Las Cuatro Tareas

Por: Julieta Fernández

Capítulo IV: "Celos"

Aclaración: En este capítulo aparecerá Kamatari, pero decidí que en este fic, sea una mujer hecha y derecha (si me entienden lo que quiero decir ;), así que ya están avisados.

Kaoru se deleitaba con las visitas nocturnas de Kenshin, pero durante el día se sentía triste y solitaria, a pesar de estar en compañía de Sano. Era ese espacio vacío que sólo lo podía llenar otra persona, y Sano simplemente no podía contra ese sentimiento. Una noche le pidió permiso a su esposo para traer a sus dos hermanas.

"Si ellas vienen, ése será el comienzo de nuestra ruina..." dijo Kenshin.

"iOh, no! ¡Por favor deja que vengan!" le rogó ella. "Si no puedo mirarte, ¡al menos permíteme ver a mis hermanas!"

Como estas palabras entristecieron a Kenshin, mandó al viento del Oeste por las hermanas mayores de Kaoru. Una vez que ella las pudo ver, su corazón se llenó de alegría y las abrazó como nunca...

"Megumi, Kamatari, qué bueno verlas hermanas mías..." mientras gruesas lágrimas cruzaban su rostro. "Estoy tan contenta de por fin poder volver a verlas..."

"Nosotras también estamos felices de volver a verte pequeña, hemos estado muy preocupadas por ti, ¡qué bueno que estés bien!" dijo Megumi, mientras contenía sus ganas de llorar.

"¡Hermana! Se extraña mucho tu presencia en la ciudad, no te das una idea lo aburrido que está todo allá..." dijo Kamatari con ambas manos en la cadera.

"Pasen, pasen, les mostraré el lugar en donde vivo" dijo la anfitriona.

Cuando llegaron al palacio, se alegraron grandemente al ver que Kaoru se encontraba bien y sana; pero cuando ella las llevó a recorrer el enorme palacio y les mostró todo lo que tenía dentro, y se dieron cuenta en esplendor en el cual vivía, empezaron a sentir algo de envidia por su hermana menor; durante el gran banquete que compartieron las tres, sus hermanas le contaron a Kaoru cómo era la vida en el reino ahora que ella no estaba. Kaoru realmente disfrutó mucho aquella cena, por que recordaron antiguas anécdotas de cuando eran niñas, y algunas travesuras que solían hacer enfadar mucho a sus padres. Hablaron y rieron hasta que la hora de su partida llegó; las hermanas prometieron que volverían a hacerle compañía en otro momento y así partieron hacia su reino. Pero cuando regresaron, y se fijaron que sus esposos no eran tan ricos como el de Kaoru, ese sentimiento de envidia que trataron de ocultar salió a la luz.

"Megumi, ¿has visto la inmensidad del palacio en donde vive nuestra hermana?" le comentó Kamatari. "¿Y las enormes y hermosas tierras en las que corre como un animal libre?" volvió a decir. "Y has visto que..."

"¡¡¡Sí, ya lo he visto!!!" responde con impaciencia la aludida. "Ya he visto en donde vive y las cosas que tiene, y también sé que nuestros esposos no tienen ni la mitad de lo que su esposo posee" termina de decir con un brillo maligno que nunca antes había tenido en sus ojos.

Un corto período de tiempo pasó, y llegó la hora de una segunda visita por parte de las hermanas. Ellas no habían vuelto a hablar del tema, lo han evadido desde entonces, pero aquel negro sentimiento seguía escondido en lo más profundo de sus corazones. Una vez que estuvieron en el palacio, pidieron ver al esposo de Kaoru.

"Lo siento, pero no podré presentárselos" dijo.

"¿Por qué? ¿Tan feo es que te da vergüenza dejarlo ver?" dijo Kamatari con un tono raro en la voz.

"No, no le es permitido mostrarse. Ni siquiera yo lo he visto a la luz del día" le respondió Kaoru, como si fuera lo más normal del mundo.

"¿Cómo?" gritaron las dos hermanas al mismo tiempo.

"Yo trato de no darle importancia" dijo Kaoru. "Es tan gentil y bondadoso... Y además parece amarme más que a su misma vida, por lo que a mi no me importa no verlo, él me brinda tantas cosas hermosas, que he aprendido a contentarme con eso..." terminó la joven con una mirada perdida y llena de amor.

Cuando oyeron estas palabras, se llenaron aún más de envidia por su hermana, y ese sentimiento resurgió con más fuerza. Cuando se pusieron a pensar en todo el amor que su hermana recibía, se lamentaron amargamente porque sus propios maridos eran fríos y ásperos.

Las hermanas sintieron crecer en su interior unos celos tan espantosos contra Kaoru, que decidieron estropearle su felicidad. Así pues, en su tercer visita al palacio de Kaoru, comenzaron una extraña conversación:

"Después de todo no creemos que tu esposo sea tan maravilloso..." dijo Kamatari.

"Ah, pero lo es" respondió inocente Kaoru.

"Ah, pero no lo es" dijo Megumi. "Fuimos a consultar a un oráculo, ¡y él dice que tu esposo es un monstruo repugnante y horrible! ¡Y que por eso no deja que lo mires!"

"¡No! ¡Eso no es verdad!" gritó desesperada Kaoru.

"¡Sí que lo es! Y, además, ¡está esperando que tengas un hijo suyo para matarte" dijo fríamente Kamatari.

"¡No! ¡No!" sollozaba Kaoru.

No obstante, las hermanas lograron convencerla de que su esposo era en realidad un horrible monstruo; también la convencieron de que llevara una lámpara para verlo por la noche... y entonces le cortara la cabeza...

En medio de la oscuridad, todo era silencio, salvo el suave sonido de la respiración de Kenshin mientras dormía. Kaoru temblaba mientras se deslizaba de la cama y se apoderaba de la lámpara de aceite y del cuchillo que había escondido con anticipación. Al regresar a la cama, Kaoru encendió la lámpara y luego la levantó lentamente por encima de la cabeza de Kenshin. Cuando vio el rostro ruboroso y resplandeciente del hijo de Yumi, diosa del amor y de la belleza, la joven quedó pasmada. Hasta la luz de la lámpara brillaba más y con más alegría mientras alumbraba al hermoso dios.

Deslumbrada, Kaoru acarició suavemente su sedosa cabellera, las brillantes alas blancas y el carcaj; pero al tocar una de sus flechas, se hirió, y quedó doblemente enamorada del dios del amor. En su embeleso, estuvo a punto de caer al suelo; y mientras se enderezaba, dejó caer una gota de aceite de la lámpara en el hombro de Kenshin. Éste despertó, y cuando vio a Kaoru con el cuchillo en la mano, una expresión de tristeza cruzó por su rostro.

"¿Amor mío, tenías miedo que yo fuera un monstruo horrible?" dijo Kenshin con un toque de decepción en su voz.

Y antes de que Kaoru pudiera responder, dijo:

"No puede haber amor si no hay confianza. Jamás volveré a ti" y con estas tristes palabras, se dispuso a volar.

Llorando de dolor, Kaoru se lanzó hacia Kenshin y trató de agarrarse a él mientras éste se remontaba por el aire; pero pronto, vencida por el cansancio, cayó a la Tierra; con ayuda del viento del Oeste, Kenshin no permitió que Kaoru se hiciera daño al caer, pero luego se perdió en el manto de oscuridad que había alrededor.

...La joven, en medio de la soledad de la fría noche, agobiada por sus pesares, deseó morir...

:.:.:.:Continuará:.:.:.:

Notas de la autora: Lo lamento, la verdad es que creo que Megumi y Kamatari quedaron como las malas de la película, pero realmente la historia es así, así que mucho no podía hacer. Creo que las chicas quedaron bien para ese papel, gomen a sus admiradores.

Les quiero agradecer a todos por los reviews!! Realmente me llenan de inspiración y me dan mucho ánimos para continuar!!!

Ayaneko: Holaa!! Yo también creo que Ken es divino, es muuy kawaii!! Gracias por tu review!

Gaby (hyatt): Bueno, supongo que ahora no están tan juntos, pero es una situación que se remediará! Yo quería que Sano se convirtiera en algún animal para acompañar a Kaoru, y supongo que un gato es apropiado (no es ni muy grande ni muy chico). Gracias por tu review!

Kayla-chan: Bueno, es que su amor es muy puro por lo que creo que no está mal. Decidí que fuera pronto, y Kaoru se sentía atraída a Kenshin por el hecho que él es un dios (aunque no lo sepa conscientemente, es cosa de sentimiento). Y con respecto al tiempo, bueno, en el próximo capítulo se enterará! ;) Muchas gracias por tu review y un grato año nuevo para ti!

Dasi: Pues sip, yo al principio del fic (en el primer capítulo) aclaro que esta historia está basada en un mito griego, por lo que algunas partes las encontrarás parecidas, igual hay muchas modificaciones (que espero que sean de tu agrado). Muchas gracias por tu review!

Maki: Aquí tienes la continuación! Gracias por tu review!

Tatsuki Shinomori: Waaa, me encantó tu review!! Me sigues halagando mucho! Akí Kao lo vio a Ken, y debo decir que Kao quedó extasiada!! Muchas gracias por tu review, nos vemos en la próxima!!

Rurouni Andrea: Holaaa!! Bueno ya hemos hablado un poco y me conectaré más seguido!! Muchas gracias por tu review, nos vemos amigaa!!

Pau: Muchas gracias por tu review!!Qué bueno que te haya gustado la historia, espero que este capítulo también te haya gustado!!Graciass!!

Bueno esto es todo, muchas gracias a todos por sus ánimos!!

Nos vemos en la próxima!!

Juli