-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
.
.
CAPITULO 3.
.
Cuando la puerta se cerro dejando a los dos chicos solos, Draco se hundió todavía mas en el sofá. Su rostro desencajado por el miedo a lo que Harry pudiese hacerle o decirle ahora que estaban solos no paso desapercibido para su anfitrión.
Harry soltó un suspiro y se acerco a el con prudencia para evitar asustarlo mas, si aquello era posible. Una vez frente a el, se puso en cuclillas y posando una mano tranquilizadora bajo su mentón le levanto delicadamente la cabeza para que lo mirase a los ojos.
- no tengas miedo Draco, no va a pasar nada que tu no quieras que pase. Jamás, ¿me oyes?, jamás haré nada sin tu consentimiento – murmuro mirándolo fijamente para que el rubio viese en sus ojos que sus palabras eran sinceras -
El chico de ojos verde se incorporo y se sentó enfrente del chico.
- Sé que estas muy conmocionado por todo lo que ha pasado esta tarde... pero creo que cuanto antes hablemos sobre el tema, mejor será para los dos – Harry hizo una pausa antes de seguir con seriedad – puedo sentir que algo te preocupa y me gustaría que fueses sincero conmigo, al igual que yo lo seré contigo –
Draco lo miro unos minutos dilucidando si podía fiarse de el, pero recordando como se había comportado durante toda la conversación con Snape y Dumbledore supuso que no arriesgaría nada confiando en su enemigo, teniendo en cuenta que no se había mofado de su situación.
- ¿por qué has aceptado? – pregunto de pronto con algo de timidez.
Harry inspiro y contesto con suavidad.
- simplemente porque no me hacia gracia la idea de que Voldemort pudiese tocarte –
Draco abrió los ojos como plato, mas bien habría pensado que el chico se había visto instigado por Dumbledore.
- no entiendo, pensé que me odiabas y que te alegrarías de mi suerte –
- no creo haberte odiado nunca Draco, en todo caso me exasperas, consigues sacarme de quicio pero odiarte, no y como comprenderás, soy el menos indicado en alegrarme, recuerda que siempre he sido la cibla favorita de Voldemort y se lo que es vivir con ello – respondió el Gryffindor con una mueca.
- sabes que tus amigos se pondrán furioso cuando se enteren, ¿y que pasara cuando quieras estar a solas con otra persona?, no creo que a ninguno de los dos os guste tener al lado un espectador, seré un estorbo para ti – sus labios temblorosos no sabían como expresar lo que pensaba, comprendía que aquello no era una relación romántica, con velas y música y que el otro chico podría desear mantener relaciones con otra persona.
El rubio sintió como toda la tensión acumulada se escapaba a través de sus ojos en forma de gruesas lagrimas que caían por sus mejillas.
- shissssss, tranquilo, vamos por parte – musito Harry mientras se sentaba a su lado y cogía entre sus brazos al Slytherin que no paraba de llorar y lo acunaba contra su pecho – no quiero que pienses que eres un estorbo para mí, si he tomado esta decisión, a sido por voluntad propia, nadie me ha obligado a ello. Hice una promesa y la cumpliré. En cuanto a mis amigos, tendrán que aprender a vivir con ello – el chico titubeo antes de seguir – mira Draco, voy a hacer todo lo que este en mi mano para que esto funcione, solo te pido que hagas lo mismo. Estoy completamente de acuerdo con Dumbledore cuando dice que necesitamos conocernos mejor, mas íntimamente, no creo que pudiese tomarte así por las buenas si Voldemort consiguiese atravesar las barreras, necesito conocerte, saber mas de ti, tus gustos, tus deseos... no quiero que tu primera vez sea traumática, sino algo hermoso –
Draco no contesto, se limito a recostar su cabeza en el pecho de su compañero y dejarse llevar por sus pensamientos. Hasta el momento el Gryffindor había sido comprensivo con él, no todo el mundo hubiese aceptado esta situación de buen grado y aun menos una paternidad impuesta. También sabia que un hijo conllevaba un sin fin de responsabilidades, por lo que llego a la conclusión que lo mejor seria que el Gryffindor supiese que el se haría cargo del niño y que no tendría que preocuparse por él, dejándole el camino libre para que pudiese hacer su vida con la persona que él quisiese sin ninguna responsabilidad.
- sabes, si tu y yo... ya sabes, he pensado que no seria justo para ti después de lo que estas haciendo por mí, cargarte con la responsabilidad de un niño no deseado, quiero que sepas que no tienes de que preocuparte, llevara mis apellidos y nadie sabrá que el bebe es tuyo. Me encargare de su educación sin molestarte para nada –
Harry fruncía el ceño mas y más, conforme el rubio hablaba.
- ¿DE QUE DEMONIOS ME ESTAS HABLANDO DRACO, ACASO CREES QUE CONSENTIRIA QUE MI HIJO NO LLEVASE MI APELLIDO? – grito el chico de ojos verde muy furioso mientras se levantaba de un salto dominándolo desde su posición privilegiada.
Draco se acurruco asustado mientras balbuceaba con miedo.
- yo... yo creí que era lo que deseabas, que nadie supiese que tenias un hijo fuera del matrimonio –
Harry cerro los ojos para tranquilizarse, era tal la cólera que había sentido que había explotado con fuerza.
- lo siento, no fue mi intención gritarte – soltó un profundo suspiro para calmarse y sentándose de nuevo siguió con mas suavidad. - quiero que te quede claro Draco que jamás renegare a mi hijo, pienso educarlo, cuidarlo y protegerlo, es mío tanto como tuyo y no permitiré que sea considerado un bastardo ni que nadie me lo arrebate –
- ¿no pensaras quitármelo? – pregunto el rubio presa del pánico al pensar que Harry se quería quedar con el bebe.
- no, un hijo tiene que ser educado por sus dos progenitores, por eso deseo fervientemente que esta relación funcione, lo deseo de corazón – murmuro Harry
Draco lo observo con detenimiento, le resultaba extraño que el Gryffindor tomase tan en serio su posible paternidad. El chico dorado de Gryffindor le estaba proponiendo una relación estable de convivencia basada en el respeto con tal de poder criar los dos junto al niño y eso lo reconforto aunque también sabia que el profeta no dudaría en crucificarlo cuando se enterase que iba a ser padre de un niño que iba a ser concebido por su eterno enemigo que además era hijo de mortifago.
- ¿has pensado en que si esto llegase a la luz, ibas a ser el centro de las portadas del profeta y que esto dañaría enormemente tu imagen?, imagínate los titulares " el gran Harry Potter tiene un hijo con un hombre cuyo padre es mortifago", sin contar con lo que dirían tus amigos –
Draco frunció la nariz con un mohín tan adorable que hizo que el corazón del Gryffindor se derritiese inundándolo de un calor que rápidamente se propago por todo su cuerpo.
- no me importa lo que el profeta pueda decir sobre mi, ya estoy acostumbrado. Pero no consentiré que hable mal ni de ti, ni del niño, de hecho no pienso consentírselo a nadie –
- nadie te ha dicho antes de que eres muy posesivo – lo aguijoneo el Slytherin que poco a poco se iba tranquilizando .
Harry lo miro con picardía antes de contestar.
- alguna que otra vez, pero que se le va a hacer, no me gusta compartir -
Ambos se echaron a reír, Harry estaba contento de ver como el chico volvía a ser el de siempre.
- Harry, ¿te puedo hacer una pregunta muy personal? – pregunto de pronto el Slytherin con timidez.
- tu dirás –
- bueno, yo quería saber si tu...si tu habías tenido alguna vez una relación con un hombre, ya sabes, si no seria conveniente ir a la biblioteca e informarse – musito el rubio con las mejillas sonrosadas.
Harry sonrió con malicia antes de contestar con sensualidad.
- mi experiencia es lo suficientemente amplia como para evitarte varias horas de estudio suplementario... ¿si quieres puedo darte un curso acelerado ahora mismo? –
El Gryffindor no pudo evitar soltar una carcajada al ver la cara que había puesto el rubio ante su propuesta.
- anda levántate, es la hora de la cena y si no aparecemos tu padrino va a pensar que ya va a tener que comprar una cuna – dijo sonriendo mientras ayudaba al Slytherin a levantarse.
.
.
Cuando entraron en el comedor, el rumor difundido por Dumbledore era ya de dominio publico. Draco fue a sentarse a su mesa cuando Harry lo retuvo por el brazo preguntándole.
- ¿a dónde vas? –
- pues a sentarme a mi mesa – contesto el rubio confundido
- ya te dije que no permitiría que te alejaras a mas de dos metros, y pienso mantenerlo – dijo el chico de ojos verde mientras lo arrastraba a su mesa.
El silencio se hizo notorio en la sala, todos estaban atentos a los movimientos de los dos chicos.
- siéntate aquí -
Harry le había hecho un sitio entre el y un Neville que no sabia si mirarlo asombrado o asustado.
- ¿podrías pasarme la salsa lavander? – pregunto el Gryffindor sin prestar atención a las miradas de sus compañeros.
Draco se maravillaba de la sangre fría de su nuevo compañero, parecía no estar interesado en los comentarios que empezaban a circular por la mesa y comía tranquilamente.
- creo que nos debes una explicación Harry – dijo por fin un chico que el Slytherin reconoció como Seamus.
- no, no creo que os la deba – contesto sin mirarlo antes de meterse un trozo de carne en la boca.
- yo diría que si, según tenemos entendido Malfoy necesita de tu protección y no veo porque, es hijo de un mortifago – replico Seamus irritado por la contestación del chico de oro.
- no pienso decirte las razones Seamus, pero te agradecería que dejaras a su padre de lado. Solo tenéis que saber que se quedara conmigo y no se hable mas –
- por una vez Harry, no estoy de acuerdo contigo, Malfoy es igual que su padre y no veo porque tendrías que protegerlo, si ha hecho algo que lo ponga en peligro es su problema, el jamás se hubiese preocupado si la situación fuese a la inversa – murmuro Ron sabiendo que este silencio de su amigo era presagio que una tormenta se avecinaba.
- he dado mi palabra y la cumpliré –
- nunca hubiese imaginado que pudieses caer tan bajo, el no se merece lo que haces por el y no creo equivocarme si digo que a nadie le importaría que hubiese un mortifago menos sobre la faz de la tierra – replico con desdén Seamus
Todos los Gryffindor empezaron a murmurar su acuerdo con las palabras de su compañero.
Draco se removió inquieto en su asiento, sus instintos le decían que no tenia que temer nada estando con Harry, pero la tensión en la mesa de Gryffindor era lo suficientemente fuerte como para inquietarlo.
Esa fue la gota que que colmo el vaso. Harry había observado el malestar que envolvía al Slytherin y pensó que lo mejor seria cortar por lo sano, levanto sus ojos barriendo la mesa de una mirada.
- no voy a tolerar un solo comentario mas sobre Malfoy, esta bajo mi protección y así seguirá hasta que yo decida lo contrario, ¿entendido? –
Un silencio se hizo en la mesa de los Gryffindor.
Draco pudo constatar hasta que punto Harry era respetado, nadie se había atrevido a replicar y por las miradas que le echaban, estaba seguro que no era por miedo sino porque su palabra era respetada por todos.
- come – oyó como le decía el Gryffindor sacándolo de sus pensamientos.
El rubio miro su plato, todo lo que había en el parecía suculento pero el nudo que sentía en el estomago le impedía probar bocado
- come – volvio a oir
- no tengo apetito – musito el rubio
- tienes que comer –
- no creo que pueda tragar... –
- ¿quieres que yo te de comer? – lo corto mirándolo de reojo
El Slytherin lo miro con los ojos muy abiertos.
- ¿no te atreverías? – musito el rubio
- pruébame – contesto Harry con un gruñido mirándolo fijamente.
Draco se sonrojo cogiendo rápidamente el tenedor en su mano, nunca se había sentido tan abochornado.
Una risita lo hizo girarse, Neville lo miraba con una sonrisa muy divertida.
- no te preocupes Malfoy, Harry gruñe pero no muerde, ya te darás cuenta –
El Slytherin le agradeció con una sonrisa el comentario.
.
.
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
