Las Cuatro Tareas

Por: Julieta Fernández

Capítulo III: "Todo por ti"

El alba pronto se vio, y la ciudad despertó con tristeza. Ese día verían a su princesa irse hacia lo desconocido, y con mucha amargura hicieron sus deberes diarios esperando que las campanas del palacio sonaran, indicando la hora de partida.

El día pasó y la hora llegó, toda la ciudad encendió antorchas; y, al son de una sola flauta, la gente entonó un himno funeral, mientras escoltaban a la hermosa princesa hacia lo alto de una empinada montaña. Una vez alcanzado el pico más escarpado, Kaoru dijo así a su familia y amigos:

"No temais. No os atormentéis con pesares. Mejor dejadme ir ahora en busca de mi destino."

Después de tan valientes palabras, todos le dijeron adiós; y mientras descendían la montaña, las antorchas, humedecidas por sus lágrimas, fueron extinguiéndose.

También Kaoru lloró hasta quedarse dormida en la desierta altura. Más he aquí que, mientras dormía, el viento del Oeste la levantó y la transportó hacia un valle florido, como lo ordenó Kenshin.

Así que, al despertar en la mañana, se encontró yaciendo en un lecho de hierba enfrente de un gran palacio con tejado de marfil y columnas de oro. Un dulce coro llenaba el aire con su música y suaves voces de seres invisibles musitaban en su oído: "Todo es tuyo".

Kaoru vagó por el dorado y resplandeciente palacio durante toda la mañana. Se acercaba el mediodía, y su estómago se lo hizo recordar, había estado muy emocionada recorriendo el palacio hasta sus rincones y ahora su cuerpo le exigía algo de alimento. Agudizó más su sentido del olfato y sintió un olor que la llevaba enfrente de una gran puerta de madera. La abrió rápidamente y entró a una habitación que parecía ser el comedor, un banquete con las cosas más deliciosas que ella se haya podido imaginar parecía haber sido servido minutos antes. La mesa estaba preparada para una sola persona, Kaoru tomó el plato y se comenzó a servir, luego se sentó en la majestuosa silla que se encontraba en la punta de la mesa, y se dispuso a comer. La verdad es que se le hacía muy raro no haber encontrado a nadie durante toda la mañana, ni siquiera un sirviente, nadie. Mientras comía, recordó a su familia y amigos, lo que la entristeció. Recordó las peleas con sus hermanas, las caricias de su madre, y los cuentos fantásticos que le contaba su padre. Realmente los extrañaba mucho y comenzaba a sentirse muy sola en ese lugar. Una vez que terminó de comer, se dispuso a conocer el jardín que rodeaba el enorme edificio.

Mientras tanto, Kenshin se encontraba en el palacio de su madre, observando cada uno de los pasos de la hermosa joven; él estaba muy contento de por fin tenerla, y observarla lo hacía el dios más feliz de todos. Un sirviente lo interrumpió.

"Señor, disculpe, su madre lo requiere inmediatamente"

Kenshin sin más demoras se dirigió a la habitación principal, donde se encontraba su madre.

"Kenshin, qué agradable poder verte después de tanto tiempo" dijo muy complacida "Es bueno saber que tengo un hijo tan eficiente. Los hombres que habían dejado mis santuarios para adorar aquella mortal, por fin han regresado, lo que significa que has cumplido con tu deber. Dime hijo, ¿de quién hiciste que se enamorara esa chiquilla?"

Kenshin dio vuelta la cara a un costado cuando contestó: "Hice que la mortal se enamorara de un soberbio terrateniente de tierras lejanas a las de ella, inmediatamente se casaron y ella dejó la ciudad para siempre, por lo que es normal que los hombres hayan vuelto a sus altares madre."

"Muy bien Kenshin, te felicito, has hecho un trabajo espléndido, como siempre."

"¿Me requiere para algo más? De lo contrario le pido permiso para retirarme..."

Kenshin salió del palacio rápidamente, la verdad era que no le agradaba para nada mentirle de esa forma a su madre, pero realmente estaba muy enamorado de la joven como para cumplir con la orden que su madre en un comienzo le había asignado, por lo que decidió hacerle caso a su corazón, para variar.

Pronto cayó la noche, Kaoru se había divertido en el jardín, desde chica se las arreglaba para jugar sola, por lo que ahora no la había pasado tan mal. Cuando estaba regresando al palacio, se encontró con un gato, era el primer ser vivo que veía en el día, y realmente estaba muy contenta por el encuentro. Agarró al felino entre sus brazos y juntos ingresaron al gran edificio.

"El señor del palacio tenía razón, realmente eres una humana sumamente hermosa y amable" dijo una voz proveniente del gato.

Kaoru soltó inmediatamente al felino, dando unos cuantos pasos para atrás, asustada. "¿¡¡Quién es!!?"

"No te asustes, no era mi intención" volvió hablar el gato, sentándose enfrente de ella. "Yo soy sólo un amigo del señor, y mi nombre es Sano. Estoy aquí para hacerte algo de compañía, aunque el señor no debe enterarse, ya que él no sabe que estoy aquí..."

"¿El señor?" preguntó Kaoru, que por fin estaba entendiendo algo, aunque todavía tenía miedo de estar delirando y con mucha fiebre por estar escuchando a un animal hablar...

"Sí, el señor es el dueño de éste lugar, y estoy seguro que no tardará en venir a visitarla, ahora vayamos a comer que muero de hambre, durante la cena te contaré más."

Desde ese momento Kaoru se sintió muy contenida, realmente el felino sabía como mantener una conversación, y le contó historias del señor de aquel palacio, y muchas otras más. Dichos relatos le hacían recordar a su padre, por lo que realmente disfrutó mucho la cena.

"¡¡¡Miauuu!!! El señor va a venir y si sabe que estoy aquí me mata, mejor me voy corriendo!!" Si Kenshin sabe que estuve acá me aniquila, considerando también que me dijo que no viniera, pero no me aguantaba las ganas de ver a esta adorable joven

"¡Espera!, ¿Acaso volverás para hacerme compañía en otro momento?"

"Claro, ¡tenlo por seguro!" El gato rápidamente salió de la habitación, dejando a una joven bastante desconcertada.

Una vez que terminó de ordenar todo, cansada, Kaoru se dirige a una de las cuantas habitaciones del palacio. Pero otra vez la misma voz de la mañana le dijo: "Esa no es tu alcoba, sube un piso más y al final del corredor encontrarás tu habitación". Kaoru, siguiendo las instrucciones de aquella voz, llegó a una habitación enorme. Tenía una cama de dos plazas, llena de almohadones muy mullidos. El cuarto poseía también arreglos en oro, muchos cuadros de paisajes que ella realmente admiró, y una pequeña chimenea que se encontraba apagada. La habitación tenía un baño privado, que parecía un sueño; la bañera era más parecida a una laguna, con cascadas y agua sumamente cristalina. Kaoru también pudo ver que había un vestidor, con muchísima cantidad de vestidos para todos los gustos. Una vez que ella terminó de recorrer el lugar, decidió tomar un baño para luego irse a dormir. Durante la noche, Kenshin vino a ella:

"Tú eres mi esposa" le dijo al oído. " Te amo más que a nada en el mundo, pero debo pedirte que nunca trates de mirar mi rostro. Sólo te visitaré en las noches, las cuales serán gloriosas y llenas de felicidad.

Cuando Kaoru le preguntó por qué no podía mirarlo, Kenshin únicamente respondió:

"Respeta mi ruego, porque si llegas a mirarme, quedaremos separados para siempre..."

En realidad Kenshin temía que si Kaoru descubría que él era hijo de la diosa de la belleza Yumi, llegaría a adorarlo como a un dios, en lugar de amarlo como a un igual. Esa es la razón por la cual no le revela su identidad, y le pidió a Sano que tampoco lo hiciera.

...Esa noche Kenshin amó a Kaoru con una pasión desbordante; los dos se entregaron el uno al otro como nunca lo habrían imaginado, y quedaron abrazados, con una felicidad inmensa recorriendo sus cuerpos, hasta que el amanecer se asomó...

:.:.:.: Continuará:.:.:.:

Notas de la autora: Bueno, aquí tienen el tercer capítulo, espero que haya sido de su agrado, y creo que es un poco más largos que los otros uuu.

Agradezco especialmente a:

Hally362: T.T Muchas gracias, tus palabras realmente me han conmovido, espero que te siga gustando el rumbo que toma la historia y nos vemos en el próximo capítulo.

Gaby (hyatt): Sip, pero no va a terminar así, tengo planeado un final feliz para él, nada especial, pero mal no va a terminar. En cuanto a la mamá de Ken, bueno hasta ahora no se enteró, veremos cómo se pone cuando lo sepa, jajaja. Gracias por tu review!

Tatsuki Shinimori: Waaaa, muchas gracias, realmente me halagas muchísimo, espero que te siga gustando tanto la historia!! Estoy tan contenta por tantos cumplidos!! Gracias por tu review y nos vemos en la próxima!

Pau: Este capítulo es más largo, ne?. La verdad es que Misao y Aoshi es una de mis parejas preferidas, pero no tengo papeles para ellos, por lo que no creo que aparezcan en este fic. Gomen a todos sus admiradores. Gracias por tu review pau!

Maki: Gomen pero no pienso sacar a ninguno de los dos en este fic!! Son personajes interesantes pero no tengo planeado que aparezcan esta vez. Y Souji, pues él va a terminar contento! .!. Espero con ansias ver publicado ese fic, así que hazlo pronto y muchos ánimos!!

Kaoru-chan: Gracias por tu review y tus ánimos. Espero que te haya gustado el capítulo y nos vemos en la próxima!

Muchas gracias a todos por sus reviews y espero que dejen muchos más diciéndome qué es lo que piensan. Realmente me gusta cuando se hacen críticas constructivas!!! Me han halagado mucho esta vez, se los agradezco, me da mucho ánimos para continuar!!

Gracias otra vez y nos vemos!!!

Juli