8. Más problemas.

El rostro de la joven prefecta estaba tan rojo como su cabello. Tanto Sirius como yo desconocíamos los motivos de la discusión, pero sin duda debía de ser por algo importante porque Lily estaba peor que nunca y sin duda James lo sabía.

-¡Eres un pervertido!-gritó la prefecta-

-Ya te he dicho que ha sido sin querer-dijo James-

-¡Ya, claro!-respondió Lily sarcástica-

-¿Qué ha ocurrido?-pregunté-

James y Lily, que no se habían percatado de nuestra presencia, nos miraron sorprendidos para después comenzar a explicar cada uno su versión de los hechos, pero como lo decían a la vez y muy rápido no podíamos entenderlos.

-¿Qué?-preguntamos Sirius y yo al unísono-

-Pues eso, que el idiota de Potter se ha atrevido a tocarme el culo-explico Lily muy avergonzada pero más calmada-

Sirius, al oír aquello, se acerco a James y le extendió la mano para que este la chocase. Tras esto, se abrazaron con una sonrisa dibujada en el rostro.

-Este es mi James-comentó Sirius-

-Degenerado-dije para luego pegarle una colleja-

-¿Pero por que me pegas a mi?-preguntó Sirius tocándose la parte dolorida- Si ha sido James.

-Porque tú eres igual-conteste-

-Pero si no ha sido a cosa hecha-repitió James- Me he resbalado y me he agarrado a Evans y sin querer le he tocado el culo, pero sin querer.

-Y encima mentiroso-dijo la prefecta tan enfadada como al principio- Más defectos para tu lista.

-Pero sino es para tanto-se defendió James-

- No, que va-dije sarcástica-

-Potter ¿A ti te gustaría que yo te tocase el culo?-preguntó Lily-

-La verdad, no me importaría-respondió el aludido con una sonrisa burlona-

-¡Pero serás...!-gritó Lily avergonzada y arrepentida por su pregunta-

-Un merodeador-termine yo-

-Exacto- corroboró la prefecta- Me voy a la habitación ¿vienes?

-De verdad Evans, iría, pero es que no puedo-respondió James con una mirada pícara-

-¡Ahhh! No te aguanto-dijo Lily enfadada- Katrina ¿vienes?

-Ahora después-respondí- Tengo que aclarar algo.

La prefecta asintió con la cabeza para después desaparecer por las escaleras. Justo en ese momento entraron a la sala común Remus y Peter.

-Hola-saludo el primero- ¿Qué tal os ha ido?

-Muy bien-respondí con una sonrisa traviesa- ¿Verdad Black?

-Habla por ti-contestó-

-Ya veo-dijo Remus no muy convencido-

-Pues a mi me ha ido demasiado bien-comentó James con una de sus típicas sonrisas-

-¿Y eso?-volvió a preguntar el prefecto-

-Evans-respondió James-

-¿Evans?-dijo sin entender Remus-

-Hay Lunático, que nuestro James se hace mayor-explico Sirius fingiendo que lloraba de la emoción-

-¿Qué le has hecho ha Evans?-pregunto preocupado Remus-

-Le he tocado el culo-respondió- Pero sin querer.

-Que suerte-comento Peter-

-Algo, es algo-dijo Sirius-

Asta ese instante yo había permanecido en silencio, atenta a la conversación de "Los merodeadores" esperando el momento adecuado para intervenir y sin ninguna duda era ese. Me acerque a Sirius y le di una colleja, después otra a James y por último a Peter.

-Buenas noches-dije antes de subir las escaleras asta mi habitación-

Los cuatro chicos se miraron sorprendidos para luego decir:

-Esta loca.

Al entrar a mi dormitorio vi a mis tres amigas sentadas, en círculo, encima de la cama de Ruth hablando, sin duda, de lo ocurrido con "Los merodeadores" y en especial con James.

-Por fin se ha acabado el día-dije para después tirarme encima de mi cama-Necesito dormir.

-Me parece bien-aprobó Ruth- Pero no sin antes contarnos que tal el castigo.

-Os podéis hacer una idea-respondí- En compañía de Snape, Black y una fantasma que esta loca, no te puedes aburrir.

Mis compañeras de habitación me miraron extrañadas, ya que esperaban una negativa de mi parte. Me puse el pijama y me senté con ellas en la cama de Ruth. Les conté todo lo que había ocurrido durante el castigo y ellas escuchaban bastante impresionadas pero nada más acabar de contar la experiencia, se echaron a reír.

-Pobre Sirius-dijo Ruth-

-¿Pobre? ¿Por qué?-pregunté sin entender- Se lo tiene bien merecido.

-Ya, pero mira que eres mala-comentó Cassidy-

-Pues a mi me parece bien-reconoció Lily- A estos cuatro hay que tratarlos así para que aprendan.

-Claro, como estas enfadada con Potter...-dijo Cassidy-

-Eso no tiene nada que ver-respondió la prefecta- Bueno, quizás si.

-Al paso que vas, acabaras con él-dijo Cassidy pero sin darle mucha importancia a sus palabras- Casada y con hijos.

-Antes muerta-dijo dando fin a la conversación- Me voy a dormir.

-Pero no nos has contado como ha ido el castigo-recordó Ruth-

-Fatal-dijo para luego meterse en su cama- Buenas noches.

-Que sueñes con Potter-dijo Cassidy burlona-

-¡Cállate!-grito la prefecta para luego cerrar las cortinas de su cama-

Las tres sonreímos y continuemos hablando asta que caímos rendidas en nuestras camas.

Como todas las mañanas el despertador de Lily nos había levantado y al igual que siempre, la competición de ver quien entraba primera al baño era todo un espectáculo. Cuando las cuatro estuvimos listas nos dirigimos al Gran Comedor mientras hablábamos o mejor dicho, discutíamos, acerca de lo turnos para bañarse.

- Lily siempre es la primera-se quejo Ruth- No es justo.

-Pues levante antes-respondió la prefecta-

-Además Ruth, no te puedes quejar porque la última siempre soy yo-recordó Cassidy-

Nos sentamos a la mesa y comenzamos a desayunar. Al terminar, nos dirigimos a la primera clase del día que era transformaciones y que nos tocaba con los Hufflepuff, pero como lleguemos antes de tiempo tuvimos que esperar. Poco a poco el resto de los alumnos iban llegando, hasta que estuvimos todos y solo faltaba la profesora.

-Mira Katy, si es Bagman-dijo Lily señalando a uno de los Hufflepuff-

-¡¿Qué?!-exclame-

-Salúdale-dijo Ruth burlona-

-Ni de broma-me negué- No me acordaba que nos tocaba transformaciones con él.

-Con todos los Hufflepuff en realidad-recordó Ruth-

-Los demás me dan igual-dije escondiéndome tras Lily- Mientras que él no me vea me basta.

-Pues lo veo difícil-comentó la prefecta-

-¿Por qué?-pregunté-

-Porque viene hacia aquí- contestó Lily-

Era cierto. El hufflepuff se dirigía hacia nosotras decidido y con una gran sonrisa en su rostro. Yo no sabía que hacer. Intente ocultarme pero ya era demasiado tarde, Ludo ya había llegado hacía nosotras.

-Katrina Turner-dijo para luego darme un abrazo- Mi chica favorita.

-Hola Ludo-dije con una sonrisa forzada-

-Chicas-saludo el hufflepuff a mis tres amigas-

-Hola-dijeron al unísono-

Las tres griffindor se hacharon a reír mientras yo las fulminaba con la mirada. Este año tenía la esperanza de que Ludo se hubiese olvidado de mi existencia y dejase de detenerme por los pasillos para hablar conmigo, dejase de mirarme o dedicarme cada partido que ganaba como hacia todos los años, pero sin ninguna duda, este curso sería igual.

- Te he echado de menos-me confesó Ludo- Te he estado buscando desde que hemos llegado al colegio.

-Que injusta es la vida-dijo una voz a nuestras espaldas- Tú buscándola y yo intentando perderla de vista.

Nos giramos y pudimos ver al dueño de esa voz., Sirius. Tres de los merodeadores reían mientras que el cuarto, Remus, miraba a Ludo molesto.

-Lo que no me puedo creer por mucho que lo intente, es que la hayas echado de menos-confesó Sirius-

-Estarías más guapo con la boca cerrada Black-me defendió Cassidy molesta-

-Hola chicos-saludo amablemente Ludo-

-Bagman, de hombre a hombre, buscate a otra chica-aconsejo Sirius-

-Tiene razón-afirmó James- Tiene muy mal carácter.

-Y mucha fuerza-corroboró Peter recordando el incidente de la noche pasada-

Al principió pensaba intervenir en mi defensa, pero como me interesaba que Ludo se olvidase de mi, decidí no entrometerme aunque si Sirius seguía así, no tardaría en darle otra colleja, pero esta vez de esas que el dolor dura mínimo una semana.

-No digáis tonterías- dijo Ludo- Katrina es única.

-Menos mal, porque no se si podría aguantar con dos-confesó Sirius-

Mire a Sirius fijamente y justo cuando iba a levantar mi mano para darle otra de mis, ya famosas, collejas la voz de la profesora McGonagall, nos interrumpió.

-Perdón por el retraso-se disculpó- Ahora adentro.

Todos los alumnos entraos y nos sentamos en nuestros respectivos sitios. La clase pasó sin ningún incidente, a excepción de la mala transformación de una paloma con unas hermosas plumas a una sin ellas realizada por Peter, en vez de una paloma en una bonita figura como hicieron el resto. Antes de abandonar el aula de transformaciones, la profesora McGonagall llamo a "Los merodeadores", Lily y a mi.

-Vuestro último castigo será mañana-nos informo la profesora-

-¿Realmente cree que será el último castigo para nosotros, profesora?-pregunto James señalándose a sus amigos y él-

La profesora fulmino a James con la mirada y Lily suspiro resignada.

-El castigo será en las mazmorras a las cinco-dijo McGonagall- No lleguéis tarde.

-No es por parejas ¿verdad?-pregunto dudosa Lily-

-No señorita Evans-respondió la profesora-

-¿Por qué lo preguntas, Evans? ¿Es que no lo pasaste bien conmigo?-preguntó James-

-Es evidente que no-contestó la prefecta-

-¿Y en que consiste el castigo?-preguntó Remus-

-Mañana os lo explicara el profesor de pociones, que es con quien aréis el castigo-dijo la profesora dando fin a la conversación-

Abandonemos el aula rápidamente ya que llegábamos tarde a nuestra siguiente clase, Encantamientos que nos tocaba con los Ravenclaw. El profesor Flitwick, que impartía esta asignatura, nos iba a bajar puntos por llegar tarde pero al ver a su mejor alumna, Lily, cambió de idea.

-Os dejo pasar, pero que esto no vuelva a ocurrir-dijo Flitwick-

-Si, profesor-respondimos todos a coro-

No sentamos cerca de Thomas Fox, que saludo a Lily con una sonrisa mientras James mataba al Ravenclaw con la mirada. Estuvimos repasando todo lo que habíamos dado durante los cinco años que llevábamos en Hogwarts y al llegar al hechizo de "Wingardium leviosa" mi venganza llegó con él. Mi guerra contra los merodeadores, en especial contra Sirius, nunca terminaría asta que ellos se disculpasen o dejasen de meterse con nosotras, y como eso no pasaría, la guerra sería permanente al igual que la venganza. Prepare mi varita y apunté con ella hacia un libro muy grueso.

-Wingardium leviosa-murmure-

El libro comenzó a elevarse en el aire. Con un movimiento de mi varita, lo coloque sobre la cabeza de Sirius sin que este se diera cuenta, para luego soltarlo .Pero desafortunadamente Sirius se aparto y le dio a Peter, que era quien estaba a su lado.

-Ahhhh!!!-grito Peter-

-¿Qué ha pasado?-preguntó James-

-Alguien me ha tirado un libro a la cabeza-explico Peter dolorido-

-¿Me pregunto quien será?-dijo Sirius sarcástico-

Los cuatro merodeadores centraron sus miradas en Lily y en mí. En seguida yo giré la cabeza para que nuestras miradas no se encontrasen, pero ellos ya sabían quien era la culpable del incidente.

-¡Turner, te vas ha enterar!-amenazó Sirius-

-¿Y ahora que he hecho?-dije poniendo cara de niña buena-

-No te hagas la inocente-dijo James- Te tenemos calada.

-¿Por qué le has tirado el libro a Peter?-preguntó James-

-No tenía que darle a el, sino a Sirius-respondí-

-¿Así que lo confiesas?-pregunto Peter-

-Si-respondí-

-Y encima querías atacarme a mí-comentó Sirius molesto- Si es que eres...

Las discusión continuo asta que el profesor Flitwick intervino y nos amenazó con quitarnos puntos, "si es que a veces este profesor muestra su lado malvado"pensé.

A excepción de lo ocurrido en las dos primeras clases, el día había siso tranquilo. Tanto Lily como yo, nos acostemos pronto ya que al día siguiente sería el castigo y necesitábamos coger fuerzas, tanto para realizarlo como para aguantar a "Los merodeadores", aunque realmente lo que necesitábamos era gran cantidad de paciencia.

Continuara...

Hola, ya estoy de vuelta!!! Bueno, aquí esta el octavo capitulo, espero que os guste y sobre todo espero recibir los mensajes que tanta ilusión me hacen con vuestra opinión. Los siguientes capítulos serán "muy mágicos" y espero que os gusten. Muchos besos y hasta el próximo.