no paraba de perseguirme. Era golpeador de su casa en el equipo de quidditch y era bastante guapo por lo que muchas chicas iban detrás de él.

- A bueno-comentó el griffindor-

-Por cierto ¿por qué hablas en plural?-pregunté curiosa-

-¿A que te refieres?-dijo dudoso-

-A que antes has dicho "pensábamos" en vez de "pienso"-explique-

- Me refiero con"pensabamos" a los chicos y yo-respondió-

-¿Soléis hablar mucho acerca de las relaciones de vuestros compañeros?-pregunté perspicaz-

-No, solo a veces-respondió sin darle mucha importancia-

-A vale-respondí-

-Una pregunta, ¿es mi impresión o te has ido enfadada del gran comedor esta noche?-preguntó Remus interesado-

-¿Ha que te refieres?-dije-

-Que después de que Sirius te dijese que tu única diversión son los libros le has dicho que se callase y te has ido sin más-explico-Te a molestado lo que te ha dicho ¿verdad?

No sabía si contestar a su pregunta o no. Era amigo de Sirius y por si fuera poco un merodeador, pero comenzaba a coger confianza con él y decidí en responderle.

-Si-dije tímidamente-

Esperaba a que se riese por mi respuesta pero no lo hizo, al contrario, se puso serio y pareció comprenderme.

-Te entiendo-dijo confirmando mis suposiciones- A mi también me hubiese molestado.

-Sobre todo si no es verdad-corrobore- A mi no me gusta estudiar, lo hago porque es mi obligación y si que se divertirme.

-Estoy seguro de eso-dijo Remus- Además, si te sirve de consuelo, a mi también me lo ha dicho alguna vez.

-No me sirve de consuelo, pero gracias-conteste con una sonrisa-

-No hay de que-respondió el joven-

Estuvimos hablando durante horas ya que a trabes de las ventanas de la torre griffindor penetraban unos rayos de sol matutinos que nos dieron a entender que comenzaba a amanecer. Durante todo la noche habíamos hablado de un montón de cosas y habíamos descubierto que teníamos varias cosas en común entre ellas las cosquillas.

- ¿Y cual es tu punto débil? Me refiero a donde tienes más cosquillas-explico-

-Prefiero no decírtelo- dije con una sonrisa en los labios-

-Entonces tendré que descubrirlo yo-contesto Remus con una sonrisa malévola-

-No te atreverás-dije segura -

-Ya lo creo-respondió el griffindor-

Remus se acerco a mi y comenzó a hacerme cosquillas en la costillas donde, exactamente, era mi punto débil. Yo reía sin poder evitarlo y sin pensar en que los demás estaban durmiendo.

-¡Para, para!-dije-

-Vaya, ya se donde tienes cosquillas-dijo-

Remus se detuvo de golpe y su rostro cambió de alegría a confusión. Yo le mire y después me gire para ver lo que miraba mi acompañante tan fijamente.

-¿Qué hacéis?-preguntó Sirius molesto-

-Nada que te importe Black.-respondí-

Sirius me miro enfadado y Remus, al percatarse de ello, me indico con la mirada que hablaba el.

-Que ninguno de los dos podíamos dormir, hemos bajado y nos hemos encontrado aquí-explico Remus-

-¿Y se puede saber qué haces tu aquí?-pregunté-

-Te lo diré Turner, por culpa de tus gritos me he despertado y he bajado para saber que pasaba-explicó Sirius- Ahora ya no podré volverme a dormir.

Remus arqueo una ceja en señal sarcástica. Al igual que yo, sabía perfectamente que Sirius no se había despertado por mis gritos, ya que no habían sido tan exagerados como para eso.

-Bueno, ya has visto que no pasa nada así que vete-dije-

-Katrina, no empecéis-pidió Remus-

-Remus, solo ha venido a incordiar-explique aun molesta por lo ocurrido en el gran comedor-

-¿Katrina?¿Remus?¿Desde cuando os llamáis por los nombres?-pregunto Sirius un poco molesto y celoso-

Le mire perspicaz y me acerque sensualmente a el. Coloque mis brazos alrededor de su cuello mientras los dos griffindors me miraban extrañados e impresionados a su vez.

-¿Estas celoso?-pregunté con tono burlón-

Sirius me miro enfadado y se soltó de mis brazos de mala manera.

-¿Celoso?¿Celoso?¿De que?-pregunto Sirius-¿De que os estéis haciendo amigos?

-Si- asentí-

Remus se mantenía al margen de la situación ya que no quería apoyar a ninguno de los dos por si el otro se enfadaba.

-Lo que ocurre es que no quiero que mi gran amigo Lunático se junte con una salvaje como tú-explico Sirius- Lo hago por su salud.

-Ya-dije sarcásticamente- Bueno, Remus yo me voy ya a mi habitación.

-Vale-asintió Remus-

-A dormir no será-intervino Sirius-Por si no lo sabes son las seis y media casi la hora de levantarse.

-Gracias Black por la información-dije-

-Esta mujer es de lo peor-dijo Sirius-

Yo sonreí. Cuando iba a subir el primer escalón, me gire hacia Remus y le mire pensativa, aunque con una sonrisa en mi rostro.

-Tienes razón Remus, no todos los merodeadores sois malos-dije- Tu solo eres... travieso, no como otros.

Esto último lo dije mirando significativamente a Sirius que me fulmino con la mirada haciendo que yo sonriese más.

-Asta luego-me despedí antes de subir las escaleras y entrar a mi habitación-

Mis tres compañeras de dormitorio aún seguían dormidas así que aproveche para entrar al cuarto de baño y ducharme la primera. Al salir, vi que Ruth y Lily ya estaban levantadas mientras que Cassidy seguía durmiendo placidamente.

-Buenos días-dije animada-

A pesad de que no había dormido en toda la noche, estaba descansada y con las fuerzas necesarias para afrontar un nuevo día y a los merodeadores.

-¿Katrina la primera en levantarse? ¡No me lo puedo creer!-exclamo Lily de forma burlona-

-O a lo mejor es que no se a acostado-opinó Cassidy mientras se levantaba-

-Sea lo que sea, yo me voy a duchar que no quiero llegar tarde como ayer-explico Lily para luego meterse al cuarto de baño-

-Bueno chicas, os espero a bajo ¿vale?-dije-

-Si-asintió Ruth-

Cogí mis libros y salí de nuevo de la habitación para dirigirme a la sala común. Al llegar me senté en el sofá en el que hacia una hora había estado sentada en compañía de Remus. Cogí el libro de Defensa Contra las Artes Oscuras, ya que era nuestra primera clase del día, y comencé a ojearlo asta que unas risas provenientes de las escaleras hicieron que mi atención se concentrase en ese punto. Eran, como no, los merodeadores.

-Que buena idea Canuto-dijo James –

-¿Verdad que si?-decía Sirius-

-¿Pero no será peligroso?-preguntaba preocupado Peter-

-Hay esta la gracia, amigo mío-respondió James dándole unas palmaditas en la espalda a Peter-

Les mire unos instantes y cundo ellos se percataron de mi presencia, también lo hicieron.

-Se ve que no os conformáis con dos castigos-dije-

-Metete en tus asuntos, Turner-dijo mordaz Sirius-

-Sirius-dijo cansinamente Remus-

-Oh, perdón Lunático no quería ser maleducado con tu amiga-dijo Sirius burlonamente-

Tanto James como Peter rieron ante el comentario de Sirius mientras que Remus les miraba resignado. Por las escaleras aparecieron mis tres compañeras de habitación y James al ver a Lily dejo de reír para acercarse a ella.

-Buenos días Evans ¿Cómo has dormido?-preguntó-

-Bien, Gracias-respondió Lily secamente-

La prefecta me miro esperando una intervención por mi parte pero al no decir nada habló ella.

-¿Vamos ha desayunar?-preguntó-

-Si-asentimos Cassidy, Ruth y yo a la vez-

Salimos de la sala común y nos dirigimos al Gran Comedor seguidas, muy de cerca, por los cuatro merodeadores. Desayunamos tranquilamente y fuimos a nuestra primera clase D.C.A.O. con un nuevo profesor como había ocurrido los otros cinco años atrás. Esta clase la compartíamos con los Ravenclaw y las alumnas de ambas casas estábamos emocionadas porque ha decir verdad nunca habíamos tenido un profesor de esta signatura que fuese joven y guapo. Todos los alumnos esperábamos la llegada de Dimitri ya sentados en nuestros respectivos sitios mientras hablábamos animadamente.

-¡Que emoción!-decía Ruth –

-Con lo guapo que es no se si voy a poder prestar atención a la clase-decía una chica de Ravenclaw-

Todos los chicos observaban a sus compañeras sarcásticamente. No podían entender esa actitud.

-No es para tanto-intervino Sirius- Solo es un hombre más.

Pero Sirius tubo que tragarse las palabras al ver al profesor que atravesaba la puerta del aula.

Continuara...

Hola chicas perdón por la tardanza. Aquí esta el quinto capitulo, espero k os guste y me dejéis algún rr con vuestra opinión. Besos.